Bueno, que puedo decir?. Perdón a quienes leían este fic, sé que me he demorado bastante en actualizar (lo siento mucho realmente u.u), pero bueno aquí está la culminación!

Gracias a TODOS quienes me han dejado sus reviews, de veras se los agradezco muchísimo.

Respecto a Meu Anjo, déjenme decirles que estoy preparando el capitulo para muy pronto :)

En fin, no tengo más para decirles, pero acabaré con todos los fics que he dejado inconclusos ya que planeo tomarme unas vacaciones de tiempo indeterminado en cuanto a escribir se refiere…

Cuídense mucho y… ¡Hasta siempre!

Sumi chan.

Pd: Aguante Argentina:D


Cerezos en flor: AU

(Ultimo capitulo!)

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Kasumi: Misty

Satoshi: Ash

Hiroshi: Richie

Takeshi: Brock

Nanako: Casey

Hanako: Sra Ketchum

Sakura: Daisy

Capitulo 03

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Kasumi se recostó contra el árbol cerrando los ojos. La primavera había llegado otra vez, y ella podía sentirla flotando en el aire. Aquel dulce perfume a cerezos en flor, el canto de los pájaros…

Otra primavera en la que se encontraba sola.

Observó su pequeño zapato sobresaliendo del ruedo de su vestido de tul. Bien, había sido su decisión romper el compromiso con aquel sujeto. A pesar de las suplicas del hombre y de las de su padre, se había mantenido imperturbable en su sentencia. Ese sujeto le había mentido, le había hecho creer lo que no era y encima se había tomado ciertas libertades con ella. Sacudió el pie con desden y la falda se levantó enseñando su delicado tobillo. Desde el principio, él quiso romper el compromiso y una vez que lo hubo logrado, Kasumi no vio alivio en esos ojos color almendra… al contrario. ¿Estaba asustado?. Otro golpe de su pie y el vestido voló hacia arriba vehementemente. Se levantó.

- ¡Kasumi querida!- exclamó una voz de hombre en medio del jardín.

Ella se giró – ¡Takeshi!-

El nombrado se le acercó, y tras hacerle una sutil reverencia, le besó la mano con aire divertido –Un placer verla, su gracia-

- Igualmente para mi, milord- ella rió haciendo uso exagerado del protocolo. Luego lo abrazó con fuerza –Hacia mucho tiempo que no venias a verme-

- Lo siento Sumi, he estado algo ocupado-

- ¿Buscando alguna dama para cortejar?- le hizo una mueca divertida.

- No- meneó la cabeza con pesar –Consolando a un amigo cuya prometida acaba de dejarlo…-

Kasumi se cubrió los labios y reprimió una risita.

- ¿Crees que estoy bromeando?-

- Que otra cosa sino-

- Pues deberías tomarlo con mayor seriedad, es algo que te concierne a ti también-

- ¿A mí?- preguntó señalándose

- Lady Kasumi Yawa acaba de terminar su compromiso con Lord Satoshi Sekai-

Ella se puso seria –Ese señor no quería casarse conmigo-

- ¿Estas segura?-

- Hizo meritos suficientes para que pensara eso-

- Pero Sumi…-

La joven enredó un mechón de largo cabello rojo entre sus dedos –No sabía que ese señor era tu amigo…-

- Tampoco sabía que estabas comprometida con él, me tomó de sorpresa-

- Fue una decisión que mi padre tomó de la noche a la mañana y sin siquiera consultarme…-

- Dime Sumi ¿Por qué lo odias tanto?-

- ¿Odiarlo?- un rosado intenso cubrió las mejillas de la joven –El odio es un sentimiento, y por ese señor no siento absolutamente nada-

Takeshi alzó una ceja.

- ¿Vamos a seguir malgastando nuestro preciado tiempo hablando de él?-

- No claro que no, de hecho venía a hacerte una invitación- el muchacho añadió rápidamente, una arruga marcada en su entrecejo.

- ¿Me llevarás de pesca?- preguntó ella riendo.

