Capítulo 23

El Poder de Nuestro Amor

Katsumi sentía todo su cuerpo temblar como hoja al viento mientras veía a Aneko acercarse a él, acompañada por Inuyasha. Al llegar al altar, Inuyasha la besó en la mejilla, pero ella se salió del protocolo al abrazarlo.

-Te amo, papi…

-Y yo a ti, princesa…

-Ehem! Quién entrega a esta mujer a éste hombre?

-Yo lo hago…

Inuyasha se sentó junto a Kagome y apretó su mano mientras veía a su pequeña casarse. Katsumi había escrito sus propios votos, los recitó viéndola a los ojos y llegó un momento donde las lágrimas apagaron su voz. Cuando el sacerdote los declaró marido y mujer, se besaron apasionadamente y luego Katsumi la cargó.

-Te amo!

La recepción era en el salón de un lujoso hotel, donde Katsumi y Aneko bailaron muchas piezas. Mientras bailaban, Katsumi se detuvo.

-Qué pasa?

-Mi papá? Tienes algo que ver en esto?

-Kami, no! Katsumi, ni loca!

Katsumi la besó en la mejilla.

-Ya vengo…

Fue hasta la puerta del salón.

-Shinji…

-Hijo, no me llames así…

-Ahora soy tu hijo? Pero no mientras engañabas a mi mamá, no mientras necesité dinero para estudiar… Hazte el favor de largarte y no arruinarme la noche.

-Katsumi…

-Mi madre está aquí. Respétala y lárgate.

El hombre se marchó sin poder decir una palabra más. Katsumi volvió a entrar, Inuyasha lo vio preocupado cuando se tomó todo el contenido de un vaso de whisky. En lugar de buscar a Aneko, salió por otra puerta, camino a un balcón.

-Papá…

-Ve…

Aneko lo siguió. Al verlo en el balcón, puso una mano sobre su hombro.

-Katsumi…

-Aneko…

Katsumi la abrazó con fuerza.

-Cálmate, mi amor…

-Lo odio, Aneko… lo odio tanto!

-No, Katsumi, te vas a hacer daño tú. Katsumi, mi amor…

Tohru se acercó a ellos.

-Katsumi no niichan, tu mamá está llorando…

-Dónde está!

Aneko lo siguió, fuera del salón, la madre de Katsumi enfrentaba a Shinji.

-Maki…

-Tú nunca has sido un padre para él, pero ahora que es un hombre sí? Sé tú un hombre y reconoce…

-Mamá!

Maki se detuvo y vio a su hijo.

-Mamá, no vale la pena… no lo vale…

Katsumi se acercó a su madre, Aneko la apartó lejos de ellos.

-Katsumi, hijo…

-NO SOY TU HIJO!

-Pero…

Varios agentes de seguridad del hotel se acercaron a ellos.

-Pasa algo señor?

-Sí. Éste señor no está invitado y no deseo que permanezca dentro del salón que reservé.

-Acompáñenos, señor…

Katsumi se acercó a su madre.

-Mamá…

Maki acarició el rostro de su hijo.

-Lo siento, tanto, hijo…

-Tú no tienes la culpa de nada, mami…

Katsumi la besó en la frente.

-Aún no he bailado con mi madre. Me vas a negar el privilegio en mi día de bodas?

…………………………………………………

Katsumi cruzó el umbral de la habitación de hotel con Aneko en brazos. Se besaban apasionadamente.

-Aneko, mi amor…

-Katsumi…

Aneko pensó que no habría magia y hasta había llegado a arrepentirse de haberse entregado antes a él. Sin embargo, Katsumi se encargó que de esa noche fuera una de nunca olvidar.

-Ven… hay más…

-Katsumi, qué haces?

Katsumi la tomó de las manos y la guió como si bailara.

-Me concedería esta pieza, señora Hachi?

-Tal vez mi esposo se ponga celoso…

-No creo que eso suceda…

Sonrieron y bailaron, Aneko se apoyó de su pecho y se fue perdiendo en los latidos de su corazón.

