(26 horas después de intentar publicar el capítulo)

¡Holitas!

Siento haber tardado en traer el capítulo nuevo, pero es que tenía exámenes. Espero que os guste, no me quedó demasiado gracioso, pero bueno, tenía cosas que tratar en este capítulo que debía hacer de manera más o menos seria.

Al final lo he escrito todo hoy jejeje, si ya lo digo yo, que como más o menos está todo pensado, pues el único problema es que siempre me bloqueo al principio de los capítulos.

Bueno, a ver qué os parece jejeje¡y espero vuestros comentarios!

CAPÍTULO 8: LUNA LLENA

Era ya bien entrada la mañana cuando Sirius se despertó. Apenas había pegado ojo la noche anterior, estando solo en la habitación no había parado de darle vueltas a la cabeza bastante preocupado por el extraño arrebato sentimental hacia Remus. Suponía que Peter y James estarían durmiendo, cansados por el ajetreo de la luna llena, así que se levantó sin querer hacer demasiado ruido para no despertarles. Tenía dudas, muchas, pero ni siquiera él mismo tenía claro cómo afrontarlo y no quería comentarle nada a James hasta al menos haberse aclarado un poco las ideas.

Se encaminó hacia el baño, pero se quedó parado a mitad de camino al oír ruido en la cama de James. Normalmente James dormía como un tronco y algo le hacía pensar que su amigo o se había despertado ya, o quizás aún no había conseguido dormirse.

- ¿Prongs?- dijo en voz baja, por si acaso estuviera dormido.

- ¿Qué?- dijo la voz somnolienta de James detrás de las cortinas.

Sirius se apresuró a acercarse a la cama de James, que algo le quitara el sueño a James sólo podía significar que algo preocupante había ocurrido. Descorrió las cortinas y se sentó en el borde del colchón. James, acostado, no parecía tener intención de moverse de allí.

- ¿Pasa algo?- preguntó Sirius, preocupado.

- No.- respondió con voz seca, moviéndose de forma que le daba la espalda aún más a Sirius.

- Venga ya, algo te pasa.- insistió Sirius.- No me creo que estés ahí despierto por nada cuando deberías estar durmiendo una resaca monumental.

- Me duele la cabeza, nada más.- las palabras de James sonaban amortiguadas por la almohada.

- Claro que te duele la cabeza ¡A quién se le ocurre beberse una botella de whisky de fuego casi entera!

- No me hables de botellas…

Sirius arqueó las cejas bastante divertido. Creía empezar a entender por donde iba la cosa.

- No seas idiota. ¡No pasa absolutamente nada!- dijo Sirius cogiendo del hombro a James para darle la vuelta.

Potter le miraba, aparte de pálido y con una mala cara espantosa, con ojos confusos y asustados.

- ¿Cómo que no pasa absolutamente nada¡Claro que pasa! Me he despertado con unas pesadillas horribles.

- ¿Ah sí?- preguntó Sirius llevándose una mano al mentón con gesto pensativo.- ¿Qué tipo de pesadillas?

- No te lo puedo contar.- respondió James, totalmente rojo, intentando que Sirius le soltase para volver a darse la vuelta.

- ¿Por qué no?- insistió Sirius con una risita malvada.

- Porque no y punto.

- Ah, bien… ¿Por una casualidad esas pesadillas tienen algo que ver con una botella, un juego y yo?

James dio un respingo, quedándose sentado en la cama mirando a Sirius con cara de horror.

- ¿Y tú como lo sabes¡No sabes legeremancia! Por Merlín, qué vergüenza…- dijo James tapándose la cara totalmente avergonzado.

- Pues porque no fueron pesadillas, ocurrió realmente.- dijo Sirius sonriendo y esperando la reacción de su amigo.

- ¡NOO! Apártate de mí.- exclamó James alejándose tanto de Sirius que estuvo a punto de caerse de la cama.- ¿Me estás diciendo que tú y yo realmente nos…?

- Enrollamos, sí.

James cogió la almohada y se tapó la cabeza con ella para no ver a Sirius.

- ¡No te pongas así! No estuvo tan mal.- protestó Sirius.

- Ese es el problema, que estuvo demasiado bien.- lloriqueó James.

Sirius no pudo evitarlo y se tumbó en la cama estallando en carcajadas.

- No te rías, no tiene gracia.- se quejó James.

- Sí que la tiene.- de repente Sirius se puso serio.- Bienvenido al mundo de la incertidumbre.

James se quedó callado, parpadeando repetidas veces hasta asimilar lo que Sirius había dicho para luego tirar la almohada e inclinarse para coger a su amigo de la camisa del pijama y zarandearlo.

- No, Sirius no puedes decir eso. Dios mío, dime que no te gusto. Tú no me gustas, ni ningún otro tío, sólo me gustan las tías¡yo quiero a Lily! No me digas nada porque tendré que rechazarte y…

- Tranquilo, Prongs, no me gustas ni te iba a proponer mantener una relación paralela ni te iba a besar ni nada de eso.- respondió Sirius con voz preocupada.

- Uff, por poco y me matas de un infarto. Entonces… ¿Por qué dices lo de bienvenido al mundo de la incertidumbre? Por Merlín, explícate que me vas a preocupar seriamente.

- Es que… lo de anoche me hizo pensar…- Sirius tuvo que apresurarse a terminar la frase viendo la cara de terror de James.- No tiene nada que ver contigo, Prongs, pero me hizo pensar que… nada, déjalo.

