Ante la mirada insufrible que ejercía la mujer peliblanca conocida como Echidna sobre sus compañeras, y la incesante urgencia, convertida en cuenta regresiva para salvar al chico idiota de su propia autodestrucción, empezó a generar el sofoco de un ambiente que supuestamente ni siquiera existía y que estaba formando un peso gradual en cada una de ellas.
La mayoría de las otras brujas eran incapaces de salir del letargo impuesto por su acto de traición a su biología, ya sea el miedo de empeorar las cosas, congelación de shock por el suceso, o simplemente por qué realmente no entendían como podrían solucionar esta situación por sus propios medios.
A excepción (claro), de cierta voluptuosa mujer de cabello rubio que culminaba en una encantadora coleta de caballo al final, y profundos ojos de iris azules, ella entendió perfectamente que tratar de razonar con el moribundo hombre no la llevaría a ningún lado en el estado mental en que se encontraba, por lo que haciendo acopio de su inhumana fuerza, dirigió sus esfuerzos y su cuerpo para enfrentar con severidad a la señora de este mundo onírico, a sabiendas de que siempre parecía saber todo lo que pasaba; ella era la mujer indicada para solucionar el problema que estaba presentándose, y la ayudaría a solucionarlo, le gustase o no.
-¡ECHIDNA!
- ¿Si Minerva?...¿Necesitas algo~?
Tanto la rubia y la albina entendían perfectamente el contexto y gravedad de la situación, y la primera también entendía como ella disfrutaba molestándola de cualquier manera que se le ocurriera; al igual que Subaru, ella estaba incapacitada en más de un sentido para poder defenderse de las burlas que se le adjudicaran, ya sea por el efecto de su antigua autoridad, o por que mientras más frustrada se mostrará, solo empeorarían las burlas hacía ella.
Pero era también evidente que no podía darle el lujo de empezar a molestarla, preservar la salud del chico pelinegro era prioridad en este momento, y cada momento que ella desperdiciara peleando con ella, más cerca podía sentir el espectro de la muerte cerniéndose sobre el, tiempo era la palabra esencial.
-¡Sabes perfectamente bien que es lo que quiero Echidna! - incluso con las cadenas invisibles que la empujaban constantemente hacia el suelo su figura jamás decayó - ¡Detén está maldita exhibición de negligencia que estas obligando hacer a Sekhmet y déjame curarlo de una maldita vez!.
A pesar de ser duramente golpeada en más de un sentido por la atronadora voz de la rubia, Echidna mantuvo su imagen igual de imperturbable que antes, y para aumentar aún más la cólera de Minerva incluso le pareció ver como su sonrisa volvía a ensancharse.
- Y suponiendo que yo le pidiera a ella que te le liberase - comentó hablando entrecortadamente- , y luego procedieras a curarlo... -finalizó dándole una de sus miradas analíticas- ¿Qué harías entonces Minerva?, aunque aquí este relativamente a salvo, tarde o temprano tendrá que salir y volver a hacer frente a las asesinas de la mansión, a Oousagi, a mi alumno, a Garfiel, y evidentemente, también esperar a que la mocosa se digne a terminar sus juicios, veas por donde lo veas no me parece muy justo para él seguir alargando su sufrimiento en una situación con un margen de éxito tan reducido.~
Volviendo a cruzar sus brazos espero ver la reacción de sus compañeras tras su lógica explicación sobre su supuesta falta de acción al respecto, y fue muy satisfactoria de hecho, ya que enumerar la no muy agradable lista de problemas que tenia que resolver el muchacho en menos de una semana, y sujeto a sus propias limitaciones, hizo que la gran mayoría llegarán a sentir un viento frío recorrerles la espalda.
Pará ser justos, incluso en sus batallas más importantes siempre tuvo la oportunidad de organizarse y planear como superar el obstáculo que le presentara, (su mayor fortaleza en opinión general de todas) y reunir a los "aliados" que fueran necesarios para conseguir su objetivo, pero la situación aquí era diametralmente diferente: no sólo por que la amenaza era más directa que nunca para todos, si no que además las pocas personas que estaban mínimamente capacitadas para ayudarlo, o estaban en "su contra" (Garfiel y Shima), estaban en mayores problemas que él (Emilia, Frederica, y Petra) o estaban confabulados directa - o indirectamente- con los malos (Ram con Roswall, y el dueto de asesinas contratadas Elsa y Meili), ¿y que podían decir del Comerciante? Lo único que tenían en mente al pensar en él, era un repugnante recuerdo de él empujando a Subaru a una muerte segura en contra del Hakugei, (o Ballena Blanca como ellos le decían), era un milagro que en bucles pasados no hubiera intentado volver a dejarlo a merced del Gran Conejo para salvar su trasero, simplemente no veían formas de que Él, de entre todas las personas pudiera hacer algo para ayudarlo.
Aunque fuera de eso, la cólera de la bruja rubia sólo iba en aumento tras su declaración, después de todo, la mayoría de los males a enfrentar por él era un subproducto de la locura obsesiva que poseía Roswall, y por obvia extensión, Ella siendo el objetivo de la misma, por lo que no era muy descabellado afirmar que al menos la mitad de esos problemas que Subaru tenía que enfrentar también eran su culpa.
- ¿¡Y a quien demonios tenemos que agradecer por tener un payaso bastardo matando a 12 generaciones de su familia, y dejando morir a miles de personas solo por cumplir un objetivo que ni siquiera sabe si se puede conseguir!? - vocifero - ¡¿Por quien se debe que Emilia, Beatriz, las sirvientas e incluso las Candidatas al trono de Farsale hubieran encontrado la muerte si el muchacho no hubiera querido salvarlos a todos!? - y concluyó -¡¿A quien Echidna?! ¡¿Quien demonios crees que tiene la verdadera culpa de todo esto para empezar?!
El arrebato explosivo de Minerva causó una gran cantidad de conmoción en las otras brujas que observaban lo más silenciosamente posible para no ser salpicadas por su ira incandescente, no era sorpresa para ninguna de ellas que, de entre todas, Minerva y Echidna hallan sido las más cercanas entre si, tanto por ser las únicas que podían tener un contacto moderado en el pasado con los Reinos por sus Autoridades considerablemente menos dañinas o serviciales, sino además por la extraña conexión que poseían con la raza élfica, (a pesar de la supuesta negativa de la albina), por lo que ver como una le echaba en cara todos sus crímenes de una forma no inducida por su autoridad y de una forma tan puramente iracunda era un espectáculo muy único en sus respectivas naturalezas.
