La
Era de la Luz:
El Alma del Fénix
XXIII. El Destino de la Princesa de la Luna
Las chicas veían impotentes como esos jóvenes arriesgaban sus vidas para salvar las de ellas. Al terminar el despiadado ataque los Centinelas se desvanecieron.
Rei alcanzó a atrapar a Feuer quien fue impulsado hacia atrás. Eis y Licht cayeron de rodillas, Amy y Mina corrieron hacia ellos. Funkeln logró mantenerse en pie, aunque por poco tiempo, después se derrumbó violentamente, mientras Lita trataba de ayudarlo. Dunkel estaba a punto de desplomarse pero Saturn y Setsuna evitaron que cayera hasta el suelo.
Haruka y Michiru llegaron justo a tiempo para sostener a Himmel y Teich, que estaban seriamente lastimados. Serena solo pudo observar como el cuerpo de Zeit yacía inconsciente frente a ella.
- Los poderosos Centinelas han sido derrotados- se burló Krieg- Ya no tienes a nadie que te proteja Princesa. Llegó la hora de que terminemos con esto.
Serena lo miró con temor. Todo lo que estaba pasando era demasiado. No tenía fuerza para enfrentarlo, sentía como si todo estuviera perdido y cerró los ojos con resignación. De pronto Krieg lanzó una enorme esfera de energía que envolvió a Serena y la sumió en la oscuridad.
Era una
sensación extraña, parecía como si estuviera
flotando en el aire, pero no podía ver ni sentir nada. Así
pasaron algunos instantes. Para su sorpresa una luz dorada
apareció frente a ella y lo iluminó todo. Primero
parecía una pequeña canica que después fue
creciendo hasta ser del mismo tamaño que Serena. Ella la
miraba fascinada.
- ¿Dónde estoy?- preguntó
Serena confundida- ¿Acaso he muerto?
- Aún
no. No puedes morir sin cumplir tu destino- dijo una voz.
-
¿Quién es?- preguntó Serena, pero después
reaccionó- Ya-ya había oído esta voz antes.
¿Tú eres...?
- Llegó el momento de que
me presente ante tí Princesa- contestó la voz,
que parecía provenir de la luz.
Inesperadamente
la luz comenzó a transformarse. Entonces tomó la
forma de un enorme pájaro dorado. Era hermoso, parecía
un cisne, tenía plumas en su cabeza que formaban un arco
hacia afuera y una larga cola. Serena tardó un poco en
comprender.
- ¡Tú eres el Alma del Fénix!-
exclamó Serena sorprendida.
- Sí. Gracias a
tí he logrado despertar de un largo sueño-
contestó el ave con una voz cálida y dulce.
-
Pero ¿qué es lo que sucede?
- Debes continuar
luchando.
- Para qué, todo acabó- dijo
Serena bajando la mirada.
- Sólo si te das por
vencida- dijo el Fénix.
- Krieg ha ganado. Yo le he
entregado la Sombra del Cosmos y permití que triunfara-
contestó Serena llorando.
- Aún así no
todo está perdido.
- Pero no puedo derrotarlo, el
Cristal de Plata ha perdido su brillo.
- Entonces hazlo
brillar una vez más. ¿No te das cuenta? Durante
todas estas batallas no ha sido el Cristal de Plata el que ha
triunfado, sino tú. Tú eres quien ha arriesgado todo
por tus seres queridos, sin importarte el precio. El Cristal de
Plata solo ha respondido a tu propia fuerza.
- ¿Mi
propia fuerza?- preguntó Serena confundida
- Así
es. Y es por esa fuerza por lo que he despertado, tú me has
despertado.
- Sin embargo¿qué puedo hacer
yo sola?- preguntó ella presa de la desesperación y
el miedo.
- No estas sola. Tienes la confianza de aquellos
que te aman, es por eso que tus amigas han venido a ayudarte. Si
vas a luchar hazlo por ellos- contestó el Fénix.
Serena se quedó inmóvil por unos segundos. Los
rostros de las personas que más le importaban aparecieron
en su mente. Su familia, Darien, las chicas, Rini... Entonces
comprendió a que se refería Serenity con luchar
sola.
