25 de diciembre, 1980.
La fiesta de navidad de los Weasley se ha convertido en un estandarte de esperanza en, la cada vez más grande, familia de la Rosemary Fields.
A cada vez más oscura estaba Gran Bretaña mágico, los habitantes de la granja más insistían en no dejar ir la luz, de verla, perseguirla y agarrarla.
No es fácil. Las muertes y atrocidades se suceden, el Ministerio de magia está cada vez más débil, la Conferencia internacional de magos está muy ocupada con la fiebre de dragón en Europa, y en su sentimiento de que es culpa de Gran Bretaña, como para seguir prestando alguna ayuda de importancia.
Las medidas de seguridad mágica alrededor de la Rosemary Fields se han intensificado, sobre todo después de que los Mortífagos atacaran de nuevo Ottery muggle el año pasado. Otro incendio, tres muertes y siete desaparecidos… No quieren ni imaginar porqué justo siete, un número usado mucho en la magia.
Además de la marca tenebrosa, los Mortífagos dejaron un mensaje para la consternación de la familia de Rosemary Fields. "¡Seguiremos derramando sangre en su nombre, traidores!"
Molly quería poner protecciones también alrededor de Ottery muggle, pero la expansión del entramado mágico necesitaría de 343 magos o brujas, que le dieran su magia a los focis en todos los amaneceres. Además, ¿cómo explicarle a los muggles que no podían salir de su propio pueblo. No era posible.
Por eso, lo mejor con lo que dieron fue ahuyentarlos. Con ayuda del Ministerio de magia, se inventó la historia de que todos los incendios había sido culpa de un depósito subterráneo de gas muy inestable, y que sus hogares estaban en riesgo inminente. Eso, junto a algunos hechizos contra-muggles, logró que los poco más de mil habitantes del pequeño pueblo de Ottery st. Catchpole muggle, se fuera de allí en menos de cuatro días.
La pequeña cordillera de tres colinas que es Rosemary Fields, circunda un pueblo fantasma en esa navidad.
Molly, Arthur y muchos más de los Rosemary Fields, se sienten muy mal cada vez que los Mortífagos atacan muggles. Siempre lo han hecho, pero desde que les dejaron ese mensaje, han empezado a sentir que también querían herirlos a ellos mientras lo hacían.
Saben bien que los Mortífagos se las tienen jurada solo por existir, por ser unos orgullosos "traidores a la sangre". También saben que ese odio creció exponencialmente, justo cuando los Mortífagos se dieron cuenta que ellos eran los que resguardaban a las familias de hijos de muggles. El hecho de que la Orden del Fénix haya encontrado a la mayoría de esas familias antes que los Mortífagos, debe aumentar ese odio hacia los Weasley y toda su progenie.
Sin embargo, solo necesitan ver hacia los edificios de apartamentos, un cuadrado de cuatro pisos con un parquecito al centro; para darse cuenta que hicieron lo correcto. Ahí viven los refugiados, personas que, con el tiempo, han sabido hacer vida allí y dar bienvenida a las nuevas familias que deben hacer lo mismo. Puede que a algunos todavía no les haga mucha gracia pero, poco a poco y con los proyectos para hacerlos sentir de utilidad, cada vez se sienten más asentados. Algunas familias hasta hablan de quedarse ahí aún después de que termine la guerra.
Porque en algo que se esfuerzan, es en creer que la guerra terminará… Y para el lado de la luz. Porque ellos son de los más involucrados en la situación. Puede que la Rosemary Fields esté cerrada, sea autosuficiente y no haya sido atacada directamente en lo peor de esa guerra; pero a ellos les llegan las noticias y, muchas de las muertes de afuera, les golpean en lo más profundo. Cuidan a los refugiados, algunos de ellos están en la Orden del Fénix y, también, siguen teniendo el comercio de comida con varios de los magos y brujas que han tenido que cerrar la puerta de sus negocios. La economía nunca ha estado peor, pero lo que importa es tener "techo, comida y amor", y eso lo tienen de sobra.
La fiesta de navidad es una manera de recodar eso, de verlo de frente, alegrarse y dar las gracias. Y aún algunos cínicos, se esfuerzan en ella, sobre todo por los muchachos que vuelven de Hogwarts.