-Katsumi…

-Hm?

-Quiero quitarme este vestido…

Katsumi rió y la besó con ternura.

-Sus deseos son órdenes, señora mía…

Entre tiernas y traviesas caricias, Katsumi la ayudó a remover el atavío. Contempló su cuerpo desnudo.

-Mi novia era fea… pero mi esposa es hermosa…

Aneko rió.

-Eres tan romántico como un zapato viejo.

-Y debo oler como uno, me acompañas a darme baño, pequeña?

Aneko asintió, ya estaban en la tina, Katsumi acariciaba su cuerpo y la besaba haciéndola suspirar de placer.

-Casi no lo puedo creer… tu esposa…

Katsumi rió y la besó apasionadamente.

-Mi esposa…

La llevó a la cama y se colocó entre sus piernas.

-Eres hermosa, mi amor…

-Te amo, Katsumi…

-Te amo, Aneko…

Katsumi la besó y sonrió cuando ella apresó su labio inferior con sus dientes, al momento en que la penetró. Sus miradas se encontraron y sonrieron. Katsumi le hizo el amor con todo su cuerpo, la fricción era increíble y les enviaba a ambos como choques eléctricos llenos de placer. El cuerpo contorneado y musculoso de Katsumi, se movía sobre la figura de Aneko, parecía una escena, un baile ensayado a la perfección. Se dejaron arrastrar por el placer que invadía sus cuerpos.

El sol en su renacer teñía el cielo de rojo y naranja, Katsumi permanecía acostado de lado, acariciaba la piel de su esposa y sonreía mientras la hacía responder entre su aletargamiento a las suaves caricias de sus dedos.

-Katsumi…

Katsumi sonrió al escucharla hablar dormida.

-Katsumi, deja de hacer eso…

Aneko abrió los ojos, Katsumi rió a carcajadas y la besó.

-Katsumi, mi amor, vamos a dormir… tengo mucho sueño…

-Yo no quiero dormir…

Aneko lo besó y se pegó a su pecho.

-Katsumi, mi amor… tengo sueño!

-Descansa, mi amor…

Katsumi la vio dormida entre sus brazos y decidió descansar. Ya tendría mucho tiempo para verla dormir.

………………………………

Rin despertó al escuchar el llanto de su pequeña, Sesshoumaru la besó en la mejilla.

-Yo voy…

Rin sonrió y se quedó acostada, Sesshoumaru se levantó y se acercó a la cunita.

-Hola, mi princesita… hola, mi amor… qué te pasa mi amor?

Sesshoumaru le revisó el pañal y se lo cambió, la pequeña se pegó de su pecho. Sesshoumaru sonrió y se la llevó a la cama.

-Sólo querías estar con papi, verdad? Si, ya mami te tuvo mucho tiempo para ella sola. Ahora te toca con papi…

Sesshoumaru la besó en la cabeza, Rin sonrió al verlo.

-Siempre supe que serías un papá excepcional…

-Cómo voy?

-Tenemos 4 hijos que dicen que vas de maravillas…

Rin lo besó y se acomodó a su lado. Sesshoumaru cerró los ojos e inspiró a toda la capacidad de su pecho con una sonrisa dibujada en su rostro.

-Muchos dirían que éste es el final… para mí es el comienzo perfecto…

…………………………………………

En la tarde, Katsumi y Aneko pasaron por la casa de Inuyasha.

-Aneko, ya eres esposa?

Aneko sonrió y acarició la cabeza de Tohru.

-Sí, Tohru, ya soy la esposa de Katsumi…

-Pero todavía me quieres?

-Claro que te quiero, enano.

Aneko lo besó en la cabeza. Amaya la abrazó con los ojos llenos de lágrimas. Aneko sonrió y la abrazó.

-Nee-chan…

-Amaya… Amaya, sigo siendo tu hermana…

Amaya corrió al regazo de su madre.

