Disclaimer: los personajes no son de mi propiedad, pero la idea se inspira fuertemente en un evento NPC de Red Dead Redemption 2.
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Ese soy yo, Leopold de Weselton, un hombre de armas tomar.
Me había levantado muy temprano para asistir a la universidad.
Luego de un bostezo sorprendentemente largo me dirigí al baño más cercano.
No era de esperarme que en el mismo sitio del departamento pudiera verme tan decaído y sin una muestra de limpieza en mi rostro todo ojeroso.
Era más que obvio que me hacía falta una buena rasurada, así que no dude en tomar el rastrillo, abrir la llave del grifo, mojar el rastrillo y comenzar a eliminar esa capa de pelito que apenas había surgido en mi rostro.
Luego de unos minutos de limpieza, tome un baño instantáneo.
Teniendo en cuenta que faltaba mucho para que las clases iniciarán, me tomé la libertad de disfrutar como nunca mi ducha.
Una vez termine de ducharme, salí de la regadera y me dirigí a mi habitación, ahí me dispuse a vestirme y salir a comer cuánto antes y debido a que en la universidad no me daba ese lujo como mis compañeros.
Justamente y cuando ingresé a la cocina me encontré con mis colegas con los que compartía vivienda, Hans, Jack y Elsa.
Los tres infelices estaban jugando a las cartas y también al parecer estaban apostando su poca dignidad que tenían.
Justamente y cuando noté que Hans tiraba las cartas y se ponía de pie de su asiento junto a la mesa, lentamente se me acercó muy molesto, y sin más me dijo – Es muy rudo para mí esto, Leopold…–.
Solo me le quedé viendo y no le dije nada.
Teniendo que apurarme debido a que tenía que ir muy temprano a mis clases, rápidamente me dirigí más a profundidad a la cocina.
Luego de prepararme un café simple, nuevamente les dirigí una mirada simple a Jack y a Elsa, los cuales aún seguían embelesados en el juego.
En tanto los observaba, escuché a Jack decir – Pongo…–.
Colocando repentinamente algo de dinero y retando a mi compañera a que donará voluntariamente y pícaramente una parte de su dinero.
Mientras reforzaban su juego y se daban miradas arrogantes, Jack finalmente no dudo en desafiar a esa quisquillosa muchachita consentida que era nuestra querida Elsa – ¿Sabes qué? ¿Por qué no subimos la apuesta? Y el que pierda se tira al agua sin ropa–.
Logrando seguirle sus pasos, ella no era una chica torpe pero sabía muy bien medir sus acciones.
En tanto continuaban aumentando la apuesta, Jackson pronunció una especie de broma que aludía a que nuestra compañera era incapaz de moverse adecuadamente dentro del agua – Esperen, Elsa no sabe nadar–.
Burlándose en cierta medida este fanfarrón haragán y peleonero que era, Elsa rápidamente le respondió con ese toque femenino que siempre me cautivaba – Tampoco tengo intensión de perder–.
– Nadie puede decir que tengas una crisis de confianza, Elsa– le dijo, Jack y mientras se emocionaban ambos por la partida que iban a tener.
No teniendo tiempo de apreciar su brillante partida donde los vería pelear una vez más; decidí apurarme e irme, pues el tiempo en mi contra estaba al acecho.
Tal vez en otro momento los volvería a observar, jugando como siempre.
La trinidad de Jack, Hans y Elsa, siempre estaban ahí.
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Hola lector, nuevamente con ustedes.
Bueno, está vez les traigo un fic corto donde Leopold de Weselton es el protagonista.
El hecho de que lo eligiera a él en lugar de Elsa se debió a que en Red Dead Redemption 2, todo es desde el punto de vista de Arthur, por ello, decidí que fuera desde el punto de vista de un hombre y no de una mujer.
A mi parecer, Hans, Jack, Elsa y el resto de personajes actúan como NPCs; actúan pero no piensan.
Y bueno, es todo. Vamos con las siguientes actualizaciones.
