Les dejo aquí la nueva actualización de esta historia, ahora sí, se vienen los muertos vivientes

Gracias a los que me brindan su apoyo en esta historia, nuevamente me ayudaría mucho que pudieran darme su opinión acerca de esta historia, me gustaría mucho leer sus reviews

Sin más por el momento, los dejo con el capítulo 5 de esta historia

Descargo de Responsabilidad: Los personajes de Resident Evil que aquí aparecen pertenecen a Capcom, solo la idea original de la historia y personajes originales que aquí aparecen son de mi autoría (y algunos prestados para trabajar aquí)


CAPITULO 5

Los miembros del equipo bravo terminaron de subir al helicóptero, Kevin puso en marcha los motores, los cuales arrojaron una fuerte corriente de aire al piso, el estruendo era ensordecedor, Zafiro ni siquiera podía escuchar sus pensamientos.

Enrico fue el último en abordar del lado del copiloto, hizo saludo militar a Wesker y cerró la puerta tras de sí, ordeno a Forest cerrar la compuerta de carga también. El fuerte sonido del motor quedo ahogado a un murmullo cuando por fin se cerraron las puertas, Kevin comenzó a repasar las indicaciones de vuelo y fijando el curso.

— Y el que comience a lloriquear que quiere ir al baño o quiera vomitar lo arrojo a medio camino — bromeo mirándolos de reojo — todo listo para el despegue capitán

— En marcha entonces — respondió Enrico.

Zafiro sintió un poco de vértigo cuando el helicóptero se elevó y se puso en marcha hacia el norte. El sol estaba terminando de ocultarse detrás de las montañas Arklay mientras densos nubarrones negros amenazaban con alcanzarlos en unas horas, parecía que las lluvias de ese verano serian especialmente fuertes.

Observo a todo el equipo de reojo, todos mantenían sus rostros serios y meditativos, las bromas se habían acabado después del despegue. Varios kilómetros al norte se vio el destello de un rayo ascender hacia el cielo. La tormenta los alcanzaría pronto.

Bien, acabaremos empapados, eso es seguro — pensó tratando de distraerse de sus propios nervios — supongo que no extrañare Londres esta noche

Volteo a ver a Rebecca, aunque su expresión estaba completamente seria, su postura era tensa y movía incesantemente los dedos, estaba nerviosa, al igual que ella, igual que todos en ese helicóptero. Rebecca la miro con sorpresa por haberse visto descubierta, Zafiro solo esbozo una ligera sonrisa para tranquilizarla un poco. Justo en ese momento, la nave dio una fuerte sacudida.

Se escuchó un fuerte estruendo demasiado cerca, justo por encima de ellos, Zafiro levanto la mirada al techo, podía jurar que el estruendo se escuchó ahí, ¿había sido un rayo? ¿Los había alcanzado a golpear? Aquella pregunta fue repetida en voz alta por Enrico, Zaf escucho la respuesta que más se temía.

— ¡El motor esta fallado! — exclamo Kevin tratando de mantener el control de la aeronave — ¡Sujétense! Tendremos que hacer un aterrizaje de emergencia

Zafiro se sujetó firmemente a los asideros de la vibrante estructura. Paso la pirada por los rostros de sus compañeros, pudo observar los ojos asustados de Rebecca pasearse de igual manera por el rostro de todos los miembros del equipo, los siempre alegres Richard y Forest intercambiaban miradas nerviosas sujetándose con fuerza a las salientes de las paredes, Kenneth permanecía con los ojos cerrados sujetándose con fuerza a los asideros de los asientos, Edward por su parte trataba de darles ánimos a Rebecca y a ella, transmitiéndoles con la mirada que todo pasaría pronto.

Escucho a Kevin gritar algo, pero su cerebro se rehusaba a intentar descifrar aquel mensaje, solo pudo escuchar equipo Alpha, quizá trataba de enviar un mensaje de auxilio para el resto del equipo, pudo vislumbrar los arboles peligrosamente cerca desde las ventanillas frontales. El tiempo parecía transcurrir de manera ridículamente lenta.

Escuchaba el ruido de las ramas al resquebrajarse al paso del pesado helicóptero, sentía como todo se sacudía de manera violenta, de pronto, todo termino, había sido el instante más largo de toda su vida. Abrió lentamente los ojos, sus manos dolían debido a la fuerza con la que se había estado sujetando, su cuerpo entero temblaba por el miedo y la adrenalina de hacía unos momentos, escucho su respiración y el frenético latir de su corazón que le causaba que le zumbaran los oídos, miro a su alrededor, preocupada, afortunadamente todos estaban vivos, con ligeros raspones y contusiones leves, pero vivos. Estaban seguros en tierra y afortunadamente no habían rebotado.

