¡Holitas!
Aquí vuelvo con un capítulo muuuuy largo, siento que me haya quedado tan largo, pero tenía muchas cosas que meter en este. Os lo traigo tan prontito porque no sé cuando voy a poder traer el siguiente, supongo que no hasta que acabe los exámenes que se me avecinan T.T Creo que el capítulo os va a gustar, a pesar de que no sea tan divertido como los anteriores, en éste las cosas empiezan a ponerse un poco empalagosillas XDDDDD, pero en algún momento tenía que empezar la cosa ¿no?
Bueno, os cuento que estoy un poco frustrada T.T resulta que en el capítulo anterior tuve bastantes menos reviews que en el resto. No sé si es porque a la gente no le gusta o porque la gente está liada con exámenes. Me gustaría saberlo, la verdad, porque estoy un poco triste por eso, este ff que tantas alegrías me daba… Lo bueno es que hay gente nueva que se ha sumado al ff, lo malo es que me gustaría saber aquellas personas que venían leyéndolo, si es que ya no les gusta o si es que están liados con los estudios (espero que sea eso T.T) Así que espero vuestros reviews, y si no os gusta por favor, decídmelo ¿vale? Así no me quedo con la incertidumbre.
De todas formas, aquí os traigo este capítulo largo para que tengáis suficiente hasta que vuelva a actualizar.
CAPÍTULO 7: CUANDO SIRIUS BLACK BESA
A la mañana siguiente, Remus despertó en la enfermería. Se encontraba bien, aunque nervioso y con algo de malestar como siempre ocurría cuando se acercaba la luna llena. Dios, no quería ni acordarse del ridículo de la noche anterior. Todavía podía sentir cómo todo se le mezclaba de golpe; los efectos de la luna llena, Sirius con Bellatrix, Sirius desnudo y… Sirius denudo… Además de que luego, para rematar la noche, acabó desmayándose sostenido por Snape. Cuanto más lo pensaba, más surrealista le parecía todo.
Notó cómo le rugían las tripas. Otra de las cosas que tenía la luna llena, que los días anteriores y posteriores tenía un hambre atroz. Se levantó a buscar a la señora Pomfrey, de todas formas ya se encontraba bien y prefería ir al Gran Comedor a comer algo.
- ¡Lupin! No se levante.- dijo la mujer acercándose corriendo.- Aún tiene que descansar.
- Pero si estoy bien. Lo único que tengo es hambre.- dijo Remus, metiéndose de nuevo en la cama a regañadientes.
La mujer le pasó una mano por los cabellos, de forma tierna y mirándole compasivamente.
- Es normal que esté agotado, quedan pocos días para la luna llena y además seguro que está estudiando muchísimo para los Éxtasis. Dumbledore dice que es usted un estudiante excelente.- dijo Pomfrey.
Remus sólo sonrió. Dumbledore y Pomfrey se habían portado muy bien con él desde que entró en Hogwarts. Les debía mucho, gracias a ellos podía ir al colegio como cualquier chico normal…aunque no lo fuera.
- Sus amigos vinieron esta mañana a preguntar. Seguramente dentro de poco vengan a verle y para la hora del almuerzo podrá volver con ellos.- dijo Pomfrey.
El chico sintió de repente el peso de la culpabilidad. A pesar de todo, sus amigos le querían (aunque uno en concreto no del modo en que a él le gustaría) y eran unos buenos amigos. Cierto que estaba molesto con ellos por ser unos entrometidos, pero es que eran así y no podía hacerles cambiar a estas alturas.
- ¡Mire! Tiene visita.- oyó la voz de Pomfrey.
Remus estaba a punto de echarse a temblar pensando en cómo reaccionaría al ver a Sirius después de lo de la noche anterior. Había sido todo tan confuso… Debía sentirse muy decepcionado y triste por lo que tuvo que escuchar, pero contra su voluntad, lo que prevalecía de la noche anterior era un estúpido sentimiento de esperanza. Porque Sirius le antepuso a él sobre todos los demás, porque le abrazó como si fuera suyo y no fuera a permitir que nadie se le acercara.
- Hola Remus.
El muchacho casi suspira aliviado a la vez que decepcionado al ver que quien se sentaba al lado de su cama era Danielle.
- Hola Danielle.- dijo, poniendo la mejor de sus sonrisas.
- Me enteré de que estabas aquí y bueno, pensé que tal vez te gustaría comer algo.- dijo la chica dándole unas cuantas tostadas envueltas en una servilleta.- Quería saber cómo estabas.
- Estoy bien, no es nada, sólo que me desmayé, supongo que por el estrés.- dijo el chico.
Antes de que Danielle pudiera decir algo más, ya había devorado las tostadas ante la mirada de estupefacción de la Ravenclaw.
- Ups, debí traer más.- se disculpó.- Como estás tan delgado…
Remus rió sabiendo a lo que se refería.
- No importa, con esto tengo suficiente.- dijo Remus notando cómo aún sus tripas seguían rugiendo por el hambre.
El silencio que se hizo delataba que ninguno de los dos sabía cómo abordar una conversación después de la primera cita. Danielle, nerviosa y ruborizada, jugaba con la tela del uniforme. Remus la miraba con lástima. Era una buena chica y no debía hacerle daño.
Ambos actuaron a la vez, decididos a acabar con aquella tensión.
- Danielle…yo…
Las acciones chocaron. La voz de Remus con la mano de Danielle que se posó tímidamente sobre la sábana, agarrando su mano. Remus interrumpió su frase, sorprendido por el contacto de la chica. Estaba tentado a retirar su mano, pero a parte de que le parecía un poco brusco hacerlo, también reconocía que con aquel inocente acto, Danielle demostraba más valentía que la que él tenía.
- Perdona…- dijo Danielle apartando su mano. Aunque Remus no hubiera dicho nada, notó que se había sentido incómodo.- ¿Qué ibas a decirme?
Remus quería taparse la cabeza con las sábanas y no salir de allí jamás. Y pensar que tenía que estar soportando todo este mal trago por culpa de Sirius y James…
- Yo quería…ehh…uhh…pwrgfst.- No le salían las palabras. Danielle le caía bien y no quería que le odiase el resto de su vida. No podía hacerlo mientras ella le miraba con ojos ilusionados. Era cruel.
Y para colmo, Danielle sonreía de repente. ¿Por qué todo se le ponía cuesta arriba?
- Qué tímido eres, Remus, yo creía que por ir siempre con Black y Potter se te habría pegado algo de descaro.- dijo la chica, con tono divertido y despreocupado.
"¿Qué estará pensando que intento decirle?" pensó Remus, horrorizado.
- ¡Lupin! Aquí llega otra visita.- anunció Pomfrey.
Remus y Danielle miraron a la puerta. La chica torció la boca, disgustada por la interrupción. A Remus en ese momento, lo que menos le importaba era que Snape hubiera ido a visitarle. Se había librado, por ahora, aunque era consciente de que sólo era una liberación temporal.
