El ultimo secreto

Capítulo 21

¡No pueden hacerme esto! Gritaba una mujer pelirroja completamente histérica mientras era llevada por un oscuro pasillo.

Todo se paga, Ginebra, todo; susurró un joven detrás de ella.

No puedes hacerme esto Harry! Tu me amas! Seguía gritando Ginebra, me amas! Lo sé!

No, Ginebra, no, nunca te ame, solo me confundiste, dijo él sereno.

No! dijo ella llorando de rabia, Nadie me puede hacer esto! Suéltenme!

Si tu hermano te viera se volvería a morir de la vergüenza! Le espetó Harry ácido. Pagarás muy caro lo que has hecho, continuó él deteniéndose para grabar en su mente esa escena. Ginebra, vestida con una túnica negra rasgada y sucia, era arrastrada sin ninguna consideración, mientras gritaba desesperada. Los verdes ojos de Harry se veían fríos, la miró por última vez y se fue, dejándola en esa celda… para siempre.

Aún no lograba enfocar claramente la mirada, solo tenía la certeza que ella no estaba a su lado. Blaise se levantó buscó a Ashley por la habitación…

…Nada.

Ella no estaba, se asomó a su armario y este estaba completamente vacío… ella, se había ido.

La expresión de tristeza que se dibujó en la facciones de Blaise era indescriptible, un torrente de ideas fluía por su cabeza, sentía un nudo oprimirle el pecho. Ella lo había abandonado… por segunda vez.

Pero contrario a lo que hubiera hecho con otra mujer que no fuera Ashley, dejó de lado su orgullo, no podía cometer el mismo error dos veces, ella era suya, y siempre lo sería, y lo suyo permanecía con él.

Salió corriendo tras ella, mirándo todos los corredores, pero sabiendo subconscientemente hacia donde ir… las escaleras.

Cuando llegó… la vio.

Ashley había salido maleta en mano y terminaba de bajar las escaleras. Por obvias razones se encontraba de espaldas, por lo que él solo pudo ver su capa negra ondeando, Ashley se había vestido por completo de negro.

Detente! Le gritó Blaise al pie de las escaleras.

Ella sintió un escalofrío al oír su voz… pero no se dio la vuelta, ni se movió de ese lugar, sabía lo que tenía que hacer.

Blaise bajó corriendo las escaleras y la tomó del brazo.

¡Déjame! Le dijo ella seca.

¿Por qué haces esto? Le preguntó él entre furioso y dolido.

Ashley tenía el rostro escondido entre sus cabellos, no decía nada…

Contesta! Maldita sea! Contesta! Gritó él con furia zarandeándola.

¡No quiero estar aquí! Le gritó ella aún sin verle, su voz cortó el ambiente, era fría, muerta, vacía.

¿Por qué? Volvió a preguntarle él, apretándole aún más el brazo.

No quiero permanecer contigo, le dijo ella mirando a un lado.

Él la soltó rápidamente, como si el contacto le quemara y su expresión se endureció.

No pensé que fueras como Pansy, le dijo él, una víbora fría. Me equivoque, continuó para luego reír amargamente. Perdí a mi hijo por ti, quien lo hubiera creído.

Lo sé, dijo ella. No merezco estar aquí. Por eso me voy, no soporto esta situación, no quiero saber nada de nadie.

Él dejo de reír para mirarla con ira. No entiendo como puedes ser tan egoísta. ¡Crees que nadie sufre! ¡Crees que lo olvidé todo! ¡Tu solo huyes de lo que te molesta! Le espetó él.

¡Nunca me quisiste ni a mi hijo ni a mi! Gritó Blaise al ver que ella no respondía.

Un sonido sordo resonó por el lugar.

Por primera vez en el encuentro ella se había dado vuelta y le había dado una cachetada.

¡Jamás en tu miserable existencia vuelvas a repetir algo así! Le gritó ella con rabia.

Blaise la miró y quedó impactado, en la mirada de ella se reflejaban muchas cosas, odio, tristeza, rencor, culpa… dolor

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¿Te sientes mejor? Preguntó una mujer de cabellos castaños.

No lo sé, respondió un hombre acercándosele.

Todo estará mejor ahora Harry, le dijo ella suavemente abrazándolo.