- Habla o te mato ahora mismo ¡No puedes dejarme así!

- James¡es que ni siquiera yo lo sé! Estoy…confundido.

- Tío, no te entiendo.- dijo James.

Entonces una vocecilla sonó desde la cama de enfrente.

- Te gusta Remus ¿verdad?- dijo Peter, que se había acabado despertando con todo el alboroto.

Sirius se quedó pálido y con aire abatido, James tenía los ojos demasiado abiertos, como si lo que acababa de oír fuera totalmente imposible.

- No me gusta Remus ¡entrometido¿Tú no estabas durmiendo?- gritó Sirius muy molesto, pero en esa reacción exagerada se podía entrever perfectamente que Peter había dado en el clavo con el problema.

Peter se levantó y se sentó también en la cama de James.

- No te hagas el tonto, Padfoot, sé que es eso por lo que dices que estás confundido. Te vi mirarle antes de besar a James.- dijo Peter.

- ¡Eso no significa nada!

- ¿Entonces por qué dijiste después que habrías preferido que te tocara Remus?- preguntó Peter con aires de suficiencia.

- ¿Dije eso? Oh mierda… ¿lo dije en voz alta?- dijo Sirius llevándose unas manos desesperadas a su cara.

- ¿Ves?- insistió Peter.

- ¡Ajá! Así que preferías que te hubiera tocado Remus… ¡serás cabrón!- dijo James haciéndose el ofendido.

- Pues sí.- dijo Sirius mirándole con ojos llorosos.- ¿Y a ti que más te da¿Tú no ibas a rechazarme porque no te gusto?

- ¿No puedo sentirme celoso?- dijo James cruzándose de brazos y mirando en dirección opuesta.

- Esto es totalmente ridículo.- dijo Sirius dejándose caer en la cama.

- No veo el problema.- dijo Peter.

- Tú como no, que parece que vives en una dimensión paralela.- protestó Sirius.

- ¡Eso, eso!- le apoyó James recordando que a Peter no le parecía mal que Sirius se liara con Bellatrix.

- ¿Necesitas que te explique cual es el problema?- preguntó Sirius, con desesperación.- El problema es que yo deseé que me tocara Remus, no que no me tocara ningún chico, sino que quise que fuera Remus. Eso ya de por sí es un problema.

- Sigo sin entender donde está el problema.- dijo Peter haciéndose el difícil.

- El problema es que yo, que puedo a tener a cualquier chica que quiera ¡deseé besar a Remus! YO, por Merlín.- exclamaba Sirius como si así hiciera comprender a Colagusano.

- Entonces admites que te gusta Remus.- dijo Peter tranquilamente.

- ¡NO! No me gustan los chicos, pero Remus es…diferente.

- Esa frase me suena haberla oído ya cientos de veces. "Remus es diferente, Remus es especial bla bla bla tú no eres Remus."- dijo James poniendo voz ridícula.- Ahora entiendo por dónde iban los tiros.

- ¿Queréis dejarme en paz? Ni siquiera yo sé lo que pasa con Remus, y menos aún vosotros, así que no os las deis de listos conmigo.- dijo Sirius al borde de un ataque de nervios.

- Sigo sin entender cual es el problema.- repitió Peter.

- ¡CÁLLATE YA!- le golpeó Sirius.- Yo tampoco sé cual es el problema, pero sé que lo hay.

- Ya en serio, Padfoot…- dijo James poniéndose serio.- ¿Y si esa repentina obsesión por Remus…?

- No hay ninguna obsesión, y mucho menos repentina.- dijo Sirius con cara de querer que lo tragara la tierra.

- Bueno, quiero referirme a que a lo mejor se debe a lo que tú y yo sabemos. Algún tipo de conexión que se creó.- explicó James.

- ¿Qué es eso que vosotros sabéis y yo no?- preguntó Peter.

- Averígualo desde tu mundo paralelo.- dijo Sirius riendo cómplice con James.- No creo, Prongs. Remus siempre ha sido…cof…especial para mi…cof- dijo Sirius como no queriendo admitir esa frase.- y creo que la culpa de todo la ha tenido el puto juego de los cojones.

- Sólo era una sugerencia.- dijo James encogiéndose de hombros.

- Aunque ahora tengo que admitir que las ideas de Lily son aún peores que las tuyas… ¡Debería haber ido a Slytherin con esa mente retorcida que tiene!

- Ey ¡No te metas con Lily!- le golpeó James.

- Y bien¿anoche pasó algo interesante?- preguntó Sirius para cambiar un poco de tema.

- Nada. Lo mismo que la última vez, Moony parecía bastante abatido.- contó James.

- ¿Está enfadado conmigo porque no me quedé?- preguntó Sirius encogiendo las cejas, se sentía culpable.

- No sé, apenas nos dio tiempo a hablar después de que te fueras.- dijo James.- Quizás estaría bien que te pasaras a verle cuando vayamos esta tarde a Hogsmeade.

- Sí claro, supongo que es lo menos que puedo hacer.- murmuró Sirius. No podía permitir que por un accidente su amistad con Remus se rompiera.

- ¿Y tú qué dices, Peter? Ahora estás muy callado.- dijo James.

Peter se quedó mirándole con cara de enfado y ojos entrecerrados.

- Intentando averiguar desde mi mundo paralelo.

