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&&&&& Cambio de escena

( ) Bueno, hay un par de frases en japonés e inmediatamente su traducción.

Lin abrió los ojos y sintió la calidez del ambiente de inmediato, la luz la cegó sólo unos segundos en lo que se acostumbraba, sintió el aroma de un cuerpo junto al suyo y sonrió, al verlo una pequeña criatura descansaba en un sueño tranquilo. Su edad era muy corta, menos de medio año, y algunos cabellos casi blancos adornaban su cabecita iguales a los de su padre. Con una suave caricia se despidió de ella sin despertarla y acomodó algunas almohadas a su alrededor para protegerla.

Suspiró profundo y salió de la habitación sin cerrar la puerta, después de todo sólo las dos estaban en la casa y nada podría importunarle el sueño. Bajó las escaleras hasta la planta baja y salió al jardín frontal, verde y lleno de vida. Afuera sólo había algunas personas paseando como todos los días, niños, mujeres, familias que vivían en casas cercanas a la de ella, que como ella en un principio buscaron un sitio apacible para formar un hogar en los suburbios de una ciudad japonesa. Por desgracia ahora ella estaba sola con su pequeña.

Negó con la cabeza y fue a la cocina, quizás podría comer algo ahora que se sentía hambrienta, abrió el refrigerador y lo observó todo, no deseaba nada. Volteó hacia la mesa del comedor y en el centro había un tulipán en un florero, la visión la hizo sonreír al recordar cuándo comenzaron a gustarle ese tipo de flores.

FLASH BACK

Lin vestía un vestido blanco de tirantes, algo ajustado para lucir los meses de embarazo que tenía y con una falda amplia propia de la ocasión. Su cabello estaba recogido para dejar ver su piel y las joyas que llevaba, las mismas que Sesshoumaru le dio el día de su compromiso, él mismo le ofreció lo que fuera pero esas piezas en especial guardaban magia y buena suerte para Lin.

Al fin se dio cuenta de que Sesshoumaru la tomó de la mano para besarla, la ceremonia estaba terminando y ya eran un matrimonio, sus destinos estaban unidos más fuerte que antes. Juntaron sus labios en un beso tierno y lleno de cariño, de amor y de pasión, al instante ambas familias, los únicos asistentes además de Kagura, aplaudieron.

Minutos después estaban todos sentados en una mesa grande, en el mismo jardín privado donde se realizó la ceremonia, los recién casados seguían sin soltar sus manos y en esos momentos todo era perfecto dentro del ambiente festivo que celebraban. Parte de la decoración eran muchos tulipanes de colores por todas pares dándole más vida al sitio de la que ya tenía.

La joven sintió algo en su vientre y apretó el agarre que la sostenía, él la miró y entendió su gesto para apartarse de la reunión. Unos pasos fueron suficientes para que los demás no escucharan su conversación.

- ¿Qué sucede? –ella puso las varoniles manos sobre su vientre- ¿Todo está bien?

- Sentí algo…

- Voy por Kagura –le respondió alarmado.

- No, espera… estamos bien… siéntelo… se mueve, es la primera vez. –Sesshoumaru se concentró en su mujer y unos segundos bastaron para saber que era cierto, el pequeño ser se movía dentro. Todavía era muy chico y la sensación débil pero pudo percibirlo y unos deseos inmensurables de abrazarlos a ambos lo invadieron.

Desde lejos los vieron y las pláticas pararon para dar paso a miradas fijas y tranquilas que en esos momentos no recordaron la sombra de desdicha que los acosaba.

- ¿Siempre vamos a estar juntos?

- Sí Lin, siempre… pase lo que pase… -la besó de nuevo en los labios antes de regresar con los demás.

FIN DEL FLASH BACK

Sus dedos acariciaron los pétalos de la flor y sus labios sonrieron, pero no estaba contenta, no era feliz. Así encontró que no tenía nada que hacer ahí y regresó a la habitación principal donde la pequeña criatura continuaba dormida justo como la dejó. Ese sueño no dejaba ver los ojos de la bebé pero ella los conocía, siempre que la miraban, Sesshoumaru lo hacía.