Danielle se levantó al ver que Snape se aproximaba.
- Bueno, supongo que querías decirme que fueramos a tomar algo este fin de semana en la excursión a Hogsmeade.- dijo la chica alejándose.
- Eh…sí, claro.- dijo Remus, sabiendo que con eso ya quedaba fijada la fecha del próximo intento.
Remus dejó de mirar a Danielle, que ya salía de la enfermería, para fijarse en Snape. En otras circunstancias, le habría sorprendido muchísimo que Snape le visitara, pero estaba claro que esta vez su presencia estaba justificada, y eso demostraba que Severus Snape no era tan horrible como Sirius y James pensaban.
- ¿Cómo estás?- preguntó Snape, tratando de no mostrar más que educación en su voz.
Porque la verdad era que Snape no pudo dormir en toda la noche. Todavía tenía en su mente a Remus desfallecido en sus brazos, a Remus dándole las gracias con una sonrisa que le rompía el corazón. Esa sonrisa que iba dirigida a él y no a Black.
Antes de entrar en la enfermería había tenido que tomar aire un par de veces. No podía dejarse llevar por lo que sentía por Remus, no podía dejarle conocer lo que Severus Snape escondía tras su fría máscara, no todavía…
- Bien.- respondió Lupin, sintiéndose un poco cortado por la situación.- Gracias por lo de ayer.
- Es lo menos que podía hacer.
- Cuando dijiste que me ayudarías…- Remus no continuó. Sonaba tan raro que dudaba de que hubiera sido una alucinación.
- Lo decía en serio.
Así que no había sido una alucinación. Un sentimiento extraño se apoderó del Gryffindor. Por un lado, ese gesto altruista demostraba que Snape no era mala persona, pero por otro lado siempre le quedaba la duda de que un Slytherin no hace algo así porque sí, temía que hubiera alguna oscura intención ante tan repentino interés hacia él. Porque hasta ese momento la relación entre ellos había sido por completo indiferente, más bien prudentemente distante debido a las compañías de Lupin.
- De todas formas no es necesario que lo hagas. Es imposible que encuentres algo que pueda ayudarme, no hay muchos avances contra la cura de la licantropía.- dijo Remus.
- Lo sé, pero quizás si se investiga adecuadamente podría haber algo que reduzca los efectos secundarios. Sé que no soy más que un alumno de diecisiete años, pero hay cosas que yo conozco más que mucha gente y que quizás, pocos se atreverían a intentar.
- ¿Me estás hablando de Artes Oscuras?- preguntó Lupin algo temeroso.
- Pociones y sí…Artes Oscuras ¿por qué no¿Y si ahí estuviera la solución?
Remus estaba asustado. Artes Oscuras… Tenía que admitir que, bueno, tal vez existiera la posibilidad de que las Artes Oscuras tuvieran una aplicación inofensiva.
- Lupin, tranquilo, no voy a intentar matarte ni nada de eso, si hubiera querido hacerlo lo podría haber hecho de muchas formas mucho más discretas que usando Artes Oscuras.- dijo Snape viendo la cara de espanto del licántropo.
- ¿Y si nos descubren? Artes Oscuras…yo no quiero tener nada que ver con eso, ya bastante monstruoso soy de por sí como para que me relacionen con ese tipo de cosas.
- Lupin, la Legeremancia y la Oclumancia son ramas de las Artes Oscuras y no sólo se usan con fines oscuros.
Remus bajó la mirada, resignado a lo evidente. Parecía que Snape le hubiera leído el pensamiento. ¿Sabría Legeremancia?
- Y no, no eres ningún monstruo, Lupin, sólo una víctima que sufre, por eso quiero ayudarte.- dijo Snape.
Ante esas palabras, Remus no tuvo más remedio que alzar de nuevo la vista y sonreírle. Aquello había sido tan… bonito. Tendría que estar allí Sirius para que lo hubiera escuchado. ¿Por qué demonios Sirius no decía cosas así?
- Puedes llamarme Remus si quieres.- dijo el chico, aún sintiendo la emoción de las palabras de Snape, tanto que casi tenía ganas de llorar pensando en lo desdichado que era.
- Está bien…Remus.- dijo Snape, saboreando el nombre en sus labios.
Porque sonaba tan hermoso dicho con su propia voz directamente a Remus, porque era la primera vez que ese nombre, tantas veces pensado, salía de su boca.
Y de pronto, la nube en que ambos se encontraban, cada uno por sus propios motivos, se disipó. Un estruendo inundó la enfermería y allí aparecieron como un vendaval Sirius, James, Peter y Lily. Más bien, fueron Sirius y James los que entraron corriendo y Lily y Peter tuvieron que disculparlos a Pomfrey.
En seguida detuvieron la carrera al ver que Remus tenía visita, y no una visita cualquiera sino Snape.
- ¿TÚ OTRA VEZ!- gritó Sirius, muy molesto por encontrar allí a Snape.
- Ya me iba, Black.- dijo Snape sin hacerle caso, y luego añadió con amarga ironía.- Ahí lo tienes, todo tuyo, como siempre.
Pero ni Sirius ni nadie captó la segunda, y verdadera, lectura de la frase de Snape.
- Tío, esto no me gusta nada, pero nada de nada.- murmuró Sirius mirando con ojos entrecerrados cómo Snape salía de la enfermería.
- Es lo que hay.- dijo James encogiéndose de hombros, aunque quisiera darle la razón a Sirius, no podía hacerlo porque la idea había sido suya.
Y mientras, Remus les miraba enfadado, por su actitud, por…todo. ¿Por qué tenían que comportarse de esa forma tan intolerante y dominante?
- ¿Cómo estás?- preguntó Sirius.
- Bien.- respondió Remus secamente, girando la vista hacia el lado contrario.
- Ya. Snivellus te estaba molestando ¿verdad?- dijo Sirius, mirando a James con cara de querer pegarle por su brillante idea.
- No, los que me estáis molestando sois vosotros.- dijo Remus mirándoles de nuevo con cara muy enfadada.
Sirius abrió la boca como si le hubieran pegado un puñetazo en el pecho, literalmente le dolía como si se lo hubieran hecho de verdad. James abrió los ojos, muy sorprendido de que Remus les dijera algo tan despectivo.
- ¿Qué pasa¿Se ha muerto alguien o qué?- dijo Lily, que acababa de llegar, al ver el panorama.
- Sí, por lo visto se ha muerto nuestra amistad con Remus.- dijo Sirius con voz dolida.
Remus bufó, arrebujándose con las mantas, conocía muy bien cuando Sirius se intentaba hacer la víctima y no pensaba hacerle caso.
- Pero… ¿Remus¿Qué ha pasado?- preguntó Evans, preocupada.