¿Lo crees Deb? Preguntó el mirándola con una profunda tristeza, que momentos antes no había querido mostrar.

Estoy segura Harry, todo será bueno de ahora en adelante, no debes preocuparte más.

Gracias, le dijo él. No se porque estás aquí, no valgo la pena, suspiró.

¡Nunca repitas eso! le dijo ella seria. La vida te golpeó muy duro Harry, tú no eres culpable de nada.

Yo lo decidí así, siempre fui responsable de lo que hacía. Yo me alejé de quien en realidad me valoraba por ir tras esa…

Shhhhhh, le dijo Deb con una mirada de apoyo. No confundas todo, Hermione, fue, es y será tu mejor amiga, se que amaste mucho a Ginebra, lo sé, lo dijiste.

El rostro de Harry se contrajo, y su mirada se fijo en un punto inexistente.

Se que el amor es eterno Harry, o por lo menos así lo creo yo, dijo ella girándole el rostro hacia ella, sé que tu eres de esas personas que necesitan un amor profundo, eres una persona muy sensible, pero siendo sincera, prefiero la amistad al amor.

¿Por qué opinas así? Preguntó él algo sorprendido de la forma de expresarse de Deb.

Ella miró hacia un lado y sus ojos marrones por un momento se tornaron fríos.

Se que es la amistad Harry, no se que es el amor, le contestó ella tratando de ocultar sus sentimientos al respecto.

Él abrió los ojos algo sorprendido, para él amar a una persona era lo que había sentido por Ginebra, o alguna de sus ex novias, tal vez por Hermione, esa clase de sentimientos intensos que pasaban de la atracción incluso a algo más profundo y que llegó a olvidar con el tiempo. Pero al ver a Deb, supo por primera vez a que se refería ella.

Deb trató de sonreír nuevamente y le dijo tratando de sonar animada, Vamos Harry! Eres un hombre libre! Sonríe!

Él la miró comprendiéndola por primera vez…. él tampoco había amado… jamás…

El amor es un sentimiento mancillado por nuestra incomprensión; decir que has olvidado a quien amaste es mentirte, puedes dejar atrás a quien has querido, pero jamás podrás hacer lo mismo con un amor. Nunca digas "te amo" si no estás seguro… porque amar implica eternidad.

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Ashley le dirigió una mirada cargada de sentimientos, jamás vuelvas a repetir algo así, susurró ella bajando ligeramente la mirada.

No te entiendo! Gritó él desesperado, como puedes decir que amaste a mi hijo si no quieres cumplir su última voluntad!

¡Lo sabía! Dijo ella mirándolo con tristeza. ¡Era eso lo que te ataba a mí! ¡Lo que siempre te ató!

¿De qué hablas? Preguntó el.

Jamás me amaste Blaise, solo veías en mi… no sé, a la mujer que quería a tu hijo como una madre, la que le brindaba eso que Pansy le negó.

Por eso dices que me amas, porque hice lo que ella no! tu siempre amaste a Pansy! Lo sé, dijo ella derramando amargas lágrimas. Solo te quieres quedar conmigo por el pedido de Mike, no por mi! Nunca es por mi! Gritó ella tratando de irse.

Pero él le dijo firmemente… si crees que todo lo que sucedió fue por una estúpida promesa, vete y no vuelvas.

Lo que quedaba entero en el alma de Ashley se rompió. ¿Por qué no podía tener una vida como la de Hermione? Sentirse especial por quien era, solo por ser ella, tener ese algo que la hiciera diferente… pero no… su amiga pudo tener su final de cuentos de hadas… donde el príncipe se queda con la princesa… ella… ella se quedaría con el alma vacía y la misma máscara de felicidad que se obligó a llevar, era su destino… y se resignaba.

Ashley caminó a paso firme, sabiendo lo que le deparaba afuera… soledad.

Pero antes que pudiera irse…

Qué demonios crees que haces Blaise, dijo una voz desde lo alto de las escaleras.

¡Ashley! No te atrevas a dar un paso más, dijo otra voz.

Hermione, sabes que debo irme, dijo Ashley sin mirarla.

¡No! basta de tantas tonterías. Ustedes son testigos de todo lo que hemos tenido que pasar! Es suficiente drama! Dijo Hermione molesta mientras bajaba las escaleras a toda prisa.

