Disclaimer: MSLN no me pertenece, ni sus personajes obviamente, sino que son propiedad de sus propios autores.
"Crack"
La tranquilidad inundaba el ambiente, la luz blanca era la faz que atravesaba hasta la última molécula, los sonidos eran suaves ecos alrededor, y la pasividad de una suave caricia cual viento, era lo que llenaba su corazón. Los latidos seguían el compás de una melodía, que provenía de un lugar muy especial y desconocido, quizás de su amor por ella, quizás del poder tenerla cerca, o a lo mejor se sentir por instante que la perdía, y Fate no quería eso. Mientras la tuviera entre sus brazos, eso era más que suficiente.
-Fate-chan…- esa voz rompió el momento, más se negó a dejar el abrazo- llegaras tarde al trabajo…
No le importaba, no le importaba para nada, para Fate lo único importante era Nanoha.
- ¿Por qué Nanoha no me lo dijo antes? – reclamó a la chica entre sus brazos.
-Yo…- por otro lado, la cobriza no sabía que decir, no esperaba tener que explicarle para nada-…no lo sé…ayer, solo lo olvidé -una mentirilla blanca, esperaba que Fate no insistiera al respecto.
-Nanoha…
No es que Fate le creyera del todo, sabía que algo le estaba ocultando, pero si Nanoha no quería decirlo, insistir no serviría de mucho, debía ser la misma Nanoha quien debía decidir hablar por sí misma…
-… ¿Puedo quedarme contigo? – preguntó esperando que no la rebotara.
-…Pero Fate-chan…- su voz a tono bajo.
La instructora se atrevió a separar un poco el abrazo solo para poder verle a los ojos. No podía creer lo que escuchaba, Fate era sumamente cumplidora y responsable, por ningún motivo faltaría a su trabajo…y solo por ella estaba…
-…Estoy bien, no tienes por qué quedarte…- trató hacer ver como si nada sucedía.
-Pero es extraño, que Nanoha haya olvidado decirme…además yo, tú…
Fate sujetaba a su amiga por la cintura, era un tacto en demasía agradable, deseaba perderse entre esas curvas, acariciarle y recorrerla una y otra vez, no ayudaba que Nanoha le sujetara aún por los hombros, estaba tan cerca.
-Lo siento…- dijo simplemente- prometo que compensaré mi descuido…- mentía...sí…
-Entonces, deja que me quede contigo este día…- pero Fate no la dejaría ir, así como así.
Eso definitivamente no estaba para nada en los planes de la bella cobriza, por el contrario, creyó que podía pasar un día a solas entre sus reflexiones y tormentos, unos que tenían un solo nombre y apellido, y justamente para poder pensar sin tenerla cerca, para poner en orden sus ideas, pero si se quedaba ¿Cómo podría cumplir ese objetivo? Aun así, debía admitir que Fate le había extasiado y alegrado, aunque sea un poco el latir de su corazón, primero por el abrazo, y ahora por insistir, eso no hacía que fuera menos confuso, sin embargo, era feliz de que Fate insistiera en permanecer a su lado, era lo que menos esperaba y lo que más deseaba.
-Deberías ir a trabajar, es un poco aburrido estar solo en casa…- no sabía por qué se hacía de rogar.
-No lo es, porque estaré con Nanoha- era increíble como Fate era capaz de hacer latir su corazón tan rápido con cada palabra que salía de sus labios- además, podemos salir a dar un paseo si quieres…
¿Eso era una cita? Quizás no, pero no importaba…una sonrisa se formó en los labios de la instructora.
- ¡Si quiero! - rodeó con sus brazos una vez más a la rubia.
La lejanía desaparecía y se abría, aunque sea de poco entre aquella inmensa niebla.
De alguna forma, lograron terminar ese abrazo que parecía ser infinito, con mayor ánimo, Nanoha subió a la recamara de ambas para prepararse. Fate se quedó medio temblorosa, medio débil, no tenía ni idea de dónde le salió ese valor para invitarle a salir, algo para nada raro entre ellas, pero no era tan simple en los momentos de tensión, momentos que, por lo general, la cobriza se encargaba de amenizar, y ella simplemente agradecía que fuese así, "cobarde" se dijo, era injusto que siempre dejara a Nanoha solucionando esa clase de problemas, se suponía que ambas eran amigas, debía poner más de su parte. Recogió su maletín, y decidió llamar a Hayate.