-Mama!

Kagome la abrazó sonriendo. Aneko la abrazó.

-Te quiero mucho, mamá…

-Yo también, mi amor…

Kagome le hizo señas para que fuera con Inuyasha que estaba de espaldas y con los brazos cruzados. Aneko sonrió y lo tomó de sorpresa con un abrazo.

-Te amo papi…

-Hija!

Inuyasha la apretó en su abrazo y la besó en la cabeza. Se separaron y ambos sonrieron al ver al otro con lágrimas en los ojos.

-Ya mi bebé es toda una mujer…

-Te prometo que haré que siempre estés orgulloso de mí…

-Ya lo estoy, mi princesita… estoy orgulloso de ti desde el día en que naciste.

Inuyasha se despidió de su "pequeña" con un beso en la frente. Al salir, fueron a la casa de la madre de Katsumi. Maki los recibió con los brazos abiertos y los llenó de besos. Luego, la nueva pareja se dirigió al aeropuerto, con rumbo al caribe donde disfrutarían de su luna de miel.

…………………………………

Inuyasha jugaba con Amaya y Tohru, Kagome se acercó y se sentó a su lado en el piso, Tohru la abrazó riendo.

-Mami!

Kagome rió y se echó de espaldas con el pequeño abrazado, ambos reían, cuando se volvió a sentar, Inuyasha le sonrió.

-Qué quieres de cena, mi amor?

-Hm… tengo ganas de comer tacos.

-Mami, papi se va a comer tus zapatos!

Kagome e Inuyasha rieron a carcajadas.

-No, mi amor, es una comida mexicana… hm! Yo quiero fajita…

-Y tiene nombre de ropa?

Kagome besó a su hijo en la mejilla y lo abrazó.

-Vamos a comer tacos, para que los conozcas.

-Oye… y tenemos tanto tiempo que no comemos tacos?

-No tanto, es que Tohru era muy pequeño y después… pues enfermé cuando tenía 3 años…sí, como 3 años tenemos…

-Pues vamos a comer tacos!

…………………………………

Sesshoumaru y Rin estaban en una pizzería. Los niños jugaban en el área de juegos y Rin y Sesshoumaru esperaban adentro con Aiko. La pequeña reía con las caras que Sesshoumaru le hacía. Una joven se acercó.

-Buenas noches, señor, puedo tomar su orden?

-Sí, er… dos?

-Sí, dos…

-Dos pizzas grandes… no… eso es mucho… una pizza grande mitad salchicha italiana, mitad anchoas. Una jarra de refresco, 4 vasos y una cerveza. Me faltó algo?

-No…

La mesera repitió la orden, Sesshoumaru asintió.

-Puedo decirle algo señor?

-Sí?

-Su nieta es bellísima…

Sesshoumaru y Rin cruzaron miradas y rieron a carcajadas.

-Es mi hija…

-Perdón, señor, lo siento mucho…

-No importa… y sí, es verdad, mi bebé es bella como su mami.

La muchacha se marchó apenada y después de entregar la orden los vio besarse desde el counter, entonces supo que ella era su esposa. Cuando llegó la pizza, Daisuke, Sakura y Ryu fueron al baño y se lavaron las manos y volvieron a la mesa.

-Hay salchicha italiana y anchoas, cuál quieren?

-Salchicha…

-Salchicha…

-Chalchicha…

Ryu se sonrojó al notar que lo había dicho mal. Rin y Sesshoumaru ya habían discutido el tema acerca de llevarlo a un especialista. Daisuke y Sakura se comenzaron a burlar de él.

-No ze dían de mí!

En su afán por llegar junto a Rin, Ryu se dio un golpe en la cabeza.

-Mama!

-Kami, Ryu!

Rin se puso de pie y lo buscó. El pequeño la abrazó con fuerza.

-Mama!

-Cálmate mi amor…

Rin lo sentó a su lado y le dio su pedazo de pizza.