No entiendes nada Hermione! No sabes lo que siento!

¡Claro que si! Dijo Hermione a unos pasos de Ashley.

Tú quieres quedarte, pero te vas, ¿quieres saber porqué? Espetó Hermione ¡Porque no quieres ser feliz!

Ashley la miraba atónita, al igual que Draco y Blaise.

¡Eso es una mentira! Le dijo Ashley.

Nunca te has perdonado nada de lo que ha sucedido, continuó Hermione, te sientes culpable, sucia, vacía. ¡Crees que no lo entiendo! ¡Yo también me sentía así! Pero es momento de terminar con esta tontería! Tú mereces vivir feliz! No tienes que irte!

Ashley rió amargamente mirando a Hermione con frialdad, una que jamás se había visto en sus azules ojos, la inocencia, esa que alguna vez reflejó, se había perdido...

Siempre te has considerado superior a mi dijo Ashley, crees que lo que tu has vivido se compara con mi dolor. Ja! Eso es demasiada soberbia amiga mía, demasiada, tu viviste feliz un tiempo, tenías amigos, padres que te amaban, tranquilidad; yo no tuve nada, todo lo que sentía lo tenía que enterrar, tenía que ser una muñeca, si eso, un simple títere con una sonrisa dibujada, para no herir a mi padre, o bueno, a ese hombre, tenía sobre mis hombros el peso de mi madre, de esa víbora repulsiva, a la que no puedo perdonar.

No te entiendo, dijo Hermione, por primera vez no te entiendo. Tú siempre te has mostrado fuerte, donde quedó mi hermana! Gritó.

Nunca existió, le dijo Ashley. Nunca fui feliz y tú lo sabes, jamás te oculté que mi sonrisa era falsa.

No mientas! Tú has sido feliz! Le dijo Hermione conteniendo el llanto.

Si tal vez… en algunos momentos…ya ni me entiendo, dijo Ashley con la mirada vacía.

¡Yo si! Le dijo Hermione, se que has tenido que pasar por más momentos duros que yo, con la carga de mostrarte feliz siempre para los demás, para que no se preocupen. ¡Lo sé! Pero entiende, esta huida no solo te daña a ti! Basta de martirizarte por algo de lo que no eres culpable!

¡Lo soy! Gritó ella llorando a lágrima viva por primera vez, descubriendo ante todos los que ahí estaban, su lado débil.

Ashley cayó de rodillas al suelo, sollozando y acurrucándose como una niña asustada.

Hermione se acercó a ella, con lentitud contemplando la escena, ella sabía lo que tenía que hacer, pero contrario a lo que Draco y Blaise creyeron que haría cuando ella levantó el rostro…

Hermione le dio una sonora cachetada y le dijo firme - no seas cobarde! Esta vez arriésgate! Tú no eres tu madre!-

Ashley miró el suelo por unos minutos en que todos permanecieron en silencio, miles de ideas se agolparon en su cabeza, miles de recuerdos.

-Gracias por ser mi hermana- le dijo Ashley de pronto, - pero hay cosas que debo descubrir yo sola, y lo haré-.

Luego de esa última declaración, Ashley se levantó y secó sus lágrimas para luego tomar su maleta.

-¡No puedo creerlo!- Dijo Hermione.

-¡Pues créelo!- Le respondió Ashley con una mirada seria.

-¡Subes mi maleta! Tengo algo que hacer-, completó sonriendo ligeramente.

Hermione se sorprendió un poco pero luego sonrió y tomó la maleta que Ashley le tendió. Al fin se había librado de todo, al fin podía disfrutar de una vida normal, sin ahogarse recordando lo que no quería… era mejor olvidar e intentar ser feliz. Le tomó mucho tiempo entenderlo, pero al fin Ashley había exorcizado de sus fantasmas internos.

Blaise que había estado subiendo las escaleras paró en seco al oír lo último.

Ashley lo alcanzó en la escalera y le obligó a girarse con un movimiento delicado. Esta vez ella lo miraba de una manera diferente, jamás había visto esa expresión en su rostro…

-Si aún no me amas, haré que me ames-, le dijo ella en un tono apasionado, uno que jamás había empleado para con nadie. Luego de esto lo besó, con toda la carga emocional que había reprimido durante su vida, con toda la enérgica pasión que escondía dentro de ella… con su alma. Él solo pudo responderle…

Cada quien lleva siempre una máscara que esconde su verdadera identidad… la única forma de conocer por completo a una persona es descubrir aquello que la hace débil.

