Era una noche oscura y fría, en la cual las estrellas eran las protagonistas, brillaban como nunca.

En las puerta de la pensión "En" de podía alcanzar a ver una frágil figura delgada, sosteniéndose débilmente con una sola mano de la puerta corrediza.

-Anna! Que estas haciendo aquí?- preguntaba preocupado Yoh aproximándose a la chica

-Na…nada, yo solo…quería salir un momento-le contestó con dificultad, ni siquiera podía pararse correctamente

-Pero Anna yo creo que no debes salir en esas condiciones

-Yoh yo…yo quiero…-no terminó la frase ya que perdió el equilibrio y justo cuando iba a caer al piso unos fuertes brazos la rodearon por la cintura, evitando así el contacto con el suelo
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-Lo…lo siento Yoh-le decía la rubia ya recostada en su futón, ya que él después de impedir que ella cayera, la sostuvo de nuevo en sus brazos, solo que ahora fue para cargarla y llevarla a un lugar libre de ventiscas que hacían daño a su joven prometida
-Mmm? De que hablas?

-Vete-le dijo en un susurro con un ligero aire de tristeza, en realidad ella no quería eso (su estado se estaba regularizando)

-Pero Anna, no ves como te encuentras? No te voy a dejar sola, aunque después de aliviarte me tripliques el entrenamiento-le replicó con su sonrisa de siempre, aunque en sus ojos de notaba preocupación y en su voz un tono de decisión- Y por que pides disculpas?-le preguntó mientras ponía su mano sobre la frente de ella
-Por que debo ser un estorbo mas grande para ti ahora que estoy así-le volvía a contestar con tristeza

El chico pasó su mano de la frente a acariciar uno de los mechones de cabello dorado que caían delicadamente sobre la rubia y su tono de voz se notaba muy sincero y dulce

-No es así Annita, nunca ha sido así, eso te lo puedo jurar nunca fuiste, eres o serás un estorbo para mi y por favor no lo vuelvas a mencionar que me entristece que pienses de esa forma

Las palabras de Yoh hicieron sonrojar al pálido rostro de Anna, dándole un color muy bello, ya que todo lo que dijo significó mucho para ella, aparte que se sorprendió puesto que no sabía que el despistado de su prometido tuviera ese lado

Estaban en el cuarto de Anna, ella recostada y el hincado a su lado acariciando su cabello dorado, ella sonrojada sin voltear a verlo y el hipnotizado por tan bella escena, los dos muy cerca el uno del otro. De pronto sin saber y por que y sin poder evitarlo Yoh tocó con sus labios los labios de Anna, fue tan solo un roce que duró solo un pequeño instante, pero fue suficiente para que los colores en los dos rostros se pusieran al rojo vivo, duraron un momento sin hablar

-Lo sien…-No importa- Yoh fue interrumpido por Anna, el rubor aun no se iba de ninguno de los dos y otra vez volvió el silencio, era incomodo, así que Yoh decidió romperlo

-Y por que querías salir?- preguntó inocentemente, Anna sabía que era una pregunta para evadir lo que había sucedido así que la respondió

-A ver las estrellas, se que suena estúpido pe…-Claro que no, es una noche hermosa. Ven!- le interrumpió Yoh muy emocionado, la destapó y la levantó con mucho cuidado, todo en un corto tiempo, la llevaba cargando por el segundo piso a toda velocidad y muy alegre

-A donde me llevas?
-Ya veraz!