CAPITULO V
QUIZAS EN OTRAS VIDAS, QUIZAS EN OTRAS MUERTES
Fue como si de pronto, todo dejara de existir…
Su mente se nubló por completo, lo único que sonaba una y otra vez en su cabeza era esa frase pronunciada hace tan solo un instante, cada palabra producía un dolor insoportable en el corazón, un dolor que aumentaba segundo a segundo, extendiéndose por todo su ser.
Busco desesperadamente sus ojos, esperando hallar en ellos un destello, una señal; algo que le dijera que era mentira, no podía ser cierto, no ahora que la había encontrado, se negaba a creer lo que sus oídos habían escuchados. Pero al verla solo pudo ver lagrimas que Serena contenía con mucha dificultad.
Se incorporó rápidamente y la abrazo, presionando su cabeza contra su pecho, ella se aferro al él llorando, sabia que le había provocado mucho dolor, pero no podía callar algo así, no podía dejar que el soñara con una vida juntos, con un futuro cuando no había esperanza, cuando al final el tiempo era muy poco y ella pronto… alejo ese pensamiento de su mente; por el momento lo único que importaba era que estaba allí, junto a ella, entre sus brazos por ahora…
La mantuvo así un largo rato, en silencio, queriendo retenerla así para siempre, protegerla de cualquier sombra, de cualquier cosa que pudiera separarla de él, alejarla de todo… ¿hasta de la muerte, Cerro los ojos, ¡Si pudiera hacerlo, si tuviera el poder de salvarla incluso de ese destino, protegerla de cualquier cosa que le hiciera daño. Mientras la abrazada sentía como si se le deslizara de entre los brazos y cayera en un abismo oscuro donde él no podía detenerla y al final, después de haberla encontrado, volvería a perderla, esta vez quizás para siempre…
Fue Serena quien rompió el silencio.
- Lo descubrieron hace como seis meses, es un tipo tumor canceroso inoperable, me dieron tratamiento contra el dolor únicamente y me dijeron que tenia poco tiempo de vida, que pronto yo…
No pudo continuar, el llanto impedía que siguiera hablando, había sido difícil hacerse a la idea que dentro de poco moriría, incluso intento la terapia, pero ahora, tenerlo cerca, haberlo encontrado solo dificultaba mas su situación. Quería quedarse con él, disfrutar de su presencia, vivir una realidad nacida de cientos de sueños juntos, o eran tal vez recuerdos, no sabía con exactitud, y nunca tendría el tiempo de averiguarlo. Se aferro mas a él y Darien la rodeo con sus brazos, ella lloraba desconsoladamente, tomo su rostro entre sus manos y vio los ojos azules tan amados llenos de lágrimas.
- ¿No hay ninguna esperanza?
- No
Un dolor agudo e indescriptible atravesó su corazón mientras la sentaba suavemente en el sofá, se quedaron abrazados, tratando de comprender su situación, con la dolorosa certeza que el tiempo que podían permanecer así, juntos, se acababa con cada minuto, con cada segundo que pasaba sin que ellos pudieran detenerlo. Ella dejo lentamente de llorar mientras Darien acariciaba su rubio cabello, un vació creció entre los dos, un vació que solo terminaría con la muerte…
Así fue como Katsumy los vio desde lejos, comprendiendo enseguida lo que este encuentro había significado para su señora, el destino era tan cruel con ella, la que había sido como una madre para ella, se prometio a si misma en silencio que haría lo posible el tiempo que le quedaba fuera feliz…
Darien seguía acariciando su largo y rubio cabello una y otra vez, ella había escondido su rostro bañado en lagrimas en su pecho, sintió él que hacia rato que no se movía, y su corazón dio un vuelco cuando su mente penso lo peor. Trato de separarla un poco para ver sus ojos, pero ella lo rodeo con los brazos…
