Súbitamente, Flint dejó de hacer lo que estaba haciendo (es decir, nada), y empezó a caminar en círculos, mareando a todos. Súbitamente, los ojos se le pusieron brillantes, como cuando alguien va a llorar.

—¿Qué pasa? —preguntó una de las asesoras de mercadotecnia, preocupada.

—Rogran… está… muerto.

—¿QUÉ? —preguntaron al unísono todos los presentes. No podía ser… ¿qué iban a hacer?

—¡Lo atropellaron! —prosiguió Flint, con la voz quebrada.

Súbitamente, entró Rogran por la puerta. Todos se volvieron hacia esa dirección, primero lúgubres, luego asustados.

—T-T ¡Mal rayo parta al idiota que iba en la bicicleta que finiquitó a mi gato! —juró Flint, derramando sus cuatro lágrimas reglamentarias cuando nadie veía.

Y, aunque no podían ocultar su alivio de que no había sido Rogran, el demonio, el que había muerto sino Rogran, el gato, tuvieron el buen gusto de expresar sus condolencias.

DISCLAIMER: Todo lo relacionado con Tyson, Rei, Hilary, Kai, Max, Kenny, Daichi, Jin Tempestad, el abuelo de Tyson, el Sr. Dickenson y demás personajes que aparecen en Beyblade, es propiedad de Takao Aoki. Yoblade, empero, es invento mío. Cualquier alusión a personas reales, vivas o muertas, no pretende más que hacer reír al vulgo.

(música matona)

Poco tiempo hay para aniquilar
Los precandidatos que joroban ya
y deberás matar
para volver
en 2006 otra vez

Es Yoblade! Yoblade!

(más música matona)

Hazlos chismear siempre de ese modo
y "¡yo no fui!" deberás gritar,
nuestro partido siempre ganará,
no lo puedes evitar...

Es Yoblade! Yoblade!

(un último cachito de música matona, y luego...)

Es Yoblade! Es Yoblade!
YoBlade!
¡Voten ya!

La Gran Estupidez de Kenny, y de Tyson, y de Daichi, y de todos los demás también. (Kenny's big battle)

—Puede que algún día por estas fechas no recuerdes ya la letra de aquel tema que compuse por ti. Puede que la vida sea tan breve o que el tiempo no se acuerde de sacarme de una vez de aquí… —ah, la ociosidad hacía estragos en la de por sí no muy brillante mente de Rogran. Empezaba a descomponer canciones. (Álex Ubago, "¿Qué pides tú?")

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—¿Que QUÉ? —gritó Tyson con todo el poder de su nefasta voz.

—UoU Que tú no juegas en el próximo partido —le reiteró Hiro.

—¡Pero si todo el mundo sabe que sin mí no van a poder ganar!

Tres segundos de silencio. Inmediatamente tras eso, una carcajada general.

Y después, tras tomarle unos diez minutos a Tyson comprender el porqué de las risas, salió corriendo, molesto.

Vagabundeó por Roma, el muy vago. Y vagó y se puso a errar. No, errar sin "h". Nada de "herrar". Si fuera con "h", implicaría que Tyson tiene una mínima cantidad de talento como herrero, o los caballos sufrirían mucho; y no se debe hacer sufrir a tan pobres y nobles animales. Si fuera así, el capitalismo estaría en peligro, porque los caballos no podrían hacer sus labores en el campo y en los vídeos de música ranchera como es debido, con el consiguiente menoscabo en las ganancias de las disqueras y de los ranchos. No es que me preocupe demasiado por las disqueras, y ciertamente no comprendo porqué se han de usar siempre caballos en los vídeos de música ranchera y en alguno con tintes épicos. Pero aun así, sé que sin los vídeos de Alejandro Fernández el capitalismo se derrumbaría tanto que no nos quedaría más que convertirnos en comunistas, voto al diablo. Sería un desastre, yes, sir.

Entre tanto, Tyson encontróse con un sujeto anciano que estaba notoriamente borracho, drogado, loco, o todas las anteriores, que predicaba en una esquina.

—Habemus Tortus! —exclamaba el Senilsei Tao en una esquina del Vaticano, atacando con fervor casi religioso una torta. Entonces, desgracia de desgracias, reparó en Tyson—. Habemus Tontus! En Taro, En Taro. Mae govannen. Jelou.

Tyson, estúpidamente, pensó que en serio le hablaban en latín.

—¡Perfecto! .¡Entonces, nos vamos de shopping! —gritó súbitamente el Senilsei, tomó a Tyson por el cuello de su chamarra y salió corriendo.

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—¿Ejecutor?

Sadrach levantó la mirada, saliendo de su ensimismamiento.

—¿Qué pasa, Templar?

—El objetivo ha sido secuestrado.

—¿Cómo dices?

—Un anciano se lo llevó de repente del punto Beta-268.

—Mmmh… déjalo.

—Será como usted diga, Ejecutor —con una inclinación, dio media vuelta y se fue. Sadrach resopló, evitando reír.

