CAPÍTULO 20

Capítulo final

Alternativas

CCS pertenece a Clamp.

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Todo salía como él lo había deseado, engañar al enemigo y vengarse de una vez. En su vida pasada logro terminar con sus vidas y lanzar una maldición sobre sus almas, una que nada ni nadie podría romper, Sakura y Shaoran estaban condenados a no ser felices. No lo fueron en el futuro del que provenía pero tampoco lo serían en un futuro alternativo.

Ahora después de tanto tiempo que tuvo que idear todo, prepararlo y esperar, por fin era el vencedor. El legado de Haruko era suyo y esta vez nadie se lo quitaría. Abrió lentamente el cofre que Aurora le acababa de ofrecer, a cambio de la vida de sus seres queridos. Disfrutaba enormemente su victoria, el legado en forma de luz dorada lo invadió y entro en él. De nuevo como siglos atrás sintió que su poder llenaba cada célula de su cuerpo, fusionándose con él la luz cambio de ser dorada a una totalmente negra.

- Ahora déjanos en paz – la impotencia invadía todo su cuerpo. Todo lo que había hecho parecía de pronto irse por la borda.

- ¿Que dices querida? Acaso crees que después de tanto tiempo de espera, puedo dejarlos vivir, lo lamento querida: ellos morirán.

- Mátenlos - ordeno a sus sirvientes.

Los demonios sólo esperaban la orden y en cuanto esta llego parecieron revivir con nuevas fuerzas y comenzar a herir gravemente a sus contrincantes, era demasiados para ellos.

Sakura y Shaoran seguían enfrascados en su pelea, ella con ansias de venganza y él sólo defendiéndose de los ataques. Por mucho tiempo Nitcké había odiado a Xiao por creerlo responsable de la muerte de su padre, también él lo sentía así, pues era su falta de poder en aquellos años lo que lo había ocasionado.

Eriol, Touya, Kero, Yue, Kaho, peleaban contra los demonios que parecían tener fuerzas renovadas. Eriol era el más afectado, por la baja en su energía apenas se podía defender, los demás estaban acostumbrados a las batallas, pero si todo continuaba igual era custión de minutos para ser eliminados.

- Quiero que veas esto Tomoyo - le quitó la tela de la cara y ella pudo recobrar la conciencia para ver como un chico muy parecido a Eriol era estrangulado por un horrible humanoide parecido a una gárgola.

Kyung intentaba con toda su fuerza quitarse al demonio de encima, pero no podía hacer mucho, el oxigeno ya la falta y no lograba pensar claramente. Los pies de Kyung no tocaban el piso, trataba inútilmente de lanzar varios hechizos, impactarle fuertes golpes, pero ese extraño ser parecía absorber cada ataque. La fuerza que él enviaba sólo lo volvía más fuerte, no recordaba haber enfrentado algo igual.

Un poco borroso logro ver que Tomoyo lo observaba y Hikary estaba inmóvil. Ambas lo observaban con expresión indescifrable, así que trato con más desesperación liberarse pero eran inútiles sus intentos, por primera vez en toda su vida sintió el temor de la derrota.

- BASTA - Hikary gritó furiosa, sus manos fuertemente apuñadas clavaban sus uñas en ellas. Jamás había presenciado que Kyung fuera lastimado, se había prometido que su futuro no sería afectado. La adrenalina y la desesperación recorrieron su cuerpo, no lo permitiría no a él.

Su aura violeta se encendió al máximo, sus pensamientos se nublaron frente al odio que empaño su corazón hacia una sola persona, de ser violeta cambio a ser gris. El odio la estaba cegando, el resentimiento, la más plena sed de venganza. Su mente fue invadida de escenas tristes en su vida, la separación de sus padres, la muerte de su madre y su padre, su soledad, todo lo negativo que su ser guardaba, sus ojos antes ámbar se obscurecieron.

Tomoyo que finalmente recobraba toda su conciencia, notó el cambio en los ojos y el aura de la chica.

Antes de poder ayudar a su amigo Hyobe la intercepto - Así que deseas pelear, me parece bien veamos de que eres capaz.

La lucha comenzó, con los sentidos encendidos al máximo, era el momento de ella dependía el futuro férreos ataques iban y venían. Aurora era muy rápida y fuerte los primeros ataques le dieron de lleno al mago, hiriéndolo levemente.

Pero no sabía que caía de nuevo en su juego, lo que hacía realmente era ayudar a que Hyobe, así él se acostumbraba a su nuevo poder y utilizar su potencial destructor.

Tomoyo permanecía observando, haciendo constantes intentos de escapar de su prisión, pero lo único que lograba era hacerse más daño. Ahora conciente podía sentir todo la magia que se movía a su alrededor, en todos lados había batallas.

- Vamos querida no me decepciones. ¿Acaso haz olvidado a tus padres? – No perdía oportunidad para provocarla, era cuestión de tiempo para que ella perdiera totalmente el control y entonces sería muy fácil acabarla. Señalo el lugar donde se encontraban Sakura y Shaoran, que en ese momento sus energías se atacaban una a la otra, tal como se lo habían contado, estaba pasando lo que tanto había temido, lo que tanto deseaba evitar.

- Hikary - escucho la débil voz de Kyung - no te dejes llevar, así no ganarás – con un esfuerzo sobre humano había logrado deshacerse del demonio que no tenía piedad al lanzarle múltiples golpes – Hikary no lo dejes ganar – gritó con la voz deformada.

- Mamá, Papá amigos - susurró tratando de encontrar la cordura en medio de todo ese mar de odio.

- Ellos están a punto de morir Aurora, puede irte despidiendo.

El hermoso rostro de la hija de Shaoran, estaba deformado por la rabia y tristeza.

- No te des por vencida – el viento se encargo de llevar el mensaje de Tomoyo a los oídos de Aurora – todo saldrá bien.

