Acotaciones

- Diálogos

" "Pensamientos

&&&&& Cambio de escena

( ) Bueno, hay un par de frases en japonés e inmediatamente su traducción.

Las horas pasaron inclementes para Lin, una tras otra sólo la dejaron caminar dando mil vueltas dentro del departamento esperando a que regresara, marcando al número de su celular, sonaba, pero nunca atendió ni cortó la llamada, como si quisiera hacer que se preocupara. También mandó varios mensajes de texto sin obtener ningún resultado. Para cuando se dio cuenta de la hora ya era bastante tarde, más de 90 minutos pasada la media noche y aún no había señales de él.

Rendida de caminar se sentó pesadamente muy cerca de la puerta de entrada, por si llegaba, sobre el suelo frío. Podía sentir los ojos hinchados y al nudo persistente en su garganta casi cortándole la respiración, igual que desde que lo vio partir, no tenía hambre, a pesar de no haber comido nada en todo el día.

FLASHBACK

- ¿Qué quieren desayunar? –preguntó Sesshoumaru en su oído todavía abrazados debajo de las sábanas y acariciando su vientre desnudo.

- Creo que hoy nosotros no desayunaremos –le dijo riendo- alguien me está provocando nauseas.

- ¿Te sientes mal?

- No… sólo es eso… estoy bien –lo besó en los labios con suavidad y sintiendo la sublime respuesta que él le dio.

FIN DEL FLASHBACK

Cómo era posible que tan solo unas horas antes fuesen tan felices y ahora su vida sólo mostrara los colores del mismo infierno que sentía en la piel. Y la razón de todo era su propia estupidez, la causa fue su reacción, ahora sin sentido, pero que en su momento no pudo evitar.

&&&&&

- Veo que este no fue el único lugar que visitaste esta noche –le dijo Sara a Sesshoumaru notando el aroma a alcohol que desprendía.

- ¿Te molesta? –preguntó acercándose demasiado a su rostro.

- No… el contrario… te ves más… sexy… pero nunca te vi tomar alcohol.

- Hoy es… un caso especial. ¿Nos vamos? –así los dos partieron, cada uno en su auto, hasta la dirección de ella, un lugar que él recordaba perfectamente. Sara se estacionó y luego fue al otro auto para indicarle dónde dejarlo pero al asomarse por la ventanilla del copiloto notó el celular que sonaba y lo tomó.

- ¿No piensas contestar?

- No –respondió con tono autoritario esperando a que se lo devolviera.

- Al parecer alguien quiere localizarte… -dejó de sonar y pudo ver el número de veces que lo habían intentado- alguien tiene mucha urgencia… demasiadas llamadas perdidas, mensajes de voz y de texto… todas de tu casa y los mensajes… de Lin…

- Deja eso –le dijo arrebatándoselo pro fin, normalmente lo hubiese hecho antes, pero al parecer el alcohol mermaba sus reacciones.

- Lin… en tu casa… nunca… conocí tu casa…

- ¿Voy a estacionar el auto, si o no?

-Sí… en la esquina –le señaló la dirección y partió hacia allá dejando a una mujer pensativa sobre la razón de la inesperada visita.

Subieron al departamento sin decir nada, esa siempre fue una barrera entre ellos, la falta de palabras e inclusive ideas para comunicarse. Entraron al sitio y Sesshoumaru la abrazó por la espalda para besar su cuello, al instante la mujer sintió su piel reaccionar a las caricias que le eran dadas, aunque todavía tenía la duda del por qué fue a verla.

La rodeó por la cintura entonces sintiendo la diferencia con Lin, como su cuerpo tenía otra forma y su piel ni se acercaba ser tan exquisita como la de la mujer que amaba, en ese momento no deseaba estar con nadie más, nada en su ser le pedía hacer el amor con otra mujer pero aún así estaba continuando. Podía verse a sí mismo arrinconándola en un sillón y tocando todas sus formas mientras su camisa era abierta, pero aún así, no lo deseaba en lo más mínimo, no quería intimidad, no quería lastimar a Lin. Entonces cuando buscó la verdadera razón por la que continuaba se topó con el dolor, ese que sintió en el momento en el que se creyó engañado, estar con otra mujer era su forma de intentar mitigar el profundo abismo en su interior "demostrándose" a sí mismo que no la amaba tanto como para darle mucha importancia, una gran mentira que no estaba ni próximo a creer.