— ¿Todos están bien? — pregunto Enrico girándose en el asiento para verlos directamente, Zaf simplemente levanto un pulgar, mientras taba de calmar su respiración

— ¡Bien piloteado Kev! — exclamo Forest soltándose de los asideros. Sus manos temblaban un poco al igual que las del resto del equipo

— ¿Qué fue lo que paso? — pregunto Edward sobándose la cabeza

— Parece ser que fuimos Alcanzados por un rayo — respondió Kevin revisando los controles del helicóptero

— ¿Funciona la radio? — pregunto Enrico observando cómo Kevin movía todos los interruptores

— La parte eléctrica ha quedado completamente frita — gruño de frustración — Tuvimos suerte de que no nos golpeara de lleno, pero sí estuvo lo suficientemente cerca.

— ¿Y se puede arreglar? — pregunto, miro al resto del equipo, no era una pregunta solo para Kevin, iba dirigida a Richard, el experto en comunicaciones y a Edward el mecánico del equipo.

— Tendríamos que revisar minuciosamente — Respondió Richard —Pero si es verdad que se ha freído todo el circuito, no hay mucho que podamos hacer

— Bien, ustedes tres revisen a fondo los circuitos y el motor— respondió Enrico— el equipo Alpha vendrá a buscarnos si no nos comunicamos pronto, les actualice las últimas coordenadas justo antes de que nos cayera el rayo. Por ahora salgan del helicóptero, no olvidemos que esto no es un día de campo.

Zafiro intento ponerse de pie, estaba algo temblorosa todavía, y sus piernas no respondían como le gustaría en ese momento. Fue la última en salir, Forest le tendió la mano para ayudarla.

— ¿Acaso aun estas asustada? — le pregunto burlón — Si quieres puedo cargarte para que no tropieces

— Estoy bien- mintió — ya se está pasando — agrego, aunque sus piernas aún se sentían como gelatina

— Bien, aseguremos el perímetro antes que nada — Ordeno Enrico — nuestra llegada no fue del todo discreta, y no estamos seguros de quien pudiera habernos oído — agrego comprobando su arma — nos abriremos en abanico y revisaremos el área — indicó señalando la zona — Si el mensaje llego al equipo Alpha estarán aquí en poco tiempo, simplemente asegurémonos que realmente estamos solos y esos locos no nos tomarán por sorpresa

Comenzaron a prepararse, revisaron sus armas y encendieron las linternas, Zafiro se ató su largo cabello en una coleta con una liga solía llevar en su muñeca, se había vuelto una costumbre en los entrenamientos, al menos de esa manera no tendría problemas con que su cabello le estorbara. Avanzaron lentamente, ella iba situada a la derecha de Rebecca, Enrico las seguía de cerca.

La tormenta estaba prácticamente encima de ellos, el cielo no dejaba de tronar incesantemente e iluminarse con los relámpagos, y, debido la alta humedad y al frio se había levantado una ligera capa de niebla. El terreno bajo sus pies cambio ligeramente, el terreno irregular cubierto de hojarasca había cambiado a lo que parecía un sendero de tierra, lo suficientemente ancho para que pasara un auto.

— ¡Mire capitán! — señalo Rebecca, Zafiro y resto del equipo se aproximaron de inmediato a ver qué sucedía.

Se trataba de un Jeep volcado en mitad del sendero, los pasajeros estaban muertos, se trataba de dos hombres con vestimentas militares, ambos cuerpos presentaban marcas de mordidas, había múltiples áreas con grandes desgarros de la piel y músculos, el vehículo estaba manchado con demasiada sangre, aun así, Rebecca busco el pulso de ambos hombres, pero era obvio que no había nada que hacer.

Zafiro observo con atención el jeep mientras los demás especulaban si ambos hombres eran de la base de Ragithon o se trataba de marines. Rebecca continúo revisando el vehículo, extrajo un portafolio que parecía importante. Documentos oficiales, carpetas, un expediente con una fotografía de un hombre joven.

— ¿Qué encontraste? — pregunto aproximándose más a ella

— Parece una orden judicial — murmuro leyendo los documentos, Zafiro observo la foto adjunta al documento, se trataba de un hombre apuesto de ojos obscuros con vestimentas de civil. Observo ambos cuerpos en el jeep, no se parecía en nada a ninguno de ellos.

— ¡Capitán! — exclamo Rebecca — Escuchen — agrego leyendo en voz alta aquella orden judicial que había encontrado — Prisionero: William Coen, Rango; ex teniente, sentenciado a muerte por el tribunal militar el día 22 de Julio de 1998, era trasportado a la base de Ragithon para su ejecución

— ¡Ese maldito asesino! — mascullo Edward tomando el archivo para verlo con sus propios ojos — Esos hombres solo hacían su trabajo y ese maldito los asesino

— Haremos un pequeño cambio de planes — murmuro Enrico peinando su bigote — tenemos un condenado a muerte suelto, no sabemos si esta armado, pero es seguro que se trata de un hombre peligroso y sin escrúpulos, además de ello aún tenemos a nuestro grupo de asesinos caníbales — murmuró — Expandiremos el radio de búsqueda y veremos si podemos encontrar al teniente Billy, informen cada 15 minutos hayan encontrado algo o no.

— ¿Tienen su radio? — les pregunto Edward a ambas chicas

Ambas asintieron y se pusieron en marcha, Zafiro estaba preocupada por separarse del equipo para ampliar el rango de búsqueda, ¿qué pasaría si alguno de los caníbales aparecía y ellas estaban solas?, suspiro controlando sus nervios, solo eran 15 minutos, que rayos iba a pasar en 15 minutos estando cada una por su cuenta.

