Disclaimer los personajes no son míos, no me pertenecen no gano nada con ello.

SPOLIERS SEXTO LIBRO



Hermione se reunió aquella noche con sus amigos en la sala de menesteres, hacia sólo dos semanas que había dado a luz pero sabía que no tenía tiempo como para posponer todo por lo que habían luchado a lo largo de estos meses. Al principio la pequeña fue la alegría de la reunión, pero Hermione se alegró cuando observó que se dormía acunada por el calor de sus brazos y la depositó en una cómoda cuna que se materializó en la sala ante un único pensamiento de la prefecta.

- Es hora de continuar- empezó mientras arropaba a su hija- No debemos perder más tiempo.

- Ya hemos empezado.- le dijo Harry- Kreacher se despidió del castillo hace dos días. Y Dobby nos ha confirmado que ha entrado a trabajar con los Lestrange.

- Parece ser que Beatrix le agradeció su vuelta, siempre lo consideró leal a su causa- siguió Ginny que también había estado presente el día que Dobby explicó todo eso a Harry.

- Si, le ayudó a entregar a su primo, a su propio amo.- la voz de Harry mostraba una ira perfectamente controlada- El caso es que si hemos hecho el trabajo bien…

- Confiamos en que Kreacher cumpla con su cometido en breve.- concluyó Ron.

- Entonces ahora no nos queda más que esperar- explicó la prefecta- Tengo los hechizos preparados, cuando tengamos los dos objetos, decidiremos el día- esto último lo añadió mirando a Luna y Neville que asintieron levemente.

- Nos queda algo más – los interrumpió Neville- No quiero ser pesimista pero por las charlas que hemos mantenido deduzco que si no tenemos todos los horcruxes es como si no tuviéramos nada.

Todos se miraron tristemente, sabían que las palabras de Neville eran ciertas, por mucho que destruyeran todos los horcruxes que conocían si no eran capaces de dar también con el último su lucha sería en vano. Harry miró entonces a Hermione fijamente y la joven recordó entonces su conversación pendiente sobre la noche en que Harry fue marcado para siempre por Voldemort.

- Seguimos en ello, aunque nuestros viajes por las memorias de Harry no han dado el fruto esperado, no perdemos la esperanza de encontrar una pista en algún lado- explicó Hermione.- Pero debéis confiar en nosotros.

Harry sonrió a sus amigos, Hermione les había intentado dar una explicación sin decirles realmente nada. Había intentado salirse por la tangente, evitando la posibilidad de que alguien más quisiera acompañarlos en el viaje a través de la noche más trágica de su vida. Sabía que Harry quería que sólo fuera ella su única acompañante, no lo entendía pero lo aceptaba.

Los demás asintieron y todos juntos se levantaron para dirigirse a sus respectivas salas comunes. Hermione no los acompañó sino que se dirigió al cuarto de su hija y acostó a esta en su cuna. Harry la esperaba a la salida.

- Estaré preparado- fue lo único que le dijo.

- Avísame y yo también lo estaré.

Harry le sonrió tristemente y besándola en la frente se dirigió hacia su habitación.

Harry no volvió a mencionar sus intenciones a la joven prefecta hasta una semana más tarde cuando en el descanso de una clase doble de pociones le preguntó si esa noche estaría preparada para acompañarlo. Hermione le dijo que no tendría problema sólo que necesitaban confiar en alguien más, porque Elieen tenía que quedar con alguien y sabía que a aquellas horas a ningún profesor le colaría una disculpa de estudio.

Aquella noche Harry llegó al dormitorio de la pequeña con el pensadero bajo su capa y los dos Weasly menores tras él.

- Se lo he contado- le dijo a Hermione- Creo que ellos podrán cuidar de Elieen por unas horas.

Hermione sonrió, supo aquella misma tarde cuando le dijo que debían confiar en alguien más que Harry elegiría a Ron pero ante la posible falta de habilidad del pelirrojo para cuidar de la pequeña, Hermione supuso que Harry se haría acompañar también de Ginny. Hermione miró a Harry.

- ¿Estás seguro?- le preguntó.

- Totalmente- le respondió el niño que vivió.

Hermione dejó a su hija en brazos de Ginny que la miraba con unos celos mal disimulados por ser ella la elegida y no la pelirroja. Ron por su parte miraba asustado como el niño que vivió vertía algunos de sus recuerdos en el pensadero, por muchas veces que viera hacer a su amigo eso, siempre le parecía algo tremendamente desagradable.

- Si viniera alguien les decís que tuve que ir a la biblioteca- les dijo Hermione- Y sobre todo, esconded el pensadero.