De repente los pequeños ojos se abrieron y una vocecita se escuchó balbuceando cosas que Lin parecía entender a la perfección, como si la llamara, como si también lo llamara a él. Sonriendo la tomó en brazos para arrullarla, aún era pequeña, quizás por su algo adelantado nacimiento, pero igual estaba sana y fuerte a pesar de que le faltaba la presencia de alguien y desde entonces lloraba más.

El sonido de un auto la hizo voltear a la ventana pero lejos de fijarse en el exterior se topó con una fotografía, la única de los tres juntos. Fue tomada en el hospital cuando la bebé salió de la incubadora y él estaba con ellas, aunque lucía diferente, su cabello era corto y algunos kilos menos se notaban, pero igual los ojos dorados y la expresión ecuánime nunca cambiaron. Esa imagen la llevó a un par de días después de estar casados, cuando tuvieron que decirse adiós.

FLASH BACK

- Te amo… -susurró Lin abrazada a su cuello en el aeropuerto, luego de escuchar la tercera y última llamada para el vuelo que debía abordar.

- Te llamaré cuando llegue. Te amo, cuídate mucho y cuídalo también… los amo a ambos – puso su mano sobre el vientre crecido de su joven esposa y la besó en los labios con desesperación.

- También cuídate y cuando regreses nos iremos a Japón y seremos felices, los tres…

- Te amo –le dijo de nuevo antes de al fin separarse. Lin retrocedió unos pasos para dejarlo ir y lo vio abordar con la mirada fija sobre ella, poco a poco lo perdió en el andén y se sintió más triste y preocupada que antes, ahora ya no lo vería por lo menos en dos meses, según dijo Kagura, aunque era una petición de Sesshoumaru que no le permitiría ver el estado seguramente deplorable que tendría en ese tiempo del tratamiento.

Ella no lo supo pero esa misma noche el padre de su esposo llegó a la clínica también para darle una nueva esperanza a su hijo, por fortuna las pruebas fueron alentadoras y el transplante era posible, el primer paso para terminar por completo con la enfermedad que le agotaba la vida.

En esos días Lin regresó a casa de sus padres para estar cuidada y tratar de no sentir tanto el vacío de él, sin embargo al parecer no era suficiente. Sus días pasaban lentos como si fueran eternos, se negó más de una vez a buscar cosas para el bebé pues quería hacerlo con Sesshoumaru, apenas comía lo suficiente y su mirada estaba apagada excepto cuando recibía una esporádica llamada hecha cada día que su esposo fue capaz de ocultar el cansancio en la voz.

- No sé que sería de ella… si algo le pasa a ese hombre nuestra hija moriría de tristeza… -dijo un día su madre cuidando de que la joven no la escuchara.

FIN DEL FLASH BACK

El sonido del llanto la sacó de sus pensamientos, miró a su hija y luego el reloj, seguramente tenía hambre. Bajó con la niña en brazos a la cocina y la dejó en un porta bebé mientras preparaba la fórmula ya que ella muy pocas veces podía alimentarla, según el médico era por la rápida pérdida de peso que tenía.

Momentos después la cargó de nuevo y le ofreció la leche preparada, naturalmente la pequeña comenzó a comer acallando su propio llanto. Lin así regresó a la planta alta, a la habitación que en un principio sería la de su niña, ahí encontró una mecedora de estilo moderno donde se sentó a arrullarla y a seguir con los recuerdos que la perseguían sin cesar.

FLASH BACK

Estaba sentada en una sala de espera al lado de su hermana, tenía ahí más de 10 minutos ansiosa por ver al hombre que amaba aunque Sesshoumaru insistió en que no lo visitara pero no pudo persuadirla.

Al fin una enfermera le dijo que podía pasar, su hermana sonrió y le dio a entender con la mirada que fuera, ella la esperaría lo necesario. La joven se puso de pie ostentando ya un embarazo de casi siete meses y salió a los jardines, amplios corredores de pastos, árboles y flores bien cuidados que se conectaban por puertas de barrotes delgados, ella tuvo que cruzar dos antes de que la enfermera se despidiera y pudiese verlo.

