Los personajes no son míos pertenecen a J.K.Rowling a la Warner y no sé si a alguien más... solo los tomo prestado no gano nada con esto y solo lo hago para divertirme.
CONTIENE SPOLIERS SEXTO LIBRO
El mes de octubre pasó como una exhalación para los tres chicos, seguían hablando a menudo de los horcruxes, de la profecía… Harry estaba muy preocupado con la localización del último de los trozos del alma del Lord. Sabía que su sacrificio sería en balde si no los localizaba todos y los destruía.
Habían pasado muchas noches sentados en la sala de los menesteres o en la propia sala común analizando todas las posibilidades. Harry tenía la terrible sensación de que se les escapaba algo, de que en algún momento Albus le había dado la clave para resolver todo esto, pero no lo veía. Había pasado muchas noches en blanco recordando la muerte de su mentor, recordaba cada palabra, cada frase dicha aquella noche, pero aún así no era capaz de entender lo que realmente estaba pasando.
Ahora era consciente de que necesitaba un pensadero, necesitaba repasar sus recuerdos, compartirlos con alguien. Por un momento la idea de conseguir el antiguo pensadero del director no le pareció tan absurda como cuando Hermione la propuso en un principio.
Harry había estado sacando pequeñas cantidades de dinero poco a poco de su cuenta. Nadie había preguntado nada, quizás la política del banco impedía molestar con banalidades a sus grandes clientes y Harry había descubierto que era eso un gran cliente. La suma de las herencias y los Potter y de los Black lo habían convertido en un partido nada menos que deseable. Había momentos en que le atacaban pequeños atisbos de grandeza y se preguntaba si algún día llegaría a ser tan rico como el mismísimo Draco Malfoy, o si realmente ya lo era.
Noviembre fue tan frío e inestable como el mes anterior. Quizás el tiempo se adecuaba a los propios tiempos que corrían y estos eras inseguros, inestables. Los chicos se juntaron aquella tarde en la sala común, no había nadie, la mayoría de los alumnos se encontraban en la biblioteca o pasando una tarde agradable en el gran comedor, jugando al snap explosivo, al ajedrez mágico o simplemente charlando alegremente frente a la cálida chimenea.
- Creo que tengo todo el dinero- dijo Harry.
- Pues entonces me pondré en contacto con mi vendedor y lo tendremos aquí en poco tiempo- dijo Hermione.
- Sólo tenemos un problema- dijo Ron,
Los otros dos chicos lo miraron como si realmente no supieran que estaba allí.
- ¿Qué haremos con él una vez que lo tengamos?- les preguntó Ron
- Eso es una buena pregunta- dijo Harry.
- Tendremos que destruirlo- dijo Hermione
- ¿Pero cómo?- preguntó Ron- Nosotros no tenemos ni idea de ese tipo de magia.
- Y todos sabemos lo que le pasó a Albus con el anillo- dijo Harry tristemente.- No podemos enfrentarnos a ello.
- Pero tampoco podemos pedir ayuda, pensadlo, si confiamos a alguien lo que sabemos puede llevarnos a tener problemas- razonó Hermione con ellos.
- Hablemos con Lupin, él es el profesor de Defensa, seguramente sabe lo que debemos de hacer- dijo Ron como si acabara de tener una gran idea.
- Si y lo más probable Sr. Weasly- dijo Hermione imitando a la perfección la voz de la profesora McGonagall- es que nos ayude, que esté encantado que Harry y sus amigos estén jugándose la vida.¿Tú crees que no avisaría a la directora y compañía.?
Ron agachó la cabeza sabiendo que la regañina que en cierto modo recibía de Hermione era merecida.
- Tranquilos chicos.- propuso Harry para apaciguar los ánimos- Podemos comprarlo ahora, supongo que si el vendedor lo ha tenido hasta ahora con él, nosotros tampoco tendremos problemas para conservarlo Quizás más adelante pensemos como debemos deshacernos de él.
Los otros dos chicos lo miraron asintiendo ligeramente.
- Lo que no entiendo- prosiguió Harry- es como acabó en manos de un vendedor, Voldemort no es tan irresponsable, sobre todo con un trozo de su alma.
- Para eso solo tengo teorías- le dijo Hermione- Pero piensa que Voldemort estuvo muchos años desaparecido, años en los que muchos, incluidos sus más fieles seguidores lo dieron por muerto. Pudo ocurrir que alguno de ellos asustado por si alguien descubría su relación con el Lord, se deshiciera rápidamente del objeto.
- Y alguien lo guarda todos estos años sin vender, un objeto perteneciente a uno de los fundadores de Hogwarts- dijo Ron extrañado.