Por otro lado, la mujer que había sido el objetivo de la represalia verbal de su amiga no pudo hacer más que mantener su clásica expresión de "póker sonriente" mientras que muy disimuladamente escondía una de sus manos, y procedía a cerrarla con tal cantidad de fuerza que, de no haber sido más que una proyección de su espíritu, probablemente hubiera atravesado sus palmas hasta comenzar a desangrarse.
Era curioso ver, como a pesar de su negativa a aceptar las cosas que pasaban a su alrededor, y en el exterior que ella dejó atrás, todavía encontrarán la manera de perforar la gruesa coraza de superficialidad en la que su autoridad había encerrado su antiguo ser, que de alguna manera el "monstruo imposible de comprender "todavía pudiera perturbarse por antiguos despojos emocionales de su vida pasada, "Algo realmente curioso de hecho".
Pero cumplir el objetivo siempre seria lo mas importante para ella, después de todo.
- Por más molesta que puedas ponerte Minerva, me parece un poco hiriente pensar que yo he tenido algún tipo de voto en cualquiera de las decisiones que ha tomado mi aprendiz en estos últimos 400 años - corrigió llevándose las manos a su pecho en falso dolor para complementar el acto - después de todo, su respectivo Tomo de la Sabiduría solo le da "pautas recomendables" de cómo "podría" conseguir sus objetivos en la vida, a mi por mi parte no me molestaría continuar disfrutando de mi retiro espiritual, junto a ustedes. ~
A pesar de que ella había mantenido la conversación con su clásico toque de superficialidad, el resto de mujeres que había estado contemplado el desarrollo de la situación empezaron a sentirse realmente ansiosas al ver cómo la ira inicial de Minerva empezaba a trastornarse peligrosamente en una mortal cólera, y reflejándose en ellas: Daphne empezó a babear copiosamente, Sekhmet empezó a frotar su muslos con rigidez, mientras que Typhon se escondía realmente asustada tras su espalda, Carmilla se encogió dentro de su ropa como si esperara desaparecer en el interior de la misma, y Satella... bueno, ella seguía igual de desconsolada mirando el cuerpo moribundo de Subaru para prestar atención a lo que pasaba en su entorno.
Era cuestión de tiempo antes de que la encolerizada Minerva o la indiferente Echidna hiciera explotar el barril de pólvora en que se había convertido el Castillo de los Sueños, y nadie podía saber quién se llevaría la peor parte del estallido cuando sucediera...
-¡¿Así que eso es todo lo que significa para ti entonces?! - grito cuando su título volvió a brillar por la certeza de la persona de su elección - ¡¿Realmente vas a dejar que el maldito payaso continúe abusando de Subaru hasta que se harte, o su mente se rompa y dejen de importarle lo que le pase a los demás?!
-Esa es una declaración muy fuerte de hacer Minerva - dijo lentamente, aunque un ligero tono de enfado se le llegó a escapar descuidadamente, casi de forma automática automática volvió a "ajustar" sus emociones para no ser descubierta - después de todo tu misma viste mi romántica declaración de mi amor hacia él, que ahora me acuses de querer hacerle daño o "romperlo" como dices me parece una grave ofensa hacia nuestra amistad.
Después de todo fui yo quien orquesto toda esta situación para precisamente evitar que eso sucediera para empezar...
-¡Pues si tanto quieres enfocarte en nuestra dichosa amistad, entonces podrías dignarte en hacer algo para ayudarlo a él, y de paso controlar las acciones del bastardo de tu aprendiz! , ¡Todas sabemos perfectamente que ocasionalmente hiciste cambios en su evangelio entre tiempos cuando unas situación no te divertía lo suficiente! ¡¿Qué te cuesta volverlo a hacer esta vez para intentar ayudarlo siquiera?!
Esa declaración, tan cargada de acusación, que debería de haberla dejado caer en infraganti por su falta de acción y complicidad con Roswall, hizo que, irónicamente, el puño que tan duramente ejercía a escondidas de la mirada de sus amigas finalmente se deshiciera.
Ah, así que ahí esta, tal como apareció en la antepenúltima página, supongo que me estuve preocupando por nada, hasta ahora.
- Así que... ¿Tu crees que solo es necesario hacer eso Minerva? - espeto mientras se acercaba lentamente hacia ella - ¿Qué simplemente debo excavar en mis limitadas reservas de mana que le quedan a mi Od para darle un mensaje simplón a Roswall sobre cómo debería dejar de ejercer presión sobre el chico y la mocosa platinada? ¿Es realmente esa tu recomendación para solucionar este problema?
Pará cuándo termino de hablar, prácticamente se hallaba encima de ella (debido a las extremidades invisibles que la sujetaban, ella estaba en una posición mucho más baja a su estatura convencional); para este punto la cólera inestable de Minerva había desaparecido de la misma forma intempestiva en la que solía aparecer, realmente no se esperaba que ella fuera a tomar su arrebato tan en serio, o al menos eso creyó al inicio, la última pregunta que la albina le había hecho la hizo cuestionarse sobre los motivos ocultos que de costumbre estaba ocultándoles.
Después de todo, sabían que la obsesión de Roswall A Matters por revivirla era tan profunda y aterradora, que en ocasiones ni siquiera podía llegar a encontrar un punto de distinción de sí y de la que la Bruja de la Envidia mantenía sobre Subaru, pero si ese era el caso ¿no bastaría realmente una única indicación de su parte para que el se detuviese?
- Nope, eso indudablemente no funcionaría...
-¡¿Cómo puedes estar tan segura de que no va a funcionar si ni siquiera lo has intentado todavía?! - Minerva volvió a gritar, aunque con una clara disminución de impacto en su tono - ¡¿Acaso tu maldito libro también te dijo que hacer eso no serviría de nada!?
-Incluso aunque esa información hubiera sido registrada en mi Tomo de la Sabiduría, (cosa que por cierto no hizo por que ni siquiera lo intente buscar de hecho) no era realmente necesario que yo lo revisara para saber con total seguridad y firmeza que ese plan no funcionaría... y lo que es más importante - y con ello su voz se puso peligrosamente sería - podrías llegar a hacer de forma involuntaria aún más infernal la existencia del muchacho dependiendo de que tanto lleguen a desviarse los deseos de mi aprendiz de lo que dictaba originalmente su Evangelio.