- Por favor, soñé tanto con estar así…
Su voz sonó a suplica, Darien tuvo que acallar el grito de su corazón al escucharlo, el también lo había soñado tantas veces, y ahora el tiempo era tan poco, pero aunque su corazón se consumía de dolor por la noticia que aun no terminaba de asimilar, se esforzó para que no se notara en su voz, mientras le susurraba…
- Creo que recuerdo el día que te conocí, fue en ese lugar de luz que he visto tantas veces en mis sueños, en un baile parecido al de hace dos noches, te habías enojado con alguien pues ibas furiosa hacia la salida cuando tropezaste conmigo, ni siquiera me miraste, solo murmuraste una disculpa y fuiste al jardín, me dije a mi mismo que había sido una equivocación ir, cuando al mirar el piso vi que habías botado un hermoso broche, lo recogí y salí a buscarte, te vi desde lejos, parecías una chiquilla haciendo una rabieta, pero te veías preciosa incluso así, me acerqué y vi que también llorabas, te pregunte si podía ayudarte: 'Nadie puede' contestaste, te veías tan triste y la vez tan hermosa que te di el obsequio que llevaba para alguien que debía conocer esa noche: una rosa imperial roja, la mas hermosa que había crecido en mi jardín, sonreíste y al tomarla descuidadamente te rasguñaste levemente los dedos. Te dije que siempre debíamos tratar de ver lo hermoso a pesar del daño que pudiera causarnos, dejaste de llorar y cuando me miraste comprendí que nada en el universo podía hacerme más feliz que estar a tu lado…
Su voz era un murmullo suave y cálido para Serena, podía oír el latido del corazón tan amado, y estar así, entre sus brazos, era como estar completa después de tanto tiempo, supo entonces cuanto lo amaba, ¿porque si había podido sobrevivir tanto tiempo sin él, no podía hacerlo ahora que estaban juntos, comenzó a llorar silenciosamente mientras en su mente maldecía el destino que los había unido tan poco tiempo solo para separarlos nuevamente. Darien siguió contándole al oído todos esos sueños que lo habían atormentado desde su niñez, aquellos sueños que se repetían una y otra vez, que lo habían obligado a permanecer despierto durante noches enteras, porque era doloroso soñar con alguien a quien no podía encontrar, los sueños que lo llevaron al alcohol como medio de escape, los que le causaron la crisis que casi le cuesta la vida, hacia tan solo un año…
Pasaron así toda la mañana, hasta que Katsumy los interrumpió anunciándoles el almuerzo, ninguno de los dos comió mucho pero era reconfortante estar así, sentados a la mesa, como una pareja normal, olvidando momentáneamente la sombra y a las personas que se interponía entre ellos. Por la tarde Serena lo llevó al jardín. Era un enorme jardín de flores atrás de la casa, con fuentes y una glorieta en el centro, se sentaron en una banca y siguieron compartiendo sueños y recuerdos.
- Recuerdo que te asustaste mucho cuando descubriste que mi pequeña gata hablaba- dijo ella riendo suavemente- tenias una expresión de lo más chistosa y te quedaste mudo un buen rato…
Darien la contemplaba en silencio, era preciosa y mas cuando sonreía así, era como siempre la soñó, no pudo evitar ebozar una pequeña sonrisa. Ella lo miro, suspiro y volvió su mirada al jardín, el sol se ponía lentamente en el horizonte.
- ¿Él lo sabe?
Inconscientemente habían evitado hablar de ellos, se habían concentrado en lo felices que eran el uno junto al otro que momentáneamente los habían olvidado, pero ahora era Darien quien preguntaba y traía a su mente el recuerdo de que no estaban solos en la vida; contesto sin mirarlo a los ojos.