- Puede que no supieran lo que tenían entre manos, a lo mejor vender el peine como tal, suponía preguntas que alguien a lo mejor no quería contestar.- le dijo Hermione.- También pudo venderlo otra persona. En la primera guerra fueron muchos los mortifagos leales al Lord que murieron, pudieron venderlo sus herederos, sin saber realmente lo que vendían.
- El caso es que ha llegado a nosotros- dijo Harry.
- Y que nadie nos asegura que en su interior haya un trozo del alma del que-no-debe-ser-nombrado- dijo Ron.
- Por favor Ronald, tienes que vencer ese miedo que te produce la sola mención de su nombre- le dijo Hermione bruscamente.
Ron meneó la cabeza negando visiblemente pero no dijo nada más.
- Creo que es hora de que volvamos a la sala común, mañana os informo- dijo Hermione.
Los tres se dirigieron a sus respectivos aposentos, ninguno dijo nada como tantas otras veces, y esta vez como si la unión entre ellos se estuviera haciendo más fuerte los tres se sumieron en un inestable sueño.
Hermione tardó dos días más en hablar del tema con sus compañeros. Tanto Harry como Ron la habían observado recibir correspondencia durante estos días pero ninguno dijo nada. Hermione los acorraló poco después de la última clase de la tarde. Con total normalidad los tres chicos se dirigieron a un aula en desuso, Hermione lanzó un hechizo de insonorización y se giró hacia los dos jóvenes.
- El sábado a la tarde quedamos de encontrarnos en el bar, cabeza de cerdo de Hogsmeade- les dijo escuetamente.
- ¿Y se puede saber como piensas llegar allí Herm?- le preguntó Ron.
- A través del túnel que lleva a la tienda de dulces- les respondió rápidamente- La entrada que está detrás de la bruja tuerta. Pero voy a necesitar tu capa de invisibilidad y…
- Y…- Harry la interrogó con la mirada.
- Es que… tenemos un problema- Hermione enrojeció violentamente- Yo, no puedo tomarme la poción multijugos, no con mi avanzado estado de gestación.
- Iré yo- dijo Harry inmediatamente.
-No, creo que eso no sería adecuado, si algo fuera mal…- Hermione miraba dulcemente al niño que vivió.
- Yo iré- dijo de pronto Ron- sin problemas.
- Ron, yo…- Hermione miraba al joven Weasly.
- Todo bien Herm.
- Necesitas aprender como actuar, recuerda que tu actitud debe ser parecida a la que yo tuve con él cuando lo visité en verano.- Hermione explicó a Ron.- Nos veremos en la biblioteca al acabar las clases.
Los tres se miraron de nuevo, sabiendo que las decisiones que estaban tomando los marcarían para el resto de sus vidas. Hermione deshizo el hechizo silenciador, y con el mismo secretismo con el que habían entrado en el aula, así salieron de la misma.
Ninguno de los tres volvió a hablar del tema, solo Ron y Hermione se juntaban habitualmente por las tardes para trazar el plan a seguir. Sus encuentros en la biblioteca y en la sala común levantaron las sospechas de sus compañeros, y el rumor de que los prefectos de gryffindor compartían algo más que una bonita amistad se hizo más intenso. Ninguno de ellos se molestó ni en afirmarlo ni en desmentirlo, aunque de algún modo si fueron conscientes de la forma extraña de comportarse de Ginny, Neville y Luna. Los tres, inseparables desde principio de curso, analizaban los movimientos del trío de oro, intentando averiguar que era lo que realmente se traían entre manos.
El sábado al mediodía los tres gryffindor estaban visiblemente nerviosos. Harry acudió como de costumbre a su sala común y sin mediar palabra se dispuso a hacer sus ensayos de aquel fin de semana. Hermione y Ron por su parte habían salido del comedor rumbo a la biblioteca y poco después habían cambiado su rumbo para dirigirse a la estatua de la bruja tuerta. El mapa del merodeador les indicó que no había nadie en los alrededores y con el mayor sigilo que pudieron se colaron por la chepa de la bruja.
Ron y Hermione descendieron por unas empinadas escaleras que finalizaban en un sucio y oscuro túnel. Ninguno de los dos dijo nada durante el trayecto que los llevó hasta Hogsmeade, estaban demasiado nerviosos. Ron se notaba tenso y a pesar de encontrarse en pleno mes de noviembre sudaba copiosamente. Poco antes del final del túnel, los dos se pararon. Se miraron fijamente y por un momento Ron se preguntó porque estaba haciendo esto, porque ayudaba a su amiga que para él se había dejado embaucar por el ex – profesor. Pero el verla allí, tan helada como él mismo, con su incipiente barriga y ese sentimiento tan hondo de soledad que se había alojado en sus ojos, no pudo menos que dar por bien empleados todos y cada uno de sus sacrificios.
