C12 Brezo blanco.
—Y… Estás jodida. — Declaró Edric.
— ¡Lenguaje!
— ¿Lenguaje? ¡Amity! ¡Te acabas de condenar a una cita con el tipo más molesto de la escuela! ¡Juego desde los diez años! ¡¿Cómo es que no sabes lo que es un down?!
— ¡Nunca voy a tus juegos! ¡La única vez que fui tu y Emira me bañaron con bebida deportiva helada! ¡EN NOVIEMBRE!
Edric languideció con tristeza.
— Ah… — Musitó. — Cierto… Yo… Lamento mucho eso.
El gesto de Amity se suavizó.
—Está bien, ya no importa. — Musitó. — Sólo… Dime que es lo que tengo que hacer, tenemos poco tiempo.
—Cierto. — Dijo Edric llevándose la mano al mentón cerrando los ojos con fastidio. — Ugh, explicarte todas las reglas en tan poco tiempo va a ser-
— ¡Imposible! — Intervino Luz. — ¡No hay que explicarle todas las reglas! ¡Sólo hay que darle una jugada, no tenemos tiempo!
—Mittens se frustra cuando no le explicas todos los detalles, no va a entender.
— ¡No hay nada que entender! ¡Sólo hay que hacer una formación en la que pueda correr! ¡Cargamos la línea derecha para fintar una carrera por la izquierda!
Edric alzó una ceja, y resopló, divertido.
— ¿Desde cuando eres experta? ¿No me dijiste que no conocías el juego la semana pasada?
Luz se sonrojó.
—Yo… Uh… Puede que haya visto todos los superbowls… Después que me contaste sobre el juego.
Edric ensanchó los ojos con sorpresa.
— ¿Todos?
Luz asintió, aún ruborizada.
— Son cincuenta y cuatro partidos de una hora.
— Dos… — Complementó la morena. — Son dos horas contando los descansos y el show de medio tiempo.
— ¿Oh, también viste el show de medio tiempo?
Luz asintió alegremente.
— Hasta ahora el de Lady Gaga es mi favorito.
— ¿Cuándo tuviste tiempo de ver todos los partidos si siempre estás en la mansión?
— Por la noche. — Respondió la morena. — Resulta que Eda tiene todas las temporadas grabadas, además, no paso los fines de semana en tu casa.
—Hasta hoy. — Le dijo el joven juguetonamente.
—Hasta hoy. — Afirmó la joven con una sonrisa.
— ¿Entonces, que piensas de Tom Bra-
— ¡CHICOS! — Exclamó Amity con frustración. — ¡El juego!
— ¡Perdón! — Exclamaron su hermano y su amiga al mismo tiempo.
Cosa que perturbó a Amity, ya que era algo que sólo le había visto a su hermano hacer con su gemela.
Pero eso no era importante ahora.
Edric tomó aire y suspiró.
— Bueno… A falta de una mejor opción… Okay Mittens, cada equipo saca once jugadores que-
Luz gruñó con hartazgo.
— "¡Diablo´ loco, pero que e´ lo que te e´toy diciendo!"
La morena caminó decididamente en dirección a Amity, tomando el cinturón con banderas rojas de sus manos, lo aseguró firmemente alrededor de la cadera de la castaña, lo ajustó y le dio un par de tirones para probar su agarre.
— ¿Te aprieta? — Preguntó mirándola a los ojos.
— N-no. — Respondió la castaña, nerviosa por alguna razón.
—Bien. — Luz se inclinó a recoger un balón cerca de la banca y luego se posicionó detrás de Amity.
Alineó su brazo izquierdo con el de la castaña, la rodeó con el derecho y puso el balón sobre su palma izquierda.
Cerró su mano sobre la de Amity, la cual, en consecuencia, se cerró sobre uno de los extremos del balón.
Amity jadeó con sorpresa.
La mano de Luz era podía cubrir la suya por completo.
Luz dobló el brazo, llevando consigo el de Amity, colocando el otro extremo del ovoide debajo de la axila de la castaña.
— Sujétalo fuerte. — Le dijo con un tono firme, justo al lado del oído, luego apretó el agarre de Amity sobre el balón, presionando su cuerpo contra el suyo. — Si el balón se te cae y lo toma el otro equipo, se acaba.
A la hija del decano la recorrió un escalofrío involuntario por el súbito contacto de la morena tras de sí.
—¿Lo tienes? — Preguntó de nuevo junto su oído.