Harry y ella se tomaron de la mano y tras mirarse una vez más se sumergieron en la noche en que todo empezó.

La joven se encontró de repente en una cálida habitación donde una joven pelirroja acunaba entre sus brazos tiernamente a su hijo que tan rebelde como era ahora se negaba a caer en los brazos de Morfeo. Un hombre con unas gafas redondas observaba la escena desde la puerta sonriendo ante los intentos de su esposa por conseguir que el pequeño les permitiese aunque solo fuera unas horas de paz.

Harry parado en medio de la habitación lo observaba todo fijamente, sus ojos acuosos, y sus puños tan cerrados sobre sí mismos que la joven prefecta pensó que se clavaría las uñas en las palmas si seguía así. Hermione se acercó a él lentamente.

- Si es muy duro, podemos regresar- le dijo.

Harry no le respondió directamente, solamente negó con la cabeza y se retiró a un lateral donde acompañado de su mejor amiga se dispuso a presenciar, de manera consciente el asesinato de sus padres. Los dos se sentaron a esperar, sabían que aquella era la fatídica noche.

Hermione observó como su compañero se mostraba visiblemente tenso, y por un momento entendió porque no quería compartir esto con nadie más sabía que todo era demasiado duro para él. Su mano se deslizó entre las de su amigo y este disfrutó del contacto, miró a Hermione fijamente y se maravilló de lo mucho que quería a su amiga. Durante un segundo volvió a él su reacción cuando se enteró de quien era el padre de su hijo, su rechazo, y las duras palabras que le dirigió. Mentalmente se alegró de haberlo superado, y supo que algún día tendría que ser más leal con su amiga y pedirle perdón. Su relación se había afianzado tras ello y Harry se preguntaba ahora como podría haber sobrevivido sin ella, entrevió la maravillosa mujer de la que se había enamorado su ex –profesor y se lamentó de que Ron no hubiera sido capaz de percibir la verdadera Hermione que latía bajo su fachada de ratón de biblioteca.

La joven se sintió observada y miró fijamente a su amigo. Harry le sonrió y sin mediar palabra la abrazó. Hermione se dejó abrazar, ella también estaba falta de cariño en estos momentos y aunque Harry creyera que no, Hermione podía llegar a entrever por lo que estaba pasando el niño que vivió.

Un ruido en la parte baja de la casa los sobresaltó y se separaron, Lily posó al joven Potter en la cuna y sacó su varita, James se colocó junto a la puerta. Harry pudo observar el miedo plasmado en el rostro de sus padres y supo que sabía a que se enfrentaban. Los pasos retumbaban en la escalera y los jóvenes observaron la capa del Lord moviéndose acompasadamente cerca de la puerta.

James fue el primero en caer tras la hilaridad de Voldemort que no ocultó su placer por la muerte. Harry había empezado a llorar, pero a pesar de ello no despegaba su vista ni un minuto de las crueles escenas que se desarrollaban delante de ellos. Hermione seguía acariciando por inercia la mano de Harry aunque ella misma sentía una fuerte opresión en el pecho que no la dejaba respirar.

Lily se colocó entonces delante de la cuna del bebé, protegiendo con su cuerpo a su hijo.

- No te quiero matar Evans- siseó el Lord- aunque seas una sangre sucia te perdonaré la vida. Sólo quiero a tu hijo.

- No- fue la única palabra que escapó de los labios de Lily.

- No seas tan insensata como tu querido marido. Sólo quiero a Harry- repitió mientras levantaba su varita.

Lily temblaba visiblemente pero eso no le impidió continuar firmemente colocada frente a la cuna. Voldemort se lamentó por lo bajo como si Lily estuviera haciendo algo realmente molesto para él.

- Apártate.

Pero Lily seguía impertérrita.

- No quiero matarte.

Lily negaba con la cabeza buscando en los gorgojeos nerviosos de su hijo tras ella el valor necesario para vencer el miedo que la estaba desbordando.

- Evans, sólo quiero a tu hijo- le repitió ya visiblemente enojado Voldemort.- Maldita.

Voldemort levantó la varita y una luz verde salió de la misma, Lily cayó al suelo tiesa. El Lord pasó por encima de su cadáver como si no fuera más que un animal. Harry se levantó entonces de donde estaba sentado y se lanzó contra el Lord con una ira y un dolor visibles. Hermione intentó calmarlo, era importante ver porque Harry había sobrevivido cuando nadie más lo había hecho.