-… ¿ella te lo dijo? - luego de una breve y siseada explicación, Fate hizo su curiosa pregunta del millón.
-Ara, que falta de confianza Fate-chan, ¿No crees en lo que te dijo Nanoha? - No se trataba de eso, solo…quería saber…
-Pero es que…ella no es así…- dijo contundente.
-En ese caso, te recomiendo prestar más atención, a lo mejor…y estás dejando pasar algo por alto- le miró un poco seria- sabes, tú ya dormías cuando ella llamó ayer por la noche, probablemente esa fue la razón de no decirte- Hayate, deseaba hacer quedar bien a Nanoha frente a Fate, mas no sería tan fácil.
-Pudo habérmelo dicho antes, si es que se sentía mal…además es raro, que ella no desee estar en el trabajo- dijo pensativa, y Hayate se alegraba de ver que Fate buscara una respuesta a la conducta de Nanoha.
-Si la conoces tan bien, ya deberías saber la respuesta…- Fate no comprendía, la comandante rió con gracia- bueno, si eso es todo, me despido, tienes mi permiso de faltar hoy, disfruta de tu día, y déjame trabajar por favor- y así la comandante le cortó sin más.
-¡O-oye!…
-¡Fate-chan ya estoy lista!
La rubia volteó para ver a su amiga, encontrándose con una pequeña sorpresa. Nanoha vestía con nada más y nada menos que su uniforme de instructora.
- ¿Por qué te pusiste tu uniforme? Creí haber dicho que saldríamos…- dijo de manera boba, haciendo reír a la cobriza.
-Es verdad, pero Fate-chan no subió tras de mí, así que imaginé que no sería justo si solamente tú sales con el uniforme de enforcer- Fate se sonrojó al instante al recordar ese detalle, era verdad, ella ya estaba lista…para ir al trabajo, por lo que portaba su uniforme, y no una vestimenta casual.
Luego del bochorno, y una leve discusión por si realmente debían salir a pasear de esa manera, además de decidir tomar el transporte público en lugar de ir en el deportivo de Fate, pedido y reto ganado por Nanoha a la antigua y confiable, piedra, papel o tijeras.
Nanoha feliz y con el ánimo recuperado, tomó del brazo a Fate desde el momento en que salieron de casa, caminaron un breve tramo hasta la parada del autobús, mientras platicaban de cosas triviales. No esperaron mucho la llegada del autobús, un alivio para Fate, quien estaba impaciente, al saber que no conduciría su maravilloso auto ese día. El chofer se impresionó al verlas, y es que no esperaba ver a tales heroínas en el transporte público, extrañamente el autobús iba vacío, Nanoha le sonrió al conductor, y se dispuso a subir, pagaron y antes de tomar su asiento, el conductor las detuvo para pedirles su autógrafo, ya que él y su familia les admiraba mucho, cumpliendo con el cometido, emprendieron marcha al fin.
Un día libre para disfrutar fuera de casa, lo más difícil era decidir qué hacer, por lo general, se limitaban a ir de compras al supermercado, o por lo que hiciera falta en casa, y si salían a dar un paseo, solían ser siempre las tres junto a Vivio, hacía tiempo que, eran solo Nanoha y Fate…el trabajo no contaba, o ese era el pensamiento de Nanoha, quien fue la primera en decir que irían al centro comercial. Fate ya se sabía esa, de seguro recorrerían escaparate por escaparate, visitarían las tiendas de ropas y otras de artículos varios…era cierto que tenían tiempo de no salir, pero esa era una rutina que aprendió con las chicas en la tierra.
Nanoha se puso las baterías inagotables, y desde que entraron por aquellas dos puertas, se notaba la gran energía y emoción por recorrer todo el lugar, Fate solo suspiró, pero con una gran sonrisa, sujetó la mano que la cobriza le ofrecía.
