Capítulo 2

Cruel Realidad

Sesshoumaru despertó al sentir que lo halaban de una mano. Max era quien lo hacía.

-Max, son las 2 de la mañana…

-Papi, me duele…

-Qué cosa?

-Papi, la bolsa está roja…

Sesshoumaru se sentó de inmediato y encendió la luz. Vio que la bolsa tenía sangre, demasiada, y los labios de Max se notaban ya pálidos.

-Kami! La-la pinza…

Sesshoumaru cerró el paso del líquido del cuerpo de Max a la bolsa.

-Rin… Rin…

-Hm?

-Rin, despierta.

Sesshoumaru acostó a Max en su lugar.

-No te levantes.

Rin despertó asustada.

-Qué pasa!

-Tranquila, mi amor… la bolsa tiene sangre, vamos a llevarlo al hospital.

Rin se vistió como pudo y fueron al hospital. En el camino, Rin lo sentía ponerse cada vez más frío y pálido.

-Mama, tengo frío…

-Ya casi llegamos, mi amor…

-Me duele mucho.

-Dónde te duele?

-Atrás…

-La espalda?

-Sí…

-Cuando lleguemos te darán algo para tu dolor.

Sesshoumaru lo cargó a la sala de emergencias. El doctor llegó junto con ellos.

-Qué pasa?

-La bolsa está filtrando sangre, y dice que le duele en la espalda.

-Tengo frío…

El doctor lo metió en una sala de exámenes y lo cubrió con una manta. Examinó el contenido de la bolsa. La quitó y colocó una nueva.

-Max, quiero que hagas fuerza como cuando halas algo.

Max lo hizo y entró una cantidad de sangre increíble a la bolsa. El doctor le pidió a la enfermera que pidiera sangre al laboratorio y una sala de quirófano.

-Mama, qué pasa?

-Te van a operar, mi amor… para curarte…

-Me voy a morir, mama?

-No, mi amor… no…

Rin lo besó en la mejilla. Cuando todo estuvo listo, le avisaron al doctor.

-Me parece que hay algún tipo de hernia o laceración. Sin una laparoscopía no puedo decir nada seguro.

-Eso es…

-Una cirugía exploratoria.

-Doctor…

-No le puedo decir más… no sé lo que veré… Pero no dude que haré todo en mi poder…

Rin se abrazó a su esposo mientras el doctor salió tras la camilla donde se llevaban a Max. Estuvieron frente a la puerta de los quirófanos por horas. Rin estaba tan cansada que se quedó dormida recostada de Sesshoumaru. Él veló su sueño. El amanecer teñía el cielo de naranja cuando el doctor salió de la sala de operaciones. Rin ya estaba despierta.

-Doctor, mi bebé…

-Tuvo una crisis llamada secuestro esplénico. Tuvimos que extraer el bazo.

-Doctor, quiero otro examen…

-Examen de qué?

-De compatibilidad, es mi hijo, debe ser compatible.

-No tienen ni el mismo tipo de sangre…

-Kami, no vuelvan con lo mismo. Sesshoumaru…

-Pero es que debe haber algo!

-Señores Kazami… no les digo que no pueda suceder, puede ser que aparezca el donante… pero… deben de prepararse para lo peor.

-No!

-Rin…

Rin se aferró a Sesshoumaru mientras él la rodeaba con sus brazos, el doctor se marchó y los guiaron a una habitación. Poco después llevaron al niño a la habitación, aún dormido y con varios tubos. Una vez solos, Rin se acercó.

-Kami, líbralo de este sufrimiento, por favor…

Rin llevó el beso desde sus labios a la frente de su pequeño, su ritmo cardíaco cambió. Rin se aferró a su esposo mientras lloraba amargamente.

-No puedo verlo así… no puedo…

Sesshoumaru la besó en la sien. El cuerpo de su pequeño se veía más frágil de lo normal. Parecía atravesado por la decena de tubos y cables que iban a máquinas y monitores. El doctor volvió a entrar.

-Han pasado varias horas, porqué no despierta?

Otro doctor que entró con Kensai, se presentó como neurólogo. Luego de hacerle varios exámenes que variaban desde abrirle los ojos hasta pasar un objeto un tanto punzante por la planta de su pie y leer los resultados que arrojaba la máquina conectada a su cabeza. El doctor se preparó para darles la noticia.

