La
Era de la Luz:
El Alma del Fénix
VIII. Un Suspiro
Después de dejar a Michiru en su habitación Serena y Rei, regresaron con Mina. Las tres decidieron ir a la cafetería a comer algo. Pues Amy y Lita las convencieron de que fueran a descansar, y Setsuna y Hotaru, que ya habían dormido un poco, se quedaron acompañando a Michiru.
- No sé
ustedes, pero yo estoy muerta- dijo Mina dando un sorbo a su café-
Ha sido uno de los peores días de mi vida, y todavía
no termina.
- Tienes razón. Pero ahora debemos pensar
que es lo que vamos a hacer. Lita está por salir y no puede
quedarse sola en su casa- dijo Serena.
- No te preocupes, se
quedará conmigo por unos días- dijo Rei.
-
Bueno, eso me tranquiliza- agregó Serena.
- Entonces
las acompañaré a tu casa cuando Lita salga- dijo
Mina- No deben ir solas.
- Pero¿quién se
quedará con Serena?- preguntó Rei.
- Oye Rei
creo que puedo quedarme sola por un rato ¿no crees?-
contestó Serena fingiendo estar molesta- Además¿quién podría buscarme en un hospital?
-
Creo que es demasiado peligroso- le respondió Rei.
-
Pues también para ustedes ¿no, además no
estaré totalmente sola, Setsuna y Hotaru estarán
conmigo- le recriminó Serena.
- Aún así
no creo que sea una buena idea- dijo Rei elevando la voz.
-
Mira Rei...- comenzó a decir Serena pero Mina la
interrumpió.
- Chicas por favor tranquilícense,
este no es lugar para pelearse. Rei creo que Serena tiene razón-
dijo Mina- Pero creo que deberíamos apresurarnos a volver
una vez hayamos instalado a Lita- agregó Mina rápidamente
ante la mirada de Rei.
- Estás muy callada¿te sientes bien?- le preguntó Setsuna a Hotaru.
- Estoy preocupada, eso es todo- respondió la niña sin mirarla a los ojos.
- También yo. Pero todo se solucionará, Lita esta por salir del hospital, Amy y Michiru se encuentran mejor y Haruka se recuperará muy pronto- a Hotaru se le humedecieron los ojos al oír aquel nombre.
- Ojalá hubiera podido hacer algo- dijo la pequeña con tristeza.
- Eso era lo que yo pensaba, pero ¿sabes qué? Serena me dijo algo muy cierto, si hubiéramos utilizado nuestros poderes, todo se habría complicado aún más- respondió Setsuna con suavidad.
- Quizás tengas razón. Pero aún así me siento culpable.
- No deberías- dijo Setsuna volteando a ver a Hotaru- ¿Por qué presiento que eso no es lo único que te preocupa?
- ¿Qué?- preguntó Hotaru sorprendida.
- Piensas en Dunkel¿verdad?
- Y-yo n-no, es sólo que...-titubeó Hotaru- Me preocupa. Se ve cada vez más débil.
- Es verdad- contesó Setsuna pensativa.
- Creo que hemos dependido mucho de él. Debe estar agotado- agregó Hotaru- Pero no dirá nada, le importa más nuestra seguridad que la suya.
- Lo sé, lo conozco bien- pensó Setsuna- Si es así, debemos encontrar alguna manera de ayudarlo.
Hotaru sonrió. No sabía realmente que sentía por Dunkel. Lo único que sabía era que en muy poco tiempo se había encariñado mucho con él, aunque no tenía idea porque.
La situación parecía mejorar. Lita fue dada de alta por la tarde. Amy y Michiru saldrían al día siguiente. Los médicos aseguraron que Haruka se estaba recuperando satisfactoriamente, aunque todavía no despertaba.
- ¿Estás
mejor Amy?- preguntó Serena, sentándose en la cama.
- Me duele un poco la cabeza, pero estoy bien. Lamento
haberlas preocupado- respondió Amy que tenía una
venda alrededor de su frente.