Se alejó lentamente del jeep, Rebecca continuo su camino a su izquierda, el resto del equipo Bravo parecía haber desaparecido en el bosque, ni quiera podía escuchar sus pisadas. Respiro profundamente y comenzó a avanzar iluminándose con la linterna, trataba de concentrase, pero solo escuchaba la hojarasca crujir debajo de sus botas de combate.

Mantente alerta a cualquier otro sonido

No se lo tenía que repetir, cada sonido extraño que escuchaba bastaba para hacer que su corazón latiera frenéticamente. Sus botas apenas y hacían ruido en la tierra húmeda del bosquecillo. Al menos hasta que el terreno cambio bajo sus pies.

¿Qué demonios es esto? —se preguntó iluminando el piso pedregoso — son… ¿vías de tren? — murmuro iluminando los rieles

No estaba totalmente segura, pero se suponía que había un tren privado de Umbrella que pasaba por el bosque a algún lugar, aunque no podía asegurar del todo si aquellas vías eran las que seguía ese tren en específico, pero estaban en demasiado buen estado para estar abandonadas. Volvió la mirada por el camino que había usado para llegar hasta ahí. Permaneció de pie en mitad de las vías, debía tomar una decisión, seguir adelante por el camino que estaba siguiendo, o… continuar por las vías del tren.

Respiro profundamente sujetando con fuerza la linterna, continuo su camino siguiendo las vías, quizá, si el teniente Coen había logrado llegar hasta ahí en una pieza, pudo haberlas seguido, ya fuera en dirección a Raccoon, o en dirección a donde quiera que fuera que esos rieles terminaban.

Las pequeñas piedrecillas sonaban bajo sus botas conforme caminaba avanzaba sobre las vias, se detuvo de golpe, el lugar estaba completamente desierto, a excepción claro, por el enorme tren completamente detenido que tenía enfrente.

— ¿Que hace esto aquí? — susurro — ¿Será este el tren privado de Umbrella?

Escucho el crujido de una rama a su izquierda, se giró de inmediato apuntando el haz de luz y su arma en aquella dirección, se acercó lentamente sin hacer ruido, colocando su dedo en el gatillo, lista para disparar en cualquier momento. Lo que menos esperaba encontrar era otro haz de luz y el cañón de un arma apuntándole directamente a la cara.

— ¡¿Zaf?! — exclamo Rebecca con alivio bajando el arma — ¡Por Dios! ¡Pude dispararte!

— Lo mismo digo — respondió tallando sus deslumbrados ojos — creo que me desvié un poco de mi ruta siguiendo las vías — agrego, pudo notar como Rebecca observaba el tren, iluminándolo con su linterna

— ¿Crees que el teniente Coen pueda estar adentro? — le pregunto recorriendo el tren con el haz de luz, había 5 vagones altos de dos pisos cada uno, parecían iluminados en su interior, pero la luz era demasiado tenue.

— Quien sabe — respondió observando con cuidado las diversas ventanas rotas — aunque no se me ocurre otra razón que pudiera explicar por qué esta este tren aquí detenido, en medio del bosque y a mitad de la noche

— Tal vez... debamos informar – murmuro Rebecca llevando su mano a su radio — ¿Qué tal si está dentro y tiene a los pasajeros de rehenes?

— ¿En un lugar donde sería difícil localizarlo? — se preguntó Zafiro — Sus custodios están muertos... ¿De que serviría tomar rehenes entonces? Este sitio se encuentra demasiado apartado de Raccoon, y de cualquier sendero que atraviese el bosque, ¿cuánto tiempo tardarían los Marines o la Policía de Raccoon en darse cuenta que está escondido aquí y además tiene rehenes? —murmuro pensativa — ¿llamaras a los demás?

— No lo sé — dudo — puede que el tren se encuentre averiado desde hace semanas y que dentro no haya nadie realmente... — murmuro la pequeña castaña

— Richard y Edward se reirían de por ello durante semanas, eso es seguro... y Forest... ¡Pff! no quiero ni pensarlo — se rio iluminando un costado del tren con su linterna, el haz de luz ilumino las elegantes letras doradas — Ecliptic Express... — murmuro — Lindo nombre

Una gota de agua cayó en el brazo de Rebecca, seguida de otra, y otra más, Zafiro levanto la mirada al cielo, parecía que la lluvia había tomado la decisión por ellas, y a menos que quisieran empaparse y regresar al sitio donde encontraron el jeep, revisarían el tren de manera rápida, llamarían al resto del equipo y regresarían al helicóptero.

Las gotas de agua comenzaron a caer con más furia, Rebecca empuño su arma con fuerza justo cuando ella se colocaba al lado de la puerta, lista para abrirla. Rebecca sintió con la mirada y levanto el arma en cuanto abrió la puerta, comprobando que la zona estaba despejada, sin embargo, el lugar estaba completamente manchado de sangre fresca. Zafiro apago la linterna, la luz en el interior del tren bastaba para ver bien.

