CAPITULO IV
AL FIN CONTIGO
Eran cerca de las siete de la mañana cuando despertó, Darien ya no estaba a su lado y oyó el ruido de la ducha al caer, suspiro, estaba intranquila desde la noche del baile, él estaba mas diferente de lo normal y eso no solo le preocupaba sino que se desesperaba al no poder llegar hasta él, lo amaba tanto, pensó que con el tiempo tal vez él podría llegar a quererla, pero como iban las cosas, parecía que se había equivocado grandemente, se levanto de la cama, se puso la bata y salio hacia la cocina para preparar el desayuno.
Cuando Darien termino de arreglarse entro en la habitación, Rey se había levantado ya, por un momento la sensación de alegría que lo embargaba desde ayer y que impidió que durmiera la noche anterior, la dulce sensación de saber que dentro de un par de horas podría verla y estar con ella, al fin encontrarla completamente y mirarla fijamente a los ojos tan imaginados, tantas veces soñados, desapareció; ahí estaba a punto de encontrarse con la mujer de sus sueños, pero con el peso de dañar a su esposa, se sentó sobre la cama y apoyo la cabeza entre sus manos, Dios, no quería herirla, ella había sido su amiga desde la universidad, estuvo con él durante las crisis de insomnio que casi le cuestan la vida hacia algo mas de un año, había soportado su alcoholismo por mucho tiempo, siempre paciente, atenta, y hacerle esto ahora, era difícil, pero como obligar a su corazón a que dejara de latir de la manera que lo hacia desde que la vio aquella noche en ese salón, tan bella como siempre la soñó, era inútil dejar que otra vez se le escapara de las manos, la había encontrado, y no estaba dispuesto a separarse de ella, Rey tal vez comprendería con el tiempo, esperaba que comprendiera y algún día tal vez llegara a perdonarlo, no podía hacer nada mas que esperar, salio de la habitación.
- Hola ¿Cómo amaneciste?- la voz de ella sonó tan normal como siempre
- Bien, anoche dormí un poco pero en la madrugada el sueño se me fue
Rey trató de parecer calmada mientras le servia el desayuno…
- ¿Regresaron las pesadillas?
Ella sabia de los desordenes de sueño de su esposo, incluso sabia que soñaba con alguien, que esas pesadillas lo atormentaban desde pequeño, pero todo lo acepto con tal de tenerlo a su lado, de que le permitiera amarlo y tal vez con su ayuda olvidar ese pasado, pero si habían vuelto, no era buena señal, su corazón se lo decía aunque ella no quisiera escucharlo…
- Si, llevo dos noches así, pero creo que se me pasara pronto
- Si, eso espero ¿vas a salir?
Darien apenas probó el desayuno y se levanto, era difícil, pero tenía que hacerlo…
- Si, tengo una cita importante a las nueve…
- Pensé que te dejarían en paz en tus vacaciones pero la editorial no puede vivir sin ti…
- Rey, yo…
- No te preocupes- dijo ella- entiendo ¿vienes a comer?
- Creo que no, pero…
No lo dejaba hablar, instintivamente prefería que el callara
- Perfecto, saldré a hacer algunas compras mas tarde y pasare todo el día fuera de casa, estaba pensando si aprovechando nuestras vacaciones tal vez podríamos visitar a mi abuelo en el pueblo de mis padres, hace tanto que no voy- ocultaba su rostro a la mirada de él- pero lo discutiremos cuando vuelvas ¿esta bien?
Darien no sabia que decir, no entendía su actitud pero su corazón parecía que si, tomo su chaqueta y acercándose le dio un beso en la mejilla.
- Nos vemos en la tarde- alcanzó a decir antes de salir del departamento
- Adiós, amor- murmuro ella
Dejo los platos que intentaba lavar, tomo el teléfono y marco un número de la única persona que podía ayudarla en esta situación
- Aló- la voz femenina sonó al otro lado de la línea
- ¿Setsuna?
