VIVIENDO COMO UN CHICO.

-Diálogos.-

"Pensamientos"

Capitulo 11.

Decisiones.

Supo que en la universidad la habían expulsado, los rumores habían corrido y la coordinadora se enteró, llevó el caso ante la dirección y el rector, quienes dictaminaron su expulsión. Lo único

que aminoraba el sentir de Kagome respecto a su expulsión, es que no había sido solo ella quien dejaba el CUT, sino también Kouga. Por el hecho de haber tratado así a un alumno y haber agredido verbalmente a su ex novia.

Antes de que la coordinadora llamara a su madre y la pusiera al tanto de lo sucedido, Kagome se le adelantó, después de soportar los regaños y el sermón que le diera, la chica le pidió que no fuera por ella, que necesitaba estar sola, su madre que no estaba de humor para soportar los berrinches de su hija la mandó por un tubo y le exigió su presencia en Tokio para el día siguiente a más tardar.

Kagome que no estaba dispuesta a irse solo porque su madre se lo ordenara, colgó su celular y lo apagó, se encaminó hasta el cajero automático de un banco y desfalcó su tarjeta de crédito, con el máximo de dinero que pudo tomar. Solo como prevención por si a su madre le daba por cancelarle la cuenta.

Sin embargo lo que realmente la mantenía ahí eran los moretones que manchaban su piel blanca y el daño sufrido en uno de los codos. Si su madre los hubiera visto, la regañada y el sermón que de por si fueron largos, hubieran gastado todo su saldo.

-Creo que debes ir con el médico.-propuso Hibiki, mientras meneaba su taza de café y miraba el brazo sostenido de un pañuelo al cuello de la joven.

-Estoy bien, es solo que mi codo se dislocó.-respondió Kagome, sobando la zona afectada que estaba hinchada y de un color morado oscuro.

-Insisto, tal vez necesite revisión.-dijo él, a la vez que se levantaba de la mesa.

-Hibiki, sé perfectamente que estoy bien ¿si? Deja de decirme qué es lo que tengo o no que hacer.-repuso enfadada la chica.

Kagome tenía dos días viviendo en el apartamento de Hibiki, el amigo de Sango, quien por unos cuantos dólares había aceptado tenerla ahí y ser su 'espia' para saber lo que se cocía en la universidad. Más específicamente con sus amigos, de los cuales no quería perder la pista, puesto que tenía curiosidad de saber cómo reaccionarían ante su huida.

Las reacciones no se hicieron esperar, Sango llamó a todo el mundo que conocía a Kagome, y les interrogó con la ayuda de Miroku sobre su paradero, Kohaku y Rin había llamado a Losttel, el servicio para personas desaparecidas, mientras que Inuyasha se había mostrado impactado al saber la verdadera identidad de Kagome, más no había hecho nada por buscarla. Houjo por otro lado, había estado visitando hospitales, y por esa razón es que Kagome no quería ir a uno.

Esa segunda noche, el dolor del codo se intensificó tanto que le hizo pedir a Hibiki que la llevara al médico, este asustado de verla en tal estado de palidez, la llevó sin objetar nada.

Cuando llegaron al hospital, a la sala de urgencias, una enfermera les recibió y al ver el estado de Kagome agilizó los trámites y la pasó con el médico. Hibiki quedó fuera para proporcionar la información necesaria.

Esa noche, fue dura para la chica, los médicos la sedaron para que dejara de sentir ese terrible dolor, que le hacía desear no tener brazo.

A la mañana siguiente abrió los ojos, cuyos parpados pesaban enormemente. Intentó moverse pero notó que su brazo estaba atado a una férula, sintió la calidez de una mano pequeña, poco a poco su vista borrosa se fue aclarando, miró alrededor y vio una sala blanca, a un lado había una cortina que dividía su espacio del de otro paciente. Tragó duro al ver la figura de Sango ahí.

-¿Cómo te sientes?-inquirió la castaña suavemente.

-¿Qué haces aquí?-le respondió ella sorprendida por su presencia.

-Me avisó Hibiki.

-¿Dónde está él?

-Se fue, sabes que no es alguien de muy buena reputación así que cuando le pidieron que se identificara se excusó y se largó de aquí, pero al menos tuvo la decencia de llamarme para que no estuvieras sola.-explicó la joven.

-Cobarde.-musitó Kagome.

-Tu no te quedas atrás.- le reprendió la castaña, para después agregar.- Los chicos están aquí.

-¿Los chicos¿Quiénes?-preguntó alarmada.

