Capítulo 17
Competencias
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- ¿No me digan que no me pensaban invitar a su fiesta? - una sombra cobriza observaba a lo lejos con los brazos cruzados.
- Juke - lo reconoció ella.
Nickté y Xiao comenzaban a pensar en retirarse, los demonios pequeños no eran problema, pero enfrentar a Juke solos era diferente.
- Sólo faltan los Wongi para completar la fiesta - dijo él acercándose a los chicos.
- No te preocupes por ellos, ya no serán un estorbo en nuestra competencia - dijo ella despectivamente mientras lanzaba varias sombras a la oscuridad.
- Así que ya terminaron con ellos, eso esta mejor - dijo complacido Juke.
Ella invocó el poder se su báculo y se ilumino su cuerpo. Las sombras siguieron apareciendo a su alrededor.
Xiao pensaba en llamar a Meiling o Yamazaky. Pero, ambos quedaron paralizados, cuando de un segundo a otro Juke cayo a los pies de una sombra mucho más alta.
- Pero ¿Qué...? - apenas protestaba, cuando la otra sombra mucho más oscura que la misma noche lo levanto del cuello.
- Si crees que con eso me acabaras, te equivocas - decía Juke, a un demonio no lo pueden acabar destrozando su figura.
- Sé como hacerlo - una voz hueca, salía de aquella sombra - comenzó a hacer un sonido como si estuviera aspirando y pronto Juke sintió terror, lo estaba absorbiendo. Invoco conjuros sin ningún resultado y pronto era parte de aquel ser – "Te dije que me las pagarías tonto demonio" – pensó Hyobe.
Había logrado viajar en el tiempo como Hikary y Kyung, sólo que quedó atrapado en una puerta dimensional. Pero gracias a la invocación de una pequeña, ahora tenía el poder suficiente para provocar destrozos y ayudarse a sí mismo a destruir a los estorbos.
Al terminar sus carcajadas provocaron un escalofrío en Nickté. Xiao tomo más fuerte su espada. ¿Quién era ese tipo? ¿Qué poder tenía que acabo con Juke en segundos?
Las sombras retrocedieron, esa cosa había acabado con su jefe. Según sus leyes, ahora esa cosa era su líder, era la ley del más fuerte.
Ambos Nickté y Xiao despertaron su aura y lo llevaron a su más alto nivel.
- BASTA - una voz hueca retumbo en el edificio - no pelearé con ustedes, no ahora.
Una luz naranja ilumino el salón y lo pudieron observar.
Un hombre de unos 45 años, vestido con una túnica negra con extraños símbolos. En lugar de ojos había huecos que pronto se llenaron con unos rojos ojos brillantes.
Era muy alto y con rasgos occidentales, en su mano llevaba un báculo que terminaba en una hoz. Lo más extraño es que no se podía sentir ni su aura, ni su presencia o su poder.
- Nos volvemos a encontrar - dijo a ambos como si fuesen viejos amigos.
Pero ellos sólo estaban seguros de que esto se pondría peor.
- Nickté, Xiao.
Ambos lo miraron con desconfianza y tomando posiciones de defensa.
- Oh, lo lamento Aún no saben quienes son... o quienes fueron.
Sin comprender lo que aquel hombre decía Nickté lanzó un hechizo, pero sólo reboto. Xiao lo ataco con su espada, pero no le causo daño alguno.
- Tal vez deba decirles toda la verdad, antes de que sea tarde - comento el hombre y se acercó a Nickté, quien puso un hechizo de protección a su alrededor.
Pero que no sirvió de nada ya que el extraño hombre lo traspaso, levantó la mano para tocar la cara de ella.
Nickté sentía rígido su cuerpo y no se podía mover.
De pronto el hombre se detuvo en seco. Dio una mirada al techo, dibujo una sonrisa en su rostro y desapareció, las sombras al no ver a su nuevo líder, desaparecieron.
En medio de la confusión ella recupero la movilidad y aprovechando la distracción de Xiao, se escapo del lugar.
Xiao al verse sólo, trato de seguir las auras, pero todas habían desaparecido por completo así que decidió regresar.
¿Qué demonios fue todo eso?
En el techo del edificio el mismo hombre apareció.
- Así que me siguieron - dijo al aire.
- No, eres tu quien no debe estar aquí. No permitiremos que suceda - una voz femenina pero muy fuerte contesto a Hyobe.
- Vamos, no pueden evitarlo, hagan lo que hagan el destino esta escrito y ganaré.
- No me subestimes.
- No lo hago, sólo quiero divertirme con Sakura y Shaoran.
- Sabes que no lo permitiré.
- Sentí el hechizo que lanzaste para que no pueda aproximarme a ellos, no te preocupes por ahora no lo haré.
- He venido a separarlos y tú no me lo impedirás, Sakura y Shaoran jamás estarán juntos - dijo la chica.
- ¿En realidad estas dispuesta a hacerlo?
- Estoy dispuesta a todo.
- Esta bien, por ahora, sólo por ahora dejaré esto así. Pero sé esperar y en cuanto tu poder disminuya les diré lo que les espera en su futuro.
- Ellos no terminarán juntos, la maldición no se cumplirá - dijo la chica y se fue.
El hombre la vio partir pero no hizo nada para detenerla, sabía que tenía ventajas y no las desaprovecharía. Pero tenía una niña que lo había invocado y su deber era "ayudarla" después de todo ella lo había llamado sin pensar en las consecuencias. Sería interesante ver que hacía la chiquilla. Por ahora buscaría el cofre y encontraría la manera de quedarse con su poder.
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Yukito era el guardián del diario de Clow que celosamente guardaba la familia de Shaoran Li, Kaho había sido enviada para ayudar en caso de que un extraño con poderes buscara apropiárselo. Touya había investigado y finalmente descubierto en donde lo tenían escondido y estaba decidido a obtenerlo, el legado de Clow.
Kinomoto siguió con sus labores de mesero en el bar. Las horas pasaron Yukito y Kaho salieron del bar.
- Esperaremos su hora de salida y entonces lo interceptaremos.
- Esta noche, déjalo cerrar, nos haremos cargo - susurró al joven que obedeció mansamente.
Touya sintió alivio al verlos salir, pero sabia que la noche aún continuaba y esta vez si obtendría lo que deseaba. Seguramente la presencia de la mujer no era coincidencia, las posibilidades de obtenerlo disminuían, era ahora o nunca
La hora de cerrar por fin llego y le ordenaron cerrar el lugar, algo demasiado sospechoso pero no lo desaprovecharía, así se quedo sólo. Cuando se aseguro que nadie había ya, se dirigió a las escaleras y subió al tercer piso, donde lo detenía una enorme puerta con símbolos mágicos.
Ya la había estudiado así que de inmediato la abrió, más adelante unas escaleras le llevaron a un quinto piso. No había absolutamente nada, ni a donde ir.
Pero se sentía muy cerca de su objetivo.
Las luces se apagaron y frente a él, un hermoso ángel apareció.
De inmediato tomo posición de combate.
- Sabemos lo que deseas - el ángel tenía una expresión fría y le dio a entender que hablaba muy enserio.
- No me iré con las manos vacías, me canse de esperar - dijo con el mismo tono frío, sin impresionarle el guardián.
El ángel extendió las alas, pronto cientos de cristales salieron de ellas con dirección a Touya.
Pero a su alrededor una neblina lo protegió, las almas lo estaban protegiendo.
- Los espíritus no te servirán por mucho - atrás de Yue, Kaho apareció con unas extrañas ropas.