Esto volvió a dejar sin habla a la rubia, y quito el escaso aliento que mantenían las que las rodeaban ¿Qué se supone que tenían que ver los deseos de Roswall con todo esto?
Como si tuviera la capacidad de leer sus mentes, Echidna volvió a sacudir sus endebles planes de salvación al explicar el por qué intentar corregir su evangelio llegados a este punto era realmente una mala idea.
- Pará empezar, cómo ya te dije para hacer una modificación en el libro que tenga algún tipo de cohesión con lo que sucede en el exterior, tengo que usar el mana puro y sin destilar de mi propio Od para hacerlo, de lo contrario el libro solo proyectaría garabatos sin sentido que confundirían a Roswall mucho más - enfatizó - pero incluso si poner mi integridad espiritual no fuera un problema, y yo pudiera darle el mensaje que me sugieres ¿crees que él, al haber conseguido que todo lo que tenia que pasar hasta este punto ya sucediera, y que de pronto, de la noche a la mañana, su Libro de Conocimiento que ha venido estudiando tan religiosamente día tras día, haya cambiado tan abruptamente de fin y propósito puedas esperar que llegue y pueda tomárselo con calma?
Esto desconcertó incluso más al resto de las brujas, primero por el lenguaje que ella expresaba que la mayoría de veces uno tenía que estar muy atento para leer sus verdaderas intenciones, y segundo, por las nefastas consecuencias de que podía suceder si realmente las instrucciones que el payaso había estado siguiendo los últimos años cambiaran de repente...
-... Si hago algo que no le guste, no dudará en lo más mínimo en utilizarme para corregirlo..
Un nuevo escalofrío empezó a recorrerles la espalda al recordar las palabras dichas por el chico antes de venir aquí, y si se hacía especial hincapié en el bucle death kiss, podían recordar vívidamente a través de él como Roswall no tuvo ningún reparo en matar instantáneamente y a traición a su sirvienta mas leal, al chico demihumano y finalmente terminar su espectáculo abominable dándole una soberana paliza y posteriormente dejándose a morir voluntariamente a merced de Oousagi; incluso algunas como Carmilla y Typhon empezaron a apretar sus brazos alrededor de sí mismas por el frío sepulcral que ducho recuerdo les embargaba.
Tal vez ninguna de ellas hubiera vivido la experiencia en carne propia, pero incluso siendo meras espectadoras de 2 eventos similares, no pudieron llegar a considerar ninguno de ellos como algo grato.
- Viendo el cambio en sus expresiones, puedo intuir que están llegando lentamente a la misma conclusión que yo - puntualizó la albina - pero para acelerar el proceso, déjenme decirles sin más pelos en la lengua que sucederá si yo, o alguna de ustedes tratamos de intervenir en este momento - y con esto su voz perdió cualquier rastro de burla o sarcasmo que tuviera hasta el momento, solo dejando una voz fría y carente de expresiones en su lugar -No importa nada de lo que intentemos ahora, a Roswall solo le interesa cumplir su misión, y si para obligar a Subaru a hacerlo tiene que perforar el pecho de la mocosa de pelo plateado, volar por los aires a la sirvienta rosa, triturar los huesos del niño semibestia, carbonizar a todos los aldeanos y al comerciante, o permitir que las mabestias y las asesinas despedacen o destripen a las sirvientas en la mansión, tengan por seguro que el lo hará, sin ningún tipo de duda de por medio.
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A pesar de que su punto fue demasiado explícito y fuera de proporciones ella no vacilo en ningún momento al mencionarle la mayor falla de su plan a Minerva, primero por que era algo necesario para conseguir ese final secreto que tanto ansiaba obtener, y segundo por que (tristemente) conocía mucho mejor a Roswall de lo que cualquiera de ellas alguna vez pudo haberlo hecho, (incluso sabiendo algunas cosas por su Tomo de Sabiduría que decidió guardarse solo para ella, para así no tener que lidiar con la furia de Typhon y Minerva en nefasta combinación), sabía perfectamente que con el fin de que ella lo elogiara, su determinación empezaría a brillar en su mayor intensidad, tanto de buena manera, o como se hacía presente en la actualidad, a una muy mala manera.
El paso insufrible de los minutos empezó a volver a sentirse más pesado que nunca para las presentes, sobre todo para la bruja de pelo rubio, dada la facilidad en la que Echidna había hecho a un lado sus mejores opciones para ayudar a Subaru empezó a sentir como las lágrimas de frustración y autodesprecio empezaban a amenazar con escapar lentamente de sus ojos, mientras sentía como gradualmente sus piernas empezaban a perder la batalla contra la autoridad displicente de Sekhmet.
¿Realmente así terminarían las cosas?
¿Incluso en la muerte era incapaz de ayudar genuinamente a una persona que necesitaba tan desesperadamente su ayuda?
¿Realmente Ella, de entre todas las personas, tendría que aceptar que la opción más misericordiosa para el chico era simplemente dejarlo morir?
¿Qué actualmente ya no había nada más que hacer por él?
Y mientras la cruda realidad empezó a asentarse en la conciencia de todas, Minerva no pudo hacer más que entregarse a sus propios demonios internos, burlones y sádicos, que la atormentarían nuevamente por quien sabe cuanto tiempo por su inutilidad e incompetencia de salvar a alguien o cualquiera en este presente...
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Espera...
¿Por qué había hecho ese especial énfasis en la palabra presente?
Sosteniéndose a duras penas antes de volver a visitar el suelo, ella volvió a mirar la imagen aparentemente imperturbable de su amiga albina, aunque por algún extraño motivo parecía estar escondiendo una de sus manos detrás de ella.
- Tu dijiste... - expresó con una voz extrañamente taciturna y reflexiva para sus explosivos estándares, como de esas veces en las que estabas preguntando desesperadamente por tus llaves solo para sentirlas poco después en tus propios bolsillos - que actualmente no podemos hacer nada por él para ayudarlo... ¿A qué te referías con eso?.