Amity tragó con dificultad mientas su brazo se apretaba férreamente sobre el balón.
—S-sí. — Confirmó.
Inesperadamente, Luz separó su brazo y golpeó el balón con bastante fuerza.
El golpe logró descolocar a Amity, pero su agarre era tan firme que el balón no escapó a su brazo.
Luz rio brevemente, aún sin separarse de la castaña.
— ¡Bien, chica! — Dijo alegremente.
Y Amity se estremeció de nuevo.
¿Ahora qué diablos…?
Antes de poder continuar con su soliloquio interno, la morena se posicionó delante de ella y la sujetó firmemente por los hombros.
—Ahora escucha. — Le dijo con firmeza y seriedad. — No hay tiempo para explicarte todas las reglas, juegas en el equipo rojo, conmigo, el quarterback te va a pasar el balón, sólo tienes que correr al área de anotación, lo más rápido y lejos que puedas.
Luego tomó las banderas rojas a cada costado de las caderas de Amity.
— Estás son tus banderas, si te las quitan… — Tiró con fuerza de una de ellas, se soltó con relativa facilidad, pero logró que Amity diera un paso involuntario al frente. — Pierdes una oportunidad y no puedes seguir corriendo, las yardas se miden hasta el punto donde perdiste la bandera.
Se acercó a tomar el cinturón para devolver la bandera a su lugar.
— Tienes cuatro oportunidades para correr, cuatro downs, debes llegar más lejos que Josh antes que te detengan, las yardas se acumulan con cada oportunidad, de nuevo, que el balón no se te caiga, si lo toma el otro equipo, pierdes las oportunidades que te quedan. ¿Me sigues?
— Sí. — Afirmó Amity, embelesada por la actitud de su amiga.
— Bien, ahora, no tienes experiencia, así que tendrás que confiar en tu talento, no sólo tienes que correr rápido, tienes que esquivar a los que se te acerquen. ¿Puedes con eso?
— ¡Sí! — Respondió la castaña con mayor seguridad.
— Bien, por último, es probable que Josh ocupe la posición de linebacker, te van a proteger, pero asegúrate de que no te alcance.
— Entiendo.
— Ahora debemos esperar a qué-
Su voz se interrumpió por un estridente silbatazo.
— ¡TIEEEEMPO! — Exclamó Eda. — ¡Equipo rojo defiende, equipo verde ataca! ¡REUNÁNSE!
Luz se giró hacía Amity velozmente.
—¡Defendemos primero! ¡Aún no vas a jugar! ¡Presta mucha atención al juego y cuando ataquemos-
— ¡Noceda! — Eda se había acercado.
Cuando Luz volteó, una banda elástica de color rojo cayó en sus manos.
— Linerback en defensa, quarterback en ataque, capitana del equipo rojo, suerte.
Los ojos de Luz brillaron con ilusión.
— ¡Gracias Eda! ¡Daré lo mejor!
La peliblanca sonrió con dulzura.
Tener favoritismos no era correcto.
Pero nadie la obligaba a hacer lo correcto.
— Baby Blight, ataque, runing back, escucha a Noceda.
— Sí coach Edalyn.
Eda suspiró con fastidio.
— Ve con tu equipo Luz. — Dijo finalmente para dirigirse a las gradas altas, donde podía observar mejor.
Luz se giró rápidamente a Amity y la tomó por los hombros.
— ¡Sólo enfócate y observa! ¡Yo sé que puedes!
Soltó a la castaña y comenzó a correr en dirección contraria.
Tras unos pocos metros, frenó y devolvió sus pasos.
Al encontrarse de nuevo frente a Amity, se llevó una mano al bolsillo y sacó una pequeña lata aplanada.
La abrió y recogió un poco de su contenido con el pulgar derecho.
Tomó cuidadosamente la mejilla de Amity en su mano izquierda, y arrastró delicadamente el pulgar derecho por sobre ambos pómulos.
— ¡Para que no te deslumbre el sol! — Le dijo con una sonrisa que definitivamente era más brillante que el mencionado astro rey.
Y de nuevo salió corriendo.
Amity se llevó la mano a la mejilla, justo donde Luz la había tocado, mientras su estómago revoloteaba de forma extraña.
Las cosas se estaban poniendo cada vez más raras.
Observó a Luz acercarse al equipo rojo.
— ¡Tienen cinco minutos para planear una jugada! ¡EMPIECEN! — Exclamó Eda.
Ambos equipos se reunieron en círculo rápidamente.
Amity miraba a Luz.
