Acotaciones
- Diálogos
" "Pensamientos
&&&&& Cambio de escena
Ii llegó con su madre a la cocina para excusar a su hermana –Está algo enferma, no quiere bajar a cenar- dijo. Su madre quiso subir a verla pero la hija mayor la convenció de que no era necesario, ella subiría la cena.
- ¿Qué dijo mamá?
- Está preocupada, creo que vendrá más tarde a verte.
- Gracias por tu ayuda… ¿A qué horas tienes que irte?
- Hoy no me iré… no puedo dejarte así.
- Hablas como él –dijo sin muchos ánimos y todavía con algunas lágrimas en los ojos al recordar todo lo que pasó y que ahora estaba perdido.
FLASHBACK
- Te ves cansada –le habló mientras cerraba la puerta del departamento y la conducía hasta la sala.
- Me duele la garganta… -entonces se acercó y puso su mano en la frente de a chica espantando algunos mechones de cabello y sintiendo la temperatura algo elevada de su piel.
- Tienes fiebre, te llevare con un médico.
- No es necesario, sólo necesito dormir un rato, ven… vamos. –así fueron los dos hasta la habitación principal y se recostaron abrazados, la chica pronto cayó en un profundo sueño que él vigiló por un par de horas mientras lejos de mejorar parecía ponerse un poco peor. Cando no pudo esperar más, fue por un paño frío y se lo colocó en la frente mientras llamaba a un médico, sin embargo antes de que encontrara el número telefónico ella abrió los ojos con lentitud apenas enfocándolo débil. - ¿Qué haces?
- Llamo a un médico.
- No… ven, no es necesario... –pero él pareció no escucharla, al contestar del otro lado de la línea un médico le dio indicaciones para bajarle la fiebre, después llamó a una farmacia para que llevaran las medicinas necesarias. – Haces mucho por mi.
- No es cierto. –ella sonrió mientras le tomaba la mano con debilidad.
- ¿A qué horas te vas? –preguntó refiriéndose al "viaje" que estaba próximo a hacer.
- Hoy no me iré… no puedo dejarte así. –acto seguido besó su mejilla y esperó con ella hasta que las medicinas hicieron efecto y pudo llevarla a su casa.
FIN DEL FLASHBACK
- Lo conozco, sé que está mintiendo, algo pasó que no me quiere decir… tal vez se va de Inglaterra…
- Habla con su familia –respondió su hermana suponiendo que alguien cercano al hombre podría aclararle las dudas a Lin.
- Sólo tiene a su padre y su medio hermano… pero viven en Japón y no les habla… no se llevan bien…
- ¿Entonces no conoces a su familia? –la otra negó con la cabeza- Quizás alguna amistad cercana.
- No tiene amigos.
- Lin –se arrodilló junto a la cama para acariciarle el cabello- ¿Crees que sea quien dice ser? No conoces a nadie que tenga trato con él
- Ii… es que nunca viste cómo estaba a mi lado… siempre entero… siempre dándome confianza y seguridad… siempre me amó…
FLASH BACK
Ese día en especial la niebla sobre las calles era densa y casi pesada, pero a las personas no les importaba en lo más mínimo. Sesshoumaru y Lin caminaron desde el parque, su usual punto de encuentro, hasta uno de sus lugares preferidos, "The Orange Cat", donde almorzaron en la mesa de siempre rodeados sólo de sus propias palabras y conversaciones. Al terminar abandonaron el sitio tranquilos y sabiendo que tendrían un poco más de tiempo dado que los padres de Lin irían a una cena con algunos amigos. Su segunda parada fue una tienda de mascotas que la chica insistía en visitar desde hacía un par de días, entraron y no le tomó mucho tiempo decidir qué era justo o que quería.
- Hurones –le dijo tomándolo del brazo y sonriendo alegre como si hubiese encontrado algo.
- ¿Qué tienen?
- Hay que llevarnos dos… para nosotros, serán nuestras mascotas.
- ¿Quieres una mascota?
- No, quiero que nosotros tengamos una mascota y qué mejor que dos hurones… ¿Te molesta? –formuló la pregunta como una niña esperando un regaño.
- Estarían en mi departamento… –inquirió- sólo si vas a atenderlos diario, no quiero hacerme cargo de ellos. –acto seguido la soltó y fue con el encargado del lugar para que le diera a los dos pequeños animales, mientras Lin lo miraba adivinando sus pensamientos, lo hacía para estar juntos cada día, para tener una excusa para verse y si el tiempo les daba permiso, amarse en más de una forma.
Llegaron al departamento con las dos criaturas en una jaula, puesto que su hábitat estaría listo en unos días más, y los dejaron en el suelo, ahora dormían apacibles como adivinando que tendrían un lugar más que próspero para vivir.
- Entonces tendré que venir a diario… -lo abrazó pasando las manos por sus hombros en un tierno movimiento para retirarle el abrigo.