-Miroku, Houjo, Kohaku.-Kagome sintió una punzada de decepción al no escuchar el nombre del chico que tanto anhelaba volver a ver.

-Inuyasha vendrá más tarde si eso es lo que te mortifica.-comentó Sango al ver la mirada baja de Kagome.

-¿Vendrá?-cuestionó Kagome que no pudo evitar sentir una ansiedad por verlo.

-Si, y no creas que te voy a dejar sola para que te vayas de aquí y nos dejes con el alma en un hilo, esta vez te toca enfrentarte a ellos, y no creas que vas a valerte de tu estado, que un codo fracturado no te salva esta vez niña.-añadió con una voz firme.

Kagome no replicó nada, solo volteó la cara pensando "¡Nadie me entiende!"

Tal y como Sango lo dijera, horas más tarde Miroku y Kohaku entraron, sin decir palabra se sentaron, uno en la silla que estaba a un lado de la cama, y el otro a los pies de la misma, Kagome en un fallido intento de escabullirse de sus responsabilidades morales, se hizo la dormida.

-Está dormida.-anunció la voz de Miroku.

-¿Cre-es que deba-mos despertarla?-cuestionó la voz inconfundible de Kohaku.

-No lo sé, luce muy pálida.-decía Miroku a la vez que asía las mejillas de Kagome y las halaba como tratando de probar su elasticidad.

-Sí.-corroboró Kohaku que a su vez levantaba los párpados de la chica para examinarla.

-Me pregunto cómo logró salir viva del ataque.-decía Miroku que ahora le picaba las costillas.

Kagome no pudiendo poner más resistencia dio un respingo e involuntariamente sonrió.

-¿Qué demonios creían que hacían?-les reprendió ella sonriendo tímidamente.

-Bueno te creíamos dormida.-dijo Miroku guiñando un ojo a Kohaku.

-¿Ya n-no duele?-inquirió el hermano de Sango, mirando el brazo de la joven.

-No mucho.

-Me dijo el do-doctor que te lo d-dislocas-te, hubieras utili-zado hielo p-para bajar la hinchazón, eso es b-bueno, también tendrías que haber a-acudido al médico pronto, pudo haber sido a-algo peor ¿sabes?

-Kohaku estás de visita no de consulta.-le recordó Miroku con voz cansina.

-Perdón.-se disculpó el joven.

-Bien niña ¿Cuál es tu defensa?-le espetó el hippie, cruzándose de brazos y mirándola fijamente.

-Yo, bueno… ¿me disculpan?-nunca había estado en un aprieto como ese, así que no se le ocurría decir otra cosa.

-¿Es todo?

-Pues que más puedo decir…los engañé, siento no haberles dicho la verdad, pero no podía. ¿Qué hubieran hecho ustedes en mi lugar?-les cuestionó tratando de desviar la conversación.

-En primera, no quieras regresarnos el ataque. En segunda, pues viendo lo duro de la situación lo hubiera dicho, digo, sí es que confío en mis amigos.

-Confío en mis amigos.-afirmó ella.

-Pues n-no parece.-musitó Kohaku.

-¡Es verdad!-corroboró Kagome vehemente.-Es solo que…no sabía cómo lo tomarían ustedes, yo les mentí después de todo, tenía miedo de que me mandaran a volar.-terminó mientras veía su mano sana estrujar la sábana.

-Bueno, rechazarte no lo creo, tal vez estaría un poco decepcionado de tu falta de confianza, pero no me molesta que seas una chica. Así que puedes pasar el tiempo que quieras con Sango, ya no me molesta-comentó Miroku.

-A mi ta-tampoco.-acotó Kohaku, que de pronto se puso rojo como un tomate.

-¿Te pasa algo?-le interrogó Kagome.

-E-es que recordé lo del incidente con Sango, la otra vez y todo lo que te dije. Discúlpame.

-Oh, ya lo había olvidado, pero está bien, no podías creer otra cosa.

El ambiente se relajó, el saber que Sango después de todo tenía la razón le aliviaba mucho, pero faltaba pasar el trago más amargo: Inuyasha.

Los chicos se marcharon luego de media hora de animada charla, y momentos después apareció Houjo esbozando una sonrisa.

-¡Realmente me dejaste sorprendido!-exclamó.-Pero a pesar de eso, me sigues gustando, tú género no cambia nada las cosas Kag.-le dijo guiñándole un ojo.

-Pues me mantengo en la misma postura, pero lo tendré en cuenta.-comentó Kagome en tono de broma.