- Kaho - dijo Touya - me alegra verte de nuevo.
- Me reconociste, pensé que no lo harías, ha pasado mucho tiempo.
- ¿Qué quieres Touya? si es que realmente te llamas así.
- Ese es mi nombre y sabes perfectamente lo que deseo - apuntó hacia el techo.
- Tendrás que derrotarnos.
- Tal vez.
- Así que aquí estabas - hablaba al objeto mientras se acercaba hacia él - en una especie de altar protegido por cientos de sellos mágicos.- por fin conoceré mi pasado - se dijo a sí mismo mientras se disponía a destruir lo sellos, pero para su sorpresa el diario pareció reconocerlo y sin necesidad de ningún hechizo el diario desde dentro los rompió y se dirigió a su legitimo dueño.
Al notarlo Eriol sonrió, mientras se posaba en sus manos y una luz lo invadió.
De un segundo a otro el rostro de Kaho cambio y sorprendida miró hacia arriba.
- ¿Que pasa? - Yue no entendió su actitud.
- Alguien entro en el salón donde esta el diario.
- ¿Qué?
- El chico es más eficiente de lo que pensé - se dijo a si mismo Touya.
Touya había sido sólo una distracción, mientras Eriol había llegado hasta el salón donde
guardaban el diario. Yue no lo pensó y voló bajando unas escaleras para luego tomar un túnel que lo llevaba al salón.
- Inmovilizar - ordeno Kaho a un pergamino que dirigió hacia Touya.
Él susurró algo y antes de alcanzarlo, el pergamino desapareció.
- Aprendí muy bien Kaho.
La magia espiritual era muy complicada de manejar. Pero él lo había logrado después de años de practicar, en mucho se lo debía a ella.
- ¿Quién es su líder? - quiso saber.
- La persona más poderosa de todos los tiempos, aquella que dará fin a esta tonta guerra, aquella que esta predestinada a ganar - dijo orgulloso, estaba seguro que su hermana sería la triunfadora.
- No eres un Wongi, ellos no poseen magia espiritual, tampoco eres parte de los espectros, entonces...
Yue llegó a todo lo que daban sus alas, se encontró con el altar vació y ningún sello mágico.
- No has cambiado - una joven voz proveniente de las sombras lo hizo atacarlo de inmediato. Los cristales sólo desaparecían ante aquella voz.
- No puedes atacar a tu creador.
- ¿Qué? - su imperturbable expresión cambio al escuchar eso.
De las sombras salió Eriol con el diario en las manos. Pero su apariencia no era la actual, era exactamente como el Clow de siglos atrás.
- Si quieres esto - le arrojo el libro - tómalo, no lo necesito ahora, he recobrado mis recuerdos.
- ¿Cómo te atreves? - Atrapo al diario y se dispuso a atacar.
- Mi querido guardián, veo que has cumplido mi deseo de proteger mi diario y a mis descendientes.
Las palabras de Clow tuvieron un efecto casi mágico en Yue, deteniéndose y cambiando de expresión. Recordaba esas palabras, las palabras que escucho de su creador cuando obtuvo la vida.
- Clow - susurro - amo Clow – por fin algunos recuerdos despertaron.
Este sólo respondió con una sonrisa.
En realidad en ese instante no podía recordar mucho de su pasado, pero a ese hombre, a su creador que le daba una misión, eso si lo recordó.
-Algo importante se acerca. El diario no es importante lo que sí lo es, es la familia Li, continúa protegiéndolos, sobre todo al hijo de Hien Li. Confió en ti - La imagen de Clow se desvaneció dejando a Yue muy desconcertado.
Comenzó una lucha entre Touya y Kaho de fuerza espiritual.
Al sentir que el aura de Eriol había desaparecido del piso de arriba, Touya le sonrió a Kaho.
- Me alegra saber que estas bien. Pero ahora debo irme.
- No lo harás - Kaho se interpuso en su camino.
- En otro momento nos encontraremos y entonces hablaremos. Y recuerda que conozco tus conjuros.
Camino con serenidad hacia las escaleras y en ellas desapareció, mientras Kaho simplemente lo dejo ir.
Eriol apareció a unas cuadras del edificio, algo desconcertado. No sabía si lo que acababa de ocurrir era cierto o no. Al tomar el diario algunas imágenes aparecieron en su mente, la creación de las cartas Clow, la creación de los guardianes, la enorme tristeza que a su corazón embargaba, incluso podía recordar su muerte. Todo comenzaba a tomar sentido en algunas cosas pero otras era muy difuso. Se sentía un poco mareado, a la vez podía notar que su percepción parecía haberse incrementado y también su aura, los recuerdo regresarían poco a poco.
Pronto una sensación de ser vigilado lo puso atento, reconoció el aura y el lugar donde se encontraba. en un abrir y cerrar de ojos llego hasta donde estaba.
En lo alto de un edificio, reconoció a la chica que dijo ser la gitana.
- ¿Tu?
- Así que ¿recuperó algunos recuerdos? - la chica no se inmuto.
- ¿Cómo lo sabes?
- Eso no importa.
- ¿Por qué me sigues?
- En realidad no pensé que pudiera sentirme.
- Antes no, ahora si. Tienes un aura muy fuerte pero extraña no eres como los otros.
- Lo sé.
- ¿Que buscas de mí?
- Aún no es el momento – se dio vuelta y comenzó a caminar, pero Eriol fue más rápido y con delicadeza tomo su mano y la obligó a darse vuelta.
- ¿Quién eres? – sus ojos azulados normalmente tranquilos ahora tenían un brillo de amenaza. Pero no intimidaban a la chica.
- No le puedo decir mi nombre, menos mi procedencia, soy alguien que busca que no repitan sus errores.
- ¿De qué grupo eres?
- De ninguno en realidad, sólo sirvo a mis fines.
- ¿Cuáles son?
- Debo irme - de nuevo susurro otro hechizo y desapareció.
Bajo del edificio y aún desconcertado espero y minutos después llegó Touya.
- ¿Qué paso? ¿Lo tienes? – preguntó impaciente.
- No es necesario.
- ¿Qué dices?
- Vamos te lo explicaré todo.
Eso habían pasado días atrás, y pronto el nuevo futuro se reescribiría.
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La escuela de Sakura se veía diferente adornada para las festividades de los juego intercolegiales. Varios colegios de muchas partes del mundo se hospedaban en la ciudad, se veían pasar muchos extranjeros entre la población estudiantil. La fecha de la competencia se había adelantado unas semanas, debido a que el invierno se pronosticaba como uno de los más crudos de los últimos años.
Para desilusión de Sakura, Eriol se perdería de la competencia. Pero su amigo le hizo prometer que ganaría esa competencia, diciendo que ellos podrían solos. Ella no estaba muy segura pero se prometió a sí misma que si en algún momento sentía algo extraño que le indicara que sus amigos corrían peligro no lo dudaría.
Tomoyo tenía ya listos los trajes que utilizarían en la competencia. Ella y Shaoran habían cumplido, en parte, la tregua ambos se estaban tomando en serio ganarles a Meiling y a Kusho.
Era un día antes de la competencia de patinaje, las demás competencias ya habían comenzado y para desilusión de los estudiantes del colegio habían obtenido muy pocos primeros lugares. La competencia de patinaje siempre atraía a gran cantidad de personas, así que era uno de los eventos finales.