- Espera –una voz lo sacó de su trance - ¿Por qué no vas por algo de vino –le dijo la mujer sentándose- está en el sitio de siempre –Sesshoumaru la miró un instante y decidió que si tenía un poco menos de conciencia las cosas serían más fáciles.

Sara vigiló que estuviera en la cocina y se acercó a la mesa de centro donde él abandonó el celular al entrar y guiada por la curiosidad leyó los mensajes de texto.

"Jamás… pase lo que pase"

"No hay nada que sea capaz de alejarme de ti"

"Sabes que no podría vivir si no"

"También te amo Lin… más que a nada"

Leyó algunos con frases sueltas que a ella no le significaban mucho pero que Sesshoumaru seguramente hubiese recordado en sus propios labios para con Lin.

"Ahora debes odiarme, pero las cosas no son lo que parecen… sólo quiero saber que estás bien. Te amo" –leyó pensando en quién sería aquella mujer completamente enamorada de él, mucho más de lo que ella nunca lo estuvo.

Al escuchar que él regresaba dejó el celular en donde estaba y posó los ojos en el hombre de los ojos dorados. Tomó la copa servida con vino blanco y le dio apenas un sorbo antes de dejarla a un lado y preguntarse si debía aprovechar la oportunidad de estar una noche con aquel hombre que siempre logró exaltar sus sentidos con una sola mirada. Casi al instante él terminó su copa y de nuevo se acercó a la mujer.

&&&&&

Una vuelta más alrededor de la me mesa del comedor, más pasos incontables y sin sentido que sólo llenaban la habitación de angustia, en algunos minutos empezaría a clarear el cielo y la angustia en su corazón crecía a cada segundo esperando por saber algo de Sesshoumaru, aunque ahora la odiara, necesitaba saber que estaba bien. De repente, sonó el teléfono y fue a contestar tan rápido como pudo, esperanzada a que fuera él.

- ¿Sessh?

- Lin… soy yo…

- Ah… Ii… ¿sucede algo?

- ¿Estás bien? Me llamó Kohaku preocupado pero no me dijo nada.

- Sí… es… estoy bien… -un sonido detrás de la puerta la distrajo "¿Será él?..."

- ¿Lin?

- Te llamo luego –colgó al confirmar sus sospechas cuando la puerta comenzó a abrirse y le dejó ver la figura desaliñada del hombre que esperaba, deseaba arrojarse a sus brazos, sentirlo cerca, decirle cuánto lo amaba y lo mucho que se preocupó pero en ese instante todos sus sentidos se paralizaron sin dejarla moverse. –Seshh…

Pero él no respondió más que con una mirada expresiva, tanto como nunca la vio nadie, como quizás nunca la tuvo, llena de dolor. Con pasos lentos se acercó a ella sin quitarle los ojos de encima y al estar ya a muy poca distancia, la suficiente para dejarla percibir el aroma del alcohol y otro más dulce pero que no le pertenecía, habló sin saber qué decir.

- ¿Por qué?

- Iie… (No…) -negó con la cabeza.- ai shiteru (te amo)… te amo muchísimo… no es lo que piensas…

- ¡Se besaron! –alzó la voz- Te vi besarlo. Por Kami (Dios)… ¿Qué… por qué¡Maldición!

- No… tienes que creerme… te amo… no fue así, él y yo solo somos amigos… es que él… y no… -hablaba con dificultad, tenía miedo, de que no le creyera, de que sus palabras no alcanzaran para hacerle entender que lo que vio no fe más que producto de sus propios sentidos jugándole una mala pasada.

FLASHBACK

- Kohaku… ya dime ¿Qué pasa? –preguntó luego de que su amigo evitara la verdadera razón del encuentro.

- No puedo… no puedo decírtelo – habló en un susurró y acto seguido la tomó por los antebrazos y juntó sus labios, ella intentó hacer algo pero su mente no comprendió bien qué sucedía.

