La Era de la Luz:
El Alma del Fénix


XII. La Derrota

- ¿Crees que hice lo correcto?- preguntó Serena mirando por la ventana.
- Sí- respondió Dunkel sin dudarlo- En estos momentos es lo único que podemos hacer.
- Quisiera saber que fue lo que sucedió anoche- dijo Serena preocupada.
- ¿No lo sabes?
- No con exactitud- contestó Serena, volteando a ver a Dunkel- Lo único que sé es que no pude soportar más lo que estaba sucediendo y una fuerza salida de no sé donde me impulsó a enfrentarme a Stoff.
- Esa es tu verdadera fuerza Serena- afirmó Dunkel.
- ¿Qué?
- ¿Nunca te has preguntado cómo es que has derrotado a todos esos poderosos enemigos?- preguntó Dunkel mirándola a los ojos.
- En realidad no- respondió Serena extrañada.
- Tú nunca dudarías en exponer tu vida por salvar la de tus seres queridos. Eso es lo que te impulsa. Tu corazón. Ahí radica tu más grande fuerza y ella te dió el coraje para enfrentarte a Stoff- dijo Dunkel sonriendo.

Serena se sorprendió. Eso era lo que la Reina Serenity le había dicho.
- Mi más grande fuerza- repitió Serena en voz baja.
- ¿Qué sucede?
- Nada, estaba pensando en lo que dijiste. Entonces ¿quizás aún no he utilizado todo mi poder?- preguntó Serena intrigada.
- Eso no lo sé. Depende sólo de ti princesa- contestó Dunkel.

Serena asintió. Si dependía de ella, entonces no iba a dejar que sus amigas y este mundo sufrieran por culpa de Krieg. Si debía luchar sola lo haría.


Mientras tanto, afuera un hombre miraba fijamente el hospital. Revisando uno a uno los pisos del enorme edificio, parecía poder ver a través de las paredes. Entonces sonrió. Aún estaban ahí, podía vislumbrar sus auras. Tres de ellas eran débiles. Pero la que le interesaba era poderosa. La más brillante que jamás hubiera visto.
- Como lo pense. Ella nunca las abandonaría. Esa será su perdición- dijo el hombre.
Al igual que Rei, a Mina ya la habían dado de alta y se preparaba para salir del hospital. Serena y Rei esperaban a que ella terminara de arreglar sus cosas.

- Me da gusto que ya se encuentren mejor- dijo Serena que estaba sentada en una silla con Luna en sus brazos.
- A mi también, nos preocuparon chicas- agregó Luna.

Rei estaba muy pensativa. Serena lo notó
- ¿Qué sucede Rei?- preguntó Serena.

Serena y Luna habían hablado con las chicas, les contaron sobre el robo de los Cristales. Sabían que iba a ser duro para ellas, pero era mejor que lo supieran. Después de todo no podrían ocultárselo por mucho tiempo.

- Es que no puedo creer todo lo que está pasando- dijo Rei.
- Además es angustiante saber que el enemigo ya se apoderó de cinco Cristales- añadió Mina volteando a verlas.
- Escuchen en estos momentos lo único que deben hacer es descansar- dijo Serena.
- No podremos hacerlo sabiendo que sólo Amy, Hotaru, Haruka y tú pueden transformarse. Y Haruka no está en condiciones de pelear todavía- dijo Mina con tristeza.
- Es verdad, en estos momentos solo somos un estorbo- dijo Rei con amargura.
- Ustedes jamás serán un estorbo- respondió Luna severamente.
- ¡Si lo somos! Si el enemigo atacara en este momento, Serena y Dunkel tendrían que luchar solos y podrían resultar heridos o algo peor¡y eso no puedo soportarlo!- exclamó Rei con lágrimas en los ojos.
- Tranquilízate- Serena se acercó y la tomó de las manos- Pase lo que pase, estaremos juntas y no permitiré que les hagan daño. Les prometo que todo estará bien- dijo Serena con calidez.

Mina la miró sorprendida. Serena nunca había estado tan segura y decidida.
- Pero...- comenzó a decir Rei. Serena solo se limitó a sonreír. Rei la abrazó.

Mina se acercó lentamente, Serena la miró con ternura, extendió un brazo y puso una mano en su hombro, Mina bajó la mirada y comenzó a llorar.

Luna las miraba con los ojos arrasados, de pronto comprendió que en algún momento de estas últimas semanas y a raiz de todo lo sucedido, Serena había cambiado radicalmente. Parecía irradiar una fuerza tan bella y cálida que la reconfortaba y le infundía esperanza.


Serena pidió a Dunkel que llevara a Mina y Rei a casa de Hotaru. Aunque ellas se negaron, Dunkel las había convencido diciéndoles que el hospital ya no era seguro, si el enemigo atacara sería más difícil para él protegerlas. Aunque no estaban del todo de acuerdo, al final aceptaron irse.

