Les dejo aquí la nueva actualización de esta historia, ahora si llegamos al laboratorio y develaremos un poco mas de cosas sobre Zaf y sus cambios, Que reaccion tendra Wesker al saber la verdad sobre Zaf?
Gracias a los que me brindan su apoyo en esta historia, nuevamente me ayudaría mucho que pudieran darme su opinión acerca de esta historia, me gustaría mucho leer sus reviews
Sin más por el momento, los dejo con el capítulo 6 de esta historia
Descargo de Responsabilidad: Los personajes de Resident Evil que aquí aparecen pertenecen a Capcom, solo la idea original de la historia y personajes originales que aquí aparecen son de mi autoría (y algunos prestados para trabajar aquí)
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CAPITULO 9
Chris y Rebecca avanzaron por toda la casa, cuidándose de cada rincón, cada grieta, el musgo de las paredes lucia seco e inofensivo. Después de revisar los papeles del baúl encontraron un informe de un pesticida que podía acabar con la planta llamado V-Jolt, y solo podía elaborarse en el punto 42. Chris tenía sus dudas si necesitarían el informe, pero Rebecca había decidido levárselo de todas maneras, el simplemente quería salir de ahí. Y si podían no encontrarse con la dichosa planta chupa sangre, sería lo mejor.
Entraron a una sala con las paredes cubiertas de musgo, pero a diferencia del que habían visto en los pasillos, este era un musgo vivo, de color verde nauseabundo. La estancia estaba impregnada con un aroma que olía como a fruta podrida.
Rebecca paso al lado de Chris adentrándose en la estancia.
— ¡¿Creí que habías dicho que esa cosa chupaba sangre?! — le reclamo Chris
— Lo sé, pero esta no es la planta 42
— ¿Cómo sabes eso?
— Básicamente buscamos una planta bulbosa con lianas de metros retorciéndose por todos lados dispuestas para capturar a sus presas y drenarlas... esto de aquí, solo es musgo. — señalo las paredes
— Es bueno saberlo — respondió Chris con sarcasmo.
Chris observo la estancia, había tres puertas más aparte de la que habían usado para entrar, Chris se dirigió a la que tenía justo enfrente, algo pesado golpeo la puerta de repente, cerrándosela en la cara, ambos pudieron escuchar como si golpearan las paredes contiguas con mucha fuerza.
— ¿Dijiste lianas móviles verdad? — pregunto Chris pasando saliva — Creo que encontramos a nuestra planta y puede que este bloqueando nuestra única salida de este lugar.
Revisaron las otras dos puertas, una de ellas era un polvoriento dormitorio contiguo a la habitación de la planta, la otra era una cerradura de seguridad.
— Sera imposible abrirla — murmuro Rebecca — No podemos estar pulsando los números al azar, las posibles combinaciones son infinitas
— Aunque — Chris rebusco en el manojo de llaves que había encontrado la etiqueta con un número. — quizá solo necesitemos de un intento — Pulso los botones en orden, las 9 lucecitas del panel quedaron encendidas y se apagaron de una en una, cuando la última lucecita se apagó, se escuchó el clic de la puerta abrirse.
Entraron, desafortunadamente no era la salida que Chris estaba esperando, no podían tenerlo tan fácil, era un cuartucho empolvado lleno de estanterías con frascos con nombres raros. Rebecca sonrió leyendo las etiquetas.
— Chris, creo que podremos matar a la planta! — exclamo — Recuerdas el V- Jolt... puedo mezclarlo aquí... si encontramos las raíces...
— ¿Cuánto tiempo demoraras mezclándolo?
— Amm no lo sé... unos 15 o 20 minutos, quizá menos
— Muy bien, tu quédate aquí... yo buscare las raíces... volveré en unos minutos.
Chris salió dejando a Rebecca completamente sola, una vez que salieran de ahí, podía asegurar que haría pagar al causante de todo.
—
Aquello parecía sacado de sus más aterradoras pesadillas, aún más que los zombis, los perros, las cosas rana con grandes garras de hacía unos momentos, de todos ellos, definitivamente este era el peor de todos, y menos mal que ya estaba muerta.
Pudo ser una araña, una muy colosal araña, la estancia en la que estaba era amplia, y aun así el inmenso cuerpo del artrópodo muerto y enroscado sobre sí mismo lo hacía parecer pequeño, todo estaba cubierto por telaraña, desde el suelo hasta el techo, aquel animal no llevaba mucho muerto, la sangre verdosa y espesa aun salía por las heridas que habían sido su causa de muerte.