- ¿Y arriesgar mi pellejo a que tu padre me mate?. Todavía recuerdo lo que sucedió la ultima vez que fuimos al río… me valió a estar dos meses ayudando a Hiroshi en el establo…-

Kasumi siguió riendo – ¡Mi vestido estaba mojado y lleno de lodo!. ¡Perdí mis zapatos y tenía barro en el cabello!. Papá se había hecho ideas muy curiosas respecto a lo que había sucedido entre nosotros allá en el dique…-

- Lo recuerdo muy bien, milady… pero por suerte, mi padre comprendió que se trataba de una travesura de niños y no del honor manchado de una jovencita a la que debía desposar inmediatamente…-

- Fue una confusión extremadamente divertida-

- A mi no me pareció divertido en absoluto –refunfuñó fingiendo enojo- Su caída en el barro me valió a estar castigado por dos meses levantando estiércol de caballos…-

Kasumi se rió haciendo que sus mejillas se colorearan todavía más.

- Ahora que se ha divertido bastante a costa mía, milady ¿podríamos volver a nuestro anterior tema de conversación?-

- Por supuesto, decías algo de que tenías una invitación que hacerme-

- Si, si…- otra vez la arruga se marcó en su frente -¿Quieres acompañarme a una boda?-

Los ojos claros de la muchacha resplandecieron de entusiasmo -¡Oh si!- unió sus manos –¡Me encantaría!. ¿Es de alguien que yo conozco?-

- ¡No!- declaró con rapidez- Es… es de un amigo al que hacia mucho tiempo no veía… va desposarse con una dama de sociedad y… y como no conozco demasiado a su entorno pues…- sonrió débilmente- ¿Vienes?-

- ¡Claro!- asintió -¿Cuándo es?-

- Ahora mismo-

Aquello la tomó de sorpresa, pero reponiéndose rápidamente, agregó con una gran sonrisa - Bueno, vamos- tomó el elaborado sombrero que había dejado en el césped y procedió a anudarse los lazos azules bajo la barbilla.

- Espera… ¿piensas ir vestida de ese modo?-

- ¿Tiene algo de malo mi vestido?- Kasumi preguntó mirándose, intentando encontrar algún defecto en su elegante falda de tul celeste, y en su inmaculada blusa a tono. Se volvió a él con interrogación.

- Yo preferiría algo más… festivo. ¿Por qué no subes a cambiarte?. Quizás Nanako encuentre algo mas apropiado para una boda…-

- Pero…- su confusión era evidente -¿No se nos hará tarde?-

- Descuida…- Takeshi sonrió con nerviosismo –La ceremonia no empezará hasta que lleguemos. Ahora, ve a ponerte bonita y hazme sentir orgulloso-

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Takeshi observó su reloj por segunda vez. Llevaban ya mucho retraso y esperaba que tanta tardanza valiera la pena. Se paseó nervioso por el corredor con las manos tras la espalda rogando que esa muchachita se diera prisa o allí ocurriría una desgracia…

- Estoy lista…-

Se volvió al oír la voz tímida en lo alto de la escalera. La espera bien que valía el espectáculo frente a sus ojos. Un hermoso ángel descendía los peldaños, levantando apenas el ruedo del etéreo vestido que llevaba puesto.

Él sonrió con satisfacción –Se ve usted hermosa, milady –le ofreció el brazo – Me siento extremadamente honrado de ser su acompañante-

- ¿No crees que es demasiado extravagante?- preguntó ella con ansiedad estrujando nerviosa la tela del vestido, mirándose apenada a si misma –Voy a opacar a la novia…-

- ¡Lo dudo!-

Nanako entrelazó los dedos detrás de ella, parecía muy emocionada y al borde de las lágrimas –Se ve muy hermosa, lady Kasumi…-

- Me siento extraña…- sacudió la cabeza moviendo los bucles que elegantemente caían de su peinado –Nunca antes había usado un vestido de mi madre…-

- Siempre hay una primera vez- Takeshi le sonrió -¿Nos vamos?-

Ella se volvió a mirar a su doncella y esta le sonrió con ternura –Se supone que debería de avisar a mi padre, pero no donde se ha metido todo el mundo….-

- Descuida, Nanako lo hará por ti en cuanto vuelvan ¿cierto querida?-

- Si, milord-

Kasumi volvió a aferrase del brazo que él le ofrecía y con su mano libre recogió el borde de la falda. Salieron.

- - - -

Kasumi observó el paisaje a través de la ventana del carruaje.

- ¿Es lejos?- preguntó.

- Es bastante alejado en efecto –Takeshi miró el reloj y reprimió un suspiro –Es muy tarde…-

- Lo siento, Nanako estaba empecinada en arreglarme con mucho esmero. Parecía muy emocionada-

- Pobrecilla-

Kasumi notó que el carruaje doblaba bruscamente y que el camino liso y transitado se convertía en una senda llena de rocas y pozos. Se aferró del asiento para recuperar el equilibrio.

