Capítulo 6

La Peor de las Pesadillas

La situación de la guerra se había agravado bastante. Sesshoumaru llamó a Rin.

-Amor, estás bien?

-Rin… quiero que me perdones…

-Qué pasó? Sesshoumaru… me estás asustando…

-Haré algo… muy estúpido… pero es lo único que puedo hacer…

-Sessh…

-Quiero que sepas que te amo con toda mi alma… y que amo a Daisuke…

-Tú no te estás despidiendo…

-Perdóname…

-SESSHOUMARU!

-Te amo…

-SESSHOUMARU! ESCÚCHAME…

-Quieren que fabrique armas químicas… primero muerto… me escuchas? No cargaré con la vida de nadie en mi conciencia… Rin, perdóname… de verdad que traté de soportar…

-Porqué no te rehúsas?

-Te usarían… Rin, comprende… no hay otra manera…

-No te atrevas!

-Rin…

-Sesshoumaru… por lo que más ames… no lo hagas… Sessh… tienes que volver conmigo… tienes que conocer a Dai…

-Lo siento… prométeme que serás feliz…

-Cómo voy a ser feliz si me dejas? Dímelo!

-Te amo…

-No… tú no me amas… si me amaras no harías esto…

-Lo hago por ti… por Dai…

-SESSHOUMARU!

Rin despertó empapada en sudor llamando a Sesshoumaru a todo pulmón. Kagome entró en su habitación.

-Rin! Qué pasó?

Rin la abrazó con fuerza mientras lloraba desconsoladamente.

-Sessh…

Kagome logró calmarla y la convenció de ir por agua a la cocina. Una vez que Rin estuvo realmente calmada.

-Qué pasó?

-Era una pesadilla… Sesshoumaru me llamó para despedirse…

-Despedirse?

-Se iba a suicidar…

-Kami!

-Kagome… ya no sé qué hacer… aunque me niegue a aceptarlo, cada día veo más y más lejos el día en que lo vuelva a ver… sé que debo ser fuerte… por Dai… por el mismo Sesshoumaru… por las niñas…

-Rin… Tienes una fuerza sin límites… nadie hubiera soportado tanto… pero tú lo has dicho. Tienes un hijo por el que velar. Y tienes que ser fuerte por él.

Rin sonrió.

-Ayúdame a organizarle una fiesta de cumpleaños…

- Como la de Amaya?

-No… quiero que sea algo escandaloso, enorme… que se olvide por dos minutos de todo esto…

Kagome sonrió.

-Claro que te ayudaré.

Cada una volvió a su habitación, Rin aún estaba despierta cuando Daisuke entró y se metió en su cama.

-Qué pasa, mi amor?

-Te quiero mucho, mama…

-Yo también te quiero mucho, mi vida…

Daisuke se acomodó en su pecho y volvió a quedarse dormido. Rin acarició su pelo y lo besó. Ciertamente Daisuke era una fuente inagotable de alegría.

………………………….

Rin estaba sentada en el banco de un parque mientras Daisuke y Amaya corrían jugando a toparse.

-Dai, no te alejes…

Daisuke siguió corriendo, dirigiéndose a la avenida. Rin se puso de pie y se acercó a él.

-Dai! Daisuke, ven aquí!

Rin empezó a correr cuando el niño no le hizo caso y quedó en la avenida.

-DAISUKE!

Lo alcanzó y lo cargó justo a tiempo para esquivar un camión que se acercaba a toda velocidad. Daisuke estaba tan asustado que sus labios se veían blancos y su única reacción fue llorar.

-Mama!

-Shh! Tranquilo… ya pasó todo…

Lo llenó de besos mientras lo abrazaba con fuerza y volvía al banco que había ocupado.

-No me hagas eso otra vez, Dai… cuando yo te llame, tienes que venir… y nunca bajes a la calle sólo… es muy peligroso…

-Pero los grandes lo hacen… y yo soy grande…

-Eres un bebé… eres mí bebé… y los grandes saben cómo hacerlo. Dai, amor… me quieres dejar sola?

Rin lo volvió a llenar de besos. Tomó a Amaya de la mano.