Ron tomó la poción multijugos que Hermione le pasó. Sintió la misma sensación nauseabunda que en su segundo año en el colegio y del mismo modo que entonces el dolor se abrió paso a través de sus músculos y huesos para sufrir la transformación. Hermione se retiró a una distancia prudencial, sabía por propia experiencia que la transformaciones eran dolorosas y vergonzantes. Ron no tardó más de cinco minutos en aparecer junto a ella con su nuevo aspecto, el de un hombre maduro y serio. Hermione sonrío por lo bajo y le entregó a Ron una bolsa con la ropa que debía ponerse. Ron se retiró a una esquina de la cueva y comenzó a cambiarse.
- ¿No me encuentras más atractivo?- preguntó Ron con su nueva voz mientras se ponía la camisa.
- Realmente no mucho- le respondió Hermione meneando la cabeza ante lo extraño de la situación.
- Pensé que te gustaría más mi nuevo aspecto, por eso de que te van los hombres maduros.
Ron fue consciente en el mismo momento de lo equivocado de su comentario y observó como el rostro de Hermione se oscurecía levemente.
- Tienes una hora, no creo que tengas problemas- la voz de Hermione sonaba ahora fría y distante, sabía que sería difícil que entendieran su situación pero los continuos comentarios sarcásticos de sus amigos estaban acabando con ella- Ten cuidado porque se supone que ya has hablado varias veces con él y sobre todo no llames la atención. Si en 45 minutos no estás de vuelta voy a por ti, por si necesitas más poción.
Ron la vio allí, de pie, con el pelo encrespado que tanto amaba con sus ojos marrones todavía entristecidos por su comentario un momento antes y fue consciente de lo que Severus fue capaz de ver en esa mujer. La tomó fuertemente y la abrazó, no quería dejarla escapar más.
-Perdóname pero es algo que me supera-dijo apuradamente en su oído.
Hermione no pudo ni siquiera replicar, cuando fue consciente de lo que su amigo le había dicho este ya salía del túnel por las escaleras que le llevarían a Hogsmeade.
La joven se sentó en el túnel dispuesta a esperar la vuelta de su amigo, estaba nerviosa, cualquier fallo por pequeño que fuera podía acabar con sus planes. Su pequeño comenzó a dar pequeñas pataditas, y Hermione sonrió como tantas otras noches. Su bebé tenía la mala costumbre de dormir por el día y despertar por la noche, pero eso a su madre no le importaba. Sabía que debía tener fuerzas para sacarlo adelante, para explicarle quien era su padre y sobre todo para decirle la verdad.
- Él me ama- ese pensamiento cruzó de nuevo su cabeza.
Flash Back
Hermione se sentía perdida, no sabía que hacer, necesitaba hablar con alguien, contarle por lo que estaba pasando. Echó de nuevo un vistazo a la mesa de Gryffindor observando a sus compañeros, Ginny seguía enfrascada en una conversación con Dean Thomas mientras miraba disimuladamente a Harry, este a su vez miraba también a la pequeña de los Weasly. Ron, por su parte, engullía su desayuno, como era habitual en él con un hambre voraz, mientras intentaba parecer medianamente interesado a la conversación que Lavander intentaba mantener con él. Hermione sonrío internamente sabiendo que nadie la entendería por mucho que ella lo intentase. Su vista se posó ahora en la mesa del profesorado, donde el sitio normalmente ocupado por el profesor Snape estaba vacío.
Se levantó tras el desayuno, cogiendo todos sus libros y disculpándose de sus compañeros, diciéndoles que iba a pasar primero por la biblioteca. Su intención era llegar pronto a la clase de defensa y poder demorar así unos minutos en compañía de Severus. Empujó la puerta y se sorprendió al encontrarla cerrada. Severus solía llegar antes de la hora a sus clases, a lo demás como ella misma había comprobado ya no estaba en el gran comedor desayunando.
- ¿Srta. Granger?- la voz de la jefa de su casa la sacó de su ensimismamiento,
- Profesora McGonagall- dijo Hermione fingiendo una calma que no sentía- He llegado a clases y el profesor Snape no está.
- Se me ha adelantado, yo misma venía ahora a comunicarles que no tendrán clases con él hasta nuevo aviso.
Hermione reconstruyó los hechos, el silencio inusual en la mesa del profesorado, la falta de alegría en Albus y la dolorosa ausencia de Severus al lado derecho del director. Su tez se volvió totalmente blanca y ahogó un pequeño suspiro de horror.
