Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto y TV TOKYO, yo solo ocupa su material para este fic.
Capítulo 6
死亡詩
Sǐwáng shī
El ruido de pájaros trinar en la mañana con un hermoso amanecer de fondo saludo al bebe Naruto al abrir los ojos y bostezar flojamente.
El ruido de la puerta abriendo llamo su atención, mirando en su dirección vi entrar a la misma enfermera de la noche anterior, pero su mirada era diferente del día anterior pues estaba llena de asco y desprecio.
No necesito pensar mucho para saber la razón miro a la mujer a los ojos sin temor esperando su reacción, pero lo que vino después no lo espero ni es sus más alocados.
Una feroz bofetada en su pequeño rostro que hizo sangrar su boca haciendo que el rubio probase el olor metálico de su sangre, pero ese golpe no fue suficiente para la mujer agarro el cuello del niño con ambos manos tratando de asfixiarlo y acabar con su vida.
El rubio no podía soltar ningún sonido de llanto su rostro empezó a ponerse de color morado, sus pequeñas extremidades manotearon constantemente, su vista se vio nublada, solo recordando la vaga palabra ¨Akuma¨.
Cuando el rubio quedo inconsciente la enfermera río maniáticamente feliz de matar al niño, escuchando pasos salió rápidamente de la habitación, puede que ella no lo notara, pero los ojos en la habitación observaron su huida, estos sabían mejor que nadie que el niño no moriría por lo que intervinieron, esperando que el color morado de su rostro se desvaneciera para cuando vinieran por el niño otro ninja y lo llevará al orfanato.
Pronto la puerta de la habitación fue abierta nuevamente entrando una mujer mayor con sobrepeso, observó al bebe inconsciente ignorando por completo las heridas en su rostro y cuello tomó bruscamente al infante sonando un crujido el infante que anteriormente estaba inconsciente dibujo en su rostro una mueca de dolor, sin soltar ningún quejido su pequeño brazo había sido dislocado.
La mujer miró al niño con molestia lanzando una feroz bofetada al infante el cuello del infante hizo un crujido, el anbu que miraba desde un rincón de la habitación tampoco hizo nada por el infante aquellas 3 personas jamás pensaron que este día lo pagaran de la peor manera existente.
El rubio cayó nuevamente inconsciente debido al dolor en su cuerpo, con el tiempo reafirmó su ideología si no era fuerte nunca lograría nada además de que nadie lo ayudara sin que hubiese nada a cambio.
Agradecería a la bestia en su interior por curar sus heridas, sabíendo que este solo lo ayudaba por que dependen entre sí mutuamente si uno moría el otro también.
Aunque su capacidad de detectar el dolor era muy alta no tenía que dejar que nadie se enterara además su cuerpo no era invencible por lo que tomo esto como endurecimiento, pero se prometió que cuando fuese fuerte se aseguraría de hacerle para 100 veces más a los que lo dañaron
El rubio tenía planes para este pueblo primero trataría de entenderlo y ver sus reacciones después decidiría el siguiente curso de sus planes.
Los maltratos al infante por parte del orfanato continuaban constantemente y se detenía en las visitas de hokage, pero este veía al niño desde una distancia que consideró prudente.
Naruto en ese tiempo fue perdiendo la esperanza en el mundo ninja aunque no sabía mucho de este mundo con lo que había aprendido se dio cuenta que no había diferencia alguna en ningún mundo todos eran iguales, todos estaban podridos.
Un año después
En un edificio colorido donde se escuchaban risas resonantes en el edificio, jamás se pensaría que en ese pacífico y alegre lugar fuese el peor infierno para un pequeño rubio.
En un viejo cobertizo que se encontraba detrás del edificio se escuchaban suaves respiraciones, dentro la luz del día se filtraba por lo orificios del tejado que toparon con un rostro acanelado.
El diseño de este rostro cambió de posición su cuerpo cubriendo su rostro, pero sus esfuerzos fueron en vano más luz se filtró por el tejado dando directo en su rostro levantándose de golpe maldiciendo a todos los ancestros de la nación ninja.
Al salir de la afelpada cobija se vio a un niño rubio de 1 año de edad, ojos azules zafiro, cabello rubio y corto con varios mechones colocados en posiciones alocadas su flequillo largo cubría la mayor parte de su visión, portaba una sencilla camisa de color negro de manga larga, un short hasta rodilla del mismo color, al bajar sus pies de la cama se coló unos zapatos tipo mocasines de color gris.
Mirando un instante sus pies al raro contraste de sus calcetines oscuros y sus zapatos grises rio un poco con la rara combinación, pero tenía que aceptar que odiaba las sandalias ninja eran incomodas para su gusto además de las vendas en sus pies.
Sentía la tierra meterse entre sus pies al caminar y tras quitarse las sandalias las vendas terminaban en un color desagradable muy diferente a la sensación de calcetines de algodón que protegen su pie y zapatos cómodos, aunque llamarían mucho la atención debido a la forma, pero decidió ignorarlo después de todo era muy raro que saliera del orfanato y mucho menos a su edad.
Volviendo su vista a la vieja colchoneta jalo las cobijas y empezando a sacudir una sábana azul y golpeando ligeramente la colchoneta para liberar la presión que ejerció mientras dormía, doblando tanto la sábana y la mullida cobija arrinconados en una silla cercana para que estorbaran su siguiente actividad.