Tomoyo se había dedicado a ser maestra de ceremonias en muchos eventos y había participado en canto individual, había pasado exitosamente a la semifinal, que se realizaría después de la competencia de Sakura. Se mostraba más alegre, se había desahogado con Sakura platicándole sus preocupaciones.
Su figura delgada se desplazaba por los corredores del colegio. A pesar de sus múltiples ocupaciones en su mente siempre aparecían sus problemas. Ahora mismo le preocupaba su relación con su madre, cada vez se deterioraba más, los pasillos estaban vacíos todos estaban ocupados con las competencias. Así que se dirigió al salón de canto, el cantar no sólo era una de sus mejores cualidades, sino que era una forma de desahogarse.
Recordó los últimos días que había pasado con su madre, que recordara toda la vida había tenido que esperar en la apretada agenda de ella. Pocas veces la veía de pequeña, tenía guardaespaldas personales para que la cuidaran, no tenía idea de como la hacían sentir, la cuidaban, era cierto, pero por muy buenas que eran con ella, jamás pudo confiar. No cuando nadie se lo había enseñado. De su padre no sabía nada y no le interesaba saber, según su madre las abandonó y luego murió.
En muy pocas personas podía confiar, ahora una de ellas era Sakura Kinomoto, y sus amigos más allegados, con ellos conoció a eso que llamaban amistad y que era tan desconocido para ella. Pero no evitaba que en ocasiones se sintiera realmente sola.
Ahora peleaba con su madre porque quería imponerle una vida, quería que siguiera sus pasos, que estudiara administración como ella y que se encargue de su negocio que durante generaciones había pertenecido a los Daidouji, las reliquias de reinos milenarios entre otras cosas.
Pero sin duda si su madre le hubiera dedicado un poco más de tiempo que medio día en su cumpleaños, tal vez hubiera reconocido el genuino interés de ella por el diseño y lo artístico como cantar, su gran don natural.
La discusión comenzó cuando su madre supo que en poco tiempo terminaría la preparatoria y elegiría formalmente una carrera. Las últimas discusiones eran más fuertes. No le parecía que esa persona que le daba dinero y sólo eso, tendría ningún derecho a decidir su vida. Tal vez solo le debía respeto, pero en cuanto ganara dinero procuraría devolver lo que se le dio y ser libre.
Sonomi no tenía nada que reprocharle siempre fue responsable, respetuosa, educada, no recibía más que cartas de felicitación por parte de sus profesores sobre la conducta de Tomoyo. ¿Por qué su vida tenía ser como su madre decía?
- Madre por favor
- Acaso no lo entiendes, este negocio es una herencia de la familia, antes que yo muchos Daidouji le dedicaron sus esfuerzos para ser lo que ahora somos.
- Eso lo quieren ustedes pero yo no.
- Dejarás que el esfuerzo de años se diluya, eres la única heredera legítima de todo esto – levantó la voz frunció el ceño.
- No entiendo tu insistencia, ahora tu la manejas, tienes a Kiuro para ayudarte él podrá... – ella parecía tranquila y usaba un tono suave con su madre.
- No digas tonterías, tu la dirigirás y eso es todo - dijo cortante, levantándose-
Apretó sus puños y evito responder, su educación se lo impedía.
Sonomi consulto su reloj - me tengo que ir hablaremos otro día.
- Siempre ha sido así - susurro para si misma - hasta pronto madre.
La amaba era cierto con toda el alma, pero en ocasiones se preguntaba si su madre también.
Suspiro recordando Sakura le daba ánimos de seguir adelante y tratar de llegar a un acuerdo con su madre, de modo que dejasen de pelear. Pero ahora sólo deseaba ganar esa competencia y demostrarse que eso era lo que ella quería.
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Es increíble como unos minutos del tiempo pueden hacer cambiar la vida, mejorándola, empeorándola o simplemente cambiándola. Pero al ser humano tiene miedo a los cambios, a lo nuevo, en muchas ocasiones nos gusta la monotonía de la rutina y no la dejamos, nos aferramos a ella. Queremos permanecer en un charco ignorando al mar que esta un poco más lejos y que sólo es cuestión de voltear a verlo y decidir dirigirse hacia él.
La competencia había empezado, las primera parejas habían pasado demostrando de lo que eran capaces. La primera ronda donde se tomaría más en cuenta la técnica, estaba reñida.
La pareja inglesa tenía todo para ganar, estaba algunas décimas arriba, les seguían Kusho y Meiling que increíblemente no molestaban a Sakura y Shaoran pues estaban demasiado ocupados peleando entre ellos. Kusho le reclamaba cosas a cada minuto, pero Meiling no se dejaba, algunas cosas las respondía pero otras prefería ignorar.
Las otras parejas eran buenas, pero no lo suficiente según las calificaciones de los jueces que estaban estrictos con la competencia y no era para menos. De los primeros lugares de esa competencia se obtendrían los nombres para aquellos que participarían en las olimpiadas a realizarse en poco tiempo.
Los franceses era una chica de ojos claros, piel blanca y sedosa, cara fina, cuerpo ya de una mujer y delicadeza femenina, tendría unos 14 o 15 años, él era de unos 18 años, muy apuesto, alto, excelente físico, sólo que sus ojos eran totalmente negros con destellos azules. Habían dominado hasta el momento y eran los favoritos para ganar. Al salir el público los ovacionó, los jueces quedaron sorprendidos así que con las calificaciones los ubicaron en el primer lugar, dejando a los ingleses en el segundo y a Meiling y compañía en el tercero.
La cámara que los tomaba en el lugar donde conocían sus calificaciones, mostró la felicidad de la pareja al conocer sus altas calificaciones. Desde los camerinos y en las gradas todos aplaudieron. Difíciles rivales.
El turno era de la pareja de Sakura y Shaoran, el presentador dio brevemente sus datos. La profesora Zu y Chiaki estaban cerca de la pista, la profesora tenía sus manos entrelazadas y su nerviosismo era muy evidente en sus ojos, había visto a los ingleses y franceses, estaba comenzando a dudar de los chicos, pero en silencio rezo por ellos Tomoyo los observaba desde un lugar privilegiado, competiría en canto y todos los participantes estaban emocionados.
Hisaky, Ikue, Yamazaky, Chiharu y sus compañeros observaban nerviosos desde la tribuna, casi mordiéndose las uñas, sólo Yamazaky parecía tranquilo. Cada vez que podían gritaban y agitaban un gran cartel que decía "SyS son lo mejor", por poco los sacan a patadas del lugar pero prometieron guardar compostura.
El público se quedo en silencio cuando salieron Sakura y Shaoran y se colocaron en posición, su puntaje decidirían las posiciones. Mientras la música comenzaba se observaron entre sí. Debido a los nervios no se habían visto bien entre sí, pero ahora que lo hacía quedaron impresionados por el otro. Tomoyo había hecho bastante bien su trabajo y ese sólo era el primer traje. En verde ligeramente más oscuro que el esmeralda. De adorno tenía bordado un dragón verde con ojos rojos, que parecía enredarse en la cintura de Sakura y en el cuerpo de Shaoran.
El traje de ella tenía una pequeña falda lisa, con un ligero velo que daba la impresión de ser de las escamas del dragón, brillaba ligeramente por diamantina esparcida, se ceñía a su delgada figura y demostraba la fina cintura, el traje carecía de mangas, dejando al descubierto los delgados brazos de Sakura, tenía un cuello tipo chino, maquillada muy ligeramente, su cabello estaba recogido al frente y suelto atrás, en sus rostro unos mechones le daban un ligero aire de rebeldía con un precioso broche en forma de flor de cerezo, cortesía de Tomoyo.
