Titulo: –§–Angel Of The Snow–§– –†–Ángel De La Nieve–†–
Capítulo II: "The Snow Flower"
Autora: Kara Hilan Ranjiri –†–Silvery Foxy –†–
Anime: CC Sakura
Personajes: Sakura, Syaoran, Tomoyo, Eriol, Touya, Yukito, Yue, Nakuru, Ruby-Moon, Kero, Spin, Kerberus, Spinel-Sun.
OCs (Original Character): Mitzuki Tsukaru, Salgi
Pareja Fija (Hetero): Syaoran/Sakura (por el momento)
Advertencia: LP, OC, Shonen-Ai/Yaoi, OOC ('Out Of Character', pero sólo será un poco)
Género: Acción/Romance/Magia
Aclaraciones: Bien, esto es algo largo, y va para Mikael. La falta de signos de interrogación o exclamación al principio es porque me di cuenta de que era la razón por la que a unos se les borraba el espacio anterior, y bien, no será a todos, pero sí en varios de los fics que vi (entre ellos unos de los tuyos). Y para todos/as los que notaron eso al igual que Mikael-kun, creo que sería algo obvio, dado que esta pagina es en inglés y en inglés no se usa eso de abrir signos, por eso lo puse a sí, pero si creen que es mejor que lo ponga completo, lo haré, no me voy a morir sólo porque ponga un signo, o sí?
Dedicatorias: A Samael y gracias por el review, no pensé que fueras la primera en dejarme un review acá y gracias por hacerlo n-n. the.empty.heart gracias por el review y espero te agrade este capítulo. Sacristhia también y no te preocupes por el mail, sé lo que se siente cuando no tienes tiempo ni de respirar u.u. Y por último, pero no menos importante, a Mikael-kun, era broma eso de que pusieras tus dedos a trabajar, no sabía lo de los dibujos (los cuales ya vi y te quedaron muuuy bien, congratulations!) y no te preocupes por el fic, si no tienes inspiración, con que continúes los que tienes abandonados tengo n-n (indirecta para que actualices Dead Gardens y el Malik-kun nnUu). Gracias a todos lo que les interesó esto y espero les guste este nuevo capítulo (hasta el capítulo tres hago lo que de cambiar los signos¿vale?)
Disculpas: Esas notas fueron publicadas en otra web de fic donde estoy, y por eso había puesto lo de mis mail (los cuales ésta me los borró ¬¬-) pero son:
kara(guión bajo)hr(otro guión bajo)18(arroba)Hotmail(punto)com, y el otro es:
silveryfoxy(guión bajo)khr(otro guión bajo)(arroba) ya saben el resto xD. Sorry si eso se vio medio raro, pero comprendan que es mi primer fic acá y que no sabía cómo ponerlo (Annell me ayudó mucho).
Avisos Legales (Derecho de Autor): CCS (Card Captor Sakura) pertenece legítimamente a las CLAMP, yo sólo uso su historia sin fines de ganar dinero o algo por el estilo, simplemente lo uso como diversión.
El OC (Original Character / Personaje Original) que aparece en este fic es de mi propiedad, así que si el personaje les interesó y quieren usarlo para algún fic, por favor, nada de robos, yo se los prestaré si me lo piden.
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Había pasado media hora desde que Touya y Yukito se había quedado dormido en aquel tranquilo lugar, pero en poco tiempo sonaría nuevamente la campana para regresar a clases otra vez.
Poco a poco los dorados ojos de Yukito se comenzaron a abrir con pesadez, no recordaba del todo dónde estaba, pero al sentir un peso en su regazo, lo hizo recordar. Touya aún estaba dormido, se veía muy tranquilo y tierno a los ojos de Yuki, no recordaba haberlo visto de esa forma antes. Cuando se quedaba a dormir en casa los Kinomoto, Touya era el primero en despertar, por lo que no había tenido la oportunidad de verlo cuanto quisiera mientras dormía.
–Toya... –habló suavemente acariciando los rebeldes cabellos de su frente. –Despierta, tenemos que regresar a clases. –Toya no le prestaba atención, lo había escuchado, pero sentía tan bien así que prefirió fingir que aún dormía para quedarse así un poco más con Yuki.
Un leve suspiro de rendición se escapó de los labios del peligris, pensaba que no podría despertar a Toya aunque gritara, por lo que sólo se conformaba con acariciar sus cabellos y contemplarlo.
Pasaron escasos diez minutos desde que Yuki había despertado, pero como siempre, una vocecilla tenía que perturbar la tranquilidad del lugar gritando el nombre de aquel que descansaba tranquilo junto a Yukito.
–TOO-YAA! –Se escuchó la voz de Akizuki desde el patio de la escuela.
–Ay no... –murmuró Yuki poniéndose los lentes. –Toya, despierta.
–Qué?... –preguntó un adormilado Toya.
–Ya casi es hora de que regresemos a clases.
–Cinco minutos, lo prometo...
–Bueno, será el tiempo suficiente para que Akizuki nos encuentre.
–Sí... no impor... Quién! –se levanta de golpe algo desorientado. –Ahg... cuando tiempo dormí?
–No sé, yo también me quedé dormido. –le sonríe con ternura.
Otra vez esa sonrisa que lo hipnotizaba, que tanto le gustaba ver. Esta vez, no se iba a contener como lo hizo en el salón, lentamente fue levantando su mano para acariciar el rostro de Yuki; en un principio, a Yukito le sorprendió eso, pero él también deseaba tanto sentir las manos de Touya en su piel que no hizo nada para evitarlo, la mano de Toya acariciaba delicadamente la mejilla de Yukito mientras el peligris cerraba los ojos para sentir el calido contacto. Poco a poco, lentamente, Toya fue acercando su rostro al de Yukito, entre cerrando sus ojos poco a poco... pero...
