Capitulo 4

Decisión

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.- Es que nosotras debemos... –Zafiro se detuvo al mirar que Clow se detenía frente a una puerta algo conocida. Estaba dispuesta a agradecerle sus atenciones e informarle de su vuelta a su hogar, pero…

.- ¿Le gustaría entrar conmigo? – preguntó Clow señalando la puerta y sacándola de sus pensamientos.

Ella lo miró un momento y pudo ver algo extraño en su mirada y un rostro. Antes de contestar vio de nuevo la puerta reconociéndola y de nuevo algo en ella comenzó a llamarle la atención.

No contestó nada y sólo se colocó al lado del emperador con la mirada perdida en la puerta, Clow la observo detenidamente. Después, con cuidado se acercó a la puerta y la abrió, sin perder detalle de su acompañante.

La puerta se abrió y de ella vio salir una blanca y reconfortante luz, Zafiro la miraba casi hipnotizada. Clow entro y se hizo a un lado para que ella entrara.

Sintiéndose poderosamente atraída, y sin saber que era lo que había dentro por la luz ella simplemente entro, bañándose de esa cálida luz.

Cuando reaccionó ya estaba dentro, en una blanquecina habitación en forma de hexágono, sobre las paredes caía agua constantemente y entre el agua parecían caer diminutos y brillantes diamantes. El techo era de cristal por lo que podían verse a las nubes llevadas por el viento. El sonido del agua cayendo producía una sensación de tranquilidad.

Parpadeó unos instantes tratando de situarse, paseo su mirada unos momentos admirando el lugar, nunca había visto algo así, abajo el que debía ser suelo era como un enorme espejo, o un líquido plateado, pero no se mojada, ni siquiera lo pisaba, era como si flotara sobre él. Sus ojos se concentraron al frente, justo en medio de la habitación empezó a ver algo, un pequeño pilar blanco con algunos adornos e incrustaciones con la forma del escudo del imperio.

Zafiro había sido aceptada por la magia, Clow no lo dudaba pero se sorprendió un poco al ver la facilidad con lo que lo había hecho.

Aún sin salir de su asombro Zafiro camino hacia el pilar como si sus pies la guiarán, se detuvo frente a él, sus manos se acercaron al pilar como queriendo tomar algo, pero sobre él no había nada, justo cuando sus manos se acercaron a centímetros del pilar algo paso, algo que hasta al mismo Clow sorprendió.

Los diamantes que estaban en el agua, salieron de su lugar y como si de un hechizo se tratase, se reunieron entre las manos de Zafiro. Brillando con diferentes colores, para luego arremolinarse alrededor de su muñeca izquierda y poco a poco tomar la forma de un brazalete plateado. Ella cerró los ojos y se sorprendió al sentir como si algo en ella despertara de un largo sueño.

Después de estabilizarse dio un suspiro y abrió lentamente los ojos, de inmediato le llamo la atención que su mano brillaba. Observo con detenimiento el brazalete que ahora portaba, plateado y ancho, con el símbolo del escudo del imperio formado con diamantes en la parte de abajo y una piedra violeta arriba. Era simplemente hermoso.

Clow aún la observaba sin intervenir.

.- ¿Qué paso? - estando desconcertada buscó a Clow.

.- Eres la elegida - le sonrió Clow.

.- ¿Elegida? ¿Para qué?

Clow sólo le señalo lo que tenía en la mano.

.- ¿Elegida? - preguntó casi en susurro.

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Al siguiente día Sakura parecía más animada olvidando lo que paso la noche anterior con la puerta de su vecino. Llego con Ikue y Tomoyo al instituto. Las clases se le hicieron muy cortas esta vez, había mucho trabajo que hacer, pero estaba dispuesta a todo, su ánimo había subido. Así terminaban el tercer día de su gran aventura.

.- ¿Qué te parece si vamos a dar un paseo? - Su compañera la saco de sus pensamientos.

.- Claro - dijo con ánimo, quería conocer mejor el lugar, no quería vivir encerrada sólo pensando en los estudios.

Ambas recogieron sus cosas, Sakura y Tomoyo caminaban fuera de los salones, mientras Tomoyo le decía a donde podría ir, la chica ojiverde iba tan metida en lo que le decía que no ponía atención por donde caminaba. De pronto sintió chocar con algo.

.- Lo siento - con inclinaciones ella se disculpaba.

.- Fíjate por donde caminas... japonesa - el tono frío y despectivo causo sorpresa en Sakura.

Al levantar su rostro reconoció a quien le hablaba. Era una chica más alta que ella, de ojos grises y cabello rojizo corto, que la miraba despectivamente. Iba acompañada de otras dos a las que no vio bien, pues comenzaron a caminar.

.- Extranjeros tontos - le pareció escuchar cuando se alejaban.

.- ¿Estas bien? - se apresuró a socorrerla Tomoyo.

.- Si, no te preocupes - logro sonreír.

.- No te preocupes, ella se porta así con nuevos - aclaraba Tomoyo - es Meiling Lie, hija de un importante político. Es excelente deportista, pero se cree superior por ello - explicaba Tomoyo con seriedad, siendo escuchada muy atentamente por Sakura. Meling estaba en una de sus clases, pero no había hablado con ellas o con alguna de las chicas que siempre la acompañaban.