Si alguna de ellas hubiera tenido el estado anímico, o simplemente hubiera decidido mirar la espalda de la Bruja de la Codicia, habrían notado como nuevamente estaba ejerciendo una gran cantidad de presión de puño en una de sus manos, temerosa de que ninguna hubiera podido leer entre líneas el mensaje que ella estaba prohibida de decir abiertamente, ¡y nada menos que su mejor amiga lo había descubierto!, realmente se hubiera abalanzado sobre ella para besarla, de no ser que tenía que mantener su estado carente de expresiones para el siguiente tramo de acción para cumplir su meta, y de lejos, el más difícil de todos con diferencia.
-En efecto, mis palabras fueron tal como tú las entendiste Minerva - señaló mientras una mirada de no muy disimulado disgusto se dirigía hacia cierta semielfa ajena a toda su discusión -actualmente, y debido a todas las limitaciones que esa estúpida mujer coloco sobre el chico, es más que evidente la clara desventaja en la que se encuentra si ya estaba totalmente mentalizado a usar el "Regreso de la Muerte" de forma indefinida hasta hallar la solución - y señalando, en una pseudo pose similar a las que hacía el chico, apuntó su dedo al aire, como para dejar realmente claro su punto - ¡no queda más remedio ahora que devolverlo a algún punto de regreso previo, para que pueda prepararse como es debido, y tenga una oportunidad de derrotar a mi testarudo aprendiz!.
...
..
.
¡¿QUÉ?!
*Suspiro* ¿ah?
¿Huh? ~tsu
¡Oh, es verdad!
¿C..cómo...?
Pará sorpresa de prácticamente nadie, el coro de voces y gritos que acompaño el desplante de la desquiciada idea de Echidna no se hizo esperar, algunas con genuina sorpresa, otras con sentimientos encontrados, y por último estaba la propia Minerva, que reaccionó con total indignación ante la idea de que el chico deshiciera todos los lazos y amistades que había llegado a conseguir tan duramente en los últimos meses en este mundo, además de que claro, el recuerdo de los infernales bucles protagonizados por la maldita ballena de Daphne, la cascara rota que alguna vez fue Geuse, y la maldita Bestia del Fin intentando congelar el mundo, hacían un especial enfoque en su cabeza, como si una astilla en su dedo se tratase.
Después de todo ¿Cómo se suponía que ayudarían al muchacho obligándolo a enfrentarse nuevamente a esos peligros? Incluso si tenía la información de todos previamente con él, no existía garantía alguna de que las cosas llegarán a suceder de la misma forma en que alguna vez lo hicieron, y (sin querer ofender a las capacidades del chico) era más que evidente que al menos la mitad de su éxito en algunas de esas situaciones estuvo fuertemente influenciada por su absurda suerte, y como dice el dicho "el que respete a la creación, que nunca tiente a la suerte".
Viendo como la situación nuevamente empezaba a salirse de las manos, Echidna decidió interferir.
- Los mayores problemas a los que estuvo realmente expuesto Subaru nunca fueron su falta de capacidad de virtudes o de razonamiento en las situaciones que se le presentaron - la aclaración y elogio entremedio realizado por la bruja albina no paso desapercibido para ninguna de ellas, después de todo, una de las cosas más molestas que tenía el chico en su personalidad era su falta de confianza y su constante autodesprecio ejercido tan duramente por él; incluso tras haber realizado hazañas tan grandes como la caza de la ballena y la posterior conquista del arzobispo perezoso, su mentalidad hacia él nunca cambio y eso las hacía sentir doblemente frustradas - el verdadero problema que mantuvo durante todo este tiempo fue precisamente eso, la falta constante de tiempo para hacer bien las cosas.
Esto causó una nueva revolución mental en ellas al apreciar en mayor profundidad las palabras de la peliblanca, sobre todo al comprender cuán cierta era su declaración.
Desde que fue convocado a este mundo, realmente Subaru Natsuki no había podido tener muchos descansos entre calamidad y calamidad que aparecía, siendo para menos, que en su primer día tuvo que ingeniárselas (a costa de su propio orgullo) para concebir una manera de derrotar a la cazadora de entrañas y recuperar la medalla de la Selección Real de Emilia, un acto que para todos aquellos fuera del estrecho círculo de conocimientos Post-Mortem del chico, habrían pensado que fue una absurda casualidad que los eventos se dieran de esa manera, puede que una parte sí fuera nuevamente ejercida por su suerte (después de todo ¿Quién rayos tendría la buenaventura de encontrarse con el héroe más poderoso del Reino en su primer día, y sin haberlo conocido previamente?), pero fuera de eso, y por circunstancias que el mismo creó fue que sucedieron.
Y de ahí el recuento solo iba en aumento.
En la mansión:
-Menos de una semana para ganarse la confianza de sus habitantes, evitar ser asesinado por Rem, evitar morir por la maldición de la mabestia líder para posteriormente evitar que la aldea de Arlam fuera asediada y destruida por mas mabestias.
Y nuevamente en la Capital:
-Otra vez menos de una semana para formar un grupo-alianza con las futuras gobernantes del país para derrotar a una bestia mítica de más de 400 años de existencia, y posteriormente enfrentarse a Petelgeuse Romanee-Conti, uno de los más infames y desquiciados Arzobispos del despreciable Culto de la Bruja junto a su séquito de Dedos y cultistas.
Era evidente que en términos de fuerza y competencia con los ámbitos que eran importantes aquí, Subaru siempre sería al que le dieran mil vueltas en su sitio por su ignorancia (véase si no la "Gran humillación del Autoproclamado Caballero" durante el inicio de la Selección Real, aunque tras la caza de la ballena blanca consiguió logró limpiar su nombre, el evento siempre estaría presente) pero en términos de estrategia, planeación y respuesta, no existía nadie que ellas hubiera conocido como él, (salvo Flugel, pero no puedes usarlo como ejemplo si son la reencarnación de una misma persona), es por eso que nadie lo contradijo en medio de su desplante contra Satella, literalmente nadie más habría hecho todo lo que el llegó a hacer, y menos por voluntad propia.
Aún con esas, incluso si devolverlo a antes de su situación en el santuario fuera una opción, ¿Cómo se supone que conseguirían tal hazaña? Su "punto de control" como el les decía ya se había establecido en la tumba de Echidna, tres días de límite antes del desastre en la mansión y la llegada de Oousagi al Santuario; incluso para Satella, dicha acción podría ser difícil, por no decir imposible, e incluso si dejaran todas las implicaciones de poder que no tenían, y dicho bucle pudiera ponerse en marcha ¿a donde se supone que lo regresarían?, no es que la mayoría de sus "checkpoints" tuvieran una continuación agradable o con tiempo suficiente para organizarse para ser precisos.