Sin aviso un nuevo ataque de Hyobe la hizo reaccionar violentamente para satisfacción de Hyobe. Sus ataques ahora estaban llenos de energía negativa.

- No Hikary - decía con pocas fuerzas Kyung - el odio sólo lo alimenta, debes... - su voz se corto al ser envestido nuevamente por el demonio. Su nivel de magia era alarmantemente bajo contrario a su rival.

Como no odiarlo si destrozo su vida lentamente, le quitó a su madre y luego a su padre, la hizo quererlos odiar por creerlos los responsables de su infelicidad.

- ¿Kyung? - trato de recobrarse, pero el odio y el dolor eran muy fuertes. Eran muchos años en los que esos sentimientos ocultos adquirieron fuerza y estaban muy arraigados en su interior.

- Hikary no odies – la calida energía que enviaba el mensaje la hizo reaccionar, era tan parecida a la de su madre, tenía la misma bondad. Finalmente dirigió su mirada hacia Tomoyo que la observaba intensamente, sin otra palabra alguna la hizo reaccionar.

- Vamos querida, recuerda que tus padres están a punto de morir ¿acaso no harás nada?

Con más claridad, su mente comenzó a trabajar rápidamente. Odio, tal vez en parte era la respuesta. Concentró toda su energía en su cuerpo, Hyobe se estremeció, presintiendo lo que vendría, sin tener tiempo para otra cosa se escudo tras Tomoyo, muda testigo de todo.

De su cuerpo una honda de poder fue expulsada que en forma de círculo comenzó a expandirse por todo el lugar, cada demonio que era tocado por esa energía simplemente desaparecía, dejando intactos a sus amigos, chocando contra la energía negativa de las barreras.

Todos fueron capaces de sentirlo y ver sus efectos, había acabado con los demonios de una sola vez.

- ¿Acaso crees que no sé manejar mi poder? – preguntó Aurora a Hyobe. Él también había sido afectado en menor medida, ya que Tomoyo fue como su escudo, trató de recuperarse.

Finalmente los ojos de Aurora habían recuperado su forma habitual.

- He tenido toda mi vida para conocerla y utilizarla a este poder. No caeré en tus juegos otra vez.

- Es todo lo que puedes hacer - claro que sintió temor pero no lo demostraría, los ojos decididos de la chica lo desconcertaban, pero lo hacían odiarla más.

Las barreras fueron destrozadas, incluyendo la que atrapaba a Sakura y Shaoran.

Estaban enfrascados en una terrible batalla, el odio de Sakura por el recuerdo de su padre no le había permitido escuchar a Shaoran que una y otra vez pedía una oportunidad de que lo escuchara.

Al caer la barrera se dieron cuenta de que sus amigos se encontraban cerca, notaron las extraordinarias auras que se enfrentaban. Sakura pudo sentir el bajo nivel de la energía de Eriol, no pedió tiempo, ahora era más importante su amigo que su venganza. Le dio la espalda a Shaoran sabiendo que no la atacaría por la espalda y corrió hacia la batalla. Él la siguió de cerca.

- ¿Qué rayos fue eso? – lo que antes había estado lleno de seres de oscuridad ahora estaba vacío y la barrera que rodeaba al museo ya no estaba, también sintieron las energías en combate.

- ¿Quién eres tú? – preguntó Kero a una extraña chica que llegaba.

- ¿Qué pasa aquí? No podía pasar.

- Meiling – la reconocieron.

- Debemos ayudarlos – Eriol corrió hacia el museo seguido de Touya y Kero. Lo que más los alarmaba era la energía de Sakura muy cerca del lugar.

- Meiling y Yamazaky necesitamos que se encarguen de que ninguna persona llegue hasta este lugar, esto no ha terminado – mandó con voz helada el guardián lunar.

Los aludidos asintieron, Kaho y él siguieron a Eriol.

Hyobe se recuperó, volvió a invocar a más demonios pero nada pasaba. Los demonios que eran más débiles fueron cobardes y no acudieron a su llamado.

Aurora no perdió tiempo y se dirigió al lado de Kyung.

- ¿Estas bien? - estaba muy herido pero estable.

- Claro que sí, me alegra que por una vez me hayas escuchado – trato de sonreír, con ayuda de ella se levantó.

- Te lo agradezco, pero ahora es momento de acabar con esto de una vez.

- ¿Qué vas a hacer?

- Yo lo voy a alejar de Tomoyo, libérala y llévala a un lugar seguro, por favor – Kyung asintió – los otros no tardarán en llegar, no quiero que se involucren.

El mago se dio cuenta de que los demonios no acudirían a su llamado – Malditos – masculló Hyobe al saberlo. No importaba, no los necesitaba ahora tenía el poder suficiente para acabarlo todo de una vez.

Aurora llamó la atención de Hyobe - Sé como derrotarte - le brindo una media sonrisa, mientras Kyung se acercaba a su madre.

- No digas tonterías, no necesito de nadie para terminar lo que empecé siglos atrás.

Aurora concentró sus pensamientos y su aura antes violeta comenzó a aumentar en un tono dorado.

Hyobe no espero nada y comenzó a atacarla, cientos de golpes le daban de lleno provocando en la chica apenas unas muecas de dolor, pero no hacia nada para defenderse. Fue cuando Kyung aprovecho y libero a Tomoyo, pasando una mano por cintura la llevó a un lugar más retirado.

- Gracias – susurró Tomoyo agradecida realmente, el chico le sonrió y ella se sintió protegida.

El aura se incrementaba a cada segundo. Aurora había entendido las palabras de Kyung el odio dominaba a Hyobe, y eso lo aprovecharía.