La joven se quedó a cargo de Haruka sola mientras Dunkel regresaba. Haruka ya había abandonado Recuperación y descansaba en un cuarto del hospital, su mejoría era notable, pero su hombro aún no sanaba por completo.

- ¿Por qué no me dices qué sucede Cabeza de Bombón?- preguntó Haruka sonriendo.
- ¿Cómo?
- Siento que me ocultas algo.
- ¡Claro que no¿como se te ocurre!- rió Serena con nerviosismo.
- Vamos, dime que pasa.
- Ehhh... bueno... lo que pasa... es que... Michiru...- comenzó Serena sin saber muy bien que decir.
- ¿Qué le sucedió¿está bien?- la interrumpió Haruka.
- ¡Espera! cálmate, lo que sucede es que tuvimos que obligarla a irse a descansar. Estaba exhausta y aún así quería quedarse- mintió Serena.
- ¡Vaya¿eso era todo! Ya me habías asustado- bromeó Haruka
- Je je, sí, es que... creí... que te... preocuparías- añadió Serena con timidez.
- En realidad es un gran alivio. Michiru lucía realmente agotada. Por más que se lo pedí no quería irse a casa. ¿Regresará pronto?- preguntó Haruka.
- Este...pues...verás- titubéo Serena- Si, si claro no te preocupes. En cuanto reponga energías volverá. Pero ahora es tu turno, descansa.
- Bien. Gracias Cabeza de Bombón- dijo Haruka.

Serena esperó a que Haruka se durmiera y salió de la habitación silenciosamente. Afuera ya se encontraba Dunkel, esperándola.
- Ya están a salvo- dijo él.
- Eso me tranquiliza.
- ¿Y Haruka?
- Durmiendo. Me costó trabajo evitar que sospechara- Serena suspiró.
- ¿Todavía no sabe lo que ocurrió?- preguntó Dunkel sorprendido.
- ¡Por supuesto que no! No conoces a Haruka, si se llegara a enterar sería capaz de lavantarse de esa cama con todo y hombro vendado. Por el momento no debe saberlo- respondió Serena y ambos comenzaron a caminar.
- Si es así, supongo que tienes razón- concluyó Dunkel.

Mientras caminaban Serena se mantenía callada.
- ¿Sucede algo?- preguntó Dunkel intrigado.
- Tal vez. Presiento que algo va a ocurrir- contestó Serena preocupada.

Lo que Serena ignoraba era que su presentimiento se cumpliría apenas unas horas después.


En el pequeño bosque que estaba detrás del hospital Serena estaba recargada en una pared, se hallaba sola... y desprotegida.
- No deberías estar aquí tu sola- dijo Dunkel caminando hacia ella.
- Quería tomar un poco de aire fresco- respondió Serena con los ojos cerrados.
- Pero es peligroso.
- Lo sé y lo siento. Pero ya no soportaba el olor a hospital.
- Vamos entremos.

Los dos comenzaban a caminar cuando alguien apareció de la nada.
- ¡Vaya! Hasta que dejas de esconderte Princesa- dijo Stoff.
- ¡Stoff!- exclamó Dunkel poniéndose frente a Serena para protegerla.
- No te entrometas Dunkel- gritó Stoff furioso, y sacó tres frascos pequeños de su gabardina. Virtió el contenido en el piso y tres criaturas comenzaron a formarse.

Las criaturas parecían hormigas gigantes, de su boca salían dos pinzas muy grandes y tenían cuatro brazos.
- Veamos como te las arreglas ahora Dunkel- se burló Stoff.

De pronto una de las hormigas embistió a Dunkel, enviándolo a unos diez metros lejos de Serena. Dunkel se levantó, de nuevo sus ropas de Centinela aparecieron, pero en eso las criaturas se colocaron entre él y Serena.
- Ahora Princesa tendremos oportunidad de 'conocernos mejor'- dijo Stoff con malicia- Será mejor que no se resista y venga conmigo o ese niñito quedará reducido a comida para insectos.

Serena lo miró con rabia. Sin dudarlo se transformó.
- Creo que no vendrá sin oponer resistencia- dijo Stoff con tono de burla.
- Esta vez seré yo la que te enfrente Stoff- gritó Sailor Moon con determinación.
- Si es así¡destrúyanlo!- ordenó Stoff y las tres hormigas atacaron a Dunkel.
- ¡Dunkel!- exclamó Sailor Moon asustada.

Pero Dunkel no se dejó intimidar, estaba luchando con gran agilidad.
- ¡No se preocupe por mi, Princesa!- exclamó Dunkel. Sailor Moon asintió y se volvió hacia Stoff.
- Entonces comencemos- la retó Stoff.

