Disclaimer: Los personajes no son de mi propiedad. Esté capítulo vino a partir de mi imaginación.
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Disfruten.
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Advertencia: Súper Contenido sexual y muy explícito. Leer con cuidado.
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Mientras llovía aún y con cada vez más intensidad al punto de caer relámpagos, la joven castaña desafortunadamente después de unos cuantos minutos tuvo que ir al sanitario a descargarse como cualquier persona.
Estando sentada en la taza del baño y mirando detenidamente la puerta verde pastel que tenía justo adelante, rápidamente volvió a vagar en recuerdos.
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Flashback.
Habiendo pasado meses incluso un año desde la desaparición de la joven trigueña (pudiendo creer que cumpliría los 18 años), todos sus amigos de está misma la acabaron dando por muerta y por caso sin resolver de los millones de expedientes policiacos sin resolver.
Con todo lo acontecido y no superando la ida de la joven, Hans en cambio no tardó en fijarse en la hermana menor de su antigua novia: En este caso en la hermosa y perfecta Elsa Quintonia.
Viendo que Elsa era muy distinta a la joven trigueña que alguna vez piso este mundo y que también era muy tranquila, dulce y al parecer frenética en algunas cuestiones como todo lo relacionado con el amor, Hans no tardó demasiado en enamorarse de la chica, conquistarla, amarla como nunca y por qué no, quitarle a la perfecta chica su pureza; su virginidad.
No solo Elsa no se salvó de enamorarse y perder su pureza, incluso la más pequeña de las hermanas no se salvó.
Es decir la joven y pequeña Anna, también paso en ese año por el mismo momento a manos de su mejor amigo, Kristoff.
Con ambas hermanas haciendo y rehaciendo sus vidas sin su hermana muchísimo más mayor, todo marcho como viento en popa, pues el cambio no las detuvo y las hizo independizarse y ser más fuertes que nunca.
La propia blonda con su vida en curso y sabiendo que las cosas le iba muy bien como a su hermana mayor le hubiera gustado, se convirtió en la parte responsable para su pequeña hermana pelirroja.
Asumiendo la propia platinada el rol que por responsabilidad le correspondía a su hermana desaparecida.
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Después de un viaje pesado hasta la casa del primo de Hans, en este caso, Thord, tanto Hans como Elsa finalmente se encontraron a lo que era una especie de fiesta que el chico anfitrión había organizado.
Una vez que llegaron ambos chicos, de inmediato fueron recibidos con prisa y muy poca supervisión por parte del anfitrión.
Ya habiendo ingresando ambos jóvenes al enorme lugar, inmediatamente ordenaron y tomaron un poco de bebidas embriagantes.
Posteriormente se dispusieron a bailar en la pequeña pero concurrida sala de baile.
Salpicando un sinfín de destellos de luz por las luces neón del centro de baile, Hans en ese momento atrapó a su nueva novia en el momento justo.
En tanto bailaban, el colorado no dudo en medio del deseo y la satisfacción sexual plena en ponerse detrás de la hermosa muchacha de melena platinada y atraerla hasta su cuerpo.
Luciendo la perfecta chica una silueta digna de una diosa; la misma vestía un vestido azul hielo metalizado, el cual enalteciendo un poco sus atributos como sus piernas y la entrada de sus senos, era lo más bello en aquel momento para un hombre como el pelirrojo o para cualquier otro chico.
Una vez que la atrajo hasta su cuerpo masculino a la jovencita, está misma logró pasar con un toque fino y muy inocente, una de sus pequeñas manos hasta el pantalón del chico.
Teniendo en mente la traviesa muchacha en hacer lo impuro ahí mismo, finalmente se termino mordiendo su labio inferior en algo que se define y supondría como: Tener relaciones sexuales.
En tanto el pelirrojo logra sentir la suave mano de la chica, introducirse a través de su pantalón y agarrarle el miembro viril, rápidamente, el mismo colorado acaba pegando un jadeo involuntario y mientras se mueve en un vaivén, esperando que la joven lo haga eyacular ahí mismo.
Y mientras justamente ningún otro chico o chica, los voltea a ver a ambos o ni siquiera percatándose de que el pelirrojo está haciendo algo indebido con su nueva novia.
Siendo que ambos chicos están parados en una plataforma que conecta con varias cámaras de seguridad en algunos ángulos apropiados y distintos por todo el escenario de baile y varios lugares de la residencia, son desafortunadamente observados por la joven castaña, quién al no poder soportar lo que observa, no puede evitar romperse en llanto y lamentarse al no poder gritarle a su novio o tan siquiera pedirle ayuda a este último.