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Después del almuerzo, los alumnos se preparaban para la salida a Hogsmeade. En la sala común de Gryffindor, Sirius estaba sentado en uno de los sillones, viendo el ir y venir de los chicos escaleras arriba y abajo. Él seguía con lo suyo, preocupado por esos extraños sentimientos hacia Remus que, de repente, le habían asaltado. No le gustaban los chicos, pero Remus siempre había sido su gran debilidad. Desde que recordaba, había sentido la necesidad de protegerle, era un sentimiento algo posesivo, como bien se había dado cuenta desde que James sugirió la idea de que Snape les ayudara. No soportaba la idea de que alguien hiciera daño a Remus, como tampoco soportaba la idea de que Remus pudiera preferir a alguien que no fuera a él. Ya que la relación que unía a Remus con Sirius era diferente a la que les unía con Peter o con James. Con James compartía todo tipo de locuras, como si fueran hermanos, pero Remus, sin dejar de ser uno de sus mejores amigos, era el único capaz de hacerle entrar en razón, era la voz de la conciencia que Sirius, a menudo, necesitaba, y que no podía encontrar en James o Peter.

En ese momento, entraban en la sala común Lily y James. Ambos discutían, nada grave, no más que las típicas discusiones que solían tener, como buen Merodeador y alborotador y perfecta prefecta responsable.

A Sirius de repente, todo comenzó a oscurecérsele y nada más podía visualizar a la pareja. Lily era el contrapunto que James necesitaba… En la mente de Sirius unos simples axiomas matemáticos parecían querer explicarle lo que su mente se negaba a comprender. Lily Remus, Sirius James, Lily + James Sirius + Remus.

Negaba con la cabeza, tratando de apartar la evidencia de la situación. ¿Por qué todo de repente parecía estar contra él¿Por qué todo de repente parecía llevar sólo a la misma cosa? Él no era gay, a él no le gustaba Remus.

- ¿Qué te pasa, Sirius?- preguntó Lily al verle a punto del desmayo.

- Tengo sueño, esta noche no he dormido mucho.- contestó Sirius, viendo a James reirse detrás de Lily.

- Oh ¿soñando con algún beso?- rió Lily, quien desde la conversación entre ella y Sirius la noche anterior, había estado muy ilusionada en la posibilidad de un amor correspondido entre él y Remus.

- No he soñado con nada porque no he dormido.- dijo Sirius mirándola con cara asesina.

- Me parece que ayer causé una crisis general.- dijo Lily mirando de reojo a James.

Sirius observó que, detrás de Lily, James le hacía gestos como queriendo decir que no hiciera caso a lo que su novia le decía.

- Nadie está hablando de crisis.- dijo Sirius sin que su voz pareciera muy convincente.

En ese momento, una chica de Gryffindor pasó por al lado de Sirius, dejando caer en su regazo una nota. No hacía falta que Lily leyera lo que decía, sabía que se trataba de algún tipo de proposición para la salida a Hogsmeade de esa misma tarde. Sin decir nada, observó cómo Sirius, algo abrumado después de leer la nota, le hacía un gesto de negación a la chica en cuestión.

- ¿Por dónde íbamos?- dijo Sirius.

- Si eso no es un síntoma de crisis que venga Merlín y lo vea.- dijo Lily dirigiéndose al dormitorio de las chicas, dándole una palmadita en la espalda, a la chica que ahora lloraba desconsolada al pie de la escalera.

En cuanto Lily desapareció, James corrió hacia Sirius, cogiéndolo del brazo para que le acompañara al cuarto de los chicos.

- ¡Lily está loca!- dijo James.

- ¿Ahora te das cuenta?

- No tío, se ha pasado todo el día venga a sacarme el tema del beso de anoche. No sé si es que está molesta o es que le da morbo. No tengo ni idea de qué quiere sacar de todo esto.

- Y yo qué sé. Vete a saber qué es lo que pasa por su oscura cabecita.- dijo Sirius, entrando con James en la habitación.

- Tengo que hacer algo. No sé si es que se piensa que me dejó trastornado o yo que sé. No paraba de preguntarme por lo que tú habías dicho esta mañana…

- ¡Será cotilla! Pues que me pregunte a mí.- dijo Sirius muy ofendido.

- Tengo que hacer algo para que deje de sacar ese tema, algo que le demuestre que yo sólo la quiero a ella y que ningún chico o chica se interpondrá entre nosotros.- dijo James alborotándose el pelo, pensando en qué podía hacer.

- Qué bonito.- dijo Sirius.

- Menos cachondeo, Padfoot.

- No, lo digo en serio. Admiro que tengas tan claros tus sentimientos hacia Lily.- dijo Sirius apoyándose en la ventana.

- Tranquilo, Sirius, todo llegará, aunque yo pensaba que por ahora no te preocupabas por esas cosas.- dijo James.

- Ya te dije que me gustaría saber qué se siente al estar enamorado, pero no, no creo estar preparado todavía para eso, y menos en este momento en concreto.

- ¿Por eso rechazaste a esa chica¿viste como lloraba? Ha sido cruel.

- No ha sido cruel, joder ¿es que tengo que aceptar todas las proposiciones que me vienen?

- No, pero no debiste darle ilusiones.

- ¡Yo no le he dado ilusiones! Ni siquiera he hablado con ella en toda mi vida.

- Pero Sirius… admite que normalmente no pones muchas pegas a quedar con una chica…

- ¿Y qué? Pues hoy no me apetecía. De hecho, creo que no volveré a quedar con nadie hasta saber qué coño me está pasando.

