Estos cortos fanfiction son una colección que he publicado individualmente en mi sideblog en Tumblr: vldfanenesp.

Voltron: Legendary Defender es propiedad de Dreamworks Animation. No poseo ningún derecho sobre los personajes.

El propósito de este FanFiction es el de entretener, con eso ya dicho, por favor no me demanden.


Voltron Legendary Defender Fanfiction

Hilos de Telar

Historia Extra: Base Minera BX-21L7

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BX-21L7. 11

Debido a las peculiares circunstancias en que se encontraba, lo único que pudo hacer Shiro por el cuerpo sin vida de Mondo fue colocarlo una posición digna, como si durmiera el más profundo de los sueños. Ni siquiera estaba seguro de cómo los vrochans despedían a sus muertos, pero con un último pensamiento y una promesa al aire, el paladín negro se alejo de aquel corredor donde los rastros de una batalla y la pérdida un nuevo amigo habían ocurrido.

A como sus pasos retumbaban por los desolados pasillos de los niveles inferiores, Shiro encendió su comunicador del brazo, mientras la preocupación por los miembros de su equipo aumentaba dentro de su pecho.

Lo último que había escuchado de ellos era terrible y desconsolador.

Tenía que contactarlos…. Tenía que saber que se encontraban bien.

En otra región de la desolada base, varios golpes se podían escuchar constantemente a lo largo de los fríos y olvidados corredores. Hasta que finalmente culminaron con el desprendimiento de la rejilla de una gran ventila del techo. El fuerte estruendo del metal solo fue superado por la de dos cuerpos cayeron desde los ductos de la ventilación.

–¡Arg! –se quejo Lance al chocar de golpe contra el frio piso de metal del corredor.

En cambio en paladín rojo aterrizó con mucha más gracia y con una agilidad envidiable en aquel oscuro corredor.

–Creo que aquí estaremos seguros… –dijo este mientras aguzaba la mirada en todas direcciones – al menos por el momento.

–Vaya, que bien –soltó Lance despectivamente desde el suelo –. ¿Te importa? –agregó en lo que trataba de propinarle una pata a Keith para alejarlo de su persona, pero lo único que consiguió fue que su pie chocara por impulso contra el suelo –. ¡Auch!

Keith lo contempló en silencio por unos segundos, mientras el otro paladín no sabía de qué quejarse más, si de su brazo herido o su tobillo recién golpeado.

–Lo que hiciste fue muy estúpido –le soltó finalmente el paladín rojo sin apiadarse del otro.

–Claro… recuérdame la próxima vez no defenderme cuando nos disparen –comentó Lance con descarado sarcasmo –. De seguro así menos saldré herido.

Keith dejo escapar un leve resoplido antes de agacharse para revisar la herida de su compañero. Efectivamente el disparo de las armas galras había alcanzado el hombro derecho de Lance; la armadura había resistido la mayor parte del impacto, pero algunas partes de la misma se había torcido por la fuerza, dejando expuesta la piel rasgada y sangrante del paladín azul.

La mayor parte del tiempo en que Keith atendió su herida, Lacen guardó silencio, vigilando atentamente los cuidados de su compañero a su brazo, sorprendido de que a pesar de su más reciente pelea, aún mostraba su preocupación por él. En cierta forma, una duda comenzó a crecer en su interior, probablemente el arrepentimiento de sus propias palabras, pero por desgracias, era muy pronto para que su orgullo cediera tan fácil ante la culpa.

Además, las curaciones de Keith no resultaban ser precisamente indoloras.

–Deja ya de quejarte –lo regañó este sin inmutarse. Su dura mirada estaba enfocada solamente en el brazo de Lance y rehuyendo sus ojos.

–Lo que haces duele…

–No me importa.

Lance estaba por replicar, cuando los comunicadores de ambos paladines se encendieron ante la entrada de un mensaje. La imagen holográfica del aparato pronto les mostró el rostro preocupado de su líder.

–¡Shiro!

–Keith, Lance. ¿Se encuentran bien?