Debía buscar en el extremo contrario del odio para derrotarlo. Exacto. El amor, el único sentimiento capaz de derrotar al odio era el amor. Con mucho esfuerzo cambiaba cada recuerdo malo con uno mejor, recordar la sonrisa de sus padres, su calidez, la protección de su tío, el cariño de sus amigos y el amor naciente en su pecho, convertía en poder heredado por Haruko en amor puro, esa sería su arma. No le era nada fácil pero haría lo necesario para intentarlo.

- Combate el odio con amor - le había dicho una vez Eriol - cuando alguien te haga daño no lo odies, no sientas rencor, recuerda los momentos felices que haz vivido con él y responde el odio con amor, sólo así podrás vivir tranquila. El amor es lo que mueve el universo - En aquel entonces esas palabras le había parecido de lo más cursi y tonto que hubiera escuchado y simplemente eran consecuencia del gusto de Eriol por los buenos vinos. Pero ahora, que esas palabras eran lo único que le brindaban una oportunidad y se aferraría a ellas eran su única salvación.
Recibía los fuertes golpes propinados por Hyobe con pocas defensas, pero con todos sus más preciados recuerdos toda su energía cambiaba de color.

Eriol y Touya llegaron a presenciar la escena que era horrenda Hyobe se ensañaba con Aurora, le estaba constando un esfuerzo sobrehumano cambiar su energía. Años de odio, deseos de venganza, miedo, rencor cambiados con minutos de felicidad. El odio atrae odio, el amor atrae amor.

- No se acerquen – ordenó una voz no muy lejos de ellos, después llegaron Yue y Kaho - morirán si lo hacen – al buscar a quien les hablaba se encontraron con Kyung que sostenía a Tomoyo apenas conciente, sus heridas aún sangrantes la debilitaban.

Eriol corrió hasta Tomoyo, tomándola de los brazos de aquel chico que desconocía.

- ¿Quién eres? – fue Yue quien preguntó, había notado de inmediato la energía tan familiar.

- No importa ahora – con cuidado puso a Tomoyo en manos de Eriol.

En ese instante llegaron Sakura y Shaoran que al ver la escena y sin comprender nada, fueron donde sus amigos se encontraban, notando de inmediato lo herida que Tomoyo se encontraba. Eriol no perdió tiempo y comenzó a invocar hechizos de curación que de inmediato cerraron algunas heridas de la chica, pero también bajaba el nivel de energía de él.

- ¿Están bien? – preguntó Sakura a Eriol, él estaba ya muy cansado, así que sólo asintió.

Una nueva explosión llamo su atención hacia el campo de batalla, Hyobe se estaba impacientando y realmente desesperado trataba de matar a aquella chica, ella esta terminando de cambiar e incrementar su energía. Su cuerpo estaba ya muy maltratado.

Sakura y Shaoran tuvieron una extraña sensación en su interior. Pero como guerreros que eran no se quedarían sólo viendo aquel espectáculo y se prepararon para luchar.

- ¡NO! – gritó Kyung interponiéndose - sólo estorbarán. Sólo ella puede acabar con él.

El rostro de Hikary mostró una hermosa sonrisa, sus padres estaban ahí, los podía sentir. Todos estaban ahí, no se daría por vencida, no ahora que estaba tan cerca. Pero el tiempo que había permanecido en el pasado y sus heridas hacían estragos ahora, a pesar de la cantidad tan enorme de energía no se comparaba con la de Hyobe que no cesaba de atacarla.

Él notó la sonrisa de Aurora algo dentro de él lo alerto si no hacía algo terminaría muerto. Vio entonces a todos reunidos a la distancia, había oportunidad.

Hikary noto que el aura de Hyobe cambiaba de dirección prediciendo sus movimientos utilizó una parte de su energía en formar una barrera protectora que cubrió a todos de los ataques de Hyobe. Había sido todo tan rápido que ellos ni siquiera lo notaron.

Maldecía mil y un veces Hyobe, mientras todos sus amigos y padres recibían instrucciones de no moverse del lugar por parte de Kyung que se encargaba de reforzar su resistencia.

Hyobe al ver que no podía hacer nada dirigió su furia contra la chica que intentaba subir la energía.

Dentro de la barrera comenzó de nuevo la pelea.

Kero exigía saber quiénes eran exactamente y discutía con Yue. Eriol concentraba su energía en ayudar a Tomoyo a estar conciente, ahora Sakura y Shaoran comenzaban a pelear.

Kyung cansado y muy furioso para ver a su amiga sufrir tanto mientras todos peleaban gritó con el corazón destrozado - Acaso no ven lo que esta sufriendo y es por ustedes - sentía impotencia y eso le carcomía el alma - y ustedes peleando por cosas sin sentido.

Todos quedaron en silencio unos segundos – es cierto – murmuro Tomoyo – ella esta luchando por todos.

Kyung tenía los ojos empañados en lágrimas.

- ¿Acaso es más fuerte su odio que su amor? - gritó a todos y sin importarle nada.

- Hiraguizawa – habló ya calmado - le pido que se encargue de la protección, no permita que nadie salga de aquí sólo estorbaran – sin esperar respuesta se abrió paso por la barrera y salió por el rumbo a Aurora

- Perdón – susurró y recordó Sakura lo que Tomoyo le había hablado en los últimos días, buscó la mirada de Shaoran que también la buscaba la suya.

Se hicieron la pregunta en silencio, más ya sabían la respuesta.

No tardo mucho tiempo en que Hyobe noto la salida de Kyung y se dispuso a descargar con él la furia que sentía.

Tomoyo vio como Kyung era atacado al tratar de llegar junto a Aurora, su corazón se encogió, Eriol tuvo una sensación parecida, ese chico era su pariente en el futuro, sólo eso pudo concluir. Al ver como era atacado el chico, Tomoyo no pudo resistir y se abrazo fuertemente de Eriol y él le respondió compartiendo el sentimiento de ser heridos en el corazón.