- Que estoy harto de que decidan por mí.- dijo Remus, dándoles la espalda.
Y ya no sólo se refería al tema de la carta y la cita, sino también a Snape y otras muchas cosas más.
- ¿Es por lo de Snape?- preguntó Sirius.
- Es por lo de Snape y por todo, Sirius.- dijo Remus sin darse la vuelta.
- Está bien, si prefieres a ese repugnante y grasiento antes que a mí…- dijo Sirius muy dolido.
- No lo prefiero, pero ¿ves? A ti te parece repugnante y grasiento pero a mí no. ¿Sólo porque a ti te lo parezca también tiene que parecérmelo a mí¿No podéis entender que tengo mis propias opiniones y decisiones?
- Pero…mírame Remus, no me des la espalda, por favor…- dijo Sirius sintiéndose fatal.
El último "por favor" le había salido del alma, y Remus se dio cuenta, así que le recompensó con su mirada color miel, aunque ahora no era del todo dulce como siempre, sino algo enturbiada por un halo de rencor.
- No te fíes de él, Remus.- dijo Sirius.- Sea lo que sea lo que te haya dicho, no es sincero, créeme.
Remus gruñó. Estaba claro que Sirius no había oído lo que Snape le había dicho momentos antes. Aunque Black tampoco mentía del todo. Él no sabía lo que Snape pretendía con el trato que había hecho con ellos, para él, Snape sólo quería ayudar a Remus para que ellos le dejaran en paz y suponía que cualquier cosa que intentara para ganarse la confianza de Remus no serían más que palabras vacías y malintencionadas.
- Yo sólo quiero lo mejor para ti.- dijo Sirius.
- Sí, ya veo.- Remus sentía que iba a estallar, como siguiera diciendo esas cosas acabaría soltando todos los trapos sucios que venía guardando desde hacía tiempo.- Que te acuestes con Bellatrix, por ejemplo, me molesta y yo no voy diciéndote que no lo hagas.
- Ups.- dijo James, sabiendo que la conversación se internaba en temas peligrosos, porque él sí que le había dicho que no lo hiciera.
Disimuladamente, Lily les dijo a James y Peter que la acompañaran fuera. Prefería dejarles intimidad para que hablaran de lo que fuera.
- ¿A ti también te molesta?
- Sí, mucho, muchísimo. Pero ¿a que no lo sabías?
- No, bueno, lo suponía porque un par de veces que ha surgido el tema te has escaqueado vilmente, pero sí, la verdad es que hasta ahora no me habías dicho nada.
- Porque yo respeto tus decisiones y no trato de que hagas lo que yo quisiera que hicieras.
- Lo siento.- dijo Sirius bajando la mirada.- Me siento horrible, soy un…
Puede que Sirius no fuera a decir que era un monstruo, pero Remus se sentía tan identificado con aquella palabra y lo que conllevaba, que no quería que Sirius sintiera el dolor de su significado, así que le calló poniendo un dedo en sus labios.
- No lo eres.- y su mirada se dulcificó, sonriéndole.
- Soy tantas cosas… manipulador, impulsivo, posesivo…- dijo Sirius, más aliviado al ver que Remus se dignaba a mirarle.- No puedo evitarlo, siento que tengo que protegerte, pero es que tú eres especial para mí.
A Remus casi se le para el corazón.
- Si Snape o cualquiera te hiciera daño yo… sería capaz de cualquier cosa.- dijo Sirius.
- Yo también haría cualquier cosa por ti, Sirius, cualquier cosa…
Sirius sonrió.
- ¿Se te ha pasado ya el enfado?- dijo Sirius poniendo cara inocente.
- No.- dijo Remus, haciéndose de rogar.
- No vuelvas a decir que te molestamos, por favor, es lo peor que podrías decirme. Por un momento pensé que te vería juntándote con los Slytherins. No podría soportar que nos dejaras por Snape.
- No seas tonto, yo jamás os dejaría por Snape ni por nadie, y mucho menos a ti.
- Uff, no sabes el alivio que tengo ahora.- dijo Sirius.- ¿Y qué puedo hacer para que se te pase el enfado?
"¿Besarme?" pensó Remus, sabiendo que no lo diría.
- No sé, tú verás qué es lo que puedes hacer.
- A ver…deja que piense…
- Tic, tac, tic, tac…- dijo Remus para ponerle nervioso.
- ¡Ya!
- ¿Te vas a hacer amigo de Snape?- dijo Remus soltando una carcajada.
- ¡Ni loco, tío!- dijo Sirius haciéndose el escandalizado.- Voy a dejar a Bellatrix.
Remus sonrió. La noticia era relativamente buena. Lo malo era que después Bellatrix ya llegaría otra y otra y otra, y a Lupin le seguiría molestando igualmente mientras Sirius no estuviera con él.
- Ah¿vas a dejarla? Pero… ¿estábais saliendo?- preguntó Remus extrañado.
- Qué va, jejeje, lo que voy a dejar es de follármela, claro.- guiñó Sirius.
Remus puso los ojos en blanco teniendo que reírse. Si Sirius no dijera ese tipo de cosas, no sería Sirius. Y ese Sirius formaba parte también del muchacho del que estaba enamorado, el Sirius descarado y viciosillo.
Cuando Sirius salió de la enfermería, Lily, James y Peter esperaban en el pasillo, muy preocupados.
- ¿Qué ha pasado?- preguntaron a la vez.
- Nada, ya está todo bien.- dijo Sirius.
Lily no pudo evitar chasquear la lengua algo decepcionada, estaba claro que no había habido ni declaración de amor ni beso ni nada.
- Aunque…Prongs, recuérdame que no te vuelva a hacer caso nunca más.- dijo Sirius con tono ofendido.
- ¿Por qué¿Qué he hecho yo ahora?- preguntó James.
- Porque tus ideas son nefastas, por eso, y encima trastornan al pobre Remsie.
- Ah ya…- dijo James sabiendo que Sirius se refería al tema Snape.- Pero aquí el que se lleva la palma de ideas estúpidas eres tú, así que si se te hubiera ocurrido alguna, seguramente sería mucho peor que la mía. Así que es la única que hay y nos toca jodernos.
- No sabes lo que me fastidia tener que joderme por tu gran y maravillosa idea.
- ¿Pero de qué idea estáis hablando?- preguntó Lily en medio de los dos.
- Nada, Lily, tú no te puedes enterar.- dijo James.
Evans se cruzó de brazos haciéndose la enfadada.
- ¿Y yo tampoco puedo enterarme?- preguntó Peter.
Sirius y James cruzaron las miradas.
- Por si acaso, tampoco.- zanjó Peter.
- Joooooo, Lily ¡nos hacen el vacío!- dijo Peter.
- Ya veo, vámonos, Peter, que aquí no nos quieren.- dijo Lily marchándose con Peter a clase.
- Yo también me voy.- dijo Sirius.