Estando encerrada en un cuarto ajeno al sitio principal donde se encuentran ubicados muchos de los chicos y chicas que acudieron a la fiesta, además de estar completamente desnuda en su totalidad, asimismo con su cabello enmarañado y desgastado, también muy sucia por no haberse duchado hace algunos días y más porque Thord la priva del aseo diario, los alimentos, entre otras cosas más, y con una cadena alrededor de su cuello; la chica lucha por tratar de pedir ayuda.
Incapaz de ir hasta el chico pero queriéndolo hacer para impedirle que continúe besando a la blonda, la joven trigueña al instante se levanta del sitio donde se encuentra y mientras no deja de pensar en emprender la ida y en separar a su hermana del chico, consigue observar a ambos chicos a través de un vídeo en tiempo real, besándose y pretendiendo complacerse.
Notando que es muy posible que nunca la encuentren, Caine hace un intento de al menos romper el grillete de la cadena que está enroscada en su cuello pero siendo completamente inútil, asimismo, intentando jalar la cadena que está pegada al suelo, se da cuenta de que todo es en vano y una completa perdida de tiempo.
Ya no teniendo salvación, la chica finalmente se recuesta en el suelo mientras continua sollozando, sabiendo que Thord le ha arruinado su vida y también ha hecho que Hans y Elsa se enamoren como nunca debió haber sucedido.
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Aunque parece que al colorado y a la blonda con el paso del tiempo les irá mejor y cada vez mejor, la realidad es otra.
La relación de Hans y Elsa con el paso de algunos meses empieza a dejar de ser miel sobre hojuelas, pues no pasa demasiado tiempo para que algunas amigas de la joven colorada, indirectamente comiencen a acusar a Hans de infiel y asimismo llegándole a informar a la propia Elsa que el mismo muchacho de cabellera pelirroja es un patán pervertido y desleal.
Todo desembocando finalmente en una ocasión con un informe que la hace finalmente dudar a la joven sobre su relación.
Citándolo al chico en el sitio donde alguna vez el mismísimo Hans había llevado a Caine en su primera cita como novios: El restaurante de su mejor amiga, el famosísimo Tiana's place.
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Ya estando más de un rato la joven platinada sentada en una de las mesas, esperando a Hans, finalmente esté último hace acto de presencia, no sin antes saludarla y acercársele – Hola, gatita…– agregando después de unos cuantos segundos y en tanto toma asiento enfrente de la joven blonda – ¿Por qué me pediste que viniera?–.
Con la cuestión sobre la mesa, y evadiendo la interrogante de su novio, Elsa, inmediatamente le pregunta a Hans, lo siguiente – Mi amiga Yum Yum, me dijo que te vio teniendo sexo con una chica de nombre Ivy en uno de los baños del colegio, ¿Es cierto eso?–.
Quedando atónito el colorado ante lo que escucho de la boca de la chica; en ese preciso momento expulsa un carraspeó leve y en tanto le comenta – Tus amigas hablan muchas cosas a mis espaldas, copito. Créeme que me enloqueces, Elsa y…– ya casi estando cerca de concluir lo que estaba diciendo el pelirrojo, Elsa rápidamente lo interrumpe al chico y sin más, le vuelve a preguntar – Hans. Respóndeme y dime la verdad, ¿Tuviste sexo con esa chica?–.
Quedando varios segundos perplejo y perdido ante la insistencia de parte de la joven platinada, Hans en ese instante se termina quedando corto debido a que acaba no sabiendo como justificarse.
Casi pensando lo que le va a decir a la chica, el mismo colorado finalmente le expresa – Simplemente tuve un roce con ella–.
Enarcando por su parte la chica una de sus finísimas cejas a modo de cuestionamiento, inmediatamente le pregunta un tanto desconcertada – ¿Un roce?– teniendo en claro que Hans en definitiva la engaño, Elsa en ese momento escucha de la boca temblorosa del colorado en respuesta – Si, fue solo eso y…–.
Queriendo saber que clase de roce tuvo su novio con la otra chica, finalmente, Elsa no logra enterarse debido a la aparición de la joven peliblanquinegra, la cual acaba apareciendo en el dichoso lugar de manera desafortunada.
Al no poder concluir el colorado parte de su explicación y viendo como la chica mencionada se le acerca, no puede evitar ponerse sonrojado ante la presencia de la joven de melena blanca y negra.
Estando de pie en la mesa de los chicos, inmediatamente, la joven peliblanquinegra lo saluda con coquetería a Hans – Hola, Hansy…– sonrojándose con más intensidad el aludido al notar la perfecta belleza de la joven, el mismo pelirrojo de manera casi voluntariosa, la acaba saludando y mientras le consigue comentar también – Hola, Ivy. Milagro que te vea por aquí. Veo que viniste por los pasteles que prepara, Tiana, ¿No es cierto?–.