Al debilitarse el poder de Aurora a cada momento, y sin la ayuda de Kyung la barrera comenzó a desvanecerse.

- No te odio - afirmó Sakura sin ver a Shaoran de frente – jamás podría hacerlo.

Shaoran sintió alegría por sólo un segundo, antes de verla correr para salir de la barrera. No era una declaración, era una despedida.

- Sakura - Shaoran quiso detenerla, pero ella fue más rápida y por fuera sello la barrera para protegerlos. Con todas sus fuerzas corrió hacia los chicos.

Shaoran no se lo esperaba, tardo sólo unos segundos en reaccionar, le constó un poco de trabajo abrirse paso ante el sello, y aunque Kero y Yue quisieron seguirle les fue imposible.

Ahora corría tras ella.

- Sakura - ella se detuvo, incrementando su energía envió un ataque hacía el mago que por suerte tuvo el efecto de que Hyobe soltara a un casi inconciente Kyung.

Hyobe sonrió así sería más fácil manipular a Aurora.

Shaoran la alcanzó, sin palabra alguna, ambos dirigieron su más poderoso ataque a Hyobe provocando en él sólo una sonrisa.

- Ustedes más que nadie saben el alcance del poder del legado. Nada de lo que hagan me afectará.

- Te equivocas - todos voltearon a ver a Aurora que ahora sostenía a Kyung - ya lo hicieron.

- Esperanza - invocó Aurora. De entre las ropas de Sakura, la carta Esperanza floto frente a ellos, sorprendiendo a Shaoran y a la misma Sakura y más lejos a los guardianes.

- Te reclamo con el nombre de Hikary – gritó Hikary, la carta comenzó a dar vueltas y en medio de un resplandor se partió en dos. Una regreso a manos de Sakura, la carta vacío.

La carta amor se colocó entre Sakura y Shaoran, mostrando el nombre de su dueña.

- Ven - sin tiempo a reaccionar, la carta se fusionó con el poder de Hikary elevándolo de manera impresionante. El amor entre sus padres representado por la carta, ayudo a elevar su poder.

Al terminar de fusionarse con su poder pudo percibirlo con temor, que aún era insuficiente frente al odio de Hyobe.

Él se dio cuenta y se confió ahora jamás lo podrían derrotar.

- No es suficiente - susurró Hikary a Kyung - su odio lo supera – sintió sus piernas temblar ante el descubrimiento. No era suficiente.

- Ahora están lastimados - dijo casi como explicándoselo él mismo – no hay nada que puedan hacer – sentía la victoria en sus manos como nunca antes.

Hikary se abrazó de Kyung - el amor no es suficiente - dijo casi derrotada.

- Es cierto el amor no es suficiente - sintiéndose victorioso ignoró a la pareja y se dirigió hacia Sakura y Shaoran.

Ellos eran su objetivo principal y disfrutaría verlos retorcer de dolor, disfrutaría matarlos lentamente. Shaoran interpuso su cuerpo buscando protegerla.

- No es verdad Hikary - el chico la abrazó aún más - hay más amor.

Ella lo vio sin comprender. El rostro siempre calmado de Kyung ahora tenía muchos cortes y sangre que comenzaba a secarse, pero sus ojos calmados no eran los mismos, ahora mismo esos ojos azulados la veían con ternura y admiración - te amo Aurora Hikary, siempre te he amado y siempre te amaré.

- Kyung - tal vez no era el momento o tal vez era el mejor. Su corazón despertó de un largo letargo provocado por la tristeza de su pasado - también te amo.

Kyung tomo el rostro de la chica también salpicado de sangre y sin importarle nada unió sus labios con los de ella en un tierno beso. Justo en ese momento la luz dorada que de ellos emanaba incrementó el poder de ella, desapareciéndolos unos instantes de la vista de todos.

De la nada ante de Sakura y Shaoran Kyung apareció en forma defensiva.

Delante de Hyobe que no alcanzo a reaccionar a tiempo apareció Aurora con un rostro de orgullo.

Ambos sonreían.

- Esto terminará ahora - sentenció Kyung.

- ¿Que hicieron? – exigió saber Hyobe.

- Sólo admitimos lo que sentimos – Hikary permaneció frente a Hyobe.

- ¿Puedo saber como piensas derrotarme? Para pelear necesitas odiar...

- Y contaminar mi energía no es así, es lo que buscabas.

Hyobe quedo en silencio con una sonrisa.

- Pero hay mejores formas de acabar con el odio.

- ¿Qué?

- No piensas ayudar - reclamó Shaoran al chico que les impedía pasar sintiendo un horrible temor dentro de sí, al igual que Sakura que sólo atinó a abrazarse de él.

- No la necesita – dijo con aparente calma, pero con un nudo en la garganta.

La sonrisa de la chica sólo lograba sacarlo de sus casillas.

- Entonces ¿Cómo me derrotaras querida?

- Con lo más puro que existe.

- ¿Qué es? - en su descuido Aurora tomo sus manos - ¿Acaso me suplicaras piedad? - se mofó sin tratar de soltarse - ¿Qué haces? - trato de soltarse pero la chica no lo permitió.

- Yo Aurora Hikary Li Kinomoto – susurró sin permitir que nadie la escuchara sólo Hyobe - por mi voluntad renuncio al poder que me ha sido otorgado, a partir de ahora deja de pertenecerme, ahora el poder que poseo será a quien lo entregue - Hyobe sin comprender, pensó que ese era una rendición , así que lo acepto sin pensarlo.

Hikary lo soltó y pronto sintió que el poder que toda su vida había portado en sus hombros había desaparecido de su cuerpo, pero más débil de lo que jamás se había sentido, retrocedió unos pasos con notable cansancio.

- Me alegro que por fin lo hayas recapacitado, al fin has entendido que jamás nadie me derrotara, te felicito - sonrió Hyobe.