James fue detrás de su amigo, pero se extrañó mucho de que Sirius no tomara el camino que llevaba a la clase de Herbología.
- ¡Tío¿Es que se te ha olvidado cómo ir a clase?- dijo James.
- No, es que no voy a ir.
- ¿Por qué? Empiezo a pensar que te han hecho algo raro ahí dentro, Padfoot.
- Voy a hablar con Bellatrix.
James se quedó mirándole con ojos furiosos. Tal y como iban las cosas de un momento a otro Sirius les anunciaría su compromiso con su "querida" prima.
- Oh, ya veo, ahora la quieres tanto que hasta necesitas saltarte las clases para estar con ella. Puaj, creo que ya sabes lo que opino de esto. Sirius, no veo mal que te enamores, pero de ella no, por favor.
- Voy a hablar con ella porque voy a dejarla. Si me dejaras hablar en vez de montarte la película solito…
- ¿En serio? No sabes como me alegro de que me hayas hecho caso.
- A ver, Prongs, me parece que estás un poco confundido. Lo primero es que jamás he estado enamorado de ella, solo pásabamos buenos ratos jiji.
- Lo sé, aún lo tengo grabado en mi tímpano y mi retina, por desgracia.
- Y lo segundo es que, no es porque tú me lo hayas pedido, sino por que Remus me lo ha pedido.
- Ah muy bien, o sea, que yo te lo pido y pasas de mí, y Remus, que no te olvides de que te sodomizó contra tu voluntad, te lo pide y ¡hala! Le haces caso así por la cara. Muy bien, muy bien, ya veo yo lo que te importo.
- James, tú no eres Remus.
- Claro que no.
Sirius se había alejado unos metros cuando James cayó en lo que Sirius acababa de decir.
- ¡PADFOOOOOOT! Con que yo no soy Remus ¿eh? Vale vale, lo tendré en cuenta.- gritó muy molesto.
Sirius sólo rió para sí mismo. Sabía que a James se le pasaría el enfado en cuanto lo volviera a ver, pero Remus… no soportaría que se enfadara con él. No soportaría hacer algo que le hiciera daño.
Con algo de miedo, y no sin razón, se acercó a donde los Slytherins tenían a esa hora Transformaciones. Entre ellos estaba no sólo el odioso de Snape, sino también Bellatrix. La chica estaba de espaldas a él, con su larga melena azabache cayendo por la espalda. Al verla, Sirius sintió un pequeño escalofrío. No podía evitar recordar aquella misma cabellera agitándose, pegándose a su precioso cuerpo cubierto de sudor.
"Mierda…si va a resultar que la voy a echar de menos y todo. Pero todo sea por Remus." Pensó Sirius un poco contrariado.
- ¿Bellatrix?- dijo, poniendo una mano en su hombro.
Los Slytherins se volvieron a mirarle con cara de no ser bienvenido. Bellatrix también se volvió, en su pálido rostro, la misma expresión de asco que en sus compañeros, aunque Sirius era capaz de adivinar un leve toque de sonrojo en sus mejillas.
- ¿Qué quieres, Black?- preguntó con voz seca.
"Qué bien finge la jodía." Pensó Sirius, entrándole la repentina duda de si todos los desprecios de ese tipo que Bellatrix le había hecho a lo largo de su vida no habían sido más que un puro teatro como en este momento lo estaba haciendo.
- Tengo que hablar contigo.- dijo Sirius cogiéndola del brazo y apartándola del grupo.
- ¿Ahora se llama hablar?- rió Snape, siendo inmediatamente fulminado por la mirada de los dos Black.
- No me esperéis.- dijo Bellatrix con una sonrisa traviesa a sus amigos.
Y tras esto, acompañó a Sirius. No abrió la boca hasta que entraron en un aula vacía. Pero cuando la abrió no fue para hablar sino para enzarzarse en un beso apasionado.
Mientras se besaban, llevándose por delante todo lo que se interponía a su paso, dejando prendas esparcidas por toda la habitación, Sirius trataba de anteponer lo que su cabeza le repetía a lo que su otra cabeza le pedía.
"Es por Moony, es por Moony… Tíratela, aunque sea un último polvo de despedida. Vas a echar de menos estos encuentros salvajes y lo sabes. Moony te matará si se entera de que no has sido capaz de dejarla…"
Pero ya era un poco tarde, para entonces ya no era capaz de pensar ni lo uno ni lo otro porque tenía a Bellatrix arrodillada frente a él.
"Dios¡qué maestría! Me jode reconocerlo pero ¡lo voy a echar de menos! Snif snif" pensaba Sirius.
Y para cuando fue capaz de articular otro pensamiento, ya había pasado un rato y había tumbado a Bellatrix en el suelo, colocándose encima de ella.
"Uno más que menos ¿qué más da?"
Minutos más tarde, Bellatrix se levantaba a recoger su ropa.
- Al final va a tener razón Snape¿ahora se le llama hablar?- dijo la chica poniéndose parte de su uniforme, abrochándose con lentitud los botones de la camisa.- Esto se está descontrolando un poco, Sirius, no podemos saltarnos las clases.
- Ya, es que bueno… yo en realidad sí quería hablar contigo. Aunque ya sabes, una cosa lleva a la otra y…
- ¿Una cosa lleva a la otra?- dijo Bellatrix alzando una ceja.- Si no has dicho absolutamente nada.
- ¿No?- dijo Sirius, que tenía muy reciente la intensa conversación que había mantenido con su yo interior.
- Bueno, Sirius, la próxima vez se un poco discreto, no vayas a buscarme en medio de los Slytherins porque contamina mi imagen ¿sabes?
- Ah, perfecto, contamino tu imagen pero bien que te lo montas conmigo. Perfecto.
- Sirius…
- No, no, no ya no voy a contaminar más tu imagen, no te preocupes.- dijo Sirius muy indignado.
- Sirius… tú…- dudó Bellatrix, viendo lo ofendido que estaba Sirius por sus comentarios. Aquella situación empezaba a darle verdadero miedo.- ¿Tú sientes algo por mí?
Lo había hecho. ¿Cómo? No sabía, pero al fin había soltado aquella pregunta que venía rondándole la mente desde que Snape se lo comentó en la biblioteca y desde que tuvieron el primer encuentro.
La respuesta fue clara y concisa.
- ¡JA JA JA JA JA JAJAJAJAJAJAJAJA!- Sirius se cogía la tripa por el ataque que le acababa de dar.- ¿Estás de coña, verdad?
Y la cara de Bellatrix era todo lo contrario a estar de coña, y por eso mismo no necesitó decir nada para que Sirius se diera cuenta de que no estaba de coña.
- Ups.- dijo Sirius, caminando de espaldas hacia la puerta.
Bellatrix parecía que iba a estallar de un momento a otro y mejor era estar a cubierto, sobre todo por si volaban maldiciones asesinas. Sirius seguía caminando hacia la puerta mientras se iba poniendo la ropa como podía.