La joven morena mantenía la mirada y gestos que hacía unos minutos le habían explicado cómo ganar la apuesta.
Era algo que jamás le había visto hacer.
Y le resultaba fascinante la idea de conocer otros aspectos de Luz.
La castaña sonrió cálidamente para sí.
Tenía años sin sentir tanto afecto por alguien.
No desde… Willow.
— ¡Linda! — Escuchó.
Y, por puro instinto, la castaña giró la cabeza, para encontrarse con Josh corriendo alrededor y dando una pirueta al final.
Amity frunció el ceño con fastidio.
— ¿Qué tal eso preciosa? — Le gritó entre risas. — ¡Mira y aprende! ¡Tal vez así no pierdas por tanta diferencia!
— ¡BAPTIST! — Se escuchó gritar a una chica rubia y tan alta como el joven. — ¡ESTAMOS PLANEANDO LA JUGADA! ¡DEJA DE HACER EL IMBÉCIL Y VEN ACÁ!
Josh jadeó indignado.
— ¡Coach Eda! ¡Amanda me insultó frente a todos! ¿Cree de verdad que esa es una actitud que debería tener un capitán? ¡Más aún de una muj-
—¡VUELVE A TU EQUIPO DE UNA VEZ BAPTIST! — Escuchó la aún más estridente voz de Eda.
El joven respingó asustado y corrió a encontrarse con sus compañeros.
Amity hizo una mueca de desagrado.
Y entonces un desagradable peso se alojó en su pecho.
Si llegaba a perder, esas eran las consecuencias.
Un día completo soportando a Joshua Baptist.
A JOSHUA BAPTIST EN UNA CITA.
¡Oh no! Y si sus padres se llegaban a enterar…
Sería una pesadilla total.
La insistencia de Josh no era reciente, y no había pasado desapercibida a sus padres.
Amity había perdido la cuenta de las veces que su madre le había preguntado por él.
"¡Es un muchacho lindo y simpático! ¡De buena familia! ¡Deberías darle una oportunidad!"
Amity tragó con dificultad mientras un desagradable escalofrío la recorría de pies a cabeza.
No podía permitirse perder.
Sus catastróficos pensamientos fueron groseramente interrumpidos por un fuerte silbatazo.
—¡A JUGAR! — Gritó Eda.
Velozmente, ambos equipos entraron a mitad del campo.
Amity observó con atención mientras continuaba calentando.
Dos filas mirándose entre sí.
Pudo ver a Luz detrás de la fila roja, a unos metros de distancia.
Su mirada era penetrante, fija y determinada.
Siguió el camino de sus ojos.
Y al final de la línea…
Estaba Josh.
Amity se sorprendió al encontrar su semblante completamente serio.
Sin perder su arrogante y confiada sonrisa.
Amity contuvo la respiración ante el potente silbatazo de Eda.
— ¡31! ¡45! ¡33! ¡HUT, HUT! — Amanda, quarterback del equipo verde, recibió el balón rápidamente.
Un instante después, casi la mitad de los jugadores estaban paralizados, la mayor parte de la línea de ataque y defensa sostenían las banderas de su contrario.
Al mismo tiempo, Josh recibía el balón y salía disparado como un resorte.
Amity ensanchó los ojos.
No fanfarroneaba sobre su velocidad.
Con ayuda de un defensa, pudo avanzar unas cuartas yardas.
Hasta que Luz, no tan veloz, pero bastante ágil, le arrebató su bandera.
El joven se giró a mirarla con enojo.
Mirada que hizo poco por intimidar a Luz.
La joven dominicana, ansiosa hasta hace poco ansiaba por conseguir nuevas amistades, no había sentido tanto desagrado por una persona en su vida.
La morena se acercó al ojiazul y le entregó su bandera, sin romper el contacto visual un instante, hablándose a gritos con la contracción de sus pupilas.
Sin decir una palabra, la morena se giró y volvió a su posición.
El equipo de apoyo midió un total de seis yardas.
Algo impresionante para una primera jugada.
Eda hizo sonar el silbato de nuevo, devolviendo a los equipos a sus formaciones iniciales.
— ¡HUT! — Dijo simplemente Amanda, recibiendo rápidamente el balón, que casi de inmediato fue entregado a Josh.
El joven arrancó, pasó la línea de defensa y-.
Perdió su bandera.
De alguna manera, Luz había podido leer su jugada sin que Amanda lo advirtiera.
Josh logró avanzar una sola yarda.