–TOYA! –gritó Nakuru más cerca que antes, lo que hizo que Toya y Yuki abrieran los ojos de golpe, para encontrarse con sus rostros a escasos centímetros.
Se separaron de golpe, dándole la espalda al otro, recargados en el tronco del árbol, sumamente sonrojados, las pálidas mejillas de Yukito tomaron un rojizo en menos de un minuto, las morenas mejillas de Touya estaban igualmente de acaloradas por lo que estaba a punto de hacer.
–"Tan poco... sólo un poco faltó... por qué lo hice?... por qué siempre tiene que aparecer?" –la mente de Touya no podía asimilar lo que estuvo por hacer, quería sentirlo, en verdad lo deseaba.
–"Por qué?... que acaso el destino no lo quiere así con él?..."
–"/El destino nada tiene que ver... la maldita de Ruby-Moon que sigue empeñada en él/" –Interrumpió Yue en sus pensamientos.
–Ruby-Moon... –murmuró Yuki con cierto rencor a la joven de cabellos castaños oscuros.
–Y-Yuki?...
–Toya! Al fin te encuentro! –gritó Nakuru antes de lanzarse sobre Touya y terminar tendidos en el pasto. –Dónde había estado?
–Lejos de ti!
–Que cruel eres conmigo! –fingió una carita de lastima mientras sus ojitos se llenaban de lagrimas falsas.
–Y deja de hacer eso! –se la quita de encima, pero ella se queda aferrada a su brazo.
–No quiero! –en eso, Yuki se levanta y sacude sus ropas, sin prestar atención a Nakuru pero a Touya tampoco. –Ah, Tsukishiro-san, no te había visto.
–Sí, ya lo noté. –dijo en forma fría sin siquiera mirarla.
–Yuki espera. –pero Nakuru no lo dejaba ir. –Suéltame de una maldita vez Akizuki!
–Por qué prefieres estar con él que conmigo! –protestó, dejando a un lado su voz de ternura y alegría para reempezarlos por una de enojo y crueldad.
Esas palabras hicieron que Yukito se detuviera en seco, lentamente volvió su mirada a Touya que miraba con sorpresa ese cambio de la chica.
–Dime por qué y te dejaré de molestar.
–Porque... por...
–Por qué Toya? –la voz de Yuki lo puso más nervioso que antes.
–Porque yo... –Toya lo quería decir, no importaba si Nakuru estaba ahí o no, necesitaba decirlo de una vez por todas. –Porque yo...
–Disculpen, la clase ya va a comenzar y... eh... interrumpí algo? –la tímida voz de Mitzuki los distrajo a todos, interrumpiendo las palabras de Touya y calmando, en cierta forma los ánimos entre los guardianes.
–No, no era nada importante. –Nakuru soltó el brazo de Toya para ir con Mitzuki y abrazarla. –Vamos al salón o nos castigarán. Qué esperan? vamos.
–Sí... –murmuró Yukito, sin comprender el comportamiento de la castaña; un minuto fría como la misma Ruby-Moon y al siguiente tan tierna como Sakura. –V-vamos Toya.
Toya no se había movido ni un centímetro, continuaba de pie junto al árbol de cerezos, con la mirada perdida.
–Toya? –La mano de Yuki sobre sus hombros lo hizo reaccionar al fin. –Pensé que te había quedado dormido parado. –bromeó. –Vamos ya o nos castigarán.
–Oye, yo dije eso Tsukishiro!
–"Cómo si me importara" –Pensó para sí Yukito. –Es verdad, ja, lo siento. –se disculpó con su tierna sonrisa.
–"/Hipócrita/" –pensó Ruby-Moon. –Y no creas que se me va a olvidar mi respuesta, eh Toya.
–Respuesta? Puedo saber de qué?
–Ay Mitzu-chan, no es nada, problemitas entre ellos y yo, nada más. –Nakuru la abraza por la espalda casi sin dejarla caminar.
–Problemas? Si quieren, les puedo ayudar.
–Nadie puede... –murmuró para sí Touya, pero Yuki lo escuchó.
–No tienes que decir nada, si no quieres... nadie te obligará... –murmuró con verdadero dolor en el corazón.
–Yuki...
–Aaah... aaauhh!... –gritó Mitzuki antes de caer.
–Mitzu-chan! no te quería tumbar! Lo siento!
–No, no es nada, no fue tu culpa, sólo se me torció el tobillo.
–Estás bien? –preguntó Yuki acercándose a ella.
–Sí, no es nada, me pasa todo el tiempo. –sonrió con torpedad.
–Puedes caminar? –preguntó Touya, pero en verdad, lo hacía por compromiso, para no parecer alguien frío o cruel con la chica, pero en verdad, no le importaba como estaba.
–Sí, gracias Kinomoto-san. –se levanta y sacude sus ropas. –"/No dejaré que te quedes con el Guardián De La Luna, Nunca/" –pensó para sí, mientras sus ojos cambiaban de color a plateado por unos segundos, sin que Yukito o Nakuru lo notaran, mucho menos Yue o Ruby-Moon, pero Touya lo vio... o creyó verlo. –Vamos de una vez. –sonrió con ternura antes de ponerse en marcha al salón.
Entraron al salón justo a tiempo, el profesor entró y la clase dio comienzo; como en las clases anteriores, Mitzuki se presentó ante el profesor, quien le aconsejó que Yukito la ayudara si necesitaba algo con respecto a las clases.
–Qué no hay nadie más a quién se lo pidan? –murmuró con fastidio Toya, mientras miraba por la ventana.
–"/Celoso/" –escuchó una voz, fría y cruel en su mente, pero era fina, una chica tal vez.