La historia de ambos amantes al igual que las de nuestros protagonistas parecía ceder ante el deseo de alcanzar la felicidad… tal vez y solo tal vez en esta ocasión la vida podría ser generosa con ellos… aunque… la piedad no es algo que la caracterice.

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4 meses después…

Hermione, no puedo abrirla, dijo Ashley mirando el sobre que traía en las manos.

No creo que sea nada malo, dijo Hermione mirando la carta que estaba sin remitente. ¿Qué de malo podía tener? Pensó.

Tal vez sea Harry que quiere evitar que Draco la desaparezca, dijo Hermione.

No sé… ábrela, pidió Ashley.

Muy bien, dijo Hermione tomando la carta entre sus manos.

¿No hubiera sido más cruel para Romeo ver morir a Julieta y no poder acompañarla?¿Tal vez ser el mismo quien la matara? Los muggles no son muy ingeniosos, no saben causar verdadero padecer…

La venganza se debe llevar a cabo en la debilidad del enemigo. Hoy te aseguro amiga mía, que tu suerte está en mis manos y que mi venganza contra ti y los que me destruyeron será cruel y acabará con lo que quede de ustedes.

dulcemente mortal…

Hasta pronto… Hermy

-¿Qué dice?- Preguntó Ashley al ver el rostro inexpresivo de Hermione. La palidez que tenía y sus ojos aterrados reflejaban que algo malo estaba por suceder.

-Léela-, alcanzó a decir Hermione entregándole la carta.

Ashley la leyó con cautela y cuando la hubo finalizado miró seriamente a Hermione. -¿Crees que sea serio?- Preguntó. -Ella está en Azkaban-.

-Lo sé… pero… Ella jamás se rendiría… algo trama… algo grande- dijo Hermione.

-No puedo creer que no podamos tener paz!- gritó Ashley consternada al ver la expresión abatida de su amiga.

-No te preocupes Hermione-, dijo Ashley calmándose un poco. -Ella esta atada por ahora… -

-Lo sé… eso me preocupa… es temporal. Ginebra es muy astuta y sabe como jugar sus cartas. Se de lo que es capaz, estará dispuesta a todo, sabe que perdió el juego pero buscará hacer el mayor daño posible-.

-Tengo miedo… pero… Harry y Deb ya están prevenidos?- Preguntó Ashley.

-No lo sé-. Dijo Hermione. -Hace meses que no se nada de ambos-.

-Prometieron venir a mi boda la última vez que los vi-, dijo Ashley aún afligida.

-Sí, y estoy segura que estarán aquí ese día-, contestó Hermione. -Pero eso es lo que más me preocupa. Tu boda es el momento perfecto para atacar-.

-No… Ginebra no haría eso… lo intuyo, es demasiado obvio… será en un momento más inesperado… aunque no descarto que quiera arruinarme la boda-.

-Tiene lógica, tu le arruinaste la suya… pero ahora lo importante es saber… cuan segura está en Azkaban-.

-Mucho creo yo… pero igual me preocupa… se que algo sucederá y será muy pronto-.

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-¿Tienes el plan listo?- preguntó una voz

-Sí, todo está preparado… el objetivo está localizado… todo va de acuerdo a lo planeado- dijo otra voz.

-Siempre sospeché que eso podría suceder… desde que la vi por primera vez… lo que no sabe es que en ella me vengaré de él. Y en él de ella. Será la estocada final- dijo la primera voz.

-Muy pronto… estarás libre pequeña demonio, pero ya sabes lo que te pido a cambio- dijo la segunda.

-Lo sé y no me importa. Ese será mi mayor secreto… cómo logré escapar y consumé mi venganza-.

-Sabes que no habrá vuelta atrás…-

-Sí, pero el placer de verlos caer será suficiente-.

Tú decidiste, dijo la primera voz con aire misterioso mientras unos ojos rojos brillaban en la oscuridad con maldad. –Tú lo decidiste- repitió en un susurro.

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3 semanas después…

-Estoy nerviosa Hermy-, decía Ashley frente al espejo.