No pudiendo resistir su clásica naturaleza pseudo-infantil, la más "joven" del grupo, una chica morena de cabello esmeralda, decidió formular la pregunta que rondaba la mente de la mayoría de ellas en ese momento.
- Pero Dona.. - comenzó con un inusual tono apagado, casi como si esperara no ser castigada por interferir en la discusión que parecía ser tan importante entre sus 2 amigas - aunque Tella sea muy fuerte, ella no puede darle la vuela al reloj para todo el tiempo que Barú lleva viviendo aquí... para que pudiera hacerlo ella tendría que... darle más control a Envy sobre él...
Como si eso fuera posible, nuevamente la mayoría de ellas (e incluso una muy bien disimulada Echidna) volvió a quedarse sin aliento por la idea que tan inocentemente sugirió, puesto que una de las razones de por que Satella limitaba tanto a Subaru al usar su poder, aparte de evitar que se la pasara haciendo cambios sobre el mundo cada que algo se saliera de su control, también estaba el hecho de que ella estaba en una lucha constante por el control de su poder con su alter ego de Bruja de la Envidia, el remanente de la corrupción de su incompatible Autoridad que al igual que ella, no mostraba reparos en intentar demostrar su retorcido amor hacia él, ya sea violentado su corazón cada que intentaba hablar de su habilidad, o cuando estaba especialmente enfurecida, matando a la gente que alcanzaba a oír lo más mínimo de las misma.
Todas conocían los celos que albergaban a su amiga cuando se relacionaba de alguna con Emilia o Rem, incluso con la duquesa Karsten, pero con Envidia la situación era diferente, mortalmente diferente de hecho.
Por más aterradas que estuvieran de que su amiga estuviera sugiriendo que debían dejar que Satella fuera consumida en su totalidad por su locura, o librar una batalla sin un ganador claro en contra de su otra personalidad, en la que podía llegar perder el escaso control que consiguió guardar para ella, para Echidna realmente no le podía importar menos que una bolsa de Zanas que esa posibilidad existiera, siempre le pareció molesto lo alto que ponían a la idiota cuando realmente ninguna de las dos sabía controlar los destrozos que causaban, era un miedo infundado el que mantenían entre todas, y ella misma se encargaría de derribar esa creencia en este mundo, y en este preciso momento para empezar.
Después de todo, para la Bruja de la Codicia, la supuestamente abominable Bruja de la Envidia nunca fue más que una perra sarnosa y desquiciada, babeando eternamente por su amo, y siempre temerosa de que el mismo la ahuyentara de su lado de un palazo.
Tal vez no tuviera la misma autoridad para hacerla retroceder que aquel hombre al que su repugnante amor endilgaba, pero tampoco mentiría al decir que ella no sabía que palos tenía que lanzarle para que ella saliera corriendo, como la perrilla que siempre fue para ella.
Dejando a la pequeña brujita con la palabra en la boca, ella reanudo su caminata con lentitud, pasando a una confundida Minerva que la veía alejarse, sin tener claro que era lo que pensaba hacer.
Sólo cuando vio como ella se dirigía hacia la imagen postrada de Satella sobre el cuerpo desfalleciente de Subaru fue que un grave presentimiento empezó a asentarse en su cabeza, pero no le sirvió de mucho realmente, ya que las extremidades intangibles de Sekhmet la jalaron con rapidez hacia el resto de las brujas, las cuales, temiendo por el comportamiento tan despectivo que desprendía una sobre la otra, decidieron retroceder, y darles la mayor cantidad de espacio que pudieran reunir para que hablaran, aunque en el fondo supieran que si las cosas se descontrolaban tal y como pensaban que sucedería, ninguna de ellas estaría a salvo, ni aquí, ni en ningún lugar.
Aunque ella hubiera preferido evitar tener que ver con cualquier cosa de la que estuvieran hablando entre ellas (probablemente por su culpa nuevamente), cuando vio la mirada carente de interés de Echidna mientras se acercaba a ambos, pudo entender como su penoso plan de pasar desapercibida había fallado miserablemente incluso antes de empezar.
Finalmente la alcanzó, incluso sin la necesidad de alzar la mirada nuevamente podía sentir como sus ojos enfocaban su cabeza tapada por el velo con tanta intensidad que parecían incluso querer atravesarlo, y desde luego ella no era capaz de devolver o mantener ninguna mirada de regreso pues, incluso habiendo pasado cuatro siglos desde la última vez que se vieron en vida, el hecho de que ella la mirara con tal cantidad de odio, habiéndose referido en tiempos más gráciles como su "casi-hermana" era algo que, junto a la posible pérdida de su amado, el corazón de la desdichada mujer semielfa era incapaz de soportar.
- E..e..Echidna, - balbuceando incoherentemente, era claro que su estado anímico no era el mejor para entablar una conversación- por favor... yo...yo solo.. quer...
-Ahórrate tus patéticos intentos de disculparte conmigo, zorra - y evidentemente para la bruja codiciosa cualquier cosa que pudiera salir de la boca de ella no era más que un desperdicio de aire y tiempo, algo que personalmente ella no tenía para dar, y mucho menos de dárselo a ella - solo estoy aquí por él, para tratar de salvaguardar lo más que pueda de tu aparentemente inagotable exceso de estupidez.
Las palabras eran igual o incluso más punzantes para la chica de orejas puntiagudas, y aunque ella ya se había acostumbrado a la crítica constante de su antigua compañera, el hecho de que recalcara que el estado tan delicado de su amor fuera producto de su poca inteligencia la hizo sentir aún peor consigo misma, ¿por qué rayos parecía estar tan especializada en hacerle daño?
- As.. así que.. vas a lleva.. llevártelo para que Nerva pueda curarlo.. ¿E.. Es eso?
Por mucho que le doliera separarse de él, ambas partes de sí misma eran conscientes de su incapacidad de ejercer magia curativa decente (o lo bastante poderosa como para sanar la herida de gravedad que se había hecho Subaru), por lo que esperaba que llevándolo con su amiga rubia sanadora pudiera solucionar sus heridas y conflictos, y tratar después de mantener una charla un poco más tranquila para ayudarlo a seguir adelante.