—"Ejecutor"… —repitió para sí. Se estaba tomando demasiado en serio su papel.

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—Huy, qué vida la mía. Me despierto en la mañana para verme por el resto del día en espejos como éste. Adoro cómo se ve este encaje. Me siento tan bello como la canguro enana que paría osos —decía el senilsei Tao, mientras se probaba un muy escotado camisón sobre una gabardina con un sombrero grande, como de mosquetero—. Definitivamente, si no se nace con buen gusto, como yo, no se puede aprender. Bien dicen que aunque la mona se vista de seda se queda en el corredor del que no sale el que nace para maceta.

—¡VIEJO CERDO! —gritó Tyson, poniendo un acento gracioso en el "cerdo".

—O-OUUU Eeeeeeeek —masculló el Senilsei. Fue al cambiador, salió con su ropa normal y sacó a Tyson de la tienda—. Gracias por avisarme del depravado que me estaba viendo del otro lado de esa ventana, Tyson. Vestía de una forma muy extraña, como si estuviera tan loco como el pez que vivía en tierra y anhelaba volar en Aerolíneas Albatros.

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—Somebody save me… I don't care how you do it… c'mon, I've been waiting for you… (Remy Zero: "Save me": Alguien sálveme… no me importa cómo lo hagas. Venga, te he estado esperando) —Rogran por fin había resuelto qué hacer con su tiempo libre. Estaba armando un rompecabezas de doscientas sesenta y nueve billones ochocientas veintitrés mil quinientas setenta y nueve millones quinientas cuarenta y ocho mil dieciséis piezas.

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—… tómame y el viento hará una canción con el fuego eterno que sellará… (Mägo de Oz, "Ástaroth")

Shinji seguía recitando versos inconexos. La Dra. Arreola seguía escuchando con mucha atención. Cuando se detuvo en "sellará", y no en el final del verso, el niño Zope empezó a agitarse y se saltó súbitamente a otra parte de la canción, para empezar a mezclar fragmentos.

—Ven hacia mí… por tu alma… portador de luz…

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No sé si quedan amigos,
Ni si existe el amor,
Si puedo contar contigo
Para hablar de dolor.

Si existe alguien que escuche
Cuando alzo la voz

Y no sentirme solo…
(El Canto del Loco, "Puede ser")

Entretanto, los PPY Chafaggedon habían ganado su encuentro entre abucheos.

—Y en esta esquina… ¡los Schrödinger Boys! —anunció DJ Jazzman, entre la multitud de grititos de tipas histéricas y al borde del desmayo por el súbito aumento de hormonas en su sistema nervioso—. Y en la otra, los NQNTNMQHA Reloaded.

Y se hizo el silencio.

—¡El primer encuentro será entre Kai y Daichi! 3, 2, 1… let it hisshtucplack!

Daichi quería su revancha del anterior enfrentamiento que habían tenido. Pero a Kai no se le daba la gana pelear contra aquel horroroso ser que era Daichi, que afectaba sus nervios y su refinada nariz el acercarse. Siempre que veía a Daichi perdía el apetito por una semana. Así que decidió castigar al culpable de todo, Hiro, y arrojó hacia su cabeza (la de Hiro) su yoblade con decisión y la suficiente fuerza.

Pero en el último segundo se arrepintió y decidió que no quería ir a la cárcel por alguien como Hiro, así que desvió el ángulo e hizo una bonita muesca en el poste a la altura de la oreja de Hiro. Acto seguido, dio el microgarnuchacito necesario para que el yoblade regresara a su mano. Dio media vuelta y se alejó del estadio.

—¿Porqué hiciste eso? —le preguntó Tala, molesto.

—Porque se me dio la regalada gana. ¿Algún problema?

—Bah…

En el ínter, Daichi se había enredado en su yoblade, así que los dos equipos quedaron empatados.

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—Perfecto —sonrió una espectadora nada neutral. Le había costado trabajo hacer que pareciera casual ese enredo. Después de todo, tenía que ganar quien fuera, menos los NQNTNMQHA Reloaded, para que su plan funcionara.

Mientras tanto, Tala y Daichi habían llegado al estadio y empezado a yo-batallar. Los resortes del yoblade de Kenny dificultaban hartamente la labor de Tala de golpearlo lo suficiente. Pero con que lo golpeara una sola vez en el punto indicado con el ángulo correcto, podría sacarlo del estadio con un solo golpe.

Y cuando vio la oportunidad, el yoblade de Tala le dio un tremendo trancazo al yoblade de Kenny, que a su vez le dio tremendo trancazo a la cara de Kenny.

Claro está, durante la batalla Tala se entretuvo burlándose de Kenny, de su osito de peluche, de Daichi, de Hilary, de Zop… er, de Shinji, de los Back Street Boys, de la Internet, de la Gran N (n/a: "La Gran N": Nintendo), y de Tyson. Kenny lo soportó todo, menos eso de que le insultaran a su pequeño y queridísimo Tyson. Así que se enojó y se precipitó, y cayó en la trampa de Tala, estúpidamente.