Capítulo 5

Un Regalo Especial

Rin despertó con Daisuke sobre ella, abrazándola. Sonrió y lo besó en la frente.

-Mama…

-Hola, mi amor…

-Me quiero quedar contigo…

-Yo también quisiera pasarme todo el día contigo. Pero tengo clases. Y hoy es hasta la tarde…

-Puedo ir? Cuando salga?

-Pero mi amor, si son clases de física.

-No importa. Te prometo que me porto bien.

-Está bien. Así podremos almorzar juntos.

Eran las 12 del día. Rin despidió a su clase y atravesó el colegio para ir al área de infantes. Daisuke corrió a ella y la abrazó. Ella lo cargó y fueron hacia la cafetería de secundaria.

-Mama, quiero hamburguer…

-Está bien. Espérame aquí, sí?

Mientras Rin esperaba, varios alumnos se codeaban y apuntaban al pequeño con ojos dorados.

-No sabía que la profesora Kazami tiene un hijo… no sabía ni que estuviese casada…

-Pero es que es muy joven… si no me equivoco, sólo tiene 25 años…

-Debió quedar embarazada mínimo a los 19!

-No! Pero… será posible? Y quién será el padre?

-Escuché que ella vive con Aneko…

Las muchachas se acercaron a Daisuke, que se hallaba concentrado en sus colores mientras esperaba por su comida.

-Hola, chiquito, cómo te llamas?

-Daisuke…

-Y porqué estás solito? Dónde está tu mami?

-En la fila, comprando hamburguers.

-Sabes quién es Kazami Aneko?

-Onee-chan, la conoces?

Las muchachas cruzaron miradas. Rin se acercó con una bandeja conteniendo la comida de ambos.

-Hola, chicas. Cómo están?

-Hola, sensee.

-Veo que ya conocieron a Daisuke. Es mi rayito de sol!

-Sí, es un amor. Bueno, sensee, nos vemos en clases. Buen provecho...

-Gracias.

Las muchachas se alejaron y Rin se dispuso a darle la comida a Daisuke.

-Dai, amor. Trata de no ensuciarte…

-Sí, mama…

Mientras comían Aneko se acercó a ellos con su comida en las manos.

-Onee-chan!

-Tía, puedo sentarme con ustedes?

-Claro.

Aneko se sentó al lado de Daisuke y éste le ofreció de su hamburguer.

-Gracias, enano. Pero tengo mi comida aquí.

-Mama! Me dijo enano otra vez!

Rin rió.

-No eres enano. Ya verás que creces más que ella. Ah! Aneko, me podrías sacar otras copias de las fotografías que hiciste? Se las quiero mandar a Sesshoumaru.

-Sí, no hay problema.

-Onee-chan, anoche yo…

-Daisuke!

-Gomen! Mama, pero sí le puedo contar mi sueño?

-Hm! Eso sí.

-Qué soñaste?

-Con mi papá. Que fuimos a la playa, todos. Y hasta el bebé nuevo…

Aneko y Rin sonreían mientras escuchaban el relato de Daisuke. Pero llegó un momento en que Rin disimulaba y aguantaba las ganas de llorar. Daisuke no lo notó. Pero Aneko sí. Al terminar de comer, le dijo a Daisuke que podía ir a los juegos y Rin asintió.

-Tía…

-No debí decirte nada…

-Sabes? Sí debiste hacerlo. Porque yo estaba odiando a mi tío por lo que te hizo. No sabía porqué te dejó… ni porqué te la pasabas deprimida por ese idiota… pero ya veo que las cosas mucho más complicadas de lo que jamás imaginé…

-Él quiso quedarse… y yo no lo dejé… sabía que ese era su sueño…

-Tía…

-Kami! Aneko, lo extraño tanto que siento que el corazón me va a explotar…

-Pero no está muerto…

-Y es la peor parte… saber que está ahí… que está sufriendo cosas horribles…

Aneko cerró los ojos.

-Yo estoy segura de que vendrá pronto… y ustedes volverán a ser felices…

-Cada día pierdo un poquito de esas esperazas…

-Tú me dijiste una vez… que la esperaza es lo último que se pierde… Quieres decir que ya no te queda más nada?

