Superada la crisis del micro, la paz fue entre el Eq. de Prod.
— XO ¡ERES UNA…!
— XO ¿Y TÚ QUÉ, PETARDO?
—û-úU ya cállense, que traigo cruda.
—¿Todavía?
—ò.ó Es cruda moral.
—Ahora resulta que tiene moral…
—¡YA, MÉTANSE AL MICRO!
—¿Ahora qué se traen? —preguntó Rei.
—Lo de siempre —respondió Rogran. El demonio, no el gato.
DISCLAIMER: Todo lo relacionado con Tyson, Rei, Hilary, Kai, Max, Kenny, Daichi, Jin Tempestad, el abuelo de Tyson, el Sr. Dickenson y demás personajes que aparecen en Beyblade, es propiedad de Takao Aoki. Yoblade, empero, es invento mío. Cualquier alusión a personas reales, vivas o muertas, no pretende más que hacer reír al vulgo.
(música matona)
Poco
tiempo hay para aniquilar
Los precandidatos que joroban ya
y
deberás matar
para volver
en 2006 otra vez
Es Yoblade! Yoblade!
(más música matona)
Hazlos
chismear siempre de ese modo
y "¡yo no fui!"
deberás gritar,
nuestro partido siempre ganará,
no
lo puedes evitar...
Es Yoblade! Yoblade!
(un último cachito de música matona, y luego...)
Es
Yoblade! Es Yoblade!
YoBlade!
¡Voten ya!
Una de las ventajas de trabajar en equipo es que te permite culpar a otro (The blame game)
—Quisiera salir de aquí huyendo y atraparte de una vez, para ver si así termina esta angustia que es decirte lo que siento, y que me vuelvo loco por volverte a ver. Contigo estaré. Contigo estaré, no importa lo que haya que hacer. Contigo estaré. Contigo estaré, moviendo el tiempo a tu merced. Alunizaré. Alunizaré en los planetas de tu piel. Me devastaré. Yo sólo quiero ser feliz… (Erik Rubín, "Contigo")
—¿Es por mí? Me siento halagado.
—Claro que sí —mintió a medias. Era cierto en parte… pero en otra parte no.
—Por fin —al revisar una página del periódico de ese día, un encabezado llamó su atención—. Nuestra señal. Nos vamos.
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—¡Que es tu culpa! —repitió Tyson por nonagésimo novena vez en los últimos cinco minutos. Al tiempo que hacía eso, señalaba acusadoramente con el dedo índice a una planta artificial que estaba en su maceta de plástico en una de las esquinas del cuarto—. ¡Si fueras real, no habríamos perdido!
A su alrededor, todos callaban, avergonzados.
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—I've got no place to go, I've got nowhere to run, They'd love to watch me fall, They think they know it all. I'm a nightmare, a disaster -That's what they always said, I'm a lost cause, not a hero -But I'll make it on my own. I'm gonna prove them wrong, Me against the world! (Simple Plan, "Me against the world": No tengo adónde ir, no tengo por donde escapar; vaya que adorarían verme caer, porque creen que lo saben todo. Soy una pesadilla, un desastre… eso es lo que siempre dicen. Soy una causa perdida, no un héroe, pero me las arreglaré solo. Voy a probar que están equivocados¡Soy yo contra todo el mundo!)—Max, emocionado, ponía mostaza a sus donas de chocolate, esperando que su combate empezara.
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—¡Me abuuuuuurro! —gritó Rogran en el vacío, que ni siquiera le devolvió un eco.
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Los Black Kitties Z meditaban sobre las últimas palabras de su senilsei.
—Ellos tienen el cloro y nosotros el blanqueador, pero cierto es que es mejor usar shampoo para tener un liso sensual y unos rizos hidratados que hagan reverdecer las plantas de los pies que tenían hongos en las pizzas de los gatos samurai que pelean contra las tortugas ninja adolescentes de la hermandad de mutantes Mal Ignus y Pierre Versus que…
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—¡Y también es tu culpa! —finalizó Tyson, refiriéndose al pomo de la puerta.
—Tyson… tal vez sea hora de que aceptes que tuviste GRAN parte de la culpa —suspiró Hiro.
—¡NO FUE MI CULPA!
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—¡Estamos a punto de presenciar el segundo encuentro de la etapa Estadounidense del campeonato mundial de yoblade! —anunciaba DJ Jazzman alegremente. Demasiado alegremente, considerando que desde la renuncia de AJ Topper y Brad Best tenía el triple de trabajo y la misma paga miserable que no llegaba al salario mínimo—. ¡Lo neófitos, el Botellón Barthez, contra el equipo local, los PPY Chafaggedon!
El público estalló en ovaciones.
—¡Recordemos que el Botellón Barthez no serían nada sin su entrenador, el sr. Barthez, y que los PPY Chafaggedon no serían nada sin sus patrocinadores productores de mostaza! —la sonrisa de Max se extendió al infinito al oír esto—. ¡En la primera ronda, Miguel contra Max! 3… 2… 1… LET IT HISSHTUCPLACK!
Ya saben qué hace Max con Matrix y que pasa con el encuentro.
— n.nU Será para la otra, Miguel. Dependerá de Claude la permanencia del Botellón Barthez en la contienda o su derrota total y absoluta —un sector del público empezaba a entonar la canción aquella de "We are the champions…"—. ¡Sin más preámbulos, 3, 2, 1, Let it Hisshtucplack!
La batalla entre Rick y Claude era dura. La técnica de Claude era superior, pero la fuerza bruta de Rick también era considerable. El plato estaba lleno de espinas, cabe mencionar, y Claude (bueno, su yo-blade) saltaba de una a otra esperando que el poder de Rick se acabara. Pero una de las virtudes de las que Rick carecía era la paciencia. Así pues, Rick empezó a destrozar las espinas, y una salió volando, directo hacia Claude.
—No te muevas —le susurró Barthez por la diadema de seguridad que llevaba.
—¡Cuernos! —respondió Claude, y esquivó. La espina se incrustó en la pared, rozando a Bartez. Fue una herida bastante ligera, y sin embargo…
—¡AAAAAAAAAAH¡ME DESANGRO! Pero… no… importa… Claude… gana esta batalla… por mí… —Barthez se "desmayó" dramáticamente, distrayendo a Claude con toda su escena, oportunidad que aprovechó Rick para derrotarlo.
Pero el público estaba fúrico con Rick. Primero había intentado atacar a Claude, y el herido resultó ser ese noble y bondadoso señor Barthez. Malo, malo, malo y perverso. Si de por sí a nadie le caía del todo bien, ahora era evidentemente repudiado por todo el pueblo de su país y del mundo entero. El público del estadio le arrojó latas, vasos, hot-dogs a medio comer, abuelitas, tortas ahogadas, una olla de paella, lavadoras y zapatos viejos que habían pescado esa misma mañana.
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—¡No es mi culpa, es tuya! —gritaba Tyson a la estatua de la Libertad. La estatua, aburrida, esperaba que se fuera.
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—… ¿es Tyson? —se preguntó Rogran en voz alta, costumbre que había adquirido a fuerza de estar solo en un lugar donde nadie le diría que estaba loco por hablar solo—. ¡Bachoco, remedo de mortal, sácame de aquí!
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—Acepta de una vez que es tu culpa, Tyson —dijo Hiro, saliendo de entre las sombras.
—¡Claro que no!
—Pues si no es así, demuéstralo.
—¡Cuando quieras!
Dicho esto, se enzarzaron en un encuentro de yo-blade. De repente, Hiro sacó un segundo yo-blade y también lo usó.
—¡Oye¡Eso es dos contra uno!
—¿Y? Creí haber oído que decías que tú podías contra dos.
—Pues alucinas.
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—¡Me lleva el diablo! —profirió Rogran, y volvió a sentarse en la nada. Después de todo, Tyson siempre había sido algo sordo.
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Y Tyson perdió, como era de suponerse. Hiro se fue y Tyson cayó de rodillas, derrotado.
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—No puedo creer que esto sea nuestra misión.
—Bah… siempre ha estado algo loco. Me pregunto si habrá bebido de un malk…
—Shh. Ahí vienen.