Ante la interrogante de que a la misma Ivy le encantan los postres del sitio, la chica con seducción le dice – Es verdad–.
Pareciéndole a Elsa que Ivy es una molestia irritante; en ese momento y de manera malintencionada provoca que la joven peliblanquinegra la acabe mirando, señalando y mientras le dirige un saludo.
En tanto lentamente la saluda a la platinada con cierto aire coqueto, la chica le termina preguntando – ¿Elsa, cierto?– asintiéndole a la molesta peliblanquinegra, la mencionada blonda, únicamente le dice – Si–.
– Soy Ivy. Supe lo que pasó con tus padres y tu hermana hace unos meses y pues mis sinceras condolencias– finalmente le acaba diciendo la chica a manera de presentación y en tanto le extiende su mano para saludarla.
Correspondiéndole de mala gana el saludo a la chica, Elsa al final le dice – Gracias, Ivy– lentamente la termina soltando y mientras se tensa con las ansias de golpearla a la peliblanquinegra.
Pareciéndole rara la joven platinada en todos los sentidos, Ivy al instante se acaba dirigiendo nuevamente al chico y mientras se despide – Bueno, te dejo, Hans. Seguramente tienes cosas muy importantes que platicar–.
Una vez que se da la vuelta y se retira la peliblanquinegra cotoneando sus caderas, y mientras Hans la observa con detalle (en especial mirándole fijamente el trasero a la joven), Elsa inmediatamente se da cuenta del carácter de su "novio" y sin más se pone de pie y en tanto toma su pequeña bolsa de mano para inmediatamente retirarse del lugar.
Al notar como la joven platinada se retira sumamente furiosa del sitio, Hans trata de detenerla, intentando explicarle su relación con la otra chica – Elsa, si piensas que estuve con ella, estás muy equivocada–.
Indignada e incapaz de mirarlo directamente, finalmente le dice la joven – No, no pienso que estuviste con ella; lo sé, Hans Westergaard. Sé que te acostaste con ella–.
Sabiendo que no la volverá a tener como su novia, Hans trata de ponérsele enfrente pero siendo completamente inútil.
Mientras intenta no dejarla ir, Hans consigue tomarla de su delgado brazo y en tanto le intenta aclarar – Elsa, créeme. No te lastimaría teniendo sexo con ella–.
Indispuesta a creerle, la chica en ese momento se gira para verlo y en tanto le dice con rabia – ¡No me lastimarías!– pidiéndole mientras le intenta retirar su mano al muchacho del agarre que ejerce – ¡Suéltame y no me toques!–.
Una vez es separado por la hermosa chica, Hans le dice con miedo – Elsa, por favor…– siendo incapaz de razonar con la joven mencionada, está misma le responde – Hans… Ojalá mi hermana Caine siga muerta porque si siguiera con vida, créeme, le romperías su corazón con lo déspota y desleal que eres–.
Casi llorando el chico por su imprudencia, al final le dice lo último que debido decirle en su momento y cuando aún eran pareja – Yo te amo, gatita y no te imaginas cuánto–.
Negándole esa muestra de "amor" y no creyéndole en definitiva, Elsa finalmente da por concluida su relación, diciéndole – Hans, yo… Ya no. Por eso, nuestro noviazgo ha llegado a su fin. Fue divertido estar contigo, Hans Westergaard, y mientras lo disfruté y duro. Espero que te encuentres con alguien que en verdad veas lo que realmente siente–.
Ya una vez se marcha del lugar la jovencita, Hans finalmente se rompe a llorar, pues pensando que podía manejar la situación, al final no pudo controlar a la mismísima joven platinada.
Por otro lado y mientras la misma joven huye rápidamente del lugar donde se reunió con su ahora ex novio, no puede evitar también en romperse a llorar y mientras sus pasos la hacen toparse con muchas personas en lo que es la calle.
Justamente y cuando pasa delante de su mejor amigo de melena blanca como la nieve; golpeándolo hombro con hombro, Jack únicamente se le queda viendo a la joven platinada.
Sintiéndose un tanto extrañado por verla el como se cubre su cara y también el verla como huye, Jack no tarda en darse cuenta de que la hermosa muchacha está llorando.
Intuyendo que la joven tuvo un percance doloroso, el joven peliblanco, finalmente es incapaz de ir tras la chica.
Una vez que el peliblanco entra al Tiana's Place y pide en la barra un café a su amiga y dueña del lugar, de manera fortuita también se encuentra con su amigo Hans, llorando y lamentándose en la barra, y en tanto nunca creyó que la chica hubiera terminado su relación con él.
