La
Era de la Luz:
El Alma del Fénix
XVII. La Captura
Las Sailor Scouts observaron incrédulas como la imagen de Serena se desvanecía. Habían sido engañadas por los Maestros del Mal.
- Imaginamos
que si se trataba de su Princesa, no dudarían en venir- se
burló Lehrer.
- ¡Maldición! Caimos en su
trampa- gritó Lita.
- Así es- dijo Zauberer-
Ahora tendrán que enfrentarse a mis ilusiones. Veamos si
merecen ser llamadas Sailor Scouts.
Ambos hombres
desaparecieron. Las cinco Scouts formaron un círculo, a su
alrededor comenzaron a escucharse ruidos y los árboles
comenzaron a moverse. Las chicas se pusieron en guardia.
-
¡Tengan cuidado! Sin nuestros poderes somos presa fácil-
exclamó Michiru.
- Parece que querían atraparnos
a nosotras y no a quienes tenían los cristales- afirmó
Setsuna.
- Y nosotras les facilitamos el trabajo- se recriminó
Mina.
- No es hora de pensar en eso, debemos salir de aquí-
gritó Rei.
Inesperadamente,
desde los árboles, comenzaron a salir docenas de criaturas
de diversos tamaños y formas.
- ¡Rayos! Esto
empeora a cada momento- gritó Lita.
La batalla
comenzó. A pesar de no poder transformarse, las Scouts
luchaban con gran habilidad. Pero los monstruos parecían
ser interminables.
- Debemos salir de aquí o será
nuestro fin- dijo Rei con voz entrecortada.
- Cierto, pero no
puedo encontrar ninguna salida- respondió Setsuna.
- Lo
que es peor, parece que cada vez hay más monstruos- dijo
Lita.
- Aún así, tenemos que hacer lo posible
por salir- gritó Mina.
Aunque peleaban
con gran valor, las chicas se estaban cansando rápidamente.
Y los monstruos seguían apareciendo. Uno de ellos, que
tenía una espada en lugar de mano, se dirigió contra
Michiru por la espalda.
- ¡Cuidado!- exclamó
Setsuna y corrió hacia Michiru justo a tiempo para salvarla
del ataque.
- ¿Están bien?- preguntó Rei
asustada.
- Sí- respondió Michiru casi sin voz y
ayudó a Setsuna a levantarse- Gracias- le dijo Michiru.
Setsuna le sonrió.
Lita se había olvidado de su brazo herido y continuaba su lucha contra un par de criaturas grandes y amenazantes. Con gran destreza, Lita logró deshacerse de una de esas criaturas, pero tenía problemas con la otra.
Desde el aire,
Lehrer y Zauberer observaban con gran interés el desarrollo
de los combates.
- Me pregunto¿cuánto podrán
soportar?- dijo Zauberer con malicia.
- No lo sé. Pero
es impresionante la fuerza que tienen aún sin sus
Cristales- contestó Lehrer con seriedad.
- ¿Cómo es posible que hayan ido a ese lugar!- exclamó Haruka con furia y desesperación.
- Fue nuestra culpa, debimos detenerlas. Dijeron que investigarían si Serena había sido capturada por el enemigo- dijo Amy.
- Es verdad. Pero estabamos preocupadas. Serena y Dunkel desaparecieron sin dejar rastro- añadió Hotaru.
- Aún así. No debieron arriesgarse de ese modo, podrían resultar heridas o algo mucho peor- dijo Haruka.
- ¡Crees que no lo sabemos¿Cómo crees que nos sentimos?- estalló Amy- Lo siento. Es que estoy preocupada.
- No tienes porque disculparte, yo siento lo mismo. Es solo que, debí estar ahí. Este maldito hombro no ha hecho nada más que provocar preocupaciones innecesarias- dijo Haruka.
- Por favor no digas eso. Estuviste a punto de morir- dijo Hotaru con voz temblorosa. Haruka la miró y le sonrió con calidez.