Pero para Echidna eso vendría después, ahora tendría que llegar a un acuerdo, si o si con ella y la zorra desquiciada; si quería tener la esperanza de tener un futuro perfecto junto a él, por más que le quemará, era necesario que ellas trabajarán en conjunto con las demás, sin él miedo constante de que la tonta pierda el control de sí misma y las termine matando a todas.
Y si para que esto funcionara, ella tenía que ponerse a si misma y a las demás adrede en el borde abismo para hacerlo, ella lo haría, sin dudas de por medio.. Vaya, parece que si tenía más culpa de la actuación de Roswall de lo que ella pensaba.. Pero aún así...
Todo es por nuestro futuro juntos, maestro~.
-Mis motivos para dirigirte la palabra a pesar de mi repulsión son de una mayor importancia que una simple solicitud caritativa - espetó - y es sobre mi negativa de que continúes manipulando al muchacho en la forma en que tú, y la puta psicópata lo han tratado desde que llegó aquí.
-¿.. Eh?
Esto definitivamente agarro por total sorpresa a la peli plateada; esperaba que ella la insultara de mil y un maneras distintas por el desastre que se desarrolló anteriormente, o simplemente lo tomará sin dirigirle otra palabra más, pero he aquí lo inesperado, ¿ella estaba molesta por la forma en que ella y Envidia manejaban la habilidad RDM de Subaru?
Como se atreve...
No... tenía que desviar la conversación con rapidez antes de que Envidia hiciera acto de presencia, era imperioso hacerlo antes de que hiciera algo de lo que ella se arrepentiría después.
- Por.. Favor, dejemos de lado ese tema... y permite por favor que Nerva pueda curarlo.. E..es importante que...
Pero como suele decirse, lo que uno quiere, muchas veces jamás lo consigue, y desde que está conversación empezó ya todo estaba destinado a ser un desastre, y entre la desangelada bruja élfica, y la perturbada bruja humana, el resultado de quien saldría peor, seria para quien se le acabará primero la paciencia, lo cual, nuevamente sería algo que ninguna de las presentes esperaría...
Mientras ellas discutían, el grupo recluido de las otras brujas en la parte trasera debatía desesperadamente sobre si debían tratar de intervenir en la naciente discusión que empezó Echidna con Satella, o si por todo lo contrario debían empezar a desmaterializar sus espíritus y regresar de volada a los lugares en los que se encontraban recluidas sus respectivas almas, antes de que la situación se convirtiera en un inescapable desastre más temprano que tarde.
-Porfavorcito Nerva, déjame oír mas de cerca, ¡yo quiero saber de que están hablando Dona y Tella!
-¡Ni se te ocurra acercarte!- espeto por lo bajo la anteriormente mencionada; aunque seguía enzarzada entre los intangibles apéndices de Sekhmet, era mas que claro que no estaba muy por la labor de que alguna de sus compañeras que se habían atrincherado previamente junto a ella fueran a lastimarse por su incompetencia, y además, por mas que se preocuparan, sabía perfectamente que Subaru no recibiría daño por parte de ninguna de las dos (¿o tres?) mujeres que se hallaban cerca a él, podía dejarlo ahí, por ahora - ¡tenemos que quedarnos lo mas lejos de Satella que podamos; si la tarada de Echidna se decidió acercar a ella voluntariamente ha de ser por que ya tiene algún plan en mente!, o eso espero..
- ¿Realmente crees que.. *hah*.. eso sea una buena idea?, no es como si..*hah*.. a Echidna le gustase hablar con Tella, mucho menos... *haaahhm* lidiar con Envidia que ni siquiera atiende a la razón *hah* para empezar...
Sea cual sea que fuera la conclusión de este bochinche debía ser rápida, generalmente Sekhmet no habría tenido reparo en quedarse dormida de una forma tan rápida y orgánica que el resto ni lo habría llegado a notar si no hasta mucho después, pero la necesidad de saber que pasaría entre sus amigas y el destino incierto de Subaru la habían mantenido en un estado de "insomnio forzado" realmente molesto, y su Autoridad ya había empezado a pasarle factura por lo mismo: la sensación de que alguien estaba cocinando su cerebro iba en aumento por cada minuto que no cerraba los ojos; si esto continuaba por mas tiempo, inevitablemente tendría que dejar libre a Minerva y posteriormente golpearse la cabeza para desmayarse.
-Por más que me enfurezca reconocerlo, he de reconocer que en estos casos la insufrible impasibilidad de Echidna suele ser muy útil para evitar conflictos innecesarios, además es bien sabido que... - empezó a explicar, dándoles finalmente a ambas la espalda, necesitaba enfocarse de todo ese alboroto para cualquier estupidez con la que llegara a salirles Echidna.
Tal vez en todo el alboroto, inconscientemente terminaron dejando a la integrante más reservada e introvertida del grupo sin notar o tomar en cuenta; no es que ella estuviera molesta en realidad, tras haberse dejado a merced de su propia Autoridad durante el juicio de Subaru todavía no encontraba manera de poder ver a la cara a ninguna de ellas, para su "suerte" la atención de todas se enfoco en la autoflagelación del chico casi después de que Echidna lo sacó, así que ninguna había tenido en mente preguntarle la razón de por qué demonios estuvo a nada de besarlo, no es como si ella pudiera darles alguna respuesta convincente de hecho.
Era extraño, originalmente solo había decidido hacer una actuación con los recuerdos de Rem para poder tranquilizarlo, pero verlo en su estado tan destrozado mientras era consumido nuevamente por su auto reproche y falta de autoestima hizo despertar en ella y su Autoridad una especie de sentimiento realmente fuerte, que ella creyó olvidado por cerca de mitad de un milenio, tal vez fue eso lo que al final la delató, ya que por los recuerdos que Echidna le proporciono realmente la sirvienta no hubiera dicho lo que ella dijo, pero... ¿podían culparla?, el chico estaba al borde de un colapso mental y su culpa autoimpuesta parecía hacerlo sufrir incluso más que cuando fue consumido por el Gran Conejo, ella solo intentó darle una mínima cantidad de consuelo mediante la imagen de una de sus personas más queridas, y probablemente por compasión propia.
Pero eso no le quitaba la incertidumbre por parte de quien había salido ese beso, ¿de las memorias llenas de amor de la desdichada sirvienta? o...
