Los personajes no son míos no me pertenecen ni nada por el estilo, y no gano nada con esto sólo lo hago para divertirme.

CONTIENE SPOLIERS SEXTO LIBRO


Nada cambió para los jóvenes tras el paso de la Navidad. Hermione visiblemente más molesta por el avanzado estado de gestación, seguía su vida normal intentando hacer creer a sus compañeros que para ella todo estaba bien. Sus días se centraban, en preparar las clases que sabría que perdería tras el parto, en darle sentido a la lucha que ella y sus amigos seguían manteniendo no sólo contra el mundo, sino también contra ellos mismos, y sobre todo en intentar resolver la forma de eliminar el alma de Lord oculta en los horcruxes.

Hermione sabía que ella era la parte más racional de los seis, era la que debía mantener la calma, la que debía otorgar de un modo u otro una sensación de normalidad muy distinta a la que realmente existía.

Además, Hermione no volvió a saber nada más de Severus, tras su encuentro en el jardín la joven había vuelto allí varias veces, esperando encontrar la presencia de su profesor. Pero ni la noche, ni el día, le trajeron lo que ella esperaba. Su último contacto había sido el día que le había enviado el pequeño regalo de Navidad, una pequeña serpiente de peluche que descansaba ahora en la futura cuna del bebé, esperando que su futuro poseedor encontrara en él el consuelo de un padre que no está.

Los jóvenes volvieron a reunirse aquella tarde en la sala de menesteres. Todos estaban más serios que de costumbre y ni el alegre Ron era capaz ya de seguir con sus bromas tan habituales. Las excursiones por los recuerdos de Harry no habían dado sus frutos, y el pensadero era ahora utilizado por el joven que vivió para dormir sin sueños, o por lo menos sin la última noche de la vida del ex - director. Ninguno tenía ganas de empezar a hablar de nuevo, y los seis se quedaron un largo rato en silencio disfrutando solamente del saberse acompañado por muy duro que fuese el camino para ellos.

- Esto nos va demasiado grande- comenzó Ron visiblemente molesto por el silencio que se había impuesto entre ellos.

- Pues entonces nosotros debemos hacernos grandes con él-fue la clara respuesta de la prefecta de Gryffindor.

Los demás se giraron entonces para mirar a los dos amigos.

- Estás loca- le dijo Ron- No podemos vencer a…

- No es que no podamos, es que debemos- siguió Hermione bruscamente- Ahora está claro que mientras temas pronunciar su nombre nunca serás quien de enfrentarte a él.

La tensión se hizo presente entonces entre los amigos. Ninguno osaba decir ni refutar ninguna de las palabras de la joven, pero tenían miedo.

- Ya estoy acabando con el hechizo necesario para destruir el alma del Lord- empezó Hermione sin ni siquiera mirar a sus amigos- Dentro de una o dos semanas, tendré el conjuro preparado.

- ¿Es peligroso?- preguntó Neville temblando ligeramente.

- No lo sé, nunca hemos hecho nada parecido- le explicó Hermione

- Tampoco habíamos hecho la poción multijugos en segundo y salió bien- se quiso convencer Harry.

- Esto es distinto.- le respondió muy seria la prefecta sin querer que sus amigos se hicieran ilusiones.

- Nosotros estamos dispuestos- susurró Neville

Los otros lo miraron sorprendidos y sin saber muy bien a que se refería. Luna movió la cabeza a uno y otro lado.

- Lo hemos hablado y Neville y yo nos encargaremos de destruir el alma de los objetos que encontréis- empezó a explicar – o por lo menos de las tazas y el peine. Sé que no somos los estudiantes modelos pero… haremos lo que nos digáis.

- No sabemos cuales son las implicaciones de los hechos. Todos recordamos la mano de Albus el año pasado, no podemos arriesgarnos a que os pase algo- empezó Hermione- No podemos.