- Hola Rey, como estas
Tomo aire antes de contestar
- ¿La encontró no es así?
Al otro lado de la ciudad la expresión de Setsuna se intensificó
- Rey…
- ¡Contéstame por favor!- dijo con voz quebrada mientras empezaba a llorar- ¿la encontró verdad?
Por más cariño que le tuviera a su cuñada no podía mentirle
- Si, Darien encontró a la mujer que aparece en sus sueños…
La frase, pronunciada por su cuñada la derrumbo, se dejo caer en el sofá sosteniendo apenas el teléfono, estaba como en shock y lo único que alcanzaba ser en esos momentos era llorar…
- ¿Rey?- preguntó Setsuna pensando si su sinceridad no le habría causado más daño que mentirle
- ¿Fue en el baile verdad? No se porque insistí tanto en que fuéramos
El llanto no la dejo seguir hablando, Setsuna comprendió
- Sabes, voy para allá
- Estaba preparada para esto, sabes, siempre lo supe en el fondo de mi corazón, siempre supe que nunca llegaría a ser mío, pero preferí engañarme un poco, un tiempo, tener esa dulce ilusión por un momento…
- Rey mi hermano nunca pensó herirte
- Lo sé, y sabes que lo aprecio porque lo amo, siempre lo amé
- Llego en un momento…
- Te espero, me ayudaras a hacer lo correcto
Colgó el teléfono, la confirmación de sus presentimientos la había herido en lo profundo de su alma, esta desecha pero había tomado una decisión por demás difícil, una decisión por amor…
Katsumy empujo con suavidad la puerta, pensando que la señora estaría dormida, pero ya no estaba en la cama y la vio salir del baño, estaba mas pálida de lo normal, dejo el desayuno en una mesa y la ayudo a sentarse en la pequeña sala que estaba frente al ventanal
- Señora, ¿se encuentra bien?
Serena trató de sonreír, se sentía débil y un poco ojerosa
- Ahora si, me levanté algo mareada
- Será el medicamento el que la pone así…
- No, no es eso, tú sabes que esto pasaría tarde o temprano, era cuestión de tiempo, todo es cuestión de tiempo.
- Señora por favor no hable así, ya vera que pronto…
- No Katsumy es mejor que ya no traté de seguir engañándome a mi misma, es parte de la terapia, les diste el día a los empleados?
- Si señora, las muchachas salieron temprano y Sentí se acaba de ir
- Ayúdame a vestirme y maquillarme un poco, no quiero que me vean con estas ojeras
- A que horas viene su visita
- A las nueve, no ha de tardar mucho, pásame la ropa que esta sobre la cama
Katsumy le pasó un hermoso vestido blanco de suave seda, largo y sin mangas, la tela era preciosa y pensó que quien viniera debía ser muy importante para que su patrona usara un vestido tan delicado como aquel, ayudo a ponérselo, era suelto y tan fresco, le puso una transparente chalina sobre los hombros y la maquilló suavemente para disimular su palidez
- Ha quedado bellísima señora
- Gracias Katsumy, en cuanto a mi visita debo decirte que es alguien muy especial para mí, se trata de un hombre que he esperado mucho tiempo
- Señora no tiene por que explicarme nada, sabe que yo siempre seré incondicional para usted, le debo demasiado, si es por el señor, yo le aseguro que…
- No Katsumy, se que eres discreta y que puedo confiar en ti, te lo agradezco mucho y espero que esto no cambie tu opinión sobre mi…
- Nada lo hará, siempre será un modelo para mí y si en algo la puedo ayudar cuente conmigo
- Gracias
La conversación se interrumpió de pronto, el timbre del portón exterior estaba sonando, Katsumy pudo ver como el rostro de Serena se ilumino con una expresión de felicidad que nunca le había visto, y entendió cual era su deber para con su joven patrona
-Voy a abrir, bajemos a la sala y lo espera allí
Bajaron, dejo a Serena en el amplio salón y apretó el sistema del portón, unos minutos después oyó como un auto se estacionaba frente a la puerta y alguien tocaba suavemente el timbre de la entrada, abrió…
Darien espero verla cuando la puerta se abrió, pero se encontró con una joven de pelo y ojos negros que le sonrió, su corazón sabia que no se había equivocado de lugar y la voz de la muchacha lo confirmó:
