C1 Tulipán Jaspeado

Luz observó el terreno escolar desde la elegante reja de la entrada.

Era gigante, nunca en su vida había visto algo similar.

Cuatro edificios, cada uno más grande que el anterior, de colores sobrios y ostentosa arquitectura victoriana se dejaban ver a unas decenas de metros de ella, más allá, se veían largos campos verdes con árboles más viejos que los edificios, unas cuantas canchas deportivas, y a lo lejos, un impresionante invernadero junto a una huerta.

Luz tragó el nudo en su garganta.

Decir que estaba nerviosa sería simple.

Ella diría que estaba a punto de explotar.

¿Y quién no lo estaría?

Su vida había cambiado por completo prácticamente de la noche a la mañana.

Una nueva escuela, una privada, con elegantes y costosos uniformes, pocos alumnos para mucho espacio, con infraestructura impresionante, aulas más grandes que su antigua casa, jardines con flores exóticas y…

Una iglesia…

Una ENORME iglesia que no entendía cómo no había notado apenas entrar.

La arquitectura era similar a la del resto de los edificios y se destacaba por el cristal coloreado que adornaba las ventanas dispuestas en escenas bíblicas, a pocos metros de su entrada, había una estatua de latón de un hombre con ropas elegantes portando un bastón.

Luz leyó el letrero de brillante latón dorado sobre el enrejado.

"Instituto católico Jacob Blight."

Debajo, en letras más pequeñas, se anunciaba que el instituto había sido inaugurado en el año 1945.

Luz estaba entrando en el clásico instituto privado de gente rica del que se hablaba en libros y películas.

Y no tenía idea de que tenía que hacer.

Este lugar era todo lo contrario a cualquier cosa que estuviera acostumbrada.

¿Qué se hace en las escuelas de ricos?

¿Habría establos?

¡Uh! ¡Seguro que había un Starbucks en lugar de una cafetería!

¡Las obras de teatro seguro serían producciones dignas de Ho-!

¿Lista Bichita? ─ Preguntó su hermana sacándola de sus pensamientos con una palmada en la cabeza.

─ Ah, sí. ─ Respondió Luz aun ensimismada.

─ Vamos a la oficina, mami dijo que era la que estaba al lado del tercer edificio desde la entrada. ─ Anunció su hermana guiando el camino con Luz por detrás.

Mientras avanzaban el centenar de metros, la joven morena se enfrascó en sus pensamientos nuevamente, contemplando el inicio de esta nueva etapa de su vida.

High-school, le llamaban.

La latina se dio ánimos a si misma mientras llegaba a las puertas del edificio.

Tranquila, sólo es una nueva escuela…

En un nuevo barrio…

De una nueva ciudad…

Perteneciente a otro estado…

De un país distinto…

Donde hablan otro idioma…

¡¿Sí no tuve amigos en el lugar donde nací, como voy a conseguirlos aquí?!

Inhaló profundamente, calmando sus acelerados pensamientos.

Tranquila.

En este país la gente pensaba muy distinto, tal vez de una manera en la que ella pudiera encajar.

No valía la pena preocuparse antes de siquiera empezar.

Valor.

─ Muy bien Bichita, estás por empezar algo nuevo… ¿Cómo te sientes?

─ Siento que voy a vomitar…─ Declaró la menor con desánimo.

La mayor paró su caminar, dándose la vuelta e inclinándose para quedar a la altura de su hermana.

─ Luz…─ Comenzó tomándola por los hombros. ─ ¿Recuerdas que dijo Eda antes de salir en la mañana?

─ ¿Qué golpeara al primer compañero que se atravesara para declarar dominancia?

La mayor rio suave y brevemente.

─ También, pero yo digo lo otro.

─ Que lo único aterrador de la escuela era estudiar.

─ Exacto Bichita, y tú eres una excelente estudiante, así que no tienes nada que temer.

─ Lola…─ Pronunció Luz con tono bajo y ojos nostálgicos.

─ ¡Nop! ─ Interrumpió la mayor. ─ No quiero escucharte decir que eres rara, que no tienes amigos, y que nadie te entiende, no es el 2008 y tú no eres emo. ¿Entiendes?

─ ¡Pero es que si soy rara! ¡Lola nunca tuve un amigo de verdad en la casa!

¡¿Y eso a mí que me importa?! ─ Respondió Lola con exasperación. ─ ¡Ya no´stamo en la isla! ¡ E´ tu oportunida´ ´e cambia´ eso!