- Srta. Granger ¿se encuentra bien?- le preguntó Minerva al observar el afectado rostro de su alumna.
- Es que hoy no estoy muy bien. ¿Cree que podría retirarme a la sala común hasta la siguiente clase?-preguntó Hermione inocentemente.
- Claro que si¿no quiere ir a la enfermería?- le volvió a preguntar la jefa de los leones visiblemente preocupada por su alumna.
- No, muchas gracias, solamente necesito descansar.
Hermione oyó entonces el ruido de sus compañeros acercándose para su clase. No quería dar explicaciones, sabía que todos se alegrarían de perder sus clases con el cretino profesor. Girándose bruscamente echó a correr hacia la sala común, sabía que a esta hora debía estar desierta, pues todos los alumnos se encontraban en clases. Subió rápidamente las escaleras que llevaban a su cuarto y se tiró sobre su cama, llorando amargamente. Sus lágrimas, sus primeras lágrimas por ese hombre aunque por desgracia no las últimas.
Fin Flash Back
Hermione sacudió fuertemente su cabeza intentando alejar los recuerdos de su mente. Su mano se elevó lentamente hacía sus rostro y limpió las lágrimas que habían empezado a brotar de nuevo. Miró su reloj, comprobando que Ron llevaba más de 45 minutos con ese hombre. Se puso en pie rápidamente y ocultando su rostro bajo su negra capa se dispuso a abandonar el túnel.
La visión de Hogsmeade la sobrecogió tanto como la impactó. Hermione estaba acostumbrada a un pueblo alegre, donde las risas de jóvenes y mayores se entremezclaban con el griterío de Madame Rosmerta echando de su taberna a los borrachos o la del joven heladero que recorría las calles con su carrito ofreciendo en él todos los sabores inimaginables. Hermione percibió como nunca el silencio estremecedor que recorría el pueblo. Apuró sus pasos hacia la Cabeza de cerdo. El lugar tan sucio como de costumbre se encontraba semivacío, Hermione buscó entre los clientes y observó sutilmente como en una de las mesas se encontraba Ron, y su vendedor. Hermione se deslizó entonces grácilmente hacia una esquina de la barra y se sentó en un taburete. Ron de frente a la puerta la había visto entrar y con un leve movimiento de la mano le había pedido que se mantuviera al margen por ahora. Hermione observó la escena con interés, percatándose como su vendedor contaba disimuladamente lo que parecía un fajo de billetes, mientras Ron esperaba pacientemente a que acabara. El hombre pareció quedar satisfecho pues tras esbozar una torva sonrisa metió su mano bajo su capa y extrajo un pequeño objeto. Hermione no podía estar segura desde su posición pero tenía la sensación que Ron tenía en estos momentos en su mano el peine de plata perteneciente a Rowena Rawenclaw.
Suspiró pesadamente cuando observó que los dos hombres se ponían de pie tras estrecharse brevemente las manos, y ella misma se puso en pie esperando todavía ligeramente escondida en las sombras por Ron. De repente notó una intensa mirada sobre ella, sabía que alguien la estaba observando. Su vista recorrió la taberna buscando a su causante, de pronto su respiración se paró y su mirada quedó enganchada a las profundidades de dos inmensos ónices que la miraban asombrados. No necesitaba ver más allá para saber de quien se trataba. Instintivamente su mano bajó hacia su vientre y como intuyendo la presencia de su padre en aquella sala el bebé pataleo furioso. Hermione estuvo a punto de doblarse por el dolor, pero Ron llegó en ese momento y tras mirarla brevemente la arrastró con él fuera de la taberna. La joven no miró ni una sola vez atrás, y apurando de manera considerable siguió los pasos de Ron cuyo cabello ya empezaba a enrojecer. Se colaron sigilosamente en la tienda de golosinas, y poco después Ron finalizaba su transformación en él mismo en el oscuro túnel que los llevaría a Hogwarts, el mismo túnel donde una desconsolada Hermione lloraba copiosamente.
Ron recogió sus cosas observando que nadie merodeaba por los alrededores, y tomando a Hermione del brazo la levantó suavemente. Hermione permitió que Ron pasara sus brazos alrededor de su cintura, y cansada de todo y todos recostó el peso de su cuerpo sobre su amigo. El joven Weasly no necesitó más invitación y con un leve movimiento besó a la prefecta en los labios. Hermione se dejó llevar por un momento creyendo que los labios que la besaban no eran los de su mejor amigo, creyendo que Severus seguía a su lado. Ambos se separaron sin decir nada y caminaron juntos hacia la entrada al castillo.
