Capítulo 10

Secretos de Familia

Sesshoumaru despertó con Daisuke pegado a su pecho como lapa. Lo próximo que vio fueron los ojos esmeraldas de su esposa, que lo veía sonriente.

-Preciosa…

-Hola, mi amor…

Sesshoumaru sonrió. Rin le hizo señas de que se levantara sin despertar a Daisuke, una vez fuera de la habitación, Rin lo besó apasionadamente. Al romper el beso. Sesshoumaru acarició sus mejillas sonrojadas, sonrió y la besó en la frente. Rin se pegó a su pecho metiendo las manos bajo el pijama para rodear su pecho. Sesshoumaru la abrazó, brindándole su calor y dándole dulces besitos en la sien.

-Rin…

-5 minutos más…

Sesshoumaru la besó en la mejilla y le permitió quedarse así todo el tiempo que quiso.

-Te amo, preciosa…

Rin lo besó en el pecho y sonrió.

-Te amo, mi amor…

-Con que soy tu amor, ah?

-Siempre…

-Pero estás algo… no lo sé… extraña… tú no eres así…

Rin se volvió a apoyar de su pecho, escondiendo su rostro en su pecho.

-Rin…

Sesshoumaru la volvió a besar en la cabeza.

-Amor, qué te pasa? Tuviste una pesadilla?

Rin asintió aún abrazada a su pecho. Sesshoumaru la besó con ternura.

-Qué soñaste?

-No…

-Rin…

-Soñé que el bebé nacía… y que es niña… tenía el pelo negro y los ojos grises…

-Dónde está la pesadilla? Es una bebita hermosa como su mami…

-Tú no la quisiste cargar. Y cuando la viste dijiste que no era hija tuya y que yo te engañaba… que te… diste media vuelta y te fuiste y no…

Sesshoumaru la besó en la mejilla y la abrazó con fuerza.

-Preciosa… sólo fue una pesadilla.

-Lo sé…

-Rin, yo te amo…

Sesshoumaru buscó sus labios y la besó apasionadamente, deslizando sus manos bajo el pijama y acariciando su espalda. Continuaban besándose cuando escucharon la risa de Daisuke. Rin se recostó en el pecho de Sesshoumaru sonriendo.

-Qué pasa, mi amor?

-Estaban haciendo el amor?

Sesshoumaru rió a carcajadas mientras Rin se sonrojaba hasta las orejas.

-No.

-Mama… tengo mucho sueño…

-Todavía tienes sueño?

-Sí… quiero dormir más…

Rin se arrodilló frente a él.

-Hm… bueno, como hoy es sábado, puedes dormir todo lo que quieras…

Rin lo besó en la frente, removiendo su pelo de la misma, Daisuke sonrió y se fue a su habitación.

-Vaya frase con la que se la cogido.

-Bueno…

-Qué hiciste?

-Ayer me atacó con mil preguntas. De dónde salían los bebés, cómo se hacían, quién… preciosa, Dai es bastante curioso.

Rin sonrió.

-Hm… a quién se parecerá?

-Tal vez a mi bella, sensual y muy curiosa esposa?

Ambos sonrieron y se besaron.

-Qué le dijiste?

-Pues que todo pasa cuando se hace el amor. Y que le diría cómo se hace el amor cuando sea grande.

-Ah… yo ya soy grande… enséñame…

Sesshoumaru sonrió y la tomó en brazos.

……………………………

Estaban sentados en un banco de un parque junto con Inuyasha y Kagome, mientras veían a Amaya y Daisuke jugar. Rin cargaba a Tohru y lo hacía reír a carcajadas.

-Preciosa, qué tal si hacemos el viaje que te prometí?

-Cuándo?

-La próxima semana…

-No puedo, amor. Recuerda que tengo clases. Deberíamos esperar a que esté de vacaciones.

-Y cuando es eso?

-Finales de Mayo…

Daisuke se acercó llorando y con una mano embarrada en lodo.

