La Era de la Luz:
El Alma del Fénix


IV. Una Amenaza del Pasado

Nadie podía creer lo que Serena les había contado. Todo parecía tan irreal.
- ¿Por qué no nos dijiste esto antes Serena?- dijo Rei entre enojada y preocupada.
- No quería molestarlas, ni mucho menos preocuparlas chicas. No sabía que significaban esos sueños y quizás solo eran locuras mías- respondió Serena, realmente parecía asustada.
- Serena...- comenzó a decir Rei.

De pronto un fuerte viento comenzó a soplar, y a la entrada del templo apareció un remolino. Dentro de él se podía distinguir una silueta. El viento cesó de repente y las chicas pudieron observar a un jovencito, de aproximadamente 15 años, un poco más alto que Serena, de cabello y ojos negros, vestía ropa de color gris y una capa negra, también usaba un cinturón con el símbolo de Saturno, y portaba un báculo en forma de hoz. Serena lo reconoció, era el joven que aparecía en sus sueños.
- Él es...- pensó Setsuna impactada al reconocerlo, por un segundo él también la miró.

El instinto hizo que las Scouts se pusieran en guardia.

- ¿Quién eres?- preguntó bruscamente Haruka, pero el joven solo las observaba.
- Responde¿qué quieres?- preguntó Michiru. Esta vez el joven comenzó a caminar lentamente. Haruka, Michiru, Lita y Mina se prepararon para atacarlo.
- No voy a lastimarlas, no soy su enemigo- dijo el joven con voz tranquila. Se detuvo justo frente a Haruka y Lita, se arrodilló y habló dirigiéndose a Serena, quien estaba detrás de ellas- He venido a prevenirla Princesa Serena.

Serena y las demás lo miraron sorprendidas.
- ¿Quién eres?- atinó a decir Serena.
- Mi nombre es Dunkel. Princesa se ha desatado un peligro mortal sobre usted, debe venir conmigo- dijo Dunkel levantando la cabeza para mirar a Serena a los ojos.
- ¡No lo permitiremos, ni siquiera sabemos quien eres- dijo Rei.
- Entiendan, no hay tiempo que perder, debo proteger a la Princesa- respondió Dunkel, incorporándose. El ambiente se ponía cada vez más tenso, Serena pensó que debía hacer algo o podía comenzar una batalla ahí mismo.
- Primero dime quien eres- ordenó Serena con firmeza.
- Yo soy el Protector de las Sombras, soy uno de los guerreros del Rey Febiad, su padre- respondió Dunkel.
- ¿Qué!- exclamaron todas al unísono.
- ¿Mi padre? Luna¿es cierto?- preguntó Serena atónita. Luna dudó en responder, después de unos momentos habló.
- Sí Serena, Febiad, tu padre, era el soberano de la Luna- respondió Luna cabizbaja.
-¿Por... por qué no me lo dijiste?
- Porque la Reina Serenity nos ordenó que no te lo dijeramos- respondió Luna y volteó a ver a Artemis, quien bajó la mirada.
- ¿Artemis?- preguntó Mina.
- Hace mucho tiempo, en la época del Reino de la Luna, existieron guerreros encargados de proteger a las Princesas de los planetas del Sistema Solar, al mismo tiempo se les otorgó el cargo de Protectores de los Elementos que conformaban este sistema. Eran conocidos como los Centinelas- explicó Artemis.
- No hay tiempo para más explicaciones, debo ponerla en un lugar seguro Princesa- interrumpió Dunkel

Todos notaban la urgencia en su voz y la preocupación en su rostro.
- Quiero que me expliques que sucede- dijo Serena con voz tranquila, pero firme.
- Esta bien, pero permítame llevarlas a un lugar seguro- pidió Dunkel. Serena asintió.