Cualquiera que haya matado esta cosa, merece todo mi respeto
Zafiro había visto otro de esos monstruos verdes por el camino, estaba completamente lleno de heridas, supuso que habría sido Jill la que había matado esa cosa, o tal vez Barry, sin embargo, no había logrado encontrar a ninguno de los dos todavía. Salió de la estancia sacudiendo sus ropas y cabello, aún tenía la sensación de estar cubierta de esas pegajosas hebras de hilo. El corto pasillo se extendía a su izquierda y a su derecha, del lado izquierdo había una puerta, del mismo lado que la que acababa de atravesar, y a su derecha había otra puerta justo frente a ella.
Se dirigió a su derecha, el túnel se dividía delante de ella, del lado izquierdo estaba otro nuevo túnel obscuro y frio de roca, pero a su derecha había una plataforma de ascensor similar a la del patio, la brisa cálida que venía del exterior la hizo sentir alivio.
Noto que la plataforma estaba arriba, pulso el mando para hacerla bajar, podría revisar el otro corredor antes de subir. Permaneció de pie, pensativa, el sonido de un gran mecanismo al ser accionado la sacó de su trance, el ruido venia de arriba, de eso estaba segura.
La plataforma finalmente bajo, pulso los mandos para hacerla subir de nuevo. El sonido de los grillos llego a sus oídos, y la cálida brisa soplo sobre sus ropas aun húmedas. El pequeño patio estaba desierto, no había nada en el salvo la estructura de una fuente vacía, pero ¿de dónde había venido el ruido de antes entonces?
Se aproximó a la fuente por curiosidad, quedándose atónita por lo que veía, no había nada de agua en el interior, pero si unas escaleras completamente mojadas que terminaban en la entrada de un ascensor de metal, con las rejillas levemente oxidadas. Observo la zona comprobando que no había nadie más, apretó los puños armándose de valor mientras bajaba las resbalosas escaleras.
Vamos entonces
Abrió la puerta del ascensor y entro, iniciando el lento descenso a donde quiera que fuera a dar esa cosa. Que bien podrían ser las entrañas del mismísimo infierno.
—
Wesker había disparado en contra de 4 trabajadores de Umbrella, por lo que pudo notar en los cadáveres, la infección en los laboratorios había sido mucho peor que en la mansión, los cuerpos que había abatido estaban totalmente resecos, prácticamente momificados, con la carne y piel pegada totalmente a los huesos, el último al que le había disparado apenas y había sangrado.
Se sentó delante de ordenador encendiéndolo, espero pacientemente a que los logos de la corporación aparecieran en pantalla, introdujo el usuario y la contraseña, los sabía de memoria, el Dr. John había usando su nombre y el de su novia Ada para controlar el acceso. Por primera vez en toda la noche se sentía con el control de la situación. Sabía que había aun algunos peligros, pero podría controlarlos, aun debía tomar las muestras de los laboratorios del sótano 4, y aún quedaba el premio mayor, el Tyrant.
Ingreso la segunda de las contraseñas que le permitiría acceder a los archivos encriptados de la investigación de Engel, sabía que Ellen Smith había estado trabajando durante años tratando de descifrar la clave, y había bloqueado el acceso con una contraseña para que el resto de los trabajadores no pudieran acceder a ellos y dañarlos accidentalmente.
Oh doctora Ellen, que haría si supiera que yo logre en una noche, lo que usted no pudo en años
Wesker rio ante la satisfacción que le produjo ese solo pensamiento, en la pantalla apareció el escudo familiar de Engel con una ventana pidiendo la contraseña.
— A fronte praecipitium, a tergo lupi —escribió repitiendo la frase en voz alta — al frente un precipicio, y en la espalda lobos.
Parecía irónico lo acertado que había sido esa frase al final para Engel, quizá sabía que Spencer terminaría matándolo finalmente.
— Bienvenido Doctor Engel — la metálica voz femenina lo saco de sus pensamientos.
Veamos entonces que era lo que ocultaste tanto tiempo, con tanto esfuerzo
Comenzó a pasar los archivos, había muchos que hablaban sobre la primera investigación del Virus Progenitor, los experimentos de Marcus con el Virus T. finalmente lo encontró, "Primer ensayo clínico en el sujeto denominado T/000-Z"
Abrió el archivo con curiosidad comenzando a leer, la sonrisa se borró poco a poco de su rostro.
— Nombre Clave T/000- Z, Nombre Real: Luna Zafiro Engel, Edad: 5 años... — Wesker se puso de pie sin creer lo que leía, Luna... el experimento que habían buscado, había estado delante de sus ojos, había dormido entre sus brazos más de una noche.
Escucho pasos afuera de la sala de ordenadores donde se encontraba, se ocultó detrás de una pared, cubierta por las sombras y un conjunto de pantallas de ordenador, ¿quién había conseguido llegar hasta ahí?
—
Había jurado que escucho una voz en esa dirección. Había bajado por unas escalerillas después de salir del ascensor, después de pasar sobre el cuerpo de un par de infectados visiblemente secos, había descendido por unas escaleras de aluminio que resonaban con cada paso que daba.
