Historia de un disparate… tras otro.

Capítulo 7 (por Astrea)

Aún era noche cerrada. La oscuridad lo dominaba todo, inclusive el corazón de Hanamichi Sakuragi, que ante la pregunta del zorro se encontraba desarmado... ¡un momento!... ¿desarmado?

No señor, lo que le pasaba era la confirmación del tópico: los hombres piensan con la polla. Su miembro cobró vida propia y se metió por el apretado ano de Kaede Rukawa como quien no quiere la cosa. Y él no había puesto resistencia, por supuesto. Faltaría mas, a nadie le amarga un polvo.

Vamos, que no tenia ni zorra (nunca mejor dicho) idea de que sentía por Rukawa (exceptuando ponerle muy cachondo). En un último intento de demostrar que tenía neuronas funcionando preparo varias respuestas:

a) Esto no es real, ha sido tu imaginación

b) La Noche me confunde

c) Estaba poseído por Hanamichi junior

Pero no podía contestar y romperle el corazón. Con esa carita que le ponía Rukawa, anhelante, esperando una respuesta. "Si es que está para comérselo, lamerlo, besarlo, darle por... ¡basta! Hanamichito, cállate de una vez o te castigo metiéndote en agua fría."

Después de dejar claro quien mandaba interiormente, el pelirrojo se decidió a hablar—Etto... yo...

—Chica de la trenza por fin te encuentro— aparecieron unos brazos masculinos atrapando por detrás a Hanamichi y palpándole el pecho. Al momento se apartaron—Tú no eres mi diosa pelirroja. ¿Se puede saber quien eres?— Continuo sin dar tiempo al otro chico emitir sonido alguno— Cuando te preguntan el nombre debes presentarte ¡maleducado!. Muy bien me presentaré yo primero. Soy Tatewaki Kuno, el trueno azul del instituto Furinkan.

Kuno se aproximo amenazante a Sakuragi–¿dónde has escondido a la chica de la trenza?

—Vete por ahí a cagar a la vía— dijo el pelirrojo mandándolo a la luna de una patada.

Otra vez a solas con la mirada expectante del moreno. El pelirrojo tomó aire.

—Rukawa, esto ha sido precipitado. Necesito pensarlo —"anda ¿pero es que piensas? Le dijo Hana Jr al cerebro."

—Bien, te doy hasta mañana por la noche— contestó el zorro resignado. Estaba un poco harto de perseguirlo y si le daba una respuesta negativa trataría de olvidarlo.

Regresaron a la posada en silencio. Rukawa se acostó enseguida. Hanamichi no podía conciliar el sueño y salió a despejarse. ¿De verdad quiso a la hermana del capitán? No le inspiraba ni remotamente los candentes sentimientos que Kaede.

Ayako estaba levantada, parecía que también tenía problemas para dormir. Intrigado, el pelirrojo la preguntó.

—Haruko esta rara—explicó la chica de rizos— se pasó la noche en pelota picada y ha pillado un resfriado de narices. Encima dice que se lo ordenó Rukawa. Eso es imposible, si todos sabemos que Rukawa pierde mas aceite que la furgoneta de los Village People.

Se sentía culpable por Haruko. Ahora sabía de donde había sacado Rukawa el uniforme. Fue a verla, mientras Ayako buscaba alguna medicina. La habitación desprendía un aire siniestro y estaba dominada por la penumbra. El pelirrojo llegó hasta el borde de la cama, donde estaba Haruko enfiebrecida, tumbada cuan larga era.

Miro al chico, sin enfocar la vista, y susurró con la voz ronca— Es la verdad. Te voy a contar un secreto: En ocasiones veo Rukawas.

En cuanto la manager regresó, Sakuragi salió corriendo ¡No aguantaba un minuto al lado de aquella obsesa de Rukawa!

La mañana siguiente llegó. Todos se reunieron después del desayuno, con la excepción de Rukawa y Sakuragi que se encontraban perdidos no se sabía donde. Y Mitsui y Sendo, que según ellos se habían ido de excursión a explorar los maravillosos sitios que les ofrecía la naturaleza... para dar rienda suelta a sus (bajos) instintos.