-Mejor volvemos a casa.

Una vez en la casa, Amaya fue con su mamá y Rin bañó a Daisuke. Era casi la hora de la cena, pero Daisuke no la soltaba ni un segundo.

-Mi amor… no me vas a soltar?

-No…

Rin lo besó en la frente y lo apretó entre sus brazos. Después de la cena, lo preparó para dormir, lo acomodó en su cama y le dio su beso de buenas noches.

-Que sueñes con los angelitos, mi amor…

Rin apenas se acomodó en su cama cuando Daisuke entró en su habitación con los ojos llorosos y se subió a su cama.

-Daisuke…

-No me dejes solo, mama…

Rin lo recibió entre sus brazos y lo besó en la cabeza.

-Descansa, mi amor…

………………………………

Todo fue como lo planearon y ahora Kagome estaba de vuelta en la casa con un hermoso bebé de ojos dorados y pelo negro. Rin hablaba con Sesshoumaru, contándole todo lo sucedido. De pronto hubo silencio.

-Te juro que ya no me importa nada, Sesshoumaru… sólo quiero que vuelvas…

-Preciosa…

-Me estoy muriendo! No me pidas que sea fuerte, porque ya no puedo más! Ya no puedo dormir… Sesshoumaru, tengo miedo…

-Yo también tengo miedo, preciosa… tengo miedo a no volverte a ver, a no conocer a mi hijo… a que nunca comprenda qué hago aquí y me odie… pero a lo que más temo… es a perderte en vida… Rin… no te pediré que seas fuerte…

Daisuke despertó. Y restregándose sus ojitos se sentó en la cama.

-Mama, con quién hablas?

Rin acarició a su hijo.

-Mama…

-Estoy hablando con tu papá, mi amor…

Daisuke la abrazó y se recostó de su costado. Varios minutos después volvió a despertar al sentir a su madre llorar.

-…Debe haber algo que puedas hacer…

-No puedo hacer nada…

-Te extraño tanto, mi amor…

-Cálmate, preciosa…

-Te amo, Sesshoumaru…

-Te amo, mi amor… Daisuke está despierto?

-No…

-Está bien, no lo despiertes…

Al terminar la llamada, Rin se quedó viendo al vacío hasta que sintió las pequeñas manitas de su hijo que rodeaban su rostro. El niño le dio un tierno beso y un gran abrazo.

-Te amo, mami…

Rin sonrió y le devolvió el abrazo mientras le decía que ella también lo amaba. Con la guerra empeorando y al paso que iba, se le estrujaba el corazón cada vez que pensaba en eso. Si continuaba a ese paso, Sesshoumaru seria un rehén. Trató de olvidarse de aquello y abrazó a su pequeño mientras lo besaba en la cabeza.

-Vamos a dormir, mi amor…

Se acomodó con el pequeño aferrado a su cuello y lo vio dormir plácidamente, tratando de recordar cuándo fue la última vez que ella durmió así. Y llegando a la conclusión de que sin Sesshoumaru, eso era imposible.

Aquella tristeza que le embargaba el alma, sólo la desahogaba por las noches, en la soledad de su habitación. Evitando a toda costa manchar la alegría que inundaba aquella casa. Estaba sentada a las sombras del viejo árbol donde se despidiera de Sesshoumaru. Kagome se le acercó en silencio.

-Daría lo que fuera por tus pensamientos.

Rin sonrió mientras Kagome se acomodaba a su lado.

-No es nada…

-Rin…

-En serio, estoy bien… y Tohru?

-Dormido…

-A Inuyasha no se le bajan los humos aún…

-Y dudo que le vuelva a bajar. Siempre quiso un varón… pero… no vine para hablar de Inuyasha…

-Kagome, estoy bien…

-Rin, nosotros también vemos las noticias. No digas que estás bien, sabemos perfectamente lo que está pasando.

-No es así…

-Ah?

-No lo saben todo… hay cosas que en las noticias no presentan…

-Qué cosas?