- Sí, siento algo por ti.- dijo Sirius, tratando de ponerse serio. Bellatrix le miró expectante aunque con un toque de desconfianza.- Si a sentir algo se le puede llamar a querer follar contigo a todas horas, jajajajajaja.
- ¡SIRIUS BLACK! No puedo creer que seas tan…
- ¿Tan bueno en la cama?
- ¡TAN INSENSIBLE E INMADURO!
"Dios, lo que me faltaba era que Bellatrix se pusiera profunda ahora. Mejor me largo antes de que acabemos haciéndolo otra vez." Pensó Sirius.
- Pues como no creo que tú quieras seguir acostándote con un insensible e inmaduro que nada más quiere sexo contigo, será mejor que nos dejemos de ver. Búscate a otro más sensible y maduro que yo y que a lo mejor quiera casarse contigo.- dijo Sirius muy rápido.
El chico salió a toda prisa de la habitación, subiéndose los pantalones, aún sin camisa y el resto del uniforme al hombro. Ya se lo pondría cuando estuviera a cubierto. Hizo bien en no entretenerse, porque mientras corría tuvo que agacharse para esquivar unas cuantas maldiciones que provenían de la puerta del aula. Al final lo había hecho, aunque echara de menos los mejores polvos de su vida, todo era por la amistad de Remus, y bueno, también el resto de sus amigos, no podía cambiarlos por el sexo, porque el sexo lo podría encontrar en cualquier momento, pero no amigos como ellos.
- ¡SIRIUS BLACK¿CÓMO TE ATREVES A DEJARME?- se oyó desde el final del pasillo.
Sirius pensó que era el momento de correr más deprisa, porque una maldición le rozó la cabeza arrancándole un mechón de su apreciado cabello negro.
Bellatrix se sentía tan estúpida y furiosa que se dejó caer resbalando por la pared, a la vez que las lágrimas resbalaban por sus mejillas. Se sentía humillada, muy humillada, y al final, no había sido ella quien se había reído de Sirius sino al contrario. Cómo odiaba recordar las palabras de Snape… ¿Cómo se le había ocurrido hacerle caso? Pero lo peor de todo…
Se había enamorado de Sirius Black, tal y como Snape le había dicho. Y si Snape lo sabía o, al menos, lo había intuido de alguna manera ¿por qué le había hecho creer que Sirius también lo estaba de ella?
- ¡SNAPE TE VOY A MATAR!- gritó Bellatrix sintiendo la furia estallar en su interior y sintiendo las lágrimas estallar a borbotones.
Aquel que hasta el momento había sido su amigo, acababa de convertirse en su enemigo. Y ser enemigo de Bellatrix Black no era nada recomendable. Jamás volvería a confiar en él.
Sirius lo oyó muy a lo lejos mientras se colocaba como podía la camisa torcida y la corbata hecha un lío.
"¿Qué coño pinta Snivellus en esto?"
Pero por mucho que le inquietara, no dejó de correr…por si acaso.
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James le estuvo evitando durante todo el día, aunque para cuando cayó la noche, ya se le había pasado el enfado. Remus había vuelto de la enfermería y se encontraba de ronda nocturna con Lily, y Sirius y James estaban solos en el dormitorio de Gryffindor.
- No creas que me voy a olvidar de lo que me has dicho, eso me dolió, Padfoot.- dijo James haciéndose la víctima.
- Venga ya, Prongs, yo os quiero mucho a los dos, pero sois diferentes.
- Ya, si fuéramos iguales seríamos gemelos.- dijo James poniendo cara de poker.
- No te pongas tonto, estoy seguro de que para ti pues también somos diferentes Peter, Remus y yo.- dijo Sirius excusándose.
- Mmmm yo no estaría tan seguro.- bromeó James, a lo que Sirius le tiró una almohada.
- Aunque viendo cómo están las cosas, seguro que a partir de mañana, ya no seré lo mismo para Moony.- dijo Sirius con tono abatido.
- ¿Por qué dices eso?
- Pues porque mañana es luna llena y no pienso quedarme.- dijo Sirius cruzándose de brazos.
- Oh, cierto.
- ¿Ves para lo que ha servido tu maravillosa idea¡Para absolutamente nada!
- Pero Sirius, aún no le ha dado tiempo, entre que reaccionamos, se lo dijimos e intenta acercarse a Remus disimuladamente, pues se necesita tiempo.
- Sí, se acerca disimuladamente…- murmuró Sirius entornando los ojos.- No hemos arreglado nada desde la última transformación de Remus¡ni siquiera hemos conseguido que pierda la virginidad!
- Pero vamos por buen camino, parece que la cita con la chica esa fue bien.
- Es que no necesitamos que vaya bien¡necesitamos que se acuesten!
- Ya, pero míralo por el lado bueno, ambas ideas van por buen camino.
- Yo cualquier idea que contenga a Snivellus no la encuentro en el buen camino.- dijo Sirius gruñendo.
- ¡Mira que eres pesado! A mí tampoco me hace gracia, pero es lo que hay.
- Esto es un desastre. Me estoy viendo que dentro de unos meses estoy sin amigo, o convertido en una maricona loca.- rió Sirius.- porque ya sabemos lo que va a pasar, si me niego, Remus se enfada, si me aguanto, me joderá, a menos que encontremos la solución.
- Sí, Sirius, acabarás cogiéndole el gustillo.- rió James.
- Así que me parece que mañana os vais sin mí.
- ¡No puedes hacernos esto!- dijo James haciendo como que lloraba.
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Era el viernes por la tarde cuando los Merodeadores y Lily fueron a acompañar a Remus a la Casa de los Gritos. Allí los chicos solían quedarse un rato charlando para hacerle más amena la espera al pobre Lupin. Aunque esa tarde los ánimos no parecían muy exaltados. Sirius estaba preocupado por lo que Remus diría al enterarse de que iba a desertar.
Empezaban a aburrirse, y aún quedaban un par de horas para que Lily tuviera que volver a Hogwarts. La pelirroja contemplaba el panorama. A su lado, James casi dormitaba, después de haberse bebido él solo casi una botella de whisky de fuego. Remus estaba visiblemente nervioso debido a la inminente luna llena, aunque también se le veía algo abatido. Peter y Sirius jugaban a ver quien conseguía dar más vueltas a una botella vacía de cerveza de mantequilla. Desde luego, estaban aburridísimos.
Pero la escena de la botella girando sobre sí misma llamó la atención de la chica. De pronto le vino una idea a la cabeza. Ella estaba dispuesta a ayudar a Remus con Sirius, pero para eso habría que ver primero la disposición de Sirius a una relación con otro chico. Lily era muy amiga de Sirius, pero no se veía con la suficiente confianza de preguntarle y mucho menos aún lo haría si eso hacía peligrar el secreto de Remus.