¿Y cómo hago? ¿Si yo nunca tuve amigos?

Bichita escucha, estamos en un país diferente, sólo se amable y se tú misma. ¿Ok? ─ Concluyó la mayor. ─ … Y trata de no ser muy efusiva al principio, a los gringos no les gusta mucho.

─ Ok…─ Respondió Luz, aun cabizbaja.

Lola suspiró.

─ Mira Bichita, eres una niña encantadora, eres divertida y muy leal, eres mucho más que tus gustos raros, estoy segura de que vas a encontrar personas que valoren eso, así que tranquila, es tu primer día, sólo intenta hacer una buena impresión.

La menor, al fin, sonrió levemente.

─ Ok…─ Dijo con un poco más de entusiasmo. ─Creo que puedo hacer eso…

─ ¿Cómo dices? No te escuché. ─ Bromeó la mayor.

─ Dije que creo poder hacer eso.

Coño, que bajito hablas, Luz.

─ ¡Creo que si puedo!

─ ¿Crees?

─ ¡SI PUEDO!

─ ¡ESA E´ MI BICHITA! ─ Exclamó la mayor acariciando el cabello de Luz con rudeza.

─ ¡Vamos!

Avanzaron los escasos metros que las separaban del tercer edificio, justo al lado del mismo, había una edificación de un solo piso, relativamente pequeña, en la puerta de cedro de la entrada, con elegante empuñadura, se leía "subdecanería", al entrar al espacio, escucharon un timbre electrónico y se encontraron con un pasillo amplio con cuatro sillones negros de distintos tamaños, dispuestos a una especie de sala de espera, al fondo del pasillo había otra puerta, también de madera, en esta ocasión, caoba, en la que había una placa dorada donde estaba grabada con elegantes cursivas la leyenda:

"Subdecana Lilith Clawthorne."

En ese momento, la puerta se abrió, saliendo de detrás de la misma una hermosa mujer de lacio cabello azabache y pálida piel, vestía tacones bajos mate de color negro, una falda de lápiz negra sobre la rodilla, una blusa blanca a botones bajo un saco que concordaba con la casi monocromía del atuendo, entre sus clavículas lucía una bella esmeralda ovoide unida a una cadena de plata, su mirada ostentaba dos colores, verde y gris, gris como…

─ ¡Oh~! ─ Exclamó Lola con voz cantarina. ─ ¡Así que tú eres la famosísima Lily!

Las mejillas pálidas se enrojecieron levemente.

Lilith Carraspeó.

─ Le agradecería que se dirigiera a mí con formalidad, señorita Noceda.

─ ¡Ja! ¡Eres tan estirada como dijo Eda! No te preocupes, puedes llamarme Lola.

Lilith suspiró.

─ Supongo que no tiene mucho caso mantener la formalidad si son las hijas de Camila, síganme por favor.

Lilith empujó la puerta permitiendo entrar a las hermanas, soltó la puerta tras de sí, y esta se cerró con un leve vaivén.

─ ¿Por qué tienes una puerta de cantina? ─ Preguntó Lola arqueando una ceja.

Lilith frunció el ceño.

─ No es… ─ Suspiró. ─ Son políticas del Doctor Blight, todo el personal educativo debe estar siempre disponible, así que las puertas de las oficinas no se pueden cerrar… Salvo la suya.

Los ojos de Luz se ensancharon en sorpresa.

─ Eso… Suena muy hipócrita.

Lola rio involuntariamente y llevó rápidamente una mano a su boca.

Lilith arqueó una ceja.

─ Te sugiero escuchar y no hablar mucho cuando visites al doctor Blight, ahora, tomen asiento, por favor. ─ Dijo Lilith señalando las sillas de oficina aterciopeladas frente al escritorio.

La oficina era elegante y moderna, tres libreros rebosantes estaban dispuestos tras el escritorio de cristal, sobre el cual había la utilería mínima necesaria, había un par de cuadros cubistas en las paredes, y, en la esquina izquierda del escritorio, al lado del teclado de la computadora de sobremesa, dos fotografías, una de un hombre rubio de ojos azules con semblante sobrio en un elegante traje, y una de Lilith sonriendo con solemnidad junto a una mujer rubia de ojos ambarinos en un jardín de flores.

El ambiente era sofisticado y minimalista, de no ser por el par de fotografías, casi sería impersonal.

¡Uy, que elegancia la de Francia! ─ Exclamó Lola mirando alrededor, Luz rio levemente.

─ ¿Perdón? ─ Preguntó Lilith sentándose tras el escritorio.