.- Ah, cierto – recordó Tomoyo -hablábamos del lugar al que iremos - el ánimo pareció regresar a la chica de largo cabello.

.- Pues...

.- ¡Hola! - saludaba efusivamente una sonriente Ikue - las he estado buscando, se acercó a ellas jalando (o mejor dicho arrastrando) a lo que parecía ser una persona.

.- Miren lo que encontré – sonreía Ikue y poniendo a la persona frente a ellas.

.- ¡Hola! Yamazaki - saludaban ambas chicas al pobre que era jalado por Ikue.

.- ¡Hola! - escucharon otro saludo, uno que parecía muy indiferente.

Se acercaba el chico que Sakura conoció como Li.

Al verlo de inmediato Sakura se puso a la defensiva, lo mismo paso con él.

.- ¡Hola! – un sonriente Hisaki los saludaba.

Mientras Ikue, Yamazaki y Tomoyo decidían a donde irían.

¿Cómo en tan poco tiempo hay dos personas que parecen odiarme? – pensaba Sakura viendo a un serio Shaoran y recordando el incidente, mientras los otros chicos ya habían decidido donde ir.

La decisión fue unánime, querían mostrarle a Sakura el lugar más hermoso que conocían y que prácticamente ellos habían descubierto. Así que aún con la cara de desagrado de Li y la desconfiada de Sakura se dirigieron hacia allá.

En el camino hablaban de toda clase de tonterías, que los hacían reír, Li casi no intervenía pero no podía negar divertirse con sus locuras.

.- Es hermoso - decía Sakura.

Parados en una especie de mirador, por donde se lograba ver gran parte de la ciudad donde habitaban. La entrada era "secreta". Los chicos habían llegado ahí por error, pero les había gustado tanto que decidieron hacerlo su lugar de reuniones, pero con el paso del tiempo muy pocas veces lo visitaban.

.- En ocasiones vengo aquí, sólo para pensar - decía Tomoyo con aire reflexivo al lado de Sakura - puede servirte también.

Sakura sólo asintió.

Mientras Yamazaki e Ikue comenzaban a discutir sobre quien fue que lo descubrió Hisaki sonreía. Y Li sólo observaba a su novia y a la extranjera, algo en ella no le agradaba, algo dentro de sí le decía que no confiara en ella. Tal vez tenía razón, pero tal vez no.

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Una vez que todo paso, lo primero que hizo Clow fue salir de la habitación en donde se encontraba la magia, dejando sola a Zafiro, estaba muy intrigado y debía ver algo.

Aunque Zafiro no estaba segura de lo que pasaba. Yue se lo explico, cuando ya estaban en uno de los salones principales. Clow no había dicho nada después de lo que paso, sólo se fue sin explicar más.

El emperador estaba impresionado y no sólo por lo de Zafiro, sino por lo que paso después del suceso, se supone que todo el poder que yacía en la habitación se quedaría con Zafiro, pero no fue así, un aún gran poder quedo en la habitación, extrañándole demasiado. Fue directamente a sus habitaciones, sacando de una caja el obsequio que su difunto amigo y Conde le mandará con las gemelas. Haciéndose muchas preguntas sin lograr responderse ninguna.

Mientras en uno de los salones del palacio.

.- ¿Quiere decir...? – no podía creer lo que el primer ministro le acababa de comunicar.

.- Sí - contesto con tono serio.

.- Pero yo deseo irme - decía mirando el brazalete en su mano.

.- Fue lo que el emperador dijo.

.- Pero yo... - seguía sin creerlo.

.- No te preocupes - la inconfundible voz de Clow los interrumpió, venia entrando al salón - no deseo obligarte, puedes decir que no y no te obligaré - extrañamente su voz no era la misma, realmente parecía que lo que estaba pasando lo afectaba (no sólo era el hecho de la magia), eso lo notó Yue.

Cuando escuchó los planes que tenía la chica, sintió su que su corazón se hacía pequeño. Era posible que esa chica en tan poco tiempo hubiera logrado que él sintiera algo por ella.

.- Yo... no lo sé - simplemente no sabía que contestar, era tan repentino. Nunca estuvo en sus planes hacerse emperatriz, lo único que deseaba era salir de ese lugar.

Al notar la reacción y el tono del emperador Yue intervino.

.- La magia, es la que desde siempre ha protegido este imperio de los males de los que sufren otros reinos, nos ha ayudado a mantener la paz. Y fue ella quien la eligió - su voz cambio, casi como si estuviera exigiendo, pero a la vez rogando a la chica de ojos azules.

.- No te obligaré - finalizó el emperador - será tu decisión - terminó y salió del lugar.

.- Píenselo bien - Yue salió tras el emperador.

Ella sólo suspiro y se dirigió a la habitación de su hermana a explicarle todo, mientras seguía viendo el extraño objeto en su mano.

.- Pasa algo – no fue una pregunta sino una afirmación de parte del primer ministro.

Clow lo escucho pero no contesto, ni siquiera se movió, seguía observando el atardecer por uno de los balcones, tardando algunos minutos en silencio.

Dando un repentino suspiro y como si apenas escuchará al que era su amigo respondió – la magia en el salón no desapareció, pensé que eso sucedería pero no fue así, Zafiro no adquirió la toda magia con el brazalete, fue… - dudo un momento para reflexionar lo que decía – fue como si sólo despertará lo que llevaba dentro.