Aquellas paredes de concreto y el piso liso le parecían tan vagamente familiares, lo cual era completamente ridículo, jamás había estado en ese lugar, estaba segura de ello. Noto otro par de cuerpos a su izquierda, girando por un amplio y corto corredor, y pudo ver el brillo de un monitor a través de una puerta medio abierta al fondo.
Avanzo rápidamente y entro en aquella habitación, era un cuarto con diversas maquinas que jamás en su vida había visto, y montones de ordenadores, la mayoría de la sala estaba sumida en sombras, y había un único ordenador encendido, la luz azulina proyectaba las sombras provocadas por el resto de los ordenadores.
No se veía movimiento alguno, parecía estar sola en aquella habitación con ese ordenador encendido. Estaba por marcharse, pero algo llamo su atención. En el ordenador estaba su escudo familiar. ¿Qué demonios hacia ahí?
Se sentó frente al ordenador movida por la curiosidad, había una serie de archivos abiertos, en una buena parte figuraba su nombre, y el de su abuelo. Comenzó a leer, eran las notas de su abuelo, casi podía asegurarlo.
18 de noviembre de 1980:
La salud de Luna empeora con el paso de los días, he usado todos mis medios para brindarle el mejor de los tratamientos. Pero nada ha funcionado, los médicos pronostican que no vivirá lo suficiente para navidad. Es una situación difícil, Andrew ha decidido alejarse para sobre llevar el duelo. Y Coraline, la pobre siempre ha sido demasiado sensible, saber que su única hija está muriendo ha supuesto un gran golpe para ella.
20 de noviembre de 1980:
La fiebre no ha cedido en dos días, Luna ha bajado demasiado de peso, me duele en el alma verla así, he contactado con mi compañero y amigo James Marcus, desde que Ashford falleció, es el único en el que puedo confiar. Traerá consigo el progenitor, no tengo más opción si la medicina tradicional no funciona.
22 de noviembre de 1980:
He leído los informes de Marcus sobre el uso del progenitor en humanos, el virus es tan agresivo que no se adapta correctamente al ADN de su hospedero, todos los intentos de usarlo en humanos han sido un fracaso. Me sentí desolado ante la posibilidad de perder a mi única nieta y heredera del linaje de los Engel, sin embargo, parece haber aun una esperanza, las investigaciones de Edward Ashford arrojaron resultados satisfactorios, una cantidad atenuada del virus puede adaptarse con éxito a un hospedero con genes superiores. Comenzaremos las pruebas de inmediato.
28 de noviembre de 1980
Los resultados fueron positivos, afortunadamente el linaje de los Engel aún mantiene una alta concentración de genes superiores. Y Luna posee una gran cantidad de ellos. Andrew no ha querido saber nada del experimento. No necesitare de su consentimiento para continuar.
La salud de Luna empeora rápidamente. Tendremos que empezar ahora.
30 de noviembre de 1980
Aun no recupera la conciencia, y la fiebre no ha terminado de ceder por completo. Aun así, no parece haber mutaciones, ni ninguno de los efectos secundarios mencionados por Marcus.
8 de diciembre de 1980
Por fin ha recuperado la conciencia, la fiebre ha cedido completamente y casi no sufre de ataques de tos, ha querido comer un poco y ha mostrado interés por un folleto del Ecliptic Express que va de Raccoon City al centro de Formación de Marcus. Prometí llevarla de paseo en tren en cuanto mejorara, esto pareció alegrarla, tenía mucho sin verla sonreír con tanta ilusión.
16 de diciembre de 1980
El estado de salud de Luna ha empeorado drásticamente, como Marcus había dicho, una muestra atenuada del virus no funcionaría completamente, he probado aplicar una dosis sin atenuar del Progenitor, rezo por que esto pueda salvar a mi nieta.
— ¿Qué demonios es todo esto? — murmuro avanzando las paginas
Recordaba vagamente su infancia, la mayor parte del tiempo se la pasaba en cama con fiebre o ataques de tos, aquel recuerdo del Ecliptic Express no lo tenía muy claro. Reviso los archivos, muchos de ellos no los tenía claros, formulas químicas, virología, si hubiera seguido estudiando como cuando tenía 13 años podría entenderlas como si estuviera leyendo un libro de comics, y para su mala fortuna, Rebecca no estaba ahí para traducirlas a un lenguaje mas entendible.
No terminaba de entender que sucedía en ese momento ¿Qué hacían esos archivos ahí? ¿de verdad eran notas de su abuelo? ¿Qué diablos era el virus Progenitor?
Encontró un video con fecha de 10 años atrás, pocos días antes de que su abuelo "falleciera" en el "misterioso incendio de su mansión". Reviso el lugar nuevamente asegurándose que estuviera realmente sola. Reprodujo el video. El rostro de su abuelo, aquel rostro que ya no recordaba tan claramente apareció en la pantalla, sus ojos se llenaron de lágrimas al verlo. Estiro su mano, tocando el frio cristal de la pantalla.