─ Nada, nada, que tu oficina es muy elegante. ─ Respondió Lola sentándose junto con Luz. ─ Ahora… ¿Qué hay que hacer?

─ Oh, gracias. ─ Concedió la subdecana abriendo un archivero bajo el escritorio. ─ Sólo debemos corroborar unas cosas y luego le daremos un tour a Luz por las instalaciones de la preparatoria.

Lilith encontró lo que buscaba y sacó una carpeta azul oscuro donde al frente se leía "Luz Noceda" debajo de una fotografía de frente de Luz.

─ Ahora Luz, Lola, necesito que me confirmen algunas cosas.

Las hermanas asintieron.

─ Luz Noceda… 15 años… Nacionalidad dominicana-americana… Nacida el 24 de agosto de 2006… Madre Camila Perales de Noceda… Padre Rogelio Noceda Flores… Promedio general 9.0 al salir de educación secundaria, lo que sería una A- en nuestro sistema calificativo…

Luz afirmaba a cada dato que decía Lilith.

─ Carta de buena conducta condicional… Un total de 40 reportes disciplinarios a lo largo de los 3 años de curso… Vetada del taller de teatro, del de porrismo y el de artes plásticas… Se le califica como responsable de la renuncia de la profesora de biología tras un incidente con la disección de una rana…

Luz tenía una mueca que crecía con cada afirmación mientras se hacía encogía sobre sí misma en la silla.

Lilith la miró con curiosidad.

─ ¿Cómo es eso de que hiciste renunciar a la maestra?

─ No tienes que responder a eso Luz. ─ Se apresuró a decir Lola.

─ No la estoy interrogando… ─ Continuó Lilith. ─ Auténticamente tengo curiosidad.

La joven quinceañera se irguió en su asiento y dubitativamente miró a la subdecana a los ojos.

─ Uhhh…. ─ Titubeó. ─ Estábamos disecando sapos, en el reporte dice ranas, pero eran sapos, y viendo las funciones de cada órgano… Cuando entra aire al esófago se queda atrapado hasta que el conducto muscular vuelve abrir, y me dio curiosidad saber si el cuerpo muerto aún podría retener el aire… Llevaba una pequeña bomba para mi bicicleta en la mochila, la saqué y la conecté a la garganta del sapo y lo empecé a inflar, el sapo ya estaba abierto y vi cómo se le inflaba el estómago, quería ver que tanto se podía inflar y justo cuando la maestra fue a mi lugar… Explotó. Y nos llenó de sapo disecado a las dos… No lo tomó muy bien.

Lilith miraba a Luz con ojos asombrados mientras Lola se doblaba sobre su silla cubriendo su boca para evitar reír.

─ Tú… ¿Qué tanto has convivido con Edalyn?

La sonora carcajada que profirió Lola fue incontenible.

─ Sólo la he visto unas cuantas veces en las fiestas, pero me agrada mucho, nos llevamos bien. ─ Respondió Luz con una sonrisa.

─ Bien, continuemos…─ Prosiguió Lilith. ─ Destacada participación deportiva en el equipo de beisbol masculino… ¿Masculino? ¿Por qué masculino?

─ Porque no me gusta el softbol y no había equipo de beisbol femenino. ─Respondió con simpleza.

─ ¿Y porque no buscar otro deporte?

─ ¡Porque mi hermanita los poncha como si fueran globos entre cactus! ¡Tú pregunta no tiene nada que ver con lo que hacemos Lily! ─ Dijo Lola con arrebato y el ceño fruncido.

No era la primera vez que le hacían esa pregunta a Luz.

Lilith carraspeó.

─ Mil disculpas. ─Dijo devolviendo la mirada al papel. ─ Premio de literatura juvenil… Miembro oficial del club de boxeo mixto… Premio en dibujo creativo estatal… Descrita como "brillante pero preocupantemente distraída e impulsiva…" Sospecha de diagnóstico de TDAH no confirmado…

Luz afirmó de nuevo a lo que Lilith decía.

