DISCLAIMER: Todo lo relacionado con Tyson, Rei, Hilary, Kai, Max, Kenny, Daichi, Jin Tempestad, el abuelo de Tyson, el Sr. Dickenson y demás personajes que aparecen en Beyblade, es propiedad de Takao Aoki. Yoblade, empero, es invento mío. Cualquier alusión a personas reales, vivas o muertas, no pretende más que hacer reír al vulgo.

(música matona)

Poco tiempo hay para aniquilar
Los precandidatos que joroban ya
y deberás matar
para volver
en 2006 otra vez

Es Yoblade! Yoblade!

(más música matona)

Hazlos chismear siempre de ese modo
y "¡yo no fui!" deberás gritar,
nuestro partido siempre ganará,
no lo puedes evitar...

Es Yoblade! Yoblade!

(un último cachito de música matona, y luego...)

Es Yoblade! Es Yoblade!
YoBlade!
¡Voten ya!

De vuelta al hoyo (Back to basics / And Justice-Five for all)

ESPECIAL DE ALAN: Si Pudiera Volar

Comienza a amanecer
En esta oscuridad,

Y yo buscándote,
Perdido en soledad.
Y así, sin ti,
Qué difícil vivir…

—… me niego a creerlo.

—¡Pues tienes que!

—¿Y dices que te estuvo atendiendo una psicóloga? —preguntó Flint por fin al niño zope, quien asintió—. Pues habrá que ir a verla.

—¿ESTÁS LOCA? —soltó Hamel—. ¡Esa mujer está mal de la cabeza y le noto tendencias pedófilas! Lo bueno es que está muy lejos de aquí.

—¿Tanta aversión le tienes?

— ò-o Sí.

— u-u Entonces es seguro que esté más cerca de lo que esperas.

— ô.ò ¿En qué misteriosa física cuántica te basas para afirmar eso? —quiso saber Vallance.

— ÙuÛ ¡En que esto es Yoblade, y siempre pasa lo indeseable!

—· / —·— / ·—

—… qué aburrido —bufó Karina, y entonces vio acercarse a un bulto negro, Hamel, otro bulto negro, el cuervo parlante y al niño zope—. Û.ù Así que volvieron…

—Mi mamá regresó —informó Shinji.

—¿Y esta vez no se desvanecerá?

—Si le quito la cubierta mientras esté bajo el sol, sí.

—¡YA TE DIJE QUE NO NECESITO ESTA TELOTA NEGRA QUE NO ME DEJA VER NADA! —clamó uno de los bultos negros, revolviéndose.

— u-uU Sí, ésa es ella —corroboró Karina.

—Bien, bien, sea quien sea —espetó Flint, cuando por fin se pudo librar de la tela—. ¡Más le vale que no pretenda cobrar por trastornar aun más la mente de un pobre niño!

— ¬o¬# ¡Si la que causa trastornos ajenos eres tú! —soltó Karina.

— ¬.¬ ¿Y a qué viene esa familiaridad?

— … · . ·U ¿No me recuerdas?

— ô.òU ¿Debería?

—¡Tuvimos un contrato hace unos 10 años!

— · . ·U ¿En serio? —Flint se sumió en diez segundos de meditación—. Bien, en el 96… hubo juegos olímpicos, .¿no? … o.O No recuerdo nada del 96.

—¡Pero si recordaste las olimpiadas! —clamó Karina.

— T.T ¡Pero ni siquiera recuerdo dónde fueron!

—En Atlanta —informó Vallance.

—Atlanta 96, Atlanta 96… ¡no recuerdo nada de Atlanta 96! Hay un hueco en las competencias mundiales entre USA 94 y Francia 98 en mi mente.

—Pero… pero… —balbució Karina—. ¿Cómo puedes haber olvidado esa época? .¿Qué hay del 97?

—El 97… no recuerdo nada.

—¡Según mis cálculos, Shinji nació en la primavera del 98, así que debió haber sido concebido en el 97! —explotó Karina—. ¿Cómo puedes olvidar 9 meses de mareos, gordura, incomodidad y antojos?

— n-n ¡Con un impresionante despliegue de Alzheimer! —se enorgulleció Flint, sin notar (o preocuparse por) que Shinji se deprimía de ser tan fácilmente olvidado.

— ¬¬U Eso no es para alardear. Es enfermizo —le reprochó Karina.

—Uuuuuuuuy, pues perdónenme la vida.

—Eso, o borraron tu memoria muy selectivamente —prosiguió la psicóloga.

—Ah, no. ¡Eso sí que no! Nada de teorías conspiracionistas zafadas —pidió Flint.