-Mama! Itai!

Inuyasha tomó a su hija y Rin llevó a Daisuke a un baño cercano y le lavó la mano. Tenía una cortada, pequeña, pero profunda y no lograba que parara su sangrado.

-Oh, Kami!

Volvieron con los demás, Rin le mostró la herida a Sesshoumaru.

-Hay que llevarlo. Dai, puedes mover ese dedo?

-Itai!

-Con qué te cortaste?

Daisuke no paraba de llorar, por lo que Amaya contestó.

-Con un metal que está en la tierra…

Sesshoumaru y Rin se despidieron y fueron al hospital. El médico que lo atendió le puso la antitetánica y luego de controlar el sangrado, le vendó la mano. Llegaron a la casa y Daisuke no se separaba de Rin.

-Dai, espérate, me voy a caer!

Pero Daisuke volvía a abrazarla, hasta que Rin se tropezó y cayó. Sesshoumaru corrió hasta ella.

-Rin! Estás bien?

-Sí… eso creo…

Rin trató de levantarse, pero no pudo apoyar el pie.

-No… Sessh, ayúdame…

Sesshoumaru la cargó y la llevó a la cama. Le quitó los zapatos y las medias.

-Cuidado, me duele…

-Se ve rojo…caíste de éste lado, verdad?

-Sí…

-Buscaré hielo. No quiero que empeore…

Sesshoumaru volvió con el hielo, Rin se daba masajes con antiinflamatorios.

-Me duele…

-Quieres ir al médico?

-No… me querrán tomar radiografías…

-Es cierto…

Rin tomó el hielo y se lo aplicó.

-Gracias, mi amor…

Rin escuchó un sollozo desde la puerta.

-Dai? Dai, dónde estás?

-Perdón!

-Mi amor… ven aquí…

Daisuke salió de detrás de la puerta con el rostro rojo y empapado por las lágrimas.

-Perdón, mami…

-Ven aquí, mi amor…

Rin lo abrazó y luego de limpiar sus lágrimas, lo besó.

-Ya, tranquilo. Sólo me lastimé un pie…

-Yo-no-quería-que-te-cayeras…

-Cálmate, mi amor… estoy bien…

-Y el bebé? No está dentro de ti?

-Sí… pero por eso mismo es que está protegido… te preocupa tu hermanito?

Daisuke asintió entre lágrimas.

-Tu hermanito está bien. Ven, mi amor, vamos a descansar, mientras papi nos preparará una rica sopa, sí?

Sesshoumaru sonrió. Daisuke se acomodó en el pecho de Rin. Sesshoumaru se inclinó sobre ellos y los besó.

-Descansen, abollados…

-No te burles.

……………………..

Cuando Sesshoumaru volvió. Rin estaba dormida con Daisuke abrazado a su pecho. Despertó a Rin con un tierno beso en los labios.

-Mi amor…

-Cómo te sientes?

-Mejor, gracias…

-La comida está lista, tienes hambre?

Rin asintió. Besó a Daisuke en la cabeza.

-Dai, mi amor… la comida está lista…

Al llegar al comedor, quedaron sorprendidos al ver el banquete que Sesshoumaru había preparado.

-Mi amor!

Rin lo besó en la mejilla. Mientras comía.

-Esto está delicioso… riquísimo!

Al terminar, Sesshoumaru no le permitió ponerse de pie y recogió los platos.

-Yo lavaré los platos.

Rin sonrió y esperó paciente. Una vez que terminó lo felicitó entre besos.

-Eres el mejor, esposo, papá, cocinero y lavador de platos del mundo…

…………………………………

Sesshoumaru aún no sabía dónde tenía la cabeza luego del agradecimiento de Rin por haber cuidado de ella mientras tenía el pie lastimado.

-Eso… fue…

Sesshoumaru rió mientras la abrazaba sin fuerzas y falto de aliento.