- Escuchad, no queremos vivir en un mundo con… con … ya sabéis- tartamudeó Neville.- Vosotros debéis estar allí con Harry y nosotros podemos ser prescindibles.

- No lo sois- interrumpió Ginny el discurso del hijo de los Longbottom.

-Si lo somos, o por lo menos lo somos en ese sentido. Lo hemos pensado y creemos que somos las personas adecuadas. Intentaremos acabar con los dos Horcruxes- sentenció muy serio Neville mientras acariciaba tiernamente la mano de Luna.

Hermione sonrió entre lágrimas y sabiendo que la decisión de ambos era inamovible les sonrió.

-Pero aún nos queda el modo de recuperar las tazas.- sentenció Ron.

Un plop sonó entonces a sus espaldas y Dobby apareció sorprendentemente tras ellos.

- Harry Potter, Harry Potter- repitió varias veces- Ha sobrado pastel de calabaza y como sé que a usted y a su amigo el pelirrojo…

- Ron me llamo Ron.

- le gusta- siguió Dobby sin dar muestras de haber oído al pequeño de los Weasly- Pensé en traerles un trozo. Llevo más de una hora buscándolo señor.

- Gracias Dobby- sonrió Harry que veía el rostro risueño de Ron ante la sola mención del pastel de calabaza- Pero creo que te lo has olvidado.

- No señor, es Kreacher quien lo trae, pero ese elfo…. Pensar que odia al señor Potter.

Dobby no pudo continuar porque en ese momento el antiguo elfo de los Black hizo acto de presencia en la sala de menesteres cargado de varios trozos de pastel de calabaza. Su cara tan repulsiva como siempre y en su rostro el odia tan intenso que sentía por el niño que vivió.

Hermione fijó entonces su vista en ambos elfos, perdida totalmente en sus pensamientos. Tanto Harry como Ron la miraron fijamente y se preguntaron si de nuevo la joven prefecta no estaría ideando otra idea absurda sobre la defensa de los derechos de los elfos.

Dobby también se sintió estudiado, pero no dijo nada. Volvió a inclinarse ante Harry y tras mirar furtivamente a sus compañero de trabajo desapareció. Kreacher lo acompañó sin poder evitar rezongar algo por lo bajo.

Hermione seguía pensativa. Ron pasó un trozo de pastel delante de ella.

- Herm¿Quieres un trozo?- le preguntó esperando que no lo quisiera realmente.

- Esa es la solución- exclamó de pronto sin mirar si quiera a prefecto.

- ¿La solución es comerte un trozo de pastel de calabaza?- dijo Ron estupefacto.

- No, la solución es Kreacher.- concluyó sonriendo.

Hermione seguía mirando fijamente el lugar donde solo unos minutos antes estaban situados los elfos domésticos y una ligera sonrisa comenzó a manifestarse en su rostro. Ahora eran los cinco amigos los que la miraban asustados, preguntándose si la joven gryffindor no se estaba volviendo loca.

- Kreacher es la solución- repitió lentamente.

- Será el problema- intentó corregirla el niño que vivió.

- No, es la solución. Kreacher es tuyo y por mucho que te odie o que se desprecie a si mismo por hacerlo no puede evitar tener que servirte- explicó Hermione.

- Y pretendes… ¿qué nos traiga tarta de calabaza todas las noches?- preguntó Ron mientras tragaba el último trozo de tarta tras mirar alternativamente a sus compañeros.

Hermione suspiró profundamente ante la conclusión del pelirrojo.

- Lo vamos a utilizar para recuperar la taza- sonrió mirando a sus compañeros.

- Creo que me he perdido- añadió Neville.

- No eres el único- confesó Ginny recostándose más cómodamente sobre uno de los cojines.

Hermione miró a todos y cada uno de sus compañeros preguntándose como podían no ser conscientes de la posibilidad que se estaba abriendo ante ellos. Ron seguía engullendo el último trozo de pastel, mientras Harry observaba interesado a su amiga, la conocía lo suficiente como para saber que si Hermione pensaba que era una buena idea, realmente tenía que serlo.