—¡Ni que fuera tú para estar tan paranoica! Ven, vamos a revisar el conjuro que encontré en Shinji.

—A éstas, .¿cómo saben que se llama Shinji? —soltó Jenny, escéptica—. Es uno de los últimos nombres que le pondría a un hijo mío. Si desde el principio supieron que era mala entraña de mis malas entrañas, le habrían dado un nombre élfico.

Y todos a su alrededor guardaron silencio, porque el único que sabía de cierto porqué le habían dado ese nombre era Shinji, y no era algo que fuera a revelar tan fácilmente.

El viento se me fue
Sin una explicación,
Dejándome caer
En la desolación
Y aquí, sin ti,
Podría morir…

—Bueno… estos yoblades de mithril son poderosos, sí —reconoció Tyson—. XO ¡PERO NADIE PUEDE USARLOS!

Era un reclamo válido después de que todos se hubieran fracturado varias costillas sin progreso aparente.

—Es que… es que… —farfulló Kenny—. TT.TT ¡NO SÉ QUE HICIERON ESOS ENANOS! Su diseño parecía demasiado perfecto para ser posible… así que no hice más mediciones… ¡y aunque las hubiera hecho, el mithril es un material muy extraño!

—Naturalmente, naturalmente —asintió Max, que no había sido lo bastante idiota como para intentar usar el nuevo yoblade.

—Propongo un voto de no confianza contra los planes de Max —sugirió Julia, adolorida. Los demás asintieron.

Max sólo sonrió, tomó el yoblade y se puso a sopesarlo con una mano y a observarlo atentamente desde todos los ángulos.

—· / —·— / ·—

—Ajá. Así que ésta es la fórmula del conjuro.

—Sí.

—¿Y pudiste clasificarlo?

—No del todo —murmuró Karina—. Parece ser una mezcla de magia celestial e infernal.

—Ajá. ¿E intentaste esto? —prosiguió Flint, moviendo la mano alrededor de la maqueta tetradimensional que representaba el mapa del hechizo, haciendo que se pusiera de cabeza.

—… no. ¿Qué, lo has descifrado?

n.ñU No, pero se ve más chistoso así.

— ¬.¬# ¡PONTE SERIA DE UNA VEZ!

—Pues… seriamente hablando… un hechizo tan extraño es definitivamente demasiado bueno para el infierno y no lo suficiente para el cielo. Así que debe ser algo totalmente ajeno a dichas organizaciones… o intermedio.

—¿Eh?

—Yo digo —finalizó Jenny, con una expresión extraña—, que esto lo hizo alguien de la Oficina del Caos. Por el nivel de complejidad, seguro fue una diosa de segunda categoría. Y por inferencia lógica, seguro fue la loca de Arrai.

—¿Tu jefa?

—Ex-jefa. Me suspendió, .¿no? Parece que lo del año pasado fue la gota que derramó el vaso después del niño éste que les dio por llamar Shinji.

—¿Y crees que se pueda hacer algo? —preguntó Karina, mordiéndose el labio.

—Bueno, como todo buen escritor de comedia barata sabe, la única forma de contrarrestar el caos es… n-n ¡con más caos! .¿Dónde está Hamel?

—· / —·— / ·—

—Entonces, para este mini-torneo van a competir Ming-Ming, Mystel, Garland, Crusher y Kai —enumeró Hiro.

—Tch, tch, tch —Boris negó con la cabeza—. No habría que estar tan seguros.

—¿Insiste en hacer el torneo interno? Sólo será una pérdida de tiempo.

—No, confío en que encontraremos sorpresas —sonrió Boris beatíficamente—. Por experiencia sé que las estadísticas no siempre tienen la razón.

Si pudiera volar hacia ti
Y a la luz de tu universo mi esperanza descubrir,
En ti, sólo en ti…

Una ilusión
Del corazón
Echa a volar hacia ti.

—O.O ¡TÚ! —exclamó Tyson melodramáticamente al volverse a ver quién buscaba a Hamel, quien estaba en un árbol burlándose de los patéticos intentos de los chicos de controlar el Mithril—. ¡TÚ, DE ENTRE TODO EL MUNDO!

— n0n ¡Bachokín! —sonrió Flint—. ¡Y también están Maxcito, Rei, el cíclope venido a menos y dos niños lindísimos con trajes de torero! ò.ô… y un montón de seres que no me interesan. Y falta Kai. Bah, ahora no importa. ¡Hamel, traslada tu musical tra… ejem, retaguardia aquí!

—¿Qué quieres? —gritó Hamel desde su elevado sitial.

—¿La frase "contra-canción" te dice algo?

—¿Otra vez van a intentar eso?

—¡La última vez yo no estaba aquí! .¡Venga, será divertido!