- Sí – habló en un suave murmullo ya cerca de sus labios para al final sellarlos con un beso dulce y a la vez cargado de pasión que desató muchas cosas más.
FIN DEL FLASHBACK
- ¿Nunca notaste algo raro?
- No, todo con él era verdad… algunas veces contestaba su teléfono… conocí todo en su departamento, todas sus cosas…
- ¿Su departamento?
- Sí -rió con algo de melancolía- me llevó ahí casi desde que nos conocimos… la mayor parte del tiempo la pasamos ahí, leyendo, hablando o haciendo cualquier cosa…
- ¿Y nunca hubo algo raro?
- No… sólo… una vez, pero no creo que fuera nada importante…
FLASHBACK
Era algo temprano, casi el amanecer, aunque ellos no habían dormido mucho al igual que todas las noches que conseguían permanecer juntos, cuando terminaron su baño y él fue a su clóset para buscar una pijama. Lin se quedó en el baño y notó un ligero dolor de cabeza que amenazaba con acrecentarse. "Por aquí debe tener algunas píldoras… no creo que le moleste que vea algunos cajones…" –pensó. Luego abrió los que encontró a la mano donde sólo había algunas cosas como lociones, crema para afeitar y cosas sin importancia, cuando llegó sin mucho éxito hasta el nivel más bajo, le fue imposible abrir algo que tenía llave.
- Que extraño… un cajón cerrado… le preguntaré… -salió del baño envuelta en la delgada toalla aún y le pidió alguna pastilla simple que aliviara su dolor, Sesshoumaru entró donde ella había estado y salió un par de minutos después con lo que fue a buscar – Gracias –murmuró algo desconcertada pero sin darle mucha importancia al hecho, que bajo las circunstancias y como ella debía regresar por la mañana a su casa, no tenía mucho que ver, en ese momento sólo deseaba dormir un rato entre sus brazos.
FIN DEL FLASHBACK
En ese momento la mamá de Lin interrumpió la escena preguntando por la salud de su hija menor, a la cual vio cansada y con los ojos llorosos. – Es su garganta, pero la fiebre ya va cediendo –mintió su hermana. Al final se retiró sin sospechar la verdadera razón de la "enfermedad". Pero la interrupción fue suficiente para que ninguna de las dos pusiera atención al detalle que revelaba mucho más que cualquier otra cosa.
La chica entró al tocador de su habitación y escuchó sonar una pequeña alarma que según la experiencia le decía, era hora de tomar una pequeña píldora diaria. Buscó el medicamento y pronto lo encontró en el escondite de siempre, sacó el comprimido correspondiente y lo miró durante un par de minutos pensando en si valía la pena continuar tomándolo o ahora no le era de utilidad. Los ojos se le llenaron de lágrimas con rapidez al recordar los momentos en los que estuvo a su lado y los planes incidentales que hizo para su futuro juntos, hasta que en un arranque arrojó al inodoro la pastilla y la hizo desaparecer ya que no tenía sentido tomarla.
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Sesshoumaru entró en su departamento muy cansado y lleno de rencor y tristeza ahora que su vida estaba vacía, nunca se llegó a imaginar que alguien como él amara tanto, ella era todo lo que le daba fuerza cada día para continuar. En una esquina del estudio se topó con un pequeño hábitat de cristal con dos hurones algo crecidos que dormían apacibles luego de pasar el primer día sin que nadie los atendiera, el primer día que ella no estuvo ahí… pero no el último.
Continuó su camino hasta la habitación principal, sola y vacía en espera de que llegara alguien a llenarla de luz. Miró a su alrededor más de una vez buscando algo qué hacer o en qué distraerse pero no podía, no había nada más que la ausencia de ella en ese momento. Sin que lo esperara el sonido del teléfono interrumpió la calma que reinaba el lugar, por un momento dudó en contestar pero luego de unos timbrazos la esperanza de que fuera la mujer que amaba lo hizo atender pero la voz de otra mujer lo enfureció algo más de lo que ya estaba.
- ¿Qué quieres? Éste no es un buen momento.
- Porque rompiste con ella, pero estoy segura de que fue tu culpa.
- ¿Cómo lo sabes?
- Es fácil adivinarlo si se queda sola llorando en el parque donde se ven juntos ¿Qué le hiciste?
- Cállate y déjame en paz, si no tienes nada importante qué decirme mejor deja de meterte en lo que no te importa.
- Tú crees que no me importa pero a mi no me engañas, soy lo más cercano que tienes a una amiga y al ver cómo lloraba hoy la niña pues... ¿Le hablaste sobre nosotros?
- No tengo por qué hablarle de nada y que no se te ocurra hacerlo tú. –luego terminó con la comunicación, ya que ahora lo que menos necesitaba era lidiar de ninguna forma con aquella mujer que representaba todo por lo que ahora era infeliz.