- Sí, se lo dije antes de casarnos hace como cuatro meses, cuando los síntomas empezaron, no podía ocultarle algo así, fue la mano derecha de mi padre, casi como un hijo para él, me quiere mucho, desde niños, y yo… – tembló ligeramente al sentir las manos de Darien tomar las suyas, pero a pesar de eso no quiso mirarlo- siento cariño por él…
Era difícil hablar de él frente a Darien, y sabia que seria peor escucharlo a él hablar de ella. Darien la miro mientras ella ocultaba su mirada, ¿cómo había sido de pequeña? una niña preciosa seguramente, ¿y cuando llego a la adolescencia? La hermosa joven que veía en sus sueños. Pero nunca seria tan bella como ahora, cuando podía verla frente a él, ya no mas imaginarla, ni soñarla, era real y podía tocarla con sus manos como ahora. Pero esos pensamientos no pudieron alejar la imagen del hombre del que hablaba, la presencia ausente de ese hombre que había crecido con ella, que la había visto convertirse en una mujer. Robándole el tiempo que debía haber pasado con ella, un derecho que tenia desde hacia muchísimo tiempo, no podía menos que envidiarlo…
- Y tú ¿la amas?
La pregunta lo saco de sus pensamientos y sin querer soltó sus manos, ella lo miro pero no pudo encontrar en sus ojos una respuesta…
- La conocí en la universidad, mi hermana era su tutora en una clase, fuimos amigos un par de años, hasta que nos graduamos, siempre estuvo conmigo y después de la universidad empece a buscarte sin saber bien por que, ella me alentaba mucho aunque sabia que en el fondo estaba conmigo porque me amaba, yo nunca le di algo mas que me amistad pero se conformo con eso, hasta hace poco mas de un año cuando tuve… algunos problemas…
Calló abruptamente, no podía decirle lo que había pasado ¿cómo decirle que la desesperación por buscarla y la depresión de no encontrarla, lo habían llevado al borde de la muerte? ¿Qué el insomnio prolongado durante días lo habían debilitado a tal extremo que estuvo en terapia intensiva por semanas? Y después, el alcohol como medio de escape, de evasión para no pensar en ella, para dormir sin soñar al lado de otra mujer, la mujer que lo había acompañado durante esas crisis, a la que por agradecimiento le propuso matrimonio como compensación a sus cuidados, la que seguramente estaría en su departamento esperando su llegada…
- ¿Qué problemas?- pregunto con la preocupación viva en sus ojos mientras ponía suavemente su mano en la mejilla de él trayéndolo de nuevo a la realidad.
Él la miro con dulzura, ¡se preocupaba por él, tomo con su mano la de ella y cerro sus ojos, era maravilloso estar así…
- No importan, en realidad ya no importan…
Serena dejo escapar un suspiro, el sol se había ocultado ya y la noche empezaba a estrellarse, mientras la luna se ocultaba bajo algunas nubes, no hacia frió pero Darien noto que la mano que sostenía contra su rostro estaba helada, al abrir sus ojos pudo verla ligeramente mas pálida de lo que instantes antes estaba…
- Será mejor que entremos a la casa, el clima podría hacerte mal…
¡Hacerle mal! Ya nada podría robarle la felicidad de esos momentos con él, del recuerdo de ese día que se había ido con el sol, sonrió suavemente, y ahora la oscuridad lo envolvía todo, un escalofrío de miedo la recorrió el cuerpo entero, pero no miedo a lo que podía pasar, sino mas bien miedo a dejarlo solo…
Se levanto con dificultad, Darien la sostuvo del brazo y junto emprendieron el regreso a la casa, ella se sentía cada vez mas débil y sus piernas parecían no responder a su mente, un frío empezaba a envolverla poco a poco y se aferro mas a él para no caer, Darien podía sentirla cada vez mas fría y algo en su corazón empezaba a decirle que pronto pasaría algo que no iba a gustarle.
Llegaron a la puerta de la casa justo en el momento en que Serena caía inconsciente en los brazos de Darien, ante esto una horrible sensación de irrealidad lo envolvió, esto no podía estar pasando, no ahora, no así, la tomo en sus brazos al tiempo que Katsumy llegaba corriendo…
- Rápido, llévela a la habitación por favor- le dijo tratando de aparentar una calma que ella no tenia y parecer fuerte ante el hombre que lentamente se deshacía frente a ella.