"Mi querida Luna, si es que estas viendo esto es porque yo debería de estar muerto en esos momentos. No sé qué es lo que sepas de mi muerte, pero deberías saber que fui asesinado, hubiera querido decirte esto en persona cuando tuvieras edad, pero como puedes ver, no puede ser.
Luna, cuando tenías 5 años estuviste a punto de morir, tu padre fue abrumado totalmente por la pena, y la única compañía que tuviste prácticamente fue la mía, no podía permitir que murieras. Use parte de los fondos de la corporación y las investigaciones que habíamos llevado a cabo, hace años descubrimos un virus en África, capaz de regenerar un tejido dañado, tenía la esperanza de salvarte con ello.
Los experimentos fueron un éxito, lograse recuperar a salud y llevar una vida mediamente normal, no hubo efectos secundarios visibles en ti, a excepción del brillante intelecto que poseías y la capacidad de aprender nuevas cosas a gran velocidad, aprovechándome de ello, comencé a instruirte desde pequeña para ser mi sucesora dentro de la corporación.
Lamentablemente esto no duro demasiado, tenias 11 años cuando tu salud decayó de nuevo, el virus Progenitor no estaba funcionado en ti como debería. Marcus llevaba años estudiando con una variante del Virus Progenitor, había conseguido buenos resultados en sanguijuelas, pero ninguno en humanos. Marcus accedió a hacer pruebas en muestras de tus tejidos para no correr riesgos innecesarios. Si el Virus T de Marcus podía salvarte, valdría la pena intentarlo.
Para nuestra sorpresa, tu ADN se acoplo de maravilla con el virus en los ensayos, tendríamos que arriesgarnos a utilizarlo en directamente en ti. Tu salud mejoro inmediatamente, sin embargo, comenzaste a mostrar los efectos secundarios del Virus, desarrollaste una fuerza y velocidad impresionante, así como lapsos de ira en los que podías volverte peligrosa para cualquiera que se aproximara a ti. Sabía que Ozwell quería usar el Virus T para desarrollar armas biológicas. Tu comportamiento me hizo entender por qué.
La doctora Collins desarrollo un suero para controlar parte de estos efectos, teníamos que enseñarte a controlar esos poderes. Spencer quería averiguar acerca de nuestro trabajo, debíamos mantenerte oculta de él, o te usaría como una de sus armas.
Nos llevó meses de trabajo, pero logramos controlar tus poderes un poco. Tu lo lograste.
Presiento que Spencer me asesinara pronto mi pequeña Luna, lo sé, es el único modo que tiene de obtener mis investigaciones, Tú tienes que sobrevivir, ocultare las investigaciones fuertemente, y tú vigilarás la contraseña.
Luna, conforme crezcas el virus se desarrollará en ti, tienes que aprender a controlarlo, o el virus te controlara a ti, y pondrás en peligro a los que te rodean, te volverás como uno de los monstruos que Spencer quiere crear. Confío en que lo harás, en que podrás controlar ese nuevo poder que hay en ti.
Luna, domina al virus, y no habrá quien pueda detenerte. Lamento haberte convertido en un arma, pero era la única manera de salvarte."
La imagen del video se congelo, las lágrimas rodaron por sus mejillas, ahora entendía que era lo que había estado sucediendo toda la noche. Esos lapsos de pérdida de memoria, sus periodos de debilidad, los estados febriles que había tenido desde la noche anterior. Ahora entendía por qué su padre insistía en aplicarle medicamento cada que pasaba por un lapso así en el pasado. Su padre sabía que estaba infectada, y se había tomado la molestia de tratar de mantener el virus inactivo para que no causara problemas.
Soy... un monstruo… como los que han tratado de matarnos toda la noche...
Se puso de pie apretando los puños sobre el teclado del ordenador, la habían convertido en un arma. Sollozo, no podía ver la pantalla debido a las lágrimas que cubrían sus ojos.
Había bajado la guardia, no se había escuchado a nadie acercarse, hasta que sintió el cañón del arma a la altura de sus riñones.
—
El sótano estaba completamente inundado, el agua que en comienzo había llegado hasta sus rodillas, ahora lo cubría hasta la cintura. Y toda esa agua provenía de un enorme tanque tenia justo al frente, con uno de los cristales rotos.
Chris no era muy bueno calculando las capacidades de algo, pero, a juzgar por toda el agua que inundaba el sótano, podía seguro de que aquel estanque debía tener varios miles de litros ¿que podrían estar investigando para necesitar tanta agua? Escucho un chapoteo detrás de él, observo sobre su hombro, una figura negra se acercaba por debajo del agua, solo sobresalía una aleta negra.
¡Mierda!