La botella seguía girando y Lily cada vez estaba más convencida de que era una idea fantástica.
- ¡Chicos!- dijo Lily con voz entusiasta, tanto que James pegó un brinco a su lado, levantando la cabeza de su hombro.- ¿Y si jugamos a un juego?
- ¿A cual¿Al conejo de la suerte?- bromeó Sirius.
- ¡Me niego a jugar al strip poker! Que la última vez Lily se quedó en sujetador delante de vosotros.- protestó James.
- No, James, Sirius va más encaminado.- dijo Lily haciéndose la misteriosa.
- ¿El conejo de la suerte¡Pero si eso es de niños!- dijo James.
- ¿Una versión adulta te gustaría más?- dijo Lily, y antes de que James pudiera protestar desveló el secreto.- Podemos jugar al juego de la botella.
Las reacciones fueron variadas, aunque ninguna tan horrorizada como la de Remus. El chico estaba pálido y nervioso, muy nervioso.
- Bah, Lily, si quieres una excusa para que te bese sólo tienes que pedírmelo. Con el consentimiento de James, claro.- dijo Sirius guiñándole y lanzándole un beso al aire.
- ¡Yo sí quiero jugar!- dijo Peter dando saltitos en su sitio.
- No me parece adecuado, Lily es la única chica aquí.- protestó James.
- ¡Pues esa es la gracia!- dijo Lily.
Los cuatro chicos se quedaron mirándola como si estuviera loca.
- A ver, Lily¿me estás diciendo que la gracia es que estamos cuatro chicos y tú?- dijo Sirius con los ojos muy abiertos.
- Pues sí, esa es la gracia.
- ¿Es que quieres besarles a todos?- James exclamó molesto.- Por mí venga, yo no te lo impido, pero no busques excusas tontas.
- Por dios, qué simples sois. Me parece que el único que ha captado la esencia del juego es Remus, que ni siquiera habla.- dijo Lily a propósito mirando al pobre licántropo.
Remus estaba tan aterrorizado que era incapaz de reaccionar. Eran tantas dudas a la vez… quería que le tocase Sirius, evidentemente, pero tampoco quería que su primer beso se debiera a un estúpido juego donde no hubiera ningún tipo de sentimiento que los uniera. Y luego estaba la gran probabilidad de que le tocara alguno que no era Sirius, y bueno, si le tocaba lo haría, pero no le atraía para nada que su primer beso fuera a Peter en un ridículo juego con una botella.
- ¿Qué pasa, Remus¿Es que te vas a rajar y no vas a jugar?- preguntó Sirius, desafiante.
- Por supuesto que voy a jugar¿te crees que soy un cobarde?- dijo Remus, y el corazón se le iba a salir del pecho.
- Creo que Sirius todavía no se ha enterado.- murmuró Lily a James con una sonrisa cómplice.
- ¡Claro que me he enterado, listilla!- dijo Sirius.
- Ah, es que yo creía que Sirius Black tendría miedo a jugar a un juego donde le puede tocar besar a un chico.- dijo Lily.
Por un instante, Sirius se quedó tan pálido como Remus. Ciertamente, no se había enterado de cual era la gracia del juego. Pero en seguida se sobrepuso, para grata sorpresa de Remus y Lily.
- ¿Qué pasa¿Qué te pone ver a dos tíos besándose?- dijo Sirius.
- ¡Lily!- gritó escandalizado James.
- No, pero sabía que no os atreveríais. Ya veo que sois unos rajados.- dijo Lily.
- ¡Aquí nadie ha dicho que no vaya a jugar!- dijo Sirius haciéndose el ofendido y luego paseó la mirada por sus compañeros.- ¿Verdad? Es que si no si que no va a tener gracia con Lily y yo solos.
- Lily no me hagas esto…- dijo James poniendo cara de pena.
- ¿Por qué te asustas, James? No es más que un beso, y yo sé que tú eres muy hombre.- dijo Lily seduciendo a James para que jugara.
- ¿Entonces¿Jugamos todos?- dijo Peter.
- Creo que esto es la cosa más loca y absurda que hemos los Merodeadores.- murmuró Sirius.
- Bien, pues entonces ¿quién empieza?- propuso Lily.
- Empieza tú, Lily, al menos que el primer beso sea heterosexual para romper el hielo.- dijo James con mucho miedo en la voz.
Lily giró la botella y después de dar un montón de vueltas empezó a pararse.
- James, Lily, Remus, Peter, Siiiii…uy Sirius¡James!- dijeron todos cuando la botella fue pasando por cada uno de ellos hasta pararse en James.
- ¡Bah! Qué mierda. ¡Protesto!- dijo Sirius ante las risas de todos.
- Ya os tenemos muy vistos, Prongs.- dijo Remus, notando que le temblaba todo.
- ¿Ah? Pues así es el juego.- dijo James cogiendo de la nuca a Lily y dándole un laaaaaaargo y apasionado beso.
Cuando llevaban más rato de lo normal, los chicos se pusieron a silbar y a protestar como si les huiesen robado un penalti a su equipo de quidditch favorito.
- ¿Y ahora¿A quién le toca?- dijo Lily con una sonrisita maliciosa.
Remus vio cómo su amiga le miraba sonriendo. Rezaba porque no le dijera a él. Él quería que su primer beso fuera romántico y bonito y que, sobre todo, fuera con Sirius.
A diferencia de cualquier otro juego donde lo normal sería que se pelearan por se ellos los elegidos, nadie levantaba la mano ni decía nada. Así que Lily intuyó que era el momento de ejercer autoridad. Hasta el momento Sirius no había demostrado ningún tipo de aversión a un beso homosexual, si bien se le notaba un poco tenso y asustado. Y ver a Sirius tenso y asustado era enormemente divertido.
- A Sirius.- dijo Lily.
- Joooo ¿por qué yo?
- Porque sí, porque me mirabas con cara de querer hacerlo.
- ¡Si yo no te estaba mirando¡Estaba mirando al suelo por lo mismo!
- Pues por eso. Míralo por el lado bueno, así podrás decir que has besado a un chico y que aún así prefieres las mujeres.- dijo Lily.
- De todas formas no es la primera experiencia homosexual de Sirius.- dijo James como quien dice la hora.
Y, evidentemente, todas las miradas se giraron hacia Black, en especial Lily y Remus, y más en concreto Remus, que no pudo evitar dejar escapar un "¿QUÉ?"
Sirius se puso rojo, rojísimo, mirando a James con ganas de estrangularle. Estaba claro que su amigo estaba un poco borracho y no era consciente de que había estado a punto de desvelar el gran secreto.
- ¡No le hagáis caso! Yo no he tenido ninguna experiencia homosexual.- dijo Sirius defendiéndose.
- ¿Entonces por qué ha dicho eso James?- preguntó Lily con mucha curiosidad.
- ¡Eso!- la secundó Remus.