-La guerra empeoró… está avanzando… si toman el territorio de los laboratorios…

Rin se detuvo con la voz ahogada por el dolor. Tomando una bocanada de aire dejó salir la última parte de aquella oración.

-…Nunca más volveré a verlo…

-Rin… no puedes decir eso…

-Aun no comprendes… esos laboratorios tienen reservas nucleares… lo mínimo que le pase a las instalaciones y todos los que están adentro, morirán… es como una sentencia… 7 años esperando una sentencia de muerte…

Rin simplemente colapsó, quedando inconsciente sobre el regazo de Kagome. En ese justo momento, Inuyasha salió al jardín.

-Kagome…

-Inuyasha! Ayúdame!

Inuyasha la cargó y la llevó a su habitación. Llamaron a un médico. Al examinarla, determinó que era un colapso nervioso. Rin despertó mucho después de que el médico se fuera.

-Sessh…

-Tranquila… todo está bien…

-Qué pasó?

-Te desmayaste… has comido algo hoy?

-No…

Daisuke se acercó tímidamente.

-Ya no estás enferma, mami?

-Estoy bien…

-Sesshoumaru llamó mientras dormías. Me pidió hablar con Daisuke…

-Sí… dijo que lo llamaría…

-Papi me dijo que te dijera que si no vuelves a comer como debes, se va a divorciar… que es eso?

Rin sonrió.

-Te conoce como a la palma de su mano.

-Así como yo a él…

-Te traeré algo de comer.

-Gracias, pero estoy bien…

-Estás enferma. Y el médico indicó reposo total. Así que tú te quedas donde estás.

Daisuke se subió a la cama y abrazó a Rin.

-Dai, cuídala mientras voy por su comida.

-Sí!

Kagome fue a la cocina, allí se encontró con Inuyasha calentando una botella de leche.

-Ya despertó?

-Sí… Aneko está con él.

-Kami…

-Oye, amor… cálmate. Tú quédate con Rin… creo que soy capaz de atender a mi hijo por unas horas.

Kagome sonrió y lo besó con ternura.

-Sé que puedes hacerlo…

……………

Sesshoumaru estaba tan concentrado en su trabajo, que no escuchó cuando Miroku lo llamó. Hasta que lo tocó en el hombro.

-Kazami-sensee…

-Qué pasa?

-Ya podemos parar por hoy…

-Qué hora es?

-Las 8 de la noche…

Sin pensarlo, tomó su celular y marcó el primer número en su lista. La voz de un pequeño contestó en un susurró.

-Daisuke?

-Papa!

-Cómo sigue tu mamá?

-Está bien… está durmiendo…

-Comió?

-Sí! Oye… papa… creo que mama quiere un bebé… no se lo puedes mandar?

Sesshoumaru no pudo evitar reír a todo lo que podía al escuchar a su hijo.

-No puedo mandárselo… pero no te preocupes. Cuando vuelva, será lo primero que le daré…

Rin despertó y abrazó a Daisuke.

-Dai, amor es la una de la madrugada, no juegues con mi celular…

-Estoy hablando con papá…

Rin sonrió, más aun al escuchar que Daisuke se lo decía a su padre.

-Mi amor…

-Quiere hablar contigo.

Rin tomó el aparato.

-Hola, mi amor…

-Preciosa, te sientes bien?

-Sí, mi amor… estoy bien… perdona por preocuparte esta mañana…

……………………………..

-DAISUKE, NO!

Rin corrió a toda prisa para detener a su hijo que trepaba el goshinboku. Al llegar a una rama bastante alta, abrió los brazos.

-Si yo puedo volar, papi va a volver y tu ya no estarás triste…

-No puedes volar… Daisuke, baja de ahí!

-Voy a volar…

-Daisuke no… onegai… no me hagas esto… baja de ahí…

-Quiero que estés feliz…

-Nunca volveré a ser feliz si algo te pasa. Mi amor, baja de ahí…

La voz de Rin era una voz desgarrada por el llanto y los gritos desesperados. Por los gritos de Rin tanto Inuyasha como Kagome salieron al jardín.

-DAISUKE! BAJA DE AHÍ AHORA MISMO!