Él no estaba menos atractivo, el dragón parecía enredarse en su cuerpo y demostraba superioridad, también carecía de mangas dejando ver los brazos muy bien entrenados. Parecía haberse arreglado su cabello sin mucho éxito, sin embargo su frente era adornada por un muy rebelde mechón de cabellos marrones, tenía una mirada decidida y alerta dándole un aire de superioridad y estilo.
Debido al los nervios, no se daban cuenta de que habían dejado impresionados a chicos y chicas.
Ambos llevaban en su mano izquierda una pulsera hecha de un tejido algo extraño.
Antes de la competencia Sakura se lo entrego.
- Ponte esto – más que sugerencia sonó a orden.
Extendió la mano, no sabía si se lo recibiría pero eso no la detendría.
- ¿Qué es? - un poco renuente vio el objeto en sus pequeñas manos que se estiraban hacia él.
- Es una pulsera.
- Eso ya lo vi, pero ¿Para qué lo quiero?
- Es algo así como un amuleto para la suerte - sin pedir permiso tomo su mano - así ambos recordaremos que debemos ganar a toda costa.
- No lo necesito para recordarlo - no hizo nada por evitar lo que Sakura hacía.
- Tal vez, pero quiero que lo tengas presente - la pulsera no tenía nada en especial, sólo eran hilos tejidos que formaban una trencita algo complicada pero bastante elegante.
- Es una tontería - observó el objeto en sus mano, ella había pensado que si tenía algún adorno él no la aceptaría.
- Cállate, es sólo hasta el final de la competencia - con una sonrisa le mostró la de ella que era exactamente igual - sólo hasta que recibamos la noticia de ser los ganadores - luchaba por ponérsela ella misma, pero con una sola mano era algo difícil.
Shaoran se rió por lo bajo y la ayudo - es una tontería, pero como sólo es hasta ser premiados, no creo que me pase nada - terminó de amarrarlo.
Ella lo vio a los ojos y le sacó la lengua, haciéndolo reír. En ocasiones se comportaba como una niña. De pronto su cara cambió y se mostró decidida.
- A ganar - le ofreció la mano.
- A ganar - la recibió.
El trato estuvo cerrado y ahora era el momento de cumplir.
Eran los últimos de la ronda. Se calificaría lo técnico sobre lo artístico, así que era ahora que debían mostrar todo lo aprendido.
La melodía comenzó a sonar, era la música del "Bolero" de Ravel. Los patines a deslizarse. Sentían sus corazones palpitar fuertemente, muchas veces lo practicaron, pero era diferente hacerlo solos que con un jurado y una multitud que seguía cada movimiento de sus cuerpos.
Primero lentamente, después con más velocidad comenzaron a recorrer la pista, preparando los primeros elementos. En esta etapa tendrían sólo dos minutos y medio para terminar la rutina. La música era suave al principio y se habían encargado de que en puntos clave de la melodía quedaran perfectamente con los giros y los saltos.
Comenzaron apropiándose de pista como reconociendo el espacio, al tiempo que lo adornaban con suaves movimientos corporales que incluían secuencias de pasos, en línea recta, diagonal, serpentina y circular con una excelente sincronía. Cuando la música comenzó a aumentar la velocidad y los ritmos, la coreografía cambió comenzaron los elementos difíciles. Los primeros elementos fueron tres brincos en los que giraban en el aire dando dos vueltas completas con magnifica sincronía, el público no pudo evitar aplaudir pocas veces se observaba tan buena sincronía en los colegiales, mientras ellos continuaron tratando de mantener la concentración.
A continuación se tomaron de las manos y comenzaron a hacer molinetes cambiando constantemente de posición y de dirección, girando ambos en el mismo lugar entrelazando sus cuerpos, eso daría muy buenos puntos. Al terminar de nuevo comenzaron a tomar velocidad, y mientras recorrían cada parte de la pista sus movimientos se armonizaban música.
Sabían que la parte más importante se aproximaba y trataron de prepararse. La nota esperada por fin llegó y Sakura se colocó en posición, tomando con una mano el hombro del chico quien de un solo impulso tomo la cadera de ella y la levantó. Quedando totalmente horizontal, quitó su mano del hombro de Shaoran y comenzaron a dar vueltas y luego cambiando de dirección. Sakura sentía que en cualquier momento caería, pero sabía que Shaoran no lo permitiría en aquel momento, así que espero los segundos suficientes antes de sentir como delicadamente Shaoran la bajaba para continuar su rutina.
El siguiente era uno de los elementos de mayor dificultad, la sincronización simplemente debía ser perfecta o no valdría nada. Las notas continuaban mientras unían un elemento con otro mediante suaves movimientos. Sakura estaba muy nerviosa para ese momento, pero fue cuando sintió que su mano era ligeramente apretada, vio disimuladamente como Shaoran le sonrió muy levemente infundiéndole tranquilidad.
En las prácticas había caído varias veces y esta vez se prometió no hacerlo.
Tomaron aire y tomaron posiciones, un triple unido a un salto conocido como Axel doble que consistía en un salto con giros hacia delante, era arriesgado por su dificultad, pero si no arriesgaban no ganaban, los otros chicos eran muy buenos. Tomando impulso con un solo pie, se impulsaron para dar tres vueltas hacia delante con las manos extendidas, y justo cuando la nota más alta era dada por la melodía ellos volaban segundos en el aire para caer en un solo pie, con gracia y velocidad. Muchas de las personas en la tribuna se levantaron a aplaudir, simplemente era impresionante la altura, la velocidad, y el manejo de sus cuerpos.
Lentamente la música terminó, ya que había sido adaptada para la rutina. Respiraban cansadamente y no era para menos, ese ejercicio reclamaba mucha concentración y una buena cantidad de fuerza.
Los aficionados quedaron encantados, ya que ni las otras parejas que tenían más experiencia se habían atrevido a semejante acto. Todos aplaudían emocionados, incluyendo a Tomoyo que estaba con su infaltable cámara, filmando cada movimiento.
Salieron de la pista un poco cansados más que físicamente, mentalmente nunca habían estado tan presionados por la cantidad de personas que los observaban. La profesora Zu los recibió con los brazos abiertos y fueron felicitados varias veces.
Se dirigieron al asiento donde esperarían su calificación. Sakura se veía contenta pero nerviosa, ¿qué pensarían de su trabajo? ahora, era cuestión de la opinión de los jueces.
Se mordía el labio inferior, eso era una señal de mucho nerviosismo. Shaoran se veía un poco más relajado, pero sus ojos también mostraban inquietud. Casi no escuchaban las felicitaciones de todos sus amigos y compañeros que les gritaban emocionados, su mirada estaba fija en el cuadro de calificaciones. Fue cuando por fin aparecieron, notas medianamente altas, no lo suficiente para alcanzar los primeros lugares. Un abucheo general se dejo sentir por parte del público, era cierto lograron conmover al público pero los jueces vieron algunos errores que algunos notaron.
Así fue como terminaron en cuarto lugar debajo de Meiling y Kusho.
Se despidieron y entraron a los camerinos junto a los demás..
-No se preocupen hay una ronda más – decía la entrenadora Zu, no se veía molesta, tampoco ilusionada, sabía que los chicos no eran profesionales y Sakura tenía muy poco tiempo de haber aprendido a patinar, el hecho de que no se cayera sobre el hielo era más que un logro.