-Vamos, mi amor, cómete tu pizza y olvídate de ellos.

Daisuke y Sakura se siguieron riendo hasta que Rin los vio de manera amenazante, quisieron buscar apoyo en Sesshoumaru, pero no lo encontraron. Al terminar la cena, camino a la casa, Sesshoumaru se detuvo en una heladería. Los niños celebraron.

-Sí! Helado!

-De qué lo quieres, preciosa?

-El mismo de siempre.

-Está bien. Ryu, ven.

Daisuke y Sakura también se iban a bajar del auto.

-Dije Ryu, ustedes dos se quedan ahí.

Al llegar a la casa, Sesshoumaru los mandó a sus habitaciones. Rin acostó a Aiko y bajó a comerse el helado que Sesshoumaru le había servido. Ryu comía helado junto con ellos. Pero se quedó viendo su taza de helado.

-Mami…

-Dime, mi amor…

-Ya no quiedo…

-Por qué? Estás lleno?

-No… no ez divedtido…

-Ryu, mi amor…

-Deja que Dai y Zakuda coman también…

-No. Ellos saben que lo hicieron mal y están castigados.

-Pedo papi, ez mi cudpa podque no zé habdad…

-Ryu, están castigados. Y no es tu culpa. Ellos saben que está mal burlarse.

Ryu dejó su tazón con helado sobre la mesa, besó a Rin en la mejilla y subió las escaleras. Sesshoumaru vio su helado y de pronto perdió las ganas.

-Rin…

-Sí?

-Fui muy duro con ellos?

-Tú sabrás hasta dónde puedes ser severo. Tú tuviste el mismo problema que Ryu…

-Es frustrante intentarlo una y otra vez y las palabras no te salen bien… tienes miedo a hablar porque no quieres que se burlen de ti…

-Entonces no lo creo, Sesshoumaru. Ellos conocen las reglas del juego. Y sabían que lo que hacían estaba mal.

-Los niños pueden ser muy crueles. Ya tampoco quiero…

Rin recogió los 3 tazones y los guardó en el refrigerador.

-Vas a hablar con ellos?

-No, con Ryu…

Rin subió a la habitación de Daisuke, los dos estaban allí. Haló una silla y se sentó frente a ellos. Ninguno habló.

-Y bien?

-Lo siento mami…

-Lo siento…

-Y creen que diciéndomelo a mí van a hacer algo? Daisuke, tienes 12 años, dime qué es lo que pretendes? Sakura tú tampoco eres una bebé…

-Yo tengo 5…

-Y tu hermanito tiene 3, y los dos actuaron mal! Es cierto que es gracioso a veces, pero no para burlarse de él cuando él mismo se da cuenta de que está hablando mal. Ryu es un bebé… y tiene problemas… y esos mismos problemas los tuvo Sesshoumaru, es por eso que no lo van a ver reírse de sus payasadas.

Rin se puso de pie.

-Sakura, vete a tu cama. Daisuke, es hora de dormir.

-Pero mami…

-Dije que es hora de dormir y van a dormir. Si querían una mamá mandona, se la ganaron.

Cuando Daisuke estuvo listo, Rin apagó la luz y salió de la habitación. Daisuke se quedó con la boca abierta al ver que no le dio ni las buenas noches. Rin fue a la habitación de Sakura e hizo lo mismo, al salir, Sakura se sentó en la cama. Fue a la habitación de Ryu, ya Sesshoumaru iba saliendo. Rin le acomodó las sábanas y se sentó a su lado.

-Pod qué mama eztá tdizte?

-Necesito que mi bebé me de un abrazo.

Ryu la abrazó con fuerza y le dio muchos besitos. Rin sonrió.

-Ya eztáz feliz…

-Dulces sueños, mi amor…

Rin lo besó en la frente y lo acomodó en la cama.

-Te quiero mucho, mami…

-Yo también te quiero mucho, mi amor…

Rin salió de la habitación, bajó las escaleras. Sesshoumaru estaba sentado frente al televisor apagado, ella se acomodó a su lado.