–Qué? –murmuró volteando a ver a un lado, pensando que había sido Nakuru u otra chica del salón. –Mi imaginación?... –murmuró, pero Yuki lo escuchó.
–Qué pasa? –le preguntó en un susurro.
–No... nada, creí que me hablaban. –regresó su vista a la ventana, mientras Mitzuki sonreía con malicia para sus adentros.
La clase terminó rápido y la hora de descanso al fin había llegado. Yukito había salido a comprar algo para desayunar en el salón, mientras Touya se quedaba pasando los apuntes de la clase, ya que todo ese tiempo se la había pasado mirando por la ventana sin prestar la más mínima atención al profesor.
–Hola. –saludó Mitzuki a Toya, pero este sólo la miró de reojo y continuó anotando. –Ehm... Nakuru dijo que tenían problemas...
–No te incumben. –le dijo fríamente.
–Perdón... es sólo que los tres se han portado tan gentiles conmigo que quería ayudar.
–Nadie puede.
–C-como quieran... –murmuró fingiendo timidez falsa ante las frías palabras de Toya. Caminó a la ventana donde se puso a mirar, buscando a una persona, sería lo correcto, hasta que la encontró del otro lado de la reja. –Que niña tan tierna. –murmuró con dulzura.
Toya no pudo evitar el mirar de reojo por la ventana y ver a Sakura, sentada junto a Tomoyo y los mocosos, como seguía llamando a Eriol y Syaoran, mientras desayunaban.
–Se ve muy linda con esos listones rosas. –haciendo clara referencia a Sakura.
Un escalofrío recorrió su espalda cuando dijo esas palabras de su hermana.
–Creo que la vi llegar a la escuela esta mañana junto contigo y Yukito-san, verdad?
–Sí.
–Es linda... pero...
–Pero qué? –Toya se puso de pie de golpe, asustando a Mitzuki.
–N-no... no iba a decir nada malo...
–Entonces? –la toma de la muñeca.
–Tranquilo... sólo iba a decir que me parece que ya la había visto antes... tal vez en otra parte... auh...
–No quiero que te le acerques.
–Qué? Pero yo...
–Siento el retraso, había mucha gente. –interrumpió Yukito justo a tiempo, logrando que Toya soltara a la pelinegra. –Ocurre algo?
–Nada Yukito-san –le dijo con tranquilidad, como si en verdad nada hubiera pasado.
–Toya?
–No pasa nada. Aquí está tu cuaderno, gracias.
–Traje el almuerzo. –coloca en la mesa de Toya una bolsa con pastelillos de carne y de más.
–Todo eso se comerán? –preguntó sorprendida Mitzuki.
–Gustas? Toma uno. –ofreció Yukito.
–No, gracias, Nakuru me traerá algo en un momento. Oye, Yukito-san.
–Sí?
–Esa niña, la de los listones rosas, venían con ella esta mañana, verdad?
–Sí, por qué? –preguntó con ingenuidad, ignorando todo lo que había pasado antes de que él llegara. –Es la hermana menor de Toya.
–Ah... ahora lo entiendo.
–Cómo?
–No, nada, es que... tenía la impresión de... es que tiene algo que se parece a Kinomoto-san.
–Verdad que sí, aunque a veces discutan, no pueden negar que son hermanos y se quieren.
–Cállate Yuki. –murmura Toya dándole un panecillo.
–Por cierto, Yukito-san, me puedes ayudar con la clase de matemáticas? Las demás clases serán fáciles, pero las matemáticas nunca han sido mi fuerte.
–Claro, sólo dime el día y dónde quieres que nos veamos.
–Puede ser hoy? Tengo libre la tarde.
–Hoy?... pues... –voltea a ver a Toya que la ve con cierto recelo. –Esta tarde iba a ir con Toya a trabajar. –Toya lo voltea a ver algo confundido por lo que dijo. –Verdad, Toya?
–Sí, así es.
–Ah... lastima... "/Cómo si yo me creyera esa estupidez/"
–Ya vine! –gritó Nakuru desde la puerta. –Mira Mitzu-chan, traje de todo un poco.
–Pero... no yo no como mucho Nakuru-san, no creo que nos terminemos todo eso.
–Dime Nakuru-chan, y si no terminamos, Tsukishiro nos puede ayudar, verdad?
–Eh?... –preguntó extrañado Yuki –"Akizuki?... ofreciéndome algo?... /De seguro le puso algún hechizo/ No lo dudo"
–Bueno... si tu lo dices, Nakuru-chan.
–Por cierto, a que hora nos vemos en tu casa Toya? –al pobre de Toya se le atoró el panecillo de carne que se estaba comiendo cuando escuchó eso. –Qué dije?
–... Qué?... Tu que tienes... que hacer en mi casa?
–Voy a ir con Mitzu-chan a estudiar contigo y Tsukishiro.
–Pero... –Mitzuki comenzó, pero Yukito la interrumpió.
–Toya y yo iremos a trabajar esta tarde. Por qué no ayudas a Mitzuki-san en matemáticas, Akizuki? también eres buena en esa materia.
–"/Harías cualquier cosa para alejarlo de mi, cierto Yue/" –dijo Ruby-Moon, mientras lo ojos de Nakuru cambiaron fugazmente a un tono rosa oscuro.
–"/Cualquier cosa/" –confirmó la mirada de hielo de Yue, sin que Toya lo notara.
–Bueno, lastima, qué tal si saliendo los acompañamos hasta el trabajo y luego Mitzu-chan y yo nos vamos a mi casa?
–Por mi no hay problema, también me gustaría tener un trabajo de medio tiempo.