Pero demostraban una gran capacidad de adaptación y crecimiento y era eso lo que la tenía contenta y con esperanzas para la nueva ronda.
Segundos después entraban Meiling que estaba feliz por haber obtenido el tercer lugar, Kusho estaba culpando internamente a esa chica. Por su culpa no había logrado lucirse como planeaba.
Sakura tenía expresión de una ligera sonrisa, se decía a sí misma que había logrado mantenerse en relativa calma y no lo había hecho tan mal. Shaoran en cambio si se sentía un tanto mal, sabía que se habían equivocado y que habían prometido ganar.
-Lo hicieron muy bien – animaba Chiaky – sólo falta que se acostumbren un poco más al publico y no dejarse intimidar por los jueces, es difícil pero no imposible.
Tomoyo entro seguida de Takashi, casi tirando la puerta – estuvieron geniales – decía con ojos soñadores y de nuevo comenzó a filmar a las pareja haciendo preguntas a diestra y siniestra. Mientras Yamazaky felicitaba a Shaoran, Chiaky y la profesora planeaban la preparación de la siguiente ronda. Meiling soñaba con estar en los olímpicos y Kusho maldecía a los extranjeros que habían tenido mejores calificaciones que ellos.
- Esos jueces no saben apreciar – se quejaba una y otra vez Meiling.
Una vez que todos se calmaron la profesora Zu comenzó a hablar.
- Mañana será la final como saben, será de cuatro minutos y medio y ahora los jueces se fijarán más en los elementos artísticos, así que les pido que descansen bien – Omitió el pequeño detalle de que había una expectación general, todos los boletos vendidos y los más importantes buscadores de talentos estarían presentes, ya estaban demasiado nerviosos para saberlo.
La pista tardó algunos segundos para remodelarse para la siguiente competencia. Se supone que se haría en un auditorio, pero por problemas técnicos y la idea de un organizador, que al día siguiente sería una sorpresa, la competencia de canto se haría en ese mismo lugar. Nadie se movió de sus asientos era otra competencia de gran importancia, los participantes caminaban nerviosos en sus camerinos, mientras una alegre Tomoyo conversaba con sus amigos.
- ¿Estas nerviosa? – preguntó la castaña a su amiga.
Ella respondió con una sonrisa – sólo un poco, estoy más emocionada quiero hacerlo muy bien.
Lo cierto era que Sakura nunca había tenido el placer de escucharla cantar.
- Y lo harás amiga, sabemos que tú puedes – animo Chiaky.
- Cantas hermoso – comentó Shaoran.
- Gracias por su apoyo.
Se sintió realmente bien al escuchar como la apoyaban y no dudaba que sus amigos que se encontraban en el público estarían igual de contentos. Después de mucho tiempo de maldecir a los jueces, Ikue por fin se calmo y su sonrisa pareció de nuevo desconcertando a sus amigos, pues ahora sacaba otro enorme letrero "Tomoyo es la número 1" estaba escrito con letras muy vistosas, haciendo surgir una gota en la cabeza de sus amigos.
La llamada a los participantes la hizo separarse de sus amigos y colocarse en su lugar junto a los otros competidores que realmente lucían nerviosos. La competencia comenzó y supo lo que sentían Sakura y Shaoran, sus contrincantes eran realmente buenos. Haciendo gala de sus dotes musicales, impresionaban por el manejo de la voz, la intensidad y el control, todos trataron de hacer gala de su voz extendiendo notas y haciéndolas altas y bajas, era una verdadera exhibición y competencia.
Pero a Tomoyo le importaba más el hecho de no ver a su madre por ninguna parte ¿lo habría olvidado? ¿Acaso no tuvo tiempo? ¿Sabia que era importante para ella? Claro se lo había dicho, pero no la veía. Todos sus amigos y maestros estaban en ese lugar, pero su madre no. Sumida en sus pensamientos apenas notaba a sus contrincantes. Su turno había llegado y mientras se dirigía al micrófono se prometió dar todo de sí misma, cantaría sólo para ella misma, no importaba nada más, sólo por su amor al canto. Si su madre no lo apreciaba, era una lastima. Aunque realmente la lastimaba.
La música comenzó a sonar y las primeras palabras salieron de sus labios.
Come and hold my hand.- Ven y toma mi mano.
I want to contact the living.- Quiero contactar a los vivos.
Not sure I understand- No estoy segura de entender
This role I've been given.- Este rol que me han dado.
I sit and talk to God- Me siento y le hablo a Dios
And he just laughs at my plans.- Y él sólo se ríe de mis planes.
My head speaks a language- Mi cabeza habla un idioma
I don't understand.- Que no entiendo.
I just want to feel real love,- Sólo quiero sentir el amor verdadero,
Feel the home that I live in.- Sentir el hogar en que vivo.
'Cos I got too much life- Porque tengo demasiada vida
Running through my veins,- Corriendo por mis venas,
Going to waste.- Desperdiciándose.
Cerró los ojos para sentir cada vibración en su cuerpo, dejando fluir las notas que se formaban en su corazón, invadían su pecho y salían con sentimiento propio a través de sus labios. A diferencia de los otros participantes no trataba de impresionar con su voz, más parecía hacerlo con el sentimiento con el que interpretaba, la expresión de su rostro de estar sintiendo cada palabra.
I don't want to die,-No quiero morir,
But I ain't keen on living either.-Pero tampoco tengo deseos de vivir.
Before I fall in love-Antes de enamorarme
I'm preparing to leave her.-Ya me preparo para dejarla.
I scare myself to death,- Me asusto mucho,
That's why I keep on running.- Por eso sigo corriendo.
Before I've arrived- Antes de llegar
I can see myself coming.- Ya me puedo ver volviendo.
I just want to feel real love,- Sólo quiero sentir el amor verdadero,
Feel the home that I live in.- Sentir el hogar en que vivo.
'Cos I got too much life- Porque tengo demasiada vida
Running through my veins,- Corriendo por mis venas,
Going to waste.- Desperdiciándose.
And I need to feel real love,- Y necesito sentir el amor verdadero,
And a life ever after,- Y una vida para siempre,
I cannot give it up.- No puedo abandonar.
El público estaba emocionado, lograba con cada palabra transmitirles su sentimiento, lograba crear una sensación en sus cuerpos que iba de la tristeza a la esperanza. Suspiros abiertos y reprimidos inundaban el ambiente, uniéndose a ella en un sentimiento que lograba compartir.
I just want to feel real love,- Sólo quiero sentir el amor verdadero,
Feel the home that I live in.- Sentir el hogar en que vivo.
I got too much love- Tengo demasiado amor
Running through my veins,- Corriendo por mis venas,
To go to waste.- Como para desperdiciar.
I just want to feel real love,- Sólo quiero sentir el amor verdadero,
In a life ever after.- En una vida para siempre.
There's a hole in my soul.- Hay un agujero en mi alma.
You can see it in my face,- Puedes verlo en mi rostro,
It's a real big place.- Puedes verlo en mi rostro,
Come and hold my hand.- Ven y toma mi mano.
I want to contact the living.- Quiero contactar a los vivos.
Not sure I understand- No estoy segura de entender
This role I've been given.- Este rol que me han dado.
Not sure I understand.- No estoy segura de entender
Not sure I understand.- No estoy segura de entender
Not sure I understand.- No estoy segura de entender
Not sure I understand.- No estoy segura de entender
Feel - Robbie Williams
Terminó casi en susurro, la melodía dio el último eco, mientras ella permanecía con los ojos cerrados y en su pecho entrelazaba sus pequeñas manos.