- Pase, la señora lo espera, sígame por favor…
La siguió por el corredor hasta llegar al salón y fue como si el tiempo se detuviera indefinidamente, la vio allí sentada con un vestido igual de blanco que su piel, con su rubio cabello recogido de la manera como el se lo imaginó y con esa mirada azul que lo transporto hasta otro lugar y tiempo…
Ella se quedo estática cuando lo vio aparecer, su cabello, sus ojos, su boca, era todo lo que deseaba en ese momento quedarse así para siempre
Katsumy notó que el momento era demasiado especial para ellos, se retiro discretamente, dejándolos solos…
Serena dibujo una suave sonrisa
- Hola- dijo
La voz sonó tan dulce que el también sonrió, allí estaba y no era otro sueño, jamás volvería a ser otro sueño
- Hola, te ves hermosa…
El comentario le salio tan natural que ella comprendió que era desde su alma, le indico un sillón a la par de el suyo, Darien se sentó sin dejar de mirarla, había esperado tanto tiempo para estar así, que no quería que las palabras estropearan ese momento, se quedaron así un momento mas, contemplándose el uno a otro, dejando que sus corazones se reconocieran por medio de sus ojos, cada detalle cada fracción de sus rostros tan soñados.
Serena rompió el silencio
- Te ofrezco algo de beber- trató de levantarse pero el la detuvo tomando su brazo
- En estos momentos no necesito nada más, gracias
Ella volvió a sentarse, ambos sonrieron
- Me parece mentira que al fin podamos hablar- dijo Darien- que al fin nos hayamos encontrado
- A mi también, lo he soñado tantas veces que me parece mentira
- ¿Tu también has soñado sobre nosotros verdad?
- Si, desde que tenia 15 años
- Yo desde que era un niño, siempre te vi en mis sueños, pero los recuerdos empezaron más tarde para cuando tenía 18, sabia todo acerca de ti, menos quien eras
Serena lo miró y bajo los ojos, su voz era tan bella…
- Los míos son como trozos de otra vida, en otro lugar, con otra gente, pero siempre estabas allí
- Igual tú, eras una constante tan real…
Ella sonrió
- ¿Recuerdas donde estábamos?
- No muy bien, solo que era un lugar hermoso y fue allí donde te vi la primera vez, donde nos conocimos, creo que en otra vida
- Posiblemente así sea, pero no entiendo porque los recordamos…
- Creo que fue por que nos hicimos una promesa…
Se quedaron callados un momento mas, como recordando
- Siempre te busque sabes, me volví loco usando los medios a mi alcance en este país…
- No me encontraste porque regrese hace menos de un año, toda mi vida estudie en el extranjero, primero en un colegio internado y luego en la universidad en Suecia, regresé por la muerte de mi padre, mi madre murió cuando era pequeña, soy hija única
- Yo tengo una hermana mayor, también quedamos huérfanos muy jóvenes cuando mis padres murieron en un accidente, desde entonces solo éramos ella y yo, comenzamos a trabajar, ella como arquitecto y yo saque una licenciatura en letras, me hice escritor y administro una editorial, publique un par de libros en el extranjero, nada aquí
- Parece que también compartimos el amor por las artes, yo pinto algunas veces y me gradué en Artes de la universidad, siempre viví aislada y eso me inclino hacia la pintura como una manera de relacionarme…
Se puso de pie y se acerco a l a ventana, afuera el sol llenaba por completo el jardín, él la siguió y se puso a su lado…
- Crees que el destino no permitió que nos encontráramos antes- le dijo buscando sus ojos, ella tembló bajo su mirada, estaba tan cerca de él y su corazón latía con tanta fuerza
- No sé, en realidad no sé por que sucedieron las cosas así, yo…
No pudo terminar la frase, el impulso demasiado fuerte en Darien lo obligo a buscar desesperadamente sus labios, primero con suavidad, pero al sentir su abandono y que ella correspondía, su boca se hizo mas exigente… la rodeo con sus brazos.