- ¿COMO?- preguntó James totalmente estupefacto.

- Lo que oyes.- dijo Sirius, quitando uno de los posters de chicas en bikini que tenía encima de la cama, para colocar en su lugar un calendario. Al instante, marcó con una cruz el día en que estaban.- Día 1.

- ¿Qué significa eso?- rió James.- ¿Quieres probar cuanto tiempo es capaz de aguantar el cuerpo humano sin relaciones¿O es que te vas a solidarizar con Remus y te vas a volver célibe como él?

Sirius se volvió a James con cara de estar enfadado.

- ¿Tú no ibas a pensar no sé qué cosa para impresionar a Lily?

- Sí, pero no puedo hacerlo preguntándome cual es la misteriosa finalidad de ese calendario.- dijo James riendo.

- Pues eso, James, estoy confundido, y no puedo aclararme si me lío con tías cada dos por tres, necesito meditar, y creo que esta especie de "cura de sexo" me podrá ayudar.- confesó Sirius.

- Ánimo, no te doy más de tres días.- dijo James yendo a su baúl a coger un pergamino y una pluma.

- Eso, me encanta la confianza que pones en mí.- dijo Sirius con voz rencorosa, saliendo de la habitación.

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Aproximadamente una hora después, los alumnos se dirigían de excursión a Hogsmeade. Por el camino, James bromeaba con Sirius sobre la conversación del calendario.

- ¿Qué, has roto ya tu voto¿Has sido capaz de resistirte a un salvaje encuentro en los lavabos del segundo piso?- decía James.

- ¿Pero qué concepto tienes de mí?

- Nada, Padfoot, es sólo que dudo mucho que resistas mucho tiempo, sólo hecha un vistazo a tu alrededor.- observó James.

Sirius miró y se atragantó con su propia saliva. Las chicas, sin el uniforme de Hogwarts, parecían todas de repente mucho más atractivas. Pantalones ajustados, faldas por encima de la rodilla, piernas maravillosas… Algunas de ellas reían entre sí dedicándole miradas traviesas. Sirius en seguida comprendió lo que Lily contaba cuando le daban paranoias y se ponía a dieta. Cuando no puedes hacer una cosa, todo, incluso lo que nunca te llamó la atención, se presenta ante tus ojos de forma irresistible.

- Oh mierda, allí viene Bellatrix, me va a matar como me vea.- dijo Sirius escondiéndose detrás de James.

Bellatrix iba acompañada de una de sus amigas, y aunque vio a Sirius, simplemente giró la cabeza hacia otro lado con gesto ofendido. Seguramente aún no tenía clara la venganza que su primo merecía por haberla dejado, y la venganza es un plato que se sirve frío. La amiga de Bellatrix, sin embargo, miró disimuladamente a Sirius, aunque en seguida apartó la vista también.

- ¿Has visto eso? Vaya miradita la de Bennington. ¿No decías que querías emborracharla otra vez?- insistió maliciosamente James.

- ¡No voy a emborrachar a nadie ahora! Deja de provocarme o tú serás el culpable de que no cumpla mi voto. Además, Bellatrix se habrá encargado de meterle horribles ideas sobre mí.- dijo Sirius.- ¿Y tú¿Qué es lo que has hecho al final para Lily?

- Mmmm no sé si me quedó bien¿quieres verlo a ver qué tal?- dijo James tendiéndole un trozo de papel.

Sirius se puso a leerlo y conforme lo hacía iba poniéndose cada vez más rojo por tener que aguantar la risa.

- "Te juro que eres un sueño por el que muchos suspiraban en el colegio, desde aquel primer momento en que te vi me enamoré."- Sirius estalló en carcajadas ante la cara de enfado de James.- Espera, espera, que esto es mejor todavía "Prométeme que me amarás siempre, será la luz que me desvele tus ojos verdes, cuidaremos que no se apague la llama que arde entre los dos" JAJA JAJAJAJAJAJAJA¿y si le ponemos música en plan disco?- Sirius se puso a leer el poema mientras bailaba en plan Fiebre del sábado noche.

- ¡Trae! Eres un insensible, no sé cómo pretendes enamorarte con esa sensibilidad de caracol que tienes. Estoy seguro que a Lily le gustará.

- Eso si no se ríe en tu cara.

- Vete a la mierda.

- Lo que tienes que hacer es dejarte de gilipolleces y echarle un buen polvo para que no dude de tu masculinidad.

- El único que duda de su masculinidad aquí eres tú.- dijo James echando a correr.

- ¡CABRÓN! VEN PARA ACÁ QUE TE VAS A ENTERAR.- dijo Sirius corriendo detrás de James.

Aunque Sirius tuviera un cuerpo diez, no necesitaba hacer ejercicio para mantenerlo, así que era obvio que James estaba en mejor forma física que él y en seguida le cogió una gran ventaja. Para colmo era cuesta arriba y Sirius se paró en medio de la cuesta jadeando, viendo a lo lejos a James reírse de él.

- Como digas eso otra vez te voy a moler a palos.- murmuró Sirius amenazando a James con el puño.

- ¿Black?- dijo una voz femenina a sus espaldas.

Sirius, en seguida se recompuso tratando de recuperar la respiración, era patético que una chica le descubriera en tan penosa forma física.

- Ah, hola…esto…

- Danielle.- dijo la chica.

- Eso, sí, Danielle.- respondió Sirius riendo algo avergonzado con una mano detrás de la cabeza.- ¿Qué tal?