—¡Se adelantó! — Exclamó el joven, dirigiéndose a Eda.
La mujer resopló.
— ¿Después de que Amanda te diera el balón? ¿En serio?
— ¡Pero-
— La deportividad es importante, Baptist. — Le dijo Eda con gesto aburrido. — Y si vas a hacer trampa, al menos intenta que sea creíble.
Un silbatazo puso fin al reclamo y envió al joven de regreso a la fila.
Su mirada había cambiado.
Ahora se le notaba molesto.
El silbato sonó.
— ¡25, 19, 13, 13, HUT!
Amanda recibió de nuevo el balón, persiguiendo un punto con la mirada, estiró el brazo ajustando su postura y-.
Josh tomó el balón de sus manos.
— ¡HEY! — Reclamó con rabia la rubia, evitando perder el equilibrio.
Josh no respondió, y emprendió carrera estando completamente desprotegido.
Pero su agilidad le valió superar la línea de defensa.
Luz estaba cerca, podía notarlo.
Josh corrió a toda la velocidad que le permitían sus pies.
Cuando sintió la mano de Luz golpear contra su cadera, tratando de enganchar la bandera, llevó su mano a su encuentro, tomando la muñeca de la morena en un agarre férreo y tirando con fuerza de ella hacia delante.
Luz, desconcertada, perdió el equilibro al no esperar aquel fuerte tirón, y rodó por el suelo.
— ¡LUZ! — Se escuchó exclamar a Amity, acompañada por los gritos indignados de los presentes.
Eda sopló el silbato con fuerza, deteniendo el juego.
— ¡BAPTIST! — Se le escuchó gritar con enojo mientras arrojaba un pañuelo amarillo. — ¡VUELVE A LA LÍNEA!
El joven, que casi había llegado a la zona de anotación, sin rivales persiguiéndolo, frenó y se quedó quieto, observando incrédulamente a la entrenadora.
— ¡Pero estoy a punto de-
— ¡AHORA!
El pelinegro se estremeció y volvió sobre sus pasos rápidamente, encontrándose con sus compañeros arremolinados alrededor de la caída.
Amity estaba arrodillada junto a Luz.
¿En qué momento había llegado ahí?
— Estoy bien. — Aseveró la morena mientras la hija del decano la ayudaba a ponerse de pie. — No me pasó nada.
Amity jadeó con preocupación.
— ¡Estás sangrando! — Le dijo con angustia mientras llevaba su mano izquierda a la mejilla de la dominicana, examinando el pequeño rastro de sangre que salía de un corte justo debajo de la línea de maquillaje.
— Es sólo un rasguño. — Respondió Luz con una sonrisa, llevando su mano a posarse sobre la de Amity, acariciándola tranquilizadoramente. — Debió ser una piedrita en el campo.
Josh resopló.
— Si se van quejar por eso, definitivamente no deberían estar en el campo, señoritas.
Amity se tensó visiblemente y Josh pudo observar la piel de sus orejas y nuca enrojecer mientras soltaba la mejilla de Luz.
Amity se giró con el rostro lleno de rabia.
— ¡¿Eres imbécil?! — Exclamó haciendo respingar a más de uno. — ¡Eso va contra las reglas! ¡No lleva protecciones! ¡Pudiste lastimarla!
El joven resopló otra vez.
—Todo se vale en la guerra y el amor preciosa, y si Luz quiere quedarse en el equipo, es mejor que se vaya acostumbrando al sabor de la tierra.
—¡ERES UN CÍNICO! ¡TE VOY A ENSEÑAR-
—¡Blight! — Intervino Eda antes de que Amity pudiera plantar una bofetada en la mejilla de un Josh encogido por la sorpresa. — Dale su merecido cuando yo no pueda verlo.
La joven retrocedió, aún con el ceño fruncido.
La entrenadora se plantó delante del joven pelinegro, levemente intimidado por su altura.
— Baptist, estás fuera. — Dijo sin cabida a negociación.
— ¡¿Qué?! — Respondió Josh con incredulidad. — ¿Sólo por eso? ¡No es nada comparado a una tacleada real!
Eda sonrió, haciendo destellar un colmillo de oro.
— ¡Tienes razón! ¡Es mucho peor! ¡Lo que hiciste hubiera sido ilegal aunque no estuviéramos jugando bandera!
— ¡Fue una estrategia válida!
— ¡NO! ¡Le arrebataste el balón a Amanda cuando intentaba hacer un pase y luego lastimaste a Luz completamente a propósito!