- Podemos conseguir que Kreacher nos traiga la taza de casa de los Lestrange-soltó de golpe la joven prefecta.

- Si, le decimos que nos la traiga, y ala el bueno de Kreacher nos obedece y nos la trae- ironizó Ron.

- Pues en términos generales si- respondió Hermione sonriéndole al pelirrojo.

Ron miró a Harry como para corroborar que no se había vuelto loco pero que Hermione si había perdido ligeramente la cabeza. Pero Ron se encontró con la mirada clara de Harry, como si realmente el joven de la cicatriz entendiera el hilo de pensamiento que tenía su amiga.

- Pero puede ser peligroso- respondió Harry.

- No, realmente solo necesitamos el tiempo necesario para que Kracher sea obligado por ti a cumplir con un papel determinado- le resumió Hermione brevemente.

- ¿Un papel?- preguntó Ginny empezando a comprender las ideas de su compañera de casa.

-Si, Kreacher se convertirá en un elfo despedido, un elfo que solicitará trabajo en casa de Beatrix y Rodolphus- siguió explicando Hermione- Y que luchará hasta conseguirlo, una vez dentro solo debe encontrar el momento de robar la taza.

- ¿Y si nos traiciona?- preguntó de repente Luna que había estado visiblemente callada- ¿Y si les cuenta a los Lestrange lo que sabemos?

- No lo hará- fue Harry el que contestó antes que la propia Hermione- Por eso Hermione habla de un entrenamiento, debo preparar a Kreacher para cumplir esta misión. Él me pertenece y por lo tanto cumplirá mis órdenes aunque odie hacerlo, aunque después se castigue por hacerlo.

- La idea es una locura- los frenó Ron en sus explicaciones.

- Una locura si, pero la única que tenemos- le respondió Hermione visiblemente molesta.

Los seis amigos se sumieron en un completo silencio, sopesando la información que Hermione les había dado. Todos sabían que los momentos que estaban viviendo no eran fáciles, pero aún así, aún a pesar de creer que estaban preparados para todo, había momentos en que sentían que las situaciones que les habían tocado vivir les superaban.

Ron se levantó visiblemente preocupado, y tras susurrar una leve disculpa salió acompañado de su hermana. Neville y Luna también se disculparon y abandonaron la sala de menesteres.

- Les cuesta creernos- le dijo Harry a Hermione cuando los demás ya habían abandonado la sala.

- No, no les cuesta creernos- le reconoció Hermione- Les cuesta asimilar las decisiones que tenemos que tomar. Pero tampoco tenemos muchas opciones.

Harry asintió tristemente y acarició el rostro de su amiga.

- ¿Qué te pasa Harry?- le preguntó Hermione sin permitirle a su amigo retirar la mano.

- Nada- respondió Harry con la mirada perdida.

- Puedes engañarlos a ellos Harry, pero a mi no- sonrió la prefecta.

Harry miró a su amiga devolviéndole la sonrisa. Pocas cosas se le escapaban a la joven leona. Aún ahora preocupada por su embarazo y visiblemente cansada por las muchas horas dedicadas al estudio de las artes oscuras era capaz de preocuparse por su amigo. Harry se levantó y tras pasear por la sala se paró de nuevo y se sentó delante de Hermione.

- Mis recuerdos no nos han ayudado- le dijo mirándola tristemente- Los recorrimos los tres, Ginny, tú y yo, después los analizamos los seis juntos y aún así no hemos sido capaces de averiguar en ellos nada que nos ayude.

- No te rindas- lo interrumpió Hermione- Los recuerdos eran solo una posibilidad, no podíamos permitir que se nos escapara algo.

- Pero… he estado pensando- dijo Harry visiblemente nerviosos- Hay un recuerdo más, uno que no hemos visto.

Hermione lo miró interrogante.