El Señor Oscuro se acercaba lentamente a la cuna, sonriendo vilmente. Harry miró una vez más a Hermione y fijó su vista en su otro yo. El niño sonreía ajeno al drama que se desarrollaba a su alrededor y extendía una de sus manitas hacia el Lord deseando que este lo izase y lo liberase de la cárcel que para él era su cuna.

Voldemort levantó su varita, y apuntó al niño que vivió.

-Puede que algún día debas decidir mi destino- rió.

Una luz salió de la varita e impactó contra el Harry bebé que dolorido se llevó la mano a la frente mientras comenzaba a llorar. La zona donde estaba el Lord se vio envuelta en un ligero humo, y un hedor acre se extendió por el ambiente. Harry no necesitaba ver nada más. Tiró ligeramente de la joven.

-Ni una palabra de esto- le susurró mientras ambos volvían al pensadero.

Tanto Ron como Ginny los miraron visiblemente preocupados, Hermione y Harry no mostraban un muy buen aspecto. Hermione negó ligeramente con la cabeza intentando evitar con ello que los Weasly hicieran alguna pregunta al niño que vivió. Harry esbozó una falsa sonrisa y con una disculpa salió por la puerta.

- Todo a su tiempo- les dijo Hermione al saberse observada por ellos- Ahora no es el momento.

Ron y Ginny no dijeron nada más, y abandonaron la habitación poco después del niño que vivió. Hermione comprobó que su pequeña dormía plácidamente en su cuna y sin poder evitarlo rompió a llorar.

La prefecta buscó a Harry varias veces en los días posteriores, pero el joven siempre la despedía con una sonrisa franca. Sabía que la joven tenía razón y que llegaría el momento en que tendría que enfrentar todos estos sucesos, pero en estos momentos no se encontraba con fuerzas. A veces tenía la impresión de que Hermione sabía algo más de lo que decía, o que creía saber algo. Harry alabó su paciencia y como si de un fantasma fuera continuó caminando sin rumbo fijo a lo largo de los enormes pasillos del castillo.

Ron y Ginny por su parte estaban visiblemente preocupados por Harry, no sabían que podía haber ocurrido aquella noche en los recuerdos de Harry pero intuían por el estado catatónico al que había convertido a su amigo que algo desagradable se derivaba de todo esto. Además, Luna y Neville desconocedores de la dura noche del niño que vivió les preguntaban continuamente si algo había ido mal, si las cosas se habían torcido, algo a lo que los dos hermanos Weasly no sabían contestar.

Por su parte Hermione se mostraba hermética, y silenciosa, no podía explicarles a sus amigos lo que había visto en aquella noche. Debía ser Harry el que los enfrentara, no sólo a ellos, sino también a sus recuerdos. Miró una vez más a Ginny que la observaba silenciosa y por una vez deseó poder quitarle el sufrimiento que se le avecinaba. Suspiró quedamente e intentó volver a concentrarse en sus ensayos de pociones.

Flash Back

- Él no es como crees- empezó Hermione- Lo has juzgado injustamente desde el principio y te has equivocado de pleno.

Severus la miró fijamente. Ambos habían pasado una agradable tarde de sábado juntos aprovechando que los demás estaban en Hogsmeade, habían estado charlando y tomando unas tazas de chocolate caliente. Ahora habían empezado a hablar de Potter y Hermione estaba echando en cara a Severus su actitud a lo largo de estos años.

- Él no es como su padre, ni como su padrino. Es Harry. Sirius cometió el mismo error que tú y creyó ver en él a James- le explicó la joven- Aún recuerdo su cara de desilusión cuando entendió que Harry era él mismo, no el recuerdo de su viejo amigo de colegio.

- Los Potter y yo no nos llevamos bien- se defendió Snape.

- Eres tan infantil como él, permitiendo que algo que sucedió en tu juventud y que nada tiene que ver con Harry te esté carcomiendo por dentro.

- Él no me soporta- continuó Severus.

- Le has dado motivos para hacerlo, a él y a la mayoría de los alumnos de Hogwarts- atacó Hermione visiblemente molesta

La joven se levantó visiblemente molesta ante la falta de razonamiento del profesor, no quería discutir con él así que lo mejor era irse. Severus la tomó del brazo poco antes de que llegara a la puerta.

- Es mi mejor disfraz- empezó mirando seriamente a su "niña"- El Señor Oscuro no había muerto y volvería. Sabía que debería regresar a él algún día, sabía que debía ser de nuevo Severus Snape el cruel y vil mortifago, la mano derecha del peor mago de todos los tiempos. No podía llegar junto a él y decirle que había sido profesor en Hogwarts, que mis alumnos me adoraban y que durante años me gané el respeto del joven Potter.