……………………

A medida que el tiempo avanzó el vientre de Rin creció. Era el último día de clases de Rin, ya que entraría en licencia materna. Los muchachos le hicieron una pequeña despedida.

-Gracias, chicos…

-Nos va a traer el bebé?

-Claro que sí. Van a ser de los primeros en conocer a mi bebé. Tan pronto pueda salir, lo traeré.

Al terminar el día, Rin y Daisuke volvieron a la casa. Después de ayudarlo a hacer sus deberes, se metió en la tina y a los pocos minutos sonrió al sentir una patada, se acarició su enorme vientre.

-Estás inquieto, mi amor? No te sientes cómodo?

-Nadie puede estar incómodo contigo…

-Sessh!

Sesshoumaru se acercó y la ayudó a salir de la tina, luego de ponerse la yukata, Rin lo besó apasionadamente.

-Te extrañé tanto mi amor!

-Y yo a ti, preciosa… cómo se porta mi bebé?

-Pues se cree de futbolista y demás.

Sesshoumaru besó su vientre.

-Te ves hermosa, mi amor…

Rin sonrió.

-De verdad? No te parezco un zepelín?

-Imposible, mi amor…

-Ya comiste?

-No, pero en un rato me preparo algo… tú tienes que descansar.

-Ya hoy fue mi último día de clases. Ven, te prepararé algo rico…

Rin se vistió y fue a la cocina. Sesshoumaru trataba de detenerla. Finalmente la abrazó, logrando inmovilizarla.

-Rin, no quiero que cocines!

-Pero Sesshoumaru!

-Pero nada! Mi amor… estás embarazada, y quiero que descanses…

-Sessh, cuando Dai nació yo estaba dando clases, así que hacerte algo de comer, no es nada del otro mundo…

Sesshoumaru perdió la batalla en contra de Rin y terminó dejándola hacer lo que quisiera. Mientras esperaba, Daisuke despertó y corrió a él al verlo.

-Papi!

-Hola, campeón!

Sesshoumaru lo recibió con los brazos abiertos y lo llenó de besos.

-Ya! Fuchi! Besos no!

Sesshoumaru se extrañó un poco. Rin puso el plato sobre la mesa.

-Ya está listo, mi amor…

Rin se apoyó en el respaldo del sillón y besó a Sesshoumaru. Daisuke rió.

-Papi, cuántos años tienes?

-40.

-Cuarenta!

-Sí. Porqué?

-Sí que eres viejo!

Ambos estallaron en risas.

-Y tú mami?

-Yo tengo 28. También te parezco vieja?

-No tanto como papi. Pero tú eres más bonita.

Rin rió.

-Mi amor, se te enfriará la comida.

Mientras Sesshoumaru comía, Daisuke jugaba con Rin. Cuando Sesshoumaru terminó, Se sentó junto a ellos y besó a Rin.

-Estaba delicioso, mi amor.

Daisuke volvió a reír. Sesshoumaru le hizo cosquillas.

-Qué es lo que encuentras tan divertido? Ya deberías estar acostumbrado.

-Es que tú eres muy viejo y mami no y…

Sesshoumaru rió a carcajadas.

-Con que ahora soy un viejo!

-Un viejo que se deja besar.

-Hijo, escúchame bien. Disfruta los besos de tu mamá, porque son lo más deliciosos del mundo. Además, son los únicos que vas a tener en mucho tiempo.

Sesshoumaru tomó la mano de Rin y la besó.

-Dai… tu mamá y yo… nosotros pasamos por muchas cosas para estar juntos…

-Sessh, no lo sabe…

-Qué cosa?

-No sabe nada de Turquía.

Sesshoumaru frunció el ceño.

-Dai, nos dejarías solos?

Daisuke se fue a su habitación sin chistar.