Quería mucho a ese muchacho, pero lo veía como su hermano y lo que ahora hacía era demasiado inesperado, su cuerpo no respondió y la mente le quedó con nada más que preguntas para explicarle lo que estaba pasando. Así, no se dio cuenta de cuánto tiempo estuvo con los labios de su amigo posados en los de ella, no supo que fue quizás demasiado para un simple atrevimiento, pero su mente estaba llena de preguntas y no en ese lugar, no sintiendo la proximidad del joven que sólo intentaba decir sin palabras lo que sentía por ella. Al fin, se separó él mismo y sin decir nada se dio la media vuelta para marcharse ¿Cómo? No era posible que sólo hiciera eso y no dijera nada más, eso no era suficiente para hacerla entender lo que pasaba. Así, sin pensarlo lo tomó de un hombro para detenerlo, para tener su explicación y comprender aquello, pero lo que hizo el otro fue abrazarla. Un acto que ella correspondió abiertamente, ahora podía sentir el sufrimiento de su amigo y lo quería demasiado para verlo así, al instante se le llenaron los ojos de lágrimas.

- Perdóname, perdón por quererte así, por enamorarme de ti y decírtelo hasta ahora… pero te vas… estás con él y van a tener un hijo… te perdí… te perdí para siempre y no puedo aceptarlo… siempre tuve esperanzas, perdóname por no decirlo antes, cuando no lo amabas… discúlpame por todo, por causarte todo esto… no quiero que sufras, siempre me tendrás aquí, siempre seré tu mejor amigo, pase lo que pase. –habló rápido y en un suspiro al oído de Lin y luego se separó dando un par de pasos hacia atrás sin dejar de mirarla hasta que fue interrumpido por la furia de Sesshoumaru.

FIN DEL FLASHBACK

Terminó de explicarle la situación y se dio cuenta de que ni ella misma podía creer del todo esa explicación extraña pero que para su suerte, era cierta. Sesshoumaru la miró a los ojos y los notó llenos de lágrimas, eran sinceros, pero lo que le vio iba más allá de ello. Con esa idea en la mente se giró para comenzar a avanzar a su habitación. Entró por el umbral sin sentir a Lin detrás de él y se quitó la ropa con rapidez sólo dejándola tendida sobre la cama, entró a la ducha cerrando la puerta tras de sí. Entonces la chica fue, sabiendo que no lo vería en ese momento, y se acercó para llevar a lavar la ropa, tomó las prendas y no pudo evitar aspirar el aroma en la camisa; alcohol, lo que más notaba, el aroma de él y algo más, algo que no sabía cómo definir pero era dulce aunque algo desagradable. Despegó la tela de su rostro y la miró fijamente por un par de segundos antes de darse cuenta de una mancha rosa en el cuello.

- Lápiz labial… no… -lo miró más detenidamente y lo rozó con los dedos para confirmar sus sospechas. - ¿Qué hiciste¿Dónde estabas?... ¿Tan enojado estás? –rompió en llanto una vez más mordiéndose el labio inferior hasta casi arrancar sangre de él.

Ya sin fuerzas se sentó en la cama para sostener su rostro entre las manos y continuar derramando lágrimas por largos minutos hasta que él salió del baño cubriéndose sólo con una toalla de la cintura para abajo. En ese momento Lin alzó la mirada con el rostro mojado y pensó un par de veces antes de preguntar lo inevitable.

- ¿Estuviste… con otra mujer? – Sesshoumaru guardó silencio y notó entre sus manos la camisa.

- ¿Te importaría? -le habló indiferente, como antes lo vio hacerlo a cualquier persona pero no a ella.

- Hai (Sí) –asintió repetidas veces intentando librarse del nudo en la garganta- Un beso… Kohaku me tomó por sorpresa y me besó… y tú fuiste… con otra mujer… - él no dijo nada, sólo tomó la ropa y la llevó a la lavadora –Mírame a los ojos –le dijo tomándolo por el hombro a medio pasillo. – y dime… si crees que te traicionaría, dime… si crees que puedo engañarte con alguien, si no crees que te amo… dime que no me quieres volver a ver y prometo nunca más molestarte.