Dio una gran zancada para echarse a correr, cayendo de bruces en el agua con un asqueroso sabor químico, le era imposible correr con aquella cantidad de agua, y de verdad esperaba que Rebecca tuviera razón y el virus ya no fuera infectivo.
Salto a un lado justo cuando el tiburón se abalanzo sobre él, medía aproximadamente uno metros de largo, Chris se sumergió sabiendo que era una tontería, uso sus pies para impulsarse y comenzar a nadar a una puerta próxima, el tiburón no tendría espacio para maniobrar entre el muro y el tanque, pero pronto llegaría a la esquina y se daría vuelta para lanzarse al ataque de nuevo.
Alcanzo el pomo de la puerta, cerrada con llave, metió las manos a sus bolsillos buscando las llaves que había encontrado, escogiendo la única para la que no había encontrado cerradura. La puerta se abrió con un ahogado Clic, Chris entro deprisa, justo antes de que el animal saltara de nuevo en su contra.
Se encontraba en una sala de control, rebusco con la mirada algo que usar para defenderse de aquel animal, ya que su arma estaba completamente empapada, y el cargador escurría agua, las balas mojadas no suelen disparar. Se acercó a una palanca debajo de una luz roja que parpadeaba, leyó la desgastada placa. "Sistema de Vaciado de Emergencia" ¿por qué nadie se molestó en tirar de la palanca?
Porque todos los de aquí eran científicos y estaban locos, por eso, de seguro querían ver como creía la planta 42 después del vertido accidental del estanque, como sea... a mí no me importa
Tiro de la palanca, el nivel del agua comenzó a bajar poco a poco. En poco más de un minuto los últimos restos del agua desaparecían por debajo de la puerta. Chris salió de la habitación, escuchando los frenéticos golpes del tiburón que trataba de nadar en el aire. Pensó que quizá debería de tener algo de compasión por el pobre animal y meterle un tiro para terminar con su sufrimiento, el pobre no tenía la culpa de lo que había pasado ahí.
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— Esto sí que les da un giro interesante a las cosas — dijo Wesker enterrando el cañón del arma en la espalda de la chica — ¿o no crees así Luna... o debería llamarte T/000-Z?
— Wesker — gruño viéndolo por sobre su hombro — así que tú eras el traidor al que se refería Enrico después de todo, eras el único que quedaba por descarte.
— Que te puedo decir — sonrió de medio lado — La paga que me ofrecen es estupenda a fin de cuentas... y eso solo por destruir las evidencias de este lugar... imagina lo que me darán a cambio de la información que acabas de ver
— ¿Por qué están estos datos aquí? Deberían estar en el laboratorio de mi abuelo, debieron haber desaparecido con el incendio
— Fuimos prudentes en sacar los datos antes de destruirlo todo — respondió Wesker — Durante 10 años buscamos la clave para acceder a ellos, y tu... en una sola noche me entregaste la clave... además de otras cosas por supuesto.
— En ese caso, debería de sentirme orgullosa de no haberte decepcionado — mascullo entre dientes
— Luna, querida, yo estoy igual de sorprendido que tú... Sabes, estuve ahí hace 10 años, cuando Spencer tiro del gatillo para acabar con Maximus Engel. Vi los cuerpos de los soldados de la Unidad Especial asesinados y regados por los pasillos de la mansión. Durante estos 10 años me pregunte... ¿qué clase de criatura pudo causar tales daños? Los Cerberus desgarran la carne y trozan el hueso, y los Hunters rebanan y desangran con sus enormes garras — musito — Ninguna herida coincidía con aquellas, no.… aquellos soldados habían muerto al ser completamente atravesados con fuerza... Aunque viéndote... no puedo creer que fueras tú la que asesino a toda esa escuadra
— Entonces ¿parezco inofensiva?
— Por ahora lo eres, parece que el virus está inactivo en tu cuerpo... o tú no eres lo que estoy buscando...pero no tengo tiempo de averiguarlo ahora, aún tengo que terminar con este trabajo — le dijo al oído — Pero tengo que asegurarme que no andes correteando por ahí, ni que intentes advertirle a los demás. — susurro enterrando más el cañón del arma en ella
— Y supongo que esperas que me quede como niña buena sentada en este lugar
— Quisiera que me acompañaras, — murmuro bajando el arma, noto como el cuerpo de la chica se relajaba al ya no sentir el cañón del arma apuntándole a la espalda, Wesker empuño con fuerza la Beretta y le dio un fuerte golpe en la nuca con ella. — Pero no quiero traerte como un molesto lastre — agrego acomodando sus gafas de sol. Ocultando una perversa sonrisa que se comenzaba a dibujar en sus labios
—
Se sintió segura por unos momentos al no sentir el cañón del arma a la altura de sus riñones, pero el fuerte golpe en la nuca le recordó que estaba con el traidor de los S.T.A.R.S.