- ¿Por alguna casualidad has visto a Remus?

- ¿Remus?- la mente de Sirius se puso a mil revoluciones, por varios motivos.- Remus no está ¿Para qué lo quieres?

- Oh.- Danielle miró al suelo muy decepcionada.- Me dijo que quedaríamos hoy…

Sirius puso una sonrisita maliciosa.

- Pues parece que se olvidó de decirte que tenía que irse. Su madre está enferma, tuvo que salir anoche de urgencia.

- Oh, vaya, pobrecito.

Una vena en la sien de Sirius comenzaba a palpitar. De repente, la idea de la cita entre Danielle y Remus le parecía totalmente horrible. Danielle y Remus, Remus y Danielle… la sola idea de imaginarse a Remus besando a Danielle y no a él le producía náuseas. Nadie salvo él, sería capaz de darle a Remus lo que necesitaba.

- ¿Qué tal con Remus? Supongo que fatal, es tan tímido que ni siquiera abriría la boca ¿verdad?- dijo Sirius con malicia.

- No qué va, fue todo…genial.- comentó Danielle ruborizándose con ojos ilusionados.

- ¿Ah sí?- Sirius frunció el ceño. Conocía a Remus y le extrañaba mucho que pasara algo que, para una chica enamorada de Remus, pudiera parecerle genial.- ¿Puedo saber qué hicisteis? Si no es indiscreción, vaya, es que Remus no nos cuenta nada de ti.

- ¿No? Bueno, supongo que es porque lo considera algo muy personal.

En la mente de Sirius se comenzaba a encender una bombilla roja que parpadeaba con la palabra "personal" como si fuera una alarma. ¿En qué hora se le ocurrió a Lily lo de la dichosa carta? Definitivamente, las ideas de Lily eran aún peores que las de James.

- No importa, cuéntamelo por favor, no voy a decirle que me lo contaste.- dijo Sirius sintiendo un cosquilleo horrible en el estómago.

- Estuvimos en el lago…hablando.

La vena de la sien de Sirius palpitó más rápido. Al lago no se iba a hablar precisamente. Recordó las palabras de Snape y Bellatrix cuando dijeron "¿Ahora se le llama hablar?"

- Se nos pasó el tiempo rapidísimo, ni nos dimos cuenta que se hizo de noche.

"Se les pasó el tiempo rapidísimo… ¡Si Remus cuando no conoce a alguien ni abre la boca! Es imposible que pasaran todo ese tiempo sólo hablando… Maldita puta…"

- Al final resultó que Remus era tal y como me lo imaginaba, aunque parece muy tímido, es muy apasionado.- dijo Danielle recordando las horas que pasaron hablando de las cosas que tenían en común y cómo Remus parecía entusiasmado hablando de aquello que le gustaba.

"¿Apasionado¡No lo puedo creer! Dios, no quiero pensar lo que estoy pensando."

- Su voz es tan dulce y su piel tan suave…- Danielle aún recordaba el beso en la mejilla de Remus con un cosquilleo en sus labios.- Yo pensaba que todo sería mucho más tenso, era la primera vez, pero no, se desenvolvió perfectamente, de hecho, muchísimo mejor de lo que yo esperaba.- Danielle nunca se imaginó que una casi cita a ciegas llegara a resultar tan bien.

Sirius a esas alturas estaba ya casi a punto de taparse los oídos.

- Fíjate si estuvo bien la cita que, aunque los dos éramos totalmente inexpertos, acabamos jugando, incluso metió la quaffle por el aro un par de veces. Cuando me dejó en el vestíbulo estábamos empapados de sudor.- Danielle y Remus nunca jugaban al quidditch pero aquella noche se divirtieron. Remus no lo hacía con James o Sirius porque sí sabían, pero con Danielle, que era igual de mala que él en quidditch, no le importó.

- ¡Ya basta! No necesito saber más, no necesito saber cuantas veces te hizo tocar el cielo o cuantas veces inundó tus tibias entrañas. Lo que sé es que lo hizo.- dijo Sirius.

- ¿Qué?

- Los Ravenclaws siempre tan listillos, pero sé de qué va la jugada, estoy acostumbrado a los juegos de palabras de Lily, si es que no sé cómo la metieron en Gryffindor.- masculló Sirius, dejando a Danielle allí plantada sin entender nada.

- ¿Cuándo vuelve Remus?- preguntó la chica viendo que Sirius se marchaba ofendido por alguna extraña razón.

Sirius estuvo por contestarle con un gesto obsceno con el dedo, pero pasó de hacerlo. En su lugar, se dirigió casi como un autómata hacia la Casa de los Gritos, incluso olvidándose de James y de todos. Ya había dicho que iría a ver a Remus, pero ahora, después de lo que había descubierto, necesitaba hacerlo con más razón aún. Necesitaba ver a Remus, por muchas razones. Una de ellas era para hacerle saber que esa noche le acompañaría en su transformación. Si todo lo que había supuesto hasta el momento era correcto, no debía haber ninguna razón por la que la "violación" se volviera a repetir. Otra de las razones era que un sentimiento de celos se acababa de instalar en su confuso corazón. Necesitaba verle, tenerle cerca para saber si el hecho de que Remus hubiera besado a otra persona que no era él había exterminado su deseo de besarle como sólo él sabría hacerlo.