Una intensa luz rodeó a las nueve Sailor Scouts, Luna y Artemis. De pronto todos se hallaban en un lugar desconocido. La oscuridad los rodeaba, y la única luz provenía del báculo de Dunkel. Podían distinguirse siete pequeñas columnas detrás de él, solo Serena y Setsuna reconocieron el lugar.
- Aquí estarán a salvo- dijo Dunkel, un poco más tranquilo.
- ¿Qué sucede¿donde estamos?- preguntó Hotaru.
- Podrías explicarnos que es lo que está pasando- pidió Amy con seriedad.
- Estamos en Plutón- explicó Dunkel- Durante mil años he permanecido aquí cumpliendo con mi misión.
- ¿En Plutón?- preguntó Lita con asombro.
- Ustedes me pidieron una explicación. Ahora voy a darsela- dijo Dunkel- Como saben ustedes renacieron en esta era gracias a la Reina Serenity y al Cristal de Plata, después de haber derrotado a Beryl. Pero antes de esa lucha se presentó una igual de terrible.
- ¿Qué sucedió?- preguntó Serena.
- Antes de la batalla contra Beryl, otra fuerza oscura quizo apoderarse del Sistema Solar. Esa vez los que combatimos fuimos los Centinelas. Nosotros estabamos a cargo de proteger a la Reina Serenity, la Princesa Serena y a las Sailor Scouts bajo las órdenes del Rey Febiad
- ¿Quienes eran esos Centinelas?- preguntó Rei.

Dunkel dudó por un instante, pero después contestó.
- Leben, Centinela de la Luna y Protector de la Vida. Eis, Centinela de Mercurio y Protector del Elemento Hielo. Licht, Centinela de Venus y Protector del Elemento de la Luz- mientras decía cada nombre, miraba a cada Scout.
- ¿Cómo!- exclamó Mina sorprendida.
- Feuer, Centinela de Marte y Protector del Elemento Fuego- continuó Dunkel- Funkeln, Centinela de Júpiter y Protector del Elemento Rayo.
- Centinela de Júpiter- repitió Lita en voz baja.
- Himmel, Centinela de Urano, Protector del Elemento Viento y hermano de la Princesa de Urano- Haruka lo miró con sorpresa, sin poder creerlo. Por un segundo sus miradas se cruzaron.
- H-hermano- dijo Haruka con un hilo de voz, Dunkel asintió.
- Teich, Centinela de Neptuno, Protector del Elemento Agua y hermano mayor de la Princesa de Neptuno- continuó Dunkel, esta vez Michiru lo miró en silencio, sorprendida- Y Zeit, Centinela de Plutón, Protector del Tiempo y el Espacio.

Toda la compostura y seriedad de Setsuna se vinieron abajo al escuchar aquel nombre.

- Continua, que pasó con ellos- suplicó Serena con voz quebrada.
- La batalla se libró precisamente aquí, en este planeta, pues no queríamos arriesgar al Reino de la Luna ni a la Tierra. Los enemigos eran muy poderosos, eran conocidos como los Alquimistas, una raza de poderosos magos. Sus poderes eran legendarios y superaban a los de los Centinelas- por un instante las chicas pudieron notar dolor en la voz de Dunkel- Pero aún así pelearon. Apenas y pudieron derrotarlos. Pero había otra amenaza.
- ¿Otra amenaza?- preguntó Serena con incredulidad.
- Los Alquimistas sabían que lo único que podría detenerlos era el Cristal de Plata, pues ya habían intentado conquistar la Luna y la Reina Serenity los derrotó tiempo atrás. Pero en la segunda lucha, los enemigos contaban con una fuerza de increíble poder, que igualaba al del Cristal. Esa fuerza era conocida como la Sombra del Cosmos. Era tal su poder, que no pudo ser destruida, lo único que se consiguió fue encerrarla.
- ¿Encerrarla¿cómo?- preguntó Lita.
- Los Centinelas utilizaron sus poderes para formar una especie de contenedor y así colocarla en un sitio seguro, fuera del alcance de cualquiera. El precio fue alto, muy alto. Todos los Centinelas se sacrificaron, al igual que el Rey.