— ¡No pretendía lastimar-
— ¡Sí lo que quieres es lucirte busca un deporte individual! ¡No quiero un runingback que no sabe seguir instrucciones!
— ¡Pero soy el mejor tiempo! ¡El equipo me necesita!
— ¡No estamos negociando Baptist! ¡A la banca! ¡Jugarás cuando tu equipo defienda!
Josh la miró confundido.
— Uh…
— No tienes reemplazo, y no voy a arruinar la estrategia de tu equipo, tienes una oportunidad para demostrarme que mereces estar en el equipo, ahora ve a la banca. — Señaló la profesora respondiendo a la pregunta que no tuvo oportunidad de formular.
Josh, aún refunfuñando, no tuvo más opción que resignarse y caminar rumbo a la banca.
Al llegar al costado del campo, se dejó caer pesadamente sobre el mueble, devolviendo su mirada al campo.
Alguien había llevado un kit de primeros auxilios y Amity, mortificada, limpiaba la herida de una risueña Luz que aseguraba vez tras vez que no sentía ningún tipo de dolor.
Josh torció el gesto con incomodidad.
Aplastar a la mejor amiga de su crush probablemente no había sido la mejor idea.
Aunque ya no había mucho que pudiera hacer al respecto.
Si Luz quería enfrentarse con un hombre, bien podía recibir las consecuencias.
Además, en su defensa, la morena no terminaba de agradarle.
No era una buena compañía para la heredera de los Blight.
Bastaba con mirarla para darse cuenta que esa chica significaba problemas.
Josh frunció el ceño mirando la escena mientras Amity colocaba muy cuidadosamente un curita sobre la mejilla de Luz.
Cabello corto, ropas llamativas, que además exhibían su cuerpo, energía interminable, una actitud escandalosa y entusiasmo por medirse con los varones.
Todas las actitudes que una buena mujer no debía tener.
Era una mala influencia.
Cuando Amity por fin fuera su novia, la convencería de abandonar malas amistades.
Hablando del amor de su vida.
— Hola bonita~. — Pronunció cuando Amity llegó a su lado, ordenando los objetos del botiquín.
— Jódete. — Respondió la castaña cortamente, para después llevarse una mano a los labios al escuchar lo que acababa de decir.
Josh estaba boquiabierto.
— ¡Amity, nunca te escuché hablar así!
— ¡Es tu culpa! — Respondió la castaña con furia. — ¡No quiero hablar contigo, así que déjame tranquila!
— ¡Aw, preciosa! ¿Cómo tendremos un buen matrimonio si no puedo hablar contigo?
Amity no respondió.
Así que Josh decidió seguir con su juego.
— ¿Amity? ¡Vamos! ¡No pongas esa cara! ¡Luz está bien! ¡Te lo compensaré el próximo sábado! ¡Lo prometo! ¡Iremos al parque acuático, al cine, mi tío tiene un restaurante que-
— Josh, cállate. — Pronunció al fin la castaña con voz tranquila. — Desearía no haber aceptado tu estúpida apuesta, fuiste demasiado lejos.
El tono suave de Amity, más cargado de odio que de enojo, logró al fin dejar sin palabras al pelinegro.
Haciendo un mohín se cruzó de brazos y miró de nuevo al campo, donde el equipo verde estaba a punto de hacer su última jugada.
— Está bien linda, hoy no te molestaré más, pero un trato es un trato, y espero que estés lista para nuestra cita, porque llegué por lo menos a la yarda cuarenta.
Amity lo miró con desagrado e incredulidad.
— ¿De qué hablas? Anularon tu jugada, sólo corriste seis yardas.
— Aw, preciosa~, el trato era que ganaba quien llegara más lejos, no quien ganara el partido.
Amity ensanchó los ojos con indignación.
Se preparó para discutir, pero tras valorar varias veces sus palabras, suspiró, y devolvió la mirada al campo, donde el receptor del equipo verde atrapaba el balón para que sus banderas le fueran arrebatadas un instante después, dando fin al ataque del equipo.
— Yo no necesito jugar sucio para que te tragues tus palabras. — Dijo con determinación sin dirigirle la mirada.
— Yo no juego sucio hermosa, juego para ganar.
Fue lo último que se escuchó antes que ambos se levantaran de nuevo para dirigirse con sus equipos.
— ¡CINCO MINUTOS! — Anunció Eda con un silbatazo.
—¡Amity! — Saludó la morena alegremente al ver llegar a su amiga. — ¿Estás lista?