No podía creer aquello. ¿Sirius había tenido algo con un chico? Le resultaba tan extraño… En cierto modo era una buena noticia, porque el hecho de que hubiera habido otro chico antes que él, pues era malo, pero igual de malo que todas las chicas con las que había estado. ¿Cómo era que no había notado nada en él? Un rayito de esperanza iluminó el camino del joven y desdichado licántropo, sin saber que ese chico al que imaginaba con trazos borrosos no era más que él mismo convertido en hombre lobo.
- ¡Está borracho¿Le vais a hacer caso?- dijo Sirius con horror.- Es mentira. ¡MENTIRA!
- Pero Sirius, no pasa nada, nada va a cambiar, nosotros lo aceptaríamos.- dijo Lily mirando de soslayo a Remus.
- No es eso. Si yo no tengo nada en contra de los homosexuales, pero en serio que no he tenido nada. Si lo hubiera tenido os lo habría dicho, yo sé que sois mis amigos y me comprenderíais, pero es que no, de verdad.- dijo Sirius a punto de echarse a llorar.
Remus sintió el golpe de las palabras de Sirius. Sirius habría confiado en ellos si le gustaran los chicos… Él, en cambio, se sentía fatal por no haberle confiado su secreto a sus amigos. Pero es que teniendo implicado a Sirius en el asunto, la cosa no era tan fácil como parecía.
- Bueno, Sirius, si tú lo dices te créemos. Viendo el estado de James parece que no es muy de fiar.- dijo Lily observando a James revolcarse en el suelo con una risa tonta.- Venga, a ver con quién te toca.
Lily giró la botella. Remus estaba nervioso. Sirius estaba nervioso. El joven cerró sus ojos grises sin querer ver en quien se paraba la botella.
- ¡James!- gritó Lily.
Sirius abrió los ojos al oír el nombre. Estaba un poco decepcionado. Si tenía que besar a un chico, habría preferido que fuera Remus. Habría preferido probar aquellos labios inocentes porque sabía que sería su primer beso y él habría sabido darle lo que se merecía.
- ¡Lily no!- protestó James.
- James, tú has querido jugar, así que te aguantas.- dijo Lily.
Remus miraba con expectación. Decepcionado pero atento. Le habría gustado que Sirius le besara pero no por obligación. Ahora le tocaba besar a James, y sabía que no se debía sentir celoso por ello. No era más que un juego, pero un juego que le podría aclarar muchas cosas.
- ¡Venga!- apremió Lily.
Sirius y James se acercaron muy timidamente, antes de nada, miraron a su alrededor sintiéndose observados. Cuando parecía que tardarían siglos en rozarse los labios, Sirius acortó la distancia en una milésima de segundo, plantando en la boca de su amigo un apenas perceptible besito y en seguida se retiró.
- ¡Vaya mierda de beso! Protestamos ¿verdad?- dijo Lily.
Peter la apoyó, y Remus no sabía muy bien si quería un segundo intento, aquello había sido suficiente. Por mucho que pensara que aquello le serviría para descubrir cosas sobre Sirius, la realidad era que ver a Sirius besar a uno de sus mejores amigos, no le gustaba demasiado. Aún así, se sintió en la obligación de apoyar a Lily igual que Peter.
- Pero ha sido un beso ¿no? Pues eso es lo que vale.- dijo Sirius.
- No no, entre eso y el conejo de la suerte no hay diferencia. Dijimos versión adulta.- dijo Lily, que sabía que aquello no afectaría para nada a James, además de saber que probablemente no se acordara de la mitad al día siguiente.
- ¿Qué grado de versión adulta?- dijo Sirius con voz maliciosa.- Si quieres le meto mano.
- ¡NO!- protestó James.
Pero a James no le dio mucho tiempo a protestar más. En seguida la mano de Sirius atrapó su nuca con suavidad, atrayéndolo hacia él. James hizo lo mismo, enredando sus dedos en los cabellos negros de Sirius, justo antes de estar demasiado cerca, justo antes de cerrar los ojos, miraron a Lily a esperar su aprobación. Y exactamente justo antes de cerrar los ojos, Sirius miró a Remus, imaginando cómo sería si estuviera en el lugar de James.
Ladearon la cabeza ligeramente y luego, Sirius fue quien probó los labios de James, sólo posándolos sobre los suyos, suave, despacio. Giró un poco más la cabeza, apretó un poco más su mano contra la nuca de James y apenas deslizó la lengua por el labio inferior de su amigo, quien supo responder a lo que pretendía. Entreabrió lentamente los labios, dejando que la lengua de Sirius los rozara antes de introducirse en su boca. Inconscientemente, se levantaron un poco, irguiendo sus cuerpos, sus manos rozando sus cabellos y la piel de sus cuellos a la vez que el contacto se profundizaba, enlazándose con húmedas caricias y juegos pausados.
Y mientras, no se oía nada, salvo el delicioso sonido de su apasionado beso. Ya había pasado demasiado tiempo, o quizás todo se había vuelto más caliente y lujurioso, cuando Lily interrumpió.
- ¡Ya basta! Por Dios, me vais a poner mala. Ya ¡YA!
Y para fastidiarla, se separaron muy lentamente, con los labios mojados e hinchados.
- ¿Así está bien?- dijo Sirius mirando satisfecho a Lily.
- WOW- fue lo único que fue capaz de decir James, antes de dejarse caer de espaldas al suelo.
- Un segundo más y me empalmo, tío.- dijo Sirius riendo.
- Y yo, tío y yo.- dijo James desde el suelo.
- ¡James!- regañó Lily.- ¡Se acabó el juego!
Remus estaba sin habla. ¿Cómo podía haber sido un simple beso de un juego tan hermoso? Lupin aún sentía en sus propios labios el cosquilleo que debió sentir James. Nunca lo había sentido, pero sí podía imaginárselo, como también podía imaginarse que era él y no James a quien Sirius besaba con tanta dulzura. Una dulzura que nunca habría creído en él.
- Ya veo que al final te gustó.- dijo Lily a Sirius.
Lily estaba un poquitín molesta por el tremendo beso que se habían acabado dando, pero bueno, asumía que aquello no había significado nada, y lo importante de todo aquello era que si algún día abordaba con Sirius el tema de una relación homosexual, pues sabría que no pondría el grito en el cielo.
- Habría preferido a Moony.- dijo Sirius encongiéndose de hombros, despreocupadamente.
Remus sintió que el corazón se le paraba y que el rubor acudía súbitamente a sus mejillas. Lo que no sabía era que Sirius, mientras besaba a James, imaginaba que así era como él le habría obsequiado con su primer beso. Porque por algo, Remus era especial.
- Ay ay ay.- se le escapó a Lily en un gesto de emoción, que intentó ser aplacada por una mirada escandalizada del joven licántropo.
En seguida se dio cuenta de que empezaba a caer la noche y tendría que volver a Hogwarts.