—Hola—les saludó animosamente Kanako—Hoy incorporamos un nuevo servicio de aeróbic matutino. Miro el reloj—El monitor estará al venir.

En efecto, apareció un joven de rostro atractivo, muy bien conocido por los presentes:

Nada mas ni menos que Fujima, con unas mallas ajustadas a cada músculo de su cuerpo— me gustaría saber quien cojones me ha dado este uniforme— protestó mientras se sacaba el azulado tanga exterior de la partición de su perfecto trasero.—Me cagüento— soltó en cuanto vio a las plantillas del Shohoku y el Ryonan que se habían quedado helados. No era para menos: entre que el uniforme era de colores chillones y el buen rollito que tenía parecía un teletubbie

Que se le iba a hacer, estaba sin un duro. Y el trabajo es el trabajo.

Enchufó la cadena musical. Y se puso de espaldas al grupo a realizar los... esto... ejem... ¿ejercicios?. Los presentes ahogaron un jadeo. Kenji tenia un culo 10, lo miraras por donde lo miraras tenia un cartel puesto de pellízcame.

"Guapamericonchu"

Huevecillo a un lado, huevecillo al otro.

Apretó la nalga derecha, contrajo la izquierda.

"Sopa de caracol, chupi pa ti, chupi pa mi"

"Si, te vamos a dar "chupi a ti"" pensaron los numerosos pares de ojos que presenciaban la escena, con un misil tierra-aire entre las piernas apuntando al trasero de Fujima.

—Abrir las piernas.

Todos giraban la cabeza observando la posturita de marras. La fatalidad se cernía sobre Kenji, que estaba a punto de ser el centro de una orgía.

Pero algo inesperado hizo acto de aparición: no era un pájaro, no era un avión ¡Era Hanagata!

— Como pudiste engañarme así— exclamó señalando a Fujima.

—¡Oh no! que esta enganchado a "Adoración de Alcotranes"— lamentó el capitán del Shoyo

—Pongo a dios por testigo de que el culito de Fujima no volvera a pasar hambre— juró, a lo suyo, Toru, con la vista al cielo.

—Ahora—se escuchó, y un grupo de primates se tiró encima de Hanagata, atándolo y amordazándolo.

El ausente pelirrojo, estaba pensativo en recepción, sabía lo que sentía por el zorro, pero no quería cagarla más. Llamo a Yohei.

—Moshi, moshi— le contestó su amigo al otro lado de la línea.

—¡Que moshi ni que coño, este fic está en cristiano.

—Vale. Un momento. No digas nada. Sé lo que te pasa, quieres consejo...

—Osti tú¿cómo lo sabes?

—Fácil, en el 90 de los jodidos fics soy tu consejero y amigo del alma cuando en realidad quiero dejarte el culo como la bandera de nuestro amado país.

—Que cosas mas bonitas me dices.

—Y sé mas aun, el julapa de Rukawa te ha engatusado. Es que estoy enganchado, mira este, que pedazo trama: Rukawa es daltónico y se pega un chichonazo de cuidado al confundir el color del semáforo, llevándose por delante a una viejecita con la bicicleta. Queda moribundo. Tu le confundes con tu difunto perro, lo recoges, lo cuidas. Al principio pensabas venderlo en el mercado negro pero te cuenta una terrible historia: su padrastro le pone para comer chistorra todos los días y le despierta con los remixes de "Cañita Brava". Te apiadas de él. Te lo tiras. Te das cuenta de que lo tuyo por Haruko era un capricho y estas hasta las trancas por el zorro. Pero la abuelita atropellada se muere. Rukawa presa de los remordimientos se intenta suicidar bebiéndose un litro de lejía barata. No muere si no que se hace adicto a la lejía. Pero vuestro amor puede con todo y lo salvas. Os vais de viaje a Italia entre arrumacos. Un drag queen se enamora perdidamente de tu hermosa cabellera. Resulta ser un mafioso de la Cosa Nostra y primo hermano segundo de Sendo por parte de tía abuela. Te secuestra. Te tortura, obligándote a usar de por vida unos calzoncillos de esparto. Rukawa no te puede encontrar. Se vuelve loco. Lo encierran en un manicomio. Un buen día, viendo un documental de la conducta sexual de los monos rojos de la Selva Parda lo recuerda todo. Te salva asaltando tu prisión asaltándola a lo Rambo. Tu agradecido te tatúas "amor de zorro" en tu nalga derecha. Sois felices y coméis perdices.