-La pérdida de sangre fue excesiva, de esto estamos conscientes. Pero entonces su cerebro se metió en una fase protectora. Donde sólo hace las funciones básicas…

-Está en coma?

-Sí…

-NO!

Sesshoumaru abrazó a Rin con fuerza mientras ella lloraba aferrada a su pecho.

-Señora, yo mismo he tenido la experiencia de que los pacientes en coma, sí escuchan. Y se recuperan más rápido si les hablan. Lo estimulan para salir de su letargo.

-Cuándo despertará?

-Eso no se sabe… tal vez mañana o pasado… lo importante es hablarle, saber que no está solo…

Rin se acercó al pequeño y tomó su mano mientras colocaba la otra sobre su frente.

-Mi amor… todo va a estar bien… mami está aquí…

…………………………………

4 semanas después.

Rin termina de lavarlo y acaricia su pelo.

-Ya lo tiene muy largo…

-Rin…

El doctor entra con los resultados del último examen.

-Qué tal doctor?

-Vamos a extubarlo. Puede respirar solo… pero no muestra signos de mejoría…

Sesshoumaru asintió. El doctor procedió a quitarle el tubo. Una vez que no estuvo frente a él, Rin lo abrazó.

-Kami, mi amor, te extraño…

Los signos vitales de Max se alteraron. Rin no lo soltó. El doctor sonrió y dijo que volvería en unas horas. Sesshoumaru se acercó y lo besó en la frente.

-Ya es hora de que despiertes, campeón. Te debo un viaje…

Sesshoumaru removió las lágrimas que se asomaban al borde de sus ojos. Rin soltó a Max y se abrazó a su esposo.

-Sessh…

-Estoy bien…

-No lo estás… no puedes fingir ser fuerte todo el tiempo…

-No lo soy…

Sesshoumaru la abrazó con fuerza.

-Te amo, Rin…

-Te amo, Sesshoumaru…

-Te necesito, mi amor… no me dejes solo…

-No lo haré…

Los días continuaron su paso, sin embargo, cada día había algo diferente.

Rin estaba sentada al lado de Max y le leía uno de sus cuentos favoritos. Interrumpió la lectura para tomar agua.

-Pintamos la casa… te cambiamos la cama, te pusimos una más grande y también te pintamos la habitación. Ahora es azul, y tiene planetas que cuelgan del techo, pero planetas grandes… eso me dice Sesshoumaru, yo no la he visto…

Rin se sentó a su lado y lo besó en la frente.

-También te compramos ropa nueva, porque esta ya te queda chica…

Rin lo besó con ternura. Se creyó alucinando cuando lo vio abrir sus ojos.

-Max…

El pequeño fijó su mirada en ella.

-Max, mi amor… me escuchas? Cierra los ojos si me escuchas.

Max cerró los ojos, Rin llamó al doctor y a Sesshoumaru. Sin embargo, Sesshoumaru llegó varias horas después. Max estaba dormido.

-Dónde estabas?

-Perdóname, preciosa, no me pude zafar…

-Es tu hijo, Sesshoumaru…

-Lo sé, pero…

-No puedo creer que te quedaras hablando de negocios mientras tu hijo te necesita…

-Pa-pa…

-Maxwell…

Sesshoumaru se acercó y lo besó en la frente.

-Perdóname por no llegar antes… sabes que tu papá es un tonto…

Maxwell levantó su manita y acarició el rostro de su padre.

-Papa – me – quiere?

-Claro que sí. Te amo…

-Mama – no pelees – con papa…

Rin se acercó y lo besó con ternura.

-Lo siento, mi amor…

Sesshoumaru sonrió.

-Sabía que te pondrías bien…

-No… adiós…

-Adiós? Quieres que me vaya?

-No… yo me voy…

Ninguno entendió las palabras de Max. Pasaron varios días más en los que Max se recuperó notablemente y hasta volvió a ser el mismo de siempre. Sin embargo, había que dializarlo más seguido.

-Mama, quiero la bolsa otra vez…

-No se puede, mi amor…

-Porqué no? Quiero irme de aquí! Ya no quiero estar aquí!

-Max.

Max se calmó al ver a Sesshoumaru quien le entregó una bolsa y un vaso tapado a Rin.