...¿De alguien tan carente de esa persona especial que, al igual que él, hubiera querido que fuera quien diese todo de si, y solo de si mismo para hacerla feliz..?
Aunque parecía que nuevamente iba dejar que su mente divagara ante las posibilidades y respuestas a sus pregunta, alcanzó a notar que, mientras Minerva continuaba hablando con Sekhmet, Typhon, y Daphne, la considerablemente tranquila charla de sus otras compañeras empezaba gradualmente a degradarse, con Echidna alzando los brazos violentamente y gritando a una Satella que parecía estar oscilando entre la desesperada imagen de la mujer semielfa, y miradas cada vez más frecuentes y con una inconmensurable carga de odio y locura hacia la misma.
Envidia está más cerca de manifestarse de lo que cualquiera de ellas llegó a pensar.
Cualquier rastro de dudas existenciales o sentimentales desaparecieron de golpe de la pobre pelirosa, mientras veía simultáneamente el muy pronto sitio de la catástrofe y nuevamente a sus amigas que estaban hablando de vaya a saber que cosa.
- C.. Chicas, ti..ti..tienen qu...que..
- ¡Ohhh la expectación de que Edna meta la pata, y haga que Envy nos mate a todas me ha reabierto el apetito! ~ tsu
-¡¿Acaso no oyeron ni una palabra de lo que dije!??
- ¡¿Ya me dejas ir?! Al menos déjame hacerle compañía a Barú!
- ohh, tanto ruido *hah, tanto cansancio *yahhm* y no puedo dormir, ¿es esto lo que la gente dice que ocurre en el infierno? *hah*
Ella tenía que hablar, gritar, hacerse notar para que las demás intervinieran, pero una combinación realmente inoportuna de su maldita personalidad temerosa y una avalancha de emociones y pensamientos que no había podido detener desde que se acercó al chico la agarraron en seco, y dejándole un tartamudeo el doble de ininteligible de lo que ya hablaba que solo acercaba más el inevitable desastre a todas.
- C.. Chicas.. por favor.. Ust.. ustedes.. tienen que...
-¡Gwhah!, ¡¿Como que volaste la mesa en pedazos cuando apareciste?!, ¡¿Sabes cuan difícil es que Edna me de de sus galletas sin tener que quedar vendida como su conejilla de indias ~Tsu!?
- ¡Oh no te preocupes Daph! Creo haber visto unas cuantas de ellas a lado del cuerpo de Barú, solo si Nerva me da permiso para pasar...
- Un poco de té y galletas siempre me ayudan a dormir mejor.. *hah*.. ¿puedes traerle unas cuantas a mamá también Typh? *hah* .
- ¡Sekhmet deja de solapar los caprichos de Daphne, y tú Typhon ,no creas que no puedo ver tus intenciones, YA TE DIJE QUE NI SE TE OCURRA MOVERTE!
El tiempo se agotaba entre suplica o comentario sarcástico, también el miedo, las emociones que no entendía la abrumaban más y más, ella tenía que hacerlo, tenía que hablar, tenía que advertirles, tenía que salvarlas ¡y tenía que hacerlo ya!
-C..ic..
- ¡¿Ya puedo ir... ?!
-Chic...s
- ¡No es justo, no es justo! ¡Yo dije que aparecería primero, y tu te adelantaste ~tsyu tsu!
-Chic..as.
-El sueño.. *hah*.. yo tuve un sueño una vez.. *hah*.
-¡Ch..icas!
-¡DEJEN DE IGNORAR LO QUE LES DIGO DE UNA BUENA VEZ, NO PUEDEN VER QUE...!
-¡CHICAS!
-¡¿QUÉ?!
- ¡¿Qué es lo que pasa Carmi-chan!?
- No veo la necesidad de.. *yahh*.. gritar Carmilla, estamos a menos de medio metro de ti *hah*
-¡Lo ves, hasta Mila-Mila esta enojada por que estropeaste las galletas!
¡FINALMENTE!, incluso aunque su garganta escociera por el aumento desmedido en su voz lo había logrado, consiguió que le prestarán atención, y ahora podría decirles que pudieran intervenir entre Satella y Echidna, ¡era algo tan impresionante para ella que sentía que incluso sentía lágrimas bordear el contorno de sus pupilas.
El resto la veía de la misma manera que veríamos a una persona si en ese momento empezará a crecerle una segunda cabeza, no entendían por que a pesar de estar sonriendo también abundantes lágrimas recorrían sus mejillas hasta perderse bajo su grueso vestido, pero a ella no le importaba, tomando aire para recuperarse de su arrebato, exhalo profundamente, y entonces...
Todo se fue literalmente al carajo.
-...¡DIJE QUE TE CALLARAS!!, y deja de ignorar el maldito problema en que lo metiste ¡¿si te enteras o quieres que te lo deletree con palos y zanas en el proceso?! - escupió con explosivo desdén la bruja albina, quien había estado pasando un montón de tiempo tratando de explicar el plan y ruta sugerido por su tomo de conocimiento que beneficiaria a ambas, pero no hubo caso, la idiota sólo se la paso repitiendo incesantemente que debían llevarlo con Minerva mientras ignoraba toda su explicación descaradamente, simplemente la peliblanca no pudo soportarlo más - ¡¿si te das cuenta de la gran presión que no le permite dormir por las noches?! ¡¿De no saber si un día que el se acueste y vuelva a despertar amanece con todo un mes perdido por culpa de tu habilidad incompetente?! ¡¿Acaso no te enteras del miedo que lo acompaña de que una sola palabra que se le llegue a escapar por accidente, terminara haciendo que la estúpida perra que mantienes encerrada dentro de ti vaya y masacre a todos sus conocidos y amigos sin que pueda hacer nada al respecto?! - y termino -¡¿Realmente crees en tu reducido cerebro de bestia, que él, de entre todas las personas llegara alguna vez a amar a un perra loca y obsesiva como tú para empezar?!
...
...
...
...
...
...
...
...
..
.
- Tal vez debí haberme quedado a podrir en la Dunas de Augria, ¿no lo crees así Enti-nan ~tsu?
- ¡Carmi-chan tuviste que decirnos que Dona y Tella-Chan habían empezado a pelear desde un inicio!