Ese año dejaron en paz la casa de Quartus, sobre todo porque él y su familia sigue en el extranjero. Decidieron hacer la fiesta en el nuevo lugar lleno de alegría y esperanza de la granja: La Granny Allan Elementary school. Siempre es lindo ver la escuela, que parece un pequeño pueblo colorido en medio del maizal. Más cuando, así por inercia, también se han convertido en guardería de los hermanos menores de sus estudiantes. Muchos de los padres solo sienten seguridad de seguir trabajando fuera de sus casas, porque saben que todos sus niños están dentro de las protecciones de la Rosemary Fields.
Pero en ese momento, la Granny Allan no solo está llena de la energía infantil de siempre, al ser decorada para la navidad, se ve mucho más mágica. Las luces blancas en cables yendo de "casa" en "casa", la nieve en el suelo y los techos, los niños jugando rodeados de gritos y risotadas, el grupo de villancicos a un lado, la pequeña nevada adornando el aire, los árboles de navidad con diferentes adornos y, claro está, las mesas llenas de comida y rodeados de adultos conversando animadamente. En ese momento y lugar, es Navidad y todos hacen lo posible por sentir su magia.
Aunque en una de las mesas, la conversación no parece tan animada como las de alrededor. Al quedarse solos, Xeno Lovegood y Edgar Bones se han acercado para hablar en susurros, la comida olvidada.
―Estoy prácticamente seguro, Xeno ―el tono de voz de Edgar es una extraña mezcla de entusiasmo y miedo.
―Entonces… ¿el hechizo de rastreo dio frutos?
―Sí. Fue mejor de lo que esperábamos, Amelia y Sue por fin están tan convencidas como yo. Los registros nos dicen el lugar astronómico de la muerte de Mérope y las fechas concuerdan. Gracias a ti y a la Exo, todos saben que ese… Desgraciado, es Tom Riddle, un mago como cualquier otro. Pero con esto…
Xeno lo interrumpe, su voz llena de menosprecio hacia sí mismo.
―No todos. Los de por aquí, y los pocos que hayan leído los boletines que les hago aparecer con la comida. Y no es que haya servido de mucho. Hasta en la Rosemary, son más lo que lo llaman Quién-tu-sabes que Riddle…
―No le quites mérito a lo que haces ―Edgar le pone una mano en el hombro, como un gesto de su apoyo―. Con solo El Quisquilloso y el buen humor que trae a quien lo lee, ya haces mucho. Ambos sabemos que él consigue más magia al ser temido por tanta gente… Pero, después de que corrobore mi teoría, tendremos lo que necesitamos para quitarle mucho de ese poder. Cuando todos sepan que su tal Lord solo es un huérfano, media sangre y producto del abuso de una poción de amor… ¡Va a perder mucha de la devoción que le tienen sus mortífagos! Eso podría diezmar…
―¡Shhh! ¡Shhh! Que regresan…
Los dos vuelven a sentarse en su sitio, y ven como regresan sus esposas con los bebés. Sue tiene en sus brazos a Daniel, de cinco meses, y Pandora lleva de su manita a Apolo "Phil" Philius, de tres años, uno más de los milagros de la clínica Wellbeloved; y, en el vientre, a pocas semanas de nacer, su segundo bebé.
Todos se sientan, y los dos orgullosos esposos cambian de tema. Miran hacia un lado y arriba, en donde los niños están jugando un partido improvisado de quidditch.
―¡Mira! ¡Parece que Tercius ha vuelto a atrapar la snitch! ―exclama Xeno.
Pandora ríe por lo bajo.
―Ojalá que no vuelvan a pelear porque él no tiene que usar escoba para volar.
―O porque atrajo la snitch a su mano con su telequinesis.
De repente, los esposos Lovegood se miran y es ella la que exclama:
―¿Desde cuando los fantasmas pueden tocar y mover cosas telepáticamente?