–"Bien... ahora que hacemos Yuki?" –pensó Toya mientras veía en silencio a Yukito, quien tenía un insólito duelo de miradas contra Nakuru.
–No será necesario, es lejos y nos iremos en las bicicletas, no creo que caminando nos puedan dar alcance. –dijo Yukito, comenzando a terminársele la paciencia con Nakuru.
–Tal vez sí, y por qué se tienen que ir en las bicicletas? caminen junto con nosotras, al fin y al cabo, de seguro su entrada es a la siete, como siempre. –Nakuru no se dejaría así de simple, y se lo estaba demostrando.
–Donde vamos a trabajar queda en dirección opuesta a tu casa, Nakuru, les quedará muy lejos si nos acompañan.
–Puedo pedirle a Eriol que me dé dinero para tomar un taxi, Yukito, no se negará.
–Insisto, Nakuru, les quedará muy lejos y el taxi les saldrá muy caro.
–No habrá problemas, Yukito, yo te lo aseguro.
–Ehm... Nakuru-chan?...
–Yuki.
–QUÉ! –voltearon los dos al mismo tiempo, topándose con todos sus compañeros viéndolos con gracia y algo extrañados, pero en especial, al profesor que estaba junto a ellos, que por estar ensimismados con su pelea, no había notado que el receso había terminado. –Oh... oh... –murmuraron los dos avergonzados y con cierto tono rojizo en sus mejillas.
–Su 'coversación' estaba muy interesante, pero les molestaría terminarla en el pasillo? –ordenó el profesor señalando la puerta.
–Lo siento. –se disculpó Yukito, obedeciendo al profesor.
–Pero... es que... yo? castigada?... –reclamaba Nakuru.
–Si no sale, señorita Akizuki, el castigo se extenderá a toda la semana, igual para el joven Tsukishiro.
–Qué? –el peligris se detuvo en seco apenas tocando la puerta, regresó sobre sus pasos y tomó del brazo a Nakuru para salir, aunque prácticamente la llevaba arrastrando.
Al fin, logró sacarla, dio un cerrón a la puerta ante las miradas extrañadas de todos los demás, en especial de Toya.
–Y eso fue?... –murmuró para sí.
–Así son siempre? –le preguntó Mitzuki, a lo que sin darse cuenta, Toya negó.
–Bien, comencemos la clase, y por lo que veo, tenemos a una nueva alumna. –dijo el profesor viendo a Mitzu-chan.
–Otra vez... –murmuró con fastidio Toya.
–Le gustaría hacerle compañía a sus amigos, joven Kinomoto?
–"No estaría mal... si no estuviera Nakuru." –pensó para sí, mientras negaba.
–Bien, me darás tus datos luego. Comenzando con la clase, la semana pasa vimos acerca de...
Mientras, en el pasillo, Nakuru estaba recargada junto a las ventanas, mientras Yukito estaba cerca de la puerta, mirando al piso, ignorando la mirada inquisitiva que tenía sobre él, siendo sólo ellos dos en el pasillo, no habría error alguno en adivinar de quién era esa mirada.
–/Deja tu actitud de niño tierno e ingenuo, me fastidias/
–/Como si tu actitud de niña enamorada y fastidiosa no molestara a los demás/
–/Qué dijiste, Yue/
–/Qué Clow te hizo sorda/
A pesar de que seguía teniendo los cuerpos de sus falsas identidades, sus voces y el color de sus ojos eran las verdaderas.
Yue suspiro para tranquilizarse un poco, intentarlo, sería la palabra adecuada, ya que la chica frente a él no le agradaba en los más mínimo por más de una razón.
–/No podemos pelear aquí/
–/Por mi, no hay problema/
–/Sí, y destruir media escuela con todos ellos dentro, cierto/
–/Tu y yo sabemos bien a qué persona salvaríamos por sobre todos esos humanos, cierto/
–/Aún así, no pueden salir terceros lastimados/
–/Patético. Crees que te voy a creer eso, dejaría morir hasta a tu Linda Ama por salvarlo sólo a él/
–/No es verdad! Nunca dejaría que algo le pasará a Sakura/
–/Por qué no te creo nada/
–/Maldita/ –dijo entre dientes perdido los estribos, formando en su mano una daga de hielo, mientras Ruby-Moon formaba una esfera de energía en su mano.
Un segundo, tan sólo si se hubiera retrasado un segundo, las cosas habrían pasado a mayores entre los Guardianes, pero alguien salió del salón deteniéndolos justo a tiempo.
–Hola, siento que los castigaran, pero Kinomoto-san y yo tratamos de decirles cuando sonó la campana, pero a ninguno de los dos nos hicieron caso. –era Mitzuki.
–No importa. –dijo Yuki tranquilizándose.
–Está bien, es la primera vez que me sacan de clase. Oye, y tu? a dónde vas?
–Me siento algo mareada y cansada, le pedí permiso al profesor de ir a refrescarme la cara un momento.
–Te acompaño?
–Gracias Nakuru-chan, pero el profesor no quiere que se vayan de aquí, si lo hacen, los castigará por dos semanas.
–Te lo dijo él? –preguntó Yukito.
–Sí, me dijo que les avisara.
–Ah... bueno, pero sabes donde están los bebederos?
–Sí, gracias de todas formas. –se despide mientras camina alejándose de ellos por el pasillo.
Los dos jóvenes no dejaban de mirarla, no sabía por qué razón lo hacían, pero tenían un presentimiento con respecto a esa joven nueva, que no la podían apartar de su mente.
–Qué? lo vas a cambiar por ella? –preguntó intempestivamente Nakuru después de que Mitzu se les perdiera de vista en las escaleras.
–Eso es lo que tu más quisieras.