Dándose cuenta el peliblanco de lo que en verdad sucedió.
No queriendo que el pelirrojo sufra, Jack con pena se le acerca y sin más le da unas palmadas en la espalda hasta que el mismo bermejo lo abraza y le dice con tartamudeo – E-e-ella me-e-ee dejo–.
Mientras mira hacia todos lados con algo de vergüenza, Jack se da cuenta de que debe hablar con Elsa, y al menos también intentar tranquilizarla.
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Después de algunos meses posteriores, no paso demasiado tiempo como para que Jack y Elsa empezarán por primera vez su relación.
Después de que Jack habló con la joven y se enteró a detalle de lo que había hecho Hans.
El mismo peliblanco no pudo objetar mucho en cuanto a su colega de cabellera colorada pues estaba también en un mal momento y encima aún lo consideraba un amigo.
La relación de Jack y Elsa se fortaleció una vez se volvieron inseparables, al punto de que fue madurando con el tiempo, pasando de amigos a compañeros, hasta finalmente, amantes y novios.
Probando su amor como verdadero e inigualable.
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Una noche fría y después de no salir para nada de su hogar, la joven platinada decidió tomar una ducha.
En tanto se miraba en el reflejo translúcido del vidrio de la regadera, la joven platinada a partir de ese momento había empezado a soñar despierta, incluso sintiendo que no había heridas que la pusieran afectar, debido a que ahora todo al parecer estaba cicatrizado.
Su hermana mayor llevaba tiempo desaparecida (probablemente muerta) como para preocuparse por ella, por ello, Elsa mientras miraba su reflejo y sentía como caía el agua sobre su perfecto cuerpo de porcelana, pego un suspiro reconfortante.
En tanto estaba perdida en el transe apabullante de su propia mente, la chica no se percató del joven peliblanco quién viviendo y haciéndole compañía, al verla en la regadera, inmediatamente no dudo en desvestirse y en colocar su ropa en las perchas cercanas.
Una vez entró a la regadera junto a la joven, el chico la abrazo por la cintura, enroscándole el brazo y mientras el agua caía cada segundo sobre sus cuerpos pálidos como la nieve.
Al notar la presencia del muchacho, Elsa no pudo pronunciar palabra alguna y principalmente porque el chico rápidamente la tomo del rostro y capturó sus labios con un anhelo exquisito.
Teniéndola bajo su control, Jack en ese instante le termino colando su mano hasta tocarle su parte íntima a la propia chica.
Sintiendo está última como los dedos algo gruesos del chico le abrían sus paredes íntimas y le comenzaban a hacer pequeños círculos lentos pero suaves; en ese instante no puede evitar pegar un jadeo involuntario y estrepitoso producto del roce tan delicioso.
Mientras se aferra al cristal y estampa con mayor sensualidad sus pechos y parte de su abdomen al dichoso objeto neblinoso, la joven en ese preciso momento empieza también a moverse con muchísima más velocidad, tratando de incrementar los movimientos de la mano del chico.
Sonrojándose por la increíble sensación que le produce el chico, la joven inmediatamente le acaba exigiendo que no se detenga – ¡Más… Aaaaaaahhhh!– teniendo un posterior orgasmo plácido la misma joven.
Observando el peliblanco que la joven blonda es tan delicada como el hielo, rápidamente la posiciona a está última para lo que se acrecentará después.
Por ello, Jack inmediatamente toma su miembro viril y después de unos cuantos movimientos logra hacer que se ponga recto y asimismo también se endurezca.
Al levantarle una pierna a la joven, para permitirse ese acceso por debajo, Jack lentamente le pasa su miembro viril a la chica y en tanto se prepara para el siguiente acto.
Una vez que le realiza unos cuantos círculos con su miembro viril a la joven por debajo de su femineidad, Jack lentamente le termina introduciendo su miembro viril a la chica hasta que está acaba exclamando un grito de excitación.
Moviéndose ambos en un vaivén acelerado, inmediatamente las sensaciones de ávido amor se encienden con más intensidad.
Casi cerca de acabar y no queriendo ni debiendo de hacerlo dentro de la joven, Jack finalmente se termina sentando en el frío suelo de mármol para en ese preciso momento efectuar el último round.
En tanto la observa a la joven con una posee de verdadera monarca, Jack en ese instante acaba quedando cautivado con la increíble belleza de la joven y mientras el agua la continua salpicando en todo su esplendor.
– Ven aquí– le termina ordenando el chico y mientras le hace un gesto de acercamiento con el dedo índice.