-Qué es lo que te pasa?

-Papi, tengo que hacer muchas cosas antes de irme…

-A dónde irás?

-Al cielo…

Rin dejó caer el vaso.

-Max… porqué dices eso?

-Yo hablé con Kami. Él me dijo que voy a ir a su lado… pero que todavía no porque tú no estás lista.

-Max, deja de decir esas cosas.

-No es mentira, mami… Kami me cuidó cuando me perdí… Me dijo que tendrás un bebé sano para que lo cuides en mi lugar…

-Max, por favor, no sigas!

-Pero mama…

-Yo sólo quiero que te mejores, mi amor… tú eres mi bebé…

-Es que yo me voy con Kami…

Sesshoumaru no lo dejó seguir hablando. A los pocos minutos, Max se quedó dormido. Sesshoumaru obligó a Rin a comer, quien después de hacerlo, se acomodó entre sus brazos en el sillón que había sido su cama durante toda la estadía en el hospital. Sesshoumaru la dejó dormirse mientras le llenaba la cabeza de besitos y le acariciaba la espalda.

-Descansa, mi amor…

Sesshoumaru la contempló dormir por lapso de una hora antes de él mismo caer rendido ante el sueño. Despertó a las 3 de la mañana y se quedó abrazando a Rin para no despertarla con sus movimientos. Su pequeño dormía plácidamente. Sonrió mientras recordaba las locuras de Max, cuando al no saberse una palabra se la inventaba.

-Flashback-

Sesshoumaru entró en la habitación y dejando el enorme arreglo floral aparte, se acercó a su esposa que le daba de mamar a su pequeño. Se sentó sonriendo a su lado y la rodeó con su brazo. Rin le sonrió y lo besó en la mejilla, se acomodó contra su pecho y continuó contemplando a su pequeño.

-Es hermoso…

-Es idéntico a su mami…

Sesshoumaru acarició la cabeza del pequeño.

-No puedo creer que sea mi hijo…

-Nuestro, mi amor… nuestro…

-Nuestro hijo…

Sesshoumaru la besó en la sien con tanta ternura que Rin sintió el corazón brincarse un latido. Una vez que el pequeño terminó de comer, Rin le acarició la espalda y le sacó apenas un gas. Volvió a acomodarlo entre sus brazos. Sesshoumaru sonrió.

-Ya eres toda una mamá experta.

-Y es hora de que seas un papá experto…

Rin le dijo que cargara al pequeño. Él lo tomó entre sus manos y así mismo lo acercó para besarlo en la frente.

-Un hijo… mi hijo… Te amo, hijo…

Rin sonrió mientras Sesshoumaru contemplaba a su pequeño entre sus brazos.

-Vas a ser un hombre de bien… uno que me haga orgulloso…

Se acercó a Rin y la besó con ternura.

-Gracias, mi amor… por hacerme papá…

-No, gracias a ti por hacerme mamá…

Sesshoumaru sonrió.

-"Que tengas mis grandes sueños y lo tierno de tu madre, que también tengas su imagen

y mis ansias de vivir. Que Dios envíe a esta tierra, un ángel que te proteja, que lo injusto de este mundo no lastime tu existir"

Rin sonrió.

-Es hermoso…

Sesshoumaru lo besó en la cabeza a la vez que el niño bostezaba.

-"…Duerme tranquilo… duerme pequeño…"

-Fin del flashback-

Sesshoumaru se pasó una mano sobre los ojos alejando las lágrimas de los mismos. En especial al recordar aquella frase que le oprimía el corazón.

-(Qué fue lo que hice mal? Kami, ésta no es la manera de castigarme…)

De alguna manera Sesshoumaru se sentía culpable y a la vez impotente. Sabía que cada día que pasaba era un día menos de la vida de su hijo. Una vida que se desperdiciaba a cada segundo postrado en una cama, sin siquiera poder probar su comida favorita. Cerró los ojos sintiendo un nudo en la garganta.

-No quiero perderlo…

……………………………………

Sesshoumaru no tenía ropa en el hospital, así que fue a la casa a cambiarse, lavar la ropa de Rin, llevarle comida y ropa fresca. Mientras esperaba que la secadora terminara, entró en la habitación de Maxwell y se sentó en la cama mientras sostenía entre sus manos su juguete favorito. Un muñeco de acción al cual. Él, deliberadamente, le había pintado la cabeza de blanco.