-No puedo creer que no le dijeras…

-Qué esperas que le diga? "Mi amor, tu papá murió. Por cierto tienes unos abuelos que nunca se han preocupado por ti, Los quieres conocer y ser más miserable aún?" No Sesshoumaru, Daisuke ha sufrido demasiado para ser un niño de 7 años. No quiero que sufra más.

-Rin, esto no es un juego…

-Sé bien que no es un juego! Pero para qué le voy a complicar la existencia? Para ellos estoy muerta, lo que quiere decir que mi hijo no existe para ellos. No quiero que sufra más, Sesshoumaru.

-Rin…

-Tú no criaste a tu hijo llorando cada noche pidiendo tener una familia normal. Una familia donde su papá llegara de su viaje y lo abrazara y lo llevara a la cama. Donde su papá estuviera con él…

-Rin, por favor, eso me duele…

-Sé que te duele. Pero no tanto como me dolió a mí tener que verlo llorar hasta dormirse y tener los mismos deseos que él. Sabía que sería más doloroso para ti, pero tenía que mentirle. Y cada día le prometía que tal vez llegarías al siguiente…

Sesshoumaru acarició sus mejillas.

-Perdóname, Rin… perdóname por hacerte sufrir tanto, por arruinarte la vida… por… por…

-No! Sesshoumaru! No es así!

-Por más que quieras negarlo, te he hecho infeliz.

Rin tomó su mano y la besó en la palma, luego la colocó abierta sobre su vientre.

-Crees que esto es parte de mi infelicidad? No, mi amor, soy feliz contigo… mis hijos son mi fuente de felicidad y tú me las has dado. Pero quiero que tanto Daisuke, como éste que viene, vivan despreocupados. Que tengan una verdadera infancia.

Rin cerró los ojos.

-Me duele pensar que Daisuke lo descubra.

Sesshoumaru la besó en la mejilla.

………………………………

Sesshoumaru estaba parado frente a un grueso cristal. Le hizo señas a la enfermera y le señaló la cuna que decía Kazami. Estaba vacía. La enfermera le dijo que estaba en la habitación. Sesshoumaru entró con un enorme ramo de flores y las dejó a un lado para sentarse junto a su mujer, que tenía el pelo pegado al rostro, estaba sudada, pero sonreía. Entre sus brazos, el motivo de su felicidad envuelto en una manta rosada.

-Preciosa…

-Hola, mi amor… Mira, es tu papi…

Sesshoumaru sonrió y la besó en la sien.

-Es niña?

-Sí mi amor, es niña…

Sesshoumaru la besó con tanta ternura que Rin sintió el corazón brincarle un latido.

-Te amo, preciosa…

Acarició el rostro de su hija con un dedo.

-Sakura…

Rin sonrió y lo besó en la mejilla.

-Sakura…

Se besaron apasionadamente.

………………………

Días después, Rin acomodaba a Sakura en su cuna, se quedó contemplando a su pequeña de ojos grises y pelo azabache dormir plácidamente. Salió de la habitación y se dirigió a la suya, donde se acostó. Se levantó a preparar la cena y escuchó un sollozo. Entró a la habitación de Daisuke.

-Dai?

Daisuke estaba acostado con la cara contra la almohada y lloraba a gritos.

-Daisuke, qué paso?

Rin se sentó en la cama y pasó una mano por el pelo de Daisuke. El niño rechazó su mano llorando amargamente.

-Daisuke, mi amor, qué pasa? Por qué lloras?

-Tú ya no me quieres!

-Dai, eso no es verdad…

-Sí! Y por eso yo ya no te quiero!

-Daisuke!

-Te odio! Vete!

Daisuke volvió a rechazar su mano, golpeándola en el rostro. Rin no dijo nada más. Simplemente salió de la habitación con los ojos rojos. En ese mismo momento Sesshoumaru llegaba y la vio entrar a la habitación.

-Preciosa…

-Sessh!

Sesshoumaru se sorprendió al verla tratar de eliminar sus lágrimas y mucho más al ver su rostro rojo.