Ella no podía pensar en nada mas que en el bienestar que sentía al estar abrazada a él y sentir sobre su boca aquellos labios tan dulcemente soñados, rodeo con sus manos el cuello de él sin darse cuenta y se abandono olvidándolo todo, absolutamente todo que no fuera él.
Se separaron instantes después con la felicidad reflejada en sus ojos, con la suave delicia de sentir cerca, se quedaron un momento así sosteniéndose ambos a la luz del sol, queriendo permanecer así para siempre…
- Te amo Serena
- Darien…
Su nombre sonó tan dulce en sus labios, volvió a besarla…
- Nada importa ya, te encontré- dijo sonriendo- no volveremos a separarnos nunca
¿Nunca? La sola palabra hizo que un escalofrió recorriera su cuerpo
- Darien…
- Se que será difícil, estamos casados con otras personas, pero ellos tienen que entender que no podemos vivir alejados, que esto es mas grande que todo
Las lágrimas acudieron a sus ojos, pero ella no deseaba dejarlas salir
- Nos divorciaremos he iremos a vivir lejos, hay tantas cosas que quiero hacer contigo, viajar, conocer otros lugares, amarte todo lo que me quede de vida, envejecer juntos
-¡Darien, por favor!
Se soltó de sus brazos y se sentó llorando en el sillón que ocupara antes, él la siguió y se arrodillo a sus pies
- ¿Qué tienes? No te preocupes, todo estará bien, seremos felices, estaremos juntos para siempre
Levanto su rostro bañado en lágrimas hacia él, busco como decirlo, tratando de mantener unido su corazón…
- Darien, yo…
- Te amo, sé que me amas, tenemos que estar juntos, si es por tu esposo…
- No, no es por él, es…
- Quiero estar contigo el resto de mi vida, recuperar estos años perdidos, tenemos tiempo para amarnos…
- ¡Es precisamente eso lo que no tenemos! ¡Lo que ya no tengo!
La expresión de Darien reflejó su perplejidad, no alcanzaba a comprender
- ¿Qué quieres decir?
Serena tomó aire y cerro los ojos por un momento, juntando fuerzas…
- Darien…yo…estoy muriendo…
Nota:
Se los advertí, tal vez aun sigan en shock pero bueno, dejare que les pase, contesto reviews:
Lunanis: perdon por el retraso, te prometo no abandonar la historia
Tatekanine: Aquí esta la continuación, espero que la sigas leyendo
Darthmocy: me alegra que te guste la historia perdon por el drama
Lupita: gracias por tu apoyo y espero te haya gustado tambien este capitulo
Tanitalove: espero que puedas leer esto, gracias por tu aviso y espero que no nos multen
Erika: espero tu contestación, chica, gracias por tus comentarios y correos
Sailor Padme: espero que leas el capitulo pronto y que te siga proveyendo de esas emociones que te vuelven adicta, gracias
Lihoshido: lamento la tragedia pero asi lo pense y asi lo imagine, espero no decepcionarte tanto, gracias por tus reviews.
Y bien, se recuperaron, espero que si, gracias a todos por sus comentarios y espero muy pronto subir el proximo capitulo, tambien lleno de lagrimas pero ni modo, lo siento mucho, de nuevo gracias…
ATENEA
29-07-2005