Sin poder evitarlo Hikary cayo de rodillas agotada, las heridas producidas durante la batalla comenzaron a sangrar, pronto Kyung fue en su ayuda pidiendo a Sakura y Shaoran que no se entrometan.

Las carcajadas de Hyobe inundaron el lugar - He ganado - impaciente absorbió todo el poder otorgado y lo trato de activar. Pero al tratar de hacerlo se encontró con una sorpresa.

- Acaso no conoces la ley de los elementos - Aurora levanto la mirada y su sonrisa se acentuó - tus ansias de poder han sido las que te han traicionado. Recuerdas tu poder viene del odio, el mío del amor¿sabes lo que pasa cuando dos opuestos se enfrentan? - se levanto con ayuda de Kyung - el poder que te entregue era amor puro que no pudo corromperse a pesar de tus deseos y ¿adivina que pasa al fusionarse con el odio?.

- Se neutralizan - dijo con horror sintiendo como dentro de él ambas energías chocaban y se disolvían.

- En nuestro caso no sólo es el amor, es la magia pura contra la magia corrompida.

- El amor es capaz de destruir el odio y transformarlo en algo hermoso, tú serás la excepción.

Todo el poder que fluía en sus venas desapareció dejando sin ninguna energía.

- Serás un humano más. Y aunque puedes odiar si quieres, no tendrás poder nunca más.

- Maldita - chilló Hyobe.
. Pero había usado y perdido suficiente energía en un día, sólo se desvaneció en los brazos de Kyung.

- Hikary - se asustó Kyung notando la sangre que no dejaba de correr.

- No es posible - repetía Hyobe, tan cerca y sólo su ambición lo traicionó.

Con la poca fuerza que aún tenía el hijo de Tomoyo envió un hechizo que hizo a Hyobe perder la conciencia.

Todos aún heridos pudieron acercarse a Kyung - necesita ayuda - su voz estaba alterada, todos podían percibir como la energía de la chica se desvanecía.

- La llevaremos a la mansión - dijo Shaoran conciente de que no podrían ir a un hospital común - Wei sabe de magia curativa.

Las palabras fueron las grandes ausentes de regreso a casa. Todos permanecían demasiado confundidos, incluso Kero con todo lo que había pasado. Aurora iba realmente grave, pero su rostro estaba tranquilo.

Al llegar a la mansión Shaoran ofreció una habitación para la chica y llamó a Wei. Todo ese tiempo Kyung permaneció a su lado e ignoro a todo el que quisiera alejarlo de ella.

En la sala todos los demás eran curados, casi nadie estaba herido de gravedad, sólo perdieron un poco de sangre, pero era habitual en su estilo de vida. La única que no estaba acostumbrada era Tomoyo y era en quien todos se habían concentrado, una vez que se aseguraron de que todo estaba bien con ella, se tranquilizaron.

Se miraban unos a otros Sakura y Shaoran, Tomoyo a Eriol, Yue a Kero, que no acababan de creer que eran "hermanos", Kaho y Touya y Yamazaky con Meiling.

Habían sido testigos de una batalla que simplemente superaba su imaginación y estar con sus enemigos no era muy alentador. Touya se paseaba como león enjaulado, vigilando siempre a su hermana, que al igual que Shaoran tenían una horrible sensación en su cuerpo, dolor en el pecho que lo hacía sentirse angustiados, un dolor sin aparente causa.

Los segundos se hicieron eternos minutos desde su regreso. Shaoran subía y bajaba en busca de noticias de la chica, pero nada.

Minutos después bajaba Wei - lo lamento pero no puedo hacer nada por la chica, ha perdido demasiada sangre y lo que es peor demasiada energía.

- ¿Qué? - el más sobresaltado fue Eriol - eso no es posible - todos se admiraron ante su reacción. Aún no sabían nada sobre esos extraños chicos que finalmente derrotaron a Hyobe.

- El problema es que parte de su esencia se perdió. Creo que puso demasiado en el combate, no sobrevivirá.

Los rostros se oscurecieron.

- No puede morir - Eriol parecía estar muy afectado, esa chica debía regresar a su futuro no podía morir en ese lugar ni en ese tiempo.

Tomoyo fue a su lado y le tomo la mano, sólo entonces Eriol reaccionó. Sin decir más y aún tomado de la mano de Tomoyo subieron las escaleras y entraron a la habitación.

Sakura y Shaoran los siguieron y los demás prefirieron esperar, sin entender nada.

Al entrar se encontraron a la chica con muchas vendas pero que sólo parecía dormir, a su lado el chico de cabello azulado le sostenía la mano. Sentado frente a la cama tomando con ambas manos la pequeña mano de la chica entre las suyas, ocultaba sus ojos tras el cabello y su respiración era tan calmada como si durmiera.

Sakura y Shaoran entraron y al ver la escena lo único que hicieron fue tomarse las manos como buscando la fuerza en el otro, sintieron su corazón palpitar cada vez más rápido.

- Tu lo sabes Eriol - la voz de Shaoran era bastante ronca y seria - ¿Quién es ella?

Sakura secundó la pregunta con la mirada.

- Es... - no sabía como decírselo o no hacerlo - ella es... – por Kami como decir que era su hija, su hija moriría frente a sus ojos aún sin haber nacido. Podría estar cambiando la historia si lo decía, pero ¿debían saberlo? Tomoyo apretó levemente su mano notando su frustración.

La respuesta no llegó cuando el cuerpo del chico brindo un cálido destello azulado que se dirigió hacia el cuerpo inmóvil de la chica, se introdujo a su cuerpo.

La chica comenzó a fruncir levemente el ceño, y después de unos segundos regreso a su tranquilidad.

Kyung lo estaba intentando a cada momento, pero no funcionaba. Estaba gastando cada parte de su energía en tratar de inyectarle algo de su fuerza, y en espíritu clamaba su nombre pero no había logrado nada.