- No fue tu culpa. Pero estuvo
muy cerca- dijo Serena.
- Mina me contó lo de Haruka y
Michiru. ¿Se encuentran bien?
- Michiru saldrá
mañana, poco después que tú. Haruka está
en Recuperación- contestó Serena con la voz apagada.
- Serena, todo estará bien, no te preocupes- dijo Amy
en tono comprensivo.
- Es que siento que todo esto ha sido mi
culpa- dijo Serena entre sollozos.
- Sabes muy bien que no es
así.
- Lo lamento- murmuró Serena.
- ¿Qué?-
preguntó Amy extrañada.
- No haberles dicho toda
la verdad.
- ¿A qué te refieres?
- Además
de los sueños que les conté tuve otro. Soñé
con...- Serena dudó- mi madre.
- ¿Con la Reina
Serenity?
- Sí. Ella me advirtió que esta sería
una batalla que pelearía yo sola. Por eso no quise
decírselos- respondió Serena mirando fijamente a la
pared.
- ¿Pelear sola? Ya entiendo porque no nos lo
dijiste- dijo Amy sonriendo y tomó una de las manos de
Serena- Nosotras jamás te dejariamos pelear sola.
Serena asintió. Se sentía un poco culpable de no habérselo dicho a Rei cuando le preguntó al respecto, pero Serena la conocía muy bien y sabía como hubiera reaccionado: preocupándose aún más. En cambio, confiaba en la serenidad de Amy y en que ella le podía brindar cierta tranquilidad al decírselo. Y tuvo razón.
- No sé
que haría sin ustedes- dijo Serena depués de un
momento de silencio.
- Ni nosotros sin ti- repuso Amy con
ternura. Serena la miró con lágrimas en los ojos y
la abrazó.
- ¿Interrumpo?-
preguntó Dunkel con timidez.
- No, adelante- dijo
Serena sepárandose de Amy y limpiándose las
lágrimas.
- Me alegra ver que ya estas mejor- dijo
Dunkel dirigiéndose a Amy.
- Gracias. Mis amigas me
dijeron lo que hiciste. No sabes cuanto te lo agradezco.
- No
tienes porque.
- Luces cansado¿estás bien?-
preguntó Serena.
- No se preocupe Princesa. Es solo que
hace mucho tiempo que no veía tanta actividad- contestó
Dunkel sonriendo.
- ¿Acabas de 'llegar'?- volvió
a preguntar Serena haciendo énfasis en la última
palabra.
- Sí. Después de acompañar a
Lita, Rei y Mina, quise saber como seguían.
- Entonces
ellas llegaron a salvo a casa de Rei- afirmó Serena.
-
Sí- contestó Dunkel, Serena bajo la mirada. Hubo un
momento de silencio
- ¿Qué sabes de los
movimientos de Krieg?- preguntó Amy de repente. Dunkel la
miró.
- Hasta donde sé, han cesado las
desapariciones y eso me preocupa- respondió Dunkel con
seriedad.
- Significa que ya tienen una idea de donde buscar-
dijo Amy en voz baja.
- Debemos tener aún más
cuidado. El que las hayan atacado no es coincidencia- añadió
Dunkel mirando fijamente a Amy, ella asintió.
- Por
ahora lo que nos debe preocupar es la salud de Amy, Lita, Michiru
y Haruka- dijo Serena con firmeza- Después nos ocuparemos
de lo demás.
- ¡Princesa!- exclamó Dunkel.
- Otra cosa. Deja de decirme Princesa, llamame Serena¿quieres?- añadió Serena sonriendo. Dunkel le
devolvió la sonrisa.
- Esta bien Serena. Por
ahora me retiro. Seguiré vigilando- Dunkel ya se retiraba
cuando Serena lo llamó.
- Dunkel. Cuídate.
Dunkel asintió y se fue.
- Deberiamos estar en el hospital junto a las demás- les reclamó Lita a Mina y Rei.