La batalla entre Sailor Moon y Stoff comenzó. Este le arrojó un frasco del cual salió un humo morado, ella, intuyendo de que se trataba, lo esquivó y contraatacó con su cetro. Pero Stoff lo evadió con facilidad.
- Creí que la Princesa de la Luna era capaz de más- dijo burlándose.
- Esto apenas comienza- gritó Sailor Moon con firmeza.

Mientras tanto, la lucha de Dunkel era cada vez más violenta. Uno de los insectos había logrado herirlo en una pierna y ya no podía moverse como antes, así que era más difícil escapar de los embates de las criaturas. Aún así, Dunkel se las arregló para destruir a una de ellas. Pero las otras dos no parecían querer rendirse.

Sailor Moon y Stoff continuaban su enfrentamiento. A pesar de sus esfuerzos Sailor Moon tenía una clara desventaja. Sus ataques eran desviados o evadidos por Stoff y ella comenzaba a agotarse.

De pronto, uno de los ataques de Stoff hirió a Sailor Moon en un brazo, esta cayó de espaldas por el impulso del golpe.
- ¿Ya se da por vencida Princesa?- preguntó Stoff sonriendo.
- No voy a rendirme- respondió Sailor Moon desafiante incorporándose con dificultad.
- ¿Y qué piensas hacer? Mientras tus guerreras eran atacadas, tú te mantenías escondida y temerosa. ¡Nunca has dado la cara para luchar! Y yo no le temo a los cobardes.
- ¡Yo no tengo miedo! Sí, debí haberte enfrentado antes, pero mis amigas querían evitar que saliera herida- respondió Sailor Moon con lágrimas en los ojos.
- ¿Esa es tu excusa! Permitiste que ellas sufrieran ¿no es así?
- De haber podido, habría dado cualquier cosa por evitarlo- dijo Sailor Moon. Inesperadamente, una tenue luz comenzó a rodearla y ella volvió a sentir la misma fuerza que la vez anterior.
- Eso debiste pensarlo antes. No olvides que ya tengo cinco de sus Cristales y en cuanto termine contigo iré en busca de los otros dos- gritó Stoff.
- ¡No! No te lo permitiré. ¡No me importa que tenga que hacer, pero no dejaré que las lastimes!- exclamó Sailor Moon con furia y se puso de pie.

La luz que rodeaba a Sailor Moon se intensificó. De nuevo aquel resplandor dorado la cubría. Stoff retrocedió asustado sin saber qué hacer.
- Esta vez serás tú quien sea derrotado Stoff- dijo Sailor Moon con seguridad mientras el resplandor crecía cada vez más.

En esta ocasión la batalla entre Sailor Moon y Stoff fue diferente. Stoff parecía atemorizado por la intensa luz de Sailor Moon.
- ¿Qué demonios es eso!- exclamó Stoff intentando cubrirse de la luz con sus manos.

Sailor Moon levantó su cetro con ambas manos y cerró los ojos. El resplandor brilló más que nunca, las criaturas que atacaban a Dunkel fueron desintegradas al ser tocadas por la luz. De pronto Sailor Moon abrió los ojos y atacó. Stoff no pudo desviar ni esquivar el ataque, que dió de lleno en él.

Stoff cayó malherido, pero no quería rendirse. Sabía que si fallaba Krieg lo mataría, así que atacó de nuevo. Pero el poder de Stoff ni siquiera tocó a Sailor Moon, la poderosa aura a su alrededor la protegía.
- ¡Ríndete! Todo acabó- dijo ella firmemente.
- ¿Acaso crees que me rendiré así de fácil!- exclamó Stoff y con desesperación comenzó a arrojar rayos contra Sailor Moon pero estos no surtieron efecto.

Como último recurso Stoff comenzó a acumular energía en su mano derecha, esa energía formó una esfera negra que pronto creció tanto hasta llegar al tamaño de una persona y continuaba creciendo, después la tomó con ambas manos y la arrojó hacia Sailor Moon.

Sailor Moon volvió a cerrar los ojos y un poderoso rayo dorado salió de su cetro. La esfera de energía fue destruída y Stoff fue totalmente cubierto por el poder de Sailor Moon. Stoff gritó aterrorizado. Después no quedó ningún rastro de él.


DESPUÉS DE ALGÚN TIEMPO SIN ACTUALIZAR HE AQUÍ LOS ÚLTIMOS CAPÍTULOS. SIENTO LA TARDANZA, EL TRABAJO ESTÁ ABSORBIENDO GRAN PARTE DE MI TIEMPO Y HAY OCASIONES EN QUE EL SUEÑO ME VENCE, PERO AQUÍ SIGO, JA! NO OLVIDEN DE DEJAR REVIEWS PARA DECIRME LO QUE LES AGRADA Y LO QUE NO, CUALQUIER SUGERENCIA BIENVENIDA Y REGAÑOS (MMM) TAMBIÉN!. SALUDOS!