-Flashback-

Rin se acerca al pequeño de 3 años, al sentir un fuerte olor a esmalte de uñas.

-Max! Qué haces?

-Mira mama…

Max le muestra el muñeco a su madre, quien a su parecer estaba arruinado.

-Max! Lo dañaste!

-No, mama…

-Cómo que no? Mira cómo está lleno de pintura!

-Demo, mama…

-Porqué lo hiciste Max? No te gustó el regalo de tu papá?

-Mama…

-Tienes que cuidar las cosas. No sólo para que te duren más. Sino, qué crees que pensará tu papá cuando vea el regalo que te dio ayer, dañado hoy?

-Demo no está danyado…

-Max…

Para cuando Sesshoumaru llegó a la casa de la oficina, Rin le contó lo sucedido, pidiéndole que no fuera muy duro con él, que se había pasado la tarde llorando porque ahora el muñeco estaba dañado. Sesshoumaru subió las escaleras y entró en la habitación de su hijo.

-Max?

-Papa! Gomen!

El pequeño se lanzó a sus brazos mientras aún lloraba, sintió las lágrimas mojar su camisa.

-Tranquilo… qué pasa?

-Yo no quería danyarlo! Yo no quería!

-Qué cosa no querías dañar?

-El munyeco…

Sesshoumaru lo abrazó con fuerza y lo besó en la sien. Se sentó en su camita con él sobre sus piernas.

-Y porqué le pintaste la cabeza?

-Podque es un héroe!

-Sí, es un súper héroe… no te gusta ese?

El pequeño negó con la cabeza.

-Es que yo quería que se pareciera a ti…

-A mí? Porqué? Si yo no soy un súper héroe?

-Sí… el mío…

-Max…

Sesshoumaru secó sus lágrimas y le sonrió. Mientras sentía las propias acumularse en sus ojos. Una de ellas, traviesa, se atrevió a rodar por su mejilla. El pequeño la tomó en un dedito y la observó.

-Podqué papa está triste?

-No estoy triste… estoy feliz…

El pequeño lo besó en la mejilla.

-Papa, me duele la meca…

-La qué?

Max se señaló la cabeza. Sesshoumaru sonrió.

-La cabeza. Qué tal si dormimos un poco antes de la cena? Yo estoy un poco cansado.

Rin sonrió cuando subió por Max y los vio abrazados mientras dormían.

-Fin del flashback-

Sesshoumaru se quitó las lágrimas del rostro lleno de frustración, metió el muñeco en el bolso que llevaría. Y salió de la habitación.

Una vez que la ropa de Rin estuvo lista, la recogió y envasó la comida que le llevaría ese día. Al llegar a la habitación, Rin se alejaba de la cama y al verlo, lo abrazó.

-Qué pasó, preciosa?

-Está bien…

Rin lo besó con ternura. Sesshoumaru dejó las cosas a un lado y la abrazó.

-Rin, hay cosas que debemos cambiar…

-Cómo qué?

-Turnarnos… una noche tú, una noche yo…

-No, igual no dormiría…

-Rin, tienes que descansar. Te me vas a enfermar, chiquita…

-No puedo dejarlo solo…

-No lo estás dejando solo, lo estás dejando con su papá… Rin, no soportaría que te enfermaras tú también…

Rin lo besó en la mejilla.

-Duermo mucho mejor cuando estás conmigo… qué tal si te quedas cada ciertas noches?

-Está bien…

Sesshoumaru la besó con ternura.

-Te traje miso…

-Hm! Delicioso… Lavaste la manta?

-Sí, está en el bolso.

Sesshoumaru lo abrió y hurgó, buscando el muñeco, lo colocó al lado de Max que estaba dormido.

-Aún no despierta?

-Sí, lo bañé y desayunó.

Rin sonrió.

-Es un fresco. Me preguntó que si yo te baño cuando te enfermas.

Sesshoumaru sonrió, se acercó a las ventanas y rodó las cortinas para que entrara toda la luz posible.

-Sessh, está durmiendo…

-No importa… Cuando era bebé le hacía lo mismo.