-Claro que sí… tengo a Dai…

-Y Dai nunca te ha visto llorar… no dejes que comience ahora…

Rin sonrió.

-Me puedes decir cuándo te hiciste tan lista?

-Ya no soy una niña, tía…

-Es cierto… ya eres toda una señorita.

Daisuke corrió al banco en que estaban sentadas y le entregó una flor a su madre.

-Gracias, amor, es preciosa…

-Como tú!

Rin lo abrazó riendo y recordando, esta vez con una sonrisa, que Sesshoumaru le decía así.

-Ya es hora de la clase. Aneko, a qué hora sales?

-A las 4. Hoy tengo práctica…

-Te esperaré.

-Y Dai?

-Se quiere quedar conmigo…

Rin entró a la clase con Daisuke tomado de la mano.

-Mama, onee-chan no viene?

-No. Esta clase es de último año. Ella estará aquí el próximo año… Dai, quiero que te mantengas callado, sí?

-Sí!

Rin sonrió y le indicó dónde podía sentarse. Una vez que la clase estuvo en silencio, Rin dio comienzo.

-Cómo están todos? Espero que no les moleste, pero traje a mi hijo conmigo… y se quedará calladito, verdad, Dai?

-Sí!

Los estudiantes rieron mientras Daisuke trataba de verse tras el enorme pupitre que le tocó ocupar. Rin sonrió y le facilitó otro asiento. Una alumna levantó la mano.

-Sí?

-Hace poco conocí a una muchacha de tercer año… usted es su madrastra?

-No, soy su tía…

Más tarde, mientras Rin copiaba algunos ejercicios en la pizarra, Daisuke miraba atento. Poco a poco los estudiantes se fueron distrayendo al ver la peculiar concentración del niño. Rin terminó de copiar los ejercicios y notó la revolución a sus espaldas, se acercó a su pequeño.

-Dai, amor… qué…

-Espera…

Rin guardó silencio. Apenas un segundo después Daisuke habló.

-56… no sé que hacen las letras…

-QUE!

-Qué pasa mama?

-Dai, cómo sabes la respuesta?

-Es fácil… tu me dijiste que si…

-Pero no sabes multiplicar…

Yo sí se! Onee-chan me enseño! Qué es K? y qué es H?

-K es kilómetro y H es hora… se lee kilómetro por hora.

-Aaah! Está bien, mami… ya entiendo.

-Dai… no se supone que lo entiendas…

-Pero mama, sólo tengo que multiplicar por dos… cuatro veces…

Rin sonrió y decidió tratar ese asunto en la casa, besó a su hijo en la cabeza.

-Qué tal si haces tu tarea en lo que yo le explico a ellos.

Mientras los estudiantes se concentraban en sus ejercicios, Rin se acercó a Daisuke.

-Qué pasa, mi amor?

-No traje mis colores…

-Y para qué los necesitas?

-Dice que pinte los círculos de rojo, los cuadrados de azul y los triángulos de amarillo… y los rombos de verde… pero… cómo es un rombo?

-El rombo está ahí, Dai.

-Cuántos lados tiene?

-Cuatro…

-Cuatro?

-Mejor te explico en la casa, ya terminaste las planas?

-Sí…

-Guárdalo para la casa…

Al terminar la clase, Rin les recordó la fecha del examen a los estudiantes. Tomó sus cosas y salieron camino al gimnasio.

-Mama, tengo sueño…

-Vamos por Aneko y después vamos a casa.

-Mama!

Rin vio que estaba cerca del auto y dejó todas sus cosas allí, para entonces poder cargar a Daisuke.

-Mi amor… estás creciendo demasiado… ya pronto no podré cargarte más… sino tú a mí…

-Te vas a poner como tía?

-No, mi amor… yo no voy a tener un bebé… tú eres mi bebé…

Se encontraron con Aneko saliendo del gimnasio.

-Acabamos antes…

-Perfecto, el enano aquí, está loco por dormirse…

-Yo no soy enano!

-No… eres mi Sessh de miniatura…

-Tu qué?

-Tu papá, versión pequeña…

Una vez en la casa, Rin le explicó qué era un rombo y lo ayudó a terminar su tarea. A la hora de dormir, lo llevó a su cama.