Con él no fue un gran problema, pues su relación no era tan estrecha como con los demás, Kagome le contó todo lo sucedido y Houjo siempre encontraba algo para hacerla reír, cosa que ella agradecía bastante pues cada vez que volteaba a mirar el reloj y la puerta temiendo que por ahí apareciera su dolor de cabeza en cualquier momento la tenía nerviosa, pasaron cerca de 20 minutos y unos ojos dorados se asomaron por la puerta, ojos que hicieron cortar la respiración de Kagome.

-¿Interrumpo?-cuestionó la voz de Inuyasha con tono vacío.

-Hola Inuyasha.-saludó Houjo.-Bueno Kag, me encantó volver a verte, y recuerda que mi propuesta sigue en pie, primor.-agregó él dando un sonoro beso en ambas mejillas de la chica.

-¿Te vas?-le preguntó Kagome.

-Claro, supongo que tu amigo quiere hablar contigo a solas.

-Supones bien.-corroboró Inuyasha con tono cortante.

-¿Ves? Pero no te preocupes, volveré.-y con esa última promesa, el chico salió de ahí dejando a Kagome hecha un manojo de nervios.

-¿Cómo estas?-le preguntó el de orbes doradas posándose a un lado de la cama de Kagome con las manos en los bolsillos

-Bien, gracias.-le respondió esta esquivando su mirada.

-Me dijo Sango que te dislocaste el codo, pega duro ese Kouga ¿no?

-Si, supongo que crees que me lo merezco ¿no?-no pudo reprimirlo, prefería mil veces que la mirara con rabia a que la viera de esa manera tan indiferente.

-No. No era para tanto, aunque sí te mereces unos cuantos coscorrones por haber engañado a tus amigos, bueno a tus supuestos amigos.

-Son mis amigos. Y no fue premeditado, así pasó yo no planeé nada, lamento no haberles dicho la verdad.-se disculpó Kagome.

-¿Lo lamentas¡Pues yo lamento más el haberte conocido porque solo viniste a poner mi mundo de cabeza!-explotó él.

Kagome lo miró a los ojos, finalmente vio como la ira y la frustración turbaban sus orbes.

-Pues lo mismo digo.-replicó ésta con voz fría. No iba a sentirse mal por haberlo empujado a acostarse con otras mujeres, después de todo lo había pasado muy bien.

-Siento mucho haber interrumpido tu momento con Houjo.-soltó él. La morena se preguntó "¿A qué diablos viene eso?"

-Lo estaban pasando muy bien ¿no?

-Pues sí, pero tenías que llegar tú a amargarme el día.-dijo ella haciendo un mohín.

-Pues si tanto te molesta me voy.

-¿Para qué? Huojo ya se fue.

-Si quieres lo llamo.-ofreció él con tono sarcástico.

-No te molestes.-dijo ella con fingida cortesía.

-Solo vine aquí porque Sango me lo pidió.-declaró rascándose la nuca.

Eso fue un golpe bajo. Y Kagome respondió el ataque de la misma forma.

-Pues yo solo te acepté porque tenía que disculparme, y como ya lo he hecho será mejor que te vayas.

Él la miró largamente, sin mediar palabra.

Kagome sintió una ola de calor recorrer su cuerpo.

-No tuve otra opción, de verdad lo siento Inuyasha.-musitó ella mirando la sábana que la cubría.

-Yo también.-replicó. Y salió de ahí, dejando a la joven de lo más deprimida.

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Kagome al salir del hospital, volvió al apartamento de Hibiki, quien se deshizo en disculpas por no haber permanecido a su lado, sin embargo Kagome de algún modo le agradecía el que hubiese llamado a Sango y compañía.

Los chicos la visitaban a menudo, excepto Inuyasha que solo los llevaba en su coche más no subía a verla, y si lo hacía era por incitación de Sango y Miroku.

Durante esa semana su madre llegó a Ikiwa y Kagome no tenía idea de cómo había dado con ella, en cuanto la vio con la férula la señora Higurashi se mostró consternada, pero también no paró de reprenderla. Finalmente la llevó consigo de regreso a Tokio, y Kagome no tuvo la oportunidad de despedirse de todos sus amigos, pero le dejó dicho a Hibiki que les dijera lo que había pasado.

Al llegar a Tokio su madre la llevó con el médico que la examinó y calmó a la señora, a la que Kagome había dicho que jugando basketball había sufrido una caída.

Durante el tiempo que pasó en Tokio llamaba todos los días a Sango, Kohaku y a Miroku, varias veces estuvo a punto de marcar el número telefónico de Inuyasha, más lo pensó mejor y decidió no hacerlo. Quería mantenerse al tanto de lo que pasaba con sus vidas, y los extrañaba mucho.