Sesshoumaru esperó un momento, sabía que si hacía eso entonces no dudaría en abrazarla y olvidarlo todo, porque la amaba, por encima de cualquier cosa. Al fin, pudo posar los ojos dorados en los castaños de ella y ahí le cayó la realidad encima, se dio cuenta de que aquella criatura incapaz de herir a nadie estaba triste, como nunca antes, que a pesar de creerlo con alguien más estaba ahí a su lado esperando por una respuesta. Se sitió miserable, demasiado, por haber desconfiado, se marchó sin siquiera dejarla decir algo, sin darle la oportunidad de defenderse. Un año, todos los momentos pasaron por su mente como un relámpago, incluyendo el dejar a su familia por él, todo por estar a su lado.

Como sólo siguiendo su instinto puso la mano derecha sobre el vientre de Lin y recargó su frente en el hombro de la chica, devolviéndole así algo de la paz perdida, pero todavía quedaba algo por resolver, saber si ella también sería capaz de perdonar el color rosa claro de la tela.

- No debí marcharme así –habló al fin abrazándola con fuerza.

- Me preocupé tanto… ¿Todo estará bien? –preguntó todavía con incertidumbre.

- Sí Lin… pase lo que pase. –besó su cabello tranquilo cerrando la promesa de estar juntos siempre, por encima de cualquier problema. Entonces ella se separó un poco y comenzó a recorrer su cuerpo con la mirada y con las manos como buscando algo.

- ¿Qué haces?

- Quiero saber… si tienes marcas de ella… si… -su voz se cortó de nuevo- estabas tan enojado…

- Lin –la miró a los ojos y la obligó a hacer lo mismo.

FLASHBACK

Casi al instante él terminó su copa y de nuevo se acercó a la mujer para besar sus labios e inmiscuirse entre ellos, un sillón mullido los recibió recostados, a él con la espalda y la mujer sobre su cuerpo. Continuaron con un juego de besos que Sesshoumaru desconoció por completo, ya sólo recordaba y deseaba los de Lin, pero aún así quería probarse a sí mismo que todo estaba bien y continuó.

Sara inmiscuyó las manos entre su camisa fajada y la sacó del pantalón, después, desabotonó la camisa por completo dejándose paso libre para besar la piel del cuello y el pecho desnudos. Un roce de tantos fue apenas remotamente similar a la forma en que la joven ausente lo hacía y de inmediato un suspiro anhelante escapó de los labios de él.

- Lin… -Sara se detuvo en seco sólo para mirarlo a los ojos, intentó recriminarle, pero cómo hacerlo si ella misma se prestó al juego de estar a sus pies a pesar de que nunca sintió nada por ella. Con esa idea en mente se acercó de nuevo a los labios masculinos para pasar por alto el incidente y continuar con lo que sus instintos demandaban.

Las manos de Sesshoumaru estaban posadas sobre las caderas de ella, hasta que en ese lapso de silencio y quietud supo que no lo haría, no había nada que lo hiciera hacer eso, no ahora que conocía a la perfección el hacer el amor entregándose en cuerpo y espíritu y no sólo tener sexo con alguien por placer. Así sin mucha delicadeza la separó tomándola por los hombros.

- No debí venir.

- No –afirmó la otra sin atreverse a mirarlo- y no vuelvas más.

Se puso de pie y la dedicó una última mirada casi con lástima antes de salir del departamento y emprender un nuevo camino sin rumbo y a no muy baja velocidad, cuyo destino fue el sitio en el que conoció a Lin tiempo atrás, un punto donde se acercó sobre sus patines a pedir un donativo fue el sitio donde se quedó de pie por más tiempo del que muchos resistirían, a pesar de su creciente malestar.

FIN DEL FLASHBACK

- ¿Puedes creerme? –preguntó al finalizar su historia, que no resultaba nada más creíble que la de Lin, al contrario era algo bastante bizarro, aunque igual verdadero. Ella continuó sosteniendo la mirada ámbar por un par de segundos antes de asentir y derramar un par de lágrimas, probablemente esta vez de alivio.

- Te amo

- También te amo… -sin darse cuenta juntaron sus labios en una caricia delicada que los dos temieron no volver a tener, él la tomó por la cintura atrayéndola a su cuerpo y ella rodeó su cuello con ambos brazos.