Subieron los escalones y la joven ama de llaves lo llevo hacia la habitación principal, la deposito sobre la cama y cayo de rodillas a su lado, ¡Dios mío, estaba tan fría y pálida! Su pecho apenas se movía con la débil respiración y su frente estaba perlada de pequeñas gotas de sudor, su boca estaba ligeramente abierta y sus pestañas suavemente posadas sobre sus ojos, ¿nunca volvería a verse en ellos? ¿Jamás volvería a verla sonreír como un par de horas antes en el jardín, un dolor agudo atravesó su corazón mientras la contemplaba así, débil, indefensa sin nada que él pudiera hacer…
Un par de minutos después llego el doctor que Katsumy había llamado al percatarse de la débil condición de su señora, y él después de examinarla solo confirmo el diagnostico: estaba muy débil…
- Posiblemente no pase de esta noche…
Aquella frase pronunciada hacia solo unos instantes rebotaba una y otra vez en su cabeza, estaba de nuevo a solas con ella, Katsumy escoltaba al doctor hacia la puerta, había recomendado que se quedara allí, antes de trasladarla por lo incomodo para la paciente y porque posiblemente no resistiría el movimiento, estaba acostada sobre la cama en la habitación en penumbras, Darien ocultaba su rostro entre sus manos mientras luchaba con ese remolino de horribles sensaciones y emociones que era su interior, estos eran los últimos momentos con ella…
- Darien…
El murmullo casi imperceptible venia de la cama, él levanto su rostro y se precipito hacia ella, estaba despierta porque vio brillo en sus ojos adormecidos, su boca temblaba ligeramente y respiraba con dificultad.
- No hables- le dijo mientras apartaba un mechón de su rubio cabello que tenia sobre la frente, ella trato de sonreír al contacto de los dedos de el sobre su frente.
- Yo…necesito…decirte…tantas…cosas
Su voz era cada vez mas débil, él tomo su mano entre las suyas y pareció calmado a pesar que su corazón se destruía por dentro, la beso suavemente.
- Shhh, no digas nada, no te esfuerces, yo lo se todo, me lo dijiste todo hace mucho tiempo, aun lo recuerdo, lo oía en mis sueños todas las noches, esta tarde contigo le dio sentido a todos los recuerdos, se todo sobre ti, solo necesitaba recordarlo…
Ella sonrió débilmente.
- Es…cierto…no…tengo…decirte…nada…mas…que…una…cosa
- Dime amor…
Serena suspiro levemente.
- Te amo… te…amo…tanto
Darien tuvo que ahogar los sollozos que sofocaban su alma.
- Y yo te amo a ti, te amo desde el principio del universo, te amo más que a mi vida, muchísimo más que cualquier cosa en el mundo, a pesar de todo, a pesar de todos, eres mi única razón de existir…
Serena cerró los ojos complacida y no pudo ver las lágrimas que brotaban de los ojos del ser amado.
- Quédate…conmigo…no…tengo…miedo…si…estas…a…mi…lado
Darien se recostó a su lado y levanto suavemente su cabeza hasta ponerla sobre su pecho, Serena utilizo toda su fuerza para rodear con su brazo su cintura, él besaba ligeramente su frente mientras repetía una y otra vez…
- Te amo, te amo, te amo…
Pasados unos momentos la voz de ella lo saco de sus pensamientos.
- Quiero…ver…la…luna…
La petición de ella lo desconcertó mucho.
- Necesito…ver… la…luna…por favor
Darien la tomo suavemente en sus brazos y la llevo hasta la ventana de la habitación que estaba inundada por los rayos de la luna.
- Prométeme…que…me…recordaras…cuando…veas…la…luna
- Te lo prometo
- Y...cuando duermas...soñaras conmigo… ¿verdad?
- Te lo juro, te amo
- Yo…también…te…amo
Y allí frente a la luna, el tiempo se acabo y dos almas que debían unirse volvieron a separarse.