—... Yohei... esto... ¡es una vergüenza!

—Ya te digo¡te tendrían que liar conmigo!

—No hombre que no, lo del tatuaje. Mi nalga buena es la izquierda.

—Si me la dejaras ver...

—Va a ser que no... bueno aconséjame

—Haber que tenemos por aquí... una frase buena para declararte: Yo soy tu padre.

—¡YOHEI!

—¡Ah no! que eso es otra cosa. ... Cuero... bondage... sm... fetichismo... estas chicas son de ideas fijas. ¡Lo tengo! Esta me gusta.

El pelirrojo estaba muy contento: ya tenía un plan.

—Ayako necesito ayuda ¿Qué haces?

—¿ Por que todos los jugadores de baloncesto son de la otra acera?. Dejo de lamentarme y escribo un guión para vendérselo a Almodovar. De aquí sale una trilogía. ¿ Que te parece si pongo a Fukuda como fan de la Pantoja?

Hanamichi pasó de la pregunta y le puso al corriente de su situación

—Entiendo. Para prepararlo todo, necesitamos entretener a Rukawa un par de horas. Vamos a ver a mi escl... estoooo a Ryota.

Kaede Rukawa estaba echado sobre su cama, con la mente ocupada en cierto mono rojo. De repente en su ventana se estrello un OVICR, siglas de Objeto Volante Identificado Como Ryota. Que se quedó pegado al cristal hasta que se pegó otro trastazo cuando cayó para atrás.

Bajo al lugar donde había "aterrizado" su compañero. Estaba inconsciente, con un bulto del tamaño de un salchichón en la frente. Tan sólo llevaba unos gayumbos color mostaza con rayas negras pintadas con rotulador. Y ese pelo "machoman" que tenía en el torso (antes imberbe, ahora pecho lobo) juraría que se parecía sospechosamente a la moqueta de la entrada.

—Yo Tarzán— dijo el base cuando recuperó la conciencia. Kaede se apiadó de él y lo llevó a la enfermería.

Al regresar a su habitación, se quedó sin habla.

El ambiente era muy íntimo. Tan solo la luz de innumerables velas de diversos tamaños y colores iluminaba tenuemente la estancia. Todo estaba recubierto de pétalos de rosa. Podía embriagarse con su fragancia si aspiraba fuerte.

Una pista musical saltó al momento.

"Si tu me dices ven. Lo dejó todo"

Hanamichi Sakuragi apareció en escena, vestido, impecablemente, de smoking. El pelo engominado y con raya en medio. Llevaba una rosa roja en la boca. Y una maraca en cada mano haciéndolas sonar al ritmo del bolero, al mismo tiempo que contorneaba sus caderas... pero Hanamichi Sakuragi no tenía ni puñetera idea de moverse al son de la música. Lo más parecido que hacía en esos momentos era el baile del Pollo Loco.

A Rukawa le daba igual, estaba emocionadísimo

El pelirrojo tiró las maracas. Cogió a Kaede, inclinándolo bajo su cuerpo. Escupió la rosa

—Y bien ¿que respondes zorrito?


Séptimo capítulo por: Astrea

N/A: pues no comment... XDD... nada que voy a decir... que me perdonéis semejante chorrada. Intentaba hacerlo gracioso pero esto es un "delirium tremens". Besos a todas!