- Bien¿qué es lo que vamos a hacer? No podemos quedarnos aquí de brazos cruzados mientras nuestras amigas están en peligro- dijo Haruka tratando de tranquilizarse.
- Primero debemos encontrar a Serena. A pesar de que aún poseemos nuestros Cristales, no somos lo bastante fuertes para enfrentarnos a esos hombres- contestó Amy con seriedad.
- Pero no tenemos idea de donde está Serena, ni por donde empezar a buscar- dijo Hotaru.
- Cierto y mientras la buscamos algo grave puede sucederles a las chicas- añadió Haruka.
- Estoy consciente de ello. Pero deben comprender, si vamos a ayudarles tan solo con nuestro poder, no podremos hacer mucho- afirmó Amy. Haruka y Hotaru la miraron sin comprender.
- ¿Qué quieres decir?- preguntó Haruka.
- Que necesitaremos de toda la ayuda posible. Estos hombres son muy poderosos- respondió Amy.
Un silencio invadió la habitación. Nadie quería admitir que no había mucho que pudieran hacer y que tal vez este problema no tendría solución.
Mientras tanto, la batalla continuaba en el bosque. Las Sailor Scouts no se rendían, a pesar de estar exhaustas.
- ¡No sé
cuanto más pueda resistir!- exclamó Mina con voz
entrecortada.
- ¡Yo tampoco!- añadió Lita,
sentía un dolor insoportable en el brazo, pero aún
así continuaba en la pelea.
- ¿Qué
podemos hacer? No parece haber salida alguna- dijo Rei en voz
baja, que en el transcurso del enfrentamiento había ido
perdiendo la esperanza de salir con vida de ese bosque. Lo único
que le preocupaba era si Serena estaba a salvo.
- ¿Se
dan por vencidas? Ahora comprenderan que no pueden ganar, están
demasiado cansadas- dijo Zauberer sonriendo. Él y Lehrer
aparecieron donde había estado la ilusión de Serena.
- ¿Por qué¿por qué quisieron
traernos hasta aquí? ya no tenemos poderes- preguntó
Michiru con la poca voz que le quedaba.
- Porque son
esenciales para nuestro plan. Ustedes nos ayudarán a
arrebatarles los Cristales a las demás Scouts y a atrapar a
su Princesa- respondió Lehrer.
- Sabes muy bien que
jamás les ayudaremos- gritó Rei desafiante.
-
¿Aún si sus vidas corren peligro?- preguntó
Zauberer con malicia.
- No importa si nosotras morimos, no
dejaremos que se salgan con la suya- contestó Michiru.
-
¡Qué noble de su parte! Sin embargo, van a ayudarnos
lo quieran o no- afirmó Lehrer y levantó una mano de
la cual salieron innumerables rayos negros en dirección de
las Sailor Scouts.
Las chicas
estaban demasiado cansadas para moverse y les fue difícil
esquivar los ataques, algunos de ellos lograron su cometido e
hirieron a las Scouts, que cayeron al suelo con violencia.
-
Lo ven, ni siquiera pueden moverse. Ya es tiempo de que se rindan.
No tienen otra opción- ordenó Lehrer.
-
¡N-nunca!- contestó Lita con lentitud.
- Bien, si
así lo desean- dijo Zauberer, esta vez él atacó
y las chicas volvieron a caer.
- ¡Basta! Si las matas no
nos servirán de nada- gritó Lehrer furioso.
- Ya
has oido, prefieren morir antes que rendirse- respondió
Zauberer con una sonrisa, pero Lehrer lo miró con ira, así
que se detuvo.
- No tiene caso que continúen
protegiendo a alguien que se oculta y espera a que ustedes luchen
por ella- dijo Lehrer seriamente.
- Cierto. Su Princesa ni
siquiera da la cara por ustedes, no intenta ayudarlas- añadió
Zauberer.
- No es verdad. Ella es alguien muy especial para
nosotros- contestó Rei.