- La noche en que murieron mis padres- soltó Harry.

La joven no respondió solamente miró a su amigo intentando comprender la cantidad de sentimientos que ahora lo atravesaban.

- Harry, tú… eso es muy duro- le dijo.

- Lo sé, pero creo que hay algo que nos puede ser de ayuda- razonó visiblemente nervioso- Ahora, después de haber vivido una y otra vez mis recuerdos, creo que es el momento de de enfrentarme a ello. Mi mente aisló esa noche y me la devuelve en sueños, pero siempre hay algo que se me escapa.

- Puede ser muy difícil para ti, puede dañarte emocionalmente- intentó razonar Hermione.

- Hermione, sé a lo que me enfrento. En estos momentos no estoy preparado, pero lo estaré. Puede que allí encontremos respuestas a muchas de nuestras preguntas.- sonrió Harry visiblemente nervioso- Pero querría que tú me acompañaras. Sólo tú.

Hermione no dijo nada más asintió débilmente y abrazó a su amigo. Los dos abandonaron juntos la sala de menesteres, y se dirigieron a su torre en completo silencio.

Harry no volvió a mencionar su conversación que había mantenido con la prefecta de su casa, aunque no por ello dejó de pensar en ello. Hermione era consciente de los problemas que embargaban al niño que vivió, y aunque en muchos momentos, querría correr a su lado, abrazarlo, y decirle que todo iba a salir bien, pero no podía hacerlo, no podía prometerle algo que sabía que no podía cumplir. Además, Harry debía lidiar con sus propios fantasmas, debía encontrar su propio camino interior para vencer los obstáculos que se presentaran en su camino. Harry se sentía muchas veces observado y siempre encontraba a su amiga pendiente de él, con una leve sonrisa en su rostro y una clara determinación en sus ojos. Sabía que pasara lo que pasara la joven leona siempre estaría ahí para él.

Ron por su parte, volvía a aparecer el de siempre, aunque para nadie escapaba el hecho de que se había vuelto un joven mucho más serio y responsable. Había aprendido a aceptar los errores de los demás, y a perdonarlos sabiendo que tampoco él era un hombre perfecto. Había aceptado el hecho de haber perdido a Hermione, y tras el enfado inicial había entendido que ella todavía lo necesitaba, no como pareja pero si como amigo, y a veces se preguntaba que posición sería más importante hoy por hoy en la vida de la joven. Además se había convertido en el apoyo perfecto de su hermana, una joven que luchaba por mantenerse alejada de Harry, tal y como este le pidió por mucho que le costara hacerlo.

Luna y Neville, por su parte, seguían afianzando día a día su extraña relación, una relación que hacía sonreír a sus amigos, una relación que se mantenía fuertemente viva debido al impulso que Luna ponía en la misma. Luna luchaba, no sólo para que Neville, siguiera viendo en ella la persona adecuada para compartir la mayor parte de su tiempo, sino también para que el pequeño de los Longbottom fuera capaz de tomar las decisiones por si mismo, para que supiera sacar todo el valor que tenía escondido en su interior.

Ahora los seis amigos pasaban más tiempo juntos que de costumbre, no sólo por las noches cuando se juntaban en la sala de menesteres sino también a lo largo del día, cuando se buscaban unos a otros para poder disfrutar de algo de tiempo en común. Tenían mucho que hacer y todos ayudaban a Harry en la elaboración de la película, como a ellos les gustaba llamarlo, aunque no eran más que las instrucciones cuidadosas y elaboradas que había que proporcionar a Kreacher para que cumpliera a la perfección su papel en casa de los Lestrange.

Hermione por su parte seguía sumergida en el estudio de las artes oscuras, puliendo poco a poco los hechizos necesarios para poder llegar a destruir el alma de Lord. Además quería asegurarse que todo marchaba bien que pasara lo que pasara Luna y Neville sobrevivirían a todo esto.