Lo ojos castaños oscuros y los dorados se miraban fijamente, inexpresivos; la alegría e ingenuidad de Yukito era reemplazada por una seriedad nunca antes vista, en Nakuru, la energía y alegría eran cambiados por esa seriedad reflejada en Yukito, cómo si estuviesen frente a un espejo.
Un silencio se formó en el pasillo, no se escuchaba nada, ni siquiera el murmullo del maestro del otro lado de la puerta. Los dos jóvenes, es decir, los dos Guardianes, se mantenían en silencio total, no se miraban siquiera; Nakuru tenía la vista fija en la ventana, en algún punto en el cielo, mientras que Yukito, la tenía fija en el piso.
Fuera de ahí, en el patio de la primaria Tomoeda, Sakura y sus compañeros tenía clase de Artes, por lo que los habían dejado salir a los jardines para pintar y dibujar. La pequeña castaña estaba sentada cerca de la barda que dividía la primaria de la preparatoria, cerca del árbol de cerezos donde Touya y Yukito estaban horas antes. La pequeña estaba sentada y en su regazo había un cuaderno de dibujo en blanco, puesto que no sabía que dibujar.
–Qué hago?... –dijo en voz alta sin pensarlo. –La clase ya casi termina y yo no sé que pintar.
–No te desanimes. –escuchó una voz, pero no era de sus amiga. –Encontrarás inspiración hasta de una hoja.
–Oeh... –volteaba a todos lados pero no sabía de donde provenía. –Oigo voces! –se dijo asustada.
–Jajaja... no, estoy acá, arriba, en el árbol. –Sakura volteó hacia arriba, encontrando a la joven de cabellos negro y los mechones violetas sonriéndole amablemente.
–Ah! H-hola.
–Hola, no te quería asustar, lo siento.
–E-está bien... es solo que me sorprendiste.
–Lo siento, debes ser Sakura, verdad?
–Cómo sabes mi nombre?... es decir, sí, soy Sakura Kinomoto, mucho gusto. –se levanta y hace una pequeña reverencia formal.
–Espera, ahora bajo. –da un ágil salto desde la rama de donde había estado observando a Sakura y terminar frente a la pequeña que la veía aún más sorprendida. –Mi nombre es Mitzuki Tsukaru, soy nueva en esta preparatoria, gusto en conocerte.
–Eres nueva?
–Sí, tengo poco tiempo en la ciudad. Por cierto, sé tu nombre porque Kino... es decir, Touya-san y Yukito-san están conmigo.
–Mi hermano y Yukito?
–Sí, conocí a Yukito-san está mañana antes de que fuera a su casa.
–Entonces, vives cerca de donde yo vivó.
–Creo que sí, sólo unas calle de distancia.
–Vaya. –decía sorprendida la pequeña.
–Puedo ver tu cuaderno?
–Eh?.. ah... sí, claro, pero no he dibujado nada aún...
–Te puedo ayudar.
–En serio!
–Sí. Qué te gustaría dibujar?
–No estoy segura, tal vez...
–Una flor?
–Sí! siendo que es primavera, muchas flores han florecido ya.
–Bien, puedes dibujar las flores del cerezo, o una rosa de las que están junto a la fuente.
–La flores de cerezo son muy bonitas, pero me gustaría algo más... no sé como qué.
–Has escuchado de la Flor de Nieve?
–Flor de Nieve? No, creo que no.
–Mira. –esconde sus manos tras su espalda y con un hechizo, aparece una hermosa flor de pétalos blancos, seis hermosos pétalos blancos y en el centro de la misma, tenía la forma de un copo de nieve. –Es esta flor. –se la entrega.
–Que hermosa! No la había visto en los jardines de la escuela. –decía con alegría tomando la flor con cuidado.
–No la corté de los jardines de la escuela, sino de mi casa, tengo más de ellas en mi jardín.
–En serio? se debe ver muy hermoso.
–Sí. Si quieres, un día de estos puedes ir a verlas y cortar las que quieras.
–De verdad? no quisiera molestarte.
–No lo harás. Bueno, nos vemos, tengo que regresar al salón o el profesor me castigará.
–Espera, tu flor.
–Consérvala, espero te ayude con tu dibujo.
–Muchas gracias!
–Sabes... –se apoya en una banca y de ahí salta a la barda que divide las escuelas. –Dicen que al pedir un deseo a la Flor de Nieve, si esta se marchita pronto, es que tu deseo no se cumplirá, pero que si tarda muchos días en marchitarse, es que tu deseo se cumplirá después de que el último pétalo caiga.
–De verdad? –preguntó con ingenuidad.
–Sí, me lo contaba mi abuela de pequeña, pero la verdad, sólo he pedido tres deseos.
–Y se han cumplido?
–Los dos anteriores, sí, pero recién he pedido el tercero anoche.
–Espero que se cumpla tu deseo.
–Gracias. Por cierto, tienes que pedirle el deseo en la noche, a la luz de la Luna Llena, y según el ritual de mi abuela, la tienes que colocar en un recipiente de cristal.
–Pero no le pasará nada hasta que anochezca?
–No, antes del anochecer la puede poner en cualquier recipiente, o si no vas a pedirle un deseo, pero si lo harás, tienes que hacerlo como te dije.
–Lo haré esta misma noche, muchas gracia por la flor Mitzuki-san.
–De nada, pequeña Sakura. –salta del otro lado de la barda, dejando algo confundida a Sakura por su forma de llamarla.
–Sólo Yukito y Nakuru me llaman así... que raro... –murmuró para sí regresando al salón.
Del otro lado, Mitzuki sonreía con malicia mientras sus ojos tenían ese brillo plateado.