-No deberías de estarlo. Es tu boda-, Respondió Hermione sonriendo mientras le acomodaba el vestido de novia, este era de seda y raso blanco, el cual le daba un toque angelical.

Lo que no sabían era que los ángeles… también pueden caer…

-Ahhh, lo sé, pero… nunca me he casado!- Dijo Ashley colocándose un brazalete de diamantes, el último regalo que Laura le había dado… antes de morir hace ya un año…

Ashley recordaba muy bien ese día, Laura, quien sabía el paradero de Ashley gracias a Deborah, le había escrito días antes pidiéndole que fuera a verla. Ashley algo preocupada por la urgencia que mostraba fue… y la encontró postrada en una cama… con el semblante cansado y una palidez extrema… iba a morir. Esa mujer enérgica, inteligente y vivaz, estaba ahora sin fuerzas para moverse, era tan triste que Ashley se echó a llorar en cuanto la vio.

Sus palabras quedaron grabadas por siempre…

-Mi niña-, había dicho, -sé que estoy próxima a morir, pero quería verte antes- Necesito que prometas regresar con… Lib…Hermione, dijo Laura rectificando ante lo último, para luego sacar una cajita de terciopelo negro y tendérsela, -úsala alguna vez en mi memoria-, le había dicho Laura.

Después de eso… había llegado Hermione, y se tuvo que ir, tuvo que verla morir detrás de una cortina, no pudo abrazarla… no pudo. -Pero este día…- dijo Ashley, -este brazalete será mi homenaje-.

-¡donde se supone que está Deborah!- dijo Ashley algo desesperada.

-No lo sé-. Dijo Hermione.

-Bueno, seguro que ya están por llegar, Deb no se lo perdería, mejor me termino de arreglar-, dijo Ashley.

-Sí- afirmó Hermione, en quince minutos es el momento y aún faltan algunas cosas. –Todo será estupendo, no debes preocuparte por nada-

Oh! Grave error queridas niñas… olvidar que el mal siempre ronda y que si te toma desprevenido puede destruirte. Ese día ellas pudieron haber evitado lo que sucedería a continuación. Pero ciertamente hay cosas que son inevitables y debían ocurrir.

Blaise se veía sumamente nervioso, los invitados habían llegado, Deborah y Harry conversaban con Draco en una esquina, pero Ashley no aparecía.

En un momento el sonido de personas conversando cesó, Ashley bajaba con delicadeza por las escaleras, parecía una criatura sobrenatural, detrás de ella venía Hermione, luciendo imponente como siempre, pero insignificantemente mortal a comparación de la novia, que lucía radiante.

Era el día más importante que tendrían… ya que marcaba el final de una historia y el comienzo de otra… ese día se decidiría el futuro que correrían… todos los ahí reunidos…

Ashley caminó hasta Blaise quien la esperaba con una sonrisa radiante. Ashley nunca había visto ese brillo en su mirada y sentía que ese era el mejor día de su vida, el mejor día…

Estaban frente al ministro de magia… las personas a quines consideraban su familia los acompañaban… en minutos estarían casados... todo era tan perfecto… tanto…

…pero como un cuadro rasgado… la obra mágica que había creado, se esfumó.

Un sonido sordo se escuchó por todo el salón… era la venganza… de Ginebra…

Una treintena de encapuchados ingresó al salón, su aspecto era…tenebroso, y en medio de ellos una mujer vestida de negro se veía de pie sonriendo victoriosa, mientras todos los invitados los miraban temerosos.

-¡Alto! – gritó Draco reconociendo la vestimenta, eran los mortífagos que habían permanecido escondidos.

-No, mi amor, no… - dijo Ginebra sonriendo. -Me humillaron, pero llegó mi turno, habrán de pagármelas todas juntas-.

Al mismo tiempo en que Ginebra pronunciaba esta sentencia, los encapuchados se distribuyeron por el lugar, aún si hacer nada.

-¿Qué quieres?- preguntó Ashley altiva.

-¡Calla!- Dijo Ginebra. -Hermione y Harry… ustedes me las pagarán muy caro…-

-Harry, ten cuidado-, decía Deborah preocupada ya que no tenía consigo su varita y no podía ayudarle.