-Rin! Qué pasó!

-N-nada…

-Nada? Tienes una mano marcada! Fue Daisuke, verdad?

-No, Sessh, no le hagas nada…

-Daisuke!

-No, Sesshoumaru, onegai! Escúchame!

-Daisuke, ven aquí ahora mismo!

El niño entró en la habitación y se paralizó al ver a Rin.

-Qué le hiciste a tu mamá?

-Y-y…yo…

-Qué le hiciste? Tú la golpeaste, por qué?

-Y-yo…

-No tiene excusas!

Sesshoumaru lo agarró por un brazo.

-A las mujeres no se les golpea. NUNCA! Y mucho menos a tú mamá!

-GOMEN! YO NO SABÍA! YO NO SABÍA!

-No es a mí, es a ella.

-Gomen, mama, onegai… yo no quería…

Rin abrió los brazos y recibió a Daisuke entre ellos.

-Porqué lo hiciste, Sesshoumaru? Dai no sabe ni cuándo fue. No sabe lo que hizo.

Rin lo llenó de besos y así logró tranquilizarlo.

-Mama, perdón…

-Dai, sé que fue un accidente… Pero... no fue eso lo que me lastimó… fue que me dijeras que no me quieres… porqué, mi amor? Porqué me dijiste todas esas cosas feas si yo te amo tanto?

-Mama, me puedo ir donde tío?

-Pero si…

-Yo quiero vivir donde tío… él sí me quiere…

-Daisuke…

-Ustedes no me quieren. Sólo a Sakura…

Sesshoumaru se sentó al lado de Rin.

-Crees que sólo queremos a Sakura, porque siempre estamos con ella.

Daisuke bajó la cabeza.

-Y porque apenas llora vamos a su cuarto… y porque hacemos de todo para que no llore…

Sesshoumaru lo besó en la cabeza.

-Hacemos eso porque tu hermanita es una bebé, y como Tohru cuando nació, no puede hacer nada sola. Hay que ayudarla. No te diste cuenta, porque tu mamá siempre estaba contigo. Pero tu mamá, tiene que cuidarlos a los dos. Pero tu mamá no puede hacerte cosas que sabe puedes hacer sólo, si tiene que cuidar de Sakura.

Sakura no paraba de llorar. Sesshoumaru fue por ella y volvió con la pequeña en brazos.

-Es tu hermanita, Daisuke… y los queremos a los dos por igual. Ni un poco más, ni menos. No quieres a tu hermanita?

Daisuke se acercó y la besó en la cabeza.

-Sí la quiero…

-Sabes algo, mi amor? Si nos ayudaras con Sakura, terminaríamos más rápido y nos cansaríamos menos. Así podemos pasar más tiempo contigo.

Daisuke asintió. Sakura había tomado su mano y jugaba con sus dedos. Daisuke rió.

-Me hace cosquillas!

Sesshoumaru sonrió.

-Es linda… como mama…

-Verdad que sí?

-Sí, se parece mucho a mama… papa…

-Dime.

-Sakura nació de mami…

-Sí…

-Y yo?

-Ah?

-Yo no me parezco a mami, de dónde nací yo? De ti?

Sesshoumaru y Rin estallaron en risas.

-Naciste de mí, mi amor… igual que Sakura. Pero cuando tu papi se fue, mi deseo era tener un bebé hermoso como su papi… y Kami me concedió ese deseo. Tú eres un regalo de Kami, mi amor. Así como Sakura.

Rin lo besó en la mejilla. Sesshoumaru cuidó de Sakura mientras Rin preparaba la cena. Daisuke lo ayudó a cambiarle el pañal. Después de haberlos dormido a ambos. Sesshoumaru se dio un baño y se acostó.

-Que descanses, mi amor…

-Dulces sueños, preciosa…

Rin se pegó a su cuerpo.

-Sessh…

-Hm?

