DISCLAIMER: Todo lo relacionado con Tyson, Rei, Hilary, Kai, Max, Kenny, Daichi, Jin Tempestad, el abuelo de Tyson, el Sr. Dickenson y demás personajes que aparecen en Beyblade, es propiedad de Takao Aoki. Yoblade, empero, es invento mío. Cualquier alusión a personas reales, vivas o muertas, no pretende más que hacer reír al vulgo.

(música matona)

Poco tiempo hay para aniquilar

Los precandidatos que joroban ya

y deberás matar

para volver

en 2006 otra vez

Es Yoblade! Yoblade!

(más música matona)

Hazlos chismear siempre de ese modo

y "¡yo no fui!" deberás gritar,

nuestro partido siempre ganará,

no lo puedes evitar...

Es Yoblade! Yoblade!

(un último cachito de música matona, y luego...)

Es Yoblade! Es Yoblade!

YoBlade!

¡Voten ya!

Antes éramos imbéciles. Ahora somos indeciblemente tarados. (We were once bladebreakers…)

-Pfff… basura -sentenció Max, doblando el periódico y arrojándolo sobre el sillón. No vio que Emily estaba sentada ahí, frustrado, decepcionado y desesperado como estaba por lo ridículo de los encabezados y artículos de The Daily Bugle. La primera plana rezaba ostentosamente, a ocho columnas, "Spider-man ataca al Presidente de la NQNTNMQHA". El subtítulo rezaba "Vuelve criminal a Chun-Li…"

Emily estaba fúrica por ser tratada como si no existiera. Y es que el hecho de que te arrojen un periódico como si no estuvieras ahí es suficientemente molesto como para odiar a quien lo hizo.

Y, aun así, los dos tenían como primera preocupación al nuevo miembro del equipo, Rick, quien al parecer opinaba que la vida entera era lo mismo que el Daily Bugle: Ba-su-ra.

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Del otro lado del orbe, Rei avanzaba por un río entre las montañas de China hacia su aldea natal. Cualquiera pensaría que tendría una actitud solemne, ansiosa, o algo por el estilo. Pero no. Estaba demasiado ocupado jugando al "veo-veo" con un remero fastidiado.

- n0n Veo, veo…

- -.-U ¿qué ves?

-Una cosa

-¿Qué cosa?

-¡Maravillosa!

-¿De qué color?

-eeeh… ¡transparente!

-… el agua… ¬¬U otra vez.

-n0n ¡Sí! Ahora te toca a ti.

-Bien… veo, veo.

-¿Qué ves?

-Una cosa

-¿Qué cosa?

-¡Maravillosa!

-¿De qué color?

-… gris metálico y café.

-mmmh… ¿El cuchillo que está en tu mano?

-Adivinaste. ¿Sabes qué voy a hacer con él?

-… no estamos jugando a eso… espera… ¿porqué dejas de remar?... ¡ALEJA ESE CUCHILLO DE MI! AAAAAAAAAAAAAH!

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Destrozado. Así se sentía Tyson. Entre que Daichi no lo dejaba en paz, la obsesión de Hilary por "jugar a la familia" con él y Shinji, Kenny absorto con su nueva consola sin una molesta política-bit, el abuelo con sus histerias paranoides seniles, la extraña desaparición de Kai, la partida de Max y Rei, la cancelación de "Gundam Wing", el agujero en la capa de ozono y la preocupación por el torneo que se avecinaba, estaba molido. Destrozado. Partido en cachitos, metido a la licuadora y hecho puré, condimentado con orégano y servido en un restaurante de cuarta. Dio un largo, largo suspiro mientras el pandemónium seguía a su alrededor.

Y entonces volvió a recordar los viejos tiempos. Aquellos adorables pandemonios reales. Sí, los que incluían tanques, granadas, espadas, explosiones, ejércitos, "jan-ken-pon" (piedra, papel o tijeras), fuego cruzado de insultos estúpidos e, invariablemente, un empate al final.

No era el único preocupado. Kai también tenía sobradas razones para sentirse incómodo consigo mismo. Quizá fuera el exceso de químicos en el pasto… pero sentía que él también debía irse.

No, no debía hacer eso. Su obligación era quedarse. ¿Obligación para con quién? Al demonio, se iría. No, no podía irse.

Necesitaba un lugar para meditar donde nadie, absolutamente nadie, lo encontrara y lo molestara. Así pues, fue al estadio donde sería la selección del equipo representante de la NQNTNMQHA, se escondió tras el letrero del frente, sobre la puerta, y se dedicó a pensar y pensar y pensar una y otra y otra y otra vez sobre lo que debía y debía y debía hacer y hacer y hacer y…

(-¡Toma! -soltó el Director, dándole un zape a la narradora.

-Grax, lo necesitaba.

-Continuemos.)

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Max ingería su mostaza para calmarse. Rei nadaba hacia su aldea por su vida. Kai masticaba pasto mientras pensaba. Tyson miraba el techo mientras miles de cosas triviales y molestas pasaban a su alrededor.