-No se muevan-, susurró Blaise. -Cuando yo diga Ashley corres a buscar tu varita -.

-¡No voy a dejarte!- dijo ella resuelta.

-¡Lo harás! O moriré por protegerte- dijo Blaise seco.

El rostro de Ashley cambió y aceptó con un movimiento leve de cabeza.

-Deb, tú te irás con ella- dijo Harry.

Sí, dijo ella mirándolo con preocupación, sabía que de nada serviría alegar… tenía que hacerlo, buscar su varita y regresar por él.

Hermione miraba preocupadísima la escena ya que sus amigas no llevaban sus varitas consigo.

Iré a buscar mi varita en cuanto esto empiece, dijo Hermione cerca de Draco.

-Muy bien- dijo él. –Protege a Gaia, llévala a un lugar seguro-.

-Sí- dijo Hermione entendiendo la situación.

La risa malévola de Ginebra inundó el lugar.

-¡Es la hora del juicio final!- siseó Ginebra sacando su varita, -que se abra el telón y empiece el juego-.

Los mortífagos iniciaron su ataque contra todo aquel que veían. Magos y Brujas caían, el salón se había transformado en un campo de batalla.

Las tres jóvenes desaparecieron de escena junto a Gaia, para alivio de Draco, Harry y Blaise, seguros que habían logrado salvarlas.

La escena era realmente horrenda, los mortífagos parecían más poderosos que nunca y acababan con todo aquel que tenían delante.

Ginebra solo observaba sonriendo… todo estaba en sus planes… todo, lentamente se fue retirando de la escena, el papel que representaba necesitaba otro escenario…

Draco luchaba incansable con los últimos mortífagos que quedaban, ya que de un momento a otro habían empezado a desaparecer… hasta que solo quedaron cinco que fueron fácilmente reducidos por los magos que aún quedaban vivos.

Harry cambió su expresión al darse cuenta que Ginebra no estaba… y muchos mortífagos se habían ido.

-¡No están!- gritó Blaise al darse cuenta.

-¡No puede ser! ¡Fue una trampa!- dijo Draco para luego correr por el mismo pasillo por el que tiempo antes había salido Hermione junto a su hija.

Harry y Blaise comprendieron el mensaje y corrieron tras Draco… era muy peligroso…

Mientras recorrían los pasillos, oyeron unos gritos provenientes del jardín. Cuando llegaron allá se encontraron con una escena monstruosa.

Nada los había podido preparar para esa visión, tan cruel, tan terrible, pero sus destinos los habían orillado a esa tragedia, de eso dependía su futuro…

Ashley estaba echada en el suelo, con el vestido de novia desgarrado y hecho jirones, mientras era sujetada por otros dos mortífagos, mientras gritaba desesperada.

La pequeña Gaia estaba en brazos de un mortífago… inconciente.

Ginebra estaba del otro lado mirándo a Deborah sujeta por un grupo de mortífagos mientras que otro le lanzaba un crucio.

Basta! Gritó Harry lanzando un hechizo contra los verdugos de deborah.

No, no, no, dijo Ginebra con una mirada de triunfo, será mejor que no se acerquen, o acaso, quieres tú Draco que tu pequeña e inocente hija… sea…

Draco desvió rápidamente la vista hacia Gaia, y vio como el mortífago que la sostenía la iba ahorcando.

No! gritó Draco impidiendo que Harry avance mientras Blaise corrió a ayudar a Ashley, lamentablemente, fue atacado y perdió el conocimiento.

No saben el placer que me da, dijo Ginebra. No lo saben…

Her… her…. Intentaba gritar Deborah.

Calla! Gritó el mortífago que la atacaba aumentando la intensidad.

El gritó que ella dio fue desgarrador, Harry no podía creer lo que veía, lo que sentía, el odio hacia esa mujer crecía, Deborah cayó desmayada, y su rostro reflejaba la muerte.

Harry lanzó un hechizo contra Ginebra, odiandola con cada fibra de su ser, lamentablemente este no la alcanzó y fue ella quien si logró detener su avance petrificándolo.

Agradece que aún deseo que permanezcas con vida, siseó Ginebra.

Hermione! Gritó Ashley aterrada mientras veía una cruel escena… ella estaba siendo sujetada por una especie de cuerdas y amarrada a una columna de la mansión mientras un grupo de mortífagos la rodeaban, ella miraba a todos paralizada por el miedo.