Estaba ya alcanzando la colina de la Casa de los Gritos mientras una opresión crecía en su pecho. Se sentía totalmente ridículo por odiar la idea de que Remus hubiera estado con otra persona. Él no era la persona más indicada para reprocharle algo así, sobre todo cuando la maravillosa idea de que Remus perdiera la virginidad había salido de él.

¿Quién iba a decirle que tan sólo un mes después estaría maldiciéndose así mismo por tan estúpida idea? Todo era completamente absurdo, él no era el dueño de Remus y ni siquiera estaba seguro de que sintiera algo por él. Tan sólo eran un cúmulo de sensaciones agolpadas sin sentido que parecían querer volverle loco.

Justo antes de entrar en la casa, Sirius dudó. Su mano se detuvo al tocar la puerta, temblando a la vez que su corazón latía con fuerza. Diciéndose así mismo lo estúpido que era, se obligó a entrar. Nunca había temido acercarse a Remus, y aunque sus gestos parecieran decir lo contrario, esta vez no iba a ser la primera.

Comenzó a subir los escalones haciendo un ruido fuera de lo normal, advirtiendo a su amigo de su llegada.

- ¿Remus?- preguntó, aunque la voz apenas le salía del cuerpo.

- ¿Sirius?- respondió la voz de Lupin a lo lejos. Sonaba cansada, como siempre que la voz del licántropo resonaba entre aquellas paredes.

Sirius no contestó hasta que estuvo en el umbral de la habitación que normalmente ocupaba Remus. Sólo le respondió con una sonrisa nerviosa al verle recostado en la cama y con el cuerpo dolorido.

- Sirius…- la voz del licántropo se llenó de una ilusión repentina que eliminaba cualquier dolor que pudiera sentir.

En su rostro, una sonrisa dulce y cansada. Sirius sintió estallar su corazón.

- Te echaba de menos.- dijo el joven de ojos miel.

- Por eso he venido.- sonrió Sirius notando que se ponía nervioso.- Quería decirte que ya no voy a volver a faltar nunca más. Temía que te hubieras enfadado conmigo.

- No estoy enfadado contigo.- sonrió Remus. ¿Cómo iba a estarlo si estaba deseando verle después de saber que Sirius le habría preferido a él?

- Bien, me quitas un gran peso de encima. Estaba un poco preocupado porque James me dijo que anoche apenas si te moviste de aquí.- dijo Sirius.

- No sé, cuando me convierto pierdo toda la consciencia, no sé lo que hago, supongo que debía estar cansado.- dijo Remus.

Sirius se sintió horrible sólo de recordar lo exaltado que se puso con Remus en la última transformación. Remus no hizo lo que hizo a propósito y no podía culparle. Quizás, todas las teorías que habían montado él y James no habían servido para nada. Lo más seguro era que se tratara de una simple casualidad ya que, probablemente, Remus no estuviera obsesionado con él ni nada por el estilo. Más bien, era Sirius quien comenzaba a estar obsesionado con Remus.

Ambos se quedaron callados. Para romper el incómodo silencio, Sirius decidió cambiar de tema.

- ¿Sabes? James le ha escrito un poema penoso a Lily. Tendrías que haberlo visto, aunque hubiera preferido ver la cara de espanto de Lily cuando lo lea.- rió Sirius.

- ¿James escribiendo un poema?- rió también Remus.- ¿Por qué me pierdo lo mejor¿Y eso¿Es que era su aniversario o algo así?

- Qué va, me parece que Lily está un poco rara desde lo de anoche…- murmuró Sirius. No sabía cómo, pero había vuelto a ir a parar a terreno peligroso.

Remus se quedó callado, pero en seguida supo que debía decir algo para no hacer sospechoso su silencio.

- ¡Es que no me extraña¡Vaya beso!

- Lo sé.- guiñó Sirius haciendo un gesto seductor.

De nuevo, se hizo el silencio, ambos chicos dejaron de reir y se quedaron mirando el uno al otro. Remus veía a Sirius recordando en sus labios la ilusión de estar en el lugar de James. Sirius observaba el rostro de su amigo, marcado por el dolor, aquella suave piel aquejada de recientes heridas debidas a la transformación, aquellos labios que imaginó mientras besaba con pasión los de James. Inconscientemente su cuerpo se acercó al de Remus, su corazón palpitando con fuerza. Aún seguía deseándolo. ¿Por qué? Ya no tenía sentido, la oportunidad había pasado y ahora no podía besar a Remus, porque simplemente, a Remus le gustaba Danielle y Danielle era una chica, y no un chico.

El licántropo notó cómo su cuerpo temblaba al ver a Sirius acortar la distancia tal y como hizo la noche anterior con James, y sin quererlo, sus ojos se cerraron esperando, como siempre hacían en sus sueños.

Sirius estaba cerca, pero algo le decía que no arreglaría nada si besaba a Remus. No podía hacer algo así tan solo por querer satisfacer su curiosidad, por saber si su cuerpo se derretía como lo hizo con James. Sería algo muy egoísta además de poner en peligro su amistad con Remus. Lo de la noche anterior fue un juego, lo de esa tarde era real. Antes de advertir que Remus tenía los ojos cerrados, Sirius desvió su trayectoria, quedando tumbado en la cama al lado de su amigo.

Lupin abrió los ojos, avergonzado, al notar el cuerpo de Sirius a su lado, la brisa, que antes tapaba el cuerpo de su amigo, ahora volvía a rozar sus necesitados labios.

- Sirius… lo siento.- dijo Remus, creyendo que su gesto había espantado a Sirius.