- Es mejor detenerlo - dijo Wei desde la puerta - si continua con eso puede morir él también.

Tomoyo se atrevió a acercarse al chico, toco sus hombros primero con delicadeza y luego tratando de sacarlo de la concentración en la que se encontraba. Wei prefirió retirarse.

Por fin pareció reaccionar y levantó la mirada, sus ojos estaban llenos de lágrimas sin derramar y su rostro era reflejo de dolor.

- Por favor basta, puedes hacerte daño - dijo con tono maternal salido del alma.

- No quiero que muera - le susurro.

Tomoyo sintió que su corazón se hacía pequeño, podía ver el cariño y amor que le tenía.

- A ella no le gustaría verte así - fue lo que atinó a decir.

- Daría mi vida con gusto por ella - dirigió una mirada de ternura a Tomoyo.

- No... no lo permitiré - apenas fue audible su voz. Todos extrañados vieron abrirse unos hermosos ojos ámbar con un poco de dificultad.

- Hikary - Kyung le sonrió un poco aliviado.

- Tu vida es demasiado valiosa - intentó sonreír la chica, pero le ocasiono un enorme dolor y tuvo que reprimir un lamento.

- ¿Estas bien? - preguntaron al unísono Eriol y Tomoyo acercándose.

- No tanto - trato en vano de mover su cuerpo.

Sakura y Shaoran suspiraron aliviados, con pasos inseguros se acercaron a la cama donde descansaba, siempre con las manos unidas.

Sintieron un hueco en el estomago tan sólo de observarla bien. Su rostro pálido con algunas heridas, sus labios estaban amoratados, su cabello desordenado, pero sus ojos a pesar de todo, brillaban con vivacidad que contrastaba con su cuerpo delgado y maltratado. Las sábanas que la cubrían tenían manchas rojas en varios lugares, a pesar de las vendas no paraba de sangrar.

- Gracias por tu ayuda – dijo Shaoran – pero ¿Quién eres? - sin el tono habitual de desconfianza, era más bien de preocupación por su estado.

La chica por fin dirigió su mirada hacia ellos. Trato de grabarse cada detalle de ellos, con la esperanza de grabarla en su alma. Sus padres años más jóvenes, estaban heridos, pero no tanto como imagino, tenían vendas y sus rostros estaban casi intactos, tenían sus manos tomadas y la observaban con preocupación.

Les sonrió como si la reconocieran al hacerlo.

- Soy… - Eriol y Kyung se tensaron - ¿crees que deban saberlo? – la interrumpió Kyung preocupado de lo que haría su amiga.

- Deben – contestó sin quitar su mirada de la pareja parada frente a la cama – Soy Hikary Li Kinomoto – con gran orgullo pronunció cada uno de los apellidos.

La expresión de Sakura y Shaoran simplemente era difícil de describir, asombrados, incrédulos, asustados, sólo pudieron abrir sus labios pero nada salió de ellos. Sus ojos brillaron con intensidad y mantuvieron su unión de manos.

- ¿Eres pariente nuestra? – Shaoran trataba de encontrar una razón lógica de lo que acababa de escuchar.

- Soy… su hija – sintió como si le quitarán un enorme peso de encima – he venido del futuro a ayudarlos.

Sakura permanecía en shock, Shaoran tuvo una serie de emociones que lo marearon. Sus emociones se dispararon por un lado increíble felicidad de saber que estarían juntos, que amor que se tenían había logrado superar las barreras y dar vida a un hermoso ser. Por otro lado, saber que esa chica desfalleciente era ese precioso ser.

-No me queda mucho tiempo, así que les recordaré algo – su cuerpo destello un cálido brillo que los envolvió a todos – es el poder de Haruko, pero necesito que recuerden la maldición.

- ¿Maldición? – la energía de Hikary tuvo el mismo efecto que en Tomoyo sólo que en mayor intensidad, los recuerdos bloqueados regresaron a su conciencia.

- Es cierto – por fin habló Sakura y la calidez se retiro – Sobre Heian y Zafiro pesa una maldición que cayó en sus almas antes de morir.

- Pero el hechicero que la lanzó ya no tiene poderes, ya no existe la maldición – se atrevió a hablar Tomoyo.

- Eso hubiera sido lo mejor – corrigió Eriol – pero según lo que he investigado, la maldición ya ha traspasado el tiempo y el espacio, esta adherida a sus almas. Aunque muera el hechicero que lo hizo, ellos no pueden romperla – terminó de decir con pesar en su voz.

- Hyobe quería que su venganza se consumara y se aseguro de eso – Sakura buscó refugio en los brazos de Shaoran, todos estaban muy abrumados, era mucho desconcierto para un solo día.

- La maldición no se puede romper – dijo finalmente Hikary llamando la atención de todos, pero para su sorpresa la chica tenía una sonrisa en su rostro. Sentía unos terribles dolores en todo su cuerpo pero eso era precisamente lo que la alegraba.

- Ahora comienzo a entender muchas cosas. No existen coincidencias, sólo lo inevitable – una mirada calida fue dirigida hacia Eriol – las respuestas que buscamos no siempre están tan lejos y es cuestión de verlas desde otro enfoque, siempre con esperanza – observó luego a Tomoyo.

Ellos habían sido como sus padres, en los últimos años y había aprendido mucho de ellos. Junto a Kyung le enseñaron a continuar a pesar de todo.

- Ahora sé que puedo ayudarlos – ahora su vista estaba fija en Sakura y Shaoran – evitar ese horrible futuro del que vengo.

- Hikary ¿de qué hablas? – Kyung tampoco entendía nada.

- Lo logre – lanzó una mirada de alegría a todos.

Su amigo pensó por un momento que su amada Hikary había perdido la razón o deliraba.

- No lo ven, la maldición se esta cumpliendo.

- ¿Qué dices?