Oh, ya veo que descubrieron donde se encontraba. Mejor para mi, dijo Ginebra sonriendo.

Maten a ambas mujeres en cuanto esto se decida, ordenó.

Draco, la única manera que puedas salvar a tu dulce niña, es matando a Hermione, o claro si prefieres a Granger, tu hija morirá torturada ante tus ojos.

Decide ya! Gritó sonriente al ver la palidez en el rostro de Draco.

Draco no podía creer lo que oía, esa mujer, esa…

Decide! Repitió Ginebra perdiendo la paciencia.

Matame! Matame! Gritó Hermione.

No puedo! Dijo Draco desesperado.

Oh bueno… creo que entonces ambas morirán.

Salvala! Gritó Hermione.

No, no, no, debo reconocer que mi mente es muy ágil, tengo una mejor idea, dijo sonriendo.

Maten a todos los demás en cuanto esto acabe.

Imperio! Gritó Ginebra sonriendo malignamente.

Dejala! Gritó Draco desesperado, pero el daño estaba hecho, los ojos de Hermione se tornaron vacíos y su rostro inexpresivo.

Sueltenla! Ordenó Ginebra.

Máta a Draco! Le ordenó lanzándole la varita que minutos antes le había quitado.

Hermione tomó la varita y la empuño.

Mátalo! Gritó Ginebra.

No! Hermione no! gritó ella.

Avada…, comenzó mientras sus manos temblaban.

No puede ser, pensó Ginebra, se supone que debe obedecerme, tal vez se a porque nunca lo usé, pero… no puedo permitir que mi plan falle, se dijo.

Mátalo Hermione, Mátalo! Gritó ella.

…Kedavra, terminó Hermione mientras un rayo salía de su varita y le daba a Draco, el cual cayó al suelo en un golpe sordo.

Ginebra liberó en ese instante a Hermione de la maldición. Contempla tu obra, le dijo ella riendo mientras Hermione se daba cuenta de lo que había hecho, el había muerto en sus manos.

Avada Kedavra! se oyó sorprendiendo a Hermione y Ashley, las únicas que aún estaban concientes.

Los ojos de Ginebra se tornaron vacíos, y su semblante se volvió aterrorizante, cayó de rodillas con una expresión de sorpresa congelada en su rostro, y se desplomó.

Te dije que ibas a pagar por ver tu venganza completa, dijo la misma voz que tiempo antes había pactado con Ginebra. El traidor está muerto.

Los mortífagos que minutos antes habían atacado a todos los presentes, se esfumaron junto a la mujer que había acabado sin titubeos con la vida de Ginebra.

En el suelo aún se encontraba Draco inerte mientras Hermione paralizada por todo no podía moverse, lo había matado… a él.

Ashley lloraba inconteniblemente y se arrastro hasta Blaise el cual se encontraba desmayado.

Harry y Deborah permanecían casi juntos pero ambos inconcientes.

La niña estaba recostada en el pasto, como una muñeca, pura, inocente de todo, ella no había visto tanta crueldad, tanto horror, ella había obedecido a su madre…

Flash back

Hermione corría junto a Deborah y Ashley tratando de huir. Gaia iba en brazos de Hermione mientras esta desesperada trataba de encontrar un escondite, llevaba la varita en su mano, era la única que la había recuperado…

Fue entonces que vio a Ginebra con un grupo de mortífagos delante suyo, cuando trató de dar media vuelta ocurrió lo mismo…

Suelta tu varita, dijo ginebra.

Hermione así lo hizo pero le dijo a Gaia en un susurro, pase lo que pase, hazte la dormida y no abras los ojos por nada.

Si mami, había respondido la niña, sin saber que gracias a su madre había conservado esa infantil inocencia que poseía.

Fin del flashback

Hermione cayó al suelo llorando, mientras se acercaba al cuerpo de Draco, la sensación que la recorrió fue horrenda, jamás lo volvería a ver, jamás volvería a oír su voz, a sentir su aroma, jamás… y todo era por su culpa… por haber sido débil…

Ella apoyó su cabeza en el pecho de él mientras las lágrimas caían por su rostro…

Lo amaba de una forma indescriptible… y estaba sola… lo había perdido.