- Tengo entendido que es una capilla del siglo XVI y pertenecía a los antepasados del novio. Como verás tiene mucha importancia para la familia; por otro lado, es el edificio antiguo más bello que he visto en mi vida. Te va a agradar-

Ella asintió. Rebosaba de ansiedad y entusiasmo. En ese momento, el carruaje se detuvo abruptamente -¿Ya llegamos?-

- Así parece- Takeshi se inclinó hacia delante observándola –Tu peinado se ha corrido-

- ¿Huh?- Kasumi llevó las manos hasta el prolijo rodete en el centro de su cabeza -¿Dónde?-

- Aquí, déjame ayudarte-

Los dedos de él se movieron entre su cabello con rapidez quitándole las horquillas que lo sujetaban, y al segundo siguiente, este caía en una deliciosa cascada de ondas y rizos que le cubrieron media espalda.

- Oh…- ella murmuró consternada -¿Qué has hecho?-

- ¿No te quejabas hace un rato de que ibas a opacar a la novia?. Bueno, así te ves más… normal…-

- ¡Pero mi cabello…!- se tocó los bucles desordenados con frustración –Necesito arreglarlos-

- ¡No!- él sonrió –Te ves bien… Además, hay quien te prefiere así…-

- ¿Qué?-

- Milord ya llegamos- una tercera voz se oyó y la puerta se abrió mostrando a un joven de traje. La pregunta de Kasumi quedó momentáneamente en el aire.

Ambos descendieron, y ella contempló admirada el exquisito paisaje que los rodeaba. El joven se había quedado corto al describir el lugar.

- Escucha…- Takeshi le dijo apenas se encontraron frente al hermoso edifico –Yo debo arreglar un pequeño asunto antes… ¿Por qué no das un paseo por el jardín hasta que esto se solucione?-

Ella lo miró con desconfianza. Soplaba el viento y su cabello se desparramaba en todas las direcciones como una bandera roja.

- ¿Qué clase de asunto?-

- Soy el padrino de la boda, así que debo encontrar a la madrina para pedirle instrucciones ¿me esperas en el jardín?. Serán solo unos pocos minutos-

- Está bien- recogió el vestido y rompió a caminar hacia la derecha.

- ¡Kasumi!-

Ella se dio vuelta.

- Si hay algo que llegue a molestarte o a incomodarte -cualquier cosa- no tienes más que decírmelo y te sacaré inmediatamente de aquí-

- Está bien…- respondió con perplejidad y siguió andando.

- - - -

Satoshi observó su reloj con tristeza. Cuatro horas habían transcurrido ya, era obvio que el plan no había dado resultado, y Takeshi no había logrado convencerla.

Reprimió un melancólico suspiro y bajó los hombros en decepción. Quizás se había confiado demasiado en su plan saldría a la perfección…

Oyó débiles pisadas detrás y se volvió. Allí estaba ella. Su cabello llameando bajo el hermoso sol del atardecer.

La joven se detuvo también al reconocerlo. Su alegre y despreocupada expresión cambió a un gesto de completo fastidio, y dio media vuelta emprendiendo el regreso. Satoshi la siguió rápidamente dándole alcance cuando estaba al frente de la capilla. La tomó del brazo.

- Espera, espera…-

Ella se sacudió -¡Suélteme!-

- Por favor…- la rodeó de los hombros con cuidado –Por favor… escúchame…-

- No quiero oír nada de lo que pueda decirme- siguió debatiéndose frenéticamente, pero estaba perdiendo la batalla y lo sabía -¡Este fue un plan urdido por usted en compañía de quien solía ser mi mejor amigo!-

- Takeshi solo quería ayudar- susurró al ver que la joven se detenía y lo miraba con ojos brillantes –Necesitaba algún modo de atraer tu atención…-

- ¿Y porque no se presentó en mi casa haciéndose pasar por un extraño como hizo aquella primera vez?-

Él hizo una mueca de dolor ante sus palabras.

- Por favor ¿puedes quedarte aquí y escuchar lo que tengo para decirte?- preguntó en voz baja mermando la fuerza con que la tenía sujeta.

Ella asintió mansamente quedándose muy quieta. Satoshi aprovechó para soltarla, y al hallarse libre, Kasumi lo golpeó furiosamente en la cara antes de echar a correr. Sin embargo, le dio alcance rápido, pues a pesar de su furia, ella no hizo intento para agilizar sus pasos. Como si fuera premeditado y esperaba que la atrapara fácilmente.