-Mama, me quiero quedar contigo… por si papa llama…

-Él no va a llamar hoy… no puede hacerlo todos los días… descansa, mi amor… te amo, Dai… tú me amas?

-Claro que sí, mama…

-Mucho?

-Muchísimo…

-Buenas noches, mi amor…

-Hasta mañana, mama…

Rin lo besó y acarició su rostro.

-Te amo…

Lo vio dormido y salió de la habitación con un nudo en la garganta.

-(Sesshoumaru… ya no tengo fuerzas… ya no…)

……………………….

Rin despertó sintiendo un peso sobre ella, sonrió al ver que era Daisuke.

-Hola, mami…

-Hola, mi amor…

-Mami… porqué papi se fue si sabe que estás triste sin él? Él me dijo que te quiere… pero si te quiere porqué se fue?

Rin besó a su hijo con los ojos cerrados y se levantó.

-Dai… es muy temprano… me daré un baño…

-Quiero bañarme contigo…

-Está bien, amor…

Luego de lavarle la cabeza, Daisuke volvió a insistir.

-Mama, dime… porqué papa se fue?

-Daisuke, por favor… si quieres hablar de tu papá, pregúntame lo que sea menos eso…

-Quiero saber porqué mi papá no vuelve de su viaje… pero tío sí… tío se va mucho… pero vuelve… porqué mi papá no vuelve…

Rin lo besó en la frente aguantando las ganas de llorar.

-Tú papá… Dai… eres muy pequeño… pero te lo diré aunque no entiendas…

Tomó aire y cerrando los ojos se armó de valor.

-Tu papá tenía que volver hace mucho… pero antes de volver, comenzó una guerra donde él está… y por eso no puede volver…

-Una guerra?

-Sí, mi amor… y no sabemos cuándo lo dejen volver… pero por él… tú y yo tenemos que ser fuertes… y esperarlo… porque lo que lo hace querer volver, es el saber que lo queremos y lo esperamos…

-Y cuándo él tenía que venir?

-Después de que naciste…

-Papa vendrá para mi cumpleaños?

-Ojalá mi amor… eso espero… que venga hoy o mañana… pero no sé… ni él tampoco sabe…

Rin lo besó nuevamente y lo abrazó con fuerza. Pocos minutos después, Daisuke levantó sus manitas, sacándolas del agua.

-Ya estoy arrugado, mama…

-Sí… ya pareces pasita… qué tal si hoy salimos a pasear?

-Sí!

Mientras Rin vestía a Daisuke sonó su celular. Se sorprendió al ver el nombre de Sesshoumaru.

-Mi amor!

-Hola, preciosa!

-Es mi papá! Es él!

-Cálmate, Dai… Amor… y esto?

-Ese es Daisuke?

-Sí…

-Es sólo que necesitaba escuchar tu voz, preciosa…

-Mi amor…

-Aah! Por cierto! Recuerdas que una vez que salimos me quedé viendo un auto de juguete?

-Claro que sí. Dijiste que te comprarías uno así verdadero…

-Ese mismo… quiero que se lo compres a Daisuke.

-Está bien…

-Te oyes muy feliz…

-Sí?

-Como si ya no me extrañaras…

-Claro que te extraño, mi amor!

-Me gusta cómo te escuchas…

Rin sonrió mientras evitaba que Daisuke le arrebatara el celular.

-Cálmate, ya te lo pondré… Con decirte que no para de hablar de ti…

-Pásamelo, así podré hablar con calma contigo.

Daisuke tomó el celular.

-Papá!

-Hola, campeón! Tu mami me dijo que ya sabes multiplicar…

-Sí! Onee-chan me enseñó la tabla del 2!

-Ah! Y sabes sumar?

-Sí! Mama me enseñó!

-Eres todo un genio!

-Como tú, papi…

Sesshoumaru sonrió.

-Oye… papi… ya no quieres a mi mamá?

-Claro que la quiero! De dónde sacas eso?

-Porqué no vienes con nosotros?

-Daisuke… créeme que de poder estar con ustedes, no lo pensaría dos veces… pero no puedo…

-No quieres…

-NO! No puedo…

Daisuke tembló al escucharlo gritar. Le entregó el celular a Rin.

-Qué pasó!

-Me alteré… él está bien?