Justamente y una vez que lo obedece, la joven platinada lentamente se termina sentando a horcajadas sobre el miembro del chico.
Sintiendo el clímax al máximo, Elsa en ese instante comienza a cabalgar al peliblanco y mientras la regadera la termina vislumbrando a la hermosa muchacha como una verdadera diosa caída del cielo.
Mientras el agua recorre sus pechos y su abdomen plano de la misma joven, está última en ese instante se ve incapaz de detenerse; pudiendo relucir como una joya preciosa su piel y todo a causa del agua.
Ya después de unos cuantos minutos y casi cerca de acabar, Jack de inmediato le acaba avisando a la joven – ¡Voy a terminar, Elsa!–.
Sonrojándose el muchacho por la inevitable descarga de líquido, rápidamente la termina retirando a la joven del sitio donde yace.
Una vez la retira de su polla, Jack la toma de la cabellera a la joven e inmediatamente le da un beso tan apasionado.
En tanto la joven le corresponde ese beso al muchacho; en ese instante e inmediatamente ambos chicos aceleran el proceso de descarga.
Por su parte Elsa comienza primero tomando el miembro viril del chico y luego lo empieza a mover de arriba hacia abajo.
Teniendo en claro el chico que debe acercarse más a su inevitable descarga, inmediatamente toma un poco del control sobre la mano de la joven.
Rápidamente también comienza a incrementar la velocidad y mientras sostiene la mano pequeña de la chica.
Ya casi cerca de acabar, Jack antes de hacerlo finalmente le dice y en tanto le da un suave beso a la joven – Te amo, Elsa– correspondiéndole la joven al muchacho – Y yo a ti, Jack–.
Nuevamente y una vez más que pactan sus labios en un beso cálido y apasionante, Jack finalmente termina eyaculando y en tanto toma de su rostro a la hermosa jovencita para fortalecer dicho beso.
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Aunque la joven platinada una vez que se entregó primeramente ante Hans (y cuando se tomaron en serio su relación como novios), fue en esa ocasión el momento más significativo para su vida.
Realmente la chica no perdonó que el mismísimo colorado la traicionara siéndole infiel, una vez que lo descubrió.
Por ello al haber empezado con Jack, poco tiempo después, la chica supo que su amigo no era un desleal, pues le pudo demostrar lo mucho que la amaba y la quería.
Asimismo Kristoff también le demostró a la más joven de las tres hermanas, lo mucho que la apreciaba, por ello, también, el chico rubio no perdió la oportunidad de tomar lo más preciado de la joven colorada: Su virginidad.
La relación de Kristoff y Anna contrario a la de Hans y Elsa, perduró por mucho más tiempo, incluso cuando la joven platinada y el colorado ya habían terminado y la antes mencionada albina finalmente ya había empezado su nueva relación con el peliblanco.
El momento de la perdida de lo más preciado, ocurrió para la más menor de las chicas de forma casi inmediata… Pero también dolorosa.
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Aquel día, tanto Kristoff como Anna se encontraban viendo la televisión en el sofá del hogar de la misma joven.
En tanto Anna yacía recostada sobre el pecho del chico, inmediatamente la misma muchacha le confesó lo aburrida que estaba – Está aburrido todo eso, Kris…–.
Mientras empezaba a cambiarle con el control remoto a la tele, una y otra y otra vez, el chico empezó a divagar, en cada transcurso de canal – Nada, nada, nada… Y más nada–.
Incluso incapaz de saber que ver o hacer; en ese preciso instante la chica finalmente le propuso algo – Dejemos eso por hoy– incitándolo justamente en ese instante al chico a que apague el televisor.
Rápidamente la joven añade y en tanto adquiere una postura más atrevida – ¿Qué tal si… Me haces tuya de una vez, Kris?–.
Ante la propuesta algo "curiosa" de parte de la joven y mientras juguetea está última con sus dedos sobre el pecho del chico, este último se pronuncia con un alarmante carraspeó; inseguro de lo que realmente quiere la quisquillosa chica – Whoa, whoa, eres casi una niña, Anna. ¿Por qué no lo hacemos en otro momento?– proponiéndole nerviosamente a la joven intentarlo mejor cuando está misma cumpla la mayoría de edad, rápidamente se queda corto el chico ante la respuesta negativa de la muchacha, la cual le dice – Elsa y Hans lo han hecho muchas veces…– contándole la joven en tanto se cruza de brazos algo molesta – Aún recuerdo cuando él estaba acostado y mi hermana estaba casi sentada sobre su polla. Tocándose y acariciándose mi hermana con la polla de ese patán y mientras le tocaba sus pechos… También recuerdo a mi hermana Caine. Masturbándose en su cama–.