Los presentes tardaron unos segundos para reaccionar, pero al hacerlo estallaron en aplausos. Sakura sentía algo muy extraño en su interior y unas enormes ganas de llorar que sólo contuvo por estar al lado de Shaoran. Él estaba casi igual, sabía que Tomoyo cantaba hermoso pero esta vez se había lucido, estaba muy orgulloso.
Abrió los ojos y sonrió melancólicamente, agradeció y regreso a su lugar. De nuevo hizo una búsqueda minuciosa al público y confirmó que su madre no llego.
Fue la última concursante y la última en ser calificada y no impresionó mucho que terminará en primer lugar sin dificultad. Al igual que el patinaje, la final sería al día siguiente pero casi todos estaban seguros de quien sería la indiscutible ganadora.
A pesar de múltiples invitaciones a celebrar los resultados, Sakura, Shaoran y Tomoyo decidieron irse a descansar temprano, el día siguiente sería definitivo y todos querían ganar.
Esa misma noche y después de ayudar en el museo, en el que por cierto tampoco vio a su madre, Tomoyo daba los últimos toques a los trajes que su pareja favorita usarían.
- "En verdad me alegra que se lleven tan bien" – pensaba mientras escogía los accesorios de Sakura – "hice lo correcto al dejar libre a Shaoran" – suspiro unos momentos perdida en pensamientos – "Espero algún día encontrar a alguien especial".
Escucho un auto estacionarse fuera del edificio de apartamentos y al asomarse se dio cuenta que era su madre. Sin duda Sonomi hubiera preferido tener una casa, pero Tomoyo sólo había permitido un departamento modesto, después de todo sólo terminaría la escuela y se mudaría, y su madre sólo esperaría hasta finalizar la temporada de la exposición del museo. Así que en esos días su madre se alojaba en su departamento. Guardó todo y se hizo la dormida en su recamara. Escucho sus pasos acercarse y abrir la puerta de su habitación, se quedo quieta. Luego escucho un suspiro de parte de su madre, cerró la puerta y se dirigió a su habitación.
Tomoyo simplemente trató de dormir dejando de lado cualquier sentimiento negativo, al día siguiente le avisaría que era la final y la invitaría de nuevo a través de un mensaje dejado a su secretaría, era la manera más segura de que lo supiera, se dio vuelta y trato de dormir.
Shaoran terminó de cenar aunque prácticamente no comió nada, se dirigió a leer con la esperanza de que llegue el sueño y le permita descansar, pero al tomar el libro e intentar leer sólo se dio cuenta de que no entendía nada. Sabía que debía descansar para el día siguiente, así que para tratar de relajarse salió a dar un paseo.
Algunas personas caminaba por las calles, pero él comenzó a caminar mientras se sumergía en los recuerdos y pensamientos. Sin darse cuenta llegó precisamente a la casa de huéspedes en la que habitaban sus amigos, tal vez si deseaba hablar con Yamazaky, tal vez escuchar alguna interesante historia.
Levantó la vista buscando la luz en alguna recamara, la única encendida era la de Sakura. ¿Qué hacía esa niña despierta? Debería estar dormida, la creía capaz de quedarse dormida a la miad de la competencia.
Torció los labios tal vez sería buena idea recordárselo, así que sin ninguna dificultad subió hasta el balcón de un limpio brinco.
Se quedo unos segundos ahí, como pensando si era lo correcto, tal vez debía entrar como todos los demás por la puerta principal.
- Claro que podremos… - sus reflexiones sobre lo correcto e incorrecto se vieron interrumpidas al escuchaba la voz de la chica dentro. ¿Quién podría estar con ella a esas horas? El tonto de Hiraguizawa se había ido no regresaría en algunos días.
- Shaoran es… - lo siguiente lo dijo muy bajito que lo logro escuchar. Hablaba de él. ¿Pero qué demonios pasaba?
En un arranque de curiosidad y enojo golpeo fuertemente el vidrio de la puerta, quería que supiera que él estaba ahí.
Escucho unos pasos acercarse y luego la cara de Sakura asomándose muy extrañada, luego su rostro cambió a uno de total asombro y nerviosismo.
- ¿Shaoran?
El asintió frunciendo el ceño, ella tembló ligeramente.
- ¿Me piensas dejar aquí? – reclamó.
- Eh –una gota cayó por su frente.
De inmediato cerró la cortina y le hizo señas Kero para que se esconda. El pequeño guardián sin entender mucho se escondió en su cajón pero con las orejitas muy paradas.
La chica abrió con un muy evidente nerviosismo.
- ¿Qué haces aquí? – vio el reloj.
- ¿Con quién hablabas? – fue directo al grano mientras con la mirada trataba de encontrar a alguien.
- Yo… - tartamudeó, viendo a todos lados esperando que cualquier cosa se le pueda ocurrir, al fin sus ojos verdes dieron con la perfecta excusa.
- Con Eriol – corrió a la cama donde se encontraba su celular -¿Eriol? Lo siento debo irme. Cuídate y hasta luego – habló rápido y aparentó cortar comunicación.
- Le contaba como nos fue el día de hoy, je je – no mentía del todo pues estaba esperando su llamada.
Shaoran levantó una ceja, no se lo había tragado. Pero al final de cuentas qué podría importarle lo que hiciera.
- ¿Qué haces aquí?
Se cruzo de brazos con altanería – vine a buscar a Yamazaky.
- Creo que ya se durmió – contestó con una sonrisa.
- "A buscar al mentiroso, si claro. Y por eso tenía que llegar por el balcón de Sakurita" – pensaba un muy enojado Kero.
Sakura vio temblar la habitación de Kero o mejor dicho el cajón del guardián que se encontraba justo detrás del chico.
- Y… - camino despacio hasta quedar de espaldas a Kero y con las manos en la espalda le hizo señas para que se quedara callado - ¿cómo crees que nos valla mañana?
- Bien, supongo – hacía ya tiempo que no la trataba con tal indiferencia lo que la preocupó – si es que no te quedas dormida a mitad de rutina.
- "La gota que derramo el vaso"- pensó Kero furioso, ese mocoso malcriado no seguiría insultando a su querida ama.
Sakura abrió los ojos al sentir como el pequeño guardián parecía querer salir disparado, seguramente en comentario no le agrado. Sin más remedio y esperando que Shaoran no lo se diera cuenta tomo al guardián que se retorcía en sus manos e hizo un leve hechizo de sueño profundo.
- "No es justo" – pensó el guardián antes de caer dormido.
Sakura sonrió satisfecha y con movimientos muy leves colocaba al guardián en su habitación.
Shaoran la observó extrañado, pero sus ojos se desviaron de su rostro y quedo algo sorprendido, pues la pijama de Sakura era muy ligera. Apenas una pequeña blusita de tirantes la tela que dibujaba sus senos aún en desarrollo, y se adhería a su plano abdomen. Un short que no dejaba mucho a la imaginación, dejando al descubierto sus bien formadas y entrenadas piernas, en un balance casi perfecto. Faltaba poco para que su cuerpo finalmente adquiriera su forma final, el de una mujer. Con el cabello castaño claro suelto y cubriendo parte de su pecho. Su rostro adornado con una mirada entre inocente, dulce y para su gusto algo nerviosa.
Estaba tan ocupado viéndola que no sintió el pequeño hechizo. El silencio lo hizo regresar a la realidad.
- Eh… ¿Quería proponerte algo? – soltó de repente ella.
Él levantó la ceja y guardó silencio esperando que ella continuara.
