Disclaimer los personajes no son míos, no me pertenecen y no gano nada con esto, lo hago para divertirme.

SPOLIERS SEXTO LIBRO


Tanto Ron como Hermione y Harry se miraron fijamente preguntándose mentalmente que pretendían sus tres amigos esperándolos allí a aquellas horas. Miraron de nuevo a ambos lados del pasillo, buscando posibles espías que los delataran.

-¿Se pueden saber que hacéis aquí?- preguntó Hermione en un susurro.

-¿Qué creéis que hacemos?- le respondió Ginny enfrentándola- Preocuparnos de la vida que llevan nuestros amigos, saber en que andáis metidos.

- Esto es demasiado complicado para seguir- interrumpió Harry- Creo que lo más aconsejable es que os mantengáis al margen.

- Eso lo decidiremos nosotros ¿no crees?- le respondió visiblemente tenso el joven Longbottom-Contáis con nosotros para lo que queréis pero después desaparecéis y nos mantenéis fuera de todas y cada una de vuestras idas y venidas.

Hermione levantó entonces la mano, había tenido la impresión de oír algo en uno de los pasillos adyacentes. Sin mediar ninguna palabra con sus compañeros se situó delante de la pared que escondía la puerta de la sala de menesteres y tras pensar brevemente en lo que deseaba encontrar, una gran puerta de roble se apareció ante ellos. Abrió lentamente la puerta, y les indicó a los demás que pasaran.

- Creo que aquí estaremos a salvo de miradas y oídos indiscretos- comenzó la joven prefecta cerrando la puerta tras de sí.

Los seis quedaron sumidos en un tenso silencio. Hermione sonrió más para sí misma que para los demás. Los compañeros se miraban asustados y ninguno de ellos tenía el valor suficiente para empezar.

- Creo que nuestros amigos tienen razón chicos- comenzó Hermione mostrando de nuevo más aplomo que el resto de sus acompañantes en aquella sala- Es hora de que seamos sinceros con ellos. No sabemos a lo que tendremos que enfrentarnos y necesitamos todo el apoyo que nuestros amigos sean capaces de aportarnos.

Harry y Ron la miraron sopesando mentalmente las palabras de su compañera de casa y sabiendo que en ese pequeño discurso había implícito mucho más de lo que Hermione decía. La joven siempre tenía una cierta habilidad por ver más haya de lo que la mayoría lo hacían.

- Sigo pensando que es demasiado peligroso- añadió Harry mientras negaba efusivamente con la cabeza.- Ya es peligroso para nosotros no debemos incluir a nadie más en esto.

Harry seguía intentando razonar, aunque nadie tenía muy claro si era consigo mismo o con los demás. Por su mente pasaba su última conversación con la pequeña de los Weasly y su intento por mantenerla alejada de todo, un intento que ella había entendido y aceptado, o por lo menos eso creía Harry.

- Eso en todo caso es decisión nuestra- volvió a repetir Ginny rompiendo el silencio en el que los tres osados amigos se habían sumido.

- No veis que estamos jugando con personas muy poderosas, retamos a mortifagos- continuó Harry visiblemente nervioso- Y pensamos enfrentar al mismísimo Lord Voldemort. Creo que es más que evidente que vuestra presencia no sólo puede complicar nuestra situación sino que os pondría en un peligro innecesario, algo que nunca me perdonaría yo, ni Ron ni Hermione.

Nadie dijo nada durante un rato, sabían que Harry tenía razón. Pero tanto Neville, como Luna y Ginny habían estado meditando largamente su decisión. Sabían que las cosas no iban todo lo bien que se podía esperar y que muchas veces, la tensión y el nerviosismo eran patentes en el trío de oro.

- No pensamos irnos- intervino de repente Luna que hasta entonces había estado extrañamente silenciosa- Hemos tomado una decisión, y no la vamos a cambiar. Estaremos a vuestro lado de un modo u otro pero estaremos.