……………………………………

Estaban tomados de la mano mientras veían por la ventana a los jardines del hospital, cuando Max despertó. El pequeño sonrió al verlos besarse apasionadamente mientras sus cuerpos permanecían increíblemente pegados. Decidió no interrumpirlos mientras sus mejillas se coloreaban al ser testigo del amor de sus padres. Sesshoumaru aún con la mirada fija en sus ojos, acarició sus mejillas y labios.

-Te amo, mi amor…

-Y yo a ti…

-Ah! No! Así no se vale!

Rin se soltó del abrazo, sobresaltada al escuchar a su pequeño.

-Max!

-Papa, dile que la amas.

Sesshoumaru no comprendió.

-Pero si le acabo de decir…

-No. Ella te dijo que te ama. Pero tú le dijiste nada.

Rin comprendió a dónde quería llegar Maxwell.

-Max, está bien que lo diga así…

La verdad es que Sesshoumaru casi nunca se expresaba tan abiertamente. Y eso era lo que Maxwell quería.

-No! Papi, díselo… porque mami lo necesita oír…

-Max…

-Tú me lo dijiste mami… eso es lo que te da fuerzas. Necesitas oírlo tantas veces como nos lo dices a nosotros…

-Mi amor…

Sesshoumaru tomó las manos de Rin y fijando su mirada en sus ojos.

-Te amo, Rin…

Rin sintió la sangre acumularse en sus mejillas, Sesshoumaru le habló en el mismo tono en que le hablaba al hacer el amor.

-Sessh…

-Te amo, preciosa…

-Te amo, Sessh…

El pequeño sonrió mientras su madre se refugiaba en el pecho de su padre. Sesshoumaru la besó en la cabeza. Max tomó el muñeco que descansaba a su lado y miró a su padre sorprendido.

-Gracias, papa…

-Gracias a ti, hijo…

……………………………………

Max pasaba canales en la televisión, cuando vio algo relacionado con la aurora boreal.

-Papa, mira qué lindo!

Sesshoumaru levantó la mirada y sonrió.

-Es hermoso… Rin…

Rin también sonrió al verlo. Se sentó junto a Sesshoumaru.

-Es lo más hermoso que he visto en mi vida...

-Lo recuerdas?

-Como si fuera ayer…

Sesshoumaru sonrió y la besó en la mejilla.

-Lo has visto de verdad, mama?

-Sí… cuando tu papi y yo nos casamos, nos fuimos a Noruega de luna de miel…

-Noruega? Dónde está eso?

-Al norte, cerca del polo norte.

Rin sonrió mientras veía el documental. Besó a Sesshoumaru en la mejilla antes de acomodarse entre sus brazos. Al terminar, entre los créditos, Maxwell leyó su nombre.

-Mama, porqué me llamo Maxwell?

-Porque me gusta ese nombre.

-Mama!

Rin sonrió.

-Sabes que no conocí a mis papás. Que me crió mi padrino. Él se llamaba Maxwell y yo lo quería como si fuera mi papá. Así que cuando naciste, te nombré como él.

Sesshoumaru estaba perdido en el verde esmeralda de los ojos de su esposa.

-Sessh?

-Estoy bien… Sólo estoy un poco cansado… anoche casi no dormí…

-Qué pasó?

-Nada… solo que no pude dormir…

Sesshoumaru la besó en la frente. Y se acomodó en el sillón. Max lo llamó.

-Papa…

-Dime…

-Gomen… por mi culpa no puedes dormir…

Sesshoumaru se levantó y lo besó en la frente.

-No tienes la culpa de nada… ya es tarde, deberías dormir…

-Pero…

-Yo me quedo aquí esta noche. Duérmete ya.

Sesshoumaru le quitó el control de la televisión y la apagó.

-Dulces sueños hijo…

Rin se despidió de él y apagó la luz, se acomodó junto a Sesshoumaru en el sofá cama y lo besó en la mejilla.

-Que descanses, mi amor…

Sesshoumaru la abrazó.

-Ahora sí serán dulces mis sueños…

Rin rió.

…………………………………………

Listo! Hehe, crei que no lo terminaría!

Gracias a todas las que me han brindado su apoyo en este fic que apenas comienza. Espero que les guste aunque exprima sus venitas de masoquistas.

Besitos

Mizuho