— No parece haber nadie aquí — murmuro — al menos si ignoramos las manchas de sangre

— Esto no parece la típica escena de una toma de rehenes — suspiro Rebecca revisando un poco más de cerca la sangre

— Tienes razón, el banco se veía completamente distinto el día que me balearon — bromeo Zafiro — Esto parece otra cosa totalmente distinta —agrego — si nuestro amigo Billy está en este tren... estoy casi segura de que se topó con la misma escena que nosotros tenemos ante nuestros ojos — murmuro — Becca, no creo que el teniente Coen haya hecho esto, esta escena es más acorde al modo de actuar de los asesinos caníbales que vinimos a buscar — dijo mirándola fijamente — Debemos contactar con el resto del equipo, si esos caníbales están en este tren, no es seguro estar solas

— Aun así ¿No deberíamos asegurar la escena antes? — Pregunto — No podemos traer al resto del equipo a un área que puede ser peligrosa para ellos, además… ¿si nos emboscan mientras esperamos a los demás? ¿ o si el teniente nos atrapa por la espalda? Deberíamos de revisar al menos un par de vagones más, y asegurarnos de que de verdad estamos solas

Zafiro levanto una ceja, no estaba completamente segura de querer hacer aquello, sin embargo, Rebecca tenía razón, era su deber asegurar el área en la que se encontraban.

Avanzaron, cuidándose de no pisar el equipaje desparramado por todo el sitio, Rebecca abrió con facilidad la puerta que conectaba al siguiente vagón, ambas entraron al siguiente carro, en esta nueva área se extendía una escena mucho más grotesca que la del vagón anterior, aquí si había cuerpos.

— Creo que... hemos visto suficiente — murmuro Zafiro, justo en ese momento la puerta se cerró detrás de ellas

— Creo que tenías razón, debemos llamar a los demás — susurro Rebecca bajando la mano a su radio

Un susurro llego a los oídos de ambas, el cabello de la nuca de Zafiro se erizo, no estaban solas en ese lugar. Rebecca avanzo por el pasillo sujetando con firmeza su arma, tal vez era un miembro loco de los asesinos caníbales murmurando en medio de un delirio. Zafiro estaba por ir detrás de ella para cubrir sus espaldas, pero la pequeña chica se relajó, volviéndose hacia ella con una pequeña radio en la mano. Bien, tal vez no era un asesino, tal vez solo era la condenada radio y ellas estaban demasiado nerviosas. Era suficiente, saldrían de ahí, llamarían al equipo, y terminarían de registrar el tren en cuanto llegaran.

Fue entonces que sucedió justo frente a sus ojos. El cuerpo al lado de Rebecca, lo que se suponía era un cadáver el cual sostenía la susurrante radio, se había puesto de pie, Becca comenzó a retroceder tratando de hablar con el desorientado sujeto, pero detrás de ella había dos personas más, a una de las cuales le hacía falta un buen trozo de la cara.

— ¡Deténganse! — escucho la orden de la pequeña castaña — O… ¡voy a disparar! — agrego levantando su 9mm contra ellos

O a aquellos sujetos eran demasiado estúpidos, o sinceramente no podían entenderlas por qué no eran nada de este mundo, Zafiro levanto su arma también sin pensarlo demasiado.

— ¡Becca dispara! — le ordeno a su compañera, al tiempo que ella misma tiraba una única vez del gatillo, esperaba que aquel disparo asustara a aquellos tipos, considerando que fueran humanos

La bala penetro en el hombro del primer sujeto, pero este parecía no haberse inmutado siquiera, parecía que no sentía en absoluto, siguió avanzando lentamente hacia Rebecca, ignorando el hecho de que le acababan de meter un tiro en un hombro, y ella podía garantizar que aquello dolía, lo había experimentado en carne propia

Y eso que a mí solo me hirieron superficialmente, pero este disparo debió dañar al menos la articulación, la clavícula… o el humero… ¿por qué no se inmuto en absoluto? ¿Es que no siente dolor alguno?

El sujeto emitió un sonido lastimero, muy similar a un gemido al tiempo que alzaba sus manos hacia la joven novata, Rebecca no dudo ni un instante más, disparo otras tres veces en contra del tipo, el cuerpo se desplomo hacia atrás, dejando a la vista el orificio de bala, justo arriba del ojo derecho.

Los sujetos que se encontraban a su espalda estaban casi encima de ella, Zafiro atravesó el vagón a grandes zancadas al tiempo que Rebecca disparo tres veces más, todos los tiros directos a la cabeza. Los cuerpos cayeron haciendo un ruido sordo al tener contacto con el piso.

— ¡Creí…— balbució — Creí que estaban muertos! —termino exclamando, respirando agitada

— ¡Se veían muertos! — respondió Zafiro mirando los cuerpos desparramados en el suelo, la sangre negra comenzaba a escurrir de las heridas causadas por ellas — ¡Vámonos de aquí! ¡Esto no es normal! ¡Salgamos y llamemos al equipo! — gruño Zafiro dándose media vuelta para volver a la puerta

— Tal vez...solo están enfermos — respondió Rebecca tratando de encontrar una explicación

— ¿Enfermos? ¿De verdad crees que están enfermos? — le pregunto Zafiro exaltada — ¿Por dios Rebecca... tienes idea de lo que duele que te roce una bala siquiera? ¡Ese sujeto tenía 3 incrustadas en el cuerpo y una en la cabeza!

