Disclaimer: Los personajes no son de mi propiedad. Esté capítulo vino a partir de mi imaginación.
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Disfruten.
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Aviso: alivio de reconciliación.
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Incapaz de dejarla ir, ese mismo día, Jack inmediatamente fue detrás de la hermosa joven de melena platinada, pues en su afán, el muchacho ya tenía el corazón de Elsa dentro y aún lado del suyo.
En tanto la consiguió perseguir e iba detrás de la misma chica, Jack irremediablemente la llamo con algo de desesperación – ¡Elsa!–.
Ante el llamado y girando levemente su cabeza y mientras sus lágrimas escurrían por sus mejillas, Elsa no pudo evitar siquiera preguntarle al chico, en tanto caminaba con prisas – ¡Jack! ¿Por qué demonios me estás siguiendo?– con la interrogante evidenciando decepción de parte de la perfecta chica, el chico por su parte le insistió con – Elsa. No te dejaré ir. ¡Vuelve conmigo!–.
Como contraataque y no queriendo saber absolutamente nada del joven peliblanco, la joven platinada finalmente le acaba diciendo molesta y sin detenerse en su caminata – Vuelve con ella, Jack. Es tu novia–.
Negándose a separarse de la hermosa muchacha, Jack rápidamente le termina diciendo – No, no lo es y tienes que escucharme…–.
Mientras la continua siguiendo, Jack provoca que la joven finalmente se termine sintiendo acosada, al punto de poder huir corriendo del mismísimo chico y en tanto le grita a este último – ¡Déjame en paz!–.
Igualándola en sus pasos, Jack rápidamente la persigue de igual forma y en tanto le responde con un – ¡No!–.
Sabiendo que la ama y que incluso ella lo ama al punto de que su cita anterior los unió como anillo al dedo, Jack finalmente y una vez que se le acaba cercando a la joven, la termina embistiendo contra el suelo.
Produciendo la joven un jadeo de dolor y a su vez de susto.
En tanto la tiene recostada sobre el suelo de concreto y la mira con algo de preocupación, el mismo muchacho al instante le aclara mientras la abraza – No te soltaré, Elsa, hasta que me escuches–.
Molesta la joven al punto de intentar empujarlo mientras aún lo tiene encima, y sintiéndose culpable de haberlo conocido, finalmente le acaba preguntando – ¿Qué tienes que decir?––.
Sintiéndose aún triste el joven peliblanco e incapaz de hacer uso de las palabras adecuadas con la chica, inmediatamente reformula lo que le va a decir hasta que lo suelta, confesándole – Elsa, la verdad es que creí que Carla era mi alma gemela cuando la contacte por internet. Ella decía que seríamos el uno para el otro y que todo sería en nombre del amor… Pero cuando tuvimos nuestra primera cita, ella me golpeó y hasta me amenazó con un arma de fuego–.
No creyéndole a su confesión del muchacho y tratando de quitárselo de encima, la joven blonda le termina diciendo, señalándole – Tú te lo buscaste–.
Pensando que tal vez fue así, Jack le acaba diciendo; tratando de corregirle dicha cuestión – No, no, no… Yo no busque que me golpeará. Creí en ella, pero me lastimó y la verdad mi idea era estar con ella hasta poder decirle que iba a romper nuestra relación. Cuando Hans me habló sobre ti, Elsa, en verdad no creí que existieras pero cuando te vi… Dije, en verdad la amo, y más cuando te bese y supe que a ti también te gustó mi beso. Supe que me amas, Elsa–.
Sintiéndose afortunado ante lo último expresado y con el deseo como si fuera un remolino dentro de su propio cuerpo, Jack le termina sonriendo y en tanto lentamente le va acercando su rostro a la chica.
Por otro lado y en cambio, Elsa negándose a recibir un beso del chico, finalmente le dice – No. Yo no te amo, Jack. Solo me deje llevar y pues… Soy una puta. Tanto para ti como para el resto de hombres y mujeres, incluyendo tu primo. Ahora, si me disculpas… Tengo que irme a casa–.