- Dos mujeres que causan problemas, habiendo creado *hah*uno solo de proporciones astronómicas *hah* por lo visto no podre dormir hoy *hah...*
-¡¡ECHIDNA ERES UNA MALDITA HIJA DE...!
Bueno, al menos consiguió su atención, algo es algo.
Y mientras la oscuridad, las sombras, y los gritos de terror y desesperación empezaron a retumbar y propagarse por las paredes, salones y prácticamente todo el Castillo de los Sueños, la chica pelirosa no pudo hacer más que caer al suelo, riendo amargamente, mientras veía como todas sus amigas eran tragadas por los enormes zarcillos de oscuridad de Envidia; en sus últimos momentos de conciencia en el lugar alcanzó a ver la imagen del chico moribundo y sonrió tristemente para ella.
-Supongo que al menos hay alguien mas que también puede llegar a sentirse de la misma forma en como te sientes a diario, Subaru...
Y solo se concentro en el, y únicamente en él cuando todo lo quedó fue el vacío más lleno que existía en la creación: la bruma de la envidia regresando, y viniendo...
viniendo y regresando,
y viniendo y viniendo
viniendo y viniendo
y viniendo y viniendo
y viniendo y viniendo
viniendo y viniendo
viniendo y viniendo y viniendo...
Y regresando..
Regresando a una vida nueva en un mundo paralelo desde Cero.
- hh...
... Eh...
.. hey...
- ¡HEY!
El sonido de una voz madura e imponente junto al sonido de carrozas y pasos apresurados sacó finalmente del trance de muerte en el que el chico se encontraba desde hace... mucho tiempo, al menos eso creía.
Era curioso pensar que hasta hace poco había querido huir de todos sus problemas muriéndose en un lugar que ni siquiera sabía si había peligro de hacerlo, sólo para despertar poco después en un lugar diametralmente diferente.
Pero más curioso todavía que eso era pensar en la forma tan lívida que había estado hasta el momento, después de todo, el movimiento comercial y peatonal de la Capital Imperial del Reino del Dragon de Lugunica era tan extenso y bullicioso, que incluso tratar de tomar una siesta cortita podría considerarse como una especie de reto para los más perezosos de la multitud.
...
...
...
..
.
Espera..
¿La Capital?
Él... Subaru Natsuki... estaba en este preciso momento y lugar, y muy lejos del Santuario ¿y en la Capital... ?
Mirando hacia abajo y sólo para corroborar, pudo notar como una bolsa de plástico con consumibles, oriundos de su país natal Japón residían fuertemente sujetadas por su mano.
Y si ese es el caso de la bolsa, también pudo sentir como sus bolsillos están a abultados por ciertos objetos clave de su antigua vida: sus llaves, su billetera... y la única pieza de tecnología única y con un valor no menor a veinte monedas sagradas de este país: su teléfono celular.
Y cuando no creía que pudiera estar viendo lo que realmente estaba viendo, alzó la mirada para encontrarse cara a cara con la mirada dura y desconfiada de un hombre entrado en años, de pelo verde, de expresión tosca y ruda y torso trabajado al descubierto, el mismo sujetaba una fruta rojiza que el conocía de su mundo y que aquí tenía un nombre diferente.
- Hey chico, ¿estas sordo o te comieron la lengua las mabestias?, te pregunte más de tres veces si me ibas a comprar las zanas o no, y mas te vale que sea así, ya me has hecho perder demasiado tiempo contigo para que me salgas con que estas arruinado... Hey que te pasa, chico... ¡Chico!
No pudo continuar hablando cuando el cuerpo del mencionado cayó como un fardo hasta el piso, ya sea por una gran conmoción, temor o incluso una incomparable felicidad su mente simplemente no fue capaz de de procesar todo el entorno que lo rodeaba, y por eso terminó volviendo a visitar la mezcla de rocas y regosté que era el señor piso, incluso tras haber estado en el, hace no mucho en realidad.
El hombre previamente desconfiado quedó realmente asustado por las implicaciones de lo que pudo sucederle al muchacho, por lo que sin más opción de actuar por ahora, arrastró el cuerpo del chico inconsciente hasta la trastienda, no podía darse el lujo de revisarlo a detalle y dejar su negocio a manos de los delincuentes, por lo que simplemente lo dejó recargado en una de las cajas en las que guardaba su mercadería, y decidió esperar a que su esposa e hija volvieran pronto para hallar una solución a este problema.
A pesar de su chequeo a profundidad, y el transporte inesperado por parte del sujeto hasta la parte trasera, ninguno llegó a reparar que, además de los objetos que previamente llegó a tener consigo en su primera vuelta, había un objeto valioso, totalmente nuevo, y que colgaba discretamente y sin pretensión en el cuello del muchacho.
Una joya de piroxeno en forma de hexágono, de colores apagados, que titilaba esporádicamente en un andaluz arcoíris en medio de la oscuridad de la trastienda...
Originalmente este capítulo iba a ser un poquito más largo (unas 5k más o menos adicionales) pero a a medida que redactaba las 2 historias que abarcaba me di cuenta como una de ellas funcionaba mejor como cierre al capítulo anterior, dejándolo como el punto de vista definitivo para todas las brujas, mientras que lo que leyeron aquí trataba de desarrollar toda la historia planteada previamente en las mismas, así que si quieren leer la parte que no apareció aquí, puedes regresar al capítulo anterior y situarte justo en la parte que terminaba con el P.O.V de Carmilla, no es muy largo, y puede que se llegue a sentir como la parte más OOC de todas pero bueno, ahí la tienen.
Por lo demás, todo lo que rodea a la última interacción de las brujas está rodeado de misterio ¿Qué paso tras el explosivo arrebato de Envidia? ¿Dónde se encuentran las brujitas? ¿Por qué Subaru volvió a su primer día en ese mundo? Y lo mas importante ¿Qué es la joya extraña que tiene ahora en su poder?
Nuevamente eso y mas os digo que lo veremos en el siguiente capítulo, y ya desde aquí se termino la exposición, ahora si entraremos en materia del viaje de Subaru de enserió.
Por lo demás, solo quiero agradecer a las personas que dejaron su voto, a aquellos que al menos le dieron la oportunidad y lo leyeron, y a los que me escribieron al privado para ver mis errores en el primer capitulo, en verdad muchas gracias.
Con eso me despido, que mañana hay jale, y tendré que dormir como 3 horas, se cuidan y nos vemos pronto.