— Quizá la enfermedad bloquea completamente los receptores de dolor, incluso puede que los destruya

— ¡Así como también destruye la inteligencia y sentido común! — respondió zafiro con sarcasmo

— Mira, creo que estamos cerca del vagón delantero, continuemos un poco antes de llamar a Enrico y a los demás, tal vez haya algún civil herido que necesite nuestra ayuda

— Rebecca — suspiro Zafiro — Esas lesiones que tenían todos esos tipos coinciden con las lesiones de los cuerpos de las víctimas de los asesinos caníbales de Raccoon. — le señalo — Puede que estemos lidiando con el maldito grupo de psicópatas que han estado causando pánico en la ciudad — agrego — Y solo estamos nosotras 2, ¡para un grupo de maniacos que quizá hayan masacrado este tren!

— ¡Y es nuestra misión y nuestro deber ponerlos bajo custodia! — insistió, Zafiro la miro fijamente a los ojos, sabía que Rebecca quería desesperadamente ganarse el respeto de los demás miembros del equipo y que dejaran de tratarla como a una niña, apenas y tenia18 años, era por mucho la miembro más joven del escuadrón, y aunque ambas eran las novatas del equipo, a sus 22 años ella seguía siendo 5 años mayor que Rebecca.

Siguieron al siguiente vagón, no se veían cuerpos a la vista, y la mayoría de las ventanas estaban intactas. Los fragmentos de cristal de las que, si estaban rotas, se encontraban esparcidos por el piso, lo que había roto aquellas ventanas, lo había hecho para entrar. Sea lo que sea que los haya roto, lo hizo para entrar, y no para salir.

Ambas avanzaron por el pasillo en forma de zigzag, Al final del corredor se encontraba un cadáver de lo que parecía haber sido un operario del tren, el cual sostenía en sus rígidos y fríos dedos una llave plateada. Zafiro paso de largo e intento abrir la puerta al lado de este, con suerte saldrían, bajarían del tren y se largarían de ahí mientras contactaban con los demás.

Pero suerte era lo que menos tenían en esos momentos, la puerta estaba cerrada.

— Tal vez esa sea la llave — Rebecca señalo el cadáver

— ¿Hablas de... quitarle la llave al muerto? — Zafiro hizo una mueca ante la idea de tener que tocar la fría carne de aquel sujeto para arrancarle la llave de sus tiesos dedos

— Dime ¿Tenemos otras opciones?

¿Realmente las había? Además de volver por el vagón de los cadáveres para regresar justo al que habían usado para entrar, y cruzar los dedos para que el resto de los muertos no se volvieran a levantar.

— ¡Bien, tu ganas! — respondió resignado — Obtengamos esa llave —suspiro Zafiro enfundando su arma

Trataron de arrancar la llave de los rígidos y helados dedos del cadáver. Estaban tan concentradas en su labor, que no escucharon los pasos acercándose a sus espaldas hasta que fue demasiado tarde. El cañón de un arma las apuntaba directamente. Vaya que se habían portado como novatas solo por la necesidad de salir de ahí sin tener que volver al vagón de los cuerpos.

— Billy — murmuro Rebecca tratando de ocultar su sorpresa — teniente Coen — corrigió

— ¡Oh! ¿así que me conocen?, es una sorpresa, ¿han estado teniendo algunas fantasías conmigo? ¿Es eso? — se burlo

— ¡Ya quisieras! — gruño Zafiro — ¡Tú eres el convicto que llevaban a ejecutar! — agrego

— Estabas con los soldados que encontramos en el bosque — agrego Rebecca en un tono firme

— ¡Y veo que ustedes están con los S.T.A.R.S.! — les respondió sin bajar el arma — Sin ánimo de ofender, pero los suyos y yo no nos llevamos muy bien, tendrá que ser para la otra, muñecas — agrego con sarcasmo bajando el arma y dándose la vuelta para regresar por el pasillo, Rebecca fue inmediatamente tras él mientras Zafiro tomaba la radio de su cinturón, lamentablemente, no pudo obtuvo respuesta de nadie, no recibía señal alguna

— ¡Espera! ¡Estas arrestado! — escucho decir a Rebecca

— No gracias, ya he llevado esposas —respondió Billy con sorna, retirándose por el pasillo.

— ¡Podría dispararte sabes! — exclamo Rebecca con desesperación al verlo marcharse

Zafiro le dio alcance en mitad del pasillo, negó con la cabeza, para darle a entender a Rebecca que no había podido contactar con nadie.