Pronto profundizaron la caricia saboreando por completo la calidez del otro, su textura, su forma de besar. Unos pasos se dieron entre ambos que los llevaron en dirección a la habitación, la puerta abierta les permitió entrar sin problemas y aproximarse más a la cama. Lin comenzó a sentir su piel erizarse al contacto de las manos y los labios de Sesshoumaru sobre su cuello, un creciente hormigueo en la boca del estómago le arrancó un suspiro que él disfrutó con la certeza de que despertaba más de una pasión en la tranquila y bella joven que amaba.

Pensó lo siguiente, cómo deseaba quitarle la estorbosa blusa y sentir la piel desnuda bajo sus manos pero algo se lo impidió, hacía horas un malestar creciente lo agobiaba, pero ahora demasiado para poder soportarlo, parecía que sus músculos fuesen de goma y la cabeza le daba mil vueltas, quiso ignorarlo como antes, pero no pudo. Hasta que al fin se detuvo para hablar contra el aliento de Lin.

- Espera… por favor… sólo un momento –le dio un beso rápido y la dejó de pie al borde de la cama para ir a donde guardaba todos los frascos con píldoras que hacía buen rato no tomaba.

Sacó una llave de un cajón y la utilizó para abrir otro y de ahí obtener una fila de pastillas de más de un color y tomarlas todas juntas. Estaba conciente de que el efecto no era inmediato, y menos luego de todo el alcohol que todavía circulaba por su sangre, pero esperó de cualquier forma no entrar en una de las crisis que hacía tiempo terminaron. Regresó con Lin y la abrazó primero para susurrar en su oído.

- Arigatou (Gracias)… - comenzó a besarla de nuevo y a sostenerla contra su cuerpo en un intento por retomar las cosas.

- Mate...(Espera) –lo separó para mirarlo a los ojos mientras recuperaba el aliento.- ¿Qué pasa?

- Nada

- Algo pasa… ¿Estás bien? –inquirió preocupada al notar su piel fría y su actitud extraña.

-Hai (Sí)

- Iie (No)… -negó con a cabeza- Tu forma de besar… tu piel está fría… ¿Estás bien? –preguntó de nuevo con su ritmo cardiaco en aumento, producto del nerviosismo que comenzaba a embargarla.

- Estoy bien –afirmó una vez más cerrando los ojos y recargando su frente en el suave cabello de la chica.

- Te conozco… no estás bien, voy a llamar a Kagura –intentó separarse pero al darse la vuelta un mareo la detuvo en seco para sentarse en el borde de la cama.

- ¿Te sientes bien?

- Estoy algo… mareada… -le dijo con los ojos cerrados.

- Recuéstate –le dijo y ella obedeció- Tampoco dormiste nada... tal vez es por eso.

- No pasa nada, creo que es normal, ven –lo haló con suavidad para que se recostara a su lado, luego se acomodó contra su pecho todavía desnudo y plantó varios besos cortos.- ¿Podemos dormir ahora?

Como respuesta obtuvo un beso en la frente y un cálido abrazo que la sumió en un profundo sueño del que despertaría varias horas después para entrar en algo más.

- Sessh… -besó sus labios para despertarlo pero no sintió nada más que su piel algo fría y sin respuesta. – Sesshoumaru –lo llamó de nuevo sentándose a su lado.- Despierta… -algo de su delicadeza se estaba perdiendo al notar como no respondía a sus palabras- Sessh… despierta… por favor… me estás asustado…

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- Es un necio, se lo he dicho mil veces… voy para allá. –dijo la mujer de los ojos rojos antes de terminar la llamada e indicarle a la recepcionista del piso la dirección cercana a la cuál mandar una ambulancia, ella se adelantaría.

CoNTiNuaRá...

Hello! Primero quiero darles las gracias jeje de verdad me anima mucho todo lo que dicen :D :D... ahora sí... jeje cómo quedó? bueno... espero hacer explicado lo del beso... y no haberme pasado con el final... bueno... jeje se aceptan golpes... creo que me gané alguno... bueno, espero que les haya gustado y me hace feliz saber que no soy la única a la que no le cae Sara jajaja... bueno ps ya me voy, se cuidan todas mucho y si tienen tiempo le spido un comentario. nos estamos viendo. Byes.