- Tú estás muy débil. Los doctores dijeron que debías descansar- respondió Rei.
- Sí pero debemos estar junto a Serena- dijo Lita levantándose bruscamente de la silla.
- Acaba de llamar. Sus padres irán por ella- dijo Mina obligándola a sentarse.
- Más razón aún para ir. ¡Estará sola!- exclamó Lita.
- No lo estará. Luna y Artemis están con ella. Además le pedimos a Dunkel que la vigilara de cerca- dijo Rei exasperada y por accidente la golpeó en el brazo enyesado. Lita gritó del dolor.
- ¡Lo siento!- se disculpó Rei.
- No deberiamos depender tanto de él. Nosotras podemos cuidarnos solas- les recriminó Lita, sobándose el brazo lastimado.
- Estoy de acuerdo, pero aunque no queramos admitirlo lo necesitamos- aceptó Mina.
- Por cierto¿notaron que Dunkel se veía cansado?- preguntó Rei.
- Tienes razón, quizás sea mucho para él. Con tanto ir y venir y las luchas y todo eso- respondió Mina.
- Lo ven, estamos esperando demasiado de él- dijo Lita.
- Bien, bien, mañana nos pondremos de acuerdo. Por ahora a descansar- dijo Rei en tono autoritario.
Lita aceptó a regañadientes. Rei y Mina le ayudaron a cambiarse de ropa y a recostarse, poco después se quedó profundamente dormida. En cambio las demás, tardaron en dormirse. Poco a poco todo el cansancio acumulado en ese día las venció.
Serena veía las luces de la ciudad a través de una ventana del hospital. Estaba exhausta, pero aún así no quería irse a su casa.
- Deberías
ir a dormir un poco- dijo una voz detrás de Serena.
-
¿Cómo¡Setsuna!- exclamó Serena
sorprendida dando media vuelta.
- De todas las que estamos
aquí, eres la única que no se ha ido a casa a
descansar- dijo Setsuna.
- No quiero dejarlas.
- Pero
debes reponer energías, te ves agotada.
- Estoy bien.
Quiero asegurarme de que se recuperen- dijo Serena bajando la
mirada.
En ese momento
las puertas de un elevador se abrieron, de él salieron los
padres de Serena.
- Ahí está. ¡Serena!-
gritó su padre.
- ¡Papá¡mamá!-
Serena empezó a caminar en su dirección pero se
detuvo y miró a Setsuna.
- Sabes que llamaremos si algo
pasa. Por favor ve a descansar- dijo ella.
- Bueno, pero
regresaré mañana temprano- aceptó Serena al
fin.
- ¡Serena, hija, vámonos!- dijo la madre de
Serena- ¿Estás bien, luces cansada.
- Solo
necesito dormir un poco mamá.
- ¿Cómo
siguen tus amigas?- preguntó su madre con suavidad.
-
Mejor, gracias.
- Ve con ella
por favor- dijo Setsuna una vez que Serena y sus padres entraron
al elevador.
- Bien- respondió Dunkel detrás de
ella.
Al llegar a
casa Serena se dejó caer en su cama. En el hospital intentó
dejar de lado su cansancio, pero ahora las largas horas de desvelo
y la preocupación le pesaban.
- Y esto aún no
acaba- dijo Serena en voz baja mirando el techo.
- Ya no
podemos hacer nada más por ahora. Duerme un poco. Mañana
todo se verá mejor- dijo Luna.
- Eso espero.
Serena se quedó dormida. Y por primera vez en mucho tiempo no tuvo sueños.
HOLA! LAMENTO LA TARDANZA EN LA ACTUALIZACIÓN PERO EL TRABAJO HA ESTADO UN POCO PESADO EN ESTOS DÍAS. BUENO COMO DISCULPA SERÁN 4 LOS CAPÍTULOS QUE SUBA EN ESTA OCASIÓN, DISFRÚTENLOS Y DEJEN REVIEWS PORQUE ASÍ ES COMO LAS IDEAS LLEGAN. HASTA PRONTO.