Los demás se miraron sabiendo que esta guerra estaba perdida, iban a contar con la ayuda de sus tres amigos lo quisieran o no. Los seis se sentaron cómodamente, en unos cojines que conjuraron mentalmente. Hermione observó como Ginny y Luna posaron su vista entonces sobre el abultado vientre de la prefecta. Sonrió alegremente y se dispuso a comenzar el resumen. Su historia comenzó en el verano, el descubrimiento por parte de Harry y Ron de su embarazo y las posteriores aventuras que tantos unos como otros corrieron en los meses estivales. Neville mostraba un ligero rostro de sorpresa, tartamudeando visiblemente al tratar de hacer las preguntas pertinentes sobre las hazañas de sus compañeros. Ginny y Luna, se mostraban visiblemente más interesadas por el embarazo de Hermione y sobre todo por la identidad del padre de la criatura. Hermione supo que de contárselo tendría a dos buenas amigas con las que contar, pero sabía que por ahora su embarazo debía ser algo que debía llevar sola. Harry tenía razón cuando le dijo que cuanta menos gente lo supiera más seguro era para todos.

La historia fue a parar entonces a los horcruxes, Harry hizo un rápido resumen de lo que Albus le había contado el año anterior, la posibilidad de que Voldemort hubiera partido su alma en siete trozos, y que los repartiera en diversos objetos importantes para él de uno u otro modo. Le habló del diario que poseyó a Ginny en segundo, del anillo de Slytherin y del peine que recientemente habían recuperado. Explicó la presencia de un trozo de alma en el cuerpo del propio Señor Oscuro, el desconocimiento de un horcurx y finalmente sus dos mayores problemas, el método de obtener la tazas de Helga Huffleppaf de sus actuales dueños y descubrir si el trozo de alma oculta en el medallón que descubrieron la noche en que Albus murió ya había sido previamente destruido.

- Déjanos verlo- pidió Luna emocionada ante la posibilidad de observar de primera mano un objeto tan poderoso como el que Harry les había descrito.

Harry metió su mano bajo la capa, y sacó un pequeño medallón de debajo de la misma. Lo miró fijamente y se lo pasó a sus amigos. Neville lo observó fijamente, sin poder apreciar en ninguna de sus líneas el poder que la historia de Potterle había conferido. Luna se lo quitó de las manos y disfrutó contemplando en sus manos el maravilloso labrado del medallón, sus dos eses perfectamente entrelazadas y el abrumante broche final que lo adornaba. Ginny lo observó por un momento, arrugando su rostro. Sus manos se desplazaron entonces hacia él y lo tomó en sus manos.

- ¡Por Merlín!- exclamó visiblemente excitada- Son iguales.

Hermione, Harry y Ron se miraron entre sorprendidos y asombrados.

- ¿A qué es igual?- preguntó visiblemente interesada la prefecta de los Gryffindor.

- Al medallón que se encuentra en la antigua casa de tu padrino Harry- explicó Ginny- ¿No lo recordáis? Estuvimos intentando abrirlo pero no fuimos capaces.

Los otros se miraron entre ellos como intentando analizar en que momento ese recuerdo se les había pasado por alto.

- No estoy seguro- dijo Harry.

- Si- comenzó Ginny- El día que mamá nos mandó hacer limpieza, lo encontramos e intentamos abrirlo, recuerdo que Hermione creía que era un guardapelo y que sería muy romántico averiguar quien había conservado allí un trozo de su amor. ¿Lo recuerdas Mione?

- Regulus Black- susurró Hermione.

­ ­-¿Qué dices?- le preguntó Ginny extrañada.

- Las iniciales son las del hermano pequeño de Sirius.

- Pero él era un mortifago- añadió Ron sin saber muy bien si se estaba enterando correctamente de toda la historia.

- Pero debió haber un momento en que algo cambió, traicionó al Lord- continuó Hermione intentando reconstruir los sucesos que supuso que habían tenido lugar- Quizás esa sea la causa de su muerte.

- Sirius dijo que lo habían asesinado sus propios compañeros- le confirmó Harry.

- Pero eso no nos explica si realmente el alma del que no debe ser nombrado sigue allí o ya ha sido destruida- les dijo Ron.

- Realmente si lo sabemos- explicó Harry- El hecho de que intentáramos abrirlo y saliéramos ilesos es una prueba de ello. Si el alma siguiera allí nos habría destruido. Como le ocurrió con el anillo a Al…- dijo sin poder acabar la frase.

- Tres destruidos, el propio Voldemort, el peine que escondéis y la tazas que aún no sabemos como recuperar- resumió Luna intentando distraer la conversación de la alusión al antiguo director- Bueno el trabajo parece complicado pero no imposible.

- No lo es, realmente Albus nos va a ayudar- la interrumpió Hermione- Pasearemos por tus recuerdos Harry e intentaremos volver a encontrar en ellos todo lo que Albus nos explicó a su manera. Pero hoy creo que es tarde debemos volver.