Ese momento lo recordaría para siempre como uno de los más difíciles, lo vio antes en algunos momentos malos pero no esperaba un cambio tan radical. Lo más obvio era su cabello muy corto y su piel más blanca de normal, además del peso más bajo y semblante de cansancio. Se acercó con pasos lentos y sin quitar la sonrisa que acompañaba su expresión melancólica, cuando al fin lo tuvo muy cerca se besaron con ternura apenas rozando sus labios varias veces y sin evitar algunas lágrimas de por medio que Sesshoumaru secó con los pulgares.

- Estás hermosa… como siempre… -la abrazó sin dejarla responder por varios minutos en los que se negó a soltarla.

- ¿Te encuentras bien?...

- Sí, todo está bien… está terminando Lin… por fin.

- Ai shiteru (Te amo)… -luego se abrazaron con fuerza y se besaron nuevamente, como lo harían tantas otras veces durante esa única ocasión que se vieron en tres meses.

- ¿Estuvo todo bien durante el viaje?

- Me hiciste venir en un jet privado… ¿Cómo no iba a estar bien? – rió alegre empezando una conversación más relajada.

FIN DEL FLASH BACK

Al fin la pequeña se quedó dormida, Lin la miró y sonrió tranquila, con delicadeza se levantó de la mecedora y avanzó hasta su recámara para recostarla de nuevo mientras los colores del atardecer se colaban entre las cortinas. Sus pasos la llevaron hasta un boleto de avión sobre el tocador, la fecha estaba a unos días y el hecho de mirarlo la trastornaba demasiado.

Compró el pasaje con la idea de regresar con su familia, Japón desde el primer momento en que lo vio fue todo lo que soñaba, lo que su madre le contó y mucho más pero estar ahí le era doloroso ya que la única persona con la que hablaba además de su hija era Jaken.

Un par de lágrimas se deslizaron sobre su rostro al recordar la ausencia que la asediaba, aún tenía en la mente la imagen de la última vez que lo vio, la última vez que lo escuchó decir su nombre y que por desgracia no fue para decirle que la amaba, igual que ella no lo dijo.

El llanto leve de su hija la sacó de los recuerdos y voces que reverberaban por milésima vez en su interior, caminó hasta la pequeña y se recostó a su lado para hablarle al oído como lo hacía desde la primera vez que la tuvo en brazos.

FLASH BACK

- ¿Te gusta? –preguntó Sesshoumaru al verla sonreír y observar la casa, la primera que Jaken les mostró en Japón.

- Me encanta… quiero que nos quedemos aquí.

- Pero aún faltan más lugares.

- Éste es el indicado… puedo sentirlo… aquí vamos a ser felices los tres, a estar juntos siempre… -entonces lo abrazó con fuerza e intención de besar sus labios pero un dolor algo fuerte en la espalda la detuvo.

- ¿Estás bien?

- Sí… -lo tomó con fuerza de ambas manos para detenerse de ellas.- Ya… está pasando… -lentamente lo soltó y respiró más calmada cuando terminó la molestia.

- Será mejor que vayamos con el médico.

- No es necesario, supongo que es normal… -lo besó en los labios y continuó recorriendo la casa, en cada rincón podía ver que ese era el sitio indicado para ellos. - ¿Cuándo nos mudamos?

- Cuando quieras –le respondió desde otra habitación esperando que le dijera que ese mismo día pero esperó unos segundos y al no obtener respuesta la buscó viéndola recargada en una pared con los ojos cerrados, sin dudarlo la tomó en brazos dejándola asirse a su cuello con fuerza. – Todo estará bien.

Subieron al auto y emprendieron un camino más o menos corto hasta el hospital más cercano, no era el mejor pero sí el que les convenía más dado que ahora ambos estaban temerosos de lo que ese dolor por periodos significaba.

Entraron por la sala de urgencias aunque en ese momento no se sentía mal en lo absoluto, pronto un médico los atendió con una mirada seria y hasta preocupada. Hizo algunas pruebas y vio cómo sentía un nuevo dolor, o más bien contracción la joven mujer con escasos 7 meses de embarazo.

Pronto la pasaron a una habitación especial llena de aparatos para ella y en especial para la bebé, el lugar estaba lleno de médicos y enfermeras que le negaron la entrada a Sesshoumaru.

Lo que pasó en las siguientes horas Lin no lo recordaría y a él nunca le dieron detalles del grave peligro que pasaron su esposa y su hija, la primera con una grave pérdida de sangre que la llevó al borde de la muerte y la segunda con todas las dificultades propias de su pequeño cuerpo todavía sin un desarrollo completo.