–"/Pequeña ingenua, diría yo, ya que con tu deseo, me darás a tu querido Guardián De La Luna y ni tu, ni nade podrá arrebatármelo, ni siquiera esa tonta del Rubí De La Luna/"
Otra vez Toya estaba aburrido, no tomaba nota de las clases o prestaba atención, sólo hacía líneas en su cuaderno sin importarle nada. De pronto, un escalofrío le recorrió la espalda, un mal presentimiento. Se levantó de golpe y miró por la ventana, buscando algo.
–Le pasa algo, joven Kinomoto? –preguntó el profesor algo molesto por la interrupción.
Toya buscaba con la vista alguna señal de Sakura, encontrándola sentada junto a Tomoyo frente a al fuente del jardín, mostrándole un cuaderno.
–Está bien... –murmuró para sí y suspirando de alivio.
–Joven Kinomoto, si ya encontró a quién buscaba, puedo continuar con mi clase?
–Lo siento. –dijo regresando a su lugar más calmado.
–Bien, antes de que alguien más me interrumpa, la tarea para hoy será...
–"Por qué sentí eso?... fue como... cuando tenía mis poderes... antes de dárselos a Yue"
En el pasillo, la tranquilidad que rodeaba a Yukito y Nakuru fue interrumpida de pronto, ya que Yue y Ruby-Moon sintieron una presencia muy fuerte en la escuela.
–/Otra vez/ –murmuró Yue.
–/Otra vez? que lo sentiste antes también/
–/Qué quieres decir/
–/Que esta mañana, temprano, sentí una presencia extraña, pero era en otro lugar, por lo que apenas y la logré sentir, pero esta vez.../
–/Fue más cerca/ –terminó Yue lo que Ruby-Moon iba a decir. –/Le dijiste a Clow/
–/Es Eriol, y no, a nadie le dije. Por lo visto, al ser Regidores de la Luna, tenemos cierto vinculo/
–/Qué quieres decir/
–/Que tu tampoco le dijiste nada a Kerberus o la pequeña, o me equivoco/ –Yue sólo permaneció en silencio. –/Con eso me das la razón, Yue/
–/Esa presencia... no es maligna.../
–/Pero poderosa, y como tu no quieres que haya heridos, deberías decirle a tu pequeño Botón de Cerezo de esto/
–/No necesito que me digas que hacer/
–/Tranquilo, lo decía en buen plan, no para molestarte. En fin, en tu problema si le dices o no/
–/Hasta que dices algo con inteligencia/
–/Muy graciosos/ –le dijo con sarcasmo.
Antes de que pudiera responder, Mitzuki iba caminando por el pasillo de regreso al salón.
–Tardaste mucho, estás bien, Mitzu-chan?
–Sí, no es nada, lo que pasa es que me distraje viendo a los niños de la primaria Tomoeda dibujar, fue todo.
–Sería el grupo de Sakura?
–De hecho, sí Yukito-san, la pequeña Sakura estaba dibujando cerca de la fuente. Bueno, mejor entro o me castigarán. –abre la puerta y pide permiso para entrar, dejando atrás a los confundidos Yukito y Nakuru.
–Pequeña Sakura? –se dijeron uno al otro desconcertados, ya que sólo ellos la llamaban así.
La siguiente clase sería deportes, por lo que Nakuru se llevó a Mitzuki a los vestidores para que se cambiara de ropa. Después de eso, todos se reunieron en las canchas cerca de la primaria. Los hombres jugarían fútbol mientras que las chicas jugarían voleibol. Como era de esperarse, Yukito y Touya estaban en el mismo equipo, al igual que Mitzuki y Nakuru que jugaban excelentemente.
–Esa chica nueva es muy ágil.
–Es igual de rápida que Akizuki, nadie, a no ser de Tsukishiro, es tan ágil como ella.
Las chicas murmuraban mientras veían a la pelinegra y la castaña jugar excelentemente.
–Con Kinomoto y Tsukishiro en un mismo equipo, nunca podremos ganarles.
–Sí, los dos son muy rápidos, y jugando juntos, las cosas se ponen peor.
Los chicos por su lado, se lamentaban que Yukito no estuviera en su equipo.
El profesor dejó a las chicas descansar un rato para que vieran el partido de los chicos, todas las chicas, por supuesto, animaban a Toya, pero en especial Nakuru.
–ÁNIMO TO-YA! –gritaba Nakuru con todas sus fuerzas.
Mitzuki se alejó del grupo por un momento, sin que nadie lo notara. Cuando vio que nadie le prestaba atención, cerró sus manos y entre ellas se formó un cristal de hielo, fino y delgado como una espina, se acercó lentamente al grupo son aquel cristal en sus manos, cuando uno de los chicos pasó frente a ella, lanzó el cristal que se incrustó en el brazo del joven sin que se diera cuenta. Los ojos del chico cambiaron de color drásticamente, de un verde claro se tornaron oscuros y sin brillo. Nadie se dio cuenta de ello, el joven continuaba jugando con total normalidad, pero cuando estuvo cerca de Toya, estaba por golpearlo con fuerza contra la portería, pero Yukito se interpuso, recibiendo el golpe de lleno, arremetió contra Yuki que no puedo detenerse hasta que chocó con fuerza contra uno de los postes, golpeándose en la espalda y terminar tendido en el pasto.
–YUKI! –gritó Toya dejando el juego y corriendo hacía él.
–Tsukishiro, lo siento, no te quería lastimar así, en verdad, perdón. –se disculpaba el chico intentando ayudar a Yukito a ponerse en pie.
–AAAHHH! –gritó de dolor Yukito, mientras en su blanca playera se veían unas líneas rojas que cruzaban su espalda.
–Yuki! Estás bien!
–M-me duele... la espalda... –murmuró apenas mientras cerraba sus ojos para retener el dolor.