- Es verdad, yo nunca he estado sola. Aunque no pueda
verlos sé que todos aquellos a los que amo están a
mi lado. No puedo, no debo darme por vencida. Si lo hago,
todo el sufrimiento y los sacrificios habrán sido en vano-
dijo ella con determinación.
- Sí es así,
vamos. A partir de ahora pelearé junto a tí.
El Fénix volvió a convertirse en una luz y cubrió a Serena completamente. Ella pudo sentir una calidez reconfortante y poco a poco recobró sus fuerzas. Entonces un resplandor dorado emanó de ella y llenó la esfera que la aprisionaba, esta no pudo soportar tal energía y al final estalló.
Al salir de la esfera Serena se dió cuenta de que Krieg atacaba sin compasión a sus amigas y como Saturn intentaba protegerlas con su Campo de Energía.
- Ríndete,
tu Princesa ya no puede protegerte, no tienes porque luchar- decía
Krieg con malicia- Si me entregas tu Cristal te perdonaré
la vida- Saturn lo miró con ira, lo que molestó a
Krieg, quien arrojó un poderoso rayo hacia ella. Saturn
cayó de espaldas por el impacto.
- ¡Basta!- gritó
Serena con furia. Krieg la miró con asombro.
- ¡Vaya!
Con que has logrado destruir la prisión que destiné
para tí, me sorprendes- dijo él en tono de burla-
Bien, yo quería dejar mi venganza para el final, pero ya
que estas aquí, creo que serás la primera.
-
Adelante- dijo el Fénix, Serena asintió y el
poderoso resplandor dorado la rodeó por completo.
Una tenue luz
plateada comenzó a brillar desde las ruinas de las
columnas. Momentos después, un pequeño objeto se
elevó de ellas, se dirigió con rapidez hacia Serena
y se detuvo justo frente a ella. Era el Cristal de Plata.
-
¡No puede ser!- dijo Krieg atónito.
- Aún
no has ganado- contestó Serena con decisión y tomó
el Cristal con su mano derecha.
- ¡No¡Detente!-
gritó Krieg temeroso.
Pero ya era tarde, el Cristal de Plata y el Alma del Fénix se unieron. De pronto una fuerte explosión cegó tanto a las Scouts como a Krieg. La luz se desvaneció lentamente. Las chicas observaron asustadas hacia donde se encontraba Serena, quien flotaba a unos centímetros del suelo, ya transformada en Sailor Moon, sin embargo lucía diferente.
Ella vestía un traje completamente blanco, a excepción de su falda, que en la parte frontal lucía un hermoso arcoiris. Las alas habían desaparecido y en su lugar quedó una capa, también blanca. El broche del pecho era dorado y en él había una imagen de una estrella. De pronto frente a ella apareció un cetro de oro muy largo, en su parte superior se observaba una esfera semitransparente, en cuyo centro brillaba el Cristal de Plata. El resplandor dorado emanaba de ella y pronto empezó a esparcirse por todos lados, como si fuera el agua de una fuente.
Las Scouts veían sorprendidas como el cálido resplandor se acercaba a ellas. Después de unos momentos las cubrió, una maravillosa sensación de paz y tranquilidad las envolvió y poco a poco sus fuerzas regresaron. También los Centinelas fueron alcanzados por el poder de Sailor Moon, uno a uno abrieron los ojos, estaban exhaustos, pero vivos.
- Es-esta es...
la luz que... apareció en aquella ocasión- dijo
Feuer con voz entrecortada, aún recostado en los brazos de
Rei.
- ¿Qué¿A qué te
refieres?- preguntó ella.
- Esa vez... es-estuvimos a
punto de morir- contestó Licht débilmente.
-
Pero un resplandor... nos salvó... y nos permitió...
seguir luchando- continuó Funkeln respirando con
dificultad.
- G-gracias... a él derrotamos... a los
Alquimistas- añadió Teich mientras Michiru le
ayudaba a sentarse.
- Eso no es posible ¿o si?-
preguntó Mina.
Los Centinelas no respondieron, en realidad no estaban seguros de lo que sucedía, además aún estaban débiles. Las chicas se miraron entre sí y después dirigieron la mirada hacia donde estaba Sailor Moon. ¿Qué ocurría¿Era posible que ese resplandor fuera el mismo que el de la guerra anterior?