Hermione asintió intuyendo en las palabras de Snape mucho más de lo que este decía.

- Adoré a hijos de mortifagos porque era lo que tenía que hacer, y preparé meticulosamente mi coartada- siguió – Era mejor dejar de sentir si algún día tenía que volver a ser el hombre que había sido, cerré mi corazón en una coraza y arrojé mi conciencia lejos de mi. No podía permitir que el dolor de ser tan despreciable me venciera. No sé porque tú venciste mis barreras pero agradezco tu presencia en mi vida. Aunque no lamento ninguna de las decisiones que tomé en estos últimos 16 años, puede que las de antes sí pero no las de ahora.

Hermione lo abrazó tiernamente intentando comprender lo dura que había sido la vida de Severus durante estos años. Quería que ese hombre tuviera una oportunidad, quería que ellos mismos pudieran tener una oportunidad. Ambos acabaron de nuevo sentados en el sofá disfrutando de la mutua compañía, de sentirse acompañados. Severus respiró profundamente percibiendo el aroma del pelo de Hermione, una aroma que lo tranquilizaba.

- Harry tendrá que lidiar con problemas mayores que los que yo pueda darle- le dijo a la joven- Su destino es muy negro, tan negro como ha sido su pasado.

La tomó por los hombros y la miró fijamente.

- No sé porque, pero Albus está distinto, sabe algo de Harry que los demás no sabemos, no sé lo que es pero creo que vuestro amigo os necesita. Pasé lo que pasé deberéis estar con él.

Hermione no respondió pero se sorprendió de la seriedad usada por Severus, era la primera vez que se mostraba preocupado por Harry y la joven estaba visiblemente asustada.

Fin Flash Back

Seguía sentada en la biblioteca, dándole vueltas a la pluma entres sus manos, incapaz de concentrarse en el ensayo que tenía delante. Quizás porque sabía cual era el secreto que guardaba el anciano director, quizás porque ahora sabía que todo podía tener un final inesperado.


Reviews:

Replika: Me alegro de que te siga gustando. Yo tb tuve problemas con fanfiction la semana pasada, no me llegaban los reviews de la gente y esta semana también tuve problemas para subir el nuevo capítulo. Yo no tengo predilección por niños o niñas, es sólo que en esta situación me pegaba más una pequeñaza. De todos modos debe ser curiosa la imagen de Severus perdiendo la cabeza por su pequeña.

Jomelie: Lo del nombre de la peque lo eligió la joven para que se pareciera al nombre de la madre de Snape. Sobre el jardín a mi también me gustó la idea de que Severus pudiera llegar a pensar en jugársela por sacar a la joven de la situación que se encontraba. Y sobre Ron, no lo puse de padrino porque sus sentimientos con Hermione no son muy claros y así no se lían más.

MeilinSnape: Me alegro que te haya gustado la idea de que fuera niña, era algo que pensé durante mucho rato, si niño o niña. Creí que sería interesante que se pareciera a Severus, a ver si así el bueno del hombre se entera de algo.

M.J.Minako: Y yo espero que tú me sigas leyendo… saludos.

Marla: Minerva es muy parecida a Albus aunque con un carácter distinto así que sabe más de lo que cuenta, es así. Sobre el nombre supongo que a nadie se le ocurrió pensar porque se llamaba así la pequeña, piensa que están en medio de una guerra y tienen demasiados problemas como para analizar cada cosa.

amsp14: La escena de Harry y Severus fue la que más me costó escribir principalmente porque no sabía si hacer que Hermione ayudara a Severus o fuera el propio Harry el que lo dejara ir. En todo caso, yo creo que de algún modo a lo largo del próximo libro Harry se ira dando de cuenta de que Severus esconde demasiadas cosas… La niña, es Snape, Snape…

Malu Snape Rickman: Severus cree que la hija es de Ron, recuerda que los vio besarse en el tunel. Además el tiene una baja estima de si mismo, lo cual no ayuda, porque cree que Hermione lo uso y ahora prefiere al joven Weasly. HOMBRES!

Carly McKinnon: Severus no leyó la mente de Harry en su último encuentro, llevaba a Hermione en sus brazos y estaba demasiado preocupado por ello como para preocuparse por Harry. Además es Snape es tierno y encantador, cuando quiere, pero eso no impide que su situación lo convierta en una persona fría y calculadora. Cuestión de supervivencia.

Rasaaabe: No te preocupes, la semana pasada el fanfiction también me dio a mí problemas. Sobre Severus lee los reviews anteriores.

Gracias por leerme y saludos a tods.