─ Muy bien, ahora, voy a explicarte, el horario de clases es de 9:00 a 15:00, las materias vienen en el horario que te voy a entregar, el campus abre a las 6:30, a partir de ese horario los clubes suelen tomar las primeras horas para hacer actividades, al igual que a partir de las 15:00 y hasta las 19:30, la nota mínima aprobatoria es de C+, así que sugiero que te esfuerces mucho, es obligatorio que elijas dos actividades extracurriculares, una cultural y una deportiva, también debes elegir una lengua extranjera, en los documentos viene un listado de actividades que puedes elegir, pero aun tienes dos semanas para eso, el edificio de preparatoria es el que está al lado de mi oficina, no puedes entrar a ninguno de los otros edificios sin un pase especial, y para entrar al de preparatoria necesitas usar tu tarjeta de estudiante para abrir las puertas, estarás en el grupo 1A, en unos minutos te van a dar un tour por las instalaciones, después te harán un breve examen médico y por último, tendrás que ir a la decanería para presentarte formalmente con el doctor Blight, luego podrás ir a clase. ¡Oh! Y la iglesia siempre está abierta para quien desee entrar, pero los clérigos están ausentes a partir de las 13:00 y hasta las 18:00, hay misa obligatoria los lunes. ¿Entendido?

Luz asintió.

─ Muy bien, ahora… ─ Se dirigió a Lola. ─ Su madre te puso en la lista de tutores oficiales, junto con Edalyn, por alguna razón, así que necesito que me firmes algunos documentos.

─ Claro.

─ Luz, toma esto. ─ Concluyó Lilith entregándole a Luz una carpeta rosa.

Mientras las dos mujeres seguían hablando y firmando papeles, Luz revisó la carpeta.

Dentro venía su horario de clases, una lista de actividades extracurriculares deportivas y una de actividades culturales, el listado de clases de idiomas disponibles, un croquis del campus, la que sería su credencial estudiantil y un pin color celeste con las letras "CJB" impresas en dorado.

Luz lo colocó rápidamente con el resto de los pines en su mochila, en medio del pin arcoíris y el del cetro de la bruja buena Azura.

Con todo lo que le había dicho Lilith, Luz estaba más que emocionada.

─ ¿Eso es todo? ─ Preguntó Lola con voz monótona sacando a Luz de sus pensamientos.

─ Así es, es todo. ─ Respondió Lilith golpeando los papeles contra el escritorio para alinearlos. ─ Puedes recogerla a las 15:00, los freshmen, no tienen actividades de club las primeras dos semanas, ya no se requiere tu presencia, puedes acompañarla o retirarte, es tu decisión.

Luz miró a Lola con ojos suplicantes.

La mayor suspiró.

─La acompaño.

─ Muy bien. ─ Continuó Lilith. ─ ¿Luz, estás lista para el tour?

─ ¡Yo nací lista! ─ Declaró con entusiasmo levantándose de un salto dirigiéndose a la puerta.

─ Oh, volvió a su estado natural. ─ Dijo Lola con diversión.

─ ¡Ya quiero ver toda la escuela! ─ Dijo Luz tomando la manija de la puerta y tirando de ella con fuerza…

Justo cuando una joven intentaba empujarla para entrar.

─ ¡WAH! ─ Exclamó.

La sorpresa provocó que la joven tropezara, casi cayendo de frente sobre la alfombra.

Luz reaccionó con rapidez, tomando la mano de la chica y tirando de ella con fuerza, provocando que la inercia arrojara su cuerpo contra el suyo.

La sostuvo por la cintura trastabillando debido a su peso y la abrazó con fuerza para que ninguna perdiera el equilibrio, provocando que quedaran cara a cara con un casi inexistente espacio entre sus rostros.

¡Lo siento mucho! ¡Estaba emocionada y no pensé! ¡Déjame que…─

La verborrea de arrepentimiento se congeló en el instante que sintió la pequeña y pálida mano la suya.

Y cómo no, si Luz nunca imaginó que lo primero que vería antes de entrar a la escuela sería algo tan…

Perfecto.

Aun en tras el tropiezo, a la postura de la chica se la podría llamar impecable, como si en lugar de haber estado a punto de caer, hubiera tomado la mano de Luz con la intención bailar con ella, su uniforme, perfectamente ajustado a su figura, no ostentaba una sola mancha o arruga, la piel pálida era inmaculada y no dejaba ver una sola peca, el cabello era del color de un caramelo tostado, casi rojizo, y sus ojos…

Eran de un ámbar profundo y acaramelado, recordaban al oro líquido, brillaban como piedras preciosas refractando la luz que entraba por la puerta que Luz sostenía con su cuerpo.

La morena estaba embelesada, nunca en su vida había visto ojos semejantes, o simplemente, jamás en su vida había visto a alguien tan…

Hermosa…─ Pronunció estúpidamente, sin darse cuenta de que había estado observando fijamente a la muchacha durante al menos 6 segundos sin soltar su abrazo.