Krieg temblaba de rabia ante tal exhibición de poder. Jamás se imaginó que la Princesa de la Luna tuviera esa magnífica energía. Sailor Moon lo miró, él pudo notar que sus ojos reflejaban fuerza y determinación. Algo había cambiado en ella.
- ¡Ya he
tenido suficiente, me desharé de ti de una vez por todas
Princesa¡Me vengaré por lo que me hizo tu padre!-
gritó Krieg colérico.
- Me temo que eso no será
posible- contestó Sailor Moon con un tono inusitadamente
calmado.
Ante esa
respuesta, Krieg se enfureció aún más.
Utilizando la Sombra del Cosmos y los Cristales Planetarios
combinados, lanzó una lluvia de rayos rojos en contra de
Sailor Moon.
- ¡Cuidado!- gritó Haruka con
terror.
- ¡Serena!- exclamaron Amy, Lita y Mina al mismo
tiempo. Rei no pudo gritar, sentía tal miedo que estaba
paralizada.
Sin embargo,
Sailor Moon no se movió, recibió el ataque de
frente. Una enorme nube de polvo impedía ver el sitio en
donde se encontraba. Después de unos instantes el polvo
cesó y las chicas observaron sorprendidas y aliviadas que
el poder de Krieg no había surtido efecto. Sailor Moon
estaba de pie, sin un solo rasguño.
- ¡Pero ¿cómo es posible!- dijo Krieg sin poder creerlo.
-
Te lo dije. Aún no has ganado. Ahora es mi turno Krieg-
contestó Sailor Moon con serenidad y se elevó por
los aires.
La batalla se libró en lo alto. Sailor Moon y Krieg luchaban con increíble fuerza, los poderes de ambos eran sorprendentes y ninguno cedía a pesar de los ataques del otro. Las Scouts veían asombradas la pelea, al igual que los Centinelas.
- No puedo
creer que Serena tenga tanto poder- dijo Rei.
- ¿En
realidad habrá sido ella quien les ayudó en aquella
lucha?- preguntó Mina con incredulidad.
- Es la misma
energía que sentimos- contestó Eis, quien se
mantenía sentado gracias a Amy.
- ¿Qué
quieres decir?- preguntó Amy.
- Que aquella luz es la
misma que tiene la Princesa justo ahora- respondió Funkeln.
- ¿Eso significa que esa vez fueron salvados por el
Alma del Fénix?- preguntó Lita sorprendida mirandolo
a los ojos.
- No puede ser, nadie sabía que Serena
tenía el Alma del Fénix en ese tiempo- dijo Michiru
intentando sonar calmada.
- Te equivocas- le corrigió
Zeit intentando levantarse.
- ¿Qué!-
exclamaron las chicas al unísono.
- Febiad sabía
que en su hija residía semejante poder- dijo Zeit
sentándose con ayuda de Setsuna.
- ¿Él lo
sabía?- preguntó Setsuna sin entender.
- Sí.
Pero si revelaba que Serena era la portadora del Alma del Fénix,
los Alquimistas hubieran ido tras ella. Y por eso no permitió
que las Sailor Scouts pelearan, si lo hacían se habrían
arriesgado a que robaran sus Cristales.
- Por supuesto,
nosotros no podiamos permitir que solo él se divirtiera,
así que combatimos a su lado- dijo Himmel sonriendo con
debilidad.
- ¿Es por eso que ustedes pelearon solos?-
preguntó Haruka con sorpresa mirando a Himmel, este
asintió.
- Pero¿cómo fue posible que
Serena los salvara?- preguntó Saturn.
- No estoy
seguro. Tal vez inconscientemente despertó su fuerza
interna para ayudarnos. Pero ahora, ha liberado el poder del Alma
del Fénix casi en su totalidad- dijo Zeit.
- Entonces¿por qué volvieron a la vida?- preguntó Amy.
- Para cumplir con nuestro deber- contestó Eis.
-
¿Deber?- preguntó Lita.
- Nuestro deber es
protegerlas para que luchen al lado de la Princesa- respondió
Feuer.