Finalmente llegó el mes de diciembre y con él varias noticias del CUT. Según Sango se había organizado un baile para celebrar las navidades, o lo que es lo mismo, el comienzo de las vacaciones navideñas.

Y le propuso acudir con ellos, así tendrían tiempo de hablar y festejar todos juntos, pues les estaba permitido llevar pareja.

-¿Pareja¿Y yo con quien se supone que iré?-le cuestionó Kagome vía telefónica a su amiga.

-Bueno, primero que nada, tienes que saber que Houjo piensa invitarte.

-Bueno, entonces si voy.-dijo Kagome riendo.

-Inuyasha también irá. Y que yo sepa no tiene pareja.-dijo Sango como no queriendo la cosa.

-Oh.-Kagome por un momento dibujó en su mente la imagen de ella e Inuyasha bailando juntos en la pista. Felices.

-¿No dices nada?

-Lo siento por él.-replicó la morena.

Y tal como Sango había dicho, Houjo la invitó al baile, y ella voluntariamente a fuerza pidió permiso a su madre, que le restregó por todo lo ancho y largo de su rostro, que no iría en las fachas que siempre solía usar, ésta se propuso ir sencilla pero femenina, por primera vez en su vida estuvieron de acuerdo y por voluntad propia, Kagome salió de compras, había decidido tres cosas:

La primera sería que impactaría a Inuyasha, pues quería llamar su atención.

La segunda que le demostraría a Ayame cuan mujer podría llegar a ser.

La tercera era que, de una manera monetaria podría vengarse de su madre por haberla alejado de sus amigos, y por que al fin se había salido con la suya.

Cuando llegó a la tienda, entró y buscó y buscó y rebuscó dentro de ella, hasta que admitió que sin Sango no era nada. Simplemente eso de la moda no se le daba bien, así que la llamó y ésta la dirigió vía telefónica, dándole tips de vestuario, finalmente terminó por coger un vestido rojo de tirantes y escote en uve, cuando se lo probó quedó fascinada con el modelo, le sentaba bien, algo corto pues llegaba hasta la mitad de sus piernas, pero no era demasiado vulgar.

Volvió a llamar a la castaña y con la cámara de su celular, se tomó una fotografía que enseguida mandó a su amiga para que le diera el visto bueno.

-¡Te queda bien!-exclamó la voz de Sango desde el otro lado.

-Yo también lo creo.-respondió Kagome tratando de reprimir el tono de emoción en su voz.

-Solo que como es algo corto, por favor intenta sentarte bien, no quiero que vayas a andar dando espectáculos.-advirtió la castaña.

-¿Crees que no lo sé?

-Por cierto, hablando de cosas desagradables…

-¡Hey!-la interrumpió la morena ofendida.

-Perdón pero eso es desagradable.-respondió riendo.- En fin, lo que te iba a decir es que tu amado Inuyasha ya tiene pareja.

Kagome no contestó, en parte porque lo de 'amado' la había dejado algo fuera de jugada, y lo que había terminado por sacarla de la jugada era la noticia de que su futuro novio ya tenía con quien ir.

-¿Estás¿O ya te desmayaste?-se escuchó la voz de su interlocutora.

-Estoy bien.-mintió

-Solo te lo digo porque no quiero que te lleves sorpresas desagradables cuando llegues Kag.

-Esta bien.-de pronto su deseo por llamar la atención de Inuyasha se vio incrementada a un 200 por ciento.

-Entonces nos vemos este viernes.

-Claro, adiós.-se despidió.

Se dirigió indecisa hacia la estética, pero finalmente se armó de valor. Dejó que depilaran sus cejas, cosa que logró sacarle una que otra lágrima, dejó que le hicieran un corte que favoreciera su feminidad, y deshiciera el corte tosco de chico que tenía.

Pero se acobardó cuando le preguntaron sobre la depilación de piernas, y sin más se regresó a su casa diciéndose que bien podría comprar un rastrillo y realizar ella misma la tarea sin tener dolor alguno que soportar.

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Bueno, me van a matar lo sé XD

Es muy corto el capitulo, pero lo envío ya porque creo, no estoy segura, el próximo puede ser el último. Pero repito no lo sé, y bueno, muchas gracias a todos por sus comentarios, y aún no me creo ke ya tenga 200 y cachito de reviews jojojo ¡es genial!

Lamento que el capi anterior haya salido así pero era una forma diferente de descubrir la verdad, por eso lo hice.

Y bueno les invito a ke lean el primer capitulo del otro fic XD se llama el vecino…

Y creo ke es todo. Byes.