Yue frunció el ceño, él no tenía magia, nada. Pero Clow se había encargado de explicarle algunas cosas de magia - ¿Qué es lo que quiere decir eso?

.- No lo sé – Clow fue sincero, pero por ahora eso no era lo más importante que lo inquietaba, era la decisión de Zafiro.

.- ¡¿QUÉ! ¿Bromeas?

.- No - dijo seria.

.- Pero... entonces - Esmeralda se acababa de enterar y estaba más que sorprendida, al notar el rostro de su hermana - ¿Qué harás?

.- No lo sé. Dice el señor Yue que fue la magia quien me eligió - en realidad eso la había dejado muy confundida, pero la actitud de Clow mucho más.

.- ¿Qué debo hacer? - preguntó a su hermana.

Esmeralda sólo extendió los brazos, su hermana como una niña se abrazo de ella.

.- Zafiro, es tu decisión.

Ella sólo permaneció callada, sentía la presión de Yue y la actitud de Clow sólo lo complicaba más.

.- Es gracioso, siempre pensé que terminarías casada con Lenips y que vivirían el la casa del prado, discutiendo como locos todo el día - dijo riéndose Esmeralda.

Zafiro sonrió.

.- También alguna vez pensé que esa sería mi vida - dijo siguiendo el juego. Pero con la mirada perdida en la piedra violeta.

Pasaron la tarde hablando, Esmeralda quiso ver mejor el brazalete, era realmente hermoso. Zafiro mientras tanto lidiaba con una enorme duda en su mente y corazón, y Esmeralda también estaba confundida sin saber que aconsejarle a su hermana o qué pensar.

Esa noche ninguno se presento a cenar. Zafiro no quería ver de nuevo esa expresión triste en el rostro de Clow, y él estaba algo confundido también. Ninguno de los dos pudo dormir.

Una vez que Esmeralda se durmió Zafiro salió a su balcón y mirado al cielo se preguntaba que debía hacer. Se sentía tan confundida, tan extraña, cuando entró a esa habitación con Clow, parecía que la esperaban y cuando la tuvo en su mano era como si una onda de calor la cubriera y en su cabeza una pequeña corriente eléctrica. El único que podía decirle lo que pasó era Clow, pero en esas circunstancias lo que menos deseaba era verlo, no por ahora.

Mirando de nuevo la piedra del brazalete, brillo y luego cambio de forma para sorpresa de ella, convirtiéndose en un pequeño báculo dorado en cuya punta estaba la piedra violeta mucho más grande. Se asombro mucho, tenía muchas cosas que preguntarle a Clow, observó con detenimiento el pequeño báculo, se sentó en su lecho y trato de relajarse, había sido un día demasiado lleno de emociones. Justo cuando dio un pequeño suspiro de tranquilidad el báculo regreso a su mano, de nuevo en forma de brazalete. Se sorprendió, ¿sería posible que ese objeto mágico respondiera a sus emociones?

Al siguiente día Yue estaba de lo más insoportable, demasiado serio y preocupado, no había querido hablar con nadie. Clow se mostraba de lo más normal, había decidido acatar la voluntad de ella, no estaba en sus manos y respecto a la magia, investigaría hasta saber que era lo que pasaba.

.- ¿Has decidido algo hermana? – preguntó Esmeralda preocupada porque Zafiro casi no había hablado todo el día, a pesar de haberla provocada varias veces con recuerdos y bromas.

.- Creo… creo que lo haré – dijo distraídamente, mientras con un dedo dibujaba el contorno de la piedra violeta del brazalete.

.- No te escucho convencida.

.- Si nuestro padre – se volvió hacia su hermana -nos envió aquí, tuvo sus razones – su voz se hizo más decidida - además de que la magia me escogió, supongo que era mi destino. Sus ojos eran decididos, había tomado una decisión, aunque aparentará estar muy decidida por dentro la duda era persistente.

.- Bien, si es tu decisión te apoyo – conocía bien a su hermana y sabía por lo que pasaba.

.- Orek estará feliz - comentó su hermana, tratando aligerar el ambiente - del que no estoy segura es de Lenips.

.- ¿Cómo te sientes? - preguntó su hermana para cambiar la charla, no quería arrepentirse.

.- El doctor ha dicho que puedo salir de la habitación y caminar un poco para ir acostumbrándome. Por fin - dijo feliz.

.- Te ayudaré.

Ayudó a su hermana a vestirse para salir de la habitación, caminaron un poco por los pasillos. Por fin Esmeralda pudo observar en toda su gloria el palacio del emperador. Era enorme, con columnas exquisitamente talladas, algunos cuadros de paisajes y estatuas ubicados estratégicamente.

.- Se nota que al emperador le interesan las artes – comentó Esmeralda.

.- ¿Qué? – preguntó Zafiro.

.- Tiene un buen gusto – seguía admirando las obras.

Zafiro pasaba varias veces por ahí, pero estaba tan metida en sus pensamientos y preocupaciones que nunca se había detenido a admirar lo hermoso que era el palacio. Había muchas habitaciones, pasillos algunos candelabros y en las parte menos concurridas antorchas que eran encendidas por las noches, también había una gran cantidad de ventanales. Y muchos guardias custodiando el palacio, mismos que reverenciaban a las condesas y provocaban una ligera sonrisa en Esmeralda, no se acostumbraba a ello. Pero Zafiro y Esmeralda tuvieron que regresar, aún no podía esforzarse demasiado.