Su embarazo, también avanzaba a un ritmo elevado, y ahora tendía a sentirse mucho más cansada que de costumbre. Cada día le costaba más seguir con su vida normal y rutinaria, a su estado se añadía también su creciente sensación de tristeza y ansiedad causadas ambas principalmente por su sentimiento de soledad. Había momentos en que creía que todo estaba en su contra, y que hiciera lo que hiciera no podría conseguir mejorar su vida. Se veía a si misma completamente sola intentando criar a un hijo al que no sabría como explicarle quien era su padre, o veía a su hijo solo intentando salir adelante, intentando crecer sin el estigma de haber sido el hijo de uno de los más famosos mortifagos. En estos momentos las lágrimas solían acudir raudas a inundar su rostro de llanto, pero se acariciaba fuertemente la barriga e intentaba por todos los medidos posibles hacerse fuerte. Su hijo tendría una oportunidad solo si ella se la daba, después la vida decidiría pero en principio su hijo tendría una oportunidad.


Reviews:

Lara Malfoy-Lynn: Lo de exquisito me ha llegado al alma. Me alegro que te guste la historia. Hermione es fuerte porque debe serlo, ya no solo por ella sino también por el hijo que está esperando. Además después de leer el libro yo creo que dentro del grupo ella es la que tiene un mayor poder de razonamiento y es capaz de actuar fríamente, sabiendo en casi todas las situaciones cuales son las consecuencias de sus actos, de ahí su silencio con Snape.

Daynes: Me alegro que te siga gustando. Por mucho que te duelan las decisiones que puede haber tomado tu pareja es muy difícil que alguien puede dejar de amar a otro en un momento. Severus puede ser un mortifago, pudo haber sido cruel pero se supone que amó a Hermione y eso le cuesta olvidarlo.

Malu Snape Rickman: Primero el peque nace pronto, mas o menos en bueno ya lo leeras. Todo el mundo concuerda en que el hecho de que Severus no sepa nada es bueno para él, yo también lo creo. Pero eso no implica que tanto el mortifago como Hermione lo pasen fatal.

Ayla: Severus aparecerá más prometido aunque quizás no tanto como todo el mundo desea … yo también quiero un peluche de esos aunque mejor preferiría al autor del regalo para mi solita.

Replika: Los hombres son así, no es que Snape sea más tonto que el resto es que a veces son así. De todos modos hay que tener en cuenta que la situación de nuestro querido profesor no es la mejor para poder tomar decisiones. Se me ocurrió poner a Minerva más humana, es que a veces en los libros esa mujer me da escalofríos.

Amsp14: Sobre Snape, lee más o menos los reviews anteriores, él es así. Yo creo que Hermione va a sufrir o mejor dicho está sufriendo pero Snape también tiene lo suyo. Y Hermione no va a ser rechazada por sus amigos, a pesar de sus gustos… jeje.

Carly McKinnonNo pueden estar juntos porque Snape se las ha ingeniado para complicarse la vida, hombres… Sufren, todos sufren en este fic… Hermione, Severus, Harry, Ron…. Se acerca el final.

M.J.Minako: Me alegro que te guste el fic… y espero que me sigas leyendo. Saludos

JomelieMe alegro de que te esté gustando el fic… lo de mantener las personalidades no tengo muy claro que de vez en cuando no introduzca en los personajes algo de mi propia cosecha. Espero que me sigas leyendo.

MeilinSnape: Pues supongo que te habrás dado un atracón si leiste los nueve capítulos seguidos. Snape piensa que el hijo es de Ron, digamos que un hombre que nunca ha sido amado por alguien cree que Hermione ya se olvidó de él y rehizo su vida a su modo, pero eso no impide que él deje de amarla.

Rasaaabe: Piensa que como se tome Snape lo del niño dependerá de si sobrevive o no a la lucha final… puede que ahora que cree que no tiene nada que perder arriesgue más de la cuenta.

Gracias por vuestros reviews. Y saludos a tods.