-Yo quiero volar… por mi mamá…

-Mi amor, no puedes volar!

-Sí puedo… yo puedo ponerte feliz…

-Daisuke, me voy a morir de la tristeza si algo te pasa… baja de ahí…

-Demo… mama…

-Dai, lo único que necesito es que me abraces… si me abrazas soy feliz…

-No… mama… tú quieres que papa vuelva…

-Claro que quiero que vuelva… pero también te quiero conmigo…

Cuando Daisuke menos se lo esperó, Inuyasha lo tomó por la cintura y logró bajarlo del árbol. Rin lo abrazó con fuerza y lo llenó de besos mientras sus lágrimas empapaban su rostro.

-Tonto, tonto! No me hagas una cosa así nunca más!

-Mama…

-Te amo tanto Daisuke… mi amor… no puedo vivir sin ti…

Daisuke la abrazó con fuerza.

-Yo no quiero que llores… no quiero verte triste… quiero verte feliz, como tía…

Rin sonrió y lo volvió a llenar de besos.

-Te mereces una zurra y un buen castigo…

-Está bien… te hice más triste todavía…

Rin rió y abrazándolo le dio las gracias a Inuyasha.

-Gracias… gracias, Inuyasha…

-Olvídalo, Rin…

…………………

Rin preparaba a Daisuke para bañarlo.

-Mama… me quiero bañar contigo…

-Dai…

Daisuke bajó la mirada.

-Mama, ya no me quieres porque te hice triste?

-Claro que te quiero, mi amor… yo te amo… eres el mejor regalo que Kami y tu papá me pudieron dar…

Después del baño, Daisuke se durmió abrazando a Rin. Ella acarició su pelo y lo besó en la frente. Llamó a Sesshoumaru.

-Bueno?

-Sessh…

-Preciosa! Estás bien?

-Sí… Sessh, qué le dijiste a Daisuke?

-No te entiendo…

-Daisuke quiso volar hoy… decía que si lo hacía tú volverías…

-Le dije que así como él no puede volar, yo no puedo ir hoy… Qué pasó? Está bien?

-Sí… Kami! Sesshoumaru, me asusté tanto!

-Pero qué hizo?

-Se trepó hasta una rama bien alta del goshinboku y quiso tirarse y volar… por suerte Inuyasha pudo bajarlo…

-Kami! No creí que lo tomaría de esa manera…

-Esto está mal… le está haciendo mucho daño…

-Lo que le hace daño es verte siempre triste… Rin, olvídate de mí si es necesario…

-BAKA!

-Perdóname, amor… pero por más que quiera renunciar y tomar el primer avión a Japón… no puedo…

………………………

Daisuke hacía su tarea mientras Rin explicaba una clase. Daisuke levantó la mano y Rin sonrió.

-Qué pasa?

-Puedo ir al baño?

Todos los estudiantes rieron.

-No tienes que pedirme permiso…

-Pero si yo no lo hago, después ellos tampoco…

Todos volvieron a reír.

-Ve, y lávate las manos.

Daisuke salió corriendo y Rin continuó con la clase. Al terminar, los muchachos comenzaron a salir del salón, Daisuke se acercó a su madre.

-Mama…

-Dime, mi amor…

Se subió sobre sus piernas y le dio un gran beso en la mejilla.

-Mmm! Qué rico, mi amor!

-Ya vamos a comer? Tengo hambre…

Rin sonrió.

-Sí, vamos…

En la cafetería, Aneko se sentó junto con ellos.

-Verdad que mi mama es linda, nee-chan?

Rin sonrió.

-Tu mama también es linda, pero mi mama es más linda…

Aneko rió y evitó enfrascarse en una discusión con Daisuke sobre cuál mamá era más linda, tomando de su refresco y comiendo sin comentar nada.

………………………………

-Pronto… muy pronto…


Gracias a Ceci, Lou, Esme, Eli, Saya, HawkAngel, Miry, FENIXGIRL, Fabisa, Clau...

A ver si me da el tiempo, subo el proximo cap rapidin, pero tambien tengo que publicar de los demás… hehe

Besitos

Mizuho