DISCLAIMER: Todo lo relacionado con Tyson, Rei, Hilary, Kai, Max, Kenny, Daichi, Jin Tempestad, el abuelo de Tyson, el Sr. Dickenson y demás personajes que aparecen en Beyblade, es propiedad de Takao Aoki. Yoblade, empero, es invento mío. Cualquier alusión a personas reales, vivas o muertas, no pretende más que hacer reír al vulgo.
(música matona)
Poco
tiempo hay para aniquilar
Los precandidatos que joroban ya
y
deberás matar
para volver
en 2006 otra vez
Es Yoblade! Yoblade!
(más música matona)
Hazlos
chismear siempre de ese modo
y "¡yo no fui!" deberás
gritar,
nuestro partido siempre ganará,
no lo puedes
evitar...
Es Yoblade! Yoblade!
(un último cachito de música matona, y luego...)
Es
Yoblade! Es Yoblade!
YoBlade!
¡Voten
ya!
You will run, you will hide, but you can't escape my love. (Enrique Iglesias, "Escape") (Run away Daichi)
—Tienes que superarlo algún día, Tyson —comentó la dra. Arreola mientras repasaba las notas de la sesión psicológica que acababa de tener con el aludido—. No puedes pasar la vida rumiando una derrota si nunca has tenido una victoria.
—Mmmmh… —Tyson se encaminó hacia la puerta, que se abrió de repente. Era Daichi.
—¿Ya podemos hablar? —le preguntó a la psicóloga por correspondencia.
—Eeh, no —respondió ella.
— ¡-¡ .¿Pero porqué?
—Mmmh… porque no.
Tras lo cual, la psicóloga salió, dejando encerrado a Daichi en el consultorio prácticamente sin notarlo.
— T.T No es justo —comentó el niño horrible, para empezar el trayecto por los ductos de ventilación.
Tres horas de avanzar a gatas y un recorrido de dos kilómetros después, Daichi regresó al dojo del abuelo de Tyson.
—TT.TT ya cállate —repetía Bachoco por enésima ocasión.
—¡No, no me voy a callar! —soltó el niño zope—. ¡No me voy a callar que eres un inútil perdedor, lipotimizante, vomitivo, dador de lástima, chafo, borracho, barato, corriente, caliente, indecente, naco de barrio con plata, caguamero de cantina de cuarta, aguamielero, lanchero, rata de cloaca, ranchero, carroñero, de baja calaña, y eso por decir lo menos! .¡No me voy a cansar de disfrutar de tu dolor!
—¿Porqué no molestas a Daichi? —gritó Kori, al notar que el niño horrendo acababa de desplomar su espantosa anatomía sobre el suelo.
—¿A Daichi? —repitió Shinji—. Nah, qué aburrido —se encogió de hombros y se fue.
Daichi se levantó y arrastró los pies hacia la puerta que daba al jardín.
—Quince minutos —dijo Vallance para sí, viendo el reloj, a la sombra que daba un pilar—. Agh, tengo sed.
—No te has alimentado en un mes, .¿verdad? —le preguntó Daichi.
—Mmmh…
—Venga, no tengo nada que hacer. Sírvete.
—Yo paso… —Vallance se dirigió a la puerta principal para esperar que el sol se ocultara por completo, lo que sería… en unos catorce minutos y medio.
Daichi suspiró y se fue al dojo, donde el abuelo estaba meditando.
—¿Abuelo? —llamó.
—Mmmmmh…
—¿Abuelo?
—…
—¡Abuelo!
—¡Ah, cómo molestas!
Tyson entró unos dos segundos después.
—¿Abuelo?
—¿Qué ocurre, queridísimo nieto?
—Nada importante… en cuanto termines tu meditación te digo.
—¡Oh, pero mi queridísimo nieto siempre es la primera de mis prioridades!
Daichi salió del lugar sin que nadie lo notara.
—· / —·— / ·—
— n0n ¡Ya vine! —anunció Hilary. Suponemos que hablaba con el viento, porque no había nadie en la puerta ni mucho menos alguien que la esperara. A menos que pudiéramos suponer que una especie de bulto extraño, anormal y antiestético que estaba por ahí tirado la estuviera esperando. El bulto se reanimó al escuchar su voz, se incorporó y… sonrió.
—¡Hilary! —dijo la cosa, con una voz horrible que sonaba a ventilador industrial sin aceitar—. ¡Qué bueno que veniste!
—¿Qué eres? —preguntó la individua, asustada.
—¡Soy yo, Daichi! —Oh, claro. Un momento…
—¿Cuál Daichi? —se asombró Hilary.
—… nadie… —respondió la cosa que se autonombra Daichi cuando en verdad no es más que un bulto feo con aspiraciones demasiado elevadas para su triste realidad.