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POV: Anna.
Si, aquel día había llamado a mi compañera de clases y justamente estaba molesta porque no me había cumplido con su trabajo.
Por ello me había apiadado de ella y justamente le había pedido que no se tardará mucho en enviármelo nuevamente – Namaari, tardas mucho en enviarme ese trabajo. Sabes que podríamos reprobar… No hazme un favor y no tardes mucho en enviarme ese trabajo. Nos vemos pronto y…– pero estaba casi a punto de acabar lo que le pedía cuando escuché ruidos extraños provenientes de la habitación de mi difunta hermana.
Al ir subiendo las escaleras para cerciorarme de lo que realmente había pasado y pensando que mi hermanita se había golpeado con algo, repentinamente cambie de opinión al escuchar el nombre de ese patán pervertido de su ex novio – ¡Ah, que rico! ¡Uhh! Hans… ¡Si!–.
Pensé por un momento que había entrado a través de la ventana como solía ser pero rápidamente cambie de opinión cuando abrí la puerta y me quedé pasmada al ver a mi hermana en un estado muy… Ocupada por así decirlo.
Estaba tocándose ella misma con sus dos manos y mientras estaba desnuda.
Era algo en verdad que me había dejado atónita, nunca la había visto tan excitada, pero aquel día incluso estaba sudando y se sonrojaba por lo excitada que se encontraba.
Repentinamente y mientras miraba como sus manos hacían fricción con su vagina, ella exclamó un grito liberador – ¡Aaaaahhh!– era incontrolable en ese momento, incluso al verla incapaz de detenerse, pensé que debía intervenir inmediatamente.
No duró mucho tiempo como para que finalmente tuviera un orgasmo y por fin me dignara a acercarme lentamente hasta ella y mientras se acurrucaba desnuda en las sábanas – Caine, ¿Hermana, sucede algo?–.
Estaba equivocada en cuanto al orgasmo que había tenido ella, porque no tardó demasiado en volver a estimularse ahí nuevamente y no tardó en nombrar nuevamente a su estúpido ex novio – ¡Siiiiii! ¡Si, Hans… Aaaaaaaaahhhhh! ¡Follame!–.
Mientras se continuaba moviendo hasta casi levantar parte de sus piernas, todo su trasero y parte de su vientre, inmediatamente retrocedí.
Sabía que mi hermana tarde o temprano tendría otro orgasmo.
Afortunadamente y una vez que me alejé, por fin ella se libero.
Cómo te dije, Kris, nunca la había visto tan excitada y clamando por la polla de ese infeliz de Hans.
Una vez que terminó mi hermana, nuevamente le pregunté si se encontraba bien – Eh, ¿Te encuentras bien, hermanita?–.
Pero como estaba tomando un descanso y no paraba de jadear y suspirar, inevitablemente se tomó muy en serio lo que le había preguntado, por ello se sentó rápidamente en su cama y me cuestionó por mi presencia, ahí en su habitación – ¡Anna! ¡¿Qué demonios haces en mi habitación?!– al no saber como justificarle mi presencia, trate de inventarle alguna excusa pero no funcionó – Creí que te habías golpeado o algo por el estilo–.
Me fue imposible hacer que se pusiera feliz y sobre todo cuando no me salve de recibir una cachetada de su parte y encima me había dicho que era una pervertida – ¡Lárgate, maldita mocosa degenerada!–.
Finalmente y sin decirle nada, hui de su cuarto pero sin dejar de pensar en que algún día, yo sería aquella jovencita que se tocaría pensando en algún chico apuesto… Apuesto como tú, Kristoff.
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Narrador.
– Y así fue como encontré a mi difunta hermana…– dice la chica, concluyendo en ese instante con su pequeño relato.
Quedando atónito ante lo que llegó a escuchar, rápidamente el chico rubio se pronuncia al respecto y manteniendo firmemente su negatividad – No haré nada, Anna– quitándola de encima de su regazo y en tanto se reincorpora.
Mientras se pone de pie algo molesto y se cruza de brazos el chico, la chica por su parte le termina confesado lo siguiente – Kris. A veces pienso en ti y por las madrugadas suelo… Hacer casi lo mismo que mi hermanita Caine, solo que… Pensando en ti– añadiendo la chica mientras lo toma del brazo al muchacho y le ruega con sus ojos de cachorrito – Kristoff, te pido que me hagas tuya. Si no lo haces, buscaré a alguien que lo haga y créeme, perderás lo que debiste haber tenido desde un principio–.
Casi incapaz de tomar en cuenta lo que le pide, Kris queda en medio de la línea de hacerlo y/o no hacerlo.