-Tengo frío…

Sesshoumaru le brindó su parte de la frazada. Rin estaba de lado y de espaldas a Sesshoumaru, se quedó esperando un abrazo que nunca llegó.

Todos los días y noches, Rin se miraba al espejo, tenía el vientre flácido, se encontraba gorda y notaba que Sesshoumaru no era igual que antes de dar a luz.

Sesshoumaru estaba acostado boca arriba, con las manos bajo la cabeza. Parecía dormido, pero no lo estaba. No podía sacarse de la cabeza el incidente de esa mañana en su oficina y quería evitar a toda costa que Rin se enterara. Sabía que desde el parto estaba en una montaña rusa emocional, en la que en un momento era dulce y cariñosa, pero a lo mínimo, se convertía en todo lo opuesto.

-Flashback-

Sesshoumaru está con unos socios en una reunión a puerta cerrada. Al terminar la reunión y antes de que Sesshoumaru tuviera tiempo de abrir todo, entró una mujer de esbelta figura y un color de ojos extraño, rojizo.

-Sesshoumaru…

Sesshoumaru se crispó al escucharla llamarlo por su nombre.

-Kagura, qué quieres?

-Mi padre te envió esto. No quiso que nadie se enterara, así que me lo encomendó.

-Bien, déjalo sobre el escritorio.

Sesshoumaru se acercó a la neverita ejecutiva y se sirvió un vaso con agua. Al voltear, la impresión de tener a Kagura tan cerca lo hizo soltar el vaso haciendo que se estrallara contra el piso. Sin tiempo a otra reacción, Kagura lo besó y se atrevió a más, lo tocó por encima del pantalón. Sesshoumaru la apartó con un movimiento brusco que casi la envía al suelo.

-No te atrevas a hacer eso nunca más!

-Acaso no sé como me miras? Sé que me deseas…

-No hables estupideces!

-Vamos, Sesshoumaru, cuándo fue la última vez que estuviste con una mujer de verdad?

La mirada de Sesshoumaru era puro hielo.

-Lárgate de mi oficina!

-Realmente te satisface la niñita?

-Yo soy un hombre casado, y fiel a su esposa. Hazte el grandísimo favor de largarte!

-Eres casado, sí… pero… felizmente casado?

Sesshoumaru la tomó por un brazo y la llevó hasta la puerta.

-Lo que pase entre mi mujer y yo, se queda entre ella y yo. Lárgate!

Antes de poder echarla, Kagura volvió a inyectar su veneno.

-Con que fiel a tu mujer, ah? Cuántos días de estos 8 años le fuiste fiel? Cuántos crees que ella te fue fiel?

Sesshoumaru la terminó de echar y azotó la puerta.

-Fin del Flashback-

Sesshoumaru notó que Rin estaba hecha un puñito. Le acarició la mejilla y notó sus lágrimas.

-Rin…

-Sí?

Sesshoumaru se conmovió al notar que ella no quería preocuparlo y trataba de evitar que la descubriera llorando.

-Qué pasa, mi amor?

Sesshoumaru se sentó y quitó las sábanas.

-Rin… qué pasa?

-Sessh… si quieres separarte…

-Qué! De dónde sacas esas cosas?

-Es que sé que ya no soy atractiva… y tú…

Sesshoumaru sonrió y la abrazó, la besó en la cabeza.

-Mi amor. Eres la mujer más hermosa del mundo. Nunca he visto una mujer tan hermosa como tú.

-Sessh…

-Rin, amor. Cuando Dai nació, no estabas así…

-Cuando Dai nació. No me rechazabas.

-Yo no te rechazo. Preciosa, te lo digo de verdad…

Sesshoumaru logró calmarla.

-Rin…

-Sessh…

Ambos hablaron a la vez.

-Dime…

-No, tú…

-Las damas primero.

-Mi amor… cuando estabas en Australia… tus novias eran bonitas?

-Qué!