–Déjame ver. –Toya le levanta un poco la playera, dejando ver su espalda.
–Agh!... ah...
–Fue muy fuerte el golpe. –dijo el profesor viendo la herida. –Kinomoto, llévelo a la enfermería, en cuanto a usted, joven Fujiwara, quiero verlo en mi oficina después de clases.
–Lo siento Tsukishiro, perdóname por favor, no era mi intención hacerte eso. –se disculpaba el chico, mientras Touya ayudaba a Yuki a ir a la enfermería.
–N-no tienes... por qué disculparte. –trató de sonreírle, pero la fuerza con la que lo había golpeado había sido demasiada que aún estaba algo aturdido por el choque.
–Pobre Yukito.
–Fujiwara es mas fuerte que él, debe estar muy lastimado.
–Menos mal que el golpe fue en la espalda, porque de haberlo recibido en la cabeza, hubiera tenido consecuencias trágicas.
–/Esa era la intención, pero no para mi Guardián/ –murmuró pasa sí la pelinegra separándose del grupo.
Todas las chicas murmuraban eso mientras veían a Toya llevar a Yukito en hombros, mientras Nakuru, extrañamente para todos, le ayudaba al peligris a mantener el equilibrio. Todos estaban preocupados por Yukito, salvo una joven, la misma que había lanzado ese cristal con el hechizo.
–"/Estúpido Fijiwara, debió golpear a Touya, no a Mi Guardián, Maldición! Tenía que interponerse justo en ese momento! –pensaba con rabia Mitzuki mientras caminaba detrás de la escuela, cerca de la ventana de la enfermería donde Yukito estaba. –Pero esto no se quedará así, Kinomoto, no se quedará así/"
En la enfermería, Toya había dejando a Yukito recostado boca a bajo en una cama, dejando al descubierto su espalda, mientras la enfermera limpiaba la herida con algodón y agua limpia.
–Ah!
–Tranquilo, es sólo agua. –le decía la enfermera mientras terminaba de limpiar. –Bien, espera un momento.
–Sí. –murmuró apenas hundiendo el rostro en la almohada.
La enfermera regresó con un nuevo algodón y una botella blanca, humedeció algo del algodón con ese líquido y lo colocó en la espalda de Yukito.
–Ahg! Arde!
–Cálmate, es alcohol. Con esto no se de infectará y cicatrizará más rápido.
–Me arde, ya por favor, eso arde mucho.
–Ya casi término, sólo te pongo... –pero es interrumpida cuando alguien llama a la puerta. –No tardo.
–Si se tarda, mejor para mí. –se dijo Yukito hundiendo el rostro y dando un lento suspiro.
La enfermera abrió la puerta, siendo el profesor de deportes quién la necesitaba. En el pasillo, junto a la puerta, estaba Toya, esperando por Yukito.
–Joven Kinomoto. Puede venir un momento? –dijo la enfermera entrando de nuevo a donde estaba Yuki, seguida por Touya. –Necesito pedirle un favor, ya que no tiene clase. –el pelinegro asintió en silencio para que continuara. –Bien, por favor, ya he terminado de limpiarle la herida, sólo necesito que le ponga esta pomada donde recibió el golpe y colóquele este vendaje, es sólo para que la ropa no le lastime más de lo que ya está. No tardaré. –dijo antes de cerrar la puerta.
Yukito había escuchado las indicaciones que había dado la enfermera, pero no sabía a quién se las habían dicho. Sintió que alguien se acercaba a él se sentaban junto a la cama.
–No otra vez, eso arde mucho. –murmuró cerrando los puños sin siquiera levantar el rostro.
–Te quejas peor que Sakura.
–Toya? Ahg...
–No te levantes.
–P-pero...
–Tranquilo, te prometo que ya no te dolerá. –la sonrisa de Toya, la que sólo Yukito conocía, eran tan tranquilizante para Yuki en ese momento, que no dudó en las palabras del pelinegro, cerró los ojos y suspiró.
–Esto no te arderá, está algo frío pero es todo.
–Si me arde, que te hago?
–Te prometo que te preparo la mejor cena.
–Jaja bueno, pero será esta noche. –sonrió mientras volvía a hundir su rostro en la almohada.
Touya tomó algo de esa pomada en sus manos y la colocó con cuidado en la espalda de Yukito, éste sólo se estremeció un poco al sentir el frío tocar su nívea piel, pero se relajó de inmediato. Touya le comenzó a dar un masaje, ya que al estar en el equipo de fútbol es muy común que ocurran golpes así, tenía práctica en ello.
–Te duele?
–Algo... pero se siente bien. –cerró los ojos para disfrutar mejor de esa sensación, con las manos del ser que tanto ama en su espalda, cualquier dolor que sintiera era borrado con cada toque de las morenas manos.
Cuando terminó de darle ese masaje, le dijo que se levantara para colocarle el vendaje.
–Creo que esto ya no te dolerá.
–Tienes práctica. –las palabras de Yuki lo hicieron sonrojarse levemente, sin que el peligris lo notará. –Qué pasó con Fujiwara?
–Están en la oficina del profesor ahora, tal vez lo castiguen o algo por el estilo.
–Mm...
–Yuki, ese golpe no era para ti.
–Qué? Eso no puede ser verdad, Toya, sólo fue un accidente, suelen pasar.
–No Yuki, eso fue intencional, pero tu no eras el que iba a salir lastimado... si no yo.
–Qué?
–Fujiwara iba directo a mí, pero tu interpusiste en su camino, recibiendo el golpe de lleno.
–No... no lo creo, Fujiwara no sería capaz de ello... no creo... –las manos de Toya lo toman por la esbelta cintura, poniéndolo nervioso pero a la vez, con una sensación agradable que lo embriagaba.