En esa fiesta de navidad de 1980, Pandora Lovegood ha encontrado su nuevo proyecto de investigación. Después de haber revolucionado las prótesis mágicas en Gran Bretaña, por ver la necesidad de Guideon Prewett; al inicio del próximo año se centraría en la pregunta: ¿Qué es Tercius?
Como muchos de los habitantes de la Rosemary Fields, Pandora intenta centrarse en su día a día. En su trabajo como investigadora, en sus hijos, en su esposo y, en ese mismo momento, disfrutar de la fiesta navideña en la Rosemary Fields. "La vida se trata de en serio estar presente en sus momentos", piensa ella y siempre recordaría ese mantra.
16 de enero, 1981
Xeno, Pandora y Fiona son los bastiones de tres niños en ese anochecer de viernes. Aún con su gran barriga de embarazada, Pandora tiene en sus brazos al pequeño Daniel. Xeno, a su prima Susan. Los dos están tranquilos, hasta Susan está dormida. Son los mayores los que no dejan de llorar, agarrados al seno de Fiona. El mayor de nueve años y la segunda de cinco suelen tener las mejillas sonrojadas; pero esa vez, sus ojos también lo están. Hinchados de tanto llorar. Desde el día anterior, casi ni pudieron comer ni dormir por su dolor.
La noticia del ataque a la legislatura mágica Fawley, Macmillan y Bones fue la peor que han tenido en meses. La forma en que los Mortifagos mataron esa vez, fue aterradora.
Usaron una maldición dirigida, una maldición contra la que nadie pudo hacer nada. Aunque en ese edificio trabajaban muchas personas de las tres familias, solo murieron los que se apellidaban Bones… Y la forma en que terminaron sus cuerpos, ni siquiera El Profeta se atrevió a describirlos… Xeno y Pandora no lo han dicho en voz alta, pero cada uno sabe lo que el otro piensa. Es muy posible, que en esa maldición, los Mortifagos hayan "usado" a los siete muggles desaparecidos de Ottery St. Catchpole.
Por eso, además de las velas prendidas por cada una de las vidas Bones asesinadas, también prendieron siete más. Por los pobres muggles que fueron usados para traer una maldición contra sus hermanos mágicos.
Normalmente, la familia de la Rosemary Fields hace esa conmemoración al anochecer del último día del mes. El lugar que decidieron usar, allá cuando Molly pidió ideas para honrar a los que estaban muriendo en esa guerra (poco después de que Fabian fuera uno de tantos); fue un acantilado entre dos de las colinas-montañas. El lugar es tan escarpado, que no han querido hacer uso de él por el trabajo que sería arreglarlo para la agricultura o el crecimiento de animales.
Puede que no sea el lugar más dignificante, pero a Molly y sus lugartenientes, les parece que la simbología sí lo es. Cuando llegan allí, empiezan a leer la lista de los muertos del mes y, después de cada nombre, envían varias esferitas de lumos al acantilado. La forma en que la oscuridad de ese lugar tan inhóspito se llena de esas luces, le hace pensar a Molly en que por más que maldad les han dado muerte, es deber de los que quedan en ese mundo dar luz y valor a las vidas que fueron.
Los cuatro niños, dos de los cuales lloran tan fuerte que les han sacado las lágrimas a todos los demás, se convertirían en parte de la familia de esa granja desde que supieron que sus padres habían muerto.
Al día siguiente una descolocada Amelia Bones aparece en "la casa segura". El elfo doméstico de turno hizo sus comprobaciones, llamó a la bruja de turno que hizo las suyas y, cuando estuvieron seguros de que era ella, le dio un gran abrazo. También la auror se convirtió en familia desde ese momento.
-o-
Un par de días después en todos los pueblos con alta densidad de magos y brujas de Gran Bretaña, empezaron a llover hojas de pergaminos. En plena luz del día, al aire libre y tiradas por lechuzas, el titular de la tirada especial de la Exo exclamaba:
"¡EL TAL LORD TOM RIDDLE ES UN MEDIA SANGRE NACIDO POR CAUSA DE UNA POCIÓN DE AMOR!".