.- Vaya, son muchos pasillos - decía Esmeralda impresionada - me sorprende que no te hayas perdido.

Zafiro sólo sonrió.

.- Y ¿Cuándo se lo dirás? – de pronto preguntó Esmeralda.

Zafiro suspiro - Supongo que entre más pronto mejor.

.- Bien, si es tu decisión te apoyo - dijo sonriendo.

.- Gracias, por eso te quiero tanto.

Se encontraron a Asami en el camino que llevaba la comida a Esmeralda, así que regresaron.

.- ¿Cuándo podré salir más lejos? Ya conocí todos los pasillos de este lugar quiero ver que más hay - dijo cambiando la conversación.

.- Muy pronto hermanita - le sonrió ella.

.- Majestad la Condesa pide verlo - anunció un soldado.

.- Hágala pasar - dijo el emperador seriamente.

.- Majestad - se inclino frente a él.

.- ¿A qué debo su presencia? - preguntó sin verla a los ojos y con un extraño tono de voz.

.- Sólo quería decirle mi decisión - dijo con la mirada en el suelo.

El emperador se sorprendió no esperaba una respuesta tan pronto, se levantó de su lugar y se colocó frente a ella, su rostro no tenía expresión alguna, estaba preparado para su respuesta.

Su cercanía para ella, sólo la hacia sentir más inquieta.

.- Y bien.

.- ... - trato de no dudar - yo acepto - dijo casi en susurro.

Clow la escucho fuerte y claro, un pesar se esfumo de su corazón. Un brillo en sus ojos apareció.

.- Lo siento no escuche - mintió - podría repetírmelo.

.- Yo... - dijo bajito, luego se dio valor para verlo a los ojos, encontrándose con unos hermosos ojos negro azulados con un brillo de ternura - acepto - dijo sintiendo la calidez que Clow desprendía.

.- Tal vez por eso lo acepto, porque siento algo por él - se dijo a sí misma.

Clow sonrió, no esperaba que fuera tan rápido pero estaba muy contento de la decisión de la chica, no tendría que separarse de ella.

Poco tiempo después todo el reino lo sabía, los miembros del parlamento sólo al ver el rostro del contento Clow al comunicárselos, aceptaron, aunque algunos tenían sus dudas, entre ellos Yue. Pero había alguien más que lo dudaba Masao, hombre fiel al emperador, pero que no le agradaba la idea de que su emperador se casará con alguien que no fuera de la realeza, es decir una princesa por lo menos. Pero era por la felicidad del emperador y la herencia del imperio. Además la magia la había elegido no había porque oponerse. ¿O sí?

Clow quería adelantar todo. El comandante por fin se había mandado una carta en donde le informaba que en un reino cercano había un hechicero que deseaba conseguir el poder mágico, y había convencido a al rey de ese lugar para empezar una guerra contra el imperio, pero no tenía más datos, así que pronto regresaría para planear la defensa.

Todo se planeo para que el emperador se case en tres semanas máximo, no quería arriesgarse en esperar, ya que si la guerra llegaba ella debía marcharse para ponerla a salvo, mientras más rápido mejor.

.- ¡¿QUÉ?¡ ESTAS LOCA - gritó enfurecido Orek.

Sus gritos incluso se escucharon afuera del palacio

.- Orek, por favor baja la voz - suplico Esmeralda.

Él se tomo la cabeza mientras daba vueltas por la habitación de la hermana menor de Zafiro. Lenips sólo estaba en silencio aún tratando de asimilar lo que ella acababa de decir y con la mirada perdida en el suelo.

.- Ya lo he decidido - dijo mirando al silencioso Lenips.

.- No lo puedo creer Zafiro.

.- ¿Por qué? - apenas se escucho las voz de Lenips y miró a Zafiro..

Todo quedo en silencio.

.- Mi padre... mi padre debe haber tenido una razón para enviarnos aquí, la magia me eligió, tal vez era mi destino - dijo con voz baja, desviando la mirada de Lenips.

.- Por lo cielos, no podemos dejarlas solas porque se meten en muchos problemas - se quejaba Orek.

Esmerada sólo veía a Lenips muy serio y a Zafiro ahora más decidida.

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Los chicos regresaron a la casa. Sakura iba un poco más relajada, esos chicos parecían muy amables y atentos con ella, excepto el chico Li claro esta, después de todo parecía que podía contar con ellos y no se equivocaba.

.- ¿Qué te pareció? - preguntó Ikue una vez que todos se habían despedido y retirado.

.- ¡Genial! - fue lo primero que se le ocurrió, realmente se sentía mucho mejor.

.- Me alegro.

Conversaron un rato y después se fueron a hacer sus deberes.

.- ¿Kero?

.- ¡Hola Sakurita!

.- ¿Qué haces?

.- ¿YO?

.- Kero...

.- Sólo jugaba, jeje - sonrió juguetonamente mientras borraba la pantalla.

Sakura alcanzo a ver que tenía una foto de Touya, el animalito electrónico le había cambiado la cara a una de ogro. Sin que el pequeño la viera sonrió divertida, cuando no tenía que hacer jugaba con poniéndole caras graciosas a las personas que no le gustaban.