–No dejaré que nadie te lastime. –murmuró Toya, abrazando al peligris y colocar su frente en su hombro. –Daría mi vida por ti. –Yuki coloca sus manos sobre las de Toya, acariciándolas suavemente. –Daría todo por protegerte.
–Lo sé. –le respondió, mientras acariciaba los rebeldes cabellos negro de Toya. –Toya?
–Sí?
–Y-yo... te quiero agradecer... por lo que hiciste por mí.
–No tienes nada que agradecer.
–Lo sé, pero quería hacerlo... y...
–Yuki. –le interrumpió. –Lo que dijo Nakuru, de que quería saber mi respuesta, es porque yo... –un escalofrío le recorrió la espalda otra vez, ese mal presentimiento se le vino a la mente como en la mañana mientras dormía o durante clases, pero no sólo a él, ya que Yukito se había soltado de sus brazos y levantado de la cama. –Otra vez... –murmuró para sí, sin que Yuki escuchara.
–Está cerca... –murmuró el peligris acercándose a la ventana.
–Quién? –Yuki abre las cortinas, dejando ver el jardín del orto lado, pero había algo que estaba mal en ese lugar. –Pero qué rayos pasó?
El árbol junto a la ventana tenía una parte del tronco congelada, tenía la marca de un puño justo en ese lugar y lo que parecía ser sangre. No se veían pasos o que alguien estuviera cerca de ahí. De pronto, se escucharon pasos apresurados llegar a ese mismo lugar, siendo los mismos de Akizuki, que había sentido esa presencia.
–Qué ocurrió? –dijo al ver a Yukito y Touya en la ventana.
–No sé... fue otra vez esa presencia.
Nakuru se acerca al árbol y mira con detenimiento la parte congelada. Cerró su puño y trató de que quedara a la medida de la marca, casi encajaba, pero la mano que había hecho esa marca era más pequeña que la suya.
–Es la tercera vez que pasa esto... –murmuró Toya, a lo que Nakuru y Yukito lo veían con duda.
–Pero... sin tu poder... cómo? –trató de preguntar Yuki, pero ni él mismo se lo explicaba.
–Sakura y Eriol no sintieron nada, tampoco Spin o Kero. –informó Nakuru.
–No sé... no lo entiendo... –dijo Toya, antes de que los tres se hundieran en un silencio abismal.
En lo más alto de la escuela, dejando que su cabello danzara con la suave brisa, la joven pelinegra miraba el cielo sin expresión alguna en su rostro, denotando en sus ojos plateados frialdad y crueldad. Su mano derecha estaba roja, y en partes, había sangre seca.
–/Serás mío, cueste lo que cueste. –dijo con frialdad, dibujando con el dedo índice una media luna en el cielo. –No importa qué, no importa quién, serás mío así tenga que deshacerme de ese Rubí y de tu querido amigo, serás mío, lo serás./ –en su palma había una pequeña roca roja y una flor de durazno, cuando dijo esas palabras, esos dos pequeños objetos se congelaron por completo y cuando cerró su puño con fuerza, estos se hicieron pedazos que se escaparon con el viento.
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Nihaô, no tardé mucho, verdad? les gustó este capítulo? Me faltó algo? o se me borró un texto?
Bueno, yo de regreso, casi digo que fue un milagro el que no me haya tardado tanto en actualizar, pero es que tengo algo de tiempo extra para escribir en casa, y sólo sería cosa de que tenga dinero para ir a un ciber y publicar.
–Sigue sin tener inter en su casa la pobre u.u
v.y no tenías que recordar Ely-chan... pero bueno, déjenme presentarles a mi otra Yami, hermana melliza de Dayna.
–Elyána, gusto en conocerles y espero que les esté agradando el fic nn
Como vieron, es TODO lo contrario a Dayna ¬¬, ella es mi yami de la Inocencia y Elegancia, ya que es mas tranquila y educada, y está aquí porque cuando escribo las notas pongo canciones tranquilas, del tipo de Savage Garden o Evanescence.
–No tengo bandas favoritas aún, o que me representen, pero mientras la canción sea tranquila y tenga un significado la letra, será adecuada para mi nn
Ay, no es linda nn. Cómo sea, agradezco los review y se esperan más eh n. Como dije en le capi anterior, no doy fecha para publicar el capitulo tres, pero tal vez sea antes de que termine la semana mayor.
–En otros países, tal vez no se conozca eso, pero se dan dos semanas de vacaciones por lo de la muerte de Jesús acá en México (quien sabe si les den a otros en sus respectivas partes del globo), pero en esos temas, no nos metemos, sólo disfrutamos de la vacaciones xP
Ajap... así, que chance y les tengo el tres para el otro domingo o sábado, no sé bien, ya que mi inspiración a veces trabaja horas extras y otras veces pide descanso por dos meses U¬¬.
–Además, ella dice que está dejando que el fic se escriba sólo o.ô'... o sea... que no lo planea mentalmente como los demás, sino que sólo piensa en una escena y de ahí desenreda todo el hilo de la trama... es algo raro y difícil de explicar con palabras
Y cómo no queremos excedernos con las notas, nos despedimos y nos vemos en el otro capítulo. Y para quejas o amenazas o peticone de OC, me pueden madar mail o agregarme al msn con este mail:
kara(guión bajo)hr(guión bajo)18(arroba)Hotmail(punto)com que es el que más uso.
–Disculpa, Physis-chan, que tomara la idea de cómo poner el mail nnU, pero que conste que ella fue la primera que lo hizo así, eh (o al menos, la que yo recuerde 9.9 mejor…)
Gomen sis nnU. Ahora sí, los veo... o leo 6.6... en review y en el next champ
–Se cuidan n-n