Los seis se movieron sigilosamente desde la sala de menesteres, los cinco gryffindors se desplazaron hacia su sala común mientras Luna los abandonaba un poco antes rumbo a la suya. Hermione y Ginny se despidieron de los chicos y se dirigieron a su dormitorio. Ginny quería saber algo más del embarazo de su amiga pero sabía que si esta hasta ahora no le había contado nada era porque no podía o no debía. Se despidieron como todas las noches y se ocultaron tras las cortinas que adornaban sus camas.

Hermione se sintió de pronto fría y sola, fue consciente de su último encuentro con Severus y el odio que ahora este debía de albergar hacia ella. Notó como las lágrimas comenzaban a rodad por su rostro y sin hacer si quiera ruido comenzó a llorar en silencio. Se agarró a su vientre y lo acarició lentamente intentando transmitirle a su hijo todo el cariño que manaba de ella. De algún modo tenía el deber de transmitir a su hijo no sólo su amor, sino también el de un padre que le había sido negado. Las lágrimas la asaltaron de nuevo y mientras enfriaban lentamente sus mejillas supo que sólo le quedaban sus recuerdos, sólo los maravillosos momentos que habían pasado juntos.

Flash Back

Toda su relación se estaba desarrollando como algo normal, era como si al estar juntos ninguno de los dos tuviera realmente conciencia de lo difícil de su situación. Se amaban y para ellos era suficiente. Disfrutaban del tiempo que tenían juntos y aunque tanto uno como otro creían que el director estaba al corriente de la relación, ninguno de ellos fue llamado expresamente por él para llamarles la atención. Severus seguía preguntándose continuamente si debía disfrutar de algo que él creía vetado, de alguien se superaba con creces todo lo que había soñado en algún momento. Además, cada día su encuentro con el señor Oscuro se hacían más dolorosas conscientes de lo que perdería si moría en el intento.

Aquella tarde Hermione llegó como de costumbre al despacho de su profesor, sus libros en la mano dispuestos a una rápida excusa si alguien la encontraba allí. Sabía que sus compañeros estaban en Hogsmeade, ella se había quedado en el colegio alegando unos ensayos sin terminar. Tanto Ron como Harry habían rumiado algo por lo bajo sobre el encierro de su amiga como ratón de biblioteca pero ambos estaban demasiado ocupados en sus cosas para ser conscientes de los cambios que se estaban sucediendo en su amiga.

Hermione abrió lentamente la puerta, y se sorprendió de no encontrar al profesor. Sabía que había sido llamando dos días antes por el mismísimo Voldemort y hace unas horas había observado como el director le susurraba a la jefa de los leones que el profesor de pociones ya se encontraba de vuelta en la escuela. Pensó que se encontraría como de costumbre corrigiendo ensayos mientras alababa los trabajos de las serpientes y condenaba irremediablemente los de los leones.

Salió del aula preocupada, y supo que si no lo veía no se sentiría tranquila. Avanzó hacia las habitaciones privadas del profesor preguntándose como se tomaría el mismo esa invasión de su intimidad. Petó ligeramente en la puerta y se sorprendió de encontrarla abierta, avanzó lentamente y observó la figura del hombre que la miraba fijamente desde el medio de la habitación. La joven se mostraba insegura para variar, ese hombre no sólo tenía la habilidad de trastocarla emocionalmente, sino que siempre la sorprendía con una actitud totalmente imprevisible. Hermione suponía que Severus mantenía ciertas dudas morales sobre la viabilidad de la relación, lo que le hacía mantener un carácter totalmente huraño e inaccesible, hasta que la joven con una paciencia incomible derretía lentamente el hielo que cubría su corazón y provocaba que el frío órgano del estoico profesor latiera nuevamente.

Hermione se acercó lentamente al profesor mientras este susurraba un hechizo que mantendría la puerta perfectamente cerrada. Severus se acercó hasta la prefecta de Gryffindor que como siempre se mostraba extrañamente retraída. La tomó por la cintura esbozando una débil sonrisa y deslizó los labios por el cuello de su amada. Hermione ahogó un pequeño grito de satisfacción y se agarró fuertemente al cuello de Severus teniendo miedo de perder el equilibrio. Notó como los músculos del profesor estaban visiblemente tensos y se preguntó que tipo de torturas había tenido que soportar para poder sobrevivir esta vez. Tenía tanto miedo que el Lord descubriera su engaño.

Severus la miró dulcemente y no pudo evitar una mueca de dolor al intentar abrazarla de nuevo.