Una sombra tan negra como la noche que se extendía fuera observó la escena que se desarrollaba en el túnel. Sentado en la taberna cabeza de cerdo había prestado atención los extraños movimientos de dos hombres que parecían estar cerrando algún negocio. Notó como la puerta se abría, pero sus propios instintos le dijeron que no era nada peligroso. Su atención seguía centrada en aquellos hombres. El intercambio finalizó y el más joven de ambos, un hombre de unos 50 años, se dirigió hacia la puerta. Fue entonces cuando reparó en la última de las personas que había entrado en al taberna. Su corazón dio un vuelco en ese momento, conocería a esa mujer en cualquier lugar donde la viera. Su mirada se clavó en ella queriendo retener de ella cada centímetro de su rostro, de su cuerpo. Ella lo descubrió y clavó en él sus preciosos ojos color miel. Lo reconoció en el mismo momento que lo vio, dio un paso adelante hacia él y él se elevó de su asiento como impulsado por una misteriosa fuerza. Notó como se llevaba las manos al vientre, pero en ese momento el hombre se cruzó en su línea de visión y tomándola del brazo la sacó de la taberna.
Los celos se abrieron paso en la normalmente férrea voluntad del hombre, y notó como si estuvieran arrancando de él su propio corazón. No pensó en lo que estaba haciendo, solamente oculto en las sombras siguió a la mujer y al hombre. Demasiados confiados pensó cuando observó como huían sin preocuparse de comprobar la seguridad del callejón. Vio como se introducían en la tienda de chucherías y bajaban hacia el sótano. Si no los hubiera visto abrir la pequeña tapa en el suelo nunca pensó que allí se abría un camino hacia el castillo.
El túnel lo sorprendió, no sólo por su magnifica conservación sino también por los sucesos que tuvieron lugar en el mismo. Su Hermione lloraba desconsoladamente en el suelo, mientras Ron se transformaba en él mismo. Le sorprendió la astucia de los jóvenes y se preguntó si no serían ellos los que robaron ingredientes de su armario en 2º curso. Que habrían estado intentando conseguir para arriesgarse de ese modo. Quería ir allí cogerla dulcemente, acunarla entre sus brazos como tantas veces había hecho y decirle que todo iría bien. Pero sabía que no debía, sabía que no podía. Observó al pequeño de los Weasly levantarla tiernamente y abrazarla por la cintura tras sonreírle amorosamente, para después besarla casi reverencialmente. Severus Snape observó como su Hermione se alejaba a lo largo del túnel. Un atisbo de celos se volvió a abrir paso entre sus encontrados sentimientos, y por un momento se preguntó si ella no sería más feliz con Ron.
- Te amo tanto que te dejaría ir si así fueras más feliz- susurró a la noche.
Severus se giró en el túnel. Se puso de nuevo la capucha sobre su cabeza, y ocultándose de nuevo en las sombras emprendió el camino de regreso.
Reviews:
tercy-S-Scloe : la verdad es que Draco tampoco es de mis personajes favoritos, aunque es un personaje importante en el desarrollo de la saga. Sobre los flash back, sigo en ellos e intentaré conseguir que Severus aparezca de algún modo "real" en los capítulos venideros. Sobre el párrafo, Hermione se acuesta y empieza a soñar con aquella noche en las mazmorras, cuando se quedó dormida en la cama de Severus, pero de repente despierta y nota que es un sueño y que ella se encuentra sola en la habitación de la torre.
Amsp14: A ellos les cuesta aceptar la relación de Severus y Hermione y es comprensible, para ellos Snape es el bastardo grasiento y lo seguirá siendo durante mucho tiempo.
Replika: Estoy en ello, en conseguir el peine de Rowena y en intentar que Severus aparezca en carne y hueso. Me alegra que te siga gustando.
Lara Malfoy-Lynn: Gracias…. Los recuerdos es lo único que tiene ahora para poder sobrevivir.
Marilar: Gracias por los elogios, hago lo que puedo, o más o menos un fic como los que a mi me gustaría leer. Severus romántico… puede.
Malu Snape Rickman: El lemon, te confieso que yo leo muchos fics, esperando el lemon… lo habrá prometido…. Pero aún tendrás que leer un poquito más de historia para que aparezca. Por lo menos tenemos un Severus de carne y hueso en este capítulo.
Carly McKinnon: Gracias por el review me alegro mucho que te guste la historia, los personajes logrados, no lo sé, Rowling cree que Severus es malo, yo lo adoro, así que en algunos momentos Severus será como yo lo imagine más que como lo haga la autora.
Gracias por leerme.