— Estamos solas en esto — susurro en tono quedo — Mi radio no funciona, y no puedo comunicarme con nadie. Si vamos a arrestar al teniente Coen, tendremos que hacerlo solas — agrego desenfundando su arma. Y quitando el seguro — A menos que tu radio si capte alguna señal

— Tratare de comunicarme — murmuro descolgando su radio de su cinturón, pero antes de apretar el botón de transmisión escucharon un par de disparos del vagón de los cadáveres, parecía que el teniente se había topado con algún otro cadáver que decidió levantarse

Ambas se miraron fijamente, pretendían ir a revisar, pero la ventana que se encontraba justo a su lado salto hecha pedazos, regando fragmentos de cristal en el suelo, al tiempo que una figura humana saltaba dentro.

— ¡Edward! — exclamo Rebecca al reconocer al dueño de la silueta que acababa de entrar, se traba del mecánico del equipo Bravo — Edward ¿qué ha pasado? — pregunto examinándolo de inmediato, su camisa estaba completamente empapada de sangre, y tenía una enorme herida en su brazo derecho. Saco una compresa de gasa de su botiquín y lo abrió rápidamente y lo presiono contra la herida tratando de frenar el sangrado

— Tengan... tengan cuidado—balbució apretando los dientes por el dolor — El bosque... el bosque está lleno de monstruos y zombis...

— ¿Zombis? — Zafiro levanto una ceja, ¿acababa de decir Zombis?

— Nosotros no...

Rebecca intento decirle que no intentara más, en ese momento otra de las ventanas salto hecha pedazos, dos sombras entraron de un salto al vagón, una de ellas se predio al dar vuelta por el pasillo, mientras otra las observaba fijamente gruñendo y goteando saliva de sus enormes fauces.

Aquello era un perro, un perro enorme, o por lo menos debió haberlo sido, un dóberman con grandes trozos descompuestos de piel que colgaban a sus costados dejando a la vista los rojos y viscosos músculos. Tenían una apariencia húmeda y viscosa, y Zaf sospechaba que no era solo por la lluvia.

"Criaturas húmedas y enormes" — las declaraciones de los testigos se le vinieron a la mente.

Los reportes describían criaturas con apariencia húmeda y de gran tamaño ¿Acaso aquellas eran las bestias que habían causado la muerte de los ciudadanos de Raccoon City durante los últimos 2 meses?

Hemos encontrado a nuestro asesino

Zafiro apenas y demoro unas milésimas de segundo en procesar todo lo que estaba ocurriendo, sacudió la cabeza y levantó el arma disparando un par de veces hacia el animal, la apestosa y purulenta sangre comenzó a brotar de aquellas heridas, aun así, el perro pareció no inmutarse en absoluto.

Rebecca disparo a la cabeza del perro, la bala atravesó uno de sus ojos, el cuerpo se desplomo en el suelo. Al igual que los cadáveres del vagón anterior, parece que solo podrían detenerse con un disparo a la cabeza. Ambas chicas no tuvieron que esperar mucho a que apareciera el segundo perro, Rebecca disparo de nuevo sin darle mucho tiempo a atacar, el bulto sin vida cayó al piso emitiendo un sonido sordo.

Rebecca se giró inmediatamente hacia Edward, siguió tratando de revisar aquella fea herida, pero Zafiro pudo notar como la sangre había dejado de bortar en absoluto, el cuerpo del mecanico estaba inmóvil. Edward estaba muerto.

— Becca — susurro tocando el hombro de la chica, respiro profundamente tratando de contener las lagrimas, no había tiempo de llorar en ese momento

— Lo siento — murmuro Rebecca conteniendo un sollozo, La radio de ambas emitio un pitido en ese momento, sacándolas de su aturdimiento.

—...Reciben...cuidado…Billy Coen — apenas y alcanzaban a escuchar la voz de Enrico en medio de tanta estática — ... mato al menos a 23 personas... alerta

— ¡Capitán! — respondió Rebecca levantando su radio de inmediato — ¡¿Capitán me recibes?! ¡Enrico! —insistió presionando los botones — ¡Maldita sea! — gruño colgándose la radio al cinturón de nueva cuenta

— Sabes, comienzo a pensar que nuestro "amigo" Billy no fue el que asesino realmente a los marines — susurro Zafiro —Becca, creo que ya ha sido suficiente de esto, debemos volver y reagruparnos ... si es que los demás no han muerto como Edward — pensó tratando de no mirar el cadáver del mecánico

Rebecca asintió, realmente que otra opción tenían, ambas regresaron al vagón central, por donde habían subido al tren, Zafiro tiro de la puerta corrediza con la esperanza de sentir el frio y la lluvia del exterior golpeando sus caras, pero la puerta no se movió en absoluto.

¿Es broma verdad?

Ambas tiraron de la puerta juntas, esperando que solo estuviera trabada, pero no, estaba completamente cerrada, ¿Acaso el maldito de Coen las había encerrado y se había marchado?, Un ligero ruido proveniente del vagón de la izquierda llamo su atención, ¿Era otra de esas cosas? ¿O se trataba de algún pasajero que quedaba vivo y ocupaba ayuda?