Habían pasado 3 días desde la ultima vez que lo vio y después de la noticia que acababa de recibir, la preocupación por su cuñado estaba mas que fundamentada. Kenshi conducía nerviosamente hacia el departamento de Darien sin saber que podía encontrar, Setsuna había ido a la estación a esperar a Rey, quien después de confirmar sus sospechas se había hecho a un lado para permitir que el hombre que amaba fuera feliz aunque no a su lado, se había ido al pueblo de sus padres con su abuelo, pero Kenshi la había contactado después de la ausencia de Darien y ella había decidido regresar al enterarse que la mujer que Darien amaba había muerto inesperadamente, con el único propósito de estar a su lado y ayudarlo con esta noticia.
Llego al edificio, se estaciono y subió hasta el piso del departamento, toco repetidamente la puerta pero no había respuesta, llamo al casero para que le abriera la puerta y entro al departamento.
Todo estaba normal aunque una ligera capa de polvo cubría las mesas, paso por la sala y se dirigió hacia el dormitorio, un presentimiento le decía que lo encontraría allí, al abrir la puerta lo vio.
Estaba sobre el suelo, con la espalda apoyada en la cama donde se encontraba una gabardina negra, vestía de negro y frente a él sobre el suelo había una botella y un vaso, la luz de la ventana le daba en la cara mientras su vista estaba perdida en el horizonte.
- Darien…
No hubo respuesta y apenas se movió ante el llamado de Kenshi.
- Amigo ¿como estas?
Entonces fue que lo miro, su rostro denotaba la desolación de su alma y en sus ojos, ya sin luz, se podía ver su tristeza.
- Murió en mis brazos ¿sabes?-dijo y su voz sonaba ronca de tanto llorar- murió el día que la encontré finalmente, solo tuve un día después de años de buscarla, una hora por cada año de angustiosa búsqueda y al final se fue de nuevo
- Darien, amigo, yo no se que decirte…
- La enterraron al día siguiente en un cementerio privado, había mucha gente, y el esposo estaba allí, lo vi de lejos, le puso una rosa blanca entre las frías manos sobre su blanco vestido antes de que la bajaran, no le gustaban mucho las blancas alguna vez me dijo que eran muy pálidas y la vida estaba llena de color, prefería las rojas, lo se, y cuando todos se habían ido, me acerque a su tumba y le puse las rosas rojas que llevaba para ella alrededor de la lapida- sonrió- quería que supiera que estaba allí, que siempre estaría allí…
- Darien no te atormentes así por favor…
- Me hizo prometerle que la recordaría al ver la luna, llevo dos días esperando que aparezca por las noches pero se oculta entre las nubes y no me deja verla y le jure que soñaría con ella pero no he podido dormir, he faltado a mi palabra, le volví a fallar…
Esta ultima frase dejo helado a Kenshi, ¿Cuántos días llevaba sin dormir? Hizo rápidamente cálculos mentales y se dio cuenta que era alrededor de una semana, seguramente también llevaba días sin probar bocado, y eso sumado a su estado emocional no podía ser bueno…
- Vamos, hombre levántate, Setsuna viene para aca y trae a Rey, no querrás que ella te vea en estas condiciones, están muy preocupadas por ti las dos, ayúdame a que no te vean en este estado.
Trato de levantarlo pero Darien no podía sostenerse en pie y cayo sobre la cama.
- Alo
- Setsuna estoy en el hospital con tu hermano…
- ¿Cómo esta? Kenshi ¿Qué tiene?
- Te lo explico cuando vengas, Rey esta contigo.
Setsuna miro a su cuñada quien estaba a su lado en el auto.
- Si, ahora mismo llegamos
- Prepárala quieres, creo que…
- No digas nada por favor, estamos por llegar
- Esta bien las espero, te amo
- Y yo a ti
Kenshi le colgó a su esposa, hacia una hora que estaba en el hospital y las cosas no podían ser peores, los médicos a pesar de no saber las causa exactas de la condición de Darien, no le daban muchas esperanzas, su cuerpo estaba demasiado débil por el insomnio y se habían negado a sedarlo pues sus signos vitales se detendrían si el dormía profundamente, habían tratado de mantenerlo despierto mientras lo estabilizaban, pero él no respondía a ningún estimulo, estaba en un estado de somnolencia, en el limite entre esta vida y la otra.