- Verás, como yo lo veo esta muy difícil que podamos superar a los franceses son muy buenos – puso su dedo en su barbilla y comenzó a caminar en círculos – creo que podríamos intentar algo más complicado – se detuvo y lo observó esperando su reacción.
- Te refieres a…
Ella sólo asintió.
- Debes estar loca, las veces que lo intentamos no tuvimos éxito.
- Vamos Shaoran – puso ojos de cachorrito – sé que esta vez si lo lograré.
- ¿Qué te hace pensar eso?
- Que lo he estado practicando y estoy segura que me saldrá bien.
- Estaríamos cambiando los planes de la profesora Zu.
- Pero si lo logramos ella estará orgullosa de nosotros. Será trabajo desperdiciado.
- Si fallamos quedaremos en los últimos lugares.
- Si no lo intentamos es probable que los franceses o los ingleses nos ganen, no hay mucho que perder.
Shaoran dio un suspiro.
- Tal vez tengas razón – meditó unos segundos.
- Sé que podemos hacerlo Shaoran – sonaba tan segura que lo comenzaba a convencer.
- No creo que la profesora Zu de su aprobación.
Sakura sonrió de manera maliciosa – quién dijo que tiene que saber.
- Sakura… - dijo con un deje de reproche y levantando una ceja.
-No sé tu, pero yo digo que si podremos. Sólo así superaremos a Meiling y Kusho.
Como palabras mágicas Shaoran se convenció finalmente.
- Sólo hay un detalle…
- ¿Cuál?
- Es mañana y no lo hemos practicado.
Sakura hecho un vistazo al reloj – nunca es demasiado tarde – le cerro un ojo.
- "¿Cómo es que esa niña lo convenció? Cierto fue la parte de ganarle a Kusho" – sólo así se explicaba estar en la pista de hielo de su casa, esperando a Sakura para comenzar.
Era algo tonto pensándolo bien a escasas horas de la competencia, pero – "Que diablos, no pierdo nada".
Cuando Sakura estuvo preparada comenzaron, la música sonó y comenzaron, varios elementos ya los tenían perfectamente dominados. La profesora y Chiaky habían puesto más empeño en esta rutina, ya que tenían más posibilidades en lo artístico que lo técnico.
Terminaron el primer ensayo y calentamiento.
- Estas muy nervioso – regañó ella.
- Pues no eres la señorita calma ¿lo sabías?
- Claro que lo sé, sólo que doy más de mi para que todo salga bien.
- También estoy haciendo lo mejor que puedo… - iba seguir tratando de insultarla pero – recuerda que estamos en tregua – trato de calmarse.
- Es cierto, lo lamento – suspiro – es sólo que estoy muy nerviosa. Toda esa gente alrededor rastreando cada movimiento y cada falla.
Ciertamente él se sentía igual, era muy diferente entrenar frente a personas conocidas que a extraños que esperan que cometas un error en cualquier segundo. Él no era alguien que se dejará intimidar con nada, antes de eso no había conocido esa sensación, aunque ahora se preguntaba si era eso o el hecho de estar tanto tiempo con ella.
- Debemos olvidarnos que nos observan – reflexionó él llamando la atención de la castaña – recuerda que cuando te daba clases podías hacerlo. No lo diré en público, pero en verdad lo hacías bien – dijo casi entre dientes dándose vuelta, mientras inconcientemente dibujaba una diminuta sonrisa.
Sakura asimiló sus palabras, pronto apareció una enorme sonrisa en su rostro- ¿Qué dijiste?
- No presiones – dijo mientras se daba vuelta para comenzar una nueva practica, sabía que lo había escuchado perfectamente.
- Entonces a practicar, creo que sé donde meter el "elemento" – le guiño el ojo y se dispusieron a practicar.
La rutina era muy diferente a la anterior, tenía más grado de dificultad pero también más sentimiento.
- Quita esa cara – le Sakura dijo al realizar un movimiento.
- Es la única que tengo.
- No seas tonto, recuerda lo que dijo la profesora y Chiaky, cuenta mucho nuestros rostros. Si parece que te están torturando ten por seguro que no serán puntos extra.
- No voy a sonreír como idiota – frunció levemente el ceño, preguntándose el motivo por el que se metió en semejante problema. Y recordó que lo hizo por evitar ser maestro de un montón de niñatas que aprendían a patinar y que la mayoría "accidentalmente" caerían sobre el como excusa para acercarse.
- Lo vez, tienes que proyectar con el cuerpo. Trata de sentirte bien, que parezca que lo disfrutas – su voz lo sacó de sus lamentaciones y trato de concentrarse.
Él ya no se quejo y continuaron. Un poco más relajados, sin embargo Sakura no podía sacar de su mente que sería observada por muchas personas y esta vez iba en serio. Quería demostrar que ella lo podía hacer, que era lo suficientemente capaz, se superaría a ella misma.
- Oye debes seguir tus propios consejos.
- ¿Qué?
- Tu sonrisa parece muy forzada.
- Yo… me pone de nervios pensar en el público.
- Pues olvídalos.
- Si claro. Será divertido – dijo sarcásticamente.
- Tu lo haz dicho – Ahora él sonreía, una muy ligera sonrisa pero muy notoria para ella.
A partir de ese instante ambos se relajaron un poco más y sus sonrisas no eran tan forzadas como pensaban. Sakura le agradeció internamente, la forma en que sonreía realmente la hacia sentirse bien.
Sin ser concientes que una mirada los escudriñaba a cada momento, parada en un árbol cercano estaba Aurora, ahora conocida como Seika.
- Pensé que las mansiones Li estaban bien protegidas – dijo Fuu que se colocó a su lado – no me costo trabajo entrar.
- Rechazan la energía maligna tu no la tienes. Además yo tengo la sangre Li – ni siquiera se volvió a verlo no despegaba su mirada de los chicos que discutían y practicaban en la pista.
Kyung los observó unos minutos.
- No te entiendo, se ve que son el uno para el otro – dijo con aire de tristeza el hijo de Tomoyo.
- No tengo opción si ellos se enamoran sólo lograran sufrir – su rostro palideció y sus ojos brillaron más, mientras sus recuerdos del futuro estaban frescos en su mente.
- Pero si no los separas también sufrirán.
- Lo sé – bajó la mirada escondiéndola en su cabello castaño – pero qué puedo hacer para evitar el futuro. No quiero verlos sufrir, nunca – levantó la mirada mientras Sakura y Shaoran terminaban la rutina y se sonreían, les había salido mucho mejor.
- Los amo tanto – susurro, cerró los ojos y se negó a derramar lágrimas.
Él sólo la abrazo tratando de transmitirle seguridad y tranquilidad.
- Encontraremos la manera, lo haremos – ella simplemente se dejo abrazar, dando gracias internamente por estar con ella - No los hagas infelices, déjalos que se amen – le susurró casi en suplica – eres su hija, tú más que nadie debes saber que ese amor debe existir.
Hikary cerró los ojos fuertemente. Al llegar estaba muy segura que su deber era separarlos a cualquier costo, pero sus planes se venían abajo cada vez que los veía juntos. ¿Acaso tenía derecho a robarles su amor? ¿Tenía derecho a cambiar el rumbo de sus vidas? ¿Tenía derecho a destruir el amor que apenas nacía? Podía notar la manera tan especial en como se veían, sentía como su corazón daba un vuelco al recordar el futuro.