O quizá el teniente sigue tan encerrado como nosotras — pensó Zafiro

Rebecca fue a revisar de donde provenía aquel sonido, aunque ambas eran conscientes de que no era la acción más inteligente, pero era lo único que podían hacer. Zafiro la siguió de cerca, sujetando fuertemente su 9mm. Abrieron la puerta del vagón contiguo, encontrándose frente a frente con Billy Cohen. Ambas lo apuntaron con sus armas vigilando cada uno de sus movimientos. Zafiro no pudo pasar por alto la mirada de alivio del ex teniente ¿Se alegraba de verlas?, Tal vez ya se había topado de frente con esas cosas.

— Pon las manos donde podamos verlas — le ordeno Zafiro, el teniente obedeció sin rechistar, definitivamente estaba más cooperativo que en su ultimo encuentro

— Escúchenme, las cosas aquí están terriblemente mal — comenzó a decir con las manos en alto — ¿Ustedes las vieron no es así? Esas cosas que mataron, esos sujetos estaban enfermos — agrego sin perder de vista los cañones que le apuntaban directamente a la cara — Lo sé, lo leí en un diario que encontré — dijo bajando la mano hacia su cinturón — Si quieren lo leeré para ustedes, hablaba de una investigación y accidente con alguna clase de virus — dijo, Zaf noto como los ojos de Rebecca brillaron con interés

— ¡Detente! — le ordeno Zafiro bajando su dedo al gatillo de la pistola — mantén tus manos donde las podamos ver — le repitió

— Está bien, esta bien pequeña fierecilla... — Billy volvió a levantar las manos — Si quieres puedes tomarlo tú, está en mi bolsillo trasero — le guiño un ojo

— Tentador... pero creo que no será en esta ocasión, amigo — respondió haciendo una mueca de desagrado

—Miren, no sé si se habrán dado cuenta, pero todas las salidas de este lugar están cerradas, si queremos salir tendremos que cooperar

— ¿Cooperar? ¿Contigo? Hasta crees — respondió Rebecca con un chasquido

— Escúchenme, el tipo al que le quite el diario se abalanzo sobre mi tratando de atacarme, justo antes de que le pegara un tiro — intento tranquilizar la situación, no se sentía cómodo con dos M91 de 9mm apuntándole directamente a la cara — La situación aquí es más delicada de lo que pueden siquiera imaginar, este diario es importante para saber que está pasando aquí

— Vuélvete a poner las esposas y lo leeré — dijo Rebecca de manera brusca

— Escúchame bien princesa, de mi parte yo quiero salir de aquí con vida y en una pieza — les espeto, estaba comenzando a cansarse de la actitud de ambas chicas — No sé si tú y la fierecilla de tu compañera no tengan la misma intención. Si no nos ayudamos...

— No vamos a confiar en ti... podemos arreglárnoslas solas

— ¿Cómo hace un momento princesa? — se burló, era más que claro que ambas chicas solo eran unas novatas.

— ¡Deja de llamarme princesa! — gruño Rebecca molesta

— ¡Oh! ¿Entonces como debo llamarte señorita PuedoCuidarmeSola?

— Mi nombre es Rebecca Chambers, ¡Oficial Chambers para ti!

— Muy bien... Rebecca... ¿y tú? — pregunto mirando a Zafiro — ¿Tienes un nombre aparte de Fierecilla?

— Mi nombre es Luna Zafiro Engel — respondió mirándolo de manera seria — Si no quieres una bala en tu trasero será mejor que no lo olvides.

Billy las miro frunciendo un poco el ceño, Zafiro supuso que estaba comenzando a cansarse de la situación con ambas. Sonrió de medio lado con ironía. También ella se estaba cansando de todo aquello.

— Muy bien chicas, ¿por qué no me explican su plan de acción entonces? ¿van a arrestarme no? y después qué? — pregunto con fingida curiosidad — ¿Llamaran al resto de sus camaradas?

Zafiro gruño por lo bajo ¿El maldito se burlaba de ellas? Estaba por responder algo cortante, pero, recordó el cuerpo de Edward que estaba aún en el vagón donde lo habían dejado junto a los cadáveres de los dos perros. Aunque pudieran llamar al resto del equipo ¿Qué les garantizaba que aún estaban con vida?

— La radio no funciona — respondió Rebecca en un tono quedo

— ¡Ya veo!, entonces ¿cómo saldremos de aquí? ¿Por tierra? ¿por aire? ¿Qué tan lejos está su trasporte? — pregunto con burla

— Vinimos en helicóptero — Rebecca titubeo un poco

— No querrás usarnos de vía de escape ¿verdad teniente? — lo confronto Zafiro — Sería una lástima pata ti, pero nuestro helicóptero se estrelló después de que el motor fallara a causa de un rayo. — agrego — ¿Y qué me dices de ti? ¿Cómo tenías planeado salir de aquí? ¿Volverías al jeep que te transportaba? ¿O pensaste que si nos convencías de unir fuerzas contigo, nosotras te sacaríamos de la ciudad?

— Bien es suficiente — intervino Rebecca, Zafiro y Billy se miraban de manera asesina — Solo, date la vuelta, suelta el arma y ponte las esposas

— ¡Ni lo piensen! — gruño Billy tensando los músculos de los brazos — Preferiría que me dispararan en este momento, pero de ningún modo dejare que me desarmen y esposen con esas "cosas" paseando por el tren.