—… más te vale —dijo Hamel, arrastrando las palabras, mientras bajaba.

Se trasladaron hasta un amplio espacio de terreno liso, donde Karina terminaba de dibujar una mándala en el suelo y colocaba a Shinji en el centro.

—¡Ah, Hamel! Tú siéntate en esa roca —indicó Karina al violinista mientras iba a su lugar—. Ò.o Y ustedes manténganse alejados —indicó a los seudo-deportistas que habían dejado de entrenar para ir a curiosear, siguiendo a Max y rompiendo su voto de no confianza en los planes del sicótico rubiales—. Bueno, Flint, .¿qué planeas…?

—Ah, tú sólo sígueme, bruja retirada —replicó la aludida con desdén.

— XO ¡CÁLLATE, SEUDOÁNGEL SUSPENDIDA!

— ¬.¬U Hay gente que no aguanta bromas… ¿Listo, Hamel?

— u-u Yo, siempre.

—Shinji… o sea cual sea el verdadero nombre que recordarás… saca el medallón, .¿quieres?

El niño zope asintió, y Hamel empezó a tocar una melodía muy suave.

—… da igual que no utilices la razón —comenzó Flint, y a Karina le tomó un poco de tiempo reconocer la canción—, porque nunca te ha faltado suerte. Escucha… —Hamel cambió de ritmo rápidamente—. Sufre, mamón, devuélveme a mi chica-cocodrilo, has sido tú la que me dio-¡pum, ya me ha dado! .¡Me ha dado pum, pum, pum, ya me ha dado! —Karina se vio imposibilitada para seguir los cambios locos y aleatorios que hacían los otros dos, pero logró acoplarse por un rato—, Mujer peligrosa, que puntería ¡ay! Yo les garantizo que otra así no la hay; me subyuga, me rindo-Me voy muriendo y no sé porqué... Ya no pienso en eso, no soy yo-me siento más, y puedo volar-ven a volar, vamos a volar, la aventura ha comenzado, no se sabe qué va a pasar-ya lo pasado, pasado…-y mi presente estás tú. Fue en la calle mientras mi vida-se me va, se me va detrás de ti, si tú no estás mi vida yo no sé-si es justo; se dice que el amor puede ser-que te la pases muy bien, puede ser que te diviertas, puede ser que hasta-que regreses, detengo el tiempo-lento va, mil mares en silencio-de odio, estoy volviendo yo a verte en esta solución-que de una vez por todas-las luces apagadas. Ya se fue el tren, Y esta calle nunca-mas las personas cambian. La rutina en nuestra cancha es ancha y me tienta mucho la distancia

Y mientras Hamel cambiaba a una melodía extraña que nadie le había oído, Karina empezó a temblar demasiado notoriamente y Flint saltó hacia Shinji, le arrancó el medallón y saltó a otra región de la mándala

—Rompo el sello que libera al demonio —musitó, y arrojó el medallón contra una roca—. ¡Sal, mi fiel sirviente, Raukarandir!

—· / —·— / ·—

— OuO Si los árboles lloraran, si se pudieran mover, si la lluvia reprochara el momento de caer. Si el desierto hiciera versos y en pedazos al calor, si el calor se detestara y viajara a otra región, .¿entonces dónde quedo yo? —recitaba Rogran, sentado con las piernas cruzadas, balanceándose de lado a lado, cuando se escuchó un ruido de succión extraño y la nada lo tragó.

Quisiera regresar,
Volverte a respirar,
Quedar unido a ti
Por una eternidad.
Y así renacer,
Y a ti volver…

Si pudiera volar hacia ti
Y a la luz de tu universo mi esperanza descubrir,
En ti, sólo en ti, en ti…

—Pues parece que las estadísticas tenían razón —señaló Boris, al ver a los ganadores de 3 de los 5 bloques—. Ming-Ming, Garland, Mystel…

—Y acaba de calificar Crusher —informó Hiro.

—Entonces sólo falta el bloque E. ¿Quiénes son los finalistas?

—Kai y Brooklyn.

—Ah, pues entonces será interesante. ¿Apostamos?

—Apostar es malo —sentenció Hiro, negando con la cabeza.

—· / —·— / ·—

Y cuando Shinji vio a aquel que todo el mundo le había dicho que era su padre en vivo y a todo color, y no en un recuerdo borroso y confuso, se percató de que en efecto se parecían mucho. Tenían el mismo tono de piel y cabello, aunque… tenía un aire de chiflado que no podía con él.