Pero ahora, no estaba segura de cumplir su plan, no quería separarlos nunca. Pero ¿Qué debía hacer? Si las cosas continuaban igual, terminarían con un futuro como del que ella provenía.
- Vámonos – le dijo aún con la cara escondida en el pecho de su amigo – antes de que haga algo de lo que me arrepienta – simplemente rodeo con sus delgados brazos el cuello de su amigo y se aferró a él, estaba haciendo una gran esfuerzo por no llevar a cabo su plan.
- Vamos, Hikary – su rostro se ilumino con una sonrisa, la tomo en sus brazos y la saco de la mansión. Conocía bien a la hija de Sakura y Shaoran era muy fuerte, pero no le quitaba lo humano, y él se encargaría de ayudarla y encontrar otra manera para evitar el futuro. Una alternativa para que sus padres sigan juntos y puedan dar vida a una de las personas más importantes en su vida, una manera para ver a su amiga sonreír de nuevo.
Ella iba en sus brazos tratando de no pensar en lo que iba a hacer. Iba a atacar a su padre, SU padre y hacerle una herida que le impidiera participar en la competencia y así evitar que se dieran cuenta de lo que sentían el uno por el otro. Pero, sólo verlos juntos, se dio cuenta que jamás podría herirlos, no a su padre y jamás podría evitar que se amen. Aunque se supone que a penas esa noche se darían cuenta, pudo notar que desde el incidente en que Kusho se quiso aprovechar de su madre, su padre ya la cuidaba.
Debía encontrar la manera de evitar que la maldición se cumpliera, a cualquier precio.
Ajenos a todo Sakura y Shaoran dominaron el "elemento" difícil.
Era la última práctica, debían dormir y era muy tarde, así que la música se desvanecía y sus rostros terminaban muy juntos. Al terminar ambos sonrieron felices de lograrlo, Sakura estaba encantada y Shaoran se sentía más tranquilo.
Con la cercanía a Sakura le pareció muy atractivo el semblante satisfecho de Shaoran con aquella sonrisa que no era de sarcasmo o burla, simplemente era sincera. Él, estaba más tranquilo acostumbrándose cada vez más a la cercanía de ella que ahora le resultaba agradable tanto como su eterna sonrisa, la sentía relajada y muy confiada en sus brazos.
De improviso Sakura lo abrazo con efusividad – lo logramos – casi grita con emoción. Un atisbo de esperanza, de probabilidades de ganar se encendió en su corazón.
- Quieres calmarte – dijo a media sonrisa el chico al sentirse apresado por aquellos cálidos brazos.
- Eh… - al darse cuenta de lo que hacía, se alejo con las mejillas sonrojadas – lo siento – se inclino varias veces.
- Deja de hacer eso – dijo él mientras un adorable carmín iluminaban sus mejillas y que pensaba era producto de la práctica, de inmediato cambió de dirección la mirada.
Ella se levantó finalmente mientras recorría casi inconcientemente el cuerpo del chico, se veía tan atractivo, fue cuando se dio cuenta de que en su muñeca no estaba la pulsera que le había dado. Paso de la alegría a la tristeza y luego a la ira.
- ¿Dónde esta lo que te regalé? – dijo casi autoritariamente.
- Eh – la busco en su mano y apenas se daba cuenta que no la tenía – yo… no lo sé, hace unas horas la tenía – sonó tan sincero que ella no pudo evitar disculparlo.
- Esta bien – dijo calmadamente mientras sus manos se movían rápidamente quitándose la suya.
- ¿Qué haces? – preguntó algo alarmado, ¿se había enojado?
Le tomo la mano sin ninguna consideración y comenzó a colocársela.
- Debes tenerla para recordar el pacto, sólo tú eres tan descuidado para perderla ahora.
- ¿Acaso no fuiste tu quien me la coloco? Por eso se cayo, no sabes amarrarla bien – se quejo.
Ella lo ignoró y termino de colocarla, sin querer se había acercado más y más a él. La acomodo en su lugar mientras él sentía un cosquilleo recorrer su cuerpo al sentir sus pequeñas manos en su brazo.
- Listo – dijo orgullosa – así no lo olvidaras.
Le llevaba casi una cabeza de estatura, así con su mejor sonrisa giró su rostro encontrándose la mirada más dulce que le hubiera conocido. Sus miradas quedaron conectadas, de sus labios la sonrisa se borró, quedando solamente aquella mirada demasiado especial para ser ignorada. Esa mirada que le robó el aliento, esos ojos parecían introducirse en su ser y conocer sus más profundos secretos, estremecer sus sentidos y robar su cordura. Con una sensación de pérdida de aliento la obligó a abrir levemente lo labios tratando de recuperar el oxigeno robado.
Él se sumergió en la profunda mirada esmeralda, una sensación desconocida viajo por cada parte de su cuerpo, impidiéndole pensar nada que no fuera ella y estar más cerca, la observó como si buscara en sus ojos una respuesta a una pregunta hecha por su mirar. Su respuesta le fue dada al notar como levemente sus femeninos labios se abrían ligeramente, casi invitándolo. Simplemente tuvo que inclinarse un poco para tocar aquellos labios rosados.
Cerró los ojos al suave contacto, mientras ella aún sorprendía mantenía los ojos abiertos, tardo sólo unos segundos antes de que su cuerpo comenzara a reaccionar cerrando los ojos y respondiendo el beso tiernamente.
En sus mentes no había nada al principio, sólo el rostro del que ahora mantenía contacto.
El beso no tardo en profundizarse más. Y Shaoran tuvo la necesidad de acercarla cada vez más a él, en un abrazo firme pero tierno rodeando su cintura. Ella permaneció quieta sólo disfrutando como la calidez de su cuerpo era rodeada por la de él. Finalmente respondió abrazándose de su cuello apenas conciente de lo que hacía. Los cuerpos estuvieron tan cerca que podían sentir el golpeteo del corazón del otro. Los pies de ella temblaban como gelatina y casi sintió caer cuando los patines no encontraron apoyo. Él lo sintió y no estaba dispuesto a perder el contacto, así que se aferró más y los patines de ella perdieron el contacto con el hielo de la pista.
Fue en ese momento cuando en ambas mentes algunas imágenes y sensaciones aparecieron, a la velocidad del rayo invadieron sus mentes y corazones. Lejos de apartarse sintieron la imperiosa necesidad de estar juntos y se abrazaron más, sosteniéndose del otro, el sentimiento dormido finalmente despertó. Ese sentimiento que les decía que se pertenecían, que sus almas se habían buscado durante tiempo y ese era el momento de despertar.
Los pulmones reclamaron oxigeno y los obligaron a separarse con respiración agitada, pero sin perder el contacto con la mirada del otro. Tardaron unos segundos en reaccionar, aún se abrazaban. Las imágenes quedaron dispersas en sus mentes, demasiado confusas para entenderlas.
- Sakura.
- Shaoran.
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¡Hola!
¿Qué tal? Lamento la tardanza pero créanme que estoy estresada con todo lo que tengo que hacer y el tiempo se acaba, además no podía subirlo. Pero pasando a mejores cosas como se habrán dado cuenta no sé mucho sobre patinaje, espero que me hayan entendido. La canción de Feel de Robbie Williams pues es una de mis favoritas, y sólo fue adaptada para Tomoyo.
Y el siguiente capítulo son las finales, SyS ganarán? Ustedes que creen? y Tomoyo?
Mil gracias por su review: Celina Sosa, Coll Saku, darthmocy y Zauberry su apoyo es importante para mi.
Cuídense, saludos y hasta pronto.