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¿Cómo sobrevivir a aquello¿Cómo iniciar cada día separados? Ninguno lo sabía pero de alguna forma el mundo continuó girando y los dos se vieron obligados a enfrentarlo día a día, sin hablar con nadie, como él, o con algunos kilos menos, como ella, pero por alguna extraña razón vivían y hacían las cosas con la inmensa tristeza inamovible en su centro.
Lin tuvo algunos problemas con las tontas explicaciones que dio a su madre, a estas alturas ahora que ya no lo tenía a su lado no valía la pena decir todo lo que pasó.
Mientras, Sesshoumaru continuó su vida sin acercarse al parque cuando ella podía estar y sin salir de ahí cuando la sabía ausente, aunque nunca supo que ninguno de esos días la chica tuvo el valor de acudir, nunca supo que Lin se mantuvo alejada de cualquier cosa que se lo recordara.
Una tarde Kohaku paseaba con su mejor amiga por una plaza para distraerla algo, iban sólo juntos uno al lado del otro mirando aparadores y pensando en quizás entrar al cine, cuando la tarde tranquila se volvió tortuosa. Con una mirada al frente sus ojos chocaron con dos barreras doradas y frías, fijas en ella y ausentes de emociones. Su corazón dio un vuelco y sus sentidos se detuvieron junto con sus pasos. Kohaku lo notó y volteó para ver lo mismo que ella, un hombre de ojos extraños, como antes se lo dijo Lin, su primera suposición fue que era él, quien tan mal la había tenido por casi un mes desde que descubrió su engaño. La tomó de la mano con fuerza y luego la abrazó obstruyendo su camino.
- Vámonos.
- Quiero hablar con él –le dijo con voz temblorosa pero sin moverse.
- No te hagas más daño, déjalo ir.
- Pero nos encontramos… quiero habar con él –repitió mientras se zafaba para darse cuenta de que el hombre que amaba no le prestó atención y ya caminaba hacia otro lado. Lin pensó en llamarlo y hasta en ir detrás de él pero el dolor de sentirse despreciada la detuvo en seco.
- Ven… -susurró su amigo mientras la abrazaba de nuevo y caminaba para alejarse.
Sesshoumaru miró hacia atrás en forma casi disimulada y lo que vio, a la mujer que amaba y que tanto extrañaba a cada segundo, con otro hombre que la abrazaba, lo llenó de rabia y celos casi incontenibles. Con un gran uso de razón se dio cuenta de que no tenía el más mínimo derecho de estar así, pero la mirada retadora y casi agresiva de Kohaku lo hizo peder algo el control, o lo hubiera hecho de no ser por las personas que se cruzaban en su camino separándolos cada vez más.
- ¿Cómo supiste que era él? –preguntó Lin una vez estando solos en el auto del muchacho.
- Con tu mirada y las lágrimas en tus ojos… nunca antes te vi así…
- Creo que exagero… tal vez no… no sea para tanto…
- No digas cosas que no sientes, él siempre será parte de tu vida… él fue el primero con el que estuviste y siempre será así. Pero igual necesitas olvidarlo… sólo te hace daño, mírate… tú no eres la Lin que tengo frente a mi.
- No… ya no soy la que era… ya no tengo corazón… -su interlocutor quiso seguir con la plática pero la mirada y actitud algo esquivas lo detuvieron, pues a pesar de cualquier cosa que dijera o de lo mucho que deseaba ahorrarle todo ese sufrimiento, sabía que era imposible.
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Sesshoumaru regresó a su departamento con las mismas dudas en mente ¿Cómo podía encontrarla por casualidad¿Cómo te topabas con alguien conocido en Londres? Sólo un destino caprichoso era capaz de hacer esa casualidad tan tangible. Al dejarse caer en el sillón cerró los ojos y fue como si todo se repitiera una vez más, la mirada de Lin, la mano, el abrazo, el otro hombre que lo miró con claros ojos de amenaza. "Él la quiere…" –pensó con rabia y dolor al saber que después de todo él, un hombre solitario a quien no le importaba nadie, se tornó irreconocible con una chica de veinte años que además de todo no le pertenecía a ella sino a alguien más. Y todo a causa de su propia estupidez de dejarse llevar.
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Kagura caminaba por el parque rumbo a su trabajo cuando a lo lejos notó a la chica de los patines por primea vez desde aquella en que la notó llorando. "Él jamás le dirá la verdad…pero yo tampoco puedo… Sesshoumaru… eres un estúpido… hablaré con ella."–pensó.
CoNTiNuaRá...
Hello! Bueno un poco tardado pero aquí está jeje ojalá que les guste. Mil gracias por todo su apoyo me dan muhco ánimo.
Bueno, ps nos estamos viendo en el qe sigue, de nuevo gracias y si tienen un momento les pido un review, cualquier tipo de comentario es bueno jeje. Grax.