—· / —·— / ·—
Al día siguiente, el bulto extraño se levantó muy temprano y tomó una especie de mochila.
El bulto extraño salió por la puerta principal del dojo, frente a las indiferentes miradas de todos los presentes (es decir, el jarrón, el tapete y el colgador de llaves).
El bulto extraño anduvo por la calle, saludando a los que creía que lo conocían.
El bulto extraño siguió andando.
El bulto extraño se subió a un camión que transportaba vacas sin permiso de nadie. Pero nadie lo notó, así que no importa.
El bulto extraño se quedó dormido.
El bulto extraño despertó muy lejos del lugar a donde pretendía ir en un inicio (que por cierto nadie sabe a dónde quería ir, pero francamente a nadie le importa.
El bulto extraño caminó, desesperanzado, ante un mundo desconocido.
El bulto extraño se encontró con Max.
—Hola, Daichi —saludó el sicótico rubiales al bulto extraño.
—¿Max? Tú… ¿me conoces?
—MMMh… pues no mucho.
— TT-TT ¡ESO ES SUFICIENTE PARA MÍ!
Con lo que el bulto extraño que… ¿cómo dijo Max que se llamaba? Bueno, sigámoslo llamando bulto extraño. Mmmh… muy largo, considerando que es un objeto trivial, intrascendental y sin importancia… así que dejémoslo en "cosa fea". Perfecto. Volvamos a lo que estábamos.
Con lo que la cosa fea quería decir que era suficiente para pegársele como garrapata hasta el fin de la eternidad.
Max se llevó a la cosa fea a su casa, sin darse cuenta.
—· / —·— / ·—
Esa noche se dispuso la mesa para tres personas en casa de Max.
Daichi, sintiéndose feliz por primera vez en todo el capítulo, se sentó, dispuesto a hincarle el diente al jugoso y suculento filete de carne que era la cena esa noche.
Y, de repente, Max empezó a ponerle mostaza a su filete y al que pensaba comerse Daichi.
— o.O ¿Qué te pasa? —preguntó la cosa fea.
— n-n Sabe mejor con mostaza —asintió Max.
—¡Pero a mí no me gusta la mostaza!
— ò.ó… ¿QUÉ CLASE DE ENFERMO EGOMANIACO ERES?
— ò.ó ¡QUE NO ME GUSTE LA MOSTAZA NO…!
— Ò-Ó ¿QUIÉN TE DIJO QUE ESTE PLATO ES PARA TI?
— o-oU pues… no hay nadie más, y…
—UoU ¡Este plato es para El Conejo de Pascua!
— o.O ¡Pero los conejos no comen carne!
— ò-ó ¿PRETENDES DECIRLE A SU ALTEZA SERENÍSIMA EL CONEJO DE PASCUA LO QUE PUEDE Y NO PUEDE HACER?
—Eeeh… Max…
—¡Nada de eso!
—Pero…
—¡Sin peros! —Max estaba fúrico por primera vez en un largo tiempo—. ¡Vamos a arreglar esto con una yo-batalla!
—Pero…
—¡Agh! .¿Eres un hombre o un ratón?
—Yo… yo sólo soy… TT0TT ¡SÓLO SOY UN INDESEABLE INDESEADO! —Daichi rompió en llanto—. ¡Soy como los envases abre-fácil! .¡Como el reggaeton! .¡Como los fans de rebelde! .¡Como los políticos! .¡Como…!
Max interrumpió su disertación con un certero martillazo en la cabeza.
Le golpe le injertó a Daichi en la mente una portentosa idea:
El mundo estaba dividido en dos clases de personas: los que han derrotado a Tyson, y los que no lo han hecho por cualquier razón.
Él estaba dentro del segundo grupo, que era una minoría. Por eso, los integrantes de la mayoría lo rechazaban.
Entonces, para ser aceptado y tal vez querido por alguien debía derrotar a Tyson.
Y para derrotar a Tyson (lo cual es tan asquerosamente fácil) se quedaría a entrenar con Max.
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Please,
please forgive me
(Por favor, por favor perdóname,)
But
I won't be home again
(pero no voy a volver a casa.)
Maybe
someday you'll look up
(Tal vez algún día
mirarás al cielo)
And barely conscious you'll say to no
one
(Y le preguntarás al aire casi sin notarlo: )
Isn't
something missing?
("¿No falta algo?")
(Evanescence, "Missing")
—… Hay mucho silencio, .¿no? —preguntó Tyson de repente.
—Ah, eso es fácil de solucionar —dijo el Abuelo, y encendió el estéreo gigante que acababa de comprar que hacía que la más leve nota le diera la vuelta al mundo.
— n-n Ahora sí, todo está perfecto —asintió Bachoco.