Una lágrima rodó por la mejilla de Serena. Ahora entendía el dolor que aquel sueño le produjo. Había visto a su padre morir.
- ¿Pero dónde está encerrada?- preguntó Amy. Después de un momento de silencio Dunkel respondió.
- Aquí. La prisión de la Sombra del Cosmos es el planeta Plutón- dijo Dunkel mirando fijamente al círculo de piedra que se encontraba a lo lejos.
- ¡Plutón!- exclamó Serena.
- El Rey Febiad selló a la Sombra en este planeta, porque estaba lo suficientemente lejos para no poner en riesgo al Reino de la Luna.
- Sí todos los Centinelas murieron en el combate¿cómo es que tú sigues con vida?- preguntó Setsuna, con voz apagada. Dunkel la miró con intensidad, era como si hubiese estado esperando esa pregunta de su parte.
- Porque, yo no estuve en la batalla. El Rey Febiad me había enviado a cumplir con otra misión. Cuando regresé ya era demasiado tarde- respondió este con dolor.
- Y fuiste el único que quedó con vida- dijo Hotaru con voz triste.
- Sí, así que mi responsabilidad fue cuidar que nadie perturbara este lugar. Por desgracia no cumplí con mi deber- dijo Dunkel cabizbajo.
- ¿Qué quieres decir?- preguntó Haruka.
- El enemigo vino aquí hace poco. Combatimos, pero se ha vuelto muy poderoso. Ha logrado recolectar una gran cantidad de energía.

Serena recordó el sueño que se repetía una y otra vez. Era lo que había sucedido.
- Aún así no pudo liberar a la Sombra del Cosmos. Sólo hay una manera de hacerlo- añadió Dunkel mirando a Serena.
- ¿Cuál es?- preguntó Mina.
- La Sombra del Cosmos solo puede ser liberada por la misma fuerza que la encerró. Por eso es que estoy aquí Princesa. El último de los Alquimistas quiere liberar la Sombra y para ello la necesita y no descansará hasta encontrarla.
- Pero no puedo esconderme por siempre¿qué pasará con la Tierra?- preguntó Serena.
- Ahora lo más importante es usted, si el enemigo la encuentra todo estará perdido- respondió Dunkel.
- Entonces nosotras regresaremos a la Tierra para protegerla- dijo Lita con seguridad y firmeza.
- Eso no es posible, Krieg no solo busca a la Princesa, también las busca a ustedes. Si las destruye podrá encontrar a la Princesa con mayor facilidad.
- No te preocupes, sabemos cuidarnos, tú solo encargate de cuidar de Serena, nosotras pelearemos- contestó Rei. Mina y Amy asintieron.
- ¡NO! No voy a permitir que ustedes luchen solas, yo también soy una Sailor Scout- dijo Serena con voz firme.
- ¡Serena, no seas tonta!- gritó Rei.
- ¡He dicho que yo regreso con ustedes!- exclamó Serena de manera tajante.
- Serena...- dijo Amy tratando de que entrara en razón, pero no pudo terminar la frase pues Serena la interrumpió.
- Yo soy la Princesa y no les permitiré ir solas- dijo Serena a manera de orden. Todas la miraron sorprendidas. Serena nunca había asumido su calidad de princesa de ese modo.
- Serena, tú...- comenzó a decir Mina pero se detuvo al notar la mirada de Serena.

Sus ojos reflejaban decisión y firmeza. En ese momento la Princesa de la Luna se había decidido a pelear.


SE LO ESPERABAN? BUENO ESPERO QUE NO. LAMENTO QUE LAS ACTUALIZACIONES NO SEAN TAN SEGUIDAS PERO MI TRABAJO ME LO IMPIDE, AUN ASÍ, LES DEJO UNO QUE OTRO CAPÍTULO. SALUDOS!