- La maldición dice que cuando ellos llegaran al punto más alto de la felicidad, cuando supieran de mi existencia, la maldición se desataría.

- Cada vez que ellos dos se acercarán dañarían al fruto de su amor, y no podrían estar juntos, y si lo hicieran mi vida terminaría – recitó Hikary –La maldición se cumplirá, después de que me valla podrán estar juntos.

- Pero tu morirás – se alarmó Kyung.

- De todas manera lo haré – le sonrió – pero esta vez ellos podrán ser felices y estarán libres.

- Hikary – Tomoyo entendió todo, todo le parecía demasiado cruel.

La chica en la cama tuvo que ahogar un lamento, los dolores se volvían cada vez más intensos, el dolor de la maldición hacía que su cuerpo sufriera increíbles dolores y que su energía disminuyera aún más rápido.

- Debe haber otra manera – susurró Eriol, Tomoyo escucho la tristeza en su voz y sólo puedo abrazarlo para apoyarlo.

- No la hay, yo estoy contenta de haber ayudado, les agradezco a ti y a tía Tomoyo por su ayuda. Sé que serán felices, sólo deben desearlo y luchar por eso, su amor dará frutos impresionantes – reprimiendo cualquier lamento o mueca de dolor, sólo sonreía.

Tomoyo no pudo soportarlo y dejo caer las lágrimas agolpadas en sus ojos. Eriol la consoló y la saco de la habitación sabía que Sakura y Shaoran debían hablar con ella.

Al bajar a la sala, Tomoyo soltó libremente su llanto, Eriol derramo una cuantas lágrimas. Todos los observaron sin decir palabra, pero el llanto casi silencioso de Tomoyo les partía el alma.

Una vez que salió la pareja dentro de la habitación reinó el silencio unos segundos. Kyung se debatía en la idea de salir, pensando que quiza ella quisiera hablar a solas con sus futuros padres, pero su respuesta fue silenciosa Hikary apretó más la mano que sostenía como buscando apoyo y descargando un poco el dolor que la consumía por dentro.

- En verdad lamento todo esto – su rostro se entristeció unos segundos – lamento entrometerme en su vida así, pero era mi única alternativa. La vida me dio la oportunidad de cambiar lo que yo viví, y la tome sin pensar en las consecuencias, pero no me arrepiento.

Por fin Sakura se acercó a la chica y la abrazó maternalmente.

- Somos nosotros los que debemos pedirte perdón. Fuimos nosotros que no pudimos afrontar nuestra responsabilidad y sólo a ti te hemos hecho sufrir – derramaba lágrimas.

- El destino ahora sólo dependerá de ustedes - dijo hablando un poco más alto para que todos escucharan.

Shaoran no tardó en unirse al abrazo, sin reprimir las lágrimas. Al sentirse por primera vez junto a sus dos padres, el dolor en su interior desapareció por unos instantes, se sintió la más dichosa de todo el universo, se sintió realmente feliz por primera vez. Sin soltar la mano de Kyung que estaba cerca, sintiendo su calor y el amor que le tenía sonrió por última vez.

En los brazos de sus padres, tomada de la mano de su amor, con la felicidad que jamás en su vida había sentido y con un gran orgullo de haber hecho lo correcto finalmente sus ojos se cerraron y su energía se extinguió. La cama una vez ocupada por un cuerpo aún sin nacer, las vendas con sangre de alguien que aún no existe y la calidez de una persona que amaba con intensidad se quedaron solas, su cuerpo desapareció.

- ¡Hikary! - Kyung estaba muriendo por dentro. Sin importarle nada comenzó a derramar muchas lágrimas que se impregnaban en la cama vacía.

Shaoran, Sakura, Tomoyo y Eriol lloraban, simplemente no podían resistirlo, las lágrimas se fundían en el frío piso de la habitación.

Abajo Kaho, Meiling, Yamazaky, Touya, Kero e incluso Yue sintieron desaparecer la presencia de la chica, compartieron el dolor en el pecho, como si perdieran algo muy importante para ellos.

- ¿Por qué? - repetía una y otra vez Kyung golpeando con los puños la cama vacía.

La terrible noche murió ante los rayos del sol que atravesaron la ventana de la habitación de la mansión Li.

Un nuevo día, un nuevo comienzo, la aurora para un futuro nuevo.

Kyung por fin cayó desmayado victima del dolor, el cansancio, la debilidad y las ansias de escapar de la realidad.

Días después.

Todos estaban reunidos en la mansión de nuevo, la tristeza aún embargaba sus rostros y casi no hablaban entre ellos, una tregua había sido pactada en honor a la muerte de la chica. Pero tenían la esperanza que duraría para siempre.

Llegaron todos puntuales a una pequeña colina, muy cercana al bosque de la mansión Li.

Todos vestían de negro.

El silencio lejos de ser tenso o desagradable daba un ambiente de empatía, de que el dolor que sentían era compartido. El último en llegar fue Kyung que ahora portaba varias vendas en todo el cuerpo, parecía demacrado y débil, apenas había probado bocado en esos días. Tomoyo y Eriol estaban muy preocupados pero decidieron respetar el duelo del chico.

Se colocaron frente a un enorme y antiguo árbol que imponente se alzaba sobre la colina. Eriol se encargo de hacer un ritual parecido a un funeral, una cruz violeta se fusiono con el árbol y uno a uno fueron dejando una flor. Aunque no todos conocían en verdad, todos sentían la muerte muy cercana.

Fue como un homenaje a ella, cada uno en silencio prometió buscar un futuro mejor. Derramaron más lágrimas en ese lugar.

Pasaron varios minutos y uno a uno se fueron retirando, sólo quedo Kyung perdido en sus recuerdos y pensamientos, el viento mecía su cabello y su ropa, llevándose las lágrimas y secando su rostro.