-No te hagas el tonto que yo no soy tonta. Sé bien que debías tener novias. Ningún hombre soporta 8 años sin hacer nada, en especial tú. Yo te perdoné… no te lo echaré en cara… sólo quiero saber…

-Rin… yo no tuve novias.

-Amantes, es lo mismo…

-Rin, no tuve nada de eso. Yo… por qué no crees en mí? Ha pasado un año y ahora quieres saber.

-Yo si creo en ti… por que sé que me amas… sino, no hubieras vuelto… o te hubieras divorciado… pero también sé que eres hombre y tienes necesidades como tal…

-Soy hombre, no bestia. Rin, yo nunca he estado con otra mujer desde que estoy contigo. Y eso incluye los 8 años de Australia.

Rin sonrió y lo besó en la mejilla.

-Eres un tonto adorable…

-Rin!

-Qué pasa?

-De verdad crees que te fui infiel? Rin…

-No, mi amor. Lo que te dije antes es mentira. No te lo perdonaría…

Sesshoumaru sonrió.

-Ésta es la Rin con la que me casé…

La besó en la punta de la nariz.

-Y tú? Tuviste algún pretendiente?

-No… bueno uno…

-Qué!

-Después de que te creímos muerto… un amigo se me declaró…

-Y tú… lo aceptaste?

-Claro que no, tontito… le dije que aunque estuvieras muerto, yo aún te amaba y que no podía aceptar a nadie en mi vida… Varios meses después se casó con su ex novia…

Sesshoumaru sonrió.

-Sabes que creo?

-Qué cosa?

-Que no se puede amar más de lo que te amo.

-Sí se puede.

-Sí?

-Yo te amo aún más…

Sesshoumaru rió y la besó con cariño.

-Dulces sueños, mi amor...

-Sessh…

-Hm?

-No me ibas a decir algo?

-No creo que sea un buen momento…

-Anda, dime…

-Si yo te digo algo, y alguien viene con otra versión de lo mismo… a quién le crees?

-Hm… eso depende mucho… pero en primera instancia, te creería a ti.

Sesshoumaru sonrió y le contó lo sucedido con Kagura en la oficina. Al terminar, Rin rió a carcajadas.

-Qué pasa?

-Esperaba que la arpía esa atacara, pero no que me lo dijeras…

Sesshoumaru levantó ambas cejas sorprendido.

-Qué sabes tú de todo esto?

-Que cuando fui a tu oficina, antes de estar embarazada, me encontré con ella. Primero se creyó que era tu novia y me amenazó y me dijo que alejara mis sucias garras de ti… me dijo hasta chiquilla.

Sesshoumaru estaba que ardía de la rabia.

-Cálmate, mi amor. Ya soy grande y me sé defender. Yo sólo le dije que tuviera cuidado, que no sabía con quien hablaba. Y que como tu esposa, le aguantaba poca cosa a los empleados insolentes como ella. En ese momento, saliste de tu oficina y me besaste frente a todos, después les dijiste quién soy…

Sesshoumaru sonrió.

-Ya lo recuerdo… esa noche me hiciste una cena…

-Si mis cálculos no fallan, esa noche, quedé embarazada.

Sesshoumaru la besó nuevamente.

-Te amo, preciosa…

-Te amo, mi amor…

Sesshoumaru la abrazó y se acostó con Rin sobre su pecho.

………………………

Rin se asomó en el aula de sus estudiantes. Al notarla, todos dejaron de hacer sus ejercicios. Rin le pidió permiso a la maestra suplente, ella le cedió el salón.

-Hola… les tengo una sorpresa…

Rin entró con la niña en brazos.

-No, sensee, es seguro que los clona!

Rin rió.

-Es Sakura…

-Va a venir a la graduación, verdad?

-Claro que sí, no me la perdería por nada del mundo…

…………………………

Rin jugaba con Sakura cuando Sesshoumaru llegó con Daisuke. La casa estaba inundada con las risas de la pequeña.

-Mama!