.- ¿Cómo te fue?

.- Muy bien - luego su rostro se mostró más serio - no han llegado aún.

.- Lo siento - contesto el animalito - he estado vigilando pero no hay nada.

Sakura suspiro.

.- Deben estar ocupados - se dijo a sí misma y trato de sonreír. Luego miró la pantalla de su aparato, el pequeño animal parecía triste.

.- ¿Qué pasa? - preguntó angustiada ella.

El pequeño bajo la mirada y con voz lastimera contestó - en ocasiones me gustaría acompañarte y ayudarte como antes, lo deseo tanto... - dijo en susurro casi inaudible.

.- Kero... - ella sabía que ese pequeño animalito electrónico era más que sólo un programa de computadora que le ayudaba. Era un verdadero guardián, pero por tener poderes sería fácilmente detectado por personas con magia, por lo que "un amigo" había metido la conciencia del pequeño en el aparato para no levantar sospechas.

.- Ya verás - dijo Sakura llamando la atención del pequeño animalito, sus ojos verdes brillaban con decisión - muy pronto regresarás a ser el de antes.

.- Pero ... - comenzaba a protestar.

.- Sólo espera un poco más... - miro la pantalla y pasó sus dedos por la figurita del pequeño Kero.

Kero sonrió a su dueña, tal vez ella podría hacerlo después de todo, sin ayuda de él, el que lo había metido en esa máquina.

.- Anda Kero, jugaremos un rato. Esta vez si te ganaré - dijo ella mientras un gracioso alo de llamas la rodeaba.

El pequeño sabía perfectamente que lo hacía solo para distraerlo, pero no podía negarse a una contienda.

.-Je, je, je - sonreía - verás que no - la pantalla cambio y ahora se veía un enorme Kero, musculoso y con aire superior, parado en una colina, mientras detrás de él había unas enormes letras: "El mejor de todos" KERO.

Sakura sonrió y ambos comenzaron a jugar. Sin que se dieran cuenta el tiempo paso, y se hizo al hora de la cena.

.- Sakura - llamaron a su puerta - la cena esta lista - reconoció la voz de Ikue.

.- Cielos - en ese momento vio la hora - no terminaré mis deberes - pensó.

.- En un momento bajo - gritó.

.- Debo irme, si quieres sigue jugando - le sonrió y bajo.

Como de costumbre Hisaki e Ikue peleaban aún en el comedor, mientras Akemi y Chiaki acomodaban todo para la cena.

.- ¿Qué tal tu día? - pregunto una sonriente Akemi.

.- Muy entretenido - comentó.

.- Parece que te adaptas muy rápido - comentó Chiaki.

Sakura sólo sonrió.

Todos acomodados en el comedor, Sakura notó que un lugar no era ocupado, sabía que había una persona más, pero aún no la había conocido ni nadie le había hablado de esa persona. Tal vez era alguien muy ocupado, pero tenía curiosidad, después de todo tal pareciera que no fue a dormir, esas noches que ella llevaba en esa casa. La cena también transcurrió de lo más normal. Unos chicos peleando y otros hablando.

.- Akemi, necesito hablar contigo - dijo de pronto Chiaki.

.- Claro - dijo la otra.

.- Claro que no.

.- Claro que si - seguían discutiendo Ikue e Hisaki, pero escuchar a Chiaki tan seria les llamo la atención.

.- Sólo quiero que sepas que el tiempo que he estado aquí me la he pasado muy bien...

Akemi suspiro, fueron las mismas palabras que Tomoyo había usado cuando le dijo que se marcharía. Así que dejo que se explicara.

Ella contó que sus padres le habían enviado una carta en la que le comunicaban que por mutuo acuerdo se divorciarían, su preocupación era notoria en su voz. Ella quería ir a verlos, en especial a su madre, sabía que no sería fácil, pero por ahora pediría permiso en el colegio para irse y no sabía en cuanto tiempo regresaría.

Todos escucharon su relato en silencio y la apoyaron. Chiaki se marcharía al día siguiente rumbo a Francia. El resto de la cena fue mucho más silenciosa y después todos la despidieron que partiría muy temprano y se fueron a dormir.

Sakura subió a su recamara y se encerró. Kero estaba dormido (suspendido o su equivalente electrónico). Suspiro y se dirigió al balcón, lo que Chiaki contó le recordó muchas cosas de su pasado.

Un divorcio. Eso paso antes de la muerte de su madre, mucho antes. Ella era aún muy pequeña y su madre se la llevó con ella, mientras su hermano no quiso separarse de su padre. Aunque no recordaba muchas cosas de su pasado tenía algo muy grabado en su memoria.

.- Lo lamento - había dicho su madre a media voz, mientras sostenía a una pequeña de verde mirada en sus brazos. Demasiado pequeña para entender lo que ocurría.

Su padre estaba frente a ellas y sostenía a un pequeño con una mirada triste. Su padre también las observaba con una expresión de dolor en su rostro.

.- Lo entiendo - dijo su padre. Con dulzura se acercó a ambas y dio un pequeño beso en la frente de su esposa y luego en la mejilla de su pequeña, tratando de sonreír.