- Luchar a su lado- dijo Rei sin entender, mirando al
sitio donde se llevaba a cabo la pelea.
En el aire, sobre las chicas y los Centinelas, Sailor Moon continuaba combatiendo con gran fortaleza. Krieg nunca esperó que ella opusiera tal resistencia.
- Es muy fuerte, no sé si podré vencerlo- pensó Sailor Moon.
- Recuerda que yo estoy junto a tí, al igual que tus amigas- dijo el Fénix. Sailor Moon miró por un instante hacia donde se encontraban ellas.
- ¿Aún te preocupas por ellas? Deberías preocuparte por tí- dijo Krieg con malicia.
- Ellas son las personas que más me importan en estos momentos- contestó Sailor Moon.
- Entonces te quitaré esa molesta carga- sonrió Krieg y atacó a las Scouts. El ataque fue tan rápido que Sailor Moon no pudo evitarlo. Solo pudo ver, aterrada, como el poder de Krieg se dirigía a ellas.
Para su
sorpresa, no fue en las chicas en quien se estrelló el
poder. Funkeln había logrado incorporarse y utilizó
su martillo para detenerlo. Sin embargo, todavía no
recuperaba todas sus fuerzas, así que cayó de
rodillas. Sailor Moon lo miró asombrada.
- ¿Por
qué...?- iba a preguntar ella, pero Funkeln la interrumpió.
- Debemos proteger a las Princesas, no importa si salimos
heridos o incluso si morimos, esa es nuestra responsabilidad.
Lentamente los
Centinelas se incorporaron, con pasos cortos pero firmes se
colocaron frente a las Scouts.
- Deténganse, están
muy débiles- dijo Michiru con desesperación. Pero
Teich solo le sonrió con ternura.
- ¿Es que
acaso quieren morir?- preguntó Haruka con temor.
- En
realidad, no nos agrada mucho esa idea, pero si debemos hacerlo
para salvarlas...- respondió Himmel.
- Por favor no lo
hagan- suplicó Amy.
- Es inútil, no podrán
detenerlos, cumplirán con su deber hasta la muerte- dijo
Setsuna con la voz impregnada de miedo y angustia, mientras veía
fijamente a Zeit. Este la miró y le sonrió con
calidez.
- ¿Realmente quieren sacrificar sus vidas?-
preguntó Krieg con odio.
- Si es necesario lo haremos
sin dudarlo. Nuestro destino es luchar a su lado y protegerlas-
respondió Teich tomando su tridente firmemente con ambas
manos.
- ¡Va! Su destino es morir por mi poder y cumplir
la venganza que he esperado por mil años- gritó
Krieg con odio y lanzó una tormenta de rayos rojos sobre
ellos.
Sin embargo, los Centinelas utilizaron hasta el último gramo de su energía para proteger a las chicas, Eis y Dunkel cayeron hincados, aún sosteniendo sus armas para proteger a Amy y Saturn. Los demás se tambaleaban pero seguían de pie.
-
No puedo permitir que les hagan daño ni a mis amigas ni
a ellos- pensó Sailor Moon con desesperación.
-
Al igual que tú, ellos tienen un destino que seguir-
dijo el Fénix.
- ¿Un destino?- preguntó
Sailor Moon sin comprender.
- Así es, tú
tienes el poder para evitar que el mal triunfe.
- ¿Quieres
decir que mi destino es derrotar a Krieg?
- No, es aún
mayor.
- ¿Cuál es?- preguntó
Sailor Moon.
- Llevar esperanza y luz donde exista
oscuridad.- respondió el Fénix con suavidad.
Sailor Moon sintió como si sonriera.
- Pero, yo no
quiero que nadie salga lastimado.
- Entonces, debemos
terminar con esta batalla.
- Pero y ¿si mueren?
- Ellos no se rendirán. Ahora tú tienes que
cumplir con tu propio destino.
BUENO HE AQUÌ EL ANTEPENÚLTIMO CAPÍTULO. ESPERO HAYA SIDO DE SU AGRADO. YA SABEN, DUDAS, SUGERENCIAS, REGAÑOS, IDEAS (POR FAVOR!) DEJEN REVIEWS. SALUDOS!