- No me obligues a retenerte- Satoshi murmuró mirándola apenado. Tomándole los hombros con las manos.

- ¡Yo no lo obligo a nada, embustero despreciable!- las verdes pupilas relampaguearon sosteniéndole valientemente la mirada.

- Tengo una importante razón para que hoy estés aquí…-

- ¿Una boda ficticia?- lo interrumpió riendo con sarcasmo –Es obvio que nunca existió tal evento, me engañaron-

Satoshi carraspeó nervioso. Ella había dejado la lucha física, pero parecía dispuesta a enfrentarlo con toda la tormentosa potencia de sus ojos verdes.

- Yo tengo esperanza de que si habrá boda…- dijo suavemente –Si tú aceptas-

- ¡Maldito sea!- le gritó- ¿Por quien me toma?. ¿Se cree que puede disponer de mí a su antojo?. ¡Usted planeó romper el compromiso y lo logró…!-

- ¡No sabía que eras tú!. No lo sabía… -habló con suavidad- De lo único de lo que soy culpable es de haberme enamorado de ti esa noche que te encontré en el castillo, y de buscar una rápida forma de romper el compromiso para casarme contigo…-

- ¡Miente!-

Al ver que ella no se resistía, tomó su barbilla con una mano –Desde ese momento supe que ya no podría vivir lejos de ti. Y no me importaba que fueras una sirvienta, yo te quería para mí-

Kasumi sacudió la cabeza. Sus ojos se suavizaron -¿Por qué me hace esto?-

- Imagina la dicha que sentí, al enterarme que eras tú, mi doncella de los cabellos de fuego, mi flamante prometida. Le di las gracias a Dios de que ninguno de mis estupidos impulsos hubiera quebrado la boda. Y luego tú se lo prometiste a mamá…- sin darse cuenta sus dedos ascendieron por su mejilla –Pero debía explicarte todo Kasumi… solo que no me dejaste. Ahí fue cuando me desesperé…- los párpados de la joven se cerraron disfrutando de la caricia en su rostro –Creí que te había perdido-

- ¿Por qué no me dijo la verdad aquella primera vez?- preguntó ella con suavidad.

Satoshi sonrió –Tampoco me dijiste la verdad respecto a tu identidad. Me dejaste que creyera que eras una sirvienta-

- Era difícil que disipara esa duda, mi señor, cuando estaba apuntándome con algo filoso en la espalda-

Él rió mas alejado. Inconscientemente su rostro se acercó milímetros al suyo.

- Dentro de la iglesia nos espera un vicario, si aceptas entrar conmigo te prometo que haré lo imposible por hacerte feliz…-

- Oh Satoshi…- susurró Kasumi mirándolo firmemente sin el menor rastro de ira en sus hermosas pupilas. Sus labios se entreabrieron anhelantes, y el joven captó ese mensaje silencioso uniendo su boca a la de ella. Y él sonrió ante esa cándida inexperiencia que revelaba una actitud hambrienta por aprender.

Sus labios se suavizaron bajo su contacto y ambos se perdieron momentáneamente en ese grato lapso de sensualidad.

- Y además…-murmuró Satoshi una vez que se hubieran separado en tanto besaba su frente y ella apoyaba las manos en su pecho –Debemos hacer algo respecto a esta situación en particular…-

- ¿Está echándome a la cara mi falta de experiencia, milord?-

- Al contrario…-deslizó los labios por su mejilla hasta su oído –Adoro su forma de ser milady, y no tiene idea de lo enloquecedoramente hermosa que se ve en este momento. Me sentiré muy honrado de ser su único maestro en la materia…-

Kasumi se sonrojó atrozmente y escondió el rostro en su chaqueta.

- ¿Entrarás conmigo?- él le acarició la espalda, deslizando los dedos por las ondas de su cabello.

- Quisiera avisarle a mi familia, me gustaría que ellos…-

- Ya están aquí; tu familia y la mía-

- ¿Cómo?-

- Lo había planeado de antemano- rozó su boca por segunda vez, extendiendo ahora un poco más el instante. Los suaves dedos de Kasumi le tocaron la mejilla -¿Entrarás conmigo ahora?-

Ella bajó la vista apenada, se recostó contra su pecho. Primero movió afirmativamente la cabeza, luego susurró.

- Sí-

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