- Hikary... - susurró al viento.

- Te amo - recordó sus palabras en antes del último ataque.

- Te amo - escucho decir al viento.

- Hikary...

- No llores por mí, recuerda que aún no nazco - la delicada figura de su amada apareció frente al árbol ataviada con un hermoso vestido blanco.

- Hikary - sonrió Kyung queriéndola abrazar.

- Lo siento - dijo al ver que no podía abrazarla - mi abuela me dio la oportunidad de decirte hasta luego.

- ¿Qué¿acaso...?

- No lo sé - la sonrisa que tanto amaba apareció en sus labios - lo único que sé es que debes regresar al futuro, no sabemos cuales sean las consecuencias de esto. No quiero que te ilusiones pero he venido a advertirte.

- ¿De que hablas?

- Puedes llegar a dos posibles futuros y debes estar preparado. A uno en donde el pasado fue cambiado y tú destino también cambio, pero todos están vivos. O al otro, el que dejamos, yo no estará ahí.

- Hikary...

- No quiero verte triste amor - se acercó a su rostro - cualquiera que sea el futuro al que llegues. Quiero que seas feliz, no quiero verte llorar, por que aunque no lo creas yo estaré siempre contigo, en el pasado, en el presente o el futuro, en el cielo o el infierno estaré contigo y te amaré.

- Y yo contigo.

- Te amo - susurró de nuevo y su espíritu se desvaneció en el viento.

- Y yo a ti - contestó Kyung, pudo sonreír después de días.

Se encamino de regreso con los demás pero su semblante había cambiado.

Todos hablaban casi en susurro y al verlo llegar guardaron silencio.

- Sólo quiero despedirme - se inclino ante todos - el señor Li me ha ayudado a encontrar la forma de regresar a mi tiempo. Les agradezco todo lo que han hecho por mí.

Estrecho la mano de todos agradeciendo a cada uno de forma amable hasta llegar a Sakura y Shaoran.

- Les agradezco mucho - sin decírselos les agradecía el haber podido superar sus viejos odios y rencores, sabía que su unión daría vida de nuevo a la persona que más amaba.

Al llegar frente a Eriol y Tomoyo tuvo unas enormes ganas de abrazarlos con fuerza y advertirles algunos pequeños problemas que tendrían en el futuro, pero se contuvo.

- Fue un gusto conocerlos - se refería a saber que en su juventud habían sido tan humanos como él y no como en el futuro que parecían casi perfectos.

Al darle la mano a Eriol este le regalo una de sus sonrisas misteriosas y susurró - sé que estaremos orgullosos de ti.

Fue cuando Kyung comprendió que a su padre no le podía ocultar la verdad - te aseguro que así es - le regreso la misma sonrisa.

Tomoyo no pudo contenerse y lo abrazo como si lo conociera de toda la vida.

- Cuídate.

Él respondió con una sonrisa, se alejó del grupo dio una ultima despedida, de su chaqueta sacó un conjuro que leyó, y mientras lo hacía sentía gran ansiedad de saber a que futuro se enfrentaría, su futuro o el que habían cambiado.

Terminó el hechizo y se desvaneció en el viento.

Un sus piro general se dejo sentir.

Había llegado el momento, era el momento de construirse un nuevo futuro, era momento de desafiar el destino como lo hicieron aquellos chicos.

El mejor momento para comenzar una nueva vida es ahora. En este momento, el pasado murió envuelto de recuerdos y aprendizajes, el futuro es tan lejano que jamás lo alcanzaremos. El pasado y el futuro son tiempos de los que no vale la pena preocuparse tanto, el pasado sólo debe dejar aprendizajes y hermosos recuerdos, el futuro, sólo saber a donde queremos llegar, sueños que en el presente construimos. Ese es el tiempo verdaderamente importante: el presente, cada día, cada hora y que hacemos con él, es decisión nuestra, siempre lo ha sido y siempre lo será. Es nuestra decisión añorar y culpar un pasado o soñar ilusoriamente un futuro, sin hacer absolutamente nada por construirlo en nuestro presente, por perderse en ellos, una venda cubre los ojos sin poder ver que aquí y ahora hay personas que nos necesitan, que nos aman y amamos. Sumergidos en una rutinaria vida en la que sólo nos vemos a nosotros nos olvidamos de los otros. Cuando han sido ellos quienes nos han ayudado a ser como somos y estar donde estamos, a amar como amamos.

FIN

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Hola, esta historia terminó. Sé que tal vez esperaban más, pero creo que el mensaje esta dado. El futuro al que llegará Kyung sólo depende de ustedes.

Quiero agradecerles su paciencia y tiempo al leer esta historia, sé que tuvo algunos errores pero creo que aún sigo aprendiendo a escribir. Les agradezco infinitamente su atención y comentarios que siempre serán importantes para su servidora.

Celina Sosa, darthmocy, Basileia Daudojiu, liana, dalielle, CollSaku, megumi-chan, Zauberry, thinia milondra, Ropna, angie, lady esmeralda, Aneth, serenity-princess y kaori kagome creo que son todas las que me han hecho saber su opinión, mil gracias, y también a las que leyeron pero no se animaron.

Bien, quiero hacer un anuncio, me encanta escribir y ya comencé una historia, un crossover, pero ahora paso por una etapa difícil en mi vida y creo que descansaré de escribir un tiempo, no sé cuanto me tome reponerme pero espero hacerlo pronto. Quiero cambiar mi forma de escribir y mejorarla, incluso quiero cambiar de nombre. Así que tal vez mi siguiente fic tenga un nombre nuevo, como yo misma quiero cambiar para mejorar, no sé los digo porque ni yo misma lo sé.

De nuevo gracias por su apoyo, sus comentarios y jalones de oreja, siempre son buenos.

Cuídense mucho, no les digo adiós sino hasta pronto.

Con cariño yuen chan.