Se desplomo en el frio piso, su vista se nublaba a gran velocidad, lucho por mantenerse consiente, Wesker se inclinó delante de ella.
— Tampoco puedo confiar que permanezcas aquí como niña buena sin tomar las medidas pertinentes antes ¿no lo crees? — le dijo, Zafiro alcanzo a percibir la sonrisa de satisfacción en su rostro, después, todo se volvió negro.
—
Jill había salido finalmente de los túneles, después de pasar aquel cuarto con la monstruosa araña, afortunadamente muerta, se había dirigido a la puerta de la izquierda, sabía que aquella no sería una salida, estaba justo del mismo lado que la que la llevaría de regreso con el cadáver del arácnido, pero se convenció a si misma que valía la pena revisar el área, tal vez encontrara algo de utilidad.
Solo era un cuartucho empolvado con un viejo baúl y una mesa de madera, nada que pudiera ser de utilidad, había escuchado como se cerraba una puerta cerca de ahí, supuso que sería la que estaba al final del corredor, comprobó su arma, y salió a revisar.
Debo tener cuidado, si se trata del traidor de los S.T.A.R.S., dudo que tenga más consideración que aquellos monstruos verdes.
Atravesó la puerta con el arma en alto, no había nadie en ese lugar, pero si se sentía el cambio de temperatura, en esa área los túneles ya no se sentían tan fríos ni húmedos, el túnel se dividía en 2, a su derecha se veía otro obscuro corredor igual que los anteriores, pero su izquierda encontró otra plataforma de ascensor similar a la del jardín, la plataforma estaba arriba. Pulso el mando para hacerla bajar. Observo sobre su hombro el corredor a sus espaldas.
Quizá el que abrió hace un momento esta puerta está en aquel lugar, y yo estoy por darle la espalda...
Suspiro resignada y entro al frio túnel, sentía como la temperatura volvía a bajar, y no pudo reprimir un escalofrío, pero por lo demás estaba despejado, delante de ella había una enorme roca impidiéndole el paso, y lo que parecía ser una habitación en un pequeño corredor poco antes de llegar a la roca.
Había algo en el piso. Jill se aproximó llevada por la curiosidad, era un libro azul encuadernado en piel, la portada solamente decía "águila del este, lobo del Oeste", el libro había sido tirado descuidadamente en ese lugar, abrió las tapas descubriendo que se trataba de un libro falso, había escuchado hablar de ellos, las páginas estaban recortadas en su interior para crear un compartimiento donde se guardaban cosas de valor, pero lo que fuera que ese libro escondía, ya no estaba ahí.
Arrojo el libro a un lado y se dispuso a regresar, cuando dio el primer paso, sintió como una pequeña piedra se sumía bajo la presión de su bota. Escucho un ruido a su espalda, la roca comenzó a moverse un poco, noto entonces que el túnel estaba ligeramente inclinado hacia la dirección en la que ella se dirigía.
¡Mierda!
Jill echó a correr sin pensarlo, el estridente ruido de la roca detrás de ella se escuchaba más cerca, el camino se le hizo eterno, salto de cabeza al túnel contiguo, raspándose los codos y las rodillas.
— ¡¿Es que todo el mundo quiere hacerme un sándwich hoy?! — gruño poniéndose de pie, completamente magullada por el golpe — ya ha sido suficiente, me largo de estos malditos túneles — se dirigió a la plataforma del ascensor, el cual la llevo a una sección aislada del jardín.
No había nada para ver ahí, una puerta oxidada que había sido soldada hacia mucho, y un enorme hueco en el centro de todo, con unas escalerillas en espiral que daban a otro ascensor.
¿Debería de pensármela un poco mas antes de entrar ahí?
Observo de nuevo el aislado jardín, no había otro lugar al cual ir más que hacia abajo, suspiro y bajo las escaleras para entrar al ascensor.
El lugar al que la llevo el ascensor era completamente distinto a los que había visto, no tenía el esplendor ni el horrible olor de la mansión, ni la humedad y el frio de los túneles... tenía la sobriedad de una instalación militar de película de los 70´s.
La puerta que tenía delante estaba completamente cerrada y no había modo de moverla, en absoluto, el letrero a su lado solo decía que se abriría únicamente en caso de emergencia de primer grado.
Vio una escalerilla atornillada al suelo, que descendía por un hueco justo frente a ella, dadas sus opciones no le quedaba más remedio que continuar por ahí, o volver. Bajo lentamente hasta un corto corredor igual de sobrio que el anterior, justo delante de ella había una puerta. Sujeto la escopeta con fuerza y se dirigió hacia allá.