- ¿Especial? Dime¿cómo
puedes decir eso de una persona que permite que sufras?- preguntó
Zauberer.
- Nuestra Princesa siempre está con nosotros,
nos protege en todo momento- respondió Setsuna con
seguridad.
- Entonces ¿en dónde está¿por qué no ha venido a salvarlas?- se burló
Lehrer- No lo entienden, las ha abandonado. Están solas.
Inesperadamente
una luz que provenía de arriba comenzó a iluminarlo
todo. Justo encima de ellos apareció una silueta que
flotaba a algunos metros del suelo y bajaba lentamente.
-
¿Pero qué es esta luz?- exclamó
Zauberer cubriéndose los ojos con la mano derecha.
Tanto las
Scouts como los Maestros del Mal pudieron sentir una enorme
energía que los envolvía. Era cálida e
irradiaba bondad y nobleza.
- ¡No puede ser!- gritó
Mina sorprendida.
Sin saber porque exactamente, las chicas tuvieron una sensación de calidez y paz.
- No están solas. Yo nunca las abandonaría- dijo una voz con suavidad.
- ¿Serena!- exclamaron todas al mismo tiempo.
La silueta
descendió por completo entre las Scouts y los Maestros. La
luz aminoró un poco y todos pudieron observar de quien se
trataba.
- ¡Es la Princesa de la Luna!- exclamó
Zauberer atónito.
- ¿Cómo puede ser
posible? Tus criaturas la buscaron por toda la ciudad y no
lograron encontrarla- dijo Lehrer.
- No lo entiendo¿cómo
pudo llegar hasta aquí? Mis ilusiones cubren todo el
bosque.
- Debe tener una energía sorprendente-
respondió Lehrer con una mezcla de furia y miedo.
Sailor Moon
avanzó un par de pasos en dirección de Zauberer y
Lehrer. Ellos retrocedieron asustados.
- ¿Por qué
huyen¿No dijeron que la Princesa se escondía y
permitía que sus seres queridos sufrieran por ella?-
preguntó una voz detrás de las chicas.
-
¡Dunkel!- exclamó Zauberer sorprendido.
- Estoy
aquí para enfrentarlos. No me esconderé ni dejaré
que alguien más pelee por mí- dijo Sailor Moon con
firmeza.
- Serena...- comenzó a decir Rei pero no pudo
continuar, le daba tanto gusto verla sana y salva.
- Lamento
haberlas preocupado- dijo Sailor Moon con dulzura. Todas la
miraban con los ojos arrasados, no podían creer que ella
estuviera ahí.
- Has cometido un gran error al venir-
afirmó Lehrer.
- Esta vez, no permitiremos que escapes.
Te atraparemos y le llevaremos a Krieg a la Princesa de la Luna y
al Cristal de Plata- agregó Zauberer en tono triunfante.
Después atacó a Sailor Moon con un rayo rojo, pero
algo impidió que este la alcanzara.
- Lo siento, pero
creo que no será posible- dijo Dunkel que se había
interpuesto entre Zauberer y Sailor Moon para protegerla del
ataque con su cetro.
- ¡Maldito entrometido!- gritó
Lehrer furioso y atacó a Dunkel, este contratacó,
ambos poderes chocaron con fuerza y se desviaron mutuamente.
Fue así
como empezó otra batalla. Dunkel y Lehrer combatían
ferozmente entre los árboles y Sailor Moon y Zauberer
peleaban en el pequeño claro del bosque. Ella no se alejaba
para proteger a sus amigas, por temor de que alguno de los ataques
pudiera herirlas.
- Ríndete Princesa o tus queridas
amigas morirán justo frente a tí- la desafió
Zauberer.
- Mientras esté con vida, yo las protegeré-
respondió Sailor Moon con decisión. Nuevamente el
resplandor volvió a aparecer.
- ¡No! No otra vez-
gritó Zauberer aterrado.