Caminó ansioso por el pasillo guiado por una enfermera, fueron varios pasos eternos lo que lo llevaron hasta una incubadora donde yacía una niña de piel pálida y con muchos aparatos conectados, en ese momento sintió como si su espíritu lo abandonara, ahora tenía dos mujercitas que amaba profundamente y estaba cerca de perderlas a ambas en un momento.

- ¿Cuándo se pondrán bien? –preguntó con el semblante frío de siempre dando la impresión errónea de poco interés.

- Los primeros dos días son de suma importancia para la bebé pero de su esposa… será mejor que le pregunte al médico que la atendió.

- Quiero llevarlas a la ciudad, que las trasladen de inmediato, no importa el precio.

- Lo siento, pero ahora ninguna de las dos puede moverse, sería demasiado riesgoso.

Después de eso Sesshoumaru no volvió a pronunciar palabra, ni para con los doctores, ni para Lin, algo dentro de su ser le impedía hablar, probablemente el miedo de perderlas, de que todo lo que tenía sentido para él se terminara.

Por fortuna fueron sólo necesarias 24 horas para que la joven mujer recuperara la conciencia y lo hiciera entrar algo en razón con su incomprensible optimismo, la falsa impresión de seguridad y esperanza que ella le dio fue su fuerza para subsistir los días que la pequeña pasó sin saber si viviría o no, hasta que al fin y todavía débil fue entregada a los brazos de su madre.

- Tenemos que darle un nombre… dijiste que lo haríamos cuando pudiéramos tenerla con nosotros.

- Aún no puede salir del hospital.

- Lo sé… pero está con nosotros… tenemos que llamarla para que nos conozca y sepa que todo estará bien si ella está con nosotros.

- ¿Y si no está con nosotros?

- ¿Vamos a estar juntos nosotros dos?

- Sí…

- Entonces ella también…

- Te amo…

- También te amo…

FIN DEL FLASH BACK

Por fin la niña se durmió y Lin sonrió complacida, el cielo al fin estaba oscuro y prometía quizás unas horas de sueño apacible y sin recuerdos, además de un día menos en esa horrible soledad sin él. Dio un beso a su hija y decidió bajar de nuevo a la cocina para tomar algo, igual no deseaba hacerlo pero sentía la obligación de cuidarse por el pequeño ser que tenía a su lado.

Llegó a la planta baja en penumbras y sin intenciones de encender la luz, puso un pie delante de otro y de repente las fuerzas la abandonaron haciéndola caer de rodillas, el viento sonó sobre los árboles y las ventanas como eterno cómplice del dolor y las lágrimas que le llenaban los ojos al fin haciendo mil pedazos los restos de su alma sin saber que un par de ojos la observaban.

Sollozó en silencio un par de veces mientras se levantaba con pesadez y cansancio, su cuerpo ya no existía realmente, no sin él a su lado. El llanto era cada vez más perceptible y desgarrador a lo largo de la sala que cruzaba hasta que al fin el extraño se hizo notar con el sonido de sus pasos.

Aunque cubierto por la luz inexistente ella fue capaz de reconocerlo, su presencia, su energía, sus ojos que resaltaban por sobre todo, era él y estaba ahí a su lado mirándola quieto e inexpresivo.

- Sesshoumaru… -murmuró mientras cada músculo se tensaba y sus pulmones se negaban a dejar escapar el aire contenido.

CoNTiNuaRá...

Hello! Cómo están? Primero una disculpa por el tiempo y lo corto y que no es el final... jeje es la primera mitad del final... sé que no es excusa pero entre algo de falta de inspiración y q me prohibieron la compu... jeje...ya saben los médicos y sus indicaciones jajaja... lo bueno q ya casiestoy como si nada (y ya veo bien:D).

En fin... una gran disculpa por todo eso. Espero que esté bien el capi jeje algo hacia atrás pero bueno... jajaja ojalá igual les guste y ahora sí el próximo es el fin asegurado. Mil gracias por todo su apoyo, me hacen muy feliz... y si tienen un segundo les pido un comentario porfis para saber si est+a bien ésto jeje.

Gracias. Byes.