Finalmente y después de una corta reflexión, el chico por fin la nombra a la hermosa chica por su nombre – Anna…–.
Tomando la decisión más ambiciosa y peligrosa de su reflexión: Tomar la virginidad de la joven.
Kristoff en ese instante y antes de intentarlo, rápidamente le acaba preguntando a la chica – ¿Estás segura de todo esto?– dándole una afirmación positiva y acoplándose al cuerpo del mismísimo muchacho, la joven le responde con un – Si. Te quiero dentro de mi–.
Rodeándolo de su cuello al chico y aferrándose con tanta pasión, la chica finalmente se prepara para el acto verdadero.
Obteniendo la respuesta afirmativa que quiso escuchar y entre miedos, Kristoff finalmente lo hace con la inocente muchacha.
Siendo ese día, el día en que perdió la joven de las tres hermanas, su pureza; su virginidad.
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Presente.
Permaneciendo aún en el retrete y no habiendo salido de ahí en más de una hora, la joven trigueña en ese momento le acaba siendo incapaz dejar de llorar.
Sabiendo que todo se le había salido de control; desde la muerte de sus padres, los enamoramientos sorpresivos de sus hermanas y la perdida de la pureza de estás mismas, la chica tenía en claro que no había vuelta atrás y tenía que lidiar con todo lo que viniera a futuro.
Ya viéndose incapaz de seguir lamentándose, lentamente se limpio sus lágrimas con sus dedos y luego se preparó para lo que seguía.
Valiéndose de sí misma después de unos cuantos segundos, y mientras su corazón latía con fuerza, la joven finalmente optó por abandonar el sanitario.
Mientras se limpiaba con una pequeña toalla su zona femenina y se subía sus pantalones lentamente, no pudo evitar rozar parte de su trasero redondo con una de sus manos.
Estando demasiado petrificada por el pasado, la chica en ese instante empezó a revivir el trauma del secuestro.
Siéndole incapaz y temblorosamente de subirse su ropa interior y sus pantalones nuevamente en su lugar; repentinamente las acabo soltando las dichosas prendas y mientras revivía el recuerdo más atroz que la misma chica pudo haber vivido: Ser marcada tal como una vaca en un ganado.
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Flashback.
Durante el tiempo en que fue secuestrada, la joven Caine, fue ultrajada en repetidas ocasiones, humillada y maltratada a tal grado de que pasaba días sin asearse, sin comer e incluso sin dormir, tratando incluso de esconderse de su abusador o intentando defenderse de este, pero siéndole completamente inútil.
Incluso había llegado un tiempo en que había quedado embarazada, pero el malvado chico le había realizado un aborto porque según él, "no quería mocosos en ese sitio".
Habiendo tenido en mente que iba a tener pronto a su bebé, la chica por un lado estaba dispuesta a traerlo a la vida; costará lo que costará.
Pero por otro lado estaba aterrada porque no era el hijo del hombre que amaba.
Después del aborto hecho, la chica supo que el lugar no solo era el cementerio de su hijo neonato sino incluso de ella misma.
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Una noche después de haber sido abofeteada varias veces e incluso ultrajada en repetidas ocasiones, la joven logro defenderse de su atacante, golpeándolo con un martillo en una de sus piernas y mientras se había logrado zafar de las garras del perverso sujeto.
Completamente desnuda, con sus ojos enrojecidos por el llanto y el desveló, con algo de sangre en su labio superior, con algunos moretones, vestida únicamente con una camisa blanca de hombre que sorpresivamente le mostraban sus pechos que desafortunadamente escurrían algo de leche, y algo de líquido blanquecino por debajo de su zona femenina; la chica estaba muerta de miedo.
Teniendo en mente la aterrada muchacha, escapar del lugar de una vez y por todas.
Mientras era perseguida por todo el lugar sin descanso, no pudo evitar la misma joven trigueña rogarle de forma desesperada, lo siguiente – Por favor, no me lastimes– poniéndose a temblar e incluso a llorar por lo bestial que es el primo del dichoso colorado.
Deseando el sujeto satisfacer su anhelos lujuriosos y perversos, rápidamente le acaba diciendo a la chica en medio de la innegable persecución – ¡Maldita perra! ¿Sabes una cosa? Marcarte como una jodida pertenencia al más puro estilo de esa película de Toy Story, será de lo más divertido porque así las podré distanciar de las cosas de otros y también así sabré que eres mía–.
Al acorralarla a la joven y hacerla que de varias vueltas alrededor de una mesa cercana, hace que la misma muchacha se asusté cada vez más, al punto de no saber que hacer.