-Hola, mi amor…

Rin dejó el juego y recibió el abrazo de Daisuke.

-Cómo te fue en tu clase?

-Bien, nos están enseñando a nadar de espalda.

-Qué bien! Ahora vete a dar un baño, ya prepararé la cena…

-Sí!

Daisuke subió las escaleras. Rin sonrió. Sesshoumaru se sentó a su lado y la saludó con un apasionado beso.

-Hola, preciosa…

-Hm! Qué rico! Dame otro…

Sesshoumaru sonrió y volvió a besarla. Cargó a Sakura y la llenó de besos.

-Hola princesita…

Mientras Rin preparaba la cena, Sakura comenzó a llorar, Sesshoumaru trató de calmarla, pero no pudo. Terminó haciendo la cena mientras Rin la calmaba. Después de la cena, Rin le dio la cena a Sakura. Sesshoumaru se acercó mientras la dormía.

-Qué es eso rojo?

-Qué cosa?

-Eso en la cara, Sakura tiene…

-Es piel irritada. Sí… tiene la piel muy sensible… pero con la crema, se le quita para mañana…

-Y es normal?

-Sí, siempre le pasa, el doctor me recomendó la crema.

-Y qué se la causa?

-No sabemos… creí que era tu perfume, pero le hicimos pruebas y no.

-Mío?

-De lo que sí estoy segura es que le sale después de que está contigo.

Sesshoumaru se quedó pensativo. Se acercó a la niña y rozó su brazo con su rostro. A los pocos minutos, su bracito estaba rojo e irritado, la niña comenzó a llorar nuevamente.

Más tarde, Rin entró en su habitación, luego de haber dormido a los niños. Sesshoumaru salió del baño pasándose una toalla por el rostro.

-Sessh!

Se había quitado toda la barba y como 10 años de encima. Rin estaba entre sorprendida y sonriendo. Tomó su rostro entre sus manos y besó sus labios con ternura.

-Te ves genial…

-Eso crees?

-Eso veo.

Sesshoumaru sonrió. Rin apagó las luces.

-Te tengo buenas noticias, mi amor…

-Sí, cuáles?

-Sakura ya tiene 2 meses…

-Lo sé…

-Y fui al médico hoy.

-También lo sé…

-También fui con mí médico. Y me dijo que puedo volver a mi vida normal…

-Y qué es tu vida normal?

Rin acarició la entrepierna de Sesshoumaru haciendo que se encorvara un poco.

-Rin, onegai. No juegues así…

-Si no puedo hacer el amor con mi esposo, con quién lo haré?

-Pero tú no puedes…

-Ya sí. El doctor me dijo que ya no hay problemas…

Sesshoumaru sonrió.

-Y… tienes algo en mente?

Rin lo haló por el cuello haciéndolo quedar sobre ella.

-Quiero que mi vejete me haga el amor…

Sesshoumaru estalló en risas.

-Con que soy un vejete ah?

-Pero un vejete sexy.

Sesshoumaru volvió a reír.

-Pero primero me daré un rico baño.

-Oh, no! No lo harás!

Sesshoumaru no la dejó levantarse y comenzó a besarla. Cuando bajó a su cuello, Rin se aferró a su cuello.

-Ah! Mi amor!

Sesshoumaru sonrió.

-Quiero verte.

-No…

-Rin…

-No, mi amor, onegai… no vas a quererme si me ves…

-Pero Rin…

-Sessh, onegai. Estoy muy fea…

Sesshoumaru le abrió la yukata. Rin se tapó el rostro.

-No!

Sesshoumaru la besó con dulzura mientras acariciaba su vientre.

-Eres hermosa…

La besó en el espacio entre su pecho.

-Te amo…


N/A: Por fin salí de los examenes! waaaa! trataré de publicar del que falta, pero no prometo nada.

espero que les haya gustado el cap.

Besitos,

Lo que queda de Mizuho

byebye!