El viejo cobertizo se veía más espacioso sin su cama improvisada, el rubio tomó de un rincón del cobertizo una escoba y empezando a barrer la habitación con sus piernas cortas después de expulsar todo el polvo, salió del cobertizo regresando minutos respuesta con una cubeta de agua dejándola en el piso y caminando al mismo rincón que dejo la escoba tomo un trapeador que fabrico a base de trapos de las sabanas del orfanato que le parecieron más adsorbentes después tomo una botella de producto similar al carasol y la echo 3 tapas del producto en la cubeta metiendo el trapeador en la solución empezó a removerlo después de exprimirlo lo paso por todo el cobertizo con gran esfuerzo.
Quedando feliz por sus resultados lavo el trapeador y sacudió la escoba cerca de un pozo en el orfanato regresarlos a su lugar, no le importaba dejar solo el cobertizo pues al estar algo retirado del edificio principal casi nunca era revisador por lo cuidadores.
Después de unos diez minutos caminando el rubio vio las instalaciones del orfanato, sabiendo que a pesar de ser algo tarde a esta hora no había movimiento en el edificio hasta dentro de una hora después de todo aún era las 7 de la mañana, entrando sigilosamente por una de las ventanas se escabullo a la que era su habitación.
Al girar la perilla para entrar un nauseado olor le llegó a la nariz tras buscar la causa vio una montaña de pañales sucios, frunciendo el ceño apareciendo unos guantes de hule y una bolsa de basura algo grande, empezó a recoger la inmundicia aguantado la respiración.
Después de recoger todo saco la gran pila de mierda con bastante esfuerzo hasta llegar a los contenedores, estaba tan concentrado en sacar la basura que después de sacar todo se dio cuenta que nunca había visto niños de su edad en este orfanato y por el tamaño de los pañales se dio cuenta que eran de aproximadamente el tamaño para niños de un año y vio muy pocos para lactantes.
Dejo a la deriva su pensamiento pues sabia mejor que nadie que los orfanatos en cualquier mundo eran una mierda en la sociedad que justificaban sus acciones como buenas.
Tras regresar a su habitación esta seguía apestando, abriendo las ventanas para mayor ventilación tomo una escoba del cuarto cercano tomó una camisa vieja del cesto de ropa humedeciendo y echándole producto de limpieza utilizo de apoyo la escoba como un trapeador empezó a limpiar el lugar donde estaban los pañales.
Después de limpiar coloco todo en su lugar y lanzo se preparó para tirar la camisa a la basura, caminando sigilosamente al contenedor noto a una de la cuidadora algo mayor se dirigía a su dirección.
Maldiciendo a todos sus ancestros se ocultó cerca de las bolsas grandes esperando y no ser encontrado.
Unos minutos más tarde la mujer se encontraba acomodando la basura según su tipo de material, la mujer de pronto se alejó y no vio rastros de ella.
El rubio quería tomar la oportunidad para huir, sin esperar que una voz ronca lo llamara haciéndolo tensarse, como parte de su plan nunca había intentado hablar además de otras cuestiones y mucho menos caminar solo gatear para tener un perfil bajo y tonto nunca creyó que fuese pillado, se perdió en sus pensamientos tratando de encontrar una forma de escabullirse.
-Jovencito a donde cree que se dirige, ¿no debería estar en su cama a estas horas?
El niño no respondió, la mujer miro la altura del niño fijamente hasta que se sorprendió por completo este niño era tan pequeño.
Se acerca más al niño intentando tomarlo del hombro notando que este se tensaba temerosamente, intentando huir, lo tomo con sus 2 manos y le dio la vuelta para ver su rostro.
Estaba totalmente sorprendida el niño era tan pequeño y sus hermosos ojos azules se tiñeron de lágrimas contenidas haciendo que su viejo corazón estrujarse, miro la apariencia del niño sus manos estaban frías por el clima su ropa tenía el olor a basura que se impregnó en ella su cuerpo era tan desnutrido, miro su rostro nuevamente el shock la conmoción era el jinchuriki del Kyubi del que todo el pueblo hablaba.
Ella se había mudado a la aldea hace apenas unos 8 meses y empezó a trabajar en la cocina del orfanato había visto al niño en el desayunador, pero no podía acercarse al infante debido a su trabajo.
Pero viendo su miserable apariencia le pareció irracional la forma de pensar de la gente de esta aldea el niño no tenía la culpa del pecado que cargaba.
Mirando la asustada apariencia del niño endulzó su voz y preguntó.
- ¿cómo te llamas pequeño?
Pero nuevamente no le respondió, temerosa que le tuviera miedo lo cago en sus brazos, pero el niño se tensó más, tratando de suprimir esta reacción, consoló al niño con dulces palabras.
-Tranquilo no te are daño, te daré algo de chocolate caliente para que entres en calor y te cambiare la ropa a una limpia no temas, yo te protegeré nadie te hará más daño.
Se dice que el destino es caprichoso con las personas puede separarla y puede unirla.
Tal vez unió a esto 2 solitarios para curarse mutuamente una lástima que tal felicidad solo durara un par de años hasta que la muerte cobro la vida de esta mujer, pero tal desgracia llego con una grata sorpresa recordando a Naruto siempre el día en que conoció a esta mujer que llamo abuela en una mañana de 10 de septiembre, justamente el día de su cumpleaños es su anterior vida.
Continuara...