Zafiro lo miro con molestia, estaba por advertirle lo que sucedería si no las obedecía cuando el ruido de cristales rompiéndose en la planta alta llamo la atención de los tres.

— ¡Es imposible! — exclamo Billy — Acabo de revisar el vagón comedor!

— Iré a revisar — murmuro Rebecca mirando hacia la planta alta

— ¿Y que garantiza que yo no salte del tren mientras estas arriba? — le pregunto con un ligero tono de burla

— Porque es peligroso... ¿recuerdas? — le respondió Rebecca de la misma manera

— Además, yo me quedare a vigilarte —intervino Zafiro — Y si intentas algo raro, tendrán que sacarte las balas que yo te meta antes de fusilarte. — lo amenazo

Rebecca sonrió burlesca y subió lentamente al segundo piso con el arma lista. Zafiro tomo su lugar sin dejar de apuntar a Billy, el cual comenzó a bajar los brazos.

— ¿Te importa? Es cansado mantener esta posición — dijo manteniendo las manos donde Zafiro podía verlas mientras las bajaba lentamente

— Déjame ver ese diario del que hablabas

— ¿Creí que no querías que me moviera? — le respondió con sarcasmo

— No me hagas arrepentirme de dejarte bajar los brazos — le espeto — Además, creo que estas mintiendo respecto al dichoso diario que dices haber leído, ahora, te darás la vuelta y sacaras el diario, si intentas siquiera tomar tu arma estarás lleno de plomo antes de que puedas darte la vuelta...

— Alardear no te servirá de mucho con esas cosas — le respondió molesto

— No alardeo teniente, nos tomaste con la guardia baja hace un momento, no pienso dejar que suceda de nuevo. ¿O es que quieres comprobar que tan rápida soy tirando del gatillo?

— Muy bien — gruño Billy con fastidio— se dio la vuelta y saco el diario de su bolsillo trasero para sorpresa de la chica, se volvió de nuevo y se lo ofreció — ¿Piensas tomarlo? ¿O vas a querer que te lo lance?

Zafiro sonrió de medio lado y tomo el diario, al menos en eso no les había mentido el teniente Coen, paso rápidamente las hojas, buscando en las últimas páginas. Observo de reojo que Billy la mantenía vigilada, bajo el arma para ponerse a leer.

— ¿Creí que me iban a arrestar? — dijo con ironía

— No te iras —aseguro Zafiro sin levantar la vista del diario — Sabes perfectamente que este lugar es peligroso, y los bosques lo son aún más, a eso debes sumarle el hecho de que no conoces la zona, no llevas equipo contigo, y te buscan para matarte — agrego pasando la página — Y, aunque me pese admitirlo, tienes razón, puede que necesitemos trabajar juntos, tú nos necesitas, así como quizá nosotras necesitemos tu ayuda, debo admitir que tratándose de experiencia en campo, tu nos llevas bastante ventaja. Si de verdad quisieras matarnos lo hubieras hecho allá adelante. — agrego levantando la mirada de su lectura durante unos momentos, observo el tatuaje estilo que cubría completamente el brazo derecho del teniente.

— Sí que eres una fierecilla despreciable — mascullo entre dientes

— Con el tiempo te acostumbraras, teniente — le sonrió guardando el arma en su funda, continúo leyendo las ultimas anotaciones de aquel diario.

El sujeto hablaba de un tal Virus- T que había escapado en el laboratorio de Arklay a mediados de mayo, también hacía mención de cómo actuaba en los organismos que infectaba, provocando crecimiento exagerado, comportamiento agresivo y cambios estructurales en el cerebro, y eso solo con la administración de una mínima dosis. Y aquello solo eran los resultados obtenidos en animales.

Si aquellos perros eran el resultado de estos experimentos... entonces ¿que pasara si persona es infectada?

No tenía que pensar mucho en la respuesta a aquella pregunta. Ellas lo acababan de ver cuando subieron al tren.

La última nota era del 16 de julio, hacía mención de los ataques de Raccoon, de cómo la ciudad estaba sumergida en el pánico creciente, y en como los medios no habían hecho más que aumentar el miedo de los ciudadanos, el propietario del diario se preguntaba si aquellos ataques podían ser consecuencia del accidente del laboratorio a mediados de mayo. Existía la posibilidad de que los asesinatos caníbales y los ataques de animales "desconocidos" fueran causados por aquellas cosas, solo habría que ver el tamaño de esos infernales perros que vieron antes, esas mandíbulas podrían arrancar una extremidad sin problema, de eso estaba segura.

Un grito de terror proveniente de la planta alta la sacó de su trance, ¡Rebecca! Era Rebecca la que gritaba. Zafiro desenfundo su arma de inmediato, observo de reojo a Billy el cual asintió llevando su mano a su arma. Estaba dispuesto a ayudarla en ese momento.

— Te perdonare la bala que te prometí en el trasero por llamarme fierecilla — le dijo de manera burlona

— Ahora puedo darte la espalda en paz — chasqueo.