En un intento de quitárselo de encima al joven muchacho, Elsa acaba provocando que Jack avive su intenso deseo de comérsela a punta de besos.
Negándose rotundamente el mismo chico peliblanco a separarse de la hermosa jovencita de cabellera platinada, finalmente le da un beso y mientras están en el suelo, sin que nadie los haya podido ver a pesar de estar muy concurrido el lugar.
En medio de ese apasionante beso, la joven no logra hacer el intento de separarse o de resistir a la tentación; en su lugar termina disfrutando la experiencia al punto de enroscar sus piernas en la cintura fuerte del muchacho.
Saboreando sus encías, su lengua, sus labios y parte de su paladar, Jack finalmente y mentalmente acaba reconociendo que a la joven le es imposible incluso dejarlo y que incluso para él, es difícil no desear a la joven fuera de su alcance, pues el beso que se dieron es tan exquisito como un pastel o un chocolate; sabor irresistible.
Durando unos cuantos segundos en medio del beso y acariciando su paladar hasta gozarlo como un dulce glorioso, Jack al instante se le acaba separado a la hermosa muchacha.
Una vez que se separa de sus labios, le termina diciendo a la joven en un murmullo – Admite que deseas mis labios, Elsa–.
Escalando la excitación y no queriendo complacerlo pero cayendo en sus redes, Elsa de forma simple le dice – No...–.
Intercalando cada vez más al punto de intensificarse su excitación, Jack nuevamente le replica un – Claro que si, los deseas– pero siendo la chica algo imprudente y negándose a caer, le reitera con un sonido su negativa a pesar de querer aún más del sabor de los labios del chico.
Siéndole en ese momento difícil separarlo al chico de su cercanía, Elsa en ese instante le termina pidiendo con inocencia – Jack, déjame ir…–.
Aunque por un lado no queriendo que el muchacho continúe con sus besos; por otro lado y mentalmente la misma chica acaba reconociendo que quiere que no se detenga.
Siguiendo con este último punto, el mismísimo muchacho, le acaba respondiendo a la joven – Si en verdad quieres que te suelte y te deje de besar, entonces, ¿Por qué no haces el intento de separarme de ti?–.
Casi siéndole difícil responderle a su pregunta al chico y asimismo de quitárselo de encima, la joven platinada finalmente le acaba diciendo – Jack, rompiste mi corazón, y no dudaré en golpearte igual que Carla, si es necesario…–.
Ante la amenaza endulzada que le expone, Jack nuevamente la vuelve a besar a la joven blonda, murmurándole con seducción y en medio del beso a está última – Pues golpéame. Si tú me golpeas, lo único que harás será excitarme en lugar de hacerme tener miedo– pidiéndole el mismo chico a la joven en repetidas ocasiones y mientras la devora con sus labios – Pégame, Elsa… Pégame y sepárame de ti… Pégame fuerte aunque en el fondo desees comerte mis labios… Pégame y trata de separarme aunque desees que yo te toque a partir de este momento. Golpéame aunque digas que no me detenga…–.
Mientras la joven se resiste y se le cuela a modo de recuerdo el momento en que su ex amiga le contó sobre su relación con Jack, Elsa de inmediato se altera y ante eso, consigue exitosamente empujar a Jack de su cercanía.
– ¡Basta, Jack Frost!– le termina exclamando y en tanto lo aparta al chico bruscamente, agregando la chica posteriormente y mientras se sienta y apoya sobre sus palmas de sus manos – ¡Si sigues, te mataré yo misma!–.
Siendo apartado un poco por la hermosa chica y mirándola aún con deseo de reconciliación, asimismo, no importándole mucho la amenaza de la misma joven, Jack le termina diciendo mientras nuevamente se le acerca – ¡Mátame, Elsa! ¡Estoy loco por ti! Te he dejado claro que yo no amo a Carla. Tú sabes que te amo y que incluso, tú me amas–.