-Está asustado… créeme he tratado de explicarle, pero no sé como explicarle qué es una guerra. Él sólo piensa que es algo que terminará mañana…

Rin se inclinó y besó a su pequeño que se refugiaba en su regazo.

-Mi amor… tu papi no quiso gritarte… pero debes comprender que no es cosa de querer o no querer…

-Rin… pónmelo…

Rin le puso el celular al oído.

-Dai… Daisuke… no quise gritarte… no creas que es que no te quiero… pero debes entender que no es por gusto que estoy aquí… no sabes cuánto quisiera verte y cargarte y jugar contigo… y volver a ver a tu mamá y llenarla de besos… pero no puedo… así como no puedes volar, yo no puedo ir con ustedes ahora…

-Pero vas a volver?

-Claro que sí…

-Te quiero, papi…

-Yo también te quiero, hijo…

Rin se acercó el celular.

-Amor…

-Te amo, Rin…

-Yo también…

Después de cerrar la llamada, abrazó a Daisuke con todas sus fuerzas.

-Vamos, mi amor… es hora de desayunar…

-Mami… perdón…

-No importa… Olvídalo…

Al llegar a la cocina, se dieron cuenta de que todos seguían dormidos.

-Vamos a hacer el desayuno para todos. Qué hacemos?

-Waffles!

-Bien, haremos waffles.

-Con canela! Y con chocolate!

Rin rió.

-Pero para hacer todo eso necesito de un ayudante…

-Yo! Yo!

Rin rió divertida. Apenas se comenzó a sentir el olor de la comida y la cocina se comenzó a poblar. Kagome fue la primera.

-Hm! Huele delicioso!

-Buenos días, Kagome…

Kagome se acercó y tocó su frente.

-Estás feliz…

-Sí! Hablé con Sesshoumaru!

-Mama!

-No importa, mi amor…

-Qué bien! Me alegra verte así… va más contigo…

…………………………….

Rin y Daisuke caminaban por el centro comercial tomados de la mano. Rin buscaba la tienda con el susodicho auto.

-Mama! Vamos a la tienda de juguetes!

-Espérate, mi amor… tengo que buscar esto…

-Qué cosa?

-Un regalo.

-Para quién?

-Para ti.

-Síiii!

-Pero este regalo no es como cualquiera…

-Por qué no?

-Porque este regalo será de parte de tu papá.

-Cómo así?

Rin se detuvo frente a unos bancos y se sentó.

-Muchos de los regalos que te he hecho, son de parte mía, otros son de parte de tu papá y mía. Es decir que algunos te los regalé yo, otros Sessh y yo. Pero este, te lo regalará tu papá.

-En serio?

-Sí. Me dijo que quiere regalarte eso, y yo voy a buscarlo.

Daisuke sonrió y abrazó a su madre. Finalmente encontraron la tienda. Mientras Rin buscaba el modelo, Daisuke se enamoró de un Corvette '79, negro con dos rayas blancas que lo atravesaban a todo lo largo.

-Mama, quiero este!

-Mi amor… tu papá eligió el que te regalará… no te gusta?

-Sí… pero este también… está bien…

Rin se sorprendió al ver que no insistiría y mientras el asistente buscaba el modelo que pidió, se bajó a su altura y levantó su rostro. Descubrió sus ojos cristalinos.

-Qué pasa mi amor?

-Sólo puedo tener uno?

Rin sonrió y lo besó en la frente.

-Dime algo… qué tiene tan especial este auto, que no tiene el otro… el otro es un regalo de tu papá…

-Tienes una foto de papá en uno como ese…

Rin vio el modelo con más detenimiento y recordó la fotografía. Era el auto que Sesshoumaru tenía cundo eran novios. Sonrió y tomó el auto.

-Este te lo regalaré yo…

El niño sonrió y la abrazó con fuerzas mientras le llenaba la mejilla de besos.

-Gracias, mami!


Gracias a Ceci, Lou, Esme, Eli, Clo, Fabisa, HawkAngel, Saya, Miry, FENIXGIRL...

Espero que les guste este cap. Es un tanto de transición, pero me pareció justo ponerlo porque Dai es muy despierto, y ya no se traga los cuentos.

Besitos

Mizuho