Las dos mujeres llegaron al hospital, Kenshi abrazo a Setsuna mientras Rey se deshacía en lágrimas, después de explicarles la situación, los tres entraron al cuarto donde Darien estaba…
Su rostro estaba tan pálido como las sabanas que lo cubrían era una sombra del hombre que alguna vez fue, el monitor a su lado les indico que aun vivía pues sonaba con un acompasado ritmo que cada vez se distanciaba mas y mas, tenia los ojos cerrados…
- Darien…
Al oír la voz de ella, él abrió los ojos y ebozo una débil sonrisa.
- Pensé que no podría decirte adiós, pero aquí estas de nuevo.
Rey lloraba desconsoladamente al ver que el se estaba despidiendo de ella, se acerco lentamente a la cama y tomo su mano.
- Gracias por todo, por estos años de estar a mi lado
- Perdóname, si yo no me hubiera casado contigo, tal vez tú y ella…
- No digas nada mas, nadie tuvo la culpa, ni tu ni él, solo nos encontramos demasiado tarde, el destino nos robo el tiempo…
Rey no pudo contestarle, el nudo que se formo en su garganta le impedía hablar.
Darien miro a su hermana…
- Adiós Setsuna
- Hasta pronto hermanito
Él sonrió débilmente y después miro a su cuñado.
- Al fin tengo sueño, ¿crees que soñare con ella?- le dijo mientras sus ojos comenzaban a cerrarse.
- Estoy seguro de que si- le contesto Kenshi- adiós amigo…
Darien cerró sus ojos mientras caía en ese sueño del que no todos podemos despertar…
Era el colmo, primero el despertador se arruino y se había levantado tarde, luego su papá se había ido a trabajar sin despedirse de ella, su madre la había regañado por lo dormilona que era y el pesado de su hermano le había escondido el almuerzo para que perdiera el autobús, y ahora debía correr con todas sus fuerzas para poder llegar por lo menos a la segunda clase antes de que su profesora la castigara como de costumbre, mientras corría, su rubio cabello se agitaba por el viento al igual que su uniforme de la escuela, iba tan distraída pensando en esa gatita negra que acababa de salvar de esos molestos niños, que no se dio cuenta y al doblar la esquina choco contra ese muchacho de cabello negro y ojo azules como el cielo en el crepúsculo…
Volverian a encontrarse por amor…
FIN
NOTA
Finalmente lo termine a casi once meses de haber subido el capitulo anterior, a mas de un año de haber retomado la historia y a casi tres años de haberla soñado por primera vez, a todos los que llegan hasta aquí gracias por su paciencia, no la abandone, todas las semanas la tenia en mi mente, y sabia que estaba alli, esperando a ser terminada pero no lo pude hacer antes, hace 9 meses mi mama estuvo al borde de la muerte de la cual gracias a Dios sobrevivio y después empece a trabajar, y luego tuve un profundo bloqueo mental del que sali gracias a muchas y muy buenas historias, algunas escritas por ustedes mismos, de nuevo gracias por leer las locuras de mi mente y espero no haberlos echo llorar demasiado, posiblemente sea mi ultima historia, las otras quedaran en el tintero, pero les aseguro que después de 10 años de leer tantas historias sobre esta serie, porque cuando descubri esta pagina solo tenia 4 historias en español y ahora hay mas de 300, puedo asegurarles con orgullo que a mis 25 años me encanta Sailor Moon y que seguire como lectora de todos esos escritores que como yo, soñamos con esta maravillosa historia que una vez descubrimos por casualidad, a todos de nuevo gracias y espero que les haya gustado tanto como a mi, si quieren leer mas historias mias, lean DECISIÓN Y SEPARACION en las paginas finales de esta seccion, nuevamente gracias a todos y sigan con sus sueños…
ATENEA
19-06-06