-Tengo frío…

Sesshoumaru abrió los brazos y ella se acomodó en su regazo. Él comenzó a acariciar su cabeza y jugar con su cabello.

-Me estoy haciendo viejo, preciosa…

-De dónde sacas eso?

-Me siento mal por haberlos castigado.

Rin sonrió.

-Yo también… pero no podemos dejársela pasar, no ésta…

-El lunes a primera hora lo llevo con un especialista.

-Yo creo que aún son cosas de su edad… pero llévalo… lo último que quiero es que se acompleje…

Sesshoumaru la abrazó y la besó en la frente.

-Cómo puede ser que el castigo de ellos se convierta en el mío?

-Cómo así, preciosa?

-Necesito a mis hijos…

Daisuke y Sakura salieron de su escondite.

-Mami…

-Qué hacen aquí abajo? Váyanse a sus camas ahora mismo.

-Mami, perdón… no lo volvemos a hacer…

-Onegai, mama…

Rin vio a Sesshoumaru, él le asintió. Ella abrió sus brazos y los recibió, Daisuke la abrazó con fuerza.

-Te quiero, mami…

-Te quiero, mi amor.

Rin lo besó. Cuando Daisuke se apartó, abrazó a Sakura que tenía la punta de la nariz roja. La pequeña se refugió en su pecho, llorando calladamente.

-No llores, mi amor…

-Yo creía que ya mami no me quería más…

Rin la llenó de besos y la abrazó con fuerza.

-Claro que te quiero, mi amor. A los dos…

Después de acostarlos, se fueron a su habitación, Rin vio a Aiko en la cunita.

-Está lista, mi amor…

-Lista?

-Sí, mañana se va a su habitación.

-Como mi reina lo ordene.

Sesshoumaru la abrazó y la besó con ternura.

-Te amo, preciosa…

…………………………………

Aneko despertó y sonrió, sentía a Katsumi dormido tras ella. Se dio vueltas y lo vio despierto.

-Hola, mi amor…

-Hola, pequeña…

Aneko se acomodó sobre él y lo besó.

-Feliz cumpleaños, mi amor…

Katsumi sonrió.

-Gracias, pequeña…

Sin decir una palabra la vio tomar la iniciativa, comenzó a acariciar su pecho y lo besaba apasionadamente mientras con sus caderas se movía y lo rozaba.

-No comiences lo que no puedas terminar…

-Katsumi, mi amor…

-Sí?

-Shhh…

Katsumi sonrió. Aneko le hizo el amor moviéndose enérgicamente sobre él. Sentía que su cuerpo estaba al límite.

-Mi amor… no puedo seguir…

Katsumi la tomó por las caderas y continuó moviéndose mientras disfrutaba de ver el rostro de su esposa lleno de placer. Aneko arqueó su espalda y dejó escapar un grito lleno de placer para luego colapsar sobre el pecho de su esposo a la vez que él la apretaba y su cuerpo se tensaba.

Minutos después, Aneko acarició su pecho. Katusmi abrió los ojos y la apretó en su abrazo.

-Pequeña…

-Katusmi… anoche soñé que teníamos un bebé…

Katsumi sonrió.

-Y cómo era ese bebé?

-Era niña… tenía tus ojos y tu sonrisa.

Aneko apoyó su barbilla de su pecho.

-Yo quiero tener un bebé, mi amor…

Katsumi acarició su rostro y la besó con ternura.

-Pero ahora no puedes.

-Katsumi…

-Pequeña, es muy riesgoso que intentes embarazarte antes de que se cumpla el año. Yo no quiero que le pase nada malo a mi princesa.

Aneko se recostó de su pecho.

-No quiero esperar tanto…

……………………………………………

PRÓXIMO CAPÍTULO

EL GRAN FINAL DE

VUELVE A MI

No se lo pierdan, habrá mas de una sorpresa.

Besos

Mizuho