- Oh, creo que será mejor que me vaya ya.- dijo la pelirroja.
- Yo te acompaño, Lily.- se ofreció Sirius.
Remus miró a su amigo, decepcionado. No podía irse. Después de que un tenue rayo de luz hubiera iluminado su oscuro futuro, Remus quería que su amigo no se separara de él nunca más.
- ¡No puedes irte, Padfoot!- exclamó Lupin como si el hecho de que Sirius se fuera pudiera considerarse una traición hacia su persona.
- Lo siento, Moony, pero no puedo quedarme.
Miró a James, que aún seguía flipando en el suelo. Su amigo era el único que comprendía por qué no podía quedarse.
- ¿Por qué?- preguntó Remus, insistente.
- No puedo, quizás en otra ocasión.- dijo Sirius acompañando a Lily de vuelta a Hogwarts.
Mientras volvían, Sirius no dijo absolutamente nada. Y eso era raro, porque lo normal habría sido que hubiera iniciado alguna discusión tonta con su amiga pelirroja, pero esta vez no lo hizo. Tan sólo esperaba que Remus no se enfadara con él por no acompañarle en la luna llena. No soportaría que Remus se enfadara con él.
Tampoco hablaba porque todavía se estaba preguntando a qué se debía el cosquilleo que aún sentía en el estómago. Pensaba que seguramente se debería a una reacción hormonal ante el beso, porque todo había que decirlo, James besaba bastante bien. Aunque en sí, la idea no tenía ningún sentido. A parte de que el beso hubiera sido fantástico, él no sentía nada hacia James, nada que no fuera una fuerte amistad. Lo que le preocupaba era que, no era James quien se dibujaba en su mente mientras se besaban, sino Remus y admitir que si hubiera tenido que elegir a un chico a quien besar, ése, de todos los chicos que conocía, habría sido Remus, hacía que su preocupación aumentara notablemente. ¿Qué significaba aquello?
De repente se quedó parado en medio del camino, con cara de espanto total. Lily se giró a ver por qué se había detenido Sirius, y le vio de un color pálido que no auguraba nada bueno.
- ¿Te pasa algo?- preguntó la muchacha.
- Malditos seáis tú y tu estúpido juego.- protestó Sirius.
Lily sólo soltó una carcajada.
- Lily… ¿soy…gay?- preguntó Sirius con las cejas encogidas como si estuviera a punto de llorar.
- ¿Por qué ibas a serlo?
- No sé, supongo que porque el beso no debería haberme gustado.- respondió Sirius.
- Vaya, ahora resulta que gracias a mí, el gran Sirius Black tiene una crisis de personalidad.
- No lo encuentro gracioso.
- ¡Pues claro que no eres gay por eso! Un beso le gusta a cualquiera, además, te comprendo, James besa tan bien…- dijo Lily poniendo cara de babear.
- Uff menos mal, aunque la verdad es que James no me gusta para nada, puaj.- dijo Sirius.
- ¿Te gustaría haber llegado a algo más que ese beso?- preguntó Lily con toda la intención.
Sirius se hizo la imagen mental. Él y Remus…acariciándose, besándose… Y puso una cara extrañada. Definitivamente no era gay, hacer ese tipo de cosas con un chico no le atraía demasiado. El problema era que lo del beso... esa parte le agradaba más.
- ¡NO!
- ¿Entonces por qué te preocupas?
- No sé, supongo que por nada.- dijo Sirius retomando la caminata.
Aún se preguntaba si Remus estaría enfadado con él. Pero Remus, en esos momentos, lo último que tenía en su cabeza era pelearse con Sirius. Porque Sirius le habría preferido a él, y eso era tan maravilloso que eclipsaba cualquier dolor que pudiera sentir. La luna llena estaba saliendo…
¿Qué os ha parecido? Espero que bien, sobre todo para los amantes de Sirius/Remus jejejeje. Soy mala muajajaja, en el anterior dije que iba a haber besito pero no dije entre quienes jijijijiji. Es que si a Remus le hubiera tocado besar a Sirius en el juego de la botella, además de quedar demasiado tópico y evidente, habría perdido interés, al menos en mi opinión.
Los odiadores de Bella/Sirius estarán contentos. Yo no T.T XDDD así que como Bella forma ya parte del ff pues pienso darle un papel en la trama jijijiji.
Ahora tengo la gran duda. Aparte de la gran duda de Snape, que poco a poco mi parte buena me dice que el pobre debe de sacar algo bueno del ff, aunque todavía no sé muy bien qué hacer porque probablemente me complicaría el ff mucho, la gran duda es Danielle. ¿Qué queréis que pase con ella? Es evidente que no puede quedar con Remus y lo que yo había pensado para ella es MUY cruel y me da mucha lastimica de la chiquilla ¬¬
Ah, el título del capítulo "Cuando Sirius Black besa" jejeje es porque como habéis visto, cuando Sirius besa causa estragos, no sólo en James, sino en Remus, en Bellatrix… jejeje el chico parece que los hechiza con sus habilidades XDDD.
¿Dije que había subido un ff cómico? Pues lo repito jijiji, El novio cadáver (mirad en mi profile) a mi parecer, está muy divertido, me río mucho escribiéndolo, y bueno, a pesar de que sea Harry/Snape la gracia del ff yo creo que es independiente de la pareja y de todo. Así que si queréis reíros un rato, os pasáis por allí. Yo siempre os recibiré con los brazos abiertos jijiji. Porque recomendar aquí mis Sirius/Lily o mis Sirius/Bella como que no va a calar jejeje (de momento no tengo ninguno cómico de Sirius/Bella, bueno, Despedida de Solteros q no es un Sirius/Bella realmente ¬¬, pero de Sirius/Bella, para quien quiera, tengo normales, bestias y muy bestias XDDDDDD)
Bueno, me despido esperando ansiosamente vuestros reviews, sobre todo ahora en época de exámenes, me darán un poco de alegría.Muchas gracias por sus reviews a: Danybel, Joanne Distte, Miss Marlene, Kora, Zaratustra, Samy Bella, Helen Black Potter, Lily Dark Black, Aka, Milo-san, Naty Tuk e Irene (por cierto chica, en tu review me decías q te agregara ¡pero no me pusiste ninguna direccion de mail! Fíjate como en el review no salió el mail ¬¬)
Ahora os respondo los reviews, y por fis, a los que me mandan reviews sin loguear, q me dejen una direccion de mail para responderles.
Muchos besitos y espero que os guste mucho el capítulo. Ah, si alguien quiere mandarme un mail por lo que sea que me lo mande a akashagranger(arroba)yahoo.es y si me quiere agregar al msn que lo haga con o0chazychaz(guion bajo)girl0o(arroba) hotmail. com (pero a este no me mandeis mail porque no me deja leerlos ¬¬)
Besitos
Ak