–Vivos– dijo el paladín rojo –. Pero Lance resultó herido en lo que intentamos escapar.

–¡Y de alguna manera, es tu culpa! –bramó el otro con fuerza.

–¿Lance está herido? –pronto otra voz se unió a la llamada, cuando un segundo rostro se reveló en el holograma del comunicador.

–¡Pidge!

–¡Les di las correctas direcciones, y aún así saliste herido! –regañó la joven paladín a Lance indiscriminadamente –. ¿Qué hiciste para terminar así?

–¡¿Por qué piensan que fue mi culpa?! –objetó el joven moreno indignado. En lo que Keith solo giraba sus ojos.

–Quieren bajar la voz… –sorpresivamente, Coran se unió a la comunicación – nos encontramos escondidos en el hangar.

Casi inmediatamente, la imagen volvió a partirse de nuevo, agregando ahora los rostros de Hunk y Coran, muy apretujados el uno contra el otro.

–Logramos ocultarnos cuando comenzó la invasión –dijo el paladín amarillo entre susurros, en lo que su mirado nerviosa se volvía a sus lados –. Ahora el lugar está lleno de galras.

–Entendido –aceptó Shiro –, pero Hunk y Coran, tengan cuidado y no se arriesguen si no es necesario.

–No necesitas mencionarlo –soltó Hunk con un hilo de voz.

–Shiro ¿Dónde está Allura? –en cambio preguntó Coran, levemente exaltado –. ¿Está contigo?

–No. Nos separamos durante el ataque y no responde el comunicador.

–Ojala que se encuentre bien –comentó Pidge preocupada.

–Allura sabe defenderse muy bien por su cuenta –aseguró Lance con una sonrisa optimista –, estoy seguro que nos contactará si nos necesita.

–Tal vez cuando que se desbloquen todos los sistemas del CeCoA –dijo la joven paladín verde –, pueda localizar su posición donde quiera que se encuentre en la base.

–¿Cómo va eso, Pidge? –preguntó Shiro.

–Algo lento. Pero al menos tengo control de la puerta. Aunque escucho a los soldados del otro lado haciendo ruido, no tengo idea de lo que estén planeando.

–Aguanta ahí, Pidge –dijo el paladín negro –. El control del centro de mando será la clave para expulsar a los galra de la base. Por mientras en lo puedas ayudarnos desde tu posición será de gran ayuda. Te necesitaremos para guiarnos a través de la base.

–Haré lo que pueda –aceptó la chica ansiosa.

–Hey, pero que hay de los vrochan –comentó Keith –. ¿A caso Mondo no puede decirnos más de la base?

Un silencio se apodero de la comunicación en lo que la mirada del líder del equipo se ensombrecía tristemente al escuchar aquel nombre.

–Desgraciadamente, no –confesó Shiro secamente –. Mondo está muerto.

La sorpresa se apoderó de los rostros de sus compañeros y pronto, en sus labios se podía apreciar la necesidad de preguntar el cómo, pero al mismo tiempo ya conocían la respuesta y sabían que no obtendrían nada nuevo de ella.

–¿Qué haremos ahora? –finalmente preguntó Lance, acabando con el silencio que la muerte de Mondo había dejado en ellos.

–Por el momento resguardaremos nuestras posiciones –ordenó Shiro –, necesitamos ganar tiempo en lo que CeCoA queda en completo control de Pidge. No se arriesguen si no es necesario –insistió con fuerza –. Yo iré en busca de Vrindan, e informen de inmediato si alguno entra en contacto con Allura.

–Entendido –asintieron todo ante leve plan de su líder.

–Manténganse a salvo –les pidió Shiro más como suplica que como orden.

No tenía idea que eso, pronto ya no sería posible.

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Hola a todos de nuevo.

Esta aventura se va poner más tensa rápidamente, ya lo verán.

Gracias por leer y espero que disfrutaran el capitulo.

Y por cierto, pronto sabrán de mis nuevos proyectos.

Un abrazo.