Se trataba de un largo corredor en forma de L con una barandilla metálica, había un par de cuerpos resecos tirados en el frio piso, Jill paso a su lado vigilándolos por si se movían. Aquellos cuerpos parecían haber sido momificados. Justo donde terminaba la barandilla metálica se abría una ramificación del corredor a su izquierda, y a la derecha había unas escaleras que bajaban al sótano nivel 3.
Jill observo el corredor y las escaleras, había una puerta en el corredor, valía la pena echar un vistazo antes de bajar más aún. La placa de metal anunciaba que se trataba de la sala de datos audiovisuales. La puerta no estaba cerrada.
Lo primero que vio fue una mesa con un proyector de diapositivas, con una pantalla móvil justo enfrente. En una de las paredes había un teléfono. Jill atravesó la estancia a grandes zancadas tomando el teléfono en sus manos.
En el fondo sabía que era demasiado bueno para ser verdad, pero de todas maneras lo intento. Tal y como esperaba, no funcionaba, permaneció unos momentos observando el aparto percatándose de que no era realmente un teléfono, era un intercomunicador, pero de igual manera no funcionaba.
Dejo que su mirada vagabundeara por el lugar, el proyector de diapositivas estaba vacío, y no había nada mas que pareciera de interés en el lugar, observo un panel metálico en la pared opuesta, cuando se acercó a examinarlo con detalle noto una barra metálica sobre este, la rozo con los dedos, el panel bajo dejando a la vista un enorme botón rojo, Jill observo el botón, pensando en cual podría ser ahora la trampa. Pero en el fondo ya lo sabía, ya no habría ninguna trampa. La mansión, los túneles, todo estaba dispuesto para que nadie llegara a ese lugar. Esas instalaciones secretas no eran más que un lugar de trabajo, y esa sala donde estaba, no era otro más que un lugar de reuniones, donde se podía beber café malo y hablar con los colegas.
Prefiero nuestras reuniones en el Moon Donut´s
Pulso el botón, la columna ornamental situada detrás de ella se desplazó a un lado, Jill se aproximó a inspeccionar, encontrando una llave con un rayo grabado en la parte más ancha colocada sobre algunos documentos. Se guardó la llave en una de las bolsas, reviso los documentos, todos tenían estampado el logo de Umbrella, la mayoría eran demasiado gruesos para ponerse a leerlos, pero hubo que llamo su atención "Informe de las Armas Biológicas/ Investigación y Desarrollo".
Jill puso el informe en su lugar, por fin había llegado a las auténticas instalaciones de investigación, sabía que el traidor de S.T.A.R.S. estaría cerca, y si así era, debería ser muy prudente o terminaría con una bala incrustada en su cabeza por un descuido
No he sobrevivido hasta ahora, como para que me maten por la espalda
—
La raíz de la planta 42 ocupaba todo un extremo de la estancia, las raíces se retorcías buscando el suministro de agua que Chris había cortado.
—¿Y bien? ¿ahora que sigue? — pregunto observando el frasco que sostenía Rebecca
— Tu quédate ahí, y no respires muy fuerte, esto tiene algunas toxinas que no queremos inhalar — dijo agitando el frasco delante de Chris — Según el informe esto debería reaccionar al tocar las células infectadas
— ¿Y como sabremos si de verdad funciona?
— Créeme, lo sabremos — respondió la chica sonriendo, destapo el frasco y lo vertió sobre las raíces.
Inmediatamente broto una nube de humo, al tiempo que los retorcidos tentáculos se removían y se secaban cayendo hechos polvo en el suelo.
— ¿¡Que le has puesto a eso!? — pregunto Chris abriendo los ojos como platos
— Créeme cuando digo que no quieres saber — respondió Rebecca
— Tratare de no hacerte enojar o envenenaras mi café — bromeo, Rebecca sonrió apenada — ¿lista para salir de aquí? —pregunto, la chica solo asintió
Regresaron a la planta alta, Chris abrió la puerta que antes les bloqueaba la planta, la habitación tenía el olor de vegetación podrida, y fuera cual fuera el aspecto de la planta antes, afortunadamente ahora no era más que un humeante chaco de viscosidad color purpura en el centro de la estancia, las enormes lianas estaban flácidas y regadas por el suelo.
La habitación se componía únicamente por una chimenea, y otra puerta justo al lado de la que habían usado para entrar, Chris supuso que los llevaría de regreso a la mugrienta habitación que habían visto antes. Pero además de eso, no había nada. Ni una salida, matar a la planta había sido una total pérdida de tiempo.
— Yo… lo siento Rebecca — murmuro apenado, la pequeña castaña revisaba la habitación
— Chris, tienes que ver esto — le dijo Rebecca, en la chimenea había encontrado unos papeles medio quemados.
— ¿Qué es eso?
— Estaba en la chimenea — respondió entregándole los papeles a Chris.