Estando en los brazos de su madre, sintió como temblaba. ¿Por qué temblaba su madre? Ella veía sin entender todo aquello. Luego sintió como su madre se inclino y beso a su pequeño hijo, que la abrazo y lloró en sus brazos. Luego su hermano la abrazo a ella.

.- Sakura, despídete - le dijo su madre, recuperando la postura

.- Hasta mañana hermanito, hasta mañana papito - dijo con dulce voz. Pensaba que sólo irían a pasear con el abuelo y que regresarían al día siguiente, pero no entendía porque todos parecían tan tristes.

.- Hasta pronto, hija - dijo su padre.

Su madre abrazo a su hija con dulzura. Dando de inmediato la espalda a ambos, mientras la pequeña volteaba a verlos y con una sonrisa levantaba su pequeña manita diciendo adiós a su padre y hermano.

Pero sólo vio dos rostros muy tristes, que con mucho esfuerzo sonrieron a la pequeña. Su madre la subió con ella al taxi y se marcharon. Eso había pasado ya hace muchos años.

Un agudo dolor atravesó su corazón, recordó todo aquello y fue como volverlo a vivir de nuevo. Cerró los ojos y entro, afuera comenzaba a hacer frío. Fue hasta que vio los libros botados en la cama que recordó la gran cantidad de deberes y sin mucho ánimo se dispuso a hacerla. Pasaba de la media noche cuando cansada se quedo dormida en sus libros. Pronto comenzó a soñar con lo que había recordado.

Una sombra se proyecto en las cortinas del balcón, una oscura sombra parecía observarla, luego de un brinco desapareció, mientras Sakura soñaba con su pasado, unas cálidas lagrimillas salieron de sus ojos aún dormidos mientras susurraba... - mamá, papá, hermano... y su voz se perdía en el silencio de la noche.

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De inmediato los miembros del parlamento empezaron a "pulir" a la emperatriz enseñándole todo lo concerniente al protocolo y algunas clases de sus deberes como gobernante. Para eso Clow mando a traer a su amiga Urukan, quien se encargaría de todo eso, además de enseñarle todo lo que debe hacer una emperatriz. Desde que conoció a la condesa, pensó que sería perfecta.

Más de una vez paso en la mente de Zafiro la idea de retractarse, era muy pesado y difícil, pero la gratitud y la alegría en el rostro de Clow, las pocas veces que lo veía, la ayudaban a continuar para mantener en pie su decisión. En esos días por las variadas actividades apenas tenía tiempo de ver a Esmeralda, quien ahora se paseaba por todo el reino haciendo amigos y ayudando en los preparativos, o a sus amigos, quienes se encaminaron a dar la gran noticia en sus territorios. Esmeralda iba y venía con cosas en las manos, siempre ayudando, estaba contenta, su hermana parecía más segura y eso la animaba mucho.

Los días pasaron rápido, en muy poco tiempo se organizó la boda.

Flores a todos los lugares a donde se veía, los sirvientes trabajaban sin cesar, adornos, arreglos, de todo para la boda del emperador, que hizo traer los platillos más exquisitos y raros, para aquella ocasión. También regalo un precioso collar a Zafiro hecho con Zafiros en forma de diamantes.

En un abrir y cerrar de ojos el día de la boda llegó.

Toda la noche ella no pudo dormir, tal vez por lo nerviosa que estaba, escuchaba a su alrededor a gente pasar y caminar, todos parecían emocionados por el acontecimiento. Por fin tendrían una emperatriz.

Unos toques la sacaron de sus pensamientos.

.- Adelante - indicó.

Una chica metió la cabeza.

.- Buenos días, podemos pasar.

.- Claro Asami - dijo la futura emperatriz y le sonrió, ya conocía casi a todos los que servían y vivían en el palacio.

Ambas puertas de su dormitorio se abrieron dejando pasar a un montón de gente que en un minuto instalaron un enorme espejo, un banquito y algo parecido a un maniquí.

.- Felicidades - saludaban y decían a Zafiro los sirvientes.

Después todos se retiraron excepto la chica, que parecía feliz.

.- Hermana.

.- Esmeralda, ¿qué haces aquí? deberías descansar.

.- Vamos hermanita, no me perdería esto por nada, dijo ayudando a la doncella a colocar todo.

Zafiro se miró al espejo que era de cuerpo completo. Ahora estaba vestida con un sencillo vestido verde sin demasiados adornos, su rostro estaba un poco pálido, pensó que era por el desvelo y su cuerpo se veía muy frágil, lo vio como si fuera la última vez que la viera.

.- Vamos hermana - la sacó de sus pensamientos.

Lo primero fue un baño, ayudada por su hermana y la doncella, no le hizo mucha gracia pero al fin aceptó.

Pronto los arreglos comenzaron, primero le quitaron el vestido al maniquí y se lo colocaron a ella, parándola en el banquito, jamás en su vida pensó verse así. El vestido era por supuesto, de una verdadera reina, en tono blanco de la más pura y fina seda, con amplio vuelo al final del vestido estaban bordados con hilos de oro algunas minúsculas flores doradas, se ceñía a la cintura con corte de princesa, el vestido contorneaba con perfección su busto, sin ser escotado, decorado con algunos detalles dorados, y las mangas eran largas terminando en pico.

.- Es hermoso - sólo dijo al verlo.