Quería morir, irse con él… ahora recordaba la carta de Ginebra, sus palabras… era cierto… ella había muerto en el mismo instante que él cayó.

Ashley… susurró Blaise despertando mientras ella lo abrazaba desconsolada.

Por otro lado Harry sostenía el cuerpo aún con vida de Deborah y se levantaba.

Todos los presentes consternados ante el suceso… Draco había muerto… y nadie podía hacer nada por cambiarlo.

Gaia sintió que el ambiente había cambiado, y lentamente abrió sus ojos grises, lo primero que vio fue a su papá "durmiendo" y a su mama abrazándolo, por eso se acercó, pero conforme lo hacía, abría los ojos ante una realidad que aún no estaba preparada para enfrentar…

Mami? Susurró.

Hermione levantó la vista y contempló a su hija… era el vivo retrato de su padre…

Papi? Susurró agachándose y tratando de moverlo mientras gruesas lágrimas caían de sus ojos…

Hermione rompió en llanto de nuevo desesperada…

No llores… se oyó casi inaudible…

Draco… susurró Hermione ante esa inconfundible forma de pronunciar su nombre…

Papi! Dijo la niña dejando de llorar y abrazandolo.

Ashley y Blaise fueron corriendo a ver si era cierto… el no había muerto… Harry por su parte cargó a Deb y fue hasta donde se encontraban los demás.

Hermione se echó sobre él llorando inconteniblemente mientras trataba de confirmar que no fuera una ilusión… que él estaba vivo…

Él se fue reincorporando… aunque sus gestos de dolor indicaron que se encontraba gravemente herido.

Todos estamos bien? Preguntó Blaise abrazando a Ashley quien aún estaba en shock.

Si, confirmó Harry.

Todos estamos bien…

Pero hoy… he muerto, dijo Draco ante una mirada interrogativa por parte de todos.

Tratando de sobreponerse al agudo dolor que sentía se sentó y dijo en voz solemne…

Los mortífagos nos atacaron por mi culpa, yo los traicioné y gracias a Ginebra se vengaron… si ellos saben que estoy vivo me matarán.

Pues en ese entonces, dijo Hermione limpiándose las lágrimas, este día yo tambíen he muerto junto a ti.

Todos lo hemos hecho, dijo Harry viendo a Blaise quien afirmó con la cabeza.

Es la única forma de tener una vida diferente… hoy nadie sobrevivió a ese ataque…

Si… susurró Hermione ese será… nuestro mayor secreto…

Y con ese pacto, se cerró ese capítulo de su historia, para comenzar uno nuevo… ese día Libia Di Paola y Draco Malfoy Habían muerto junto a su hija, al igual que muchos de los invitados asistentes, entre ellos el gran buscador Harry Potter, el señor Blaise Zabbini junto a su prometida y una amiga de ellos… Nadie sobrevivió por lo que nadie pudo desmentir nada…

La única forma que tuvieron cada uno de ellos de olvidar, fue enterrando todo aquello que les recordaba sus pasados… y no fue la cobardía lo que los impulsó… fue el deseo de ser felices… por primera vez en sus vidas…

FIN

Hola!

Al fin terminé esta historia! Espero que este capítulo les haya gustado y no se defraudaran… me esforcé mucho durante todo este proyecto. Escribía cuando tenía ratos libres, por eso mismo no siempre pude actualizar a tiempo. Agradezco a todos sus reviews, no saben lo importantes que son para mí. Probablemente escriba un epílogo aunque no estoy muy segura. Me gustaría reeditar algunas cosas (unas faltas ortográficas monstruosas, la ortografía es una de mis obsesiones y no miento cuando digo que casi lanzo la computadora por la ventana cuando las vi) pero no estoy segura si cuando lo haces la historia pierde reviews… si alguien me dice sería estupendo!

Bueno… hmmmm creo que nada más… ah cierto, este fue uno de los finales que escribí para la historia, tal vez alguna espero algo más… pero la historia ya estaba proyectada y no pude cambiar muchas cosas, pero el epilogo si es libre por lo que si les gustaría ver algo específico me dicen y lo puedo considerar…

Nos vemos pronto! (espero) Y dejen reviews! (no solo los de siempre ah!)

Kate!