PROCEDIMIENTOS DE SEGURIDAD
SÓTANO, NIVEL UNO
Helipuerto: uso exclusivo de los ejecutivos. Esta restricción no será aplicable si se produce una emergencia. Las personas no autorizadas que entren en el helipuerto serán abatidas sin previo aviso.
Ascensor: el ascensor queda sin funcionamiento durante las emergencias.
SÓTANO, NIVEL DOS
Sala de datos visuales: únicamente pueden utilizarla los miembros de la Sección de Investigación Especial. Los restantes accesos a la Sala de datos visuales deben ser autorizados por el directivo de sala.
SÓTANO, NIVEL TRES
Prisión: la Sección Sanitaria controla el uso de la prisión. Un ayudante de investigación (E. Smith, S. Ross, A. Wesker) debe estar presente si se autoriza el uso del virus.
Cuarto de generadores: acceso limitado a los supervisores generales. Esta restricción no es aplicable a los ayudantes de investigación con autorización especial.
SÓTANO, NIVEL CUATRO Con respecto a los progresos del «Tyrant» tras el uso del Virus-T...
El resto estaba completamente calcinado.
— A. Wesker? — pregunto Rebecca — ¿Crees que se refiera a Albert Wesker?
— ¿A el Capitán? — murmuró Chris, pero tenía que aceptar que no conocía a muchos más Weskers en Raccoon City,
Barry les había dicho que el capitán había desaparecido cuando él se perdió en los pasillos de la mansión. Y fue Wesker el que los condujo a la mansión después del ataque de los perros, todo ese tiempo el capitán había sido consiente de a que clase de peligros se enfrentaban, el equipo bravo, Joseph… todos muertos a causa de aquello, arrugo los papeles de pura rabia ¡maldito fuera Wesker!
Chris pasó a la siguiente página, había diversos cuadros dibujados, y una pequeña brújula, era un mapa, cada sección tenía un nombre: Mansión, Casa de guardia, Túneles, Laboratorios.
— ¿El capitán Wesker está metido en esto? — pregunto Rebecca
— Así parece, y si eso es verdad, debe estar ahí abajo, en los laboratorios — respondió Chris — tenemos que darnos prisa Rebecca, si uno de los demás S.T.A.R.S. llega a encontrarse con él.
—
Wesker salió del ascensor que lo llevaría al Sótano 3 de regreso, había recolectado las pruebas y las muestras que le habían pedido, dos por cada espécimen exceptuando el Tyrant.
Había sido una lástima lo del Tyrant, si bien era una criatura grotesca, no dejaba der ser una maravilla quirúrgica, biológica y genética. Se hubiera convertido en el soldado definitivo, todo su poder y velocidad. Y así había sido hasta que un imbécil presiono los botones equivocados, todos los científicos encargados del proyecto terminaron muertos ese día, y Tyrant había sido mantenido cautivo en un tubo, sumido en un largo sueño del que no despertaría jamás, Wesker acaba de desconectar los tubos y sistemas que le brindaban un soporte vital al Tyrant.
Aquello le costaría millones de dorales en pérdidas a la empresa, aunque estaba seguro de que a Umbrella no importaría un par de millones menos, considerando que ahora que tenían los datos de Engel en la palma de sus manos, podrían recuperarlos. Además, aun debía saber cuáles eran las verdaderas habilidades de la chica.
Dejo el maletín con las muestras en el suelo, mientras comprobaba su arma, repaso el plan mentalmente, tendría que atravesar la sala de generadores para activar el sistema de autodestrucción de la mansión, establecería un imite de 15 minutos, tiempo suficiente para recuperar el cuerpo inconsciente de Luna, salir al helipuerto y usar las escalerillas laterales y marcharse de ese lugar.
Regresaría a casa, haría unas llamadas a sus amigos de Umbrella y después partiría al aeropuerto privado de la Empresa acompañado de Engel, sí, todo sonaba perfecto.
Unos pasos lo sacaron de sus pensamientos, permaneció oculto recargado en la pared mientras observaba, se trataba de Jill, ¿cómo había conseguido llegar hasta ahí? Si que la había subestimado. La observo dirigirse a la sala de generadores, acababa de bloquear su único camino para activar el sistema de autodestrucción y poder largarse de ahí.
Se dirigió de regreso a las puertas hidráulicas que lo llevarían a los pasillos principales de nive donde había dejado a Luna. Si Jill salía viva después de enfrentarse a las quimeras sueltas del cuarto de generadores le tendría que pegar un tiro el mismo. Odiaba las sorpresas, le hacía sentir que las cosas no estaban bajo su control.
Escucho el sonido de unos pesados pasos bajando las escaleras metálicas. Wesker preparó su arma, preparado para disparar en cuando el nuevo intruso apareciera.
— ¡¿Jill?! — exclamo una voz grave muy familiar, se trataba de su "buen amigo" Barry.
Wesker bajo el arma pensativo, una feroz sonrisa apareció lentamente en su rostro.