Esa noche, la Rosemary Fields fue atacada por horas. Y, por todas esas horas, sus protecciones se mantuvieron fuertes, aunque los 49 magos tuvieron que dar de su magia a los foci cada diez minutos; por si acaso. Cuando los Mortífagos se fueron, todos quedaron con la sensación que lo hicieron más por cansancio, que por los aurores que habían llegado allí.
Encarcelaron a dos de ellos, cuatro murieron. De los aurores, tres muertos y casi que todos los demás heridos. Ninguno murió en San Mungo, pero no lo supieron hasta días después.
Aún así, por más que Molly y otros le gritara a más no poder, Xeno no dio el brazo a torcer. No se arrepentía de lo que había hecho.
―¡Fueron detrás de Edgar y su familia porque él tenía esta información! ―gritó después de varios minutos de que varios le increparan―. ¡No iba a dejar que consiguieran lo que querían! ¡No, la voz de Edgar no se apagó! ¡Ahora lo saben, saben que su lord no es puro… Esto los golpeará desde dentro!
En ese momento, no estaban tan seguros y volvieron a gritarle por unos minutos más, hasta que Pandora los hizo callar al romper fuente más o menos un mes antes de lo esperado.
Para el alivio de Xeno, su hija Luna nació sin mayores problemas. Ella y Pandora pudieron dejar la clínica tres días después de su nacimiento.
Pero, lo que más le sorprendió a Xeno, fue que tuvo parte de razón. Sabe que no vale por las muertes que ya se dieron, pero no puede dejar de sentirse un poco validado porque, en los meses que siguieron, la actividad mortífaga se hizo menos organizada, por lo que fue menos letal. Además, se sospecha de por lo menos dos enfrentamientos entre los mortífagos en sí.
La voz de Edgar Bones sí se oyó y, por lo menos en la Rosemary Fields, cada vez eran más los que dejaban de decir Quién-tu-sabes, para decir Tom Riddle.
1 de noviembre, 1981
Los gritos de júbilo de Arthur y Molly se podían oír por todos los pisos de la Madriguera. Sus pisadas rápidas en las escaleras eran la música de su felicidad.
―¡Todos, arriba, arriba!
―¡Por Merlín, por fin, por fin…!
―¡Somos libres, estamos seguros!
―¡Arriba, arriba, hay que celebrar!
Como gritan a la vez, nadie sabe quién dice qué. Además, ellos no son los únicos. Los dos bebés de la casa, Ronny de año y medio y Ginny de poco más de dos meses, también gritan a más no poder. Pero con llanto, ya que los sonidos repentinos los despertaron con miedo.
Gertry, con los dos bebés a cada lado de ella siendo mecidos en el aire por su magia, también grita desde la base de la escalera.
―¿Qué pasa, buenos amos?
―¡El niño vivió!
―¡El niño vivió y Riddle murió!
―¡Arriba todos, que hay que celebrar!
Las pisadas de los gemelos corriendo pasaron frente a su habitación, junto a sus gritos y risas divertidas. Ellos ni entienden qué es lo que pasa, pero como siempre, les encanta el bullicio.
Debby, sí sabe de qué se trata, pero es extraño. No siente la total felicidad de sus padres, o no solo eso, también hay algo más dentro de ella… Que no sabe poner nombre. Por eso, está viendo hacia la nada cuando la puerta se abre de repente y entra su padre con una sonrisa maniaca en su rostro.
―Vamos, Debby-Ally… ¡Ven aquí! ―la alza y la abraza con fuerza, riendo―. ¡Que todo va a estar bien desde ahora!
Debby sabe que puede que sea así por unos años, pero no por siempre. Pero aún no puede ponerle palabras a sus conocimientos… Por suerte, la algarabía de la familia se le contagia. Termina riendo y saltando como todos los demás, mientras Gertry empieza el desayuno.
Ronny y Ginny están dormidos en sus cunas, gracias a la magia de la elfa. Ellos no podrían disfrutar como los demás, así que es mejor mantenerlos tranquilos hasta que sus padres pudieran ponerles atención.
Como sus amos están muy centrados en reír, brincar y abrazarse, solo Gertry se da cuenta de que hay una lechuza viéndolos. Le llamó la atención porque era totalmente negra. Pero, así como llegó, se fue antes de que la vieran.