- No tienes que sentir nada.- dijo Sirius, incorporándose.- Soy yo quien lo siente, soy un imbécil.

Sirius se levantó y caminó hacia la puerta. ¿Por qué demonios había dicho en voz alta que habría preferido a Remus? Ojalá Lupin no llegara a preguntárselo nunca, porque no podría decirle la verdad.

Remus vio marcharse a su amigo sin entender muy bien lo que había querido decir. Quizás, lo más seguro fuera que Sirius creyó haberle dado falsas ilusiones. Lo más seguro sería eso. ¿Cómo demonios iba a fijarse Sirius en él? Quien era imbécil era él, por sólo haber tenido esa ilusión durante unas horas.

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Sirius salió de La casa de los Gritos con una triste sensación que era verdaderamente preocupante. Aún deseaba besar a Remus. Nunca antes se había sentido tan desilusionado. Por un momento, incluso deseó haber aceptado la proposición de la Gryffindor y así poder desquitarse ahora su frustración con ella. Pero ya era tarde, así que decidió volver a Hogsmeade en busca de James para contarle la gran noticia.

Gran y horrible noticia.

Tal y como imaginó, encontró a sus amigos en Las tres escobas, junto con las tres cuartas partes de la población de Hogwarts. En seguida le hicieron un sitio junto a ellos.

- A que no sabéis lo que he descubierto.- dijo Sirius, que no podía fingir ilusión por ello.

- Joder, por esa cara debe ser algo terrible.- dijo James.

- Remus perdió la virginidad. Se acostó con la tía esa. ¿Quién de vosotros decía que Remus no era ese tipo de chico?- dijo Sirius con voz rabiosa.

- ¿Qué¿Tú estás seguro?- dijo Lily, dejando caer su botella de cerveza de mantequilla, rompiéndose en el suelo.

Con el ruido, muchas miradas a su alrededor se volvieron hacia ella, dejando sus conversaciones a un lado. Pero tuvieron la oportunidad de oír otra cosa más.

- ¿QUE REMUS SE ACOSTÓ CON DANIELLE EN LA PRIMERA CITA?- exclamó James, recibiendo una patada de Lily por debajo de la mesa y un gesto iracundo por parte de ella también.- Ups¿Qué se acostaron?- volvió a preguntar en voz baja, como si eso quitara que la gente lo hubiera oído.

- Sí tío.- dijo Sirius.

- Bueno, admito que me sorprende pero ¡celebrémoslo! Eso es lo que queríamos ¿no?- dijo James.- además, ahora podemos decirle a Snivellus que no necesitamos sus servicios jajajaja.

- Algo bueno tenía que tener.- dijo Sirius brindando con James.

- Supongo que ya estáis satisfechos, malditos manipuladores…- masculló Peter.

- A ver, Sirius. ¿Tú estás seguro?- preguntó Lily, reacia a brindar con nadie.- Debe haber un error, no puede ser…

- A ver cómo te lo explico, Lily… Puede ser porque son un hombre y una mujer, los hombres tienen pene y las mujeres vagina y cuando ambas cosas se juntan, tienen sexo ¿ves?- dijo Sirius metiendo un dedo en un agujero formado por su pulgar y su índice.

- Sirius, no soy imbécil…- dijo Lily con cara de querer arrojarle un cristal roto a Black.

- Venga Peter, ahora toca que digas "no veo cual es el problema"- dijo Sirius.

- No voy a decirlo.- dijo Peter con cara de ¬¬

- Remus no es ese tipo de chico, debe haber habido una confusión.- se empecinó Lily.

- Asimílalo, Lily, Remus no es el chico inocente que todos creíamos.- dijo Sirius, algo dolido.

- Black…

- Uy uy, cuando te llama Black es mal asunto.- dijo James.

- No tengo nada que asimilar porque dudo que eso sea verdad. Abre los ojos.- dijo Lily levantándose como queriéndose ir de allí.

- Sigo pensando que le hace falta un buen polvo, Prongs, quizás se le quite ese mal humor y todas esas tonterías.- dijo Sirius, apurando de un trago la cerveza de mantequilla de James.

- Black, deja de decirle a los demás lo que necesitan y preocúpate de ti mismo, que bastante trabajo tienes con eso.- dijo Lily.

- No le hagas caso, Lily, está amargado porque ha hecho voto de castidad.- rió James.

- ¿En serio?- Lily soltó una carcajada.

- Pues sí, y precisamente para lo que acabas de decir.- dijo Sirius levantándose y adelantándose a Lily.- Por cierto, Prongs, esta noche ya no hay motivos para no ir con vosotros.

- ¡Yuhuuu!- exclamó James.

- ¿Te gustó el poema, Evans?- dijo Sirius antes de marcharse.

- ¡Fue precioso!- dijo Lily abrazando por detrás a James y besándole. James le dedicó una mirada de triunfo al malhumorado Sirius.

- Dios, lo que hay que ver…-murmuró Sirius.

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Esa noche, Sirius acompañó a Peter y James a La casa de los Gritos. Sentía como si hiciera una eternidad desde la vez anterior. Aunque no hablaron mucho, aún podía ver en los ojos de Remus el brillo de la ilusión porque había vuelto con ellos. Se sintió muy culpable por haber pensado en dejarle a un lado sólo por su bienestar físico y mental.