Primero, visitaron una tienda de artículos relacionados con dispositivos inteligentes, en el lugar había información de todo tipo, y dispositivos de porte ligero para novatos, algunas cosas, parecían hasta risibles ¿Un militar no podría utilizar algo de tan baja calidad? ¿oh sí? Por otro lado, el banco de información era sorprendente, tenía muchos registros históricos impresionantes. De no ser porque más tarde que temprano las reconocieron hubieran seguido en el sitio un poco más. Luego decidieron ir a una tienda de suovenires, de entre los tantos artículos, resaltaban las copias en miniatura de las reliquias más antiguas y poderosas de la historia, de los más comunes, artículos de uso, entre otras cosas, además de juguetes y dulces. Mientras Nanoha distraída, miraba que dulces podría comprarle a Vivio, Fate estaba un poco lejos ya que se cansó de la insistencia de Nanoha al agitar su brazo, y ella decirle que "cualquier cosa estaría bien", Nanoha la soltó y decidió ella misma buscar algo para su hija, ya que Fate en verdad pensaba que cualquier cosa estaría bien, agarrando lo primero que tuviera enfrente, la cobriza no podía comprender como a veces era tan simple y otras tan detallista.
Pero fue en ese momento que Fate visualizó cadenas doradas, una en forma de rayo y otra en forma de estrella, había otras en forma de luna, sol, entre otros, pero su vista no se apartó de aquellos en particular…esos dos objetos representaban su historia con Nanoha, en donde la rubia era el rayo, que sobresalía de entre la lluvia tormentosa, triste, temerosa y dolida, y su Nanoha, era la estrella, brillante, cálida, bondadosa que se apareció ante ella solo para despejar su oscuridad. Así que cautelosa, las tomó, y se dirigió a caja para cancelar, sin que Nanoha se diera cuenta, sería una sorpresa.
Continuaron, ya cargando un par de bolsas, y se detuvieron al Nanoha chillar que quería un helado, entraron a toda prisa, e impaciente pidió su helado. Para Fate, era todo un espectáculo que disfrutar, el mirar a Nanoha tan emocionada por cosas tan simples después de tanto tiempo, no sabía que la instructora desbordaba de felicidad, solo porque tenía a la enforcer a su lado. Más tarde disfrutaron de los jardines que rodeaban el lugar, hablando de todo y de nada, como cuando eran niñas, como cuando eran adolescentes, amigas y confidentes. La cobriza, trataba de estar lo más cerca posible, Fate de ninguna manera le rehuía, al contrario, eso hizo que Nanoha olvidará sus preocupaciones del día anterior.
Para terminar el día y pasar la tarde decidieron ir al cine, a ver una película, Mid-childa a pesar de ser un lugar de mucha tecnología, aun poseía aquel rudimentario entretenimiento y es que, era un lugar adecuado para convivir, o para estar, con esa persona. Eligieron una película de acción, pedido de Fate, quien por fin ganaba en el piedra, papel o tijeras, Nanoha refutó con su habitual puchero, más la rubia no cedió a pesar de lo adorable que lucía la cobriza. La película resultó emocionante, había acción y suspenso, Fate estaba emocionada en su asiento, sin embargo, para fortuna de Nanoha también hubo romance, cosa que disfrutó, pero le regresó a ser consciente de su misma situación. Al salir, y antes de regresar a casa, Nanoha le pidió que tomaran un café, ya que había pocas ocasiones que podía tomarlo en un lugar fuera de casa o el trabajo.
Sin duda, no era raro de ver, pero era algo que Nanoha intentaba no mirar, a su alrededor y por todo el lugar…una que otra pareja, disfrutando su amor juntos, lo notaba en un pequeño beso o un pequeño gesto los delataba, eran los únicos y breves momentos, en que intentaba ignorar a Fate, como al estar en la tienda de souvenirs, y ver una pareja felizmente casada escogiendo artículos, seguramente para el resto de su familia, lo supo por las sortijas que cargaban en sus dedos, le costaba mucho trabajo no imaginarse a sí misma y a Fate en ese lugar, era algo que deseaba, e incluso al estar en el cine, muchas parejas, no miraban precisamente la película, y ella solo trataba de distraerse, pero ni la película le ayudó al mostrar diversas escenas románticas entre los protagonistas, en más de una ocasión sus ojos se desviaron hacia la rubia, reteniéndose para no sujetar esa mano, para no buscar una caricia profunda, pero la enforcer parecía estar más en la película que en regresarle la mirada, bueno, estaban en el cine y que esperaba…aun así, una parte de ella deseaba aquello con demasía, que Fate le mirara como algo más, y todavía, al estar en esa cafetería, más de una pareja compartía un ameno momento.