La castaña la miró con pesar.
— ¿Aún te duele?
Luz le sonrió con seguridad.
— ¡No duele! ¡Estoy bien! ¡Hay que prepararnos!
El equipo rojo se arremolinó para escuchar los planes de la quarterback.
Tras un par de minutos, el equipo parecía estar preparado.
— ¿Estás nerviosa? — Preguntó Luz a Amity una vez el equipo se dispersó.
— Un poco. — Le respondió la castaña con seguridad mientras mantenía la mirada en el campo. — Pero no voy a perder.
— ¡Ese es el espíritu, chica! — Le dijo Luz dando palmaditas en su hombro. — ¡Ve a tu posición! ¡Lo harás bien!
Amity asintió y corrió hacía su lugar en el campo.
Estaba furiosa.
Estaba harta de Josh Baptist.
Y estaba preparada para hacerlo pagar.
Una vez Amity se alejó, Luz miró alrededor del campo.
Cuando encontró su objetivo, agitó enérgicamente el brazo derecho.
— ¡Josh! — Gritó con fuerza mientras se acercaba al joven. — ¿Puedo hablar contigo?
— Oh, Luz… — Dijo el muchacho al verla llegar, mientras hacía una mueca. — Lamento mucho lo del golpe, no pensé que fueras tan ligera.
— ¡Oh, no lo soy! ¡Sólo me tomaste por sorpresa y perdí el equilibrio, no me tiraste, yo solita caí! — Le respondió con una sonrisa.
El joven, aliviado, sonrió con satisfacción.
— ¿Cómo está tu mejilla?
— ¡Es sólo un rasguño! ¡Estoy perfectamente! Es como dijiste, no puedo esperar no lastimarme en este deporte.
El rostro del pelinegro se iluminó.
— ¿Verdad que sí? — Le dijo alegremente. — ¿Entonces, sin rencores?
— ¡Claro! ¡No te preocupes! ¡No fue nada grave! — La morena dio un par de pasos más hacia el frente, tomando una postura discreta. — Pero no te hablaba por eso.
— ¿Ah no? — Le dijo el joven alzando una ceja. — ¿Qué pasa entonces?
Luz miró sospechosamente a los alrededores, y después, con un gesto de la mano, le indicó a Josh que se acercara.
El joven, intrigado, dio un paso al frente y se inclinó.
— Un poco más. — Susurró la morena.
El pelinegro se inclinó hasta estar a la altura de Luz.
—Perfecto. — Susurró de nuevo la chica.
Sin la más mínima advertencia, la morena sujetó con fuerza el cuello de la camiseta del joven, hasta llevar bruscamente los labios cerca de su oído, recargándose su mentón sobre el hombro.
— Si se te ocurre lastimar a Amity, voy a hacer que te arrepientas. — Sentenció con un susurro. — ¿Está claro?
El joven, completamente descolocado, tragó con dificultad.
— Responde. — Susurró Luz de nuevo, apretando su agarre y consiguiendo un jadeo de Josh.
— Sí. — Respondió con dificultad.
— Bien.
Luz elevó su hombro derecho con brusquedad mientras tiraba hacia debajo de la camiseta del ojiazul, logrando que sus dientes chocaran dolorosa y estrepitosamente entre sí.
El joven gimoteó y se irguió de inmediato, frotando su mandíbula para intentar mitigar el dolor.
—¡Suerte Josh! — Le gritó una Luz que corría a su posición en el campo, como si no acabara de amenazarlo.
El joven la miró con rabia.
Apretó los puños mientras avanzaba hacia su posición en el campo.
Sí…
La amistad entre esas dos se iba a terminar el próximo sábado.
FIN CAP12
Hola! Una disculpa por la tardanza, especialmente a los que les dije que actualizaría ayer, el capítulo estaba listo, pero aún sin revisar, y mi beta pudo enviármelo hasta hoy.
Apaaaarte, mi laptop se dañó y perdí el capítulo cuando ya iba a la mitad, y mi cerebro se resistió a escribirlo de nuevo.
Con un poco de suerte, tendrán un nuevo capítulo de "el pecado de marchitar" este fin de semana.
Como siempre un agradecimiento a mi hermosa Beta, que hace catradora y que totalmente deberías seguirla en
Si nace de tu corazón, puedes seguirme en Instagram, Anika_Dragneel, ahí publico historias, rants, y adelantos de mis próximos fanfics.
Nos vemos pronto!
Se despide
AnikaDragneel
°w°