Negando que realmente su corazón le corresponda al chico, Elsa al tenerlo nuevamente cerca, le intenta negar ese deseo – No es cierto– pero Jack nuevamente le reafirma con total seducción un – Claro que si– añadiendo mientras nuevamente le devora sus labios con fuerza a la joven – Entiende, Elsa. No amo a Carla… ¡Te amo a ti!–.
Casi sintiéndose débil o como una muñeca de trapo y en medio de esos acalorados besos; la chica nuevamente le replica – No, Jack, tú no me amas. Tú amas a Carla, por ello vuelve con ella. Te la buscaste y créeme que en verdad ella te ama–.
Siendo firme de que en verdad no la ama a la mencionada joven morena, Jack reafirma su amor hacia la hermosa muchacha de melena platinada, informándole con fiereza en tanto fortalece su beso – ¡He dicho que no amo a Carla!–.
Ante el beso y consiguiendo el chico que la joven produzca un jadeo fuerte por la aparente excitación del mismo beso, inmediatamente se terminan separado de forma lenta.
Mientras sienten mutuamente sus aceleradas respiraciones; una vez que se separan lentamente, la chica no puede evitar llamarlo al muchacho por su nombre – Jack…– empezando la entristecida muchacha con un llanto al no poder decir que no a los besos del chico y mientras agrega – Rompiste mi corazón después de que Carla me contó todo. Me engañaste y aún así, me es imposible e irresistible no poder evitar caer en la tentación. Por ello… Jack, yo… ¡Desde que me besaste, yo… Te amo!–.
Incapaz de estar separados y reconciliándose inmediatamente, Elsa al instante lo termina tirando ahora al chico contra el suelo.
Subiéndose arriba de él y besándolo al muchacho con tanta rabia y amor verdadero.
Mientras ambos chicos tienen las ansias de unirse de manera consensual como cualquier pareja en su momento intimo, son irremediablemente interrumpidos por la joven morena.
Quién mientras aplaude, les dice en forma de comentario – Muy conmovedor–.
Una vez que dejan de besarse y le dirigen sus miradas a la joven latina, ambos chicos al unísono la llaman por su nombre – Carla...–.
Mostrándose la mencionada muy decepcionada y no dispuesta a dejar que todo se le salga de control, inmediatamente le dice al chico – Eres mi novio, Jack, y tú sabes que no te dejare ir–.
Cruzándose de brazos la misma joven y señalándola a la blonda con simpleza, al instante añade en forma de pregunta – ¿Cómo puedes besarla a ella?– agregando mientras se pone en defensa y le recrimina al chico – ¡Sobre mi cadáver, pasarás y podrás besarla!–.
Estando aún en el suelo y logrando protegerla a la joven platinada con un fuerte abrazo, Jack finalmente le dice a la joven morena – Carla, vete. Sabes que no te tengo miedo–.
– Yo tampoco, Jack…– le termina respondiendo la misma muchacha castaña y en tanto desenfunda una pistola y les apunta a ambos chicos.
Dejándolos a partir de ese momento y mientras se abrazan en el suelo, petrificados por el miedo.
Afectándoles tanto a la joven blonda como al mismísimo joven peliblanco.
Terminando así este fic.
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Notas del autor:
Hola lector, nuevamente con ustedes.
Continuamos con esté fic, otra vez, je je je.
Bueno en está ocasión Jack y Elsa finalmente se reconcilian pues ellos no pienso dejarlos así y no como a otras parejas que me gustan.
Está vez he dejado el fic en el limbo, pues la última actualización revelará si Carla Delgado mata a Jack y a Elsa o a uno de los dos.
Sin más que agregar, cuídense mucho y que estén bien.
Nos leemos en la última actualización de está historia.