- ¿Te divertiste? -a medio camino de llegar a su boca, y terminar su bebida, la escuchó.
-Por supuesto que sí, Fate-chan. Hace mucho que no compartíamos de esta manera…solo tú y yo- se sonrojo levemente con lo último.
-Nanoha se miraba triste hoy por la mañana, me alegro verte mejor.
-Fate-chan…- su rubia se había preocupado por ella, de seguro no ocultó las cosas tan bien como planeó.
-Lo siento, no quería preocuparte.
-Aun así, lo hago, porque Nanoha me preocupa y me importa mucho- el corazón de Nanoha aceleró sus latidos, feliz…- ¿Qué es lo que te preocupa? -…y dolido ¿Cómo era eso posible?
"¡Tú!" deseaba gritarle Nanoha con todas sus fuerzas en respuesta, más no podía, no era tan simple ¿Por qué? No estaba lista para un rechazo directo de parte de su amada rubia, pensaba en lo doloroso que eso sería, no creía poder soportarlo…pero es que ¿Era tan malo? ¿Fate la odiaría por eso? Claro que no, pero no quería su compasión ni su lástima, quería su amor.
-…es que no es fácil de decir- se atrevió a confesar…
-Yo escucharé cualquier cosa que Nanoha tenga que decir- el corazón de Fate vibró con alegría al saber que Nanoha se abría otra vez a ella.
-Es que yo…creo que…hay…alguien que me gusta…- desvió la mirada, y agachó su cabeza… Nanoha no sabía… ¿Qué de bueno había en decir una verdad a medias?…
Fate no estaba segura de sí, ensordeció, o si todo a su alrededor enmudeció, por suerte no pidió bebida alguna, porque sus estomago repentinamente parecía una tormenta, sintió como si hubiese acabado de tragarse algo en demasía pesado, su boca se secó, y una debilidad extrañamente se apoderó de su cuerpo, lo más sobresaliente era, el dolor y pesar en su pecho.
-Por eso te pregunté por los rumores, que hablan de nosotras…- "por supuesto, eso no está para nada bien, para ti, y para ese que te gusta" pensó Fate con amargura- es solo…que no sé qué hacer…- no podía ser, no podía ser…Nanoha no podía…
-¿P-puedo saber de quién se trata?- Preguntó con toda la calma que podía, intentando no caer, no frente a ella, no en ese momento…
-Lo siento Fate-chan…aun no estoy lista...no estoy segura de sí soy correspondida…
La incertidumbre se ceñía sobre Fate, de cómo proseguir en el futuro inmediato y lejano, mientras la duda se sembraba como estaca en su ser, quién podría ser aquél, a quién Nanoha quería, una parte de ella quería llorar ahí mismo y reclamar, quién era, dónde lo conoció, cuándo se enamoró de él, por qué lo quería, por qué en lugar de amar a ese imbécil no la amaba a ella…deseaba decirle que era imposible que alguien no le amara, Nanoha era tan maravillosa y nadie podría rechazarla, pero no quería atravesarse el corazón con sus propias palabras para darle a su cobriza el ánimo y mandarla a otros brazos.
"No…no…no… ¡No! ¡Nanoha!"
Su lamentó se perdió entre sus pensamientos.
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¿Qué hará Fate después de la confesión de Nanoha?
¿Intentará alejarse como siempre? ¿Luchará por su amor?
Y Nanoha…qué intenta conseguir, confesando de manera incompleta sus sentimientos.
Todo eso y más en el próximo cap., solo asegúrate de sobrevivir a la pandemia, y lo sabrás. Sigue todas las recomendaciones y cuídate mucho! Por ti y tú familia…a lo mejor vives lo suficiente para ver que el NanoxFate sea declarado canon.
Continuará…
Nota: Que la luz de la Estrella y el Rayo ilumine sus corazones.