—¿Ai… aire real? —musitó Rogran—. ¿Y colores? —atrapó una hoja que caía—. Y las cosas son sólidas de por sí, no vacío solidificado. n0n ¡GENIAL! .¡WIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII! —Rogran empezó a correr por todas partes, saltando de la más pura alegría, y se detuvo cuando se topó con Jenny—. u-uU Ah, demasiado dulce para ser real —musitó, sacando una guadaña y haciendo ademán de cortarle la cabeza.

—Alto —ordenó Flint cuando la hoja estaba a un centímetro. Misteriosamente, funcionó.

—¿Qué…? .¿Porqué no puedo?

— n-n Porque te liberé bajo el concepto de "mi fiel sirviente".

¬¬# Eres una… eres una… XO ¡Eres una maldita bastarda! .¿No te das asco a ti misma? Hacer algo tan bajo y ruin…

—Y mi segunda orden —prosiguió, sin hacer caso al berrinche de Rogran—. Es que vayas y golpees a esa tipa —señaló a donde estaba Karina, quien había cambiado de apariencia por completo.

—¡Arrai! —sonrió Rogran, volviéndose a la dirección que le señalaban—. ¡Todavía no olvido que gracias a ti tuve las mejores vacaciones de mi vida!

Hamel dejó de tocar y Arrai dejó de temblar.

—Esto va a ser divertido —comentó el violinista, mientras un demonio enloquecido saltaba a atacar a una diosa desprevenida.

—Como en los viejos tiempos, .¿no? —dijo Flint.

—¡Esos fueron días muy locos! —asintió Hamel—. ¡Con tanto sexo, drogas y rock n' roll era difícil decir qué pasaba!

¬.¬U No hubo nada de eso. Lo único que hubo fueron batallas muy musicales de parte tuya y de Raiel, una batalla parecida entre ellos dos y un ataque de histeria mío.

Pero esta conversación tan inocente hizo que la luz se hiciera en el cerebro de Max, Rei, Tyson y Daichi (por orden de estupidez creciente).

—"Como en los viejos tiempos" —murmuró Max, recordó los viejos tiempos en que apenas estaban aprendiendo a manejar sus yoblades, y logró dominar el yoblade de Mithril, al igual que los otros tres arriba mencionados.

Si pudiera volar hacia ti,
Y a la luz de tu universo mi esperanza descubrir
En ti, sólo en ti…

Si pudiera volar hacia ti,
Tocaría el horizonte, dejaría de existir
Por ti, hasta el fin…

—¡Olvidas que no puedes matarme! —soltó Arrai, bloqueando la guadaña otra vez.

—¡Una cosa es que no deba y otra es que no pueda! —replicó Rogran.

—Ah, lo olvidaba —masculló Flint—. El maldito sistema doublet. ¡Déjala ir, Rogran!

—… esta vez te salvas sólo porque la señora jugó sucio, Arraicita —espetó el demontre, con una mirada cargada de veneno, guardando la guadaña.

—Por cierto, Morgan —soltó Arrai de improviso—. No olvidaré tan fácilmente que lanzaste a este… perro de presa contra mí.

—¿Y qué harás? .¿Aumentarme la suspensión o retirarme de mi cargo de por vida?

—No —sonrió la diosa maquiavélicamente—. Reduciré tu suspensión a la mitad. Fue lindo volver a verte, Hamel; salúdame a tu padre —la mirada de Hamel se endureció como nadie la había visto nunca—; y ustedes dos… no tienen idea de lo insufrible que puedo volver su vida —amenazó y se fue.

—Bah… —resopló Jenny—. ÛoÚ ¡Pasemos a lo que sigue, pues! Rogran, .¿tú recuerdas a este niño? —preguntó, señalando a Shinji.

—Mmmh… no, pero se parece a mí cuando tenía su edad… —empezó el demontre, acercándose al niño para examinarlo con atención—… sólo que tiene las orejas ligeramente puntiagudas y los ojos del mismo color común y corriente que tú.

¬¬# Infeliz… como sea… ¿tú deduces algo de eso?

—Que es una broma muy pesada y elaborada de tu parte.

—Curioso, llegué a pensar lo mismo.

Al zopecín se le iba el alma más hacia el centro de la tierra con cada frase. Si así de sicópatas y bastardos sin emociones eran sus padres… tal vez habría estado mejor bajo la custodia conjunta de Karina, que resultó ser Arrai, y Hamel.

—Supongo que habrá que estudiar esto más a fondo —dictaminó Rogran, cargando a Shinji de hombros.

—¿Estoy teniendo alucinaciones raras, o eso significa "tiempo de calidad con la criatura"? —sonrió Flint.

—Pues no me extrañaría que estuvieras alucinando, pero...

Sin más ni más
Esta ansiedad
De regresar junto a ti…