Simplemente ella

- No y No. Lo siento y todo eso, Ron. Pero no.

- Harry, por favor...

- Ron.No.Voy.A.Hacerlo. – y se cruza de brazos, para mostrar aún más su negativa al 'perfecto plan que he diseñado, tío' de Ron- Me niego.

- Si tú me lo pidieras, yo lo haría... – Harry, sopla, qué más le da eso a él, no está tan loco como para tramar algo tan disparatado y, encima, pedirle ayuda. Ron sigue - siempre le puedo contar a Hermione eso que...

- Eso, tío, -corta- es chantaje. Y lo sabes. – ajá coincide el pelirrojo, orgulloso – Y yo, - continua Harry – como soy tu graaan amigo del alma – Ron se carcajea, ya está (el plan H, algo que empieza por 'Her' y acaba por 'Mione', no falla nunca) – te voy a ayudar, por supuesto. – ofrece Harry sonriente.

- Miedo a las chicas, veo...

- Capullo. - masculla - Bueno – suspira – sigue contándome tu plan – finge una cara de pasmado - 'plan infalible, tío, de verdad que sí, lo juro por los Cannons' - Ron se ríe; Harry, el muy cabrón, hay que reconocérselo, le imita a las mil maravillas – Bueno, es simple – a Harry, le acaba de recordar a Hermione, cuando les va a explicar algo del temario de Pociones, y pretende que no se desanimen – vamos hacia la lechucería, Seamus me ha dicho que ella va a ir hacia allí después de la próxima clase, que se lo ha oído mientras hablaba con una tal Sally-no.sé.qué.ni.me.importa – tomó aire - Bien, pues tío, tienes que venir conmigo, para ayudarme y eso... Yo, como si nada, al verla, voy y digo... 'hey'

- ¿Hey?

- ¿Qué tiene de malo? – y tras el suspiro y el nada, tío, de Harry, continua – Pues eso, digo '...' (lo que sea), ...la saludo y

- Y ella te golpea.

- ...sí. No. ¿...qué... Por qué ella iría a..? Bueno, puede... – se repone – vale, eso, saludada la chica ya, yo... eh... – yo, Ronnie, llevaría algún tipo de plan B y eso, deja caer Harry – Ssshh, que me desconcentras – pronto... – Mira, acompáñame a la Lechucería que ella debe estar ya allí, y el plan... pues mejor lo dejamos – mejor, susurra Harry dándole una palmadita en la espalda, ánimo Ron.

Ron no sabe cómo, pero al final, Harry ha logrado escabullirse, tengo que hablar con... Luna; suerte tío, ha dicho, y ha salido disparado al encuentro de esa chiflada que estaba un poco más delante que ellos.

Y ahora, Ron, está solo. Temiendo qué y cómo decir... lo que sea que se diga en estos casos.

Y por fin, ha llegado. Ahí está Ella. Traga saliva, intenta arreglarse la túnica, el pelo..., algo, pero no le da tiempo. Ella, Ella ya le ha visto. Se ha girado, y... ¿le está hablando ¿a él..? Parece enfadada, cree; tal vez, piensa inteligentemente Ron, si dejara de hablar consigo mismo, lograría entender lo que ella le está diciendo.

- ¿No me oíste? – pregunta, seca, con una ceja alzada, imitando a la perfección a su nov... loquesea – Déjame salir, estás en medio.

- Yo... Pansy... eh. – la chica, medianamente interesada, gira la cara para mirar al pelirrojo ese. Un Weasley, claro. Pero... ¡cuál? No es que le importe lo más mínimo su nombre, claaaro que no. Aunque sea tan mono ese chico (pese a ser un Weasley, y encima, balbuceante) Pues, ella... cuando insulta, prefiere dirigirlo a la persona en concreto (sí, por supuesto que es eso)

- Weasley, ¿qué? – pregunta esta vez, con más calma, fijando sus pequeños ojitos en los azules del chico.

El pobre Ron, que ya se esperaba un empujón y un... ladrido, abre la boca, para contestar, y la cierra, y la vuelve a abrir, porque se ha dado cuenta que antes no ha llegado a decir nada, pero, como no sabe realmente qué decir, la cierra nuevamente; necesito una charla de ésas con Hermione, piensa, ya algo desesperado.

Parkinson, haciendo acopio de tooooda su paciencia y tranquilidad (ciertamente, escasa), se mantiene ahí, de pie, esperando a que ese pelirrojo, .?. Weasley, le aclare lo que sea, en mitad de los grandes ventanales de la Lechucería, que hacen brillar su cabello, sacándole bellos tonos dorados y cobrizos, dejando así, un poquito más alelado a Ron. La chica, sigue elegantemente (ella lo vale) esperando.

- P-Pansy – la chica, presta algo más de atención, esperanzada, bien, parece que has recuperado el habla. – Yo... eh, bueno – se mira los pies – tú – mira los ventanales – quizá si...

- Weasley – corta ella, con una medio sonrisa, el chico, parpadea, dudando de lo que ha visto, levantando la cara y mirándola, fijamente, sin pestañear

- ¿..sí? – ¿y esa voz horrible?, se pregunta angustiado el chico, que ya se está empezando a igualar escandalosamente con el rojo de su corbata.

- Bésame.

(fin)