Teniendo el chico la ventaja de atraparla a la joven si así lo desea, repentinamente termina tomando la mesa por uno de los costados y al instante la acaba lanzando lejos de su paso.
Teniéndola atrapada a la joven contra una pared vacía, en ese instante, Thord se le acaba acercando a la mencionada chica y mientras lentamente se va quitando su cinturón.
Al lograr tomarla a la trigueña de ambas manos y mientras la atrae hacia él, le consigue propinar una bofetada y luego otra, hasta que finalmente de su pantalón, el chico extrae su navaja para hacerle el mayor daño posible a la inocente muchacha.
La chica una vez mira que sus manos son atadas con el cinturón y también observa la navaja brillante como una cuchara, le es imposible no exclamar un grito sumado a un sollozo aterrado.
Valiéndole en lo más mínimo los ruegos y las súplicas de la joven, Thord empieza a cortarla a la pobre chica con la navaja y mientras se carcajea.
Gritando de dolor la hermosa chica, logra sentir como la hoja de la navaja consigue cortarle sus pechos, brazos, piernas y manos e incluso su propio rostro.
Con la sangre, las lágrimas y la incapacidad de continuar seguir intentando escapar, finalmente la joven cae rendida al suelo y mientras observa débilmente al malvado chico.
No teniendo en lo más mínimo prisa alguna, Thord finalmente la consigue tomar a la aterrorizada chica y en tanto está misma se encuentra completamente débil.
Una vez que levanta la mirada y observa como el chico le agarra los glúteos y le levanta las caderas, la misma joven inmediatamente se vuelve a retorcer al darse cuenta de que el chico la va a marcar pero está vez con muchísima más agresividad.
Riéndose como un verdadero megalómano, Thord finalmente envuelve con su brazo, la cadera de la chica y mientras lentamente le va acercando la navaja a los glúteos y las caderas.
Ante la hoja cortante y una vez que se clava con fiereza en su glúteo redondo, la chica no puede evitar pegar un grito de dolor inquebrantable – ¡Nooooooooo!– siendo el equivalente a una jeringa pero con más intensidad y rabia.
Con la incisión no tan profunda en el trasero de la chica y soltándola mientras llora como una niña castigada, Thord en ese instante acaba rompiéndose en carcajadas y mientras le hace gestos en tono de burla a la inocente castaña.
Quedándole en claro a la joven trigueña que ese lugar será el lugar donde probablemente morirá, sin ser encontrada.
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Presente.
Una vez regreso muy deprimida del sanitario y con lágrimas escurriendo por sus mejillas, Jack inmediatamente se dio cuenta del semblante triste de la susodicha muchacha y sin dudarlo procedió a ir hasta ella y abrazarla.
Mientras recibía el abrazo por parte del muchacho, la joven no pudo evitar corresponderle el abrazo y en tanto se acurrucaba en su cuerpo.
Sintiéndose culpable y para nada segura de sí misma, irremediablemente le pregunto dulcemente al chico – Jack... ¿Por qué mi hermana y no yo? Desde que eras mi compañero de escuela siempre desee tenerte como mi príncipe–.
Anhelando besar al chico, la joven se presionó tanto al cuerpo del peliblanco al punto de no dejarlo ir y acuno con sus manos el rostro del dichoso muchacho.
Jack por su parte y sintiéndose inseguro, al instante termina sintiendo que no puede estar con la joven castaña.
Sabiendo que ama demasiado a Elsa, el chico se da cuenta de que su corazón salta y se desliza de su mano derecha a su mano izquierda o a las manos de la mismísima platinada que ama demasiado.
– Me duele lo que te paso, pero…– le termina confesando el chico mientras aparta su rostro de la cercanía del rostro de la chica.
Sintiéndose traicionada la joven trigueña, al instante refuerza sus lágrimas y lamentos.
Sin más que hacer, inmediatamente se aparta de la cercanía del muchacho y se retira al asiento en donde lo estuvo esperando.
Acurrucándose con sus pequeños brazos sobre la mesa y ocultando su rostro dentro de estos, la chica no deja de llorar y continúa fervientemente sus lamentos.
Sabiendo muy triste que había perdido todo.
Terminando así este fic.
{-}
Notas del autor:
Hola lector, nuevamente con ustedes.
Continuamos con está historia que realmente me he esforzado por escribir y siento que ya está enloqueciendo.
Está vez me puse loco e intente hacer este fic como pude pero no siempre salen las cosas como uno las piensa; realmente no me convenció mucho está actualización pero aquí la tienen.
Bueno, es todo, aún falta mucho para que esté fic llegué a su fin.
Cuídense mucho y que estén bien.