- Estás herido- le dijo Hermione.

- No es nada- le respondió Severus restándole importancia

- Te ayudaré.

El profesor no dijo nada simplemente asintió con la cabeza, estaba demasiado cansado para luchar esa noche. Dejó que la joven lo llevara hasta su cuarto y una vez allí la obedeció sin rechistar cuando esta le indicó que debía tomar una ducha. Severus salió poco después del baño con un único boxer. Hermione contuvo el aliento al verlo así y sus ojos se posaron más tiempo del debido recorriendo admirada la anatomía de ese hombre. Severus sonrió ante la osadía de la joven y empezó a moverse hacia ella que despertó como ensimismada de su aletargamiento. Hermione lo miró sonriendo con un bote de crema en sus manos.

Snape se dirigió entonces a la cama y dejó que la joven comenzara a masajearlo y a curar las pequeñas heridas que tenía en la espalda. Últimamente Voldemort tenía la costumbre de perder los nervios fácilmente y ensañarse con quien estuviera los suficientemente cerca. Notó el nerviosismo de la joven al rozar su espalda con su cálida mano y él mismo ahogó un suspiro de satisfacción al notar las caricias de la prefecta de Gryffindor. Hermione intentó no subirse sobre la cama, por algún motivo la sola presencia de Severus en la misma la turbaba sobremanera, aún así notaba como su acceso al lado derecho de la espalda del profesor estaba limitado por su posición.

- Creo que deberías subirte a la cama- susurró Snape sonriendo por lo bajo.

- No creo que sea necesario profesor- le respondió Hermione visiblemente sonrojada y volviendo sin querer al trato formal que compartían en las clases.

Severus se giró entonces sobre sí mismo y miró fijamente a la joven. La tomó tiernamente de las muñecas y tiró de ella hacia él. Hermione se dejó llevar notando que Severus estaba comenzando con ella una guerra que la joven ya tenía perdida.

Hermione se puso de rodillas sobre las piernas de Snape, observando desde la distancia la espalda dañada de su profesor. Pensó que era normal lo que estaba haciendo y que intentar curar sus heridas no era nada por lo que avergonzarse. Volvió a untar sus manos de la crema relajante que el propio Severus le había proporcionado y reanudó la ardua tarea de calmar los músculos doloridos del mortifago. Disfrutó del contacto de su mano con la espalda de Snape y sus masajes se fueron volviendo más lentos, más sensuales. Severus por su parte notó como cierta parte de su anatomía empezaba a responder afirmativamente a los cuidados de su enfermera. Hermione advirtió como el jefe de las serpientes se giraba debajo suya y cuando quiso se consciente de lo que sucedía, observó que lo que ahora tenía delante era el torso desnudo del profesor, mientras este la miraba fijamente a los ojos tras sus dos ónices negras.

Severus giró lentamente a Hermione y la tumbó en la cama justo al lado suyo. Sabía que lo que iba a hacer no estaba bien pero también sabía que sólo una negativa rotunda por parte de la joven lo frenaría en sus aspiraciones. Sin dejar ni un minuto de mirarla, la besó tiernamente en los labios disfrutando del contacto de la tímida lengua de la joven con la suya. Sonrió perversamente al obtener quejidos de satisfacción de la prefecta y continuó su ataque a la anatomía de la misma.

Su boca recorrió el cuello de Hermione repasando con su lengua cada trozo de piel expuesto bajo el pelo de la joven. Su ataque continuó entonces hacia abajo, deslizando lentamente la lengua fue desabrochando los botones de su blanca camisa escolar, maravillándose de la perfección de la prefecta. Severus posó su vista en el coqueto sujetador que aguantaba la presión de los dos bien formados pechos, sonrió para sí pensando en que nunca imaginaría que la seria alumna de Gryffindor fuera capaz de esconder bajo su sobrio uniforme escolar una ropa tan sugerente. Le quitó el sujetador, y dispuesto a que la joven no tuviera tiempo de pensar en lo que realmente estaba haciendo o mejor dicho en con quien realmente lo estaba haciendo comenzó a besar y mordisquear tiernamente sus pezones. La joven se curvó bajo el cuerpo del profesor y sin quererlo intentó rozar su entrepierna con el muslo de Severus. Este rió por lo bajo y pensó que debía seguir con la tortura.

Sus manos continuaron acariciando los pechos de Hermione mientras su boca seguía deslizándose más abajo en el cuerpo de la joven. Severus llegó a la corta falda escolar y sin demorarse mucho en la misma, se la sacó a la joven.