Se lo había medido ya muchas veces para los arreglos, pero ahora podía verlo en toda su magnitud. El peinado era alto con algunos rizos en su espalda, y había sido hecho de tal manera que la corona pudiera sostenerse. Las zapatillas parecían de cristal, todos esos arreglos le recordaron a la cenicienta, pero estaba segura de que a la media noche su carruaje no se volvería calabaza.

.- Te vez hermosa - dijo Esmeralda una vez que terminaron.

Normalmente era Zafiro la que le gustaba vestir a su hermana, pero esta vez fue lo contrario.

.- Es preciosa alteza - dijo la doncella.

¿Alteza? Sí, a partir de ahora así sería llamada.

La ceremonia comenzó.

La iglesia estaba abarrotada de gente, a pesar de ser enorme, todos los nobles, que eran muy pocos y la mayoría la gente de los poblados del reino. Los murmullos se escuchaban.

Lenips y Orek se encontraban al lado de Esmeralda, vestidos todos con sus mejores ropas, muy cerca del altar, esperando.

.- Les encantará como se ve - dijo Esmeralda emocionada. Aunque ella no se quedaba atrás, con una hermoso vestido verde, con algunos accesorios incluyendo un collar con una esmeralda, regalo del emperador. Se veía también radiante, nadie pensaría que estuvo muy enferma meses antes.

Orek sonreía, mientras Lenips conservaba un rostro serio.

De uno de los lados de la iglesia salió Clow vistiendo un elegante traje militar, era costumbre que se casará vestido así. Un elegante traje negro azulado, que combinaban perfectamente con sus ojos y cabello, en él estaban colocadas algunas insignias y condecoraciones. Pero su sonrisa era lo que mejor se veían en él, una sonrisa diferente a su clásica sonrisa de sabelotodo, era una de verdadera alegría y de lo más hermosa.

Una suave música comenzó a sonar por toda la iglesia, todas las miradas se dirigieron hacia la entrada, y el silencio se hizo casi sepulcral, segundos después una figura apareció.

Casi nadie pudo dejar de maravillarse, el vestido lucía hermoso en ella, pero no podían ver su rostro, estaba cubierto por una suave tela no tan transparente. El ritmo de la música cambio y Zafiro sabía que la hora había llegado, con todas las miradas en ella comenzó a avanzar, en sus manos llevaba un precioso ramo de flores, para se más específicos eran flores de cerezo. Su hermana la había convencido de que fueran esas flores, les recordaban a su madre. No había nadie que la acompañará, pero ella así lo había decidido.

Con caminar seguro llego al lado de Clow, con cuidado él destapo el rostro de su aún prometida. Él sonrió y ella lo correspondió, así la ceremonia comenzó.

El sacerdote en frente hizo su parte con el sermón y la hora de las preguntas llegó. Esmeralda estaba que no cabía de emoción.

.- Aceptó - finalizo ella. Y luego la ceremonia de coronación, en la que se le colocó a Zafiro un preciosa corona de oro blanco, con cientos de diminutos diamantes.

Los aplausos no se hicieron esperar. Una vez en el palacio la fiesta parecía no tener fin, después de degustar exquisitos platillos, comenzaron a bailar, en todo ese tiempo Zafiro sonreía muy poco y Esmeralda no cabía de felicidad, Orek se la había pasado comiendo y Lenips sólo suspiraba.

Llego la hora del baile y Clow aprovecho para bailar con Zafiro.

.- ¿Estas bien? - preguntó al ver su rostro algo serio.

.- Lo estoy majestad – contesto Zafiro.

Él sonrió.

.- Recuerda que ahora eres la emperatriz y no tienes porque llamarme majestad.

.- Lo siento - dijo algo distraída.

.- ¿Segura que estas bien? - preguntó de nuevo.

.- Si es sólo... - dudo - que estoy nerviosa.

.- No te preocupes, todo estará bien - le dijo al oído y acercándose a ella.

Eso hizo que extrañamente se tranquilizará. No lo había visto en días, ambos estaban demasiado ocupados en los arreglos. Ella en las lecciones y él en las investigaciones sobre la magia y asuntos diplomáticos.

.- ¡Viva la emperatriz! - se escucho decir.

.- ¡Viva el imperio!

.- ¡Viva! - contestaron todos.

La fiesta se alargo a altas horas de la noche en las que la emperatriz era presentada a muchas personas importantes de los reinos vecinos.

.- Creo que debemos descansar - dijo Clow a Zafiro.

Ella sólo asintió.

.- Majestad - hablo Yue al emperador.

.- ¿Qué pasa?

.- Necesito hablarle.

.- No puede esperar.

Yue negó.

Zafiro se extraño, no había visto a Yue en todos esos días y ahora se presentaba muy extraño.

.- En un momento vuelvo – sonrió a Zafiro y se retiró.

Ella sólo asintió.

.- Zafiro - le habló a su hermana viéndola entre la gente, y fue hacia ella, mientras a su paso era reverenciada.

.- Majestad - hizo una reverencia.

.- Esmeralda no tienes porque hacer eso - dijo sorprendida.

.- Eres la emperatriz - dijo ella seria.

La ahora emperatriz sonrió sabiendo que sólo lo hacía para molestarla.

.- Ya debes irte a descansar ahora es muy tarde.