Esta vez fue diferente, el resplandor parecía ser más poderoso que antes. Zauberer retrocedió, el brillo de esa luz lo había cegado, intentó atacar a Sailor Moon, pero sus poderes no lograban herirla. Las chicas la miraban con asombro.
Mientras tanto
en las profundides del bosque.
- ¿Qué
demonios...!- exclamó Lehrer.
- Ese es el poder de la
Princesa- dijo Dunkel mirando la luz que se distinguía a lo
lejos.
Ambos corrieron
hacia donde se libraba aquella lucha, pero al llegar la batalla
estaba decidida. Zauberer no podía hacer nada contra Sailor
Moon, su poder era demasiado y al igual que Stoff, desapareció
sin dejar rastro.
- ¡Zauberer!- gritó Lehrer.
Sailor Moon
cayó de rodillas exhausta y volvió a la normalidad.
Las Scouts corrieron hacia ella.
- Serena¿estás
bien?- preguntó Lita preocupada.
- E-eso creo-
respondió Serena débilmente.
- ¡Serena
tonta¡Nos preocupaste!- le recriminó Rei con
lágrimas en los ojos. Serena le sonrió.
- No puedo creer el poder que tiene esa chiquilla. Es más grande de lo que suponía- pensó Lehrer.
Las chicas
ayudaban a Serena a levantarse cuando Lehrer las atacó por
sorpresa. Dunkel corrió a protegerlas, el poder de Lehrer
dió de lleno en el pecho del muchacho y lo derribó,
dejándolo inconsciente.
- No creas que has ganado
Princesa- gritó Lehrer. Las Scouts se colocaron frente a
Serena a manera de escudo.
- ¡Chicas!- exclamó
Serena.
Lehrer lanzó
otro rayo, pero esta vez no era un ataque. El rayo envolvió
a las cinco Scouts. Serena solo pudo observar como sus amigas se
desvanecían ante sus ojos.
- ¡NO¿Q-qué
les has hecho?- gritó Serena angustiada.
- No te
preocupes Princesa, volverás a ver a tus queridas amigas.
Pero antes tendrás que entregarme el Cristal de Plata o
prepararte para perderlas- respondió Lehrer sonriendo.
Después desapareció.
- ¡No¡Espera!
Aterrada,
Serena corrió hacia donde estaba Dunkel.
- Por favor,
despierta- suplicó Serena llorando.
- ¡Así
que lo único que has conseguido es traer a esas Scouts!-
gritó Krieg furioso- ¿Me puedes decir de que nos son
útiles?
- Señor, esas chicas pueden ayudarnos a
capturar a la Princesa- respondió Lehrer.
- Dime como
piensas hacerlo si ya no cuentan con sus Cristales.
- Eso
precisamente es lo que nos da la ventaja. Conocen las debilidades
de las otras Scouts y podemos aprovechar esos conocimientos.
-
Espero que no me falles esta vez Lehrer.
- No lo haré
Señor.
- Bien, porque si lo haces ya sabes lo que te
sucederá y yo no soy tan compasivo como la Princesa que ha
derrotado a Stoff y Zauberer- dijo Krieg. Lehrer asintió y
se retiró.
Lehrer entró
en una habitación grande y bien iluminada.
- ¡Ahh,
mis creaciones! Ustedes me traeran ese Cristal, no importa qué
tengan que hacer para lograrlo- dijo Lehrer en voz baja.
Frente a él un pequeño ejército comenzaba a formarse. Lehrer sonrió.
UYYYY, LES DIJE QUE SE ESTA PONIENDO INTERESANTE. ESPERO LES HAYA GUSTADO. SE ACEPTAN CRÍTICAS, REGAÑOS, IDEAS (URGEN!) Y DINERO (DESPUÉS LES PASO LA CUENTA, JA JA,) NO ES CIERTO ESTO ES SIN FINES DE LUCRO, SOLO PARA QUE USTEDES COMO LECTORES SE DIVIERTAN Y YO COMO ESCRITOR HAGA LOCURAS, SALUDOS!