-Tyson lleva media hora sin moverse -notó Shinji.

-Fascinante -repuso Kenny, hipnotizado por las dos pantallas de su consola portátil, sin escuchar nada en realidad.

-¿Tyson?... ¡Tyson! -gritó Hilary, y empezó a abofetearlo-. ¡Reacciona, reacciona, reacciona!

- O¬XU… Basta… -suplicó Bachoco, con tremenda hinchazón en la mejilla izquierda y el ojo derecho ligeramente morado.

-¿Es que no tienes corazón¡Shinji estaba preocupado por ti!

-En realidad, no -soltó el pequeño simplemente. Todos se le quedaron viendo. Parecía ajeno a sí, como si estuviera poseído por un fantasma de su pasado, o simplemente repitiera un patrón familiar que había quedado grabado en él por la infinidad de veces que lo había contemplado-. Jamás me preocuparía por Kori.

Kori.

-¿Porqué… me llamaste… Kori?

-ô-ò ¿Hice eso? No me di cuenta… pero, ahora que lo mencionas, no tiene sentido.

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-Sensei… -se inclinó Rei ante un anciano que estaba notoriamente borracho, drogado, loco, o todas las anteriores.

-¡Ah, has vuelto, SamuRei¡Justo como la concha mágica del caracol marino lo dijo! Ahora, las marmotas saldrán de su capullo, volarán al arcoiris y llegarán a Asgard, donde encontrarán a Loki bailando sobre la tumba de Baldor y volarán de regreso a Aztlán para informar a Ken de que Barbie lo cortó para que él, a su vez, vaya a buscar un flan napolitano que…

Los White Tigers se quedaron callados. Era otra de las revelaciones que su Senilsei, Tao, recitaba sin sentido. El Senilsei siguió desvariando, bailando cumbia y bebiendo ketchup con un popote.

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-She knows when something is wrong/When something doesn't belong/She can read in my mind/And she can be assured that with me/There is no conspiracy/she's not wasting her time./She can take me to the place that she calls home/In a spaceship that will someday be my own/Please take me to your leader/Tell her I will surrender (I will surrender)./She has two arms to hold me/And four legs to wrap around me/She's not your typical girlfriend/She's my alien. (Sabe cuando algo está mal, cuando algo no encaja. Puede leer mi mente y asegurarse que por mi parte no hay conspiración, no está perdiendo su tiempo. Puede llevarme al lugar que llama hogar en una nave especial que algún día también será mía. Por favor, llévame ante tu líder, y me rendiré (me rendiré). Tiene dos brazos para rodearme y cuatro piernas para envolverme, no es una novia típica. Ella es mi alien) -cantaba Max (Simple Plan, "My Alien"), poniendo mostaza en su refresco mientras todos los demás lo miraban con asco.

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-Kai ya debería estar aquí -comentó Tyson, mirando desesperado en todas direcciones, sin saber que Hiwatari estaba sobre su cabeza en ese momento.

-Pffft. ¿Y qué si no viene? -replicó Daichi con fastidio.

- ¬¬ que él, Y SOLO ÉL, tiene derecho a estar en el equipo conmigo.

-Ya salió. Te gusta.

-¡Claro que no, mocoso enfermo!

Kai escuchaba todo desde el techo, mientras intentaba seguir pensando para poder llegar AL FIN a una resolución.

-Kai¿dónde carajos estás? -preguntó Bachoco al aire, para no dirigir su atención a Daichi.

-Ya está aquí -soltó Shinji de improviso, otra vez con esa extraña actitud.

-¿En serio?... ¿Dónde?

-… arriba…

Hilary estaba muy atenta a todo por cuatro razones: a Daichi se le podían romper los pantalones, Kenny podía ser atropellado si no despegaba la vista de las dos pantallas, Kai acostumbraba llegar siempre con estilo y Shinji no era humano. Rehuía la luz directa, amaba la comida mexicana, actuaba raro y físicamente se parecía demasiado a…

Entonces, Kai se decidió. Saltó al suelo desde el saliente en el que estaba, con la bufanda ondeando deliciosamente mientras caía sobre una rodilla y un pie, con los brazos extendidos a los lados, los dedos rozando el suelo. Se levantó, dirigió una rápida mirada al grupo, y entró solemnemente en el edificio.

Los demás lo siguieron, más maravillados por que había matado una cucaracha al aterrizar que por todo lo demás. Y, también, porque tenía la espalda cubierta de polvo proveniente de la pared en la que había estado recargado por una semana.

Del otro lado del mundo, un individuo en mameluco rojo y azul, colgado del techo mediante una telaraña, leía el Bugle con aire crítico... o al menos eso suponemos, porque trae una máscara. Molesto, estruja el diario, lo arroja al bote de basura y empieza a balancearse entre los edificios de Nueva York.

-No puedo creerlo -se dice a sí mismo Spider-man-. Una vez más, salvo la ciudad y Jameson me acusa de un crimen que no cometí. ¿Cuándo se acabará esto?

Entonces, Spidey olvidó que ya no estaban las torres gemelas y se estrelló en el piso.