Se irguió un momento sobre sí mismo observando lentamente el cuerpo de Hermione, semidesnuda sobre su cama.

- Eres preciosa- le susurró volviendo a cubrirla con su cuerpo.

La joven se sonrojó violentamente, e intentó responder a las atenciones que Severus le estaba mostrando. Sus manos vagaron entonces por el cuerpo endurecido del mortifago obteniendo gemidos y jadeos que la ayudaron a seguir. Esto era algo que no se aprendía en los libros. Severus la dejó jugar un poco con su cuerpo, maravillándose de la inocencia y el pudor que la joven era capaz de transmitir. Cuando llegó al límite de su resistencia, volvió a girar a la joven y se colocó de nuevo sobre ella. Continuó el descenso que había finalizado solamente unos minutos antes y llegó al centro de placer de la joven. Fue quitando lentamente la braguita, intentando no ponerla aún más nerviosa, mientras prodigaba continuos besos a lo largo de todos sus muslos. Hermione notó como la calida lengua del profesor rozaba su clítoris y contuvo un grito de satisfacción, agarró fuertemente la sábana entre sus manos y se preguntó si no estaría tocando el cielo con sus manos. Ella misma empezó a moverse contra Severus intentando obtener un mayor contacto. El experimentado profesor fue consciente de la excitación de su alumna y supo que si seguía esta acabaría precipitadamente. Se irguió lentamente mientras con una breves palabras hacia desaparecer su boxer mostrando un prominente miembro. Hermione lo miró con un leve rastro de miedo en sus ojos, miedo que Severus percibió al instante.

- Si quieres puedo parar ahora- le dijo entre susurros.

La joven negó con la cabeza y Severus agradeció mentalmente el no tener que hacer valer toda su preparación de mortifago. El adulto la miró fijamente y sin permitir que ella bajara la vista la penetró. Notó la tensión en el cuerpo de la joven cuando rompió su virginidad y calmó el dolor de la misma con dulces palabras de consuelo y besos apasionados.

Lo que ocurrió a continuación no está claro para la joven, recuerda haberse perdido en una vorágine de sensaciones, tocando el cielo por momentos y pensando que nunca podría haber nada tan maravilloso. Fue consciente de que ella misma empujaba su cuerpo contra el de Severus y como después una ola de placer la invadió de arriba abajo mientras de sus labios escapaba el nombre de su amado. Severus se vino poco después y tras lanzar un hechizo limpiador sobre ambos la abrazó tiernamente.

- Te amo- le dijo Hermione mientras se quedaba dormida acunada por el calor del otro cuerpo.

Severus se tensó ante las palabras, pero una pequeña llama de satisfacción creció en su interior.

- Yo también- susurró sin saber que en ese momento Hermione ya no le oía.

Fin Flash Back

Hermione despertó bruscamente y reconoció las cortinas de su dormitorio en Hogwarts. Buscó en su cama el calor que sabría que no encontraría y abrazándose a sí misma se dispuso a conciliar el sueño de nuevo.



Reviews:

Malu Snape Rickman: Lo de Luna, Neville y Ginny supongo que ya lo habrás entendido a lo largo de este capítulo. Y no me odies, soy 100 HG/SS pero darle un poco de morbillo a esto tiene su aquel… saludos.

Lara Malfoy-LynnNo soy cruel aunque confieso que quizás se me esté pegando algo de nuestro querido profesor de pociones… jeje.

Amsp14: Ron y Luna una pareja interesante, pero creo que por ahora no es mi prioridad. La verdad es que tods me habéis dicho que soy mala y cruel, pero…. Por ahora aún no he matado a nadie, como Rowling, jeje. Espero que te siga gustando.

Arashi 04: Hermione no supo como reaccionar, para ella fue una sorpresa no solo encontrar allí a Severus sino también que el reaccionara como lo hizo. Y Severus siempre fue Severus, frío y sarcástico…

Replika: A mi también me da pena Snape, pero el debería aprender a escuchar a los demás y no a atacar antes de ser atacado…

Marilar: bueno pues ahí va el lemon. Severus de papá, es difícil de imaginar, pero celoso aún más….

Sauce Black: Me alegro que te guste, a mi también me pasa, lo de leer un fic e influenciarme, es más cuando escribo varios tiendo a ir hacia ideas comunes cuando estas me gustan… saludos.

Gracias por vuestros reviews.