.- Vamos Zafiro ya estoy mejor - dijo la condesa con ojos de cachorro.

.- Por favor hermana, no quiero que te vuelvas a enfermar.

.- Esta bien, pero después de este baile - se metió entre la gente los músicos comenzaron una nueva melodía. La emperatriz pudo verla bailar con Orek a lo lejos.

.- ¿Te encuentras bien?

.- Lenips, no te había visto - le sonrió.

Él la miró con el rostro serio.

.- ¿Qué pasa?

.- Lo sabía.

.- ¿De qué hablas?

.- Sabía que te perdería, lo temía, pero no pensé que sería con él - dijo Lenips viéndola a los ojos - no con él - repitió.

Ella lo comprendió y sólo pudo abrazarlo.

.- Todo será igual, podemos seguir siendo amigos - se separó de él y lo miró tratando de sonreír.

Él noto su esfuerzo y le sonrió, haciéndola sentir mejor.

.- No tengo idea de como castigan a los que se atreven a insultar a una emperatriz, pero pronto lo sabré - dijo ahora con más ánimo Lenips.

Ambos sonrieron alegremente, mientras eran observados por Esmeralda y Orek.

.- Me alegro que este feliz - escucharon una voz conocida.

.- Majestad - Lenips hizo una reverencia y se retiró.

.- Es un buen chico - dijo Clow.

.- Así es - dijo ella.

.- Zafiro - dijo regresando a una seriedad algo confusa.

.- ¿Sí?

.- Quiero presentarte a alguien muy importante.

Ella asintió y Clow la sacó del salón de baile.

Llegaron a un pasillo oscuro donde había una persona recargada en un muro con los brazos cruzados. Zafiro sintió algo extraño en esa persona, aún no sabía controlar su magia, así que no comentó nada. La persona tan pronto los vio acercarse se paro derecho y luego hizo una reverencia a ambos. La oscuridad en la que se encontraba no permitía verle claramente.

.- Acércate por favor - pidió Clow.

Él obedeció, acercándose a ambos y donde había más luz.

Al estar más cerca Zafiro lo pudo ver. Era un hombre muy joven, parecía ser de su edad, con una vestimenta elegante parecida a la del emperador, alto y parecía muy fuerte, pero lo que más le llamo la atención eran sus ojos, unos ojos algo fríos pero con mirada intensa que se había clavado en ella.

.- Él es el comandante de las fuerzas armadas de este imperio. El es Heian Lang

.- Es un placer - dijo él inclinándose y luego tomando suavemente la mano de la emperatriz y besándola.

.- Será tu guardia personal.

.- ¿Qué? - dijo bajito.

Nadie le había dicho nada de eso.

.- Regresemos a la fiesta - no se dijo más y regresaron siendo seguidos por aquel extraño hombre.

Al llegar todos les hicieron reverencia, se sentaron en sus respectivos tronos disfrutando los últimos minutos antes de retirarse a la alcoba. Ambos se levantaron, agradecieron a todos su presencia y se dispusieron a retirarse, todos se inclinaron para despedirlos. Zafiro volteó una última vez antes de perderse en los pasillos, a los únicos que vio antes de salir fue a Yue y su eterna seriedad y a su guardián con la mirada en ella, poniéndola muy nerviosa.

Llegando a la alcoba se puso aún más.

.- Tranquila – con voz dulce Clow la llevó hacia su lecho. Por supuesto que la habitación era digna de un emperador, tapizada en mármol, con adornos de oro y plata, algunos muebles en excelentes condiciones, e incluso un pequeño librero con docenas de libros. La cama era enorme, con cortinas que la protegían.

Las sabanas eran suaves a tacto y olían realmente bien. La habitación era iluminada por velas blancas dando un toque muy romántico.

.- ¿Te gusta? – preguntó sentándose junto a ella.

.- Es bonito – dijo nerviosa.

.- No más que mi hermosa esposa – comentó Clow mientras se acercaba a ella lentamente.

Sintiéndolo realmente cerca, lo único que hizo fue bajar la mirada. Y justo cuando Clow la iba a tomar de la cara y besarla…

.- Mira – dijo algo sorprendida Zafiro, señalando el brazalete.

La piedra violeta brillaba y un segundo después era el báculo.

.- Valla, parece que ya sabes utilizarla – comentó con una sonrisa Clow.

.- ¿Qué? No, - bajo un poco la cabeza – en realidad no, quería hablarle de eso, pero con los preparativos…

.- No te preocupes – interrumpió, haciendo que volteará a verlo – tenemos tiempo, te enseñaré a utilizarlo. Te enseñaré muchas cosas… - dijo sonando muy cariñoso.

- Pero… - no puedo terminar porque sus labios era apresados por los de Clow, sintió algo extraño y después sabiendo que ahora estaban casados se dejo llevar.

Consumando un matrimonio que estaría condenado…

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Hola a todos.

Me da gusto saludarlos, como pueden ver esto empieza a ponerse interesante porque aún hay muchas cosas que descubrir y que comenzarán en el siguiente capítulo. Saludos a Gonsy - gracias por tu apoyo a este fic, haré lo posible para que sea bueno.

Este fue el capitulo en el que me quede la última vez, así que el próximo será nuevo y verán que les gustara, sino ya saben donde contactarme.