Por muchos años que pasaran, la transformación de Remus siempre les impactaba. Era una visión muy dura, verle sufrir y oír sus gritos desgarradores. Pero para eso estaban allí, para hacerle menos duro ese trago y, aunque su conciencia de hombre lobo no lo supiera, sabían que de alguna forma se sentía reconfortado por tenerles con él.

Cuando la transformación acabó, Sirius se dio cuenta de un cambio a mejor. Moony ya no estaba hecho un ovillo en un rincón como le había contado James de las veces que él no había ido. Ahora el hombre lobo se veía con energías y corrió escaleras abajo lo más rápido que pudo. Un ciervo, un perro y una rata le siguieron.

Todo era normal hasta que Padfoot vio los ojos amarillos del lobo fijos en él. No importaba qué más animales hubiera allí, para Moony lo único que había en ese momento sobre la faz de la tierra era un gran perro negro. Padfoot retrocedió unos pasos. Aquella actitud le parecía demasiado familiar. Intentó huir cuando Moony se acercó a él a olisquearle, aunque se mantuvo quieto de momento, sólo le estaba oliendo, también le lamía el hocico. Quizás echaba de menos su olor y estaba reconociéndole de nuevo. Padfoot observó a Prongs y Wormtail observando la escena.

"Mierda… Por Dios, que no pase otra vez. Que ahora está también Peter."

Moony no dejaba de hacerle cariñosas atenciones a su querido perro, y Padfoot intuía que era mejor no moverse mientras no tratara de hacer algo anormal o acabarían llenos de mordeduras y heridas como la otra vez.

Pero de repente, notó las patas del lobo en su lomo. Y eso significaba sólo una cosa. ¡Debía correr a toda leche!

Padfoot corrió, mientras que el ciervo y la rata seguían parados observando, atónitos. Moony le alcanzó de un mordisco en una pata que le hizo caer. Notó de nuevo sus garras en su lomo y sintió los dientes en su nuca que trataban de inmovilizarle. Se retorció mostrándole los dientes y alcanzando a morderle lo suficiente como para que lo soltara.

Volvió a correr, dejando un rastro de sangre tras de sí.

"¿Y si me transformo? Quizás reconozca mi olor humano pero no lo asocie con un perro…" pensó Sirius de forma desesperada.

Sin pensarlo más, se transformó en humano, y no dejó de correr ya que el lobo le seguía los pasos sin intención de parar en ningún momento. Miraba hacia atrás, asustado, viendo que el lobo le alcanzaba, cuando resbaló con algo en el suelo. Volvió la vista y vio al lobo en el aire saltar sobre él.

Cerró los ojos. Ni siquiera su forma humana le había salvado. Y no le quedaba más remedio que resignarse y volver a su forma de animago, o un mordisco de lobo sobre su aspecto humano podría tener fatales consecuencias.

Se transformó con el peso del lobo a sus espaldas. Ladró fuerte al notar el mordisco en su nuca que lo inmovilizaba. Aulló de dolor al notar al lobo dentro de él.

Si se movía, todo sería peor…

"AYYYYYYYYYY, joder, Moony que bestia eres… ¿Por qué coño si follaste hace nada sigues con esos instintos salvajes? Sirius, tranquilo, relájate o te va a doler más. Inspira, expira, inspira, expira… ¿Qué hacen James y Peter ahí mirando con morbosidad¿Haced algo o largáos? Esto ya es demasiado humillante para mí… Uff, bueno, parece que relajándose no duele tanto…Sólo espero que acabe pronto."

Y mientras tanto, Moony no era consciente de lo que hacía, tan sólo que aquella persona/perro que tenía debajo de él, era la persona a quien más deseaba en el mundo. Ese olor excitante y deseado era lo único que el lobo era capaz de conservar de su conciencia humana.

Muajaja, qué mala soy jijiji. Bueno, algunas personas estarán contentas de que no haya metido a Snape y Bellatrix en este capítulo, es porque no me cabían en este capítulo pero volverán a salir, ambos tienen papeles importantes en la historia.

Si hay alguna duda, no, Remus no perdió la virginidad, todo fue un malentendido de Sirius, pero que al final hizo que acudiera a la luna llena XDDDDD aparte de plantearse lo que siente por Remus. Jiji Sirius fue muy malo en la conversación con Danielle.

Veamos cuanto tiempo dura Sirius con su celibato XDDDD, que conste que lo de esa noche con Moony no cuenta, porque…digamos que el que disfrutó con eso es Moony y no Padfoot.

Ah, el poema de James es de una canción de Camela XDDDDD. Lo siento si a alguien le gusta Camela y se siente ofendido XDD.

Dios, a ver qué pasará ahora XDDDDDD. ¡Admito sugerencias! Siempre y cuando no me trastoquen la trama que tengo pensada.

Ahora respondo vuestros reviews. Muchas gracias por los reviews a: Aka, DrEaM KaT, Joanne Distte, Helen Black Potter, Sayuri Black, Danybel, Lily Dark Black, Merodeadora Chii, Marin Black, Aniela, Naty Tuk, Milo-san, Kora, Zaratustra, Irene, Terry Moon, Samy Bella, Ottavia, Nympha Nix Nivis y Carly McKinnon Snape Potter.

Perdón si me dejo a alguien que me dejó algún review en otro capítulo anterior.

Estoy pensando hacer un one shot independiente de este ff de James/Sirius XDD (Es q es mi pareja slash favorita jiji por eso no pude evitar poner el beso entre ellos) Además, si algún día llego a los 200 review me gustaría hacer un regalito así que se admiten sugerencias.

¡Besitos!

AK