Disclaimer: los personajes no son de mi propiedad, solo mis alocadas ideas.

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2010, Liberty City.

Restaurante Sum Yung Gai.

Era otro día de trabajo mientras el sol se deslizaba suavemente entre las nubes y la joven chica y empleada de origen chino, Mulan estaba mirando por las ventanas del mencionado restaurante, viendo por la ventana, coches de todos los tamaños merodear o alejarse a toda velocidad por la gran zona.

La joven era muy buena mirando y analizando a las personas que caminaban por las calles tan concurridas.

Deseando la chica vivir los lujos de las personas de afuera.

Asimismo, la chica había dado por hecho que parecía como si la ciudad nunca hubiera sido tocada por las secuelas de las guerras y los conflictos mundanos de esa década tan violenta y que prevalecían como una verdadera neblina.

Mientras revisaba profundamente a las personas de fuera con la mirada, repentinamente fue interrumpida por la llegada de su novio, quién había ingresado al establecimiento cargando provisiones para el día a día.

Una vez que la observa el chico de la misma nacionalidad pero de nombre Li Shang, rápidamente esté le dice con un tono coqueto a la hermosa jovencita – Vaya, no creí encontrarte ahí, preciosa. Tenemos platillos que preparar. Vamos– justamente y una vez que la joven lo escucho, de inmediato la misma se movilizo a hacer lo que mejor sabía hacer en el restaurante: Preparar los exquisitos y deliciosos manjares típicos de la comida china.

En tanto la joven asiática preparaba un pescado para cortarlo en unas tres secciones y le agregaba algunos condimentos, rápidamente optó por preguntarle a su novio – Quisiera saber si en algún momento el señor Lee nos apoyará con nuestros estudios. ¿Crees que sí?–.

Ante la pregunta un tanto incómoda y por no decir "Aun sin responder", Shang en ese instante decide acercársele a su novia y pronunciarle levemente – Preciosa, será mejor que por el momento no toquemos ese tema en cuestión. El señor Lee le interesa que le ayudemos, después hablaremos de eso–.

En tanto el chico le toca suavemente su barbilla a la hermosa jovencita, finalmente está última pega un suspiro y le dice decepcionada – Me siento tonta. Deje a mi padre desde hace dos años y la verdad le prometí que le llevaría dinero de esté sueño… El sueño empedernido y estúpidamente americano. Siento que el mundo me juzga por ser la gata en el peor lugar de esté restaurante. Quiero ser la mejor abogada y créeme que no dejo de luchar por ese sueño–.

Comprendiendo el chico la situación de su amada novia y viéndola con una mirada suplicante, al instante decide sugerirle lo siguiente a la joven – Podemos insistirle. No quiero verte deprimida–.

Sonriendo inmediatamente ante la propuesta de parte del adorable chico, la joven en ese instante le da el visto bueno a esa idea – Bueno. Podemos intentarlo– añadiendo mientras se acurruca con el calor irradiante del cuerpo del chico – Él deberá saberlo o pues lo podemos intentar después, y no una… Varias veces hasta que cambie de opinión–.

Con el plan en mente de insistirle al "jefe" del restaurante, ambos chicos esperan a que llegue la hora de la salida para ir y conversar al menos un rato con el antes mencionado sujeto.

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Llegando a las manecillas del reloj indicadas y estando a punto de retirarse a su hogar, finalmente los dos chicos deciden dirigirse hasta la oficina del "jefe".

Teniendo miedo ante el sujeto y sintiendo como las tripas se les remueven de manera vertiginosa y definitivamente intrigante, finalmente ambos chicos se topan con el antes mencionado "jefe" del lugar, quién se trata ni más ni menos que de un hombre también joven y de alrededor de unos 27 años de edad.

Vestido totalmente con una gabardina verde, una camiseta roja por debajo y una remera blanca aún más por debajo de su pecho, y unos pantalones de mezclilla junto a un buen par de tenis; finalmente se deja ver el joven Huang Lee.

Una vez lo observan ambos chicos al hombre y como esté está guardando lo que parece ser Spank (una droga altamente adictiva) en una mochila, rápidamente lo llaman aclarándose la garganta.

Captando la atención de los dos jóvenes, Huang inmediatamente decide preguntarles lo siguiente, y sin guardar apariencias – Oh, chicos. ¿Necesitan algo?–.

Mostrándose completamente temerosos por la presencia casi hostil ante el joven triada, rápidamente el chico asiático decide informarle sobre su situación – Verá, señor Lee, mi novia está muy triste porque le prometió a su padre que le mandaría dinero, además ella está preocupada por su futuro– agregando con nervios y ante eso último la joven, lo siguiente – Quiero ser abogada, se-señor–.

Destruyendo el estereotipo de viejo jefe, Huang se dirige ante los dos muchachos.

Mirándolos fijamente y no sabiendo que decirles o proponerles, Huang en ese preciso momento comienza a sudar por los nervios y no por no querer ayudarlos, sino porque el dinero de la mercancía no quiere que caiga en las manos equivocadas.

Viendo como la chica se oculta hasta el interior de su adorable y pequeñito cuerpo y le es incapaz incluso de ponerse de pie, Huang finalmente se compadece de la adorable y hermosa muchacha.

En tanto la mira muy triste e incluso ya estando la hermosa jovencita a punto de llorar, Huang decide prometerle lo que la haría muy feliz – Con esté trabajo que haré seguramente me caerá todo encima pero… Si realmente quieres ser una gran abogada, te ayudaré a cumplir tu sueño. Quiero que tú misma seas la que me defienda en un futuro… En caso de que siga siendo un criminal o ya de plano me retire de esto–.

Formando la chica una gran sonrisa ante la ayuda que recibirá, rápidamente abre sus labios suavemente para decirle – Estaré muy orgullosa de que me ayude… Prometo que lo haré…–.

Correspondiéndole el hombre esa sonrisa comprensiva y halagadora, finalmente el joven triada decide acercársele y darle un abrazo, pues sintiendo que la chica es muy inocente y quiere únicamente ser feliz, obviamente se le intentará ayudar a conseguir esa felicidad.

Conmoviéndose sentimentalmente, Shang, ante la calma que rodean al joven "jefe", al instante opta por decirle – Estaremos muy agradecidos por la ayuda que nos brindes–.

Asintiéndole con la cabeza, Huang y teniendo que retirarse, finalmente les dice – Volveré enseguida… Una vez que regrese, los ayudaré en lo que necesiten–.

Viéndose obligado y en la necesidad de soltarse de la bellísima muchacha, Huang finalmente emprende su marcha por tratar de ayudar a sus nuevos amigos.

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Al llevar consigo la mercancía ilegal que estaba preparando, Huang llega al lugar donde se está por llevarse un trato y/o intercambio.

Teniendo que ir preparado incluso para lo que sea, llega el hombre armado hasta los dientes y con sus armas bien ocultas a través de sus ropas y para afrontar cualquier adversidad.

Llevándose en unos minutos todo el trato de manera inmediata y casi perfecta, finalmente todo se va por el caño cuando los mafiosos con los que está haciendo el trato Huang, lo terminan traicionando y se acaban llevando la droga y el dinero.

Comprometido el chico muy profundamente con la joven y no dejando de pensar en está última, decide perseguirlos a los malvados hombres, hasta darles muerte.

Una vez los alcanza y mata al conductor, finalmente Huang decide arrojarles una granada de fragmentación en el interior del vehículo y para de una vez y por todas acabar con ellos.

Ya una vez muertos todos los malvados individuos, Huang decide abrir el maletero y robarles el dinero del intercambio.

Con los cuerpos de los mafiosos muertos completamente, Huang finaliza su acto, incendiado el coche y haciéndolo estallar por los aires, destruyendo así todo tipo de evidencias, con fuego y que les serviría a la policía.

Teniendo ahora sí el dinero prometido, finalmente Huang decide volver al restaurante donde se encuentran sus colegas.

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Una vez regresa al restaurante, Huang es recibido de inmediato por ambos muchachos, quiénes le dan en ese instante la bienvenida y mientras Huang decide exponerles que ya tiene el dinero – Aquí lo tengo… Creo que…–.

Ya casi a punto de organizar todo lo que tiene en mente, finalmente el joven hombre cambia de opinión y se ve interrumpido por la chica, quién le dice muy reflexiva y decidida – Ahora no. ¿Sabe? Me di cuenta que en verdad puedo ganarme ese dinero sin matar a nadie. Me enteré hace unas horas y gracias a una llamada telefónica, que mi padre está bien y pues… Me alegra mucho saber eso. El dinero me lo ganaré como le dije pero con esfuerzo, no lastimando gente… A partir de ahora, señor Huang Lee, no solo es un amigo para mí familia, para mí novio Shang, sino para mí. Lo admiro mucho ahora en adelante–.

Encariñándose con la adorable chica y su forma de pensar, la cual reflexionó durante esas horas sobre que ese dichoso dinero el cual está manchado con sangre para nada honorable, Huang finalmente decide dedicarle una sonrisa orgullosa y posteriormente invitarlos a que vuelvan al restaurante para invitarles a ambos chicos algo de comer.

Dando a entender que no se necesita matar para ganar dinero, sino pensar bien las cosas, analizarlas y posteriormente trabajar con esfuerzo para conseguir lo que se quiere.

Terminando así esté fic.

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Notas del autor:

Hola lector, nuevamente con ustedes.

Les traigo una historia que sinceramente es de las peores para mí (pero aún así la decidí publicar debido a que ya tenía su borrador en un avanzado estado de desarrollo). Bueno, primero que nada, Huang Lee, el protagonista de GTA Chinatown Wars es el que aparece en esté fic junto a Mulan y Shang Li, y es el personaje que realmente no se comporta así (como un principito) y principalmente porque en el videojuego es sádico, frío, arrogante e ingenuo. Realmente re imaginar a Huang para este fic fue una patada en las bolas.

De lo que estoy orgulloso fue de incluir a Mulan y Shang Li y realmente y al igual que Blancanieves y Florian, pienso en un futuro incorporarlos a más fics.

Y bien, lector, es todo. Sin más que agregar cuídense y nos leemos pronto.