—¿Y luego…?

—Pues le dije que…

—¿Vamos a ir o no?

—¿Ya viste a…?

—No, te digo que…

—¡YA CÁLLENSE! —espetó Flint, abriendo la puerta de repente. Tras recibir un sonoro y unánime "¡NO!" por respuesta, cerró la puerta de golpe, murmurando algo de matar a alguien algún día.

Pero no lo haría, claro, porque no se merecían el morir por sus manos, se dijo. Había vuelto a la computadora para escribir un capítulo más, resignada a escuchar el barullo del otro lado de la puerta.

Pero aún no se resignaba a escuchar a dos gatos pelear encarnizadamente.

—¡No chilles! —le gritó a la pequeña gatita, la hermana de Rogran (el gato), que había regresado para quedarse. La interpelación asustó a los gatos y detuvieron su juego por dos segundos, tras los cuales prosiguieron con su lúdica actividad. Flint sonrió maquiavélicamente para sí, tomó a los dos gatos, abrió la puerta, los sacó, y disfrutó de los gritos del Eq. de Prod. siendo arañados por sus "tiernos" mininos.

—Ah, música para mis oídos.

—Flint —dijo Rogran, molesto, al aparecer—, sabes que no debes invocarme.

—Oh, bueno… es que me resultó tan imposible hacer callar a ese desconsiderado Eq. de Prod., que decidí llamarte… pero ya me he encargado de eso.

—MMh. ¿Sabes?., pensé que te habías olvidado de mi existencia.

—¿Porqué dices eso? —pregunta Flint, mosqueada. Rogran, amablemente, la roció con insecticida.

—Por nada, por nada —respondió, mientras la fumigada se moría más rápido que los insectos—. Bueno, ya que estoy aquí, tal vez salude a la gente…

Salió, y sólo encontró una multitud de velas encendidas, como si fuera Día de Muertos o sesión espiritista. Rogran, el gato, dormitaba sobre una caja MUY grande. Rogran, el demonio, se encontró súbitamente atrapado en un círculo mágico, y maldijo la hora en que cayó en una trampa tan molesta.

DISCLAIMER: Todo lo relacionado con Tyson, Rei, Hilary, Kai, Max, Kenny, Daichi, Jin Tempestad, el abuelo de Tyson, el Sr. Dickenson y demás personajes que aparecen en Beyblade, es propiedad de Takao Aoki. Yoblade, empero, es invento mío. Cualquier alusión a personas reales, vivas o muertas, no pretende más que hacer reír al vulgo.

(música matona)

Poco tiempo hay para aniquilar
Los precandidatos que joroban ya
y deberás matar
para volver
en 2006 otra vez

Es Yoblade! Yoblade!

(más música matona)

Hazlos chismear siempre de ese modo
y "¡yo no fui!" deberás gritar,
nuestro partido siempre ganará,
no lo puedes evitar...

Es Yoblade! Yoblade!

(un último cachito de música matona, y luego...)

Es Yoblade! Es Yoblade!
YoBlade!
¡Voten ya!

Cuando estés en Roma… estarás en Italia, la tierra de la pasta, así que procura no engordar MÁS (When in Rome… Let it rip!)

—Espera.

—¿Qué pasa?

—Es demasiado fácil.

—No empieces a presumir…

—No, en serio es engañosamente sencillo.

—¿Tú crees? —había aprendido a no desconfiar de la intuición de su acompañante, y si sospechaba que era una trampa…—. ¿Crees que sea…?

—No me cabe la más mínima duda.

—Entonces… —su cerebro recorrió las posibilidades que tenían. Si lo planeaba bien, podrían voltear la trampa. Pero no sería fácil. Después de todo, su adversario era…

—Déjame ir por él.

—Pero…

—No tiene nada contra ti, ni contra el clan. Está en mi contra.

—¿No necesitarás ayuda?

—… espero que no.

"Es tan raro que se ponga solemne", sonrió para sí.

—Bien. Sólo regresa antes del amanecer, o…

—… o me convertiré en calabaza… asada —respondió a la sonrisa de su maestro.

Y se separaron por primera vez en un año.

-· / -·- / ·-

Lejos de allí, Barthez preparaba a "sus niños" para la siguiente batalla, al mismo tiempo que ponían en escena una conmovedora pieza teatral escrita y dirigida por Barthez mismo con el propósito de conmover al público.

—¿Están listos?

—¡Sí, General, estamos listos!

—¡No los escuuuuuuuucho!

—¡SÍ, GENERAL, ESTAMOS LISTOS!

—¡Muuuuuuuuuu!... ¡Vive en un palacio al lado del mar!

—¡Bar-thez-pon-ja!

—¡Su cariño absorbe y sin estallar!

—¡Bar-thez-pon-ja!

—¡El mejor amigo que podrías desear!

—¡Bar-thez-pon-ja!

—¡Y como a un rey le es fácil mandar!

—¡Bar-thez-pon-ja!

—¡Todos!

—Bar-thez Pon-ja, Bar-thez Pon-ja, Bar-thez Pon-ja…

—¡Él es Barthez… Ponja!

Para rematar, Miguel interpretó una pequeña melodía en flauta dulce. Los reporteros que grababan la escena estaban embelesados. ¡Era tal el cariño que se profesaban Barthez y su Botellón!

Claro que, en cuanto se fueron, Barthez pudo reprender a sus anchas a los integrantes del Botellón Barthez.

—¡Mal, mal, mal! .¿Porqué siempre tienen que desafinar?

—o-o ¡No lo sabemos, General Barthez! —respondió el Botellón a coro.

—¡Que no lo saben! ¬.¬# ¿Y se puede saber porqué?

—o-o ¡Porque no nos lo ha dicho, General Barhez!

—¡.¿Y acaso tengo que decirles todo?.!

—o-o ¡Sí, General Barthez!

—Dios mío…

—o-o ¡Si desea hablar con usted mismo, nos retiraremos, General Barthez!

—No… sólo… sólo aprendan a cantar, y a yo-batallar, y a pensar… —Barthez, percatándose de su error en último minuto, agregó—. Bueno, olvídense de lo de pensar.

—o-o ¡Lo intentaremos, General Barthez!

—No lo intenten¡HÁGANLO!

—o-o ¡Lo haremos o moriremos, General Barthez!

—… mejor mátense y evítenme el verlos fracasar.

—o-o ¡Sí, General Barthez!

Miguel, Matilda, Claude y Aaron saltaron por la ventana más cercana. Barthez se dio una palmada en la frente.

—¡Estamos en la Planta Baja, zoquetes! .¡La próxima vez aviéntense de la azotea!

—¡Lo recordaremos, General Barthez! —respondieron los aludidos desde el otro lado de la pared.

-· / -·- / ·-

—¿Qué no ves que si te llamo es porque te extrañé, si me desmayo cuando respondes no es nada grave y es humano? Cae la noche y estoy solo otra vez… —Rogran, mortalmente aburrido, no sabía ni de dónde había salido esa canción (n/a: pero yo sí. Es "Otra vez", de Miranda). En su locura, creía que la estaba inventando.

-· / -·- / ·-

—¡Y estamos en la etapa Italiana del campeonato mundial de Yo-blade! —anunció Jazzman, contento porque AL FIN le habían pagado—. ¡Rei, de los Black Kitties Z, contra Claude, del Botellón Barthez!

A Rei le tomo unos largos, largos, larguísimos 7 segundos derrotar a Claude. Y siguió la batalla entre Miguel y Lee, que se decidió en una breve media hora, tras la cual venció, por mucho, Miguel.

Así que, como siempre, habría que hacer un desempate. Predecible. Tan predecible como que el ganador sería Rei.

¡Pues nel! No ganó Rei, sino Miguel, con su táctica tramposa de las cuchillitas invisibles en el Yo-blade. Predecible.

-· / -·- / ·-

Predecible y notorio. Algo estaba mal, se decía Kenny, pero no podía decir qué. Viéndolo doblemente en su NDS®, intuía que había algo extraño en el yoblade de Miguel.

-· / -·- / ·-

—¿Porqué tardaste tanto?

—Tuve una… dificultad.

—¿Dificultad? —arqueó la ceja, impaciente por escuchar el relato completo.

—No se callaba.

—Oh. ¿Lograste sacarle algo?

—No mucho, sólo… —dudaba. Era un mal signo. Debía ser grave. Se acercó a su interlocutor lentamente, como un cervatillo asustado—. Es que…

Con un rápido giro de muñeca, sacó la estaca de plata que llevaba escondida en la manga y la incrustó en su corazón. El atacado se detuvo, sintiendo un dolor inenarrable, pero aún seguía consciente y lo suficientemente fuerte para hacer una última pregunta.

—¿Q-qué…?

—Nada personal —dijo una voz desde la puerta de la habitación—. Pero estorbas.

"Fue él", pensó. Ante él estaba el enemigo más tenaz que hubiera tenido, y aún así… ¿Porqué lo ayudaba? Había dicho que él mismo estorbaba. ¿Estorbaba para qué? "Ese bastardo…" Del odio sacó fuerzas para escupir el nombre en medio de un chorro de sangre.

—Sadrach…

—Ah, todavía tiene algo de energías. Mejor vámonos.

—Sí, Ejecutor.

"¿Ejecutor?"

-· / -·- / ·-

—Y en la novena entrada, Kenny, tienes que lanzar puras bolas, para que el bateador se desespere y dé swings en falso, y se los tomen como strikes —indicaba Hiro.

—Bueno, sí, eso está MUY bien —dijo el niño sin ojos con mucho, muchísimo tacto—. Pero, en el encuentro de yoblade mañana¿qué estrategia seguiremos?

—Oh, eso. Pues simple. En la primera batalla va Daichi, porque lo más seguro es que manden a Kai en esa; y en la segunda vas tú, Kenny.

—¿Que QUÉ?

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Let's go back…
(Regresemos)
back to the beginning…
(Regresemos al principio)
back to where the Earth,
(a cuando la Tierra,)
the Sun, the stars all aligned…
(el Sol y las estrellas estaban alineados…)

'Cause perfect
(Porque lo perfecto)
didn't feel so perfect,
(No parecía tan perfecto)
trying to fit a square into a circle was no life.
(Intentar embonar un cuadrado en un círculo no era vivir)
I defy…
(Los desafío…)

—¿Qué ves, Shinji?

—… un candelabro…

—¿Dónde estás?

—… en una cuna.

—¿Bajo el candelabro? —preguntó la Dra., atónita. ¿Sería posible que fueran tan estúpidos como para dejar una cuna bajo un candelabro?

—… sí… espera… viene… —una sonrisa se dibujó en su pequeña y linda y tierna cara—… mamá…

—¿Qué hace tu mamá?

—… canta… "seré impaciente porque nunca encuentro (esto es) algo diferente" —musitó. (Julio, "Los demás")

—Despierta.

Los ojos de Shinji se abrieron lentamente, y cuestionaron a la doctora.

—¿Esta vez sí me va a decir algo?

—… está bien.


Y un chorro de agua cayó sobre el demontre. El círculo mágico se diluyó. Flint, saliendo de la puerta tras él, simplemente le dio un golpecito en la espalda.

—Apaga las velas, mi venerable anciano. Son exactamente 593.

Rogran, el demonio, seguía sin comprender, pero igual apagó las velas con magia, porque de aquí a que soplara…

En cuanto lo hizo, hubo mil flashazos y un multi-grito de "¡Feliz Cumpleaños!".

Y Rogran, el demonio, por fin comprendió lo que había pasado. Vio en un calendario a su derecha la fecha 17 de Noviembre bien marcada con un círculo rojo y una anotación garabateada de puño